XXI
A APOLO

1

Oh Febo, el cisne te canta melodiosamente debajo de sus alas mientras va saltando en la orilla, junto al río Peneo, abundante en remolinos; y el aedo de dulce lenguaje te canta siempre el primero y el último, pulsando la melodiosa cítara.

5

Así, pues, salve, oh rey, a quien intento propiciar con el canto.