Notas
[1] María Walewska (1786-1817), condesa polaca amante de Napoleón. El nombre Genthod es el de una población del cantón de Ginebra. Por otro lado, al parecer, las relaciones de Balzac y la condesa Gallitzin pasaron por episodios de notorio desencuentro, si bien tras una estancia del autor en casa de la condesa, en Dresde, en mayo de 1845, recuperaron la cordialidad. <<
[2] Cayo Julio César (100-44 a. C.), conquistador y político romano. <<
[3] Newton (1642-1727), físico, teólogo, alquimista y matemático inglés, primer descriptor de la ley de la gravitación universal. <<
[4] Napoleón Bonaparte (1769-1821), militar, gran estratega y emperador de Francia tras la Revolución. <<
[5] Antigua medida de longitud, equivalente a algo menos de 2 m. Tanto en este momento como en otros lugares de la narración, se verá que Balzac exagera las dimensiones del decorado: en la costa del Croisic no hay acantilados. <<
[6] Los protagonistas de este relato, Louis y Pauline, son Louis Lambert (protagonista de la obra homónima) y Pauline de Villenoix, que se convertirá en su esposa. Por otro lado, el nombre de Pauline aparece en otros relatos de Balzac (por ejemplo, La piel de zapa), siempre asociado a la bondad. En muchos momentos del relato aludirá el protagonista a la concidión angélica de esta mujer. <<
[7] El cantón de Le Croisic se encuentra al sur de la Bretaña, siguiendo la costa, en la región de Loira Atlántico. El lugar es rico en marismas salinas, que son objeto de explotación comercial y que aparecerán en el relato más adelante. Aparte de esto, este relato aglutina también recuerdos personales del viaje al Croisic que realizó Balzac en 1830 con Mme. de Berny. <<
[8] Expresión popular que indica que, cuando se presenta la Fortuna, hay que procurar que no se escape, asiéndola de donde se pueda. De ahí el aforismo que reza: La ocasión la pintan calva. <<
[9] Célebre episodio del Orlando furioso, de Ludovico Ariosto (1474-1533), en el que Astolfo, gracias a la capacidad mágica del hipogrifo (animal fabuloso, caballo con cabeza y alas de grifo) vuela hasta la Luna en busca de la razón que el amor de Angélica le ha arrebatado a Orlando. <<
[10] Para Balzac, la capacidad creativa consciente eleva al creador a un estado mental superior, en el que puede, sin esfuerzo, atravesar mundos y anular las barreras que existen entre los diferentes conceptos. El precio de esa capacidad es, evidentemente, la desconexión del mundo real. <<
[11] Sin alcanzar la intensidad a la que se eleva en El niño maldito, aparece aquí ya la identificación filosófica, de inspiración romántica, del pensamiento y el estado anímico de la persona con la naturaleza. <<
[12] La realidad vuelve a hacer su irrupción en ese mundo idílico, primero al fondo en forma aún difusa de civilización, y acto seguido aparecerá la imagen absolutamente concreta del pescador, cuya historia se nos contará y hará añicos con su contundencia el sueño de ideales absolutos de Louis. <<
[13] Personaje protagonista de un cuento árabe, prototipo de la avaricia insaciable. <<
[14] La pormenorizada descripción de la naturaleza es un rasgo de estética romántica muy habitual en Balzac. <<
[15] Lago situado en Suiza, al pie de la cordillera del Jura. Su nombre alemán es Bielersee. <<
[16] La isla de Saint-Pierre (San Pedro) fue el refugio en el que Jean-Jacques Rousseau escribió sus célebres Ensoñaciones del paseante solitario. <<
[17] Louis Lambert tiene una gran predisposición a padecer fiebres y otros trastornos provocados por la tensión a la que somete su cerebro la obsesiva actividad mental que desarrolla. <<
[18] En esta y en sucesivas ocasiones, intentaremos reproducir el habla incorrecta y llena de localismos del pescador. Este respeto al modo de hablar del personaje es también un rasgo romántico del texto. <<
[19] La oferta de los dos turistas equivale casi al dinero que puede ganar el pescador en un año; de ahí su natural recelo. <<
[20] Variedad de trigo silvestre que aún ocupa un lugar destacado en la gastronomía local. <<
[21] La costumbre de sortear para el ingreso en filas se extendió en Francia a partir del Imperio. <<
[22] Balzac relativiza, en esta reflexión, el dolor de la creación artística y de la actividad del pensamiento frente a la pura miseria material. <<
[23] Batz-sur-Mer, localidad del cantón de Le Croisic. Su iglesia posee una torre de 60 m de altura. <<
[24] Abundando en la idea anteriormente expresada, la contundencia de lo real siempre pone un espejo de relatividad a la autocomplacencia de la exaltación imaginaria. <<
[25] Balzac cita muchas veces la doctrina católica como referente del idealismo frente al materialismo imperante en la sociedad decimonónica. <<
[26] Aglomerados hechos con viruta de corteza de árbol que se usaban como combustible. <<
[27] Balzac utiliza el término poeta en su sentido griego de creador. <<
[28] El almacén en el que se guardaba la sal procedente de las salinas era un edificio municipal, cuyas ruinas aún pueden verse a la entrada del pueblo. <<
[29] El tío del protagonista, tal como figura en Louis Lambert, había sido cura de la localidad de Mer, y perdió el curato tras el Imperio. <<
[30] La distancia real que hay entre Batz y Le Croisic es de apenas 2 km. Balzac sigue elaborando el paisaje según su conveniencia narrativa. <<
[31] Ciudad del cantón de Guérande, dentro del mismo departamento de Loira Atlántico, cercana a Le Croisic y Batz y también poseedora de salinas. Conserva, asimismo, una muralla medieval en muy buen estado. Por otro lado, la ciudad está edificada en un promontorio granítico, pero no muy alto y cubierto de tierra arcillosa, no de arena. <<
[32] Balzac presenta más de una vez en sus textos imágenes exóticas semejantes a las que ofrecen los espejismos en el desierto. <<
[33] Al igual que en Massimilla Doni, es la mujer la que posee, de hecho, la discreción y la sabiduría, frente a la fatua vanidad de los varones. <<
[34] Esa alusión al misterio crea un clima romántico en el que la figura de esa persona, apenas esbozada todavía, cobrará más tarde toda su intensidad descriptiva y propiciará el relato de su historia, que, en realidad, es el cuerpo del texto al que llegamos tras este preámbulo en el que se nos ha descrito la percepción aguda y exaltada de Louis Lambert. <<
[35] Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), célebre compositor austriaco. La cita concreta hace referencia a un conocido pasaje de su Don Giovanni, el dúo en el que Don Juan seduce a Zerlina, que empieza diciendo «Là ci darem la mano» (Allí nos daremos la mano). Muchas veces identifica Balzac la expresión o la vivencia del sentimiento amoroso con el lenguaje emocional de la música. <<
[36] Nueva exageración del autor. La costa es accidentada, pero no especialmente elevada. <<
[37] El genio de Balzac no deja nunca de mezclar, como en este caso, referentes puramente científicos con descripciones de estética totalmente romántica, como la del hombre, que está a punto de empezar. <<
[38] El personaje, incluso en su decrepitud, conserva rasgos que lo convierten en un gran personaje y lo emparentan, cada uno en su carácter y en sus circunstancias, con el conde de Hérouville de El niño maldito y con Balthazar Claës de La búsqueda del Absoluto. <<
[39] La exaltación descriptiva de Balzac anticipa datos que todavía no nos ha presentado la lógica del relato. <<
[40] Capital del departamento de Loira Atlántico, situada en el interior, a orillas del Loira. <<
[41] Mantenemos el apelativo original, que significa algo así como «Doblegamar». El apelativo es muy oportuno para el personaje del que se trata, pero en origen es el nombre de una localidad por la que pasó Balzac en su viaje hacia Bayeux en 1822. <<
[42] Expresión local para designar el noroeste. <<
[43] También mantenemos el nombre del personaje, que significa Petra. El diminutivo Pérotte podría traducirse por Petrita o Petrilla. <<
[44] No existe dicho islote, pero la perspectiva a veces puede hacer que la punta de Sissable se lo parezca a los que no conocen bien la topografía de la región. <<
[45] Otra localidad de la misma región de Loira Atlántico. <<
[46] Ciudad importante del mismo departamento, situada en la costa de Bretaña. <<
[47] El nombre no responde a ningún personaje real que viviera en la zona por aquella época. <<
[48] El escudo en la época de la Restauración tenía un valor de tres francos. La libra valía un franco. <<
[49] La moneda llamada luis empezó a acuñarse en el reinado de Luis XIII, y toma su nombre del retrato del rey que aparecía en ella. Después de la Revolución, la moneda oficial pasó a ser el franco, y en la época de Luis XVIII, aunque el franco seguía siendo oficial, volvió a acuñarse temporalmente el luis, con un valor de veinte francos. El valor del luis de oro, lógicamente, era mayor. <<
[50] Se entiende a trabajar como empleado por cuenta ajena. <<
[51] Es decir, monedas de plata a cambio del doblón de oro. <<
[52] El nombre de Carnouf no figura en la topografía real de la región, pero sí era costumbre utilizar los servicios de un barquero para pasar del Croisic a la punta llamada de Pen-Bron, situada enfrente al otro lado del golfo. <<
[53] Localidad situada a unos 25 km por mar. Parece extraño que vayan a buscar al sacerdote tan lejos, puede tratarse de un error de Balzac, o de una elección poco documentada. <<
[54] Parecería más lógico «no se lo creyó», ya que se alude acto seguido a una posible reconciliación, pero el texto es literal. <<
[55] La realidad ha dado al traste con el estado anímico de los dos veraneantes, y, fiel reflejo de su estado interior, la naturaleza también ha transmutado en barbechos el esplendor de la luz matinal y la belleza de la costa que se nos describió al principio. <<
[56] En el museo de Batz puede verse un maniquí vestido con el traje que llevaban en la época los trabajadores de las salinas, el cual constaba de un calzón y una camisola blancos. <<
[57] El vuelco emocional de la situación ya es irreversible, y sus efectos no tardarán en dañar la salud de Louis, cuya naturaleza excepcionalmente sensible es muy vulnerable. <<
[58] Los dos jóvenes utilizan el servicio del barquero para regresar, en lugar de desandar el camino a pie. <<
[59] Louis presiente un próximo ataque cerebral causado por la presión emocional de la historia que ha oído. En efecto, al final de Louis Lambert, el personaje —ya casado con Pauline— acabará sus días en estado vegetativo, tras un ataque fulminante de fiebre cerebral. <<
[60] Betty von Rothschild (1803-1886), hija de Salomon von Rothschild que contrajo matrimonio con su tío, el barón James Mayer von Rothschild. Ambos honraron a Balzac con un trato de amistad personal. <<
[61] El patronímico Hérouville, apellido de casada de la condesa, es decir, apellido de su esposo el conde, tiene resonancia normanda, y en efecto existe como topónimo local de esa región, pero parece más verosímil que la elección de Balzac se refiera al castillo señorial del mismo nombre, situado cerca de L’Isle-Adam, localidad en la que el autor pasó varias temporadas como huésped del señor de Villers-La Faye. Dicho castillo es citado por Balzac en su obra Modeste Mignon (1844). <<
[62] La formulación de esta frase, ciertamente peculiar, es del autor. <<
[63] Tras arrancar la narración con tintes tenebrosos de marcado cariz romántico, a los que se opone la descripción de una criatura angelical, cosa que, por contraste, nos hace prever algún conflicto, por fin nos da Balzac (aunque indirectamente) un dato que empieza a situarnos en el tiempo. No dice en qué época estamos, pero ya nos informa de que no es la actual. <<
[64] Publio Ovidio Nasón (43 a. C.-17 d. C.), poeta latino. Las metamorfosis es (junto con el Arte de amar) una de sus obras más conocidas y valoradas. En ella recoge mitos y leyendas de la Antigüedad griega, adoptados por la cultura romana. <<
[65] Recibían este nombre los bancos reservados en la iglesia para personas responsables de instituciones de caridad. <<
[66] Balzac ya nos ha situado cronológicamente en el siglo XVI. Una vez hecho esto, sigue presentando datos contradictorios para preparar el conflicto: esta supuesta galantería del conde no concuerda en absoluto con el visible miedo que le tiene su mujer. <<
[67] Esta idea de la influencia del entorno en el carácter es habitual en Balzac. Veremos más adelante aplicaciones concretas de este principio en la descripción de los diferentes personajes. <<
[68] A pesar de este atisbo de esperanza, el texto recuperará enseguida los tintes sombríos del principio, y con ellos su lógica. Al parecer, Balzac escribió un primer esbozo de este relato en 1831, con la intención de convertirlo en un cuento de terror que no llegó a terminar. La versión definitiva, como se ve, se reduce (por ahora) a una descripción teñida de Romanticismo tópico y marcadamente melodramático. <<
[69] El autor, tras situar la cronología, perfila el contexto: estamos en plena guerra de religión. <<
[70] Balzac repite con frecuencia la caracterización de la codicia a través del color amarillo. También describirá con ese mismo color los ojos del criado Lemulquinier en La búsqueda del Absoluto. <<
[71] Al igual que hará con otros muchos personajes (especialmente con Frenhofer en La obra maestra desconocida y con Balthazar Claës en La búsqueda del Absoluto), Balzac acomoda la descripción del conde de Hérouville a los datos físicos significantes del carácter descritos por Lavater. <<
[72] La noche de San Bartolomé (23 de agosto de 1572) se llevó a cabo una matanza multitudinaria de protestantes, dentro del contexto de las guerras de religión. Al parecer, la orden provino de Carlos IX, que se había reunido en palacio con el hugonote Coligny para atender su demanda de justicia, e inicialmente iba encaminada a hacer desaparecer a los cabecillas protestantes, pero después la violencia se extendió indiscriminadamente contra todos ellos. <<
[73] El sitio de La Rochelle fue conducido en 1573 por el duque de Anjou, futuro rey Enrique III. <<
[74] Balzac define aquí explícitamente la confesión de Hérouville como católica. En el cuerpo del relato veremos, no obstante, que repetidas alusiones dan a entender sin lugar a dudas que, en realidad, su afinidad ideológica se sitúa en el bando protestante, puesto que nombra a Enrique IV como su rey en fechas anteriores a la conversión de este al catolicismo. <<
[75] La cronología es aproximada respecto de la fecha del sitio de La Rochelle. <<
[76] Balzac apreciaba mucho la iconografía de las madonas italianas, en particular, las de Dolci, Rafael y Tiziano, y las cita con mucha frecuencia. <<
[77] La época más virulenta de esta guerra de religión entre protestantes (y partidarios del rey Enrique IV) y católicos (la llamada Liga) se sitúa aproximadamente entre 1589 y 1594, fecha esta última en la que Enrique IV es coronado solemnemente en Chartres tras convertirse a la fe católica. <<
[78] Jean, bastardo de Montluc, señor de Balagny, hijo natural del obispo Jean de Montluc y legitimado en 1567. Se puso al servicio del duque de Alençon, que le dio el gobierno de Cambrai en 1581. Luego se hizo partidario de la Liga, y más tarde, en 1593, se pasó al bando de Enrique IV a cambio del reconocimiento de su soberanía sobre Cambrai y de la promesa de un mariscalato; pero los habitantes de esta ciudad, apoyados por los españoles, lo expulsaron ignominiosamente de allí. <<
[79] La anécdota la relata Dreux du Radier (Memorias históricas, críticas y anécdotas), y su protagonista fue la Srta. de Châteauneuf, amante del rey Enrique III y casada con un florentino residente en Francia llamado Antinotti. La mujer apuñaló a su marido sin vacilar por hallarle en actitud indecorosa. <<
[80] El patronímico Saint-Savin, nombre de soltera de la condesa, se sitúa en la región de Poitou-Charentes, al este de Poitiers. La localidad de Saint-Savin fue muy castigada durante las guerras de religión a las que hace referencia el texto, y es un lugar de rancio abolengo que alberga una magnífica abadía románica del siglo XI, Saint-Savin-sur-Gartempe. <<
[81] Localidad francesa situada en la Baja Normandía y en la que se conserva y exhibe el celebérrimo tapiz del mismo nombre, bordado por la reina Matilde, esposa de Guillermo el Conquistador, en conmemoración de la batalla de Hastings (1066). <<
[82] Las diatribas sobre el parto prematuro han sido siempre un recurso muy frecuente de creación de dramatismo narrativo. Por otro lado, ya en el siglo XVI se elevan voces de doctores que advierten sobre la poca fiabilidad de las cuentas del embarazo. Así lo dice, entre otros, el Dr. Laurent Joubert en su obra De los errores populares relativos a la medicina y al régimen de salud. Estas ideas fueron recogidas más tarde en la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert. <<
[83] Jeanne, como muchas de las madres que aparecen en estos relatos, tiene una intuición especial, una capacidad de premonición sutil en todo lo que tiene que ver con su hijo. Por otra parte, más adelante veremos otras alusiones a la posible influencia de las emociones vividas por la madre en el desarrollo del feto. <<
[84] El relato ya ha entrado en mayores; el autor ha terminado de trazar la situación dada y ahora va superponiendo capas de información que acaban de crear el clima. La estética sigue siendo romántica, como se ve en la descripción en general y, sobre todo, en la presentación de la criatura inocente, amenazada de muerte antes de nacer. <<
[85] Balzac recoge también información de diversos tratados de ciencia genética a los que tiene acceso. La influencia del estado anímico de la madre en la evolución del embarazo y del feto se afirma en la literatura médica desde finales del XVI. También en este caso considera Balzac la parte que le toca al padre, cuya brutalidad marca al niño tanto o más que el miedo que ha padecido la madre durante la gestación. <<
[86] En Massimilla Doni glosará el autor la analogía entre los israelitas desterrados, que caminan por el desierto hacia la tierra prometida, y el anhelo de libertad de la Italia sometida al yugo de Napoleón. <<
[87] Aunque este dato sea claramente anacrónico respecto de la acción del texto, sí es contemporáneo de Balzac, y no podemos evitar encontrar un paralelismo entre esta evocación y la hermosa aria «Al dolce guidami castel natio» («Llévame a mi dulce castillo natal»), de la ópera Anna Bolena, de Donizetti, estrenada en 1830, en la que la protagonista, ya definitivamente inmersa en el conflicto que no tardará en costarle la vida, evoca la inocencia irrecuperable del lugar idílico en el que transcurrió su niñez. <<
[88] El patronímico de este personaje procede del castillo del mismo nombre situado en la ribera del Loira. Como dato curioso, es sabido que el dibujante Hergé reprodujo el cuerpo central de la fachada principal de este edificio para su creación del castillo de Moulinsart, residencia del capitán Haddock en Las aventuras de Tintín, tras heredarla de un supuesto caballero de Hadoque, antepasado suyo. <<
[89] Nombre que recibían los protestantes calvinistas. La alusión mantiene la lógica de que el conde de Hérouville es del bando católico. <<
[90] Volvemos a la estética romántica en la descripción y en el relato de antecedentes que nos cuenta cómo Jeanne llegó a ser la esposa de Hérouville. <<
[91] La ingenuidad del personaje rebasa los límites de lo razonable. <<
[92] Estos cuerpos de armas toman el nombre de un salteador catalán llamado Miquelet de Prats, quien puso sus tropas al servicio de España, que, lógicamente, dado su catolicismo, apoyaba a la Liga. <<
[93] Partidario de la Liga Católica, es decir, contrario a Enrique IV, en las luchas de religión. Hérouville adopta la inteligente argucia de disfrazarse como si perteneciera al bando contrario, pero Balzac confunde los términos y los hace disfrazarse de católicos, que es lo que son. <<
[94] Saint-Lô es una ciudad situada en la Baja Normandía. De confesión protestante, fue tomada en 1562 por las tropas del duque de Étampes; recuperada al año siguiente por los protestantes, y finalmente arrasada en 1574 por el mariscal de Matignon. El lenguaje de Hérouville recupera la lógica de la confesión católica, dado que la conquista definitiva de la ciudad por los católicos se realizó antes de la conversión de Enrique IV. <<
[95] Término formado sobre la voz reiter, antiguo soldado de la caballería alemana. <<
[96] Así serán, en efecto, las apariciones del diablo en Melmoth reconciliado. <<
[97] Balzac fue un gran estudioso de todas las ciencias de su tiempo, cuyas ventajas compara retrospectivamente con las carencias y supersticiones del pasado. <<
[98] Henri Corneille Agrippa de Nettesheim (1486-1535), médico, astrólogo y hombre de ciencia en general, según el criterio humanista de su tiempo. Llamado a Francia por Margarita de Orleans, hermana de Francisco I, ejerció en Lyon como médico de Luisa de Saboya, madre de Francisco I, pero esta lo despidió porque, a pesar de haber incluido en su formación inicial la alquimia y otras ciencias ocultas, se negó a elaborar el horóscopo de su hijo, por considerar esta práctica como supersticiosa. <<
[99] Henri II (1519-1559), hijo de Francisco I y la reina Claudia de Francia. <<
[100] Catalina de Medici (1519-1589), esposa de Enrique II y reina consorte de Francia de 1547 a 1559. Tras una gran tolerancia inicial, acabó dictando medidas de gran dureza contra los protestantes, y pasa por haber sido la instigadora de la matanza de San Bartolomé (1572). <<
[101] Cosimo Ruggieri (?-1615), astrólogo florentino, consejero de Catalina de Medici. <<
[102] Aparte de todas sus destrezas más o menos científicas, Beauvouloir tiene algo de bufón de la corte. <<
[103] Palabras iniciales de la secuencia latina: In manus tuas, Domine, commendo spiritum meum («En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu»), pronunciada por Jesucristo, según el Evangelio, en el momento de morir en la cruz. Es decir, Hérouville amenaza claramente a Beauvouloir con matarlo si no cumple su voluntad. <<
[104] El término es de Balzac, pero, evidentemente, se refiere a la inexperiencia de la condesa, a su condición de madre primeriza. <<
[105] Balzac recurre muchas veces, en su caracterización de personajes y situaciones, a conocimientos científicos, médicos o paramédicos adquiridos en revistas y publicaciones especializadas de su época. <<
[106] Término injurioso que significa «patán, palurdo», y que los protestantes partidarios de Enrique IV aplicaban a los católicos durante las guerras de religión. Hérouville mantiene su disfraz. <<
[107] La onza era la decimosexta parte de la libra, y pesaba unos treinta gramos. Es decir, que, si nos atenemos a la literalidad, la supervivencia del niño es totalmente inviable, dado que no llega a pesar ni medio kilo. Balzac a veces comete estos excesos de imprecisión en sus cálculos y declaraciones. <<
[108] La maternidad, igual que la menstruación, va unida muchas veces en el imaginario colectivo a una noción atávica de impureza. En la tradición judía, era preceptivo que las mujeres se presentasen en el templo a los cuarenta días del parto, y ofrecieran un sacrificio para limpiarse de esa impureza, y para presentar a su hijo y limpiarlo también de pecado. En la tradición cristiana, por imitación del cumplimiento que hizo la Virgen de ese precepto después de dar a luz a Jesús, se mantiene el mismo rito en forma de misa de purificación, que es la primera salida pública de la mujer, a los cuarenta días del parto, para purificarse ella y presentar a su hijo ante Dios o la Virgen. <<
[109] El sentido literal y evidente es que su debilidad física hace manifiestamente incapaz a Étienne de continuar la estirpe guerrera a la que pertenece su padre, pero con esta indicación también va encaminando ya Balzac la percepción del lector hacia el extraordinario desarrollo de otro tipo de capacidades, mentales y perceptivas, que conocerá el niño a lo largo del relato. <<
[110] Sea gratuita o no la afirmación de Balzac, se da otro caso semejante en el amor que siente Juana de Mancini por el fruto de sus amores con Montefiore, en Las Marana. <<
[111] Todos los intentos de la condesa por recuperar, siquiera en los espacios idílicos de la mente, las mieles de su amor malogrado son hechos añicos inmediatamente por la brutalidad de lo real, que no permite ni siquiera el consuelo del sueño a las almas grandes. <<
[112] Recordará el lector que el nombre ya se ha mencionado de pasada en un momento anterior del relato, pero es ahora cuando se desarrolla la historia del personaje, que es ficticio. <<
[113] Carlos de Lorena-Guisa (1524-1574), eclesiástico y político, luchó con Francisco I contra Carlos V, y fue enemigo acérrimo del protestantismo y de la política inicial de tolerancia civil preconizada por Catalina de Medici. Se opuso, asimismo, al matrimonio de Enrique de Navarra (más tarde Enrique IV) con la princesa Margarita, proyectado para lograr la concordia entre ambos bandos. <<
[114] Al igual que en Las Marana, nos presenta Balzac una línea femenina de depravación transmitida de madres a hijas. Pronto veremos cómo la última representante de ese linaje depravado se esfuerza denodadamente por romper esa maldición, cueste lo que cueste. <<
[115] La ingenuidad de la condesa se une aquí a las creencias atávicas sobre la influencia que puede tener el pensamiento de la madre en el feto. Como ya hemos dicho, Balzac estudió libros en los que se consideraban estas cuestiones. <<
[116] Balzac sigue encaminando al lector hacia el desarrollo mental del niño, que enlaza, por cierto, con la capacidad de otros muchos de sus personajes (y de él mismo) para crear mundos en los que la inteligencia y la percepción puedan explayarse a sus anchas sin estar sometidas a ninguna de las limitaciones de lo real. <<
[117] La condesa preconiza, con antelación, pero con certeza, la condición excepcional de la percepción de su hijo y la consiguiente soledad a la que dicha capacidad le va a abocar. Por otro lado, de un modo que rebasa su natural lenguaje afectivo como madre, lo califica de «ángel». Más adelante veremos que Étienne será uno de esos personajes masculinos a los que Balzac otorgará cualidades seráficas que normalmente suele pintar en determinado tipo de mujer excepcionalmente bondadosa y dulce. <<
[118] El conde vuelve a aparecer de improviso, como si se materializara de repente, igual que el diablo. <<
[119] La carencia de conocimientos científicos de la época y la brutalidad del conde dan por hecho que la falta de parecido físico entre el hijo y su padre es indicio claro de adulterio. Ya vimos que Balzac se interesó mucho por estos temas, y se documentó sobre los caprichos de la genética que propician estos saltos generacionales en la transmisión de rasgos. <<
[120] Aparece aquí el tema romántico del paria, del proscrito, que a la dureza del destierro forzoso le une también una grata vertiente de vida libre en la naturaleza, heredada de ciertos personajes del siglo XVIII, como los protagonistas de Pablo y Virginia, de Bernardin de Saint-Pierre, publicada en 1787. <<
[121] Recordemos que, aunque ha muerto Chaverny, el traspaso de la herencia está condicionado a la supervivencia del hijo varón de la condesa, y Hérouville sabe que Étienne no sobrevivirá si muere ella. <<
[122] Término que inicialmente designa a un soldado del ejército real y después se aplica con intención despectiva a los protestantes por los partidarios de la liga católica. Por extensión, acaba significando «bandido, asesino». <<
[123] Vemos ya cómo Étienne, en efecto, empieza desde muy niño a desarrollar una capacidad perceptiva excepcional, que pronto le llevará a otras esferas del conocimiento. <<
[124] Ya desde su primera descripción un poco extensa se presenta a Maximilien como una especie de Caín. No se desmentirá esta dualidad entre los dos hermanos durante todo el relato. <<
[125] El personaje es ficticio, pero el patronímico Sebonde conserva el eco literario del «Elogio de Raimond de Sebonde» que hace Montaigne en sus Ensayos. <<
[126] Francesco Petrarca (1304-1374), gran sonetista, poeta emblemático del renacimiento italiano. <<
[127] Obra maestra de Dante Alighieri (1265-1321), dividida en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. <<
[128] Efectivamente, el relato desarrollará entre Étienne y su madre una relación más amorosa que materno-filial, en la que Jeanne, en cierto modo, vive la satisfacción que no pudo vivir con Chaverny. Esta relación, no obstante, no tendrá ningún tinte incestuoso, porque se compondrá en los espacios ideales de la mente, que es el lugar en el que el tullido Étienne alcanzará su vida plena. <<
[129] Recordemos que en la imaginación de Jeanne conservan gran presencia e importancia los ropajes con los que iba vestido Chaverny cuando lo vio por primera vez y se quedó prendada de él. <<
[130] Algo más de 1,50 m. <<
[131] La descripción del autor encamina la figura de Étienne, ya de modo claro y concreto, hacia la consideración emocional de lo femenino. <<
[132] Las capacidades perceptivas especiales, extrasensoriales y de percepción psíquica particular que desarrolla Étienne las suele atribuir Balzac a artistas, pensadores, poetas, amantes, madres y personajes diversos que consumen drogas, como Vendramin en Massimilla Doni. <<
[133] Balzac opone el mundo moral al mundo social, y considera que el que dispone de amplitud moral, como es el caso de Étienne, necesariamente está solo. Por otro lado, aquí inicia la descripción efectiva del amplísimo desarrollo que conocerá el universo mental al que Étienne trasladará su existencia porque será el único en el que no sufra agresión. <<
[134] El desplazamiento hacia la actividad artística del afecto debido a las personas, o el consuelo que produce la exaltación artística como paliativo por la carencia afectiva en la vida son temas recurrentes en Balzac. Véase, por ejemplo, la devoción que profesa Frenhofer a su retrato de Catherine Lescault en La obra maestra desconocida. <<
[135] Al igual que Joséphine Claës en La búsqueda del Absoluto, Jeanne morirá de dolor moral. <<
[136] La caracterización de Étienne sigue haciéndose en términos femeninos. Por otra parte, Balzac fue un gran amante de la música, y en Massimilla Doni desarrolla muchos aspectos relativos a la técnica vocal de una gran soprano llamada Clara Tinti. <<
[137] Muchas veces asocia Balzac la presencia de la música con el sentimiento amoroso. Aparte de esto, dentro de la lógica que ha creado en el desarrollo de Étienne y en la relación de ambos personajes, la comunicación mística a través de la música es totalmente coherente. <<
[138] Desarrolla Étienne conscientemente una capacidad excepcional de comunicarse con la sustancia de las cosas y dialogar con ellas. Efectivamente, ya su madre en el momento del parto tuvo presentimientos de este tipo, dado que la tempestad que rugía aquella noche parecía convertirse en un mal presagio para la vida del niño, pero el desarrollo al que él va a llegar será incomparablemente mayor y más rico. <<
[139] La emotividad de esta escena tiene puntos de contacto con la última conversación que mantiene Joséphine Claës con su hija Marguerite antes de morir, en La búsqueda del Absoluto. <<
[140] Como la Marana, una vez más, Jeanne posee ese instinto especial que la avisa de cualquier peligro que acecha a su hijo. <<
[141] Se encuentran ya antecedentes literarios de la descripción significativa del océano en Bernardin de Saint-Pierre, Chateaubriand, Lamartine e incluso Rousseau (influencia del agua sobre los sentidos y el estado de ánimo, personificación del mar). Por otro lado, los datos que Étienne recoge del mar se integran en un sistema metafísico cuyos cimientos son la unidad del universo. Aquí se muestran como un panteísmo animista; en otras obras del autor, como intentos de conciliación racional entre el espiritualismo y el materialismo, o bien adoptan derivas swedenborgianas, animistas, etc. Aparte de estos aspectos mentales o espirituales, en lo concreto, las páginas que describen la vida de Étienne junto al mar aglutinan también recuerdos del viaje al Croisic que realizó Balzac en 1830 con Mme. de Berny, y que formarán parte de la inspiración a la que debemos Un drama a la orilla del mar. <<
[142] La fusión anímica de Étienne con el mar irá tomando el cariz de una especie de esponsales místicos, que llevan a la unión perfecta de Étienne con una mujer soñada en un plano totalmente espiritual, sobre la que se superpondrá la imagen angélica de su difunta madre. <<
[143] Personaje de la mitología griega que, gracias a la magia musical que se desprendía de su cítara, logró aplacar a las deidades del Hades tras la muerte de su esposa Eurídice, y que le concedieran el don de regresar con ella al mundo de los vivos. No obstante, le impusieron la condición de no mirarla mientras el sol no la hubiera bañado por completo; Orfeo no fue capaz de respetar la condición, la miró antes de tiempo y la perdió para siempre. Con este tema compuso Gluck una conocidísima ópera, estrenada en 1762. <<
[144] Las imágenes que presenta Balzac entroncan con su ensoñación habitual sobre la capacidad de la mente para anular tiempos y espacios. Por otro lado, sugieren una elevación del espíritu muy cercana a la inspiración que muestra Baudelaire en poemas como «Homme libre, toujours tu chériras la mer» («Hombre libre, siempre amarás la mar»), de Las flores del mal (3, 14). <<
[145] Premonición trágica que recoge el conflicto habitual entre la perfección lograda en la existencia que se desarrolla en los planos superiores del conocimiento y la limitación de lo real. <<
[146] La cuenta literal de la cronología da, en efecto, setenta y seis años para el conde de Hérouville y veintiséis para Étienne, lo cual indica que el muchacho, a tenor de su descripción, presenta un retraso considerable en el logro de su madurez y su plenitud mental y física como varón. A estas alturas del relato, la imagen que nos da Balzac de Étienne rebasa la caracterización femenina y pasa más bien a ser asexuada, en esa condición angélica ambigua que presentan algunos otros personajes masculinos del autor, por ejemplo, Emmanuel, de La búsqueda del Absoluto, o Félix, el protagonista masculino de La azucena en el valle. <<
[147] Aparte de la comparación de la fisonomía del personaje con un animal, en la que Balzac se complace siempre que puede, observemos cómo, incluso en esta descripción en la que lo presenta muy venido a menos, el autor no deja de caracterizar explícitamente la grandeza de Hérouville, que no se desmiente ni siquiera con la decrepitud. Otro tanto, mutatis mutandis, ocurrirá con el personaje de Balthazar Claës en La búsqueda del Absoluto. <<
[148] Concino Concini (1575-1617), mariscal de Francia y marqués de Ancre, favorito de María de Medici, reina de Francia por su matrimonio con Enrique IV desde 1600 hasta la muerte de este en 1610, regente hasta 1614 y miembro del Consejo de Gobierno hasta 1617, fecha en la que subió al trono Luis XIII. La gran influencia del marqués de Ancre sobre María de Medici le granjeó el odio del joven Luis y sus partidarios, que lo mandaron asesinar. <<
[149] Este título no existe en el repertorio nobiliario francés. <<
[150] Étienne, que no tiene identidad civil, puesto que ni su propio padre recuerda su existencia, ha completado su proceso de identificación con la naturaleza; se ha convertido en una criatura más de las que habitan su entorno. En cierto modo, ha vuelto a nacer, pero en otro plano que no entra en las previsiones sociales, y mucho menos heráldicas, de su padre. <<
[151] Según recogen los cantares de gesta, los Pares de Francia fueron inicialmente doce, todos ellos parientes directos de Carlomagno. Después esta dignidad pasó a distinguir a caballeros feudales vasallos de la Corona. A partir del siglo XIII, el título de Par se aplicó a los nobles más destacados del reino. A pesar de su extraordinaria categoría, la dignidad de Par no es un título nobiliario en sí, sino una distinción otorgada por la Corona. <<
[152] De las órdenes del rey, es decir, la del Espíritu Santo y la de San Miguel, primeras órdenes de la monarquía francesa, fundadas por Enrique III en 1578, en plenas guerras de religión. <<
[153] Orden de caballería fundada en 1429 por Felipe III de Borgoña. Más tarde, la orden quedó vinculada a la monarquía española gracias al matrimonio de María, heredera de la Corona de Borgoña, con el Archiduque Maximiliano de Austria (1477). <<
[154] El bailío era el representante oficial de la autoridad del rey en un territorio determinado. Su cometido era jurídico y administrativo. <<
[155] Aparece aquí un tema clásico de los cuentos populares, si bien el arrepentimiento del duque, a pesar de todas sus promesas y buenas palabras, se diluirá en cuanto recobre el control de sus sentimientos y de la situación. No olvidemos, por seguir con los cuentos populares, que en las páginas iniciales Balzac lo ha presentado como un ogro. <<
[156] Hérouville pretende recuperar sus prerrogativas feudales. <<
[157] Armand-Jean du Plessis, cardenal y duque de Richelieu (1585-1642), primer ministro plenipotenciario y favorito de Luis XIII. <<
[158] Casas de reconocida nobleza, algunas incluso emparentadas con la monarquía, todas ellas defensoras del catolicismo en las guerras de religión. <<
[159] Jean-Louis de Nogaret de la Valette, duque de Épernon (1554-1642), favorito de Enrique III; Charles d’Albert de Luynes (1578-1621), favorito de Luis XIII; Jean de Montluc, señor de Balagny (véase nota 78); François, marqués de O (1535-1594), sobreintendente de economía con Enrique III y Enrique IV; Sebastiano Zamet (1549-1614), economista, pariente de Enrique IV. <<
[160] Aunque la acción del texto se sitúa en un momento histórico que no es contemporáneo de Balzac, este tipo de referencias presentan un paralelismo claro con la situación social que el autor critica constantemente en su propio siglo: el ascenso de advenedizos y aprovechados que llegan a superar en bienes y reconocimiento social a las personas pertenecientes a las auténticas clases nobiliarias. <<
[161] Este título no consta en el repertorio nobiliario francés. <<
[162] Anacronismo de Balzac: es cierto que el azúcar se conocía ya en Europa en el siglo XVI, aunque, en efecto, se consideraba un producto medicinal, pero los terrones no se fabricaron hasta el siglo XVIII, como veremos en La búsqueda del Absoluto. <<
[163] Beauvouloir, en efecto, conoce bien al conde, y su advertencia nos anuncia ya el próximo viraje de la trama narrativa, que acabará, como ya nos ha revelado el título interno de la segunda parte (De cómo murió el hijo), con la muerte de Étienne. <<
[164] Jacques Coyctier (1430-1506), médico de Luis XI que tenía gran ascendiente sobre él. <<
[165] Laura y Beatriz, amadas e inspiradoras respectivas de Petrarca y Dante, que encarnan el ideal puramente platónico de la inspiración poética. <<
[166] La sabiduría intuitiva de Beauvouloir comprende que la bajada de Étienne desde sus mundos inmateriales a la concreción de lo material, y más en materia sexual, en la que es totalmente virgen, requiere un proceso largo y muy cuidadoso de adaptación. <<
[167] Salvo las variantes narrativas de superficie, en estructura profunda la historia de Gabrielle repite en espejo la de Étienne: nació también con desventaja física, recibió por su fragilidad un amor especialísimo de su padre, y también se ha desarrollado en un plano inmaterial, hasta conseguir una identificación absoluta con la naturaleza. <<
[168] Es decir, Gabrielle está rodeada por una estructura vegetal de muros protectores, análoga de las rocas en cuyas oquedades se refugia Étienne. <<
[169] El mar de verdores cambiantes que dibujan los árboles es análogo también de la superficie del mar que contempla Étienne sin descanso. La naturaleza compone un mundo idílico también para ella. <<
[170] Es importante señalar que la abuela que ha criado a Gabrielle es la abuela paterna, es decir, la madre de Beauvouloir, no la materna, que fue la prostituta conocida como la Bella Romana. Recordemos el intento de deshacer el determinismo de la línea sucesoria de mujeres de la vida. <<
[171] Nuevos datos, junto con la soledad que se acaba de mencionar, que identifican a Gabrielle con Étienne. <<
[172] Tras describir los aspectos que hacen idénticos a ambos personajes, Balzac disocia las dos imágenes para convertirlas a cada una en el complemento perfecto de la otra. Gabrielle, educada sin ningún desarrollo de sus capacidades mentales, encarna la esencia atávica de lo femenino, entendida como ángel del hogar, esto es, una presencia física, pero asexuada. Étienne, como ya sabemos, es una idea pura, prácticamente sin cuerpo. <<
[173] Bernard Palissy (1510-1589), célebre investigador con fama de excéntrico, conocido por sus experimentos como ceramista. Al parecer, Balzac se inspiró en este personaje real para algunos aspectos de su personaje Balthazar Claës de La búsqueda del Absoluto. <<
[174] Como veremos, la solicitación de la naturaleza que subyace a esta afirmación no tardará en dar su fruto, propiciando el despertar sexual de la muchacha. En todo caso, sea determinismo zoliano avant la lettre o pura especulación pseudocientífica sobre la influencia del medio en el carácter, parece claro que Balzac se inspiró para esta descripción en el Parque de Cassan (situado en la región de L’Isle-Adam) y en el valle del Indre, que recreará más tarde en La azucena en el valle. <<
[175] La identificación del carácter con la naturaleza circundante va más allá de la simple estética romántica. Balzac escribe ya con información recogida en estudios científicos sobre este tema. <<
[176] Teresa de Cepeda y Ahumada (1515-1582), conocida como Teresa de Jesús o Teresa de Ávila, Doctora de la Iglesia, mística española, fundadora de las carmelitas descalzas y autora de numerosos libros. <<
[177] Al margen de la mística de santa Teresa, Gabrielle, al igual que Juana de Mancini en Las Marana, verterá el despertar de su primer instinto tomando referentes eróticos, sin saberlo, en las imágenes de santidad, y en la exaltación sensorial y emocional producida por las grandes ceremonias litúrgicas. <<
[178] Topónimo de la región de Picardía (Oise), situada al norte de Francia, cuya etimología es ursi campus (campo del oso). Evidentemente, Balzac no respeta la lógica geográfica de su planteamiento inicial. <<
[179] La rama materna de Gabrielle es la misma de la Marana, prostituta que, como veremos, intenta por todos los medios preservar a su hija Juana de la tiranía de su herencia, entregándola en custodia a unos honrados y virtuosos comerciantes de Tarragona. Por otro lado, Gabrielle y Étienne son, en efecto, almas gemelas… y consanguíneas; Étienne es hijo de Hérouville, y ella nieta. Este tema del amor incestuoso tiene antecedentes literarios algo turbulentos en Atala y René de Chateaubriand. Según los críticos balzacianos, lo que plantea aquí el autor es, sobre todo, la reivindicación del orden natural contra lo artificial de las leyes sociales. <<
[180] Región francesa situada junto a los Alpes y regada por el Ródano. <<
[181] Aunque, una vez más, Balzac falsea claramente la cronología, el episodio es histórico y muy curioso: Claudine-Françoise Mignot (1624-1711) nació en Grenoble en el seno de una familia humilde, y fue pretendida por un criado del recaudador general del Delfinado, pero finalmente fue el propio señor quien, prendado de su belleza, acabó casándose con ella. Viuda de este primer matrimonio, Françoise marchó a París con motivo de un pleito testamentario, y allí conoció al mariscal de l’Hôpital, con quien casó en segundas nupcias. <<
[182] También este episodio es histórico, y el nombre italiano de la dama era Filippa Duci (1520-1586). <<
[183] Benvenuto Cellini (1500-1571), gran escultor, grabador y orfebre del Renacimiento italiano. El ilustre alfarero es Bernard de Palissy, al que se ha aludido antes. <<
[184] La ciudad de Limoges, capital del Lemosín, región situada en el centro-oeste de Francia, es famosa por su fina porcelana, decorada con grecas de oro, figuras y motivos florales. <<
[185] Con el mismo detalle recuerda Jeanne a su adorado Chaverny, y busca después la perfección del atavío de su querido Étienne. La ensoñación del amado (real o potencial) pasa siempre por la descripción minuciosa de sus ropas. <<
[186] El autor nos describe a Gabrielle en términos muy similares a los que utilizó para describir a Étienne. Aparte de esto, que identifica a los dos, nos la presenta con evidentes rasgos angélicos. <<
[187] El personaje va más allá de la descripción idealizada, y la mujer está empezando a aparecer debajo del ángel. <<
[188] Balzac, como es sabido, valora mucho la altura moral que puede aportar la enseñanza de la Iglesia en el mundo totalmente materialista en el que vive. <<
[189] La imagen tiene resonancias bíblicas, que abundan en el retrato angelical de Gabrielle. <<
[190] Como ya hemos dicho, y al igual que Juana en Las Marana, Gabrielle disfruta en la iglesia del placer que le proporciona la música sacra; único placer físico que su inocencia conoce, y que será el primer indicio de su madurez sexual natural y espontánea. A partir de ahí, se manifestará imparable —aunque sin estridencias— el instinto del linaje femenino al que pertenecen ambas, por encima de todos los intentos de educarlas en la virtud. Por otro lado, el reconocimiento de ese placer físico y la proclamación de su intensidad son una clara perversión de la imagen seráfica que viene componiendo Balzac de la muchacha. <<
[191] Nuevo término que designa a los agitadores contrarios al Rey. <<
[192] A orillas de los ríos de Babilonia (Salmo 137) es un cántico de añoranza de la tierra de Sión que brota de los israelitas cautivos en Egipto, muchas veces a petición de sus propios carceleros. Es también el tema de un conocido poema de san Juan de la Cruz, y el salmo figura como letra de notables composiciones musicales, entre las que destacan la polifónica a capela de Giovanni Pierluigi de Palestrina (1525-1594) y la de Gabriel Fauré (1845-1924), esta última también polifónica, pero con orquesta. <<
[193] Se refiere a la balada Charmante Gabrielle, compuesta por Enrique IV para Gabrielle d’Estrées (1570?-1599), amante del Rey y madre de tres hijos suyos, que murió unos días antes de que el monarca la desposara. La letra se le atribuye al propio Rey; la música probablemente fuera compuesta por Eustache Ducaurroy, sobreintendente musical de la corte. <<
[194] «Ven, aurora, / yo te imploro, / el verte gozo me da; / la pastora / que me es cara / es bermeja como tú; / de rocío / regada. / La rosa tiene menos lozanía; / un armiño / no es tan fino, / la azucena tiene menos blancura». <<
[195] «¡Es rubia, / no tiene igual!». <<
[196] Se superpone la mujer a la feminización amorosa del mar como amante de Étienne desarrollada en la primera parte; rebasando la imagen de la madre, se encarnan e identifican la una en la otra. <<
[197] En cierto modo, lo que se describe es casi equivalente al nacimiento de Venus en el mar, pero a través de la música. Por otro lado, es conocida la asociación balzaciana de la música y el amor. Y a Gabrielle no tardará en describirla su padre como una perla, es decir, como una criatura nacida en una concha del mar, igual que Venus. <<
[198] Volvemos al Romanticismo descriptivo. <<
[199] Balthazar Claës, en La búsqueda del Absoluto, también se sorprenderá (y el autor por su boca) de la ignorancia en la que se mantiene a las mujeres. <<
[200] La imagen de Venus ha cobrado vida como mujer… en un paralelismo curioso con La sirenita, de Andersen, si bien este relato no se publicó hasta 1837, es decir, un año más tarde que El niño maldito. <<
[201] Aunque la situación dista mucho de ser la misma, algo así le pasa a Joséphine (coja y jorobada) cuando se ve en presencia del espléndido varón que es Balthazar Claës en La búsqueda del Absoluto. <<
[202] Este deseo de mostrarse superior, como varón, ante la mujer amada lo experimentará también Emmanuel ante Marguerite en La búsqueda del Absoluto. <<
[203] Recupera aquí Balzac la filosofía naturalista del siglo XVIII. <<
[204] Al igual que le ocurrirá a Juana de Mancini en Las Marana, y a pesar de la repetida fragilidad de su complexión física, vemos que Gabrielle no puede escapar del determinismo biológico de sus genes femeninos de cortesana, cuya herencia reclama violentamente su derecho. La dicotomía que presenta Balzac entre mujeres angélicas y mujeres ardientes le lleva muchas veces a crear personajes en los que, a pesar de todas las apariencias de virtud, triunfa la exigencia de la carne sobre el espíritu. <<
[205] Nuevo presentimiento funesto en la necesidad de reducir la irradiación gloriosa de lo mental a la realidad material. <<
[206] Es cierto que Étienne es el heredero del título nobiliario del señor del lugar, pero no queda claro si esa superioridad del varón la percibe Gabrielle por ese motivo o, simplemente, por el hecho de ser mujer. El discurso de Balzac puede ser, a veces, muy reaccionario. <<
[207] Gabrielle es una criatura en la que se pueden fundir la propia identidad de Étienne consigo mismo, su identificación mental y espiritual con el mar y, por supuesto, la imagen de la difunta madre, ya superpuesta a la imagen del mar anteriormente. <<
[208] Aunque ambos vayan descubriendo el amor a la par, el varón, incluso dentro de su inexperiencia, va por delante de la mujer: él expresa con claridad y decisión su sentimiento a través de la música; ella le responde de lejos y de manera todavía imperfecta y titubeante. <<
[209] En la Divina Comedia, de Dante, la Ciudad Doliente es el infierno, el Hades, el lugar en el que moran los difuntos, en cuya puerta estaba escrita la leyenda: Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate: «Vosotros que entráis aquí, abandonad toda esperanza». (La traducción es nuestra). <<
[210] Luis XIII (1601-1643), hijo de Enrique IV y María de Medici. Según dice la historia, la infancia del niño no fue feliz: por parte de su padre sufrió una disciplina rayana en el maltrato, so pretexto de reforzar su virilidad, y es fama que su madre lo ignoraba y despreciaba por su debilidad de carácter. Asimismo, el asesinato de su padre en 1610 causó una impresión enorme y muy difícil de asimilar por la mente y la salud emocional del niño. <<
[211] Más que al llamado cuerpo astral, plano sutil que forma parte de la constitución propia de los seres vivos, Balzac parece referirse al llamado espíritu astral, término religioso de filiación teosófica arraigada en la religión parsi y en el gnosticismo, que designa a unos geniecillos compuestos de aire y fuego, con los que se identifica la descripción literaria de Étienne. Por otro lado, estos mismos geniecillos se mencionan en Massimilla Doni, y se le atribuyen sus poderes al cajero Castanier cuando vende su alma al diablo en Melmoth reconciliado. <<
[212] Por seguir con la lógica metafórica oculta en la música como trasunto del lenguaje amoroso, evidentemente Gabrielle le está pidiendo a Étienne que la instruya en las artes amatorias, en las que, a su juicio, él va por delante en experiencia. Pero no es cierta tal experiencia, y lo que provoca es un daño inesperado en él, que la devuelve automáticamente a su condición de ángel. <<
[213] Jeanne de Hérouville componía una imagen celestial de Chaverny a través de la riqueza de su atavío; Gabrielle también lo hace con Étienne, pero su inclinación natural la lleva a no conformarse con la apariencia, sino a querer tocar y percibir en la piel la sensualidad de los tejidos. <<
[214] Platón (ca. 427-347 a. C.), filósofo griego, discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles. En El banquete se expone su teoría del amor, idealizado en el mito del ser andrógino. <<
[215] Aunque este tema de la pareja andrógina perfecta es bastante recurrente en Balzac, y aparece como aspecto más o menos tangencial en el tratamiento que reciben los personajes de diversos relatos, su desarrollo en un texto narrativo de gran formato lo realiza el autor en Séraphîta, en donde presenta a un ser angélico que se manifiesta alternativamente como varón y como mujer, sin llegar nunca a consumar su entrega en ninguno de los dos estados. Es en ese texto donde desarrolla Balzac más por extenso la teoría swedenborgiana en la que se incluye esta androginia sobrenatural. <<
[216] Albio Tibulo (54-19 a. C.), poeta lírico latino. <<
[217] Balzac, en su ensoñación del andrógino perfecto, ha devuelto a la pareja al estado primitivo de identidad espiritual en las esferas de lo inmaterial. Al introducir la muerte en su descripción, no solo devuelve a la memoria del lector el título de esta segunda parte del relato (De cómo murió el hijo), sino que da a entender que, por supuesto, tal identidad amorosa no es posible en la esfera material, y para lograrse necesita llegar a otros mundos traspasando el umbral de la muerte. <<
[218] Otro rasgo en el que superpone Balzac al momento histórico en el que se desarrolla el relato la crítica social que realiza constantemente respecto de su propio mundo decimonónico. <<
[219] Los apellidos de estos personajes tampoco constan en el repertorio nobiliario francés, pero sí recogen topónimos de las mismas zonas a las que se vienen refiriendo todos los nombres seleccionados por Balzac. Grandlieu es un topónimo relativamente frecuente, pero su referencia más ilustre se encuentra en la región del Loira. A su vez, Noirmoutier es el nombre de una isla situada en el Atlántico, en la bahía de Bourgneuf (región de Vendée), al sur de Bretaña. <<
[220] También el mar presagia el inminente desarrollo del relato. <<
[221] Los dos jóvenes realizan su unión total como criatura única, angélica y andrógina, en un plano superior. Sin llegar a la perfección de este logro, en La búsqueda del Absoluto también celebrarán Marguerite y Emmanuel una especie de ceremonia ritual privada de entrega mutua, en un plano puramente espiritual, mucho antes de poder contraer matrimonio. <<
[222] La sensatez de Beauvouloir es muy consciente, como ya lo fue en su momento, de que el conde de Hérouville no va a hacer honor a la palabra que dio en un momento de fragilidad emocional. <<
[223] El planteamiento repite literalmente la historia de Jeanne de Hérouville y su amado Chaverny, pero, al contrario que la madre de Étienne, Gabrielle no cede al chantaje: la fortaleza femenina de su sangre ardiente la mantiene firme ante la amenaza. Más aún: no tardará en utilizar su inteligencia y su ingenio para intentar encontrar una salida a la situación. <<
[224] No tardaremos en ver el error de Hérouville: Étienne, sacando fuerzas de su amor, se le opondrá con decisión, y reclamará a su padre el cumplimiento de la promesa que le hizo en la playa. <<
[225] Gabrielle ya ha aprendido a cantar. Los dos amantes, tras sus esponsales místicos, están preparados para la unión real. <<
[226] El conde de Hérouville vuelve a ser el que era, sin desmentirse a sí mismo. Los personajes grandes de Balzac presentan, incluso en su decadencia, un gran carácter, que el autor visiblemente respeta e incluso pondera. La figura de Hérouville tiene, dentro de su peculiaridad y sus defectos, una grandeza semejante a la que muestra Balthazar Claës, de La búsqueda del Absoluto, en su decrepitud. Por otro lado, esto es análogo del genio que muestran las mujeres, a quienes la herencia directa de sus antepasadas hace fuertes, aunque su conducta moral pueda ser reprobable. <<
[227] En otro relato de Balzac, Modeste Mignon, se dice que esa boda se celebró, en efecto, y que el duque logró por fin su preciada descendencia. Los reyes mencionados son: Francisco I (1515-1547), Enrique II (1547-1559), Francisco II (1559-1560), Carlos IX (1560-1574), Enrique III (1574-1589), Enrique IV (1589-1610) y Luis XIII (1610-1643). <<
[228] Pseudónimo de María de la Merced Santa Cruz y Montalvo (1789-1852), condesa de Jaruco, escritora cubana afincada en París y muy relacionada con medios artísticos y literarios. <<
[229] Louis-Gabriel Suchet (1770-1826), mariscal de Napoleón. Participó activamente en las batallas libradas por el ejército napoleónico en España, en particular en la de Tarragona (8 de mayo de 1811), cuya conquista le valió el título de mariscal de Francia. Por la toma de Valencia (1812) fue nombrado duque de la Albufera. <<
[230] En su corazón, es decir, sin manifestarlo públicamente. <<
[231] Esta referencia de Balzac, como otras muchas, es difusa o aproximada. El 6.º Regimiento de Línea tuvo, en efecto, un coronel llamado Eugenio Orsatelli, pero había muerto en 1810. El que estaba al mando en el momento en que escribe Balzac se llamaba Ordioni. <<
[232] Joachim-Napoléon Murat (1767-1815), cuñado del emperador y mariscal de sus ejércitos. <<
[233] A pesar del evidente sarcasmo con el que el texto refiere el episodio, los datos son reales: entre 1806 y 1808, Murat fue recompensado por su arrojo y sus servicios a Napoleón con el ducado de Berg y la titularidad del Reino de Nápoles, satélite del Imperio. Más tarde, ante la decadencia de Napoleón tras la campaña rusa, Murat desertó e intentó congraciarse con los austriacos para conservar su Reino de Nápoles. Ante el nuevo ascenso del emperador, volvió al Ejército, pero esto le llevó, finalmente, a ser encarcelado, juzgado y fusilado en el castillo de Pizzo (Calabria) el 13 de octubre de 1815. <<
[234] Este nombre es ficticio, el personaje no es histórico. <<
[235] No hará falta indicar el evidente tono irónico, despegado y algo cómico con el que arranca el texto. Por otro lado, ya de entrada describe a los integrantes del batallón como indeseables, mentirosos y delincuentes; el protagonista, como veremos, será uno de ellos. <<
[236] La cursiva es del propio autor, y el guion también, seguramente porque se siente creador del neologismo, pero el término yuxtaposición, con una u otra grafía, aparece documentado en francés desde 1664. <<
[237] Aunque el personaje es inventado por Balzac, el apellido Montefiore existe, y está registrado en los repertorios heráldicos, pero no aparece como arraigado en la nobleza italiana, a pesar de lo que da a entender su fonética. En todo caso, el personaje es ficticio, lo mismo que su compañero Diard, que no tardará en aparecer. <<
[238] El apelativo francés capitaine des corbeaux (capitán de los cuervos) juega con el doble sentido de corbeaux (cuervos) y corps beaux, locución que se pronuncia de manera idéntica a corbeaux y significa cuerpos bonitos. Por otro lado, Balzac, de entrada, nos presenta un prototipo de donjuán al uso: un soldado italiano, guapo y sin escrúpulos, cosa que todavía no se dice expresamente, pero está claramente implícita en el tono del texto y, en efecto, no tardará en confirmarse. <<
[239] Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson (1767-1824), discípulo de Jacques-Louis David (1748-1825), pintor francés de estilo clasicista que apunta ya hacia el Romanticismo, entre otras cosas, por el incipiente erotismo de la sensualidad abandonada que muestran algunas de sus figuras. El cuadro se expuso en el Salón de 1810. <<
[240] Es decir, bienes que le habían llegado por faltar los herederos anteriores a él. <<
[241] Alusión despectiva a la Legión de Honor o a cualquier otra condecoración. <<
[242] La batalla de San Quintín (1557) fue librada entre las tropas españolas y las francesas por la posesión del Reino de Nápoles, a la sazón colonia española, que había sido invadido por el ejército francés al mando del duque de Guisa. La victoria fue para Felipe II. <<
[243] Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, duque de Alba (1507-1582), noble, militar, diplomático y hombre de confianza de Carlos V y Felipe II. <<
[244] Escudos. <<
[245] Oficial perteneciente al Estado Mayor y encargado de la intendencia y la contabilidad. <<
[246] La catadura moral de los dos protagonistas, como vemos, deja mucho que desear. El término filósofos que acaba de emplear el autor es aquí, cuando menos, irónico, si no perverso. <<
[247] Davide Rizzio (1533-1566), cortesano e intrigante que llegó a ser secretario personal y amante de María Estuardo, reina de Escocia. Un grupo de nobles, entre los que se encontraba el marido de la reina, urdieron una conspiración para asesinarlo tras sospechar que la reina había quedado embarazada de él. <<
[248] Sigue Balzac desmontando y pervirtiendo sus parámetros habituales de descripción. En otras ocasiones caracteriza a algunos personajes varones con rasgos anímicos femeninos, siempre para dotarles de una percepción y una sensibilidad particularmente finas y exquisitas, cosa que aquí queda, como mínimo, en suspenso, si no negada ya de antemano. <<
[249] Desliza aquí Balzac una alusión velada a la marquesa de Castries, célebre rubia con la que tuvo amores. La relación se rompió en 1832. <<
[250] Aunque Balzac se expresa con mucha discreción, no es descabellado pensar que se refiere al propio Napoleón y al mariscal Soult. <<
[251] Obsérvese la ironía con la que alude Balzac a la rapiña de obras de arte que realizó en toda Europa el ejército de Napoleón. Además, en la autoproclamación de Diard como artista aparece una nueva perversión terminológica y conceptual. En otros textos balzacianos de corte filosófico, la capacidad artística enlaza en la mente del artista con una altura perceptiva que lo eleva hasta regiones del pensamiento puro, en las que vive acorde con su naturaleza superior. <<
[252] Este dato, que aparentemente parece un detalle más dentro de esta exposición de antecedentes, cobrará su importancia más adelante. <<
[253] Francesco Albani (1568-1660), pintor italiano de la escuela clasicista. <<
[254] Podría caber en este anhelo alguna altura filosófica, algún atisbo de redención en la belleza o algún rasgo de grandeza como la que presenta, a última hora, don Juan Tenorio, pero veremos que al final el personaje no es capaz de elevarse a esa altura. <<
[255] La rue des Lombards se encuentra en la orilla derecha del Sena, entre el río y la plaza llamada des Halles, lugar en el que estaban los antiguos mercados centrales de abastos. La zona era populosa y comercial. <<
[256] Balzac pone el término en cursiva porque intenta conservar la grafía española para completar el cuadro de lo que él imagina el color local de la escena, pero escribe «brasero» con z. <<
[257] En El barbero de Sevilla y Las bodas de Fígaro, de Beaumarchais, Bartholo es un viejo doctor que tiene bajo su tutela a la joven Rosina. El personaje es un prototipo característico de viejo gruñón y ridículo cuya vigilancia férrea, por supuesto, burlará inevitablemente la inteligencia de la muchacha. <<
[258] Recordemos que Nápoles era colonia española antes de la invasión napoleónica. <<
[259] Y como Balthazar Claës olerá el oro en La búsqueda del Absoluto. <<
[260] El conocimiento del italiano que poseía Balzac era muy elemental, y aquí mezcla la grafía del italiano, el español y el francés. El tipo de labor de tabaco a la que se refiere parece ser un cigarro puro de pequeño tamaño. <<
[261] La valoración rápida que hace Montefiore del hipotético desnudo de la muchacha supone una nueva perversión del lenguaje que desarrolla Balzac en La obra maestra desconocida, cuando los pintores estudian el desnudo femenino sin deseo, desde la filosofía de la creación artística. <<
[262] Es sabido que Murillo fue un gran pintor de temas religiosos, entre ellos, varios episodios de la vida de la Virgen. Por otra parte, no está claro cuál es el cuadro al que aquí se alude, aunque es sabido que Balzac quedó muy impresionado por la Inmaculada Concepción del maestro sevillano. <<
[263] Mezcla Balzac de manera muy hábil un retrato que salta sin solución de continuidad de la inocencia angélica de la muchacha joven, ignorante y educada en la virtud, a la manifestación más o menos incontrolable de la naturaleza desatada de la mujer mediterránea, ardiente y, por más señas, como enseguida veremos, hija de una reconocida prostituta. <<
[264] A sus muchas cualidades, ya señaladas, une Montefiore la del cinismo. <<
[265] Napoleón entró en Venecia en 1797 y la entregó a Austria mediante el Tratado de Campo Formio. <<
[266] Ekaterina Alekseyevna, llamada Catalina la Grande (1729-1796), emperatriz de Rusia. Es de suponer el tremendo aparato de su séquito en sus desplazamientos. <<
[267] Especie de correccional para muchachas de vida descarriada. <<
[268] El cargo de mayordomo real (stewart o stuart) lo ostentaba la familia Fitzalan, que al final tomó la denominación del cargo como patronímico. <<
[269] Anne de Lenclos (1615-1705), mujer de reconocido ingenio, escritora y mecenas de las artes que vivió libremente, criticando por igual a las mujeres excesivamente frívolas y sin ningún interés intelectual que a las excesivamente rígidas en cuestiones sexuales. <<
[270] Marion Delorme (1613-1650), cortesana conocida por sus relaciones con varios hombres señalados de su tiempo. Su figura fue glosada por Vigny en la novela Cinq-Mars, y por Victor Hugo en su drama Marion Delorme. Existen asimismo dos óperas con este mismo título, una de Giovanni Bottesini (1862) y otra de Amilcare Ponchielli (1885). <<
[271] Se refiere a la iglesia de San Gregorio. <<
[272] Ródope fue una célebre cortesana griega. La supuesta construcción de la pirámide no pasa de ser una leyenda. <<
[273] Henriette (o Harriette) Wilson (1786-1845), inglesa de extraordinaria belleza muy celebrada en Londres y París entre 1810 y 1825. No fue prostituta, aunque sí tuvo numerosos amantes, entre ellos, Wellington, Brummel, Byron y el vizconde de Ponsonby (1772-1824), político y diplomático británico. Escribió sus memorias. <<
[274] Este personaje puede ser una recreación de la Srta. de Deschamps de Marcilly, segunda esposa de lord Bolingbroke. <<
[275] Vittoria Colonna, marquesa de Pescaire (1490-1547), célebre por la fidelidad a la memoria de su marido, general de Carlos V. Como puede apreciarse, en efecto, todas las mujeres citadas en este párrafo fueron protagonistas de amores señalados, pero, contrariamente a lo que se desprende de la prosa balzaciana, no fueron prostitutas. <<
[276] Lógicamente, debería ser al que; el lapsus es del propio Balzac. <<
[277] Aparte de su inveterada costumbre de lanzar afirmaciones generales y valoraciones ex cathedra sobre los comportamientos humanos, la valoración que hace Balzac de la maternidad no deja de tener muchos aspectos dudosos. De entrada, la exigencia de abnegación total. Después, la comprensión de la condición de madre como remedio de las miserias y flaquezas de una mujer. Recordemos, además, que hace unas líneas la Marana se ha tomado la libertad de decidir el destino de su hija ya desde antes de tenerla, y, por supuesto, sin consultarle a ella ni estar presente en su desarrollo. Y no un destino cualquiera, sino la santidad. Es decir: ella es prostituta y piensa obligar a su hija a ser un ángel para que ruegue por ella y por toda su estirpe en el cielo. Evidentemente, nada bueno puede salir de un planteamiento tan peculiar y tan carente de asentamiento en la realidad, por muy buenas que sean las intenciones que lo producen. <<
[278] La Leyenda Dorada o Legenda Aurea de Jacobo de la Vorágine (1230-1298), compilación de relatos hagiográficos. <<
[279] Nuevo lapsus del autor: en italiano no se pone la partícula «de» entre el nombre y el apellido, por muy noble que este sea. <<
[280] La aparente nobleza de las intenciones y acciones de la Marana queda pervertida por los propios términos del discurso. En efecto, busca para su hija el reconocimiento social (ese bautismo en las virtudes sociales —que no teologales— al que se alude anteriormente), y se presenta en casa de los Pérez de Lagunia como un ángel salvador… porque les entrega una jugosa cantidad de dinero a cambio de que cuiden de su hija. <<
[281] Aunque es un anacronismo evidente, el personaje y su sentido de la justicia responden a un tipo de mujer que se perpetuará en el tiempo y entronca directamente con Floria Tosca, otra ardiente italiana que, en la ópera homónima de Puccini (1900), asesinará sin vacilar de una cuchillada al hombre que abusa de ella y mata a su amado, y, antes de suicidarse, lo emplazará ante el tribunal divino con la célebre frase final: «Scarpia, davvanti a Dio!» («Scarpia, nos encontraremos delante de Dios»). <<
[282] La Marana, como muchas madres de Balzac, tiene un don que le permite saber intuitivamente, con toda certeza, cuándo su hija está pasando por algún trance difícil o por algún peligro. <<
[283] El Corso es el nombre genérico que recibe en italiano la calle principal de las ciudades, lugar de comercio, encuentro y paseo. <<
[284] El nombre es ficticio. <<
[285] Se va completando el cuadro. Montefiore, como casi todos los seductores, busca el modo de atraer a Juana, pero, por supuesto, aunque le dé palabra de casamiento para conseguir sus fines, no tiene ninguna intención de cumplirla después, porque, una vez desflorada, ya no le interesa, y menos para esposa. Por otro lado, y aunque nos parece excesivo el dato que aporta Balzac de que el donjuán reconoce el linaje de la madre en la mera satisfacción por parte de Juana de una curiosidad natural e inocente que habría provocado del mismo modo a cualquier muchacha, es cierto que Balzac nos pinta, bajo el barniz de educación religiosa y buenas costumbres, a una mujer ardiente y apasionada que está deseando satisfacer su curiosidad instintiva en materia de amores. Al igual que Gabrielle, de El niño maldito, la fuerza de la sangre de la estirpe femenina prostituida es mayor que la de la educación recibida. <<
[286] Balzac cita de manera no literal, seguramente de memoria, una idea de Henri de Latouche, recogida por George Sand como epígrafe para su Valentine: «Muchas veces, la mujer resiste en su debilidad y sucumbe en su fortaleza». (La traducción es nuestra). <<
[287] Dejando aparte la inclinación natural de Juana, critica aquí Balzac con acierto el callejón sin salida al que están abocadas las jóvenes: si resisten a la solicitación del varón, las desprecian por ariscas; si ceden, las desprecian por fáciles. Tiene este razonamiento algo de la crítica vertida por sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) en sus celebérrimas redondillas: «queredlas cual las hacéis / o hacedlas cual las buscáis». <<
[288] Parece apuntar Balzac, según los críticos de La Pléiade, a una especie de necesidad social de la religión, más que a una necesidad espiritual. <<
[289] Aun siendo Balzac muy dado a valorar la influencia del entorno en la configuración de la personalidad, aquí parece banalizar el tema y presentarlo como una justificación puramente narrativa, sin ninguna base científica. <<
[290] Esta reacción, además de abundar en el carácter ardiente de Juana, muestra también su inteligencia, junto con su capacidad para buscar recursos, que será fundamental en el resto del relato. <<
[291] La palabra mostrador aparece en español en el original. <<
[292] El cinismo de Montefiore solo tiene parangón con el de aquella célebre réplica del Tenorio: «inservible la hais dejado / para vos y para mí». <<
[293] Augusta Ada King, condesa de Lovelace (1815-1852). Hija de Lord Byron. Excepcionalmente dotada para la matemática, desarrolló un sistema de cálculos para una primera versión del computador, a partir de la idea de máquina analítica lanzada por Charles Babbage. <<
[294] Por si nos quedaba alguna duda, la cobardía de Montefiore aquí ya linda con el ridículo. <<
[295] Una vez más, en el sentido frívolo que viene dando Balzac a esta comparación a lo largo de todo el relato, no en el sentido espiritual de finura y exquisitez perceptiva que les presta a otros personajes. <<
[296] Al contrario que en otras ocasiones, en las que es el entorno el que modela la fisonomía o el carácter de los personajes, aquí es la irradiación de la energía de Juana la que impregna el espacio y lo caracteriza. <<
[297] A pesar de la presencia del masculino el silencio, Balzac realiza la concordancia en femenino plural. <<
[298] Al igual que le ocurría a Gabrielle, de El niño maldito, Juana vive el primer despertar de su instinto encauzando su necesidad a través del goce estético y emocional de las ceremonias litúrgicas. <<
[299] Aparte del desapego desazonado de la religión que acaba de señalar Juana sin adivinar su causa, recordemos que hace unos párrafos se nos ha hablado de la transmutación de la religión en superstición. <<
[300] La necesidad insatisfecha de Juana rebasa la pura emoción estética de la liturgia, y llega a la perversión directa de la imagen sagrada de San Miguel, que, por otro lado, está colgada directamente a los pies de su cama, es decir, que es lo que ella ve cuando se acuesta. <<
[301] Este episodio hace eco, salvando las distancias, y por supuesto de una manera perversa, a la mutua entrega, en La búsqueda del Absoluto, de Emmanuel y Marguerite, en la que intercambian los anillos bajo el retrato del numen tutelar de la familia Claës. Por otro lado, el primer cruce de miradas consciente de Emmanuel y Marguerite se produce durante una visita a la galería, bajo un cuadro que también representa un ángel. <<
[302] Estos conceptos recogen aún, con toda claridad, el eco de las reflexiones del siglo XVIII respecto a la educación de las muchachas. La ignorancia y la represión del instinto nunca pueden producir el desarrollo sano de una mujer adulta. <<
[303] El seductor no se limita a la mujer elegida; seduce conscientemente a toda la casa. <<
[304] Por prudencia o por cobardía. De todos modos, como buen seductor profesional, sabe llevar a la muchacha inexperta al punto en el que es ella la que toma la iniciativa y reclama el trato prometido, para después negárselo con un pretexto cualquiera; es decir, para mantenerla insatisfecha y expectante y, por consiguiente, dominarla por completo. <<
[305] Nueva perversión de la superioridad espiritual de la creación artística. <<
[306] El autor, igual que antes evocaba la reflexión filosófica del siglo XVIII, evoca ahora otros aspectos del siglo. El procedimiento de seducción de Montefiore, en su calculada premeditación, es de una perversión retorcida y cruel digna de Merteuil y Valmont, de Las amistades peligrosas, porque las víctimas al final quedan atrapadas en su propia culpabilidad y no pueden reclamar nada, so pena de traicionarse. <<
[307] Al contrario que Montefiore, que buscaba la manera de dejarse siempre abierta una posibilidad de huida si venían a descubrirle, Juana, mucho más noble y valiente que él, piensa, si ocurre lo mismo, dar la cara y hacer valer su derecho, en un comportamiento que muestra la determinación de un carácter fuerte, viril. Más tarde veremos adónde conduce esto. <<
[308] Belleza esplendorosa. <<
[309] El firmán es un decreto soberano del Gran Turco. En este caso, el añadido casi imperial alude irónicamente al rey de Nápoles, cuñado de Napoleón. <<
[310] En español en el original. <<
[311] Antonio Canova (1757-1822), escultor italiano de la escuela neoclásica. El grupo escultórico al que se refiere es, muy probablemente, Eros y Psique, conservado en el Louvre. <<
[312] Esta réplica se inserta en un sentido hispano del honor que comparten Juana y, como se verá más adelante, su hijo primogénito. Hay aspectos del honor que son irrecuperables una vez perdidos. <<
[313] Incluso en la percepción femenina —sobre todo en la percepción femenina—, la culpa siempre recae sobre la mujer, tanto si es ella la que se pierde como si la pierde algún varón que se prenda de ella. Nadie, en ningún momento del relato, le pide cuentas a Montefiore por su más que meditada maniobra de seducción. <<
[314] Aparte de mostrar por enésima vez la cobardía de Montefiore, con esta argucia narrativa vuelve el autor a introducir en primer plano del relato a Diard, que tomará el relevo como protagonista a partir de ahora. <<
[315] En esta misma actitud nos será presentada Joséphine Claës en La búsqueda del Absoluto. La imagen de la mujer afligida desplomada en un sillón y retorciéndose las manos es muy frecuente en Balzac. <<
[316] La cobardía de Montefiore resulta cómica por momentos, y le da a esta parte del relato un tono bufo bastante curioso, que entronca con la ironía de la descripción inicial. <<
[317] Además de cobarde, mentiroso. Y, como enseguida se verá, interesado hasta el ridículo. <<
[318] En el original, piastres fortes, para distinguirlas de la moneda fraccionaria llamada demi-piastre. <<
[319] La madre de Juana propone la solución que cree conveniente, pero, de todos modos, comete por segunda vez el error de decidir por ella sin apelación. <<
[320] El cargo de preboste mercantil lo detentaban en el Antiguo Régimen el alcalde de París o el de Lyon. Es poco probable que Diard, nacido en la Provenza (según se nos ha dicho), sea hijo de ese personaje. O Balzac ha cometido un error, o Diard miente deliberadamente para hacerse valer. <<
[321] Lo que le importa a la Marana no es la felicidad de Juana, sino el qué dirán y la conveniencia social: su instinto maternal particular ha adivinado que Juana ha quedado encinta de su aventura con Montefiore, y busca desesperadamente el modo de enjugar su honor dándole un marido, por insuficiente que sea su persona —y lo es—. En el fondo, el discurso de Balzac es aquí muy conservador. <<
[322] Diard, en el aspecto moral, tiene más o menos los mismos valores que Montefiore —es decir, ninguno—. En lo físico es la antítesis absoluta, y además no tiene ninguna cualidad de ningún tipo. Es un ser totalmente mediocre, lo cual tendrá también una importancia determinada en el relato. <<
[323] Zulma Carraud, en una carta de 1 de marzo de 1833, reprocha a Balzac el clasismo que rezuman estos párrafos de su texto. <<
[324] Balzac entra muy bien aquí en la lógica barroca de los retruécanos del honor español (y define un nuevo rasgo del carácter personal de Juana, que dará aún mucho de sí a lo largo del relato). Aunque, en efecto, Diard la salva del deshonor, Juana lo desprecia precisamente por rebajarse a aceptar como esposa a una mujer deshonrada, como ella. Es —en negativo— la misma paradoja según la cual Jimena está orgullosa de Rodrigo por haber vengado el honor mancillado de su padre, aunque sea ella la víctima indirecta de la acción, porque eso era lo que su nobleza hacía esperar de él. <<
[325] «Y el amor me ha compuesto una nueva virginidad». El verso pertenece a la obra teatral Marion Delorme, de Victor Hugo. Más tarde, el propio Hugo lo modificó, porque al parecer provocó risas en el estreno. La versión definitiva reza: «Et ton amour m’a fait une virginité» («Y tu amor me ha otorgado una nueva virginidad»). En todo caso, es efectivamente un alejandrino perfectamente medido y acentuado, que recoge el estilo más purista de Pierre Corneille (1606-1684), gran dramaturgo del Barroco francés y creador de grandes personajes divididos en desgarradores conflictos íntimos, por ejemplo, la lucha del amor o la pasión contra el deber o el honor. <<
[326] Es decir, que extrae su fuerza expresiva y poética del uso de los sustantivos. <<
[327] Tal vez sea una sobreinterpretación de la intención del texto o de las ideas que en él plasma el autor, pero lo cierto es que al final Juana paga bien caro su pecado: ella es la víctima de la situación, ella ha sido la engañada, seducida con falsas promesas y abandonada ignominiosamente por un libertino profesional, y ninguno de los presentes, ni su madre, ni los Pérez de Lagunia, tiene el decoro de mirar por ella y pensar en su felicidad; al final todos la sacrifican, por obra o por omisión, a la apariencia social y al qué dirán. Y todos, por supuesto, lo hacen por su bien y con las mejores intenciones. <<
[328] La reflexión es sincera, pero llega tarde y, en todo caso, no tiene fuerza suficiente como para alterar el curso de lo que exige el decoro social. <<
[329] El título existe, pero en realidad es un ducado que ostentó el Virreinato de Sicilia en el siglo XVII. <<
[330] Aparte del sentimiento de culpabilidad que la situación y la actuación de todos los presentes ha dejado en su conciencia (última crueldad para con la mujer abandonada), fuerza es reconocer que a Juana también —igual que a su madre— le importan los títulos y la posición social. <<
[331] Balzac reproduce en esta afirmación el enunciado típico de la tragedia corneliana a la que acaba de hacer alusión; pero el conflicto ya no está, ni mucho menos, a la altura de los valores absolutos que planteaba el gran dramaturgo barroco. <<
[332] La religión entendida como conveniencia social, en el sentido que indicábamos hace unas páginas. <<
[333] Tercer y definitivo error que da al traste para siempre con la felicidad de Juana. <<
[334] Esa condición de la mujer como ángel de sufrimiento callado resulta, a nuestro juicio, un tanto ambigua, ideológicamente hablando, en la pluma de Balzac, a pesar del mérito que él le atribuye, o precisamente porque cifra en ella el mérito que otorga al personaje de Juana y a otros muchos como él. De todos modos, aunque los motivos son diferentes, la situación de Juana acaba asemejándose a la de Joséphine Claës, de La búsqueda del Absoluto, y en esta intimidad contrariada pero generosa sí que recuperan ambos personajes algo de la grandeza corneliana a la que se aludía hace unas páginas. <<
[335] El personaje de Diard, sin perder la mediocridad que ya le caracteriza desde el principio, evoluciona hacia las pretensiones del nuevo rico y del afán social de medrar. <<
[336] Abundando en la idea anterior, por muy disfrazada de nobleza que esté, la actitud de Juana no deja de ser hipócrita. Es evidente que no puede prosperar una relación basada en la obligación y la mentira, por mucha virtud —suponiendo que la abnegación total lo sea— con la que se viva. <<
[337] Recoge esta afirmación el conflicto básico de la época, comprendido y descrito sin ambages por Balzac como una lucha cuerpo a cuerpo, a muerte, entre la sociedad (reflejada metonímicamente en París) y el individuo que intenta medrar y buscar un lugar en ella. Recuérdese la célebre frase con la que Balzac, por boca del joven Rastignac, cierra El tío Goriot: «Paris, à nous deux maintenant!» («París, ahora nos las veremos tú y yo»). (La traducción es nuestra). <<
[338] Las reflexiones de Balzac no dejan de traslucir un clasismo bastante reaccionario. <<
[339] El respeto social, o la falta de respeto, proceden directamente de la capacidad que tenga cada uno de acomodarse a su situación y ocupar su sitio, es decir, a hacer exactamente lo que se espera que haga. Juana es respetada porque no intenta romper el yugo de su matrimonio forzado, y lo acepta con resignación y sin rebelarse. Diard no se gana el respeto social, más aún, se gana el desprecio y la mofa porque intenta medrar hasta más allá del lugar que le conceden su condición y sus capacidades. <<
[340] Balzac escoge lugares de la topografía parisina que, en cierto modo, describen los cuatro puntos cardinales, es decir, la totalidad de la ciudad. <<
[341] Carlos Fernando de Artois, duque de Berry (1778-1820), sobrino de Luis XVIII y segundo heredero del trono de Francia, después de Carlos X. Murió, en efecto, asesinado el 13 de febrero de 1820 al salir de la ópera junto con su mujer. El asesino fue Louis-Pierre Louvel, enemigo acérrimo de los Borbones. A su vez, Louvel murió guillotinado el 7 de junio del mismo año. <<
[342] Segunda de las dos islas contiguas en las que nació, en el centro del Sena, la ciudad de París. La isla de San Luis conserva edificios muy antiguos, pero no tiene monumentos señalados, al contrario que la otra isla, en la que se encuentran la catedral de Notre-Dame, la Conciergerie y la Sainte-Chapelle. <<
[343] Issoudun, población del departamento de Indre, situado en el centro de Francia. <<
[344] Savenay, población situada en el departamento del Loira Atlántico. La idea que se desprende de estas dos citas es la de acabar en lugares «de provincias», es decir, alejados del lujo, el boato y la distinción de París, y con la pérdida de categoría y nivel de vida que eso supone. <<
[345] En la lógica interna de Juana como personaje sigue vigente el código español del honor, y, después de sufrir la humillación de entregarse a un hombre que se aviene a recibirla como plato de segunda mesa, la vuelve a humillar como mujer el comprobar, de hecho, que su marido no está a la altura, ni de las circunstancias ni del valor que a ella le dan sus propias cualidades. <<
[346] Nobles venidos a menos. Es evidente que, en la sociedad que se nos pinta, el valor social del dinero es mayor que el de los títulos nobiliarios. <<
[347] Napoleón. <<
[348] Sin desprecio de las muchas limitaciones ya referidas de Diard, al final todas sus ambiciones sociales se le vuelven en contra precisamente por su bondad de corazón y, quizá, por el desprecio de la gente bien que ha necesitado su ayuda para situarse. Aparte de la crudeza del retrato social, no deja de haber en esta paradoja una especie de inversión perversa del código español del honor: Diard ayuda a otras personas a ocupar los puestos que él ambiciona, y después de situados le desprecian por no estar a su altura y, como diría Segismundo, porque no sepas que sé / que sabes desgracias mías. <<
[349] Juana comete con Diard, y también con las mejores intenciones, el mismo error o abuso que cometió su madre con ella: intentar torcer su naturaleza, forzarle a llevar una existencia (socialmente aceptable o no) que no es la suya, y no dejarle tampoco la libertad de afrontar las consecuencias de sus propios errores, si se dan. <<
[350] En el Libro de Ezequiel (1, 15-22; 10, 9-17) se describen ruedas resplandecientes y criaturas aladas que evolucionan en el aire. <<
[351] Precisamente esta actitud de Juana, que el autor ensalza por virtuosa, resulta humillante y ofensiva para el marido; Juana se comporta de tal modo que en su conducta no hay nada que reprochar, pero por eso mismo es insoportable. <<
[352] Cabe preguntarse si la felicidad procede de que los hijos la ayudarían a soportar mejor la desgracia de su matrimonio forzado o de que, al ser varones, no podrán heredar la maldición del linaje materno que ha perdido a Juana. <<
[353] El niño no es prematuro, evidentemente, sino ilegítimo, pero con esta afirmación la historia recupera algún eco de El niño maldito. Por otro lado, curiosamente, el parecido del niño con Juana, que inicialmente parece una suerte para ella, porque no delata su desliz señalando a ningún varón que no sea su marido, se convierte en otro disimulo involuntario más, también ofensivo para Diard. <<
[354] O sea, su apellido y también su nombre de pila (Francisco). <<
[355] La conducta de Juana, basada en el disimulo, es de una perversidad aterradora, igual que la de su madre, supuestamente basada en el deseo de virtud para ella. Por otro lado, cabe preguntarse hasta qué punto su afán de estudiar el carácter del hijo de Diard no tiene como objeto el intentar modelar su carácter para prevenir, precisamente, que el hijo se parezca a su padre. <<
[356] El verdadero carácter que transmite la Marana a su hija no es su condición de mujer ardiente, sino el respeto perversamente camuflado de las virtudes sociales. Ya vimos el bautismo social de Juana y la condición angélica del dinero que su madre entregó a los Pérez de Lagunia a cambio de su tutela. <<
[357] Balzac ya ha situado antes el punto de inflexión que da paso al desenlace del relato. Ahora empieza a prepararnos para el final de la historia, y parece evidente que va a ser un combate a muerte entre dos viciosos insaciables, solo que el vicio de uno de los dos pasa por virtud social. Por otro lado, al principio del relato, en el planteamiento de antecedentes ya se nos ha dicho que Diard es jugador. Balzac, con gran sabiduría, recupera aquí ese dato, que, entre las peripecias intermedias, se ha diluido en la mente del lector. <<
[358] Diard es un hombre limitado, en efecto, pero nunca ha intentado ocultarlo; el mentiroso de la historia es Montefiore. Cuando Juana se casó con él, no se casó engañada sino por conveniencia social, con lo cual, a pesar de lo desdichado de su situación, no cabe el reproche. El error está en pretender modificar la naturaleza y convertir a las personas, por anhelo personal o por conveniencia, en otra cosa distinta de lo que son. Y, por otro lado, nueva perversión, Juana solo es capaz de cobrarle afecto a Diard cuando se han cambiado los papeles, es decir, cuando, en cierto modo, ha pasado ella a ser el hombre de la casa, a llevar las riendas de la relación y a tratarlo a él con paternalismo. <<
[359] Nuevo dato de asociación del carácter de las personas con el entorno en el que viven que toma Balzac de la ciencia de su tiempo; si bien en este caso se nos antoja un tanto estereotipado y despectivo. <<
[360] El episodio es auténtico, aunque Balzac lo desplaza en el tiempo. Se refiere al asesinato de Cornélie Kaersmakers a manos del capitán Serre Saint-Clair, ocurrido en 1814. Este mismo suceso dará pie a otro desarrollo de ficción en la obra balzaciana: la historia de Sarah y Esther Gobseck en Esplendor y miseria de las cortesanas, 1835. <<
[361] Ironías textuales aparte, no parece lógico que Juana, que tiene tan arraigado el sentido barroco del orgullo español, no entienda el comportamiento del oficial, y menos si consideramos la reacción que le produce a renglón seguido la comprensión de ese mismo orgullo que muestra instintivamente su primogénito. <<
[362] Aparte del artero disimulo con el que Juana oculta su evidente preferencia por Juan, se confirma, efectivamente, la intención oculta del exceso de cariño que muestra a Francisque, lo cual se convierte en una nueva forma indirecta de humillar a Diard. <<
[363] La naturaleza de Diard sale a flote, igual que la de Juana, por muchos esfuerzos que se hagan para ocultarla o disfrazarla. <<
[364] Por motivos distintos, Diard y Juana han llegado, como pareja, a una situación análoga de la que sufren Joséphine y Balthazar Claës en La búsqueda del Absoluto. Pero, a diferencia de Joséphine, que, aunque tiene hijos, cifra su existencia en ser esposa, Juana cifra la suya en la maternidad. <<
[365] La subida al trono de Luis XVIII tras la derrota de Napoleón en 1814. <<
[366] Juana ha logrado indirectamente el triunfo social, y pasa por ser un dechado de virtudes. Diard no, a pesar del aparente reconocimiento que le dispensan los que juegan con él. <<
[367] Es decir, en el argot profesional de abogados y notarios que Balzac conocía directamente por haber sido pasante de algunos de ellos. Por otro lado, el término está documentado desde el siglo XVII. <<
[368] Balzac no nos explica por qué procedimientos se han extinguido esas deudas, pero sin dificultad se comprende que el método no fue precisamente ejemplar. <<
[369] Balzac vierte críticas semejantes a estas en otras obras suyas, como El tío Goriot y La casa Nucingen. <<
[370] Alusión a Treinta años o la vida de un jugador (1827), de Victor Ducange et Dinaux (1783-1833), cuyo protagonista, jugador empedernido, acababa viviendo de la caridad, si bien no mendigando exactamente. Al final acababa convirtiéndose en un asesino, como le ocurrirá a Diard. <<
[371] Juana ha logrado cierto equilibrio personal y social en su condición de madre, pero viviéndola en solitario, es decir, desterrando absolutamente a Diard de su vida y comportándose como si él no existiera. <<
[372] Diard también finge su felicidad doméstica, igual que ella. Por otro lado, una vez que se han puesto las cartas boca arriba y ninguno de los dos se engaña respecto de cuál es la situación y cómo la vive el otro, ambos viven en un cotejo constante de fuerzas, como dos rivales que se miden de lejos antes de atacar, temiendo siempre el golpe traicionero de la venganza. <<
[373] En el siglo XIX el valor del escudo era de cinco francos de plata, lo cual compone una cantidad más que considerable. <<
[374] Las estaciones balnearias cobraron mucha fama durante la primera mitad del siglo XIX, y poco a poco se fueron convirtiendo en destinos de vacaciones de las clases acomodadas. <<
[375] Juana repite la capacidad de premonición de su madre. Es evidente que nos acercamos al desenlace. <<
[376] Contrariamente a su costumbre de describir prolijamente y con todo detalle el marco en el que va a situar la acción, aquí Balzac se limita a dar un dato banal y sin caracterizar en modo alguno el entorno, porque no conoce la ciudad de Burdeos. <<
[377] Véase nota 49. <<
[378] Los quince años transcurridos no han modificado en nada la naturaleza de Montefiore, que sigue haciendo honor al carácter que mostró al principio. <<
[379] No hay congruencia en las diferentes cantidades que se van mencionando durante el episodio del juego. Al principio se ha dicho que Diard poseía unos trescientos mil francos, después, que tiene cuatrocientos mil y, por fin, que le debe cien mil a Montefiore. O bien Balzac se olvida de corregir el manuscrito tras alguna modificación, o, simplemente, no se cuida de la exactitud de las cantidades. <<
[380] Evidentemente, bajo la alusión directa al juego y a la posibilidad de recuperar lo perdido, subyace la intención de Diard de ajustar cuentas con Montefiore por la desgracia de su vida. <<
[381] Nueva alusión al prestigio social del dinero como valor básico de la Restauración. <<
[382] Al margen de su función narrativa interna como venganza de Diard, el asesinato de Montefiore presenta muchas similitudes formales con la descripción del asesinato del duque de Berry que hace Chateaubriand. <<
[383] La sacralización de las virtudes domésticas… y, perversamente, del hijo del pecado. <<
[384] Juana exige a Diard que muera con honor para no mermar el de sus hijos. Razón de más para considerar incongruente su incomprensión del episodio del militar que se suicidó a fin de evitar el deshonor del proceso y el cadalso. <<
[385] Juana, aun habiendo sido pintada como un espejo de dulzura, discreción y otras virtudes femeninas tradicionales, se comporta aquí en realidad como un hombre. Al contrario que Diard, es ella la que muestra la valentía y la presencia de ánimo que cabe esperar del varón —y más de un varón que ha sido soldado— en una situación como esta. Por otro lado, su actitud repite la de la Marana cuando, al principio del relato, agarra a Montefiore por la garganta. Se recupera aquí también, indirectamente, la presencia significante del puñal que le entregó su madre como dote. Juana acaba, en efecto, matando —como cabía esperar de su temperamento, nunca desmentido a pesar de todo—, aunque para ello no use el puñal, sino el arma reglamentaria de su marido. El uso femenino del arma blanca, en un nuevo trastocamiento de los papeles, lo hace Diard cuando mata a Montefiore, aunque no sea con el puñal de Juana, sino con un cuchillo. <<
[386] El símbolo de la religión, de los valores elevados y de la educación moral acaba también convertido en dinero. <<
[387] Esta última aparición de la Marana moribunda solo puede obedecer —aunque no se nos dice— a una enésima manifestación del instinto maternal que le hace presentir la desgracia de su hija y acudir a remediarla, a pesar de su decrepitud irrevesible. De todos modos, parece funcionar más bien como un simple recurso para cerrar el relato con dramatismo, un tanto melodramático, por otra parte. <<
[388] Este relato de Balzac se inspira en la obra Melmoth the Wanderer (Melmoth el errabundo) de Charles Robert Maturin (1782-1824), predicador protestante, dramaturgo y escritor de novela gótica. Melmoth the Wanderer se publicó en 1820, y en ella se relata la historia del joven Melmoth, que vende su alma al diablo a cambio de la inmortalidad y más tarde, abrumado por la imposibilidad de morir, busca desesperadamente a alguien a quien poder traspasar el maleficio. <<
[389] Gilbert de Pommereul (1774-1860), general del imperio napoleónico, amigo de Balzac, a quien acogió en Fougères en 1828. Su padre fue François de Pommereul (1745-1823), general de división durante la Revolución Francesa y prefecto de Indre-et-Loire bajo el Consulado y en el inicio del Imperio. <<
[390] El planteamiento narrativo es curioso. Balzac centra la historia sin ambages no en la sociedad en general, sino en algo muy específico y marcadamente extemporáneo: un cajero, entendido como una especie particular a la que el autor parece considerar con curiosidad científica de entomólogo. Por otro lado, ser cajero es un oficio, y Balzac lo eleva a la categoría esencial de un modo de ser. Además, no lo considera un hombre, sino un «producto». Antropomorfo, cierto, pero que se cultiva, y el autor, como si lo estuviera describiendo en un manual de horticultura, nos da información sobre el riego que requiere, su mantenimiento, sus podas sistemáticas y la descripción del hábitat en el que se da. También es cierto que, si la sociedad lo cultiva, será porque algún interés tiene. Aunque sea extemporáneo, hay algo en este planteamiento que anticipa, salvando todas las distancias, la fabricación de seres funcionales del Mundo feliz de Huxley. <<
[391] La jerarquía social se refleja en el piso en el que uno habita. También en la España decimonónica (y aun hoy día) es común la referencia al primer piso de un edificio de viviendas como el principal. <<
[392] Es decir, la sociedad provoca la codicia y luego exige moderación. <<
[393] París como lugar de la prueba decisiva; es decir, como lugar en el que se concitan todas las tentaciones y perversiones, y en el que no hay fuerza moral capaz de resistir a ellas. <<
[394] Especie de correccional, véase nota 267. <<
[395] O sea, el cajero ni siquiera es una persona, es una anomalía social. <<
[396] La patente de corso era un documento mediante el cual un rey autorizaba a un pirata para saquear barcos enemigos. Con esto queda claramente descrita la catadura moral que atribuye Balzac a sus contemporáneos. <<
[397] Céntrico barrio de París conocido por sus construcciones señoriales de los siglos XVII y XVIII. En él se encuentra la famosa Place des Vosges, construida en 1612 para festejar el enlace de Luis XIII y Ana de Austria. Por su parte, la calle Saint-Louis se llamó «calle de Turenne» durante la República y el Imperio, pero recuperó su nombre inicial con la Restauración. <<
[398] Siguiendo con su planteamiento, parece señalar Balzac una predisposición natural, biológica, casi un determinismo genético que pone a la misma altura moral dos términos que no se corresponden. <<
[399] Henri de la Tour d’Auvergne-Bouillon (1611-1675), vizconde de Turenne, fue mariscal de Francia y mariscal general de los ejércitos de Luis XIII y Luis XIV, y logró grandes hazañas tácticas contra los ejércitos austriacos, dirigidos entre otros generales por Montécuculli. <<
[400] Una vez situado el preámbulo, Balzac entra realmente en materia, no sin justificar en la propia necesidad narrativa lo prolijo de su planteamiento. Es este un aspecto característico de su escritura que recibía muchas críticas. <<
[401] Fecha en la que fue derrotado Napoleón en Waterloo. <<
[402] Conocida recopilación de cuentos orientales medievales, contados por Sherezade al sultán Shariar para aplazar, y finalmente evitar, su condena a muerte. Por otro lado, el ¡Sésamo, ábrete! es la palabra mágica que abre la cueva de los tesoros de Alí Babá, y, aplicada en este contexto, representa una evidente banalización y desacralización de lo mágico, acorde con la descripción que nos viene haciendo Balzac de una sociedad puramente materialista. <<
[403] Recibe el nombre de línea la duodécima parte de una pulgada. <<
[404] Céntrica calle, situada en un barrio señorial de la orilla derecha del Sena, llamado Quartier de la Chaussée d’Antin, en el que se encuentran los bancos y establecimientos propios de los negocios bursátiles y financieros de París. El apellido Nucingen, por su parte, es el de una supuesta familia noble que aparece por primera vez en El tío Goriot (1834), en la persona del barón Frédéric de Nucingen, y después en La casa Nucingen, escrita por Balzac en 1837. <<
[405] Descripción de una especie de alquimia perversa o cuyos nobles principios se han pervertido. <<
[406] Los empleados o La mujer superior, novela de Balzac publicada en 1838, en la que critica el embrutecimiento que produce el trabajo de oficina. <<
[407] Balzac siempre incorpora a sus relatos los datos que extrae de los textos científicos a los que le encamina su curiosidad. Su enorme documentación en materia de química se verá reflejada en La búsqueda del Absoluto. <<
[408] Cierto tipo de lámpara de aceite provista de un mecanismo de relojería que bombea el aceite de modo regular a la parte superior de la mecha, consiguiendo con ello una estabilidad mayor de la llama y, por consiguiente, de la luz. <<
[409] Máxima condecoración francesa, instituida por Napoleón I. <<
[410] Cuerpo de caballería del ejército napoleónico. <<
[411] Studzienka es una aldea cercana al río Berezina, lugar de la derrota sufrida por Napoleón en 1812, durante su campaña de Rusia. Como vemos, Balzac transcribe a veces los nombres de manera aproximada. <<
[412] Capital de Alsacia, situada a orillas del Rin y fronteriza con Alemania. <<
[413] El nombre es ficticio. <<
[414] El presentimiento es un tema recurrente en Balzac, pero generalmente referido a las mujeres, y en particular a las madres. En este relato se plantea desde un tono diferente, con misterio acorde a la inminente aparición del diablo. <<
[415] La descripción, normalmente tan ajustada en Balzac a los principios de la fisiognomía y de la representación en el rostro y la apariencia de las cualidades psíquicas o, en su caso, de las enfermedades del personaje, es un tanto arbitraria como caracterización de un inglés, pero también hay que comprender que, por muy inglés que sea, un diablo es un diablo. En todo caso, lo que sí es lógico es que sea inglés, puesto que Castanier pretende hacer un desfalco a cuenta de una institución bancaria de ese país. <<
[416] Contrariamente al planteamiento del texto de Maturin que le sirve de guía, Balzac presenta a Melmoth con rasgos de vampiro. Por otro lado, la descripción no tarda en rebasar los límites de la pura lógica objetiva para referir aspectos subjetivos, como percepciones, emociones y sensaciones, que pronto derivarán hacia la caracterización de un ser directamente sobrenatural. <<
[417] Vino de uva moscatel procedente de la región húngara de Tokaj. <<
[418] Al igual que describe reacciones en términos químicos, Balzac, siempre imbuido de la ciencia de su tiempo, utiliza términos tomados de la física y la electricidad para describir sensaciones. <<
[419] La propia sonrisa de Melmoth es capaz de anular las voluntades, sin necesidad de que haga ni diga nada más. <<
[420] John es también el nombre del personaje creado por Maturin. <<
[421] Según los valores de la sociedad previamente descritos por Balzac, no es de extrañar que la conciencia, como capacidad íntima de advertencia moral, deje paso a las ideas preconcebidas. <<
[422] Castanier repetirá esta expresión y otras semejantes, cosa que resulta un tanto chusca dadas las circunstancias. Evidentemente, aún no se ha dado cuenta de que el inglés es el diablo en persona. <<
[423] Castanier, que, como enseguida veremos, tiene el desfalco muy bien planeado, se procura una coartada perfecta mediante el viejo y eficacísimo método de engañar con la verdad. <<
[424] La Sra. de Nucingen es, en la ficción narrativa de La comedia humana de Balzac, la esposa del barón de Nucingen, y su nombre de soltera es Delphine Goriot, hija de Jean-Joachim Goriot (personaje titular de la novela El tío Goriot). A su vez, Rastignac es un joven estudiante de Derecho que aparece también en varias de las novelas de Balzac. Su primera aparición tiene lugar en El tío Goriot, y más tarde se hará amante de Delphine de Nucingen. <<
[425] Mantenemos el nombre original, pero es una formación transcrita con grafía arcaica que podría traducirse por Picapájaro. <<
[426] Otra calle señorial del barrio de los negocios, situada muy cerca de la Rue Saint-Lazare. Todos estos nombres aparecen asociados a negocios y asuntos financieros en otras obras de Balzac, como La Casa Nucingen, César Birotteau y El tío Goriot. <<
[427] Otra calle de la misma zona de París, llamada hoy Boulevard des Italiens. El nombre de Boulevard de Gand se acuñó en 1815, porque los partidarios del rey (refugiado en Gante) celebraban sus reuniones en un local sito en esta calle. <<
[428] La P puede significar pagado o protestado. En este caso, sería protestado. <<
[429] Tras el paso del río Berezina, el ejército de Napoleón prosiguió su retirada a través de los pantanos de Zembino. <<
[430] Primera referencia a la causa última que lleva a Castanier a realizar el desfalco. No tardaremos en conocer a esa mujer y su historia, pero por ahora Balzac, con sabia estrategia narrativa, nos enuncia su existencia sin más, antes de desarrollarla. <<
[431] Esta aclaración tiene su importancia para el desarrollo posterior del relato. Castanier no es un delincuente ni un hombre sin escrúpulos; es un particular como cualquier otro, que se ve abocado a cometer el delito en un momento de obnubilación pasional. <<
[432] Perverso razonamiento que concede a la inteligencia del delincuente, si no altura moral —que sería un contrasentido—, sí al menos mérito suficiente para provocar la admiración, como algunos grandes villanos de la narrativa o del teatro. No estamos lejos de Montefiore y Diard, los protagonistas masculinos de Las Marana, y soldados, por cierto; si bien ninguno de los dos llega tan alto. <<
[433] La libra valía por entonces unos veinticinco francos, de modo que la cantidad son unos seiscientos veinticinco mil francos, no un millón como ha dicho Balzac anteriormente. <<
[434] Esta estratagema la utiliza también un personaje de Esplendor y miseria de las cortesanas. Por otro lado, Castanier sigue dando muestras de una preparación más que meticulosa para su golpe. La cuestión es si tendrá valor para realizar, de hecho, todo lo que ha planeado con tanto esmero. <<
[435] Efectivamente, a pesar de todo lo dicho anteriormente, Castanier tiene conciencia. <<
[436] El relato se plantea como una lucha entre el bien y el mal dentro de uno mismo, como un combate entre las dos tendencias naturales del hombre. <<
[437] Nueva localización topográfica real: la rue y el boulevard de Montmartre se cruzan, en efecto, si bien el personaje tiene que dar un largo rodeo para llegar al punto de intersección de ambos. Seguimos en el mismo distrito de París, a la orilla derecha del Sena, y las calles que se mencionan después (rue du Faubourg-Montmartre, rue Richet) también son reales. <<
[438] El inglés oye los pensamientos, y tiene la facultad de aparecer y desaparecer de repente. <<
[439] San Miguel arcángel es el capitán de los ejércitos celestiales encargado de combatir al demonio. <<
[440] Esta circunstancia es, por ejemplo, la que lleva a la prostitución a Fantine, de Los miserables, de Victor Hugo. <<
[441] Fatuo pensamiento con el que se justifica ante sí mismo el que aprovecha la debilidad del desfavorecido en beneficio propio. <<
[442] La hipocresía social, esbozada a través de Castanier, llega hasta a ponerle condiciones y exigirle demostraciones de intachabilidad moral a la muchacha a la que va a corromper. <<
[443] Venice Preserved (1682), de Thomas Otway (1652-1685). <<
[444] Es decir, por no llevar patente de corso, que actuaba como salvoconducto. <<
[445] Como vemos, toda la sociedad es igual de hipócrita y usa de las mismas artimañas, intentando cada uno conseguir su provecho y beneficio a costa de lo que sea, y justificándose en un sentimiento victimista que, supuestamente, concede el derecho a abusar del que, supuestamente, abusa de uno. <<
[446] Capital del departamento de Meurthe y Mosela, en la región de Lorena, al noreste de Francia. <<
[447] El término redoute procede del italiano ridotto, y propiamente significa «reducto», «lugar de retiro». <<
[448] Hormiga león, conocida por los hoyos que excavan sus larvas en la arena, y que son otras tantas trampas en las que atrapan a los insectos de los que se alimentan. Balzac, como vemos, prefiere el término latino, aunque existe el nombre del insecto también en francés. <<
[449] Cierto es que hay malas artes y engaño en el procedimiento de la madre desesperada por casar a su hija, pero también Castanier es culpable de su destino, porque se deja engatusar sin saber resistirse al halago de su vanidad. <<
[450] A pesar del tono sardónico del relato, el deterioro de la mujer parece contado como una caricatura excesivamente esquemática. Balzac, habitualmente tan prolijo en sus exposiciones, no duda a veces en despachar rápidamente ciertos episodios que, a su juicio, no forman parte de la materia narrativa fundamental, sino que son un simple paso obligado para la progresión del relato. <<
[451] Aunque sea un anacronismo evidente, no podemos por menos de citar la semejanza que tiene esta acerba crítica con la que hace Jacques Brel de ese mismo tipo de mujeres en su canción Les bigotes («Las meapilas»): «Si yo fuera un diablo, al verlas algunas veces creo que pediría la castración; si fuera Dios, al verlas rezar, creo que perdería la fe». (La traducción es nuestra). <<
[452] Juego de naipes para cuatro jugadores. <<
[453] Antes nos ha descrito a Aquilina como una mujer virtuosa; ahora ha pasado a ser un demonio de seducción en cuyas artes amatorias queda atrapado el inocente cajero. <<
[454] Este modo de describir el supuesto desinterés de Aquilina trasluce de inmediato una artimaña estrictamente femenina, ese discurso falsamente inocente con el que la muchacha, haciendo gala de su indiferencia por todos esos objetos, ha ido obteniéndolos uno tras otro de Castanier. Aparte de esto, la espléndida descripción de los criterios vitales de Aquilina entronca con la tradición literaria de Manon Lescaut, que jamás habría tenido apego al dinero si hubiera podido acceder gratuitamente a la diversión, los placeres y los lujos a los que aspiraba, pero, dado que no era así, no tenía ningún inconveniente en prostituirse para conseguirlos. <<
[455] Veremos que incluso personajes de corazón noble, como Étienne de Hérouville en El niño maldito y Emmanuel de Solís en La búsqueda del Absoluto, son esclavos en algún momento de ese instinto primario que les lleva a querer sentirse superiores a la mujer a la que aman. Sin llegar al delito, por supuesto, simplemente como tendencia natural del carácter viril. <<
[456] También Diard, en Las Marana, responderá a este esquema. Y, en otro sentido, algo análogo le ocurre a Balthazar Claës, presa de su obsesión, en La búsqueda del Absoluto. <<
[457] Aquí ya la ironía de Balzac es flagrante. Por otra parte, es magistral el procedimiento de los proveedores para engatusar a los incautos que acaba de apuntar en la referencia a los folletos de las chimeneas y que describe más extensamente a continuación. El retrato de la incipiente sociedad de consumo, en términos comerciales, apunta ya a las sorprendentes y modernísimas estrategias publicitarias que pondrá en marcha Mouret en El paraíso de las damas, de Zola. <<
[458] Se refiere a un personaje llamado Mathéo que aparecía en los primeros manuscritos del texto y desapareció de la versión definitiva, probablemente por olvido de Balzac. <<
[459] A pesar de todo, Aquilina se aburre y se ha echado otro amante. Es decir, que vive su relación con Castanier como un auténtico matrimonio convencional. Imposible no recordar aquella frase magistral de Flaubert en Madame Bovary: «reencontraba en el adulterio todas las rutinas del matrimonio». (La traducción es nuestra). <<
[460] Teatro inaugurado en 1820, que inicialmente acogía espectáculos producidos como prácticas para los alumnos del conservatorio. Sigue abierto a día de hoy, en el Boulevard de Bonne Nouvelle, situado también en la misma zona a la que se circunscribe la acción de la novela. <<
[461] Igual que Castanier, Aquilina también es diestra en el arte de engañar con la verdad. <<
[462] En la presentación del personaje, Balzac le ha atribuido unos cuarenta. Seguramente se trata de un nuevo despiste del autor. <<
[463] En el original, ficque, deformación de figue («higo»), término que designa el sexo femenino. <<
[464] Lendore aparece escrito con mayúscula en el original, pero no es un nombre propio, sino un adjetivo, ya en desuso en los tiempos de Balzac, que significa «persona lenta, indolente». Tal vez Aquilina, poco instruida, lo confunde con un nombre propio. <<
[465] Aquilina, por supuesto, no sabe nada del encuentro de Castanier con Melmoth, pero, en un bonito juego interno de espejos, está tentando al diablo sin saberlo. <<
[466] Castanier, como vemos, a pesar de todo no pierde el hilo de la construcción de su coartada. <<
[467] Es decir, de los más caros, ironía de Balzac. <<
[468] Los síntomas coinciden con los que sintió durante la primera visita de Melmoth. En la obra de Maturin, el protagonista, que se llama Stanton, ve a Melmoth en el teatro y le entra un mareo «universal e inexplicable». <<
[469] El portador de la luz, en la tradición cristiana, es Lucifer, el Ángel Caído. <<
[470] El vodevil Le comédien d’Étampes fue estrenado en el Gymnase en 1821. Sus autores fueron Charles François Moreau (1783-1832) y Charles-Augustin Bassompierre (1771-1853), que escribía con el seudónimo de Sewrin. Efectivamente, el protagonista era Perlet, famosísimo actor que interpretaba el personaje de un actor cómico, llamado Dorival, quien a su vez representaba en la función cuatro papeles distintos, uno de ellos de mujer. <<
[471] En las apariciones sobrenaturales es muy frecuente que el ser superior —ángel o demonio— tenga la facultad de hacer ver a los mortales escenas que se sitúan más allá de su capacidad, en el espacio, en el tiempo y en su naturaleza, por ejemplo, ver a través de las paredes. <<
[472] En la obra de Maturin, los ojos de Melmoth tenían un «brillo sobrenatural». Balzac desplaza ese sentido clásico de lo sobrenatural hacia la interpretación científica de los síntomas, muy propia de su siglo y de su gusto personal, que nos describe en términos de fluido eléctrico. <<
[473] La rue Richer, en la que viven Castanier y Aquilina, está en el mismo barrio de la orilla derecha del Sena en el que sitúa Balzac toda la acción, muy cerca de la Ópera. <<
[474] Se refiere al regimiento 45 de línea, al que pertenecían los cuatro sargentos de La Rochelle de los que hablará más adelante. <<
[475] Cruce de calles situado, efectivamente, en Versalles, muy cerca de la explanada o plaza de armas que da acceso a la entrada principal del palacio. <<
[476] La Conciergerie, situada en la Isla, es uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad de París. Fue residencia de los reyes entre los siglos X y XIV, hasta que, en 1392, Carlos V trasladó la corte al Louvre. A partir de esa fecha, la planta baja de la Conciergerie fue destinada a prisión estatal, y las plantas superiores acogieron el Parlamento. Durante la época del Terror de la Revolución Francesa, era este el lugar en el que se retenía a los condenados a muerte hasta su ejecución, y en esta prisión pasó sus últimos días María Antonieta. <<
[477] El Palais de Justice está a espaldas de la Conciergerie, y fue sede del Tribunal Revolucionario entre 1793 y 1795. Todavía en el siglo XIX era costumbre la exposición pública del reo, así como la marca con hierro al rojo, abolida por la República y restablecida por Napoleón. <<
[478] La fortaleza de Bicêtre fue prisión hasta el reinado de Luis XIII, que en 1633 la convirtió en hospital para soldados heridos. De ella salía la cuerda de los condenados a trabajos forzados. <<
[479] Al principio del texto hay, en efecto, alguna alusión a que Castanier no cree en Dios, si bien se enredan un poco los términos de Balzac cuando le atribuye problemas de conciencia con la historia de su mujer. <<
[480] El diablo, como corresponde, se expresa en términos ampulosos de resonancia bíblica. <<
[481] En la obra de Maturin, también Stanton oye música después de su encuentro con Melmoth en el teatro. <<
[482] El Théâtre des Italiens era el teatro en el que se solían representar las óperas. Por ejemplo, el Moisés de Rossini, del que se trata ampliamente en Massimilla Doni, se estrenó en ese teatro en 1827. <<
[483] En Massimilla Doni aparece un joven adicto al opio, y Balzac aprovecha su presencia para presentar por extenso los efectos de esta droga que aquí cita solamente por semejanza y de pasada. <<
[484] El poder de la mirada de Melmoth sigue siendo absoluto e irresistible. <<
[485] La condición de dragón de los ejércitos de Napoleón que había ostentado Castanier le permite a Balzac este juego de palabras, al tiempo que relata la transformación física del cajero cuando intercambia su esencia con Melmoth y recibe sus poderes, como enseguida se verá. <<
[486] Sillón en forma de S que consta de dos asientos contrapeados, unidos por el brazo central. <<
[487] Explanada situada delante del ayuntamiento de París, en la que estaba instalada la guillotina durante la Revolución. Su nombre (literalmente significa «plaza de grava») responde a la composición de su suelo, que inicialmente fue un arenal situado a orillas del Sena. Por otro lado, en ella solían reunirse los obreros en sus primeras manifestaciones contra los abusos del capitalismo, de donde procede la expresión francesa faire la grève, que significa «hacer huelga». <<
[488] El carbonarismo fue un movimiento iniciático y secreto, con grandes implicaciones políticas, que tuvo mucha influencia en la unificación de Italia durante el siglo XIX. Contó con seguidores en Francia, que fomentaron una conspiración contra el rey. A este movimiento, llamado «De la Rochelle» pertenecieron los cuatro sargentos a los que se conoció con ese mismo nombre, y que murieron guillotinados. Sus apellidos eran Bories, Pommier, Goubin y Raoulx. <<
[489] Madera originaria de la India y del Brasil, muy apreciada en la fabricación de muebles por su belleza y calidad. <<
[490] Referencia al episodio bíblico (Daniel, 5) de la Cena de Baltasar, rey de Babilonia, durante la cual apareció una mano celestial que escribió en la pared la leyenda «Mane, Tecel, Fares». Ante la incapacidad de todos para entender el significado de aquellas palabras, fue llamado el profeta Daniel para que las interpretase, y su contenido resultó anunciar la decadencia del reino de Baltasar, poco grato a los ojos de Dios. Calderón recogió este episodio en un conocido auto sacramental (1604). <<
[491] El hartazgo producido casi inmediatamente por la capacidad de obtenerlo todo al momento y sin esfuerzo ninguno (poder, placeres, etc.) emparenta a este personaje con el Raphaël de La piel de zapa, si bien en este caso la contrapartida del beneficio no es la propia muerte, sino la pérdida del alma. <<
[492] La venta de su alma al diablo ha otorgado a Castanier poderes de desplazamiento veloz que la tradición oriental atribuye a unos geniecillos del aire, llamados peris y djinns. <<
[493] Referencia directa a la imagen con la que Montesquieu explica en El espíritu de las leyes (I, V, XIII) el concepto de despotismo: «Cuando los salvajes de la Luisiana quieren fruta, cortan el árbol por la base y recogen el fruto. Ese es el gobierno despótico». (La traducción es nuestra). <<
[494] Aparte del paralelismo narrativo con La piel de zapa, la historia de Castanier, en cierto modo, hace eco en espejo a la de Balthazar Claës de La búsqueda del Absoluto. En un caso se nos cuenta el esfuerzo sobrehumano por conseguir alcanzar lo que está fuera del alcance natural del hombre, y en el otro se nos cuenta lo inútil de ese logro, que en realidad lleva a la parálisis y al fracaso moral cuando se pierden los puntos de referencia de lo humano. <<
[495] Un logogrifo es un tipo de acertijo en el que el reto consiste en adivinar una palabra encriptada, utilizando las letras o sílabas de otra palabra que se nos da. <<
[496] Recuperamos la idea inicial del combate interior entre el mal y el bien. <<
[497] Este tema literario de la maldición que condena a un alma bella a vivir dentro de un cuerpo repulsivo, sea como venganza de algún poder oculto, o como expiación por una falta cometida, es bastante habitual en cuentos y relatos tradicionales, con variantes de superficie que van desde Piel de Asno, La Bella y la Bestia o, incluso, La Cenicienta, hasta la película Lady Halcón. <<
[498] La del arcángel Miguel. <<
[499] Una vez más, la topografía es literal. La calle Férou se encuentra en París, en la orilla izquierda del Sena, junto al Jardín del Luxembourg, aunque no llega hasta el río. Saint-Sulpice es una de las iglesias más señaladas de París. Su construcción se inició en 1646, sobre los cimientos de un antiguo templo románico, y se prolongó durante más de un siglo. <<
[500] Sin ser exacto, porque Castanier no asiste por adelantado a la visión fantasmagórica de su propio entierro, no deja de tener este episodio algún eco de la historia de don Miguel de Mañara. <<
[501] Se refiere a los Salmos de David. <<
[502] Se refiere al Ensayo sobre la indiferencia en materia de Religión del filósofo y teólogo Robert de Lamennais (1782-1854), y a la Defensa del cristianismo del abate Denis Frayssinous (1765-1841), subtitulada como «Conferencias sobre la religión pronunciadas en la iglesia de Saint-Sulpice ante un auditorio de jóvenes pertenecientes a las clases esclarecidas de la sociedad». <<
[503] Nueva conferencia de Frayssinous sobre la inmortalidad del alma. <<
[504] Término parlamentario que designa la separación de las diferentes propuestas contenidas en una moción o cuestión determinada, con el fin de discutirlas una por una en sendas asambleas deliberantes. <<
[505] Una vez más, aparece la mujer como tentadora y culpable de la caída del varón. La idea ya ha aparecido en algún momento anterior del relato, y encaja bien con el sesgo confesional de tradicionalismo católico que adopta esta parte del texto, pero ya vimos que el propio Castanier, por supuesto, no era inocente en ningún sentido. <<
[506] La cita recoge la idea de Frayssinous, pero no es literal, aunque Balzac la escribe en cursiva. <<
[507] Al margen del aspecto confesional al que se acoge, Balzac no deja de describir los pormenores de su sociedad con gran lucidez y capacidad de análisis. <<
[508] Las vacilaciones de la fe de Castanier que hemos venido viendo durante el texto acaban decantándose hacia el lado confesional, de modo acorde con el punto ideológico al que nos ha llevado la progresión del relato. <<
[509] Himno gregoriano del siglo XIII, que forma parte del oficio de difuntos. En él se describe el Juicio Final, la llamada de la trompeta y la salvación o la condena de las almas según sus méritos. <<
[510] En los cuentos tradicionales, el amor sincero y generoso que ve más allá de la corteza es lo único que consigue romper la maldición de la apariencia repulsiva, por ejemplo, en Piel de asno. Asimismo, por recoger otro motivo muy habitual, dentro de sus posibles variantes, muchas veces aparece un personaje condenado por su soberbia a la penitencia de llenar un pozo de agua con un cubo. Jamás lo consigue, por muchos cubos que llene, acarree y vierta dentro del pozo, y normalmente, al final, dos lágrimas de arrepentimiento sincero logran llenarlo a rebosar de manera inmediata. <<
[511] Esta vez sí que es música celestial auténtica la que oye Castanier, no como la que oía al salir del teatro con Aquilina, que era una añagaza de Melmoth. <<
[512] Reciben este nombre los patriarcas de los primeros siglos del cristianismo que, en sus escritos, sentaron las bases doctrinales de la Iglesia. Algunos de los más conocidos son san Agustín, san Ambrosio, san Juan Cristóstomo, san Jerónimo y san Gregorio Magno. <<
[513] Tras la encendida crítica que acabamos de ver al laicismo de su sociedad, Balzac vuelve a llevarse el relato a un lugar imprevisto: después de tanto arrepentimiento, tanta fe y tanta lágrima, Castanier no concibe otro modo de librarse de la maldición más que encontrar algún incauto que pique, como él, y le compre la condición diabólica. El relato gira hacia la ironía, en la que empezó y de la que ya no saldrá. <<
[514] Balzac utiliza aquí la palabra escudo en el sentido genérico de moneda. <<
[515] Balzac se documentó y mueve a sus personajes con arreglo a horarios reales. <<
[516] A la Banque de France, banco nacional francés. <<
[517] La elección de la Bolsa como marco para el final del relato no es casual ni insignificante. Al contrario, y el texto lo dice con toda claridad y repetidas veces: los asuntos espirituales y celestiales se han convertido también en bonos y acciones susceptibles de negocio y compraventa. Y, desde luego, en la Bolsa no hay ninguna mujer a la que echar la culpa de la flaqueza del comprador. <<
[518] Nombre dado en Oriente a los fumadores y comedores de opio. <<
[519] Libro en el que se consignan las operaciones financieras. <<
[520] Gran patriarca israelita que recibió la Torá de manos de Dios y más tarde condujo al pueblo hebreo desde el cautiverio en Egipto hasta la Tierra Prometida. Según el Libro del Éxodo (1, 2), sobrevivió a la matanza de niños varones ordenada por el Faraón entre los judíos gracias a que su madre lo colocó entre los juncos del Nilo, en una cesta que fue hallada por la hija del propio Faraón, la cual se hizo cargo de él. La referencia a los «cuernos luminosos» de Moisés aparece también en el Éxodo (34, 29-35), relatada como una irradiación energética particular de su rostro después de hablar con Dios. <<
[521] La ironía es evidente. <<
[522] La calle Feydeau se encuentra en la orilla derecha del Sena, cerca del teatro de la Ópera. La Bolsa se instaló en su emplazamiento actual, muy cercano a la calle Feydeau, en 1826. <<
[523] Esta es la edad que tenía Balzac cuando se enamoró de Mme. de Berny. <<
[524] En la Europa del siglo XIX no existían zoológicos tal como los conocemos hoy día, sino las llamadas «casas de fieras», es decir, lugares en los que se exhibían animales considerados exóticos metidos en simples jaulas. La de Madrid se encontraba dentro del parque del Retiro. La de París era un recinto acotado dentro del jardín botánico. <<
[525] La figura repite, con grotesca y desmitificadora ironía, la pose característica de Napoleón. <<
[526] Volvemos al origen de la historia: un hombre honrado y con conciencia roba una cantidad de dinero para satisfacer el capricho de una mujer. O, en realidad, el suyo propio, con el pretexto de que la mujer es irresistible. <<
[527] Colección de libros populares, encuadernados con cubierta azul, que contenían historias maravillosas y cuentos fantásticos. <<
[528] El precio de la transacción se ha ido devaluando a medida que se repite la compraventa del alma, y ya vamos por la encarnación del diablo en un simple menestral. <<
[529] Balzac rinde el debido homenaje a la obra en la que se inspira. <<
[530] La rue Saint-Honoré se encuentra en la orilla derecha del Sena, y es paralela a la de Rivoli, que a su vez sigue toda la fachada derecha del Louvre. El joven, empleado de una notaría, vive en una zona acomodada, pero en el desván de la casa, como corresponde a su poca categoría profesional. <<
[531] Era frecuente ver pegados por las paredes de París anuncios de remedios varios contra las enfermedades venéreas. La ironía suprema del final viene de que, por un lado, el muchacho no muere por ninguna acción diabólica: muere por sobredosis involuntaria de un remedio contra la sífilis. Además, y esto es más significativo aún, con su muerte (tras trece días de orgía constante, no lo olvidemos) funde la capacidad de actuar del diablo. Por otro lado, llega un grupo de sabios alemanes que intenta interpretar como manifestación esotérica y diabólica, con abundante bibliografía, lo que es un simple caso de envenenamiento químico fortuito. <<
[532] Una de las encarnaciones del diablo. <<
[533] Jacob Böhme, De la triple vida del hombre según el misterio de los tres principios de la manifestación divina (1682). <<
[534] Hágase la luz, orden divina con la que da comienzo la creación (Génesis, 1, 1). <<
[535] Edición francesa del libro de Böhme, traducido en 1793 por Louis Claude de Saint-Martin y publicado en 1809 por la editorial Migneret. Saint-Martin (1774-1803) fue filósofo, militar y hombre de leyes, y manifestó mucha inclinación hacia las teorías esotéricas. Se le conoce como el filósofo desconocido. <<
[536] Böhme vivió casi toda su vida en Goerlitz, localidad de la Alta Lusacia (Silesia) que se incorporó a Prusia en 1815. <<
[537] Para abundar en la ironía de este final, dado que Böhme era zapatero, en el original juega Balzac con el doble sentido del término becquets, que significa «etiquetas escritas» y también «tiras de cuero» que se utilizaban para reforzar las suelas de los zapatos. <<