Capítulo 20

Una casa más acogedora

 

En este capítulo

triangle.png   Seguridad, accesibilidad y convivencia

triangle.png   Adaptarse a los mayores y otras limitaciones

 

Acontinuación, te ofrezco algunos trucos para hacer que tu castillo sea más práctico, más acogedor o incluso totalmente seguro para las personas mayores, discapacitadas o despistadas.

Uno puede caerse a cualquier edad. Los niños, los adultos y los ancianos, todos pueden caerse. Cuando somos jóvenes, el hecho de caernos no tiene mayor importancia, pero pasada cierta edad, las consecuencias de una caída pueden ser más graves. Se calcula que las caídas son, en sí mismas, la causa de muerte de muchas personas mayores de sesenta y cinco años. El riesgo de caída aumenta con la edad y en el caso de los ancianos, la gran mayoría de las caídas se producen en su domicilio y con frecuencia están relacionadas con el acondicionamiento de la casa. Así que saca el detornillador y la caja de herramientas para hacer lo más segura posible tu casa.

¡Ilumínate!

Al envejecer, necesitamos mejor iluminación para ver bien; una persona mayor necesita tres veces más luz que un joven. Verifica las lámparas y no dudes en utilizar bombillas más potentes o más puntos de luz. Una fuente única, como la de un plafón, deja rincones una penumbra o en la oscuridad. En ese caso, es mejor utilizar iluminaciones indirectas. Opta por lámparas suaves, que no cieguen, o que dirijan un haz de luz concentrado para iluminarte en las actividades de lectura, costura y otros trabajos de precisión.

En la cocina, instala neones o leds bajo los armarios colgados y sobre las encimeras. En el cuarto de baño, ilumina los laterales del espejo para evitar los efectos del deslumbramiento. No olvides el principio y el final de las escaleras, que deben estar bien iluminados para que nadie tropiece. Finalmente, un último detallito que tiene su importancia: pon una luz nocturna en el pasillo que lleva hasta el baño.

Un suelo sin obstáculos

Elimina todas las alfombras que puedan causar tropiezos. Si te gustan como elementos decorativos, ponlas de pelo corto, muy finas, para evitar las acrobacias. En el suelo del cuarto de baño —escenario de numerosos accidentes—, opta por un revestimiento antideslizante (y que siga siéndolo incluso mojado). Los lugares de paso deben estar despejados.

Los muebles pequeños, las plantas u otros objetos instalados en los lugares de paso pueden provocar tropiezos, por ejemplo, cuando te apresuras para ir a abrir la puerta o responder al teléfono. Para evitar engancharte los pies con los cables eléctricos del televisor, las lámparas o el teléfono, puedes sujetarlos a la pared o bien utilizar alguno de los muchos sistemas de recogerlos y ocultarlos.

El buen interruptor

Cambia los interruptores de tipo botón por modelos de conmutador, mucho más sencillos de manipular, sobre todo para las personas que sufren artritis; podrás encender y apagar las luces con la palma de la mano o incluso con el codo.

Baños seguros

El cuarto de baño es especialmente peligroso, ya que casi la mitad de las caídas de los mayores se producen allí. Así que prepara el terreno:

visto.png   Mejor plato de ducha con la pared baja, o incluso construido directamente sobre el suelo, que bañera.

visto.png   Mejor los suelos plásticos antideslizantes a los embaldosados.

visto.png   Coloca una alfombra antideslizante en el fondo de la ducha.

visto.png   Fija una barra de apoyo para poder salir más fácilmente de la bañera o la ducha.

visto.png   Opta por un grifo monomando para poder mantener la temperatura del agua.

visto.png   Evita dejar objetos en las zonas de paso, como la báscula o el toallero.

visto.png   Puedes utilizar un elevador para la taza del inodoro, junto a unas asas que ayuden a levantarse.

visto.png   Evita chapotear en el agua jabonosa.

Adiós a los pomos

Si estás a punto de cambiar los grifos de la cocina o del cuarto de baño, opta por monomandos, ya que son sencillos de manipular. De hecho se pueden abrir y cerrar con el dorso de la mano, mucho más fácil que girar y apretar una pieza de tipo pomo.

Lo mismo sucede con los pomos de las puertas, que puedes sustituir por picaportes. La abertura de la puerta será más fácil, puesto que no requerirá ningún esfuerzo muscular. Los picaportes son también más prácticos cuando uno va cargado o tiene las manos sucias; se puede abrir la puerta con el dorso de la mano, el codo o la rodilla.

Despeja el espacio

No dejes trastos viejos en los pasillos o en las escaleras. Si eres de los míos, a lo largo de la escalera tendrás objetos que esperan eternamente que los suban o los bajen; ese es el ejemplo que no hay que seguir. Para evitar cualquier accidente, despeja los lugares de paso y fíjate bien en qué queda en ellos. Piensa además en iluminar bien esas zonas.

Una entrada más chula

Haz más acogedor el porche o la entrada. Encontrar la llave de casa siempre es una hazaña, que aún lo es más si llevas los brazos cargados con paquetes. ¿Por qué no añadir un banco o una silla en la entrada de la casa para poder dejar las bolsas o las maletas? Otro consejo: no bloquees la entrada con macetas de flores o plantas que puedan hacerte caer.

Ilumina los caminos

Instala un sistema de iluminación de baja tensión para alumbrar permanentemente el camino de entrada o el que lleva al garaje.

Para el revestimiento de los caminos, no te compliques la vida con un material diferente; el cambio de superficie siempre es una oportunidad de tropezar.

Para los mayores, la jardinería es una actividad de ocio muy apreciada, pero también hay que tener cuidado ahí. Sí, sí, el jardín puede estar lleno de obstáculos. Verifica que no haya obstáculos en el suelo, como utensilios o una manguera mal guardada o incluso baldosas mal colocadas. También es preferible no tener plantas reptantes, ya que puedan provocar caídas.

Organiza el garaje

En el garaje, arréglatelas para poder abrir las puertas del coche sin golpear nada. Deshazte de los objetos que ya no utilizas y organiza los demás junto a la pared. Coloca estanterías donde sean necesarias. Procura que se pueda circular alrededor del coche; presta especial atención a objetos como el cortacésped, la bicicleta y otro material guardado en el garaje.

Lo mismo es aplicable a los trasteros y cuartos de limpieza.