Fritz: Ahora quiero que todos ustedes le hablen a sus sueños y permitan que los sueños les respondan... no el contenido, pero como si el sueño fuera una cosa: "Sueños, me están asustando", "No quiero saber nada de ti", o algo semejante, y permitan que los sueños respondan. (Todos le hablan a sus sueños durante varios minutos). Me gustaría que cada uno representara el rol de su sueño, tal como "Yo vengo muy rara vez a ti y cuando lo hago, lo hago en pequeños fragmentos", o de cualquier modo que vivencien el sueño. Quiero que sean el sueño. Que inviertan el rol, de modo que sean el sueño, y le hablen a todo el grupo, como si fueran el sueño hablándole a ustedes mismos.
Neville: Yo te engaño, ¿no es cierto? Porque estoy lleno de asuntos importantes contigo y no permito que me recuerdes. Eso te enfurece mucho, ¿verdad? Te confundes y me río mucho cuando te deprimes y advierto que te hundes más y más a medida que avanza el día. No tendrías ninguna dificultad en acordarte de mí si te concentraras un poco más. Juego a las escondidas contigo y como que me gusta el desagrado que experimentas. Los engaño a todos. Yo juego juegos con ustedes y entonces los eludo, entonces los confundo... consigo que me vean diferente, ¿verdad?...
Glenn: No suelo mostrarme con mucha claridad, porque parece que no me entiendes muy bien. Podrías hacer muchas cosas espectaculares si me prestaras atención; de poco te sirvo.
Raymond: Yo me paso escondiendo. Sabes que estoy aquí, pero no te dejo saber lo que está ocurriendo.
Blair: Te voy a mistificar. Voy a ser sólo símbolo, impenetrable... te voy a mantener confuso... seré poco claro.
Bob: Estoy todo cubierto de neblina, como esa montaña allá lejos. Incluso si la neblina se levantara, tendrías dificultades en concluir algo de mí.
Frank: No debieras avergonzarte de mí. Debieras salir y encontrarte más a menudo conmigo. Siento que te puedo ayudar. Me gustaría encontrarte más.
Lily: Puedo ver y escuchar, sentir y hablar, y tocar, y realizar todo lo que quieras hacer.
Jane: Soy alegre, excitante e interesante, realmente te voy a excitar y cuando lleguemos al final, entonces te voy a apagar. Y no vas a ver el fin. Entonces te darás vueltas todo el día reclamando porque no llegaste hasta el final.
Sally: No somos nosotros los que te perturbamos el sueño. Si pudiéramos disponer de una oportunidad en que nos escucharas, seríamos claros, como relámpagos; es muy sorprendente. Te vamos a choquear, pero te lo vas a quitar de encima en un momento y nos llevarás contigo cuando despiertes, haciendo las mismas cosas que haces todos los días. Pero si continuamos repitiendo esto, finalmente notarás que nada resulta. Vas a esconderte de todos tus defectos, de todos tus temores, pero estaremos allí para perturbarte.
Abe: Sé lo suficientemente bueno contigo mismo y recuerda que te hemos dado algunos momentos muy buenos, a veces de algún significado, a veces de fuerza. Últimamente te tenemos aterrorizado -y recientemente, también te has alejado de nosotros.
Jan: No creo que realmente quieras recordarme ni conocerme. No siento que realmente quieras disfrutar de mí. Cada vez que me permito acercarme a ti, me dices: "Bueno, estoy demasiado cansada para escribirte o prestarte atención. Quizás lo haga por la mañana". Siento que aún me estás eludiendo.
Fergus: Soy muy raro. Soy la única parte honesta, espontánea de ti, la única parte libre tuya.
Tony: Siento mucha pena por ti.
Nancy: Te voy a dar el gusto de conocerme, o el agrado de sentir que has crecido.
Daniel: Sabes que me compongo de una cantidad de pedacitos y fragmentos dejados inconclusos durante el día y que es mejor que los tenga y no simplemente olvidarlos. Además, a veces soy muy hermoso y significativo y sabes que te estoy haciendo mucho bien, especialmente cuando me miras cuidadosamente.
Steve: Soy una capa de todos los colores que baja y te lleva consigo, te da fuerza.
Claire: Estás simplemente jugando juegos y yo, en realidad, soy todo. Y puedes esperarme para siempre.
Dick: Estás muy consciente de mi existencia, pero la mayoría de las veces me ignoras.
Teddy: Soy una situación muy creativa, muy interesante. Dramas, yuxtaposiciones que jamás se te ocurrirán en vigilia. Soy mucho más creativo y mucho más atemorizante y no me presento a ti como una película. Sabes lo que está ocurriendo cuando estoy allí; después te olvidas. Pero no estoy en el cine, soy un modo de saber. Te gustaría verme en las películas, pero no aparezco.
June: Te reduciré a miserable, te voy a destruir, te voy a envolver y te voy a empujar hacia abajo, te voy a hacer sentir que no puedes respirar. ¡Y me voy a quedar aquí y me voy a sentar en ti!...
Fritz: Bueno, posiblemente advirtieron algo muy interesante: cómo un sueño, de suyo, simboliza el propio yo escondido. Me gustaría que trabajaran con esto en grupo, que actuaran más y más, ser aquella cosa que imaginaron que era un sueño. Ignoro la medida en que los que han trabajado sueños se dan cuenta de lo mucho que en ellos aparece de cada uno, pero estoy seguro que la mayoría puede reconocer fácilmente que ésta es la parte que a uno no le gusta exhibir. Si uno toma literalmente las instrucciones -representar el sueño como si fuera una persona-, parece no tener sentido alguno. ¿Cómo puede ser uno su propio sueño? Y entonces, a medida que uno lo expresa, finalmente se convierte en algo tan real. Por ejemplo, habrán notado cuánto se mostró June. Yo no sé cuántos advirtieron su tremendo poder destructor. Se manifestó muy clara, muy bellamente.
JUNE
June: Este sueño comienza en un automóvil estacionado en un estacionamiento subterráneo, como una caverna, cerca de una estación de ferrocarril, y yo soy una niña pequeña. Tengo siete años... Mi padre está sentado al lado mío en el auto y se ve muy grande, muy oscuro. No hay luces, está todo apagado, y sé que me lleva a la estación para dejarme en el tren que me llevará de vuelta al colegio, porque tengo puesto el uniforme, mi blusa y mi falda azul. Parece que hay un bombardeo, tenemos que sentarnos en el auto, y las bombas están cayendo y hacen mucho ruido.
(Voz suave, muy débil). Tengo miedo. Papá, tengo mucho miedo. No me quiero ir en el tren. No quiero volver al colegio. (Muy débilmente). Quiero irme a casa contigo y con mamá.
(Firme). ¿Tienes miedo de las bombas, June? ¿O tienes miedo de volver al colegio? No tengas miedo de las bombas, porque éste es un sueño, y el auto nos va a proteger.
(Sin aliento). No quiero volver al colegio. No me gusta estar allí. Bueno, me gustaría que te quedaras en la casa. Me gustaría que volvieras al hotel con nosotros y te matricularas en la escuela del vecindario, pero tu mamá no quiere que vuelvas a allá...
(Gimiendo). Pero, si tú eres el que manda.
No soy yo quien manda. Tengo que vivir con tu madre.
Pero las bombas están cayendo.
Fritz: Sé el piloto del bombardero...
J: Hay una gran sensación de fuerza, volar en avión y encontrar alguien sobre quien tirar bombas y luego sencillamente apretar un botón. (Confiadamente). Estoy controlando este avión y puedo volar a cualquier lugar. Quiero dirigirlo y puedo largar estas bombas. Plop. Las dejo caer. Plop. Tengo pedales en todo el piso y cada vez que aprieto un pedal dejo caer una bomba. (Más débilmente). Asusto a alguna gente.
F: Bueno, continúa siendo el bombardero, vete a Vietnam.
J: Puedo... pero (voz temblorosa, sin aliento) volar este avión hasta allá, ¡pero no puedo tirar las bombas! Allá hay gente de verdad. La gente de mi sueño no es de verdad... No hay... no hay perillas ni pedales en el suelo, así que no puedo bombardear. Puedo manejar el avión. Lo puedo manejar y dar vueltas, y puedo irme en picada y tal vez me disparen a mí, pero yo no puedo disparar... No quiero responder el fuego.
F: Entonces vuélvete y tira las bombas una vez más sobre el auto.
J: (Casi llorando, con voz indefensa). Hay una niña pequeña en el auto. No lo puedo hacer... Sí, sí lo puedo hacer... lo hice. Cayeron alrededor del auto.
(Meciéndose). Yo soy el auto y me balanceo, me hacen pedazos, pero por dentro todo está intacto y la gente en el auto está segura. Están muy asustados.
F: Mucho barullo acerca de nada. No puedes hacerte nada a ti... estás a salvo...
J: Tú no me puedes hacer nada a mí, pero yo puedo hacerme cosas a mi.
F: Muy bien. Ensayemos una vez más.
J: Sí, señor.
F: Sé un bombardero y tira bombas incendiarias sobre los vietnamitas.
J: Muy bien... Me acerco a la tierra y tengo una carga completa de napalm mortal. Como jalea. Ahora bajo más y más, porque esta vez les voy a pegar de verdad y quiero ver dónde hago impacto... (llora, se atora). ¡Oh, no!... Le di a una mujer que corría con un niño en brazos, y a un perro que le... (llora) y ¡se revolcaban de dolor!... y no los maté... pero se quemaron.
F: Entonces busca a algún otro que matar.
J: ¿Aquí?
F: No importa dónde, con tal que saques el matar de tu sistema.
J: (Llora). Mi madre... ¿cómo la puedo matar? (Suave e intensamente). Quiero que duela... caramba que quiero que duela... ¡Oh! La maté. (Aún llorando). En la piscina llena de ácido y ella se tiró adentro. No queda nada. (Se ríe)... (En voz baja). Te lo merecías. Lo debiera haber hecho hace mucho tiempo. No quedan ni siquiera los huesos. Simplemente desapareció.
F: No capté lo que murmuraste. ¿Estás dispuesta a contárnoslo? No estás obligada a hacerlo, únicamente si quieres.
J: (Calmadamente). Llené la piscina, la llené... llené con ácido su piscina y no lo supo. ¡Se veía clara y transparente!
F: ¿La piscina de quién?
J: La piscina de mi madre y de mi padre. Y ella vino a nadar, se zambulló de cabeza... y se quemó entera. Cayó al fondo, y la carne se separó y se disolvió, y los huesos empezaron a bajar y también se disolvieron. Luego estaba todo transparente de nuevo... y como que me sentí bien. Lo debiera haber hecho hace mucho tiempo.
F: Di esto último al grupo.
J: ¡Me sentí bien! Lo debiera haber hecho hace mucho tiempo. Muriel, realmente uno se siente muy bien, y lo debiera haber hecho hace mucho tiempo. Fue bueno, Glenn. Su agonía me pareció bien. Y su muerte. Debiera haber hecho esto hace mucho tiempo.
F: Bien. Ahora cierra los ojos. Retrocede a tu séptimo año de vida. Cuando tenías siete años de edad.
J: (Débilmente). Muy bien... ¿Siete?... ¡Caramba que soy fea! Muy gorda. Tengo torcidas las trenzas. Hacen una onda de un lado para otro; tenía que cortármelas yo misma porque nadie me las cortaba. Tengo el pelo... motudo y descuidado. Mis uñas están todas comidas. Desde el cuello hasta las rodillas estoy negra, ¡mugrienta! Porque lo único que tengo que hacer es abrocharme los botones de la falda para decir que estoy lavada, y me cepillé los dientes y no molesté anoche, y nunca me desabrochaban los botones de la blusa para ver si me había lavado más allá de los codos. Y mi falda está chorreada de tinta, con mermelada, tenía tinta... Nos hacen bañarnos debajo de una sábana, en una especie de tina pequeña, y cuando tenía siete años -tengo siete... no quiero bañarme debajo de la sábana. (Llora). Y suena la campana y eso significa que tenemos que ir al hall, y hacemos una fila. (Llora las palabras). ¿Y a quién le puedo hablar? Y ni siquiera sé, ugrh, si alguien quiere a esta niña. (Llorando con fuerzas). Siempre me saco malas notas. Nunca me dan ni caramelos ni helados. Como papas y porquerías. Mi abuelita me manda una caja de caramelos y no se me permite guardarla. Tengo que colocarla en un gran armario, en el comedor, y compartirla con todo el mundo... y no me toca nada a mí. (Explosión de llanto). Por favor, ¿puedo comerme uno?... entonces no voy a tener nada para la próxima semana (sollozando).
F: Muy bien, June. ¿Qué edad tienes ahora?
J: Más o menos nueve años.
F: ¿Y ésta es tu verdadera edad? ¿Cuál es tu edad?
J: Tengo treinta y cinco años.
F: Treinta y cinco. Representa a una mujer de treinta y cinco años hablándole a esta niña. Deja que la niña de ahora le hable a la niña de entonces... Colócala en esa silla y tú te sientas acá. Tienes treinta y cinco años ahora.
J: (Suavemente). Tú no eres una niña mala. Las niñitas de nueve años no son malas. Eres simplemente bastante tonta y eso no es culpa tuya... no me importa si escribes al revés... no me importa si tienes los dientes careados de tanto comer chocolate. Y además, June, no me importa si eres gorda, no me importa si eres sucia, porque realmente todas estas cosas son muy superficiales.
F: Ahora quiero que vuelvas a nosotros. Me gustaría que nos hables un poco sobre eso. ¿Tienes alguna idea sobre qué es lo que te hace abrazar tan afanosamente ese recuerdo?
J: Fue así durante tanto tiempo.
F: Muy bien, mira a tu alrededor, ¿qué sucede aquí?
J: No lo sé. No tiene ni la más remota relación con cosa alguna que esté haciendo aquí ahora.
F: Así es, pero estoy interesado en el que aún tengas que arrastrar a esta niñita contigo, en el que no te puedas desprender de ella.
J: Sí... a veces... jamás he sentido que la estuviera arrastrando. Siento que ella... ella está sentada aquí y está esperando la oportunidad en que alguien me haga sentirme mal, entonces... caramba, entonces aparece ella y entonces yo soy la niña.
F: Exactamente, exactamente. Ahora di: "Estoy esperando una oportunidad para representar la reina de la tragedia", o algo semejante.
J: Uh, puedo; pero no estoy segura que vaya a resultar.
F: Vas a tener que usar todo tu talento.
J: Espero una oportunidad para tocarte en tu simpatía, en tu calor humano, en tu comprensión... y entonces, si lo consigo, quedo muy agradecida, me siento mejor y me siento otra vez de treinta y cinco años. De modo que puedo luchar. Pero apenas advierto que no puedo luchar, me contraigo, y soy pequeña y dejo que algún otro luche por mí.
F: ¿Entonces la sacas del tarro de la basura?
J: (Con fuerza). Sí, entonces la saco, me la presento a mí misma y la acepto y la actúo, hasta que encuentro a alguien que me tenga lástima, se la trague y sea bondadoso conmigo. Entonces me siento segura y la puedo volver a guardar.
F: Ahora, vuelve a ella. Háblale. Háblale acerca del juego de bandidos que ambas están jugando...
J: Pequeñita, estamos haciendo un juego. No lo sabía hasta ahora. (Se ríe). Tengo treinta y cinco años. No soy gorda. No tengo los codos sucios. (Risas). Puedo comprarme una caja de caramelos cuando quiera. Hay mucha gente que me quiere mucho. Y hay mucha gente que me apoya cuando lo necesito, ¿para qué te voy a necesitar a ti? (Risas).
F: ¿Qué contesta ella?
J: Ahhh, dice. No estés tan segura. ¿Sabes? Ah... soy... una niña bastante útil para tenerla por allí cerca. (Risas).
(Se ríe). ¡Un baño de ácido para ti también! (Muchas risas).
F: Este es uno de los famosos traumas que venden los analistas freudianos. Viven de ellos durante años. Creen que son la causa de las neurosis, en vez de ver en ello simplemente un juego, un truco. El sicoanálisis es una enfermedad que pretende ser una cura.
Comprenderán que es muy difícil encajar que todo lo que aquí ocurre sucede en la fantasía. La neurosis es un compromiso entre la sicosis y la realidad. June está sentada cómodamente en una silla. Nada le está ocurriendo. Sin embargo, las cosas de su sueño se consideran reales. Por esta razón estamos muy lejos de comprender el hecho de que estamos jugando roles. Aquí no hay bombas, no hay matanzas, no hay ninguna niñita; éstas son sólo imágenes. La mayor parte de nuestra lucha por la vida es pura fantasía. No queremos convertirnos en lo que somos. Queremos ser un concepto, una fantasía, aquello a lo cual debiéramos parecernos. A veces tenemos lo que algunos llaman "el ideal", que yo llamo "la maldición", "ser perfectos", y entonces nada de lo que hacemos nos satisface. Siempre hay algo que tenemos que criticar para poder mantener el juego de autotortura, y ustedes pudieron apreciar en este sueño un juego de autotortura bastante severo.
GLENN 1
Glenn: Me siento tembloroso y tengo una especie de excitación en el pecho, una especie de temblor. No me gusta mi voz... estoy consciente de que siento ardor en las rodillas y en las piernas. Los pantalones me están apretando las piernas. Me agarré los pantalones.
Fritz: ¿Qué relación tiene esto con que no te gusta tu voz?
G: Ninguna. Ninguna relación.
F: Saltaste de la voz a las piernas... en otras palabras, con tu disgusto con tu voz, estabas en la zona intermedia... y en vez de sentirte la voz, la juzgaste. /G: La juzgué./ hiciste algo...
G: Sí. En vez de escucharla como vacía y temblorosa, la escucho como mala.
F: Ya. Me di cuenta que te cambiaste de escritor a juez. (Risas)... Tú ves, tan pronto te conviertes en juez, ya no puedes vivenciar nada más, porque estás demasiado ocupado encontrando razones y explicaciones, defensas y toda esa basura...
G: Incluso me cuesta estar sentado aquí. Me estoy juzgando impaciente, debiera hacer algo.
F: Bien. Quédate en la zona intermedia. Establece más contacto con lo que está ocurriendo allí...
G: Ni siquiera estoy seguro de cómo lo hago. Siento (se ríe) cómo estoy impostando la voz... juzgo y entonces todo está bien. Es donde estoy, en la zona intermedia. (Risas). Las risas me hacen sentir mejor. Siento que estoy manteniendo rígido el cuello y para esto vale también el "No es lo que debiera estar haciendo". Debiera estar relajado... Tengo apretada la garganta... Siento que llevo anteojeras, que no puedo mover la cabeza. (Mueve la cabeza). Pero puedo. Siento que me estoy cavando un hoyo, que me estoy arrinconando... no lo quiero hacer... Estoy empezando a sentir que todo el mundo me está juzgando, que tú me estás juzgando, que bostezando me juzgas, estando inquieto me juzgas.
F: ¿Te das cuenta que la zona intermedia se expande más y más? Pierdes más contacto contigo y con el mundo. Tienes una paranoia muy simpática y jugosa. (Risas).
G: Me gustaría reducirla. En realidad me estoy sintiendo bastante tonto. (Risas). Es como si todo estuviera al revés. Ahora estoy haciendo exactamente lo que estaba tratando de no hacer durante días. Quedarme en esta maldita zona intermedia. (Risas).
F: Ahora, ¿qué ocurrió con esta risa? ¿La situaste en tu marco de referencia? La interpretaste como una actitud hostil hacia ti... Tuve la impresión que saliste de tu paranoia y gozaste con la risa.
G: Sí, fue divertido. Hacia el final empecé a reajustarme, juzgando. (Gritos de risa). Claro. (De buen humor). Es como si no lo pudiera dejar ser. Tengo que decidir si es un más o un menos.
F: Creo que podemos decir con bastante certeza que en tu zona intermedia hay lo que llamamos el perro de arriba, el súper-ego... que te juzga, diciéndote lo que tienes que hacer.
Hay que atravesar lo desagradable, ya sea una frustración o el caso extremo, la situación donde uno tiene que encarar la experiencia de estar muerto -el verdadero impasse, la verdadera capa de la muerte. No es agradable ponerse en contacto con la propia muerte, pero no hay otra manera de salir sino la de atravesar por las puertas del infierno, ese sufrimiento extremo. Yo no predico el sufrimiento. Ustedes lo saben. Me conocen bastante. Pero estoy dispuesto a jugarme cada vez que surge un sufrimiento, un desagrado.
En cuanto a mí mismo, les puedo contar una de las soluciones más importantes del desagrado. Ustedes saben cuán desagradable es el aburrimiento. Yo me enfrento, decisivamente, al aburrimiento, y cada vez que me aburro, comienzo a escribir. Entonces me encuentro con que el aburrimiento se convierte en una tremenda excitación -la de escribir. Esto es cierto en todos los casos. Si tienen la vejiga llena, se convierte en algo desagradable. Si la contienen más, se hace más y más desagradable. Entonces corresponde mear, y mear es agradable. Se siente después un cierto alivio. El único modo de crecer y consolidar la posición de uno es encarando y trabajando y realmente manteniendo contacto con el desagrado. Lo que hay que hacer es comprender cada vez más el momento en que uno se hace fóbico, el momento en que uno evita el dolor y así, cada vez, aprender más a trabajar la situación.
Ahora, por ejemplo, en este preciso momento, penetren en la pesantez... Miren este peso como un canto o un pedazo de poesía, métanse,... Comencemos con Glenn. Si ustedes sienten que es desagradable estar en contacto con la gente, entonces pónganse en contacto con ustedes mismos. Miren alrededor y díganse cuán desagradable es estar en contacto con cada uno de nosotros: "No te voy a soportar. Eres demasiado sucio, demasiado alegre...".
GLENN II
G: Estoy en la zona media. No te... no te voy a soportar.
F: Me puedes incluir a mí, si quieres.
G: No te voy a soportar, Fritz. No puedo soportar la sensación de esperar tu aprobación, te trato de evitar.
F: Quédate un rato más conmigo. No estás dispuesto a soportarme porque no te estoy aprobando lo suficiente.
G: (Riéndose). En realidad, siento que me prestas mucho apoyo. No estoy seguro. /F: ¿Suficiente?/ Sí, es suficiente...
F: No te creo.
G: Muy bien. Muy bien. Yo tampoco lo creo. Oh, eso siempre me lo devuelvo. No puedo soportar la sensación de querer algo, porque si me pongo en contacto con eso, entonces no lo consigo. Mi expectación catastrófica es que no lo vas a conseguir. Estas ahí sentado, chupando el cigarrillo y...
F: Dímelo a mí.
G: Estás ahí sentado, chupando tu cigarrillo y...
F: Y no te voy a soportar.
G: Sí... Uh... Me cuesta mucho mirarte (se le comienza a quebrar la voz), porque me miras bondadosamente y...
F: No puedes soportar eso.
G: (Se le quiebra la voz). No lo puedo soportar. Sí.
F: A ver, sigamos un poquito más y convirtámonos en seres humanos. (Glenn llora)... Respira.
G: No voy a tolerar esta sensación. Me voy a retirar de ella.
F: Retírate entonces. Eso está bien. Durante un momento, siempre que vuelvas. Uno se aparta, se retrae para luego saltar mejor... ¿A dónde vas?
G: Estoy siempre volviendo hacia ti. Ah... apenas se calme, entonces... (llora) no puedo sufrir, no puedo sufrir... no puedo tolerar... (llora) la sensación de quererte. (Continúa llorando). De querer agradarte y... me encuentro bloqueando tu cara, ahora, bloqueando... (a través de las lágrimas). Una de las cosas más dolorosas es que me miras sin expectativas. No me haces exigencias. Encuentro muy hermoso todo esto. Yo no soporto al mirarte... Soy tan feliz...
F: Ahora toma dos más...
G: No puedo soportar ponerme en contacto conmigo mismo. Es tanto más fácil estar enojado o doliente.
F: Sé un tipo recio, un matón.
G: Whoooh. Te pongo en una situación tal que... no me puedes sonreír.
F: Me gustaría que hicieras un diálogo. Dos tipos tienen un encuentro. Uno se llama Matoncito y el otro Blandito. Deja que se junten y se pongan en contacto el uno con el otro. El Blandito se sienta aquí. El Matoncito se sienta allá. ¿O te gustaría de otra manera? Coloquemos al Matoncito aquí.
G: Claro. Ese es el que tú miras en menos. Viéndote sentado allí, ahora no siento ningún respeto especial por ti.
F: Supongo que ninguno de los dos está dispuesto a sufrirse el uno al otro.
G: Claro... No lo puedes soportar... cuando me pongo tan meloso. Prefieres que no muestre nada. Después de todo, no estoy tan seguro de que seas tan fuerte. Creo que eres más bien acartonado (suspira). Claro, pero es mucho mejor. Yo... yo no hiero a nadie tanto como tú. Empujo a la gente y hasta me sonrío de ello de vez en cuando. Claro. Y no escuchas lo que digo, porque cuando eres suave y te sientes cerca de alguien, no se va a entender. Yo me lo paso diciéndote, tienes que ser más calmado, porque si realmente vas a empezar a sentirte en contacto con la gente, se van a ir, se van a apartar de ti. No quieren tener relación alguna contigo. No se quiere al que se aferra a uno...
(Suspira). ¡Eres tan solitario! Al menos yo sé que soy solitario. Tu crees que eres el único solitario. Si yo no siento... si no me dejas sentirme con la gente, si tú no sientes... déjame a mí, por lo menos, sentir que podría dar alcance y tocar.
F: "Dar alcance y tocar". ¿Qué está haciendo tu mano derecha?
G: Está alcanzando, la estoy tendiendo.
F: Está alcanzando, claro. /G: (Suavemente). ¡Wow!/ Ahora cambia, cambia las manos. /G: Claro./ Repite esto e inviértelo.
G: Porque pude sentir cómo me tiemblan los dedos cuando tiendo esta mano.
F: Ahora desarrolla esto.
G: No. Quiero alcanzar, pero siento que nadie quiere que lo toque, y al mismo tiempo, siento que no soy tocable.
F: Ahora hazlo de nuevo con la mano derecha.
G: Hazlo de nuevo. Estoy... (mano derecha empuñada).
F: Bien. Comienza con esto.
G: Este es un buen modo de ser.
F: Ahora tócalo con el puño.
G: Eso también funciona. "Porque el Matoncito no hace eso". O más bien... eso es curioso. El Matoncito no lo hace... el bebé llorón es también el único que toca a alguien con el puño. Él no hace nada.
F: Ahora abre la mano derecha y extiende ambas manos...
G: (Respirando pesadamente)... Claro, no quiero tener que soportar eso... (llorando). Extiendo las dos manos. Siento que están anhelantes.
F: Ahora toca con ambos puños.
G: Supongo que... No me importan los puños.
F: Bien, entonces sé el Matoncito de nuevo. Sé el puño de nuevo.
G: Siento que no soy tan Matoncito. Simplemente que no lo voy a... no lo voy a. /F: Repítelo./ Simplemente no lo voy a hacer. Eso es... ¡no lo voy a hacer!
F: Dilo más, con las piernas.
G: No lo voy a hacer. No lo voy a hacer. No lo voy a hacer.
F: ¿Qué están haciendo tus manos?
G: Se están sujetando.
F: Se están sujetando.
G: Claro.
F: Entonces háblale a tu silla.
G: Silla, me estoy sujetando de ti... Me voy a asegurar que te quedes aquí, debajo mío. Me sujeto a ti porque duele... No sé por qué me estoy sujetando tan fuertemente de ti. Me estoy sujetando de ti... me sujeto hasta que duela. Déjame irme. Me siento en ti.
F: Ahora hiere a la silla. (Glenn rasguña y estropea la silla). Aférrate a la mamita y hiérela.
G: Claro... Yo hiero.
F: ¿Huh?
G: Te duelo. Te hiero a ti, mamá, simplemente con no hacer nada.
F: ¿Qué sientes en el ano?
G: Estoy apretado.
F: Sujétate a tu mierda.
G: Ya.
F: Ahora ten un encuentro entre tu esfínter y la mierda.
G: (Se ríe). ¿Esfínter, huh? Es éste. No. Dije que me sujetaría. No me voy a soltar. Vete al diablo si crees que vas a pujar y pasar a través mío. Sí. Me satisface estar sentado aquí, sujetándome.
F: ¿Entiendes ahora tu estreñimiento emocional?
G: Claro.
F: Muy bien. ¿Qué sientes ahora en el ano?
G: Todavía está muy apretado, pero siento. No es simplemente un...
F: Cierra los ojos y quédate con la apretazón. Deja que se desarrolle lo que quiera desarrollarse...
G: Quiero estallar. Me siento bastante mal.
F: Claro...
G: No reacciono. (Se ríe). Mi estómago dice algo como: "Caramba que sería bueno poder relajarse".
F: Hagamos algunas frases ficticias. Repite: "Yo no quiero nacer"...
G: Ojalá que no... ¡wow!... ojalá que no nazca. (Se ríe). ¡No voy a nacer! ¡Ahh! Ahora te tengo. No lo voy a hacer... ¿Será un parto de nalgas? No quiero salir. Quiero joderte. Siento que quiero sonreír. Me quiero quedar aquí sentado y decir, ahora sí que te tengo agarrado (respirando con fuerza)... y ahora estoy en contacto contigo. (Se ríe, desafiante). Tú me ibas a empujar para que saliera y ya no lo harás más. Me ibas a enseñar a ser fuerte. Eso es lo que tú crees.
F: Bien. Vuelve a nosotros.
G: Ginny tiene aire a todo su alrededor. Me eres tan clara. Te veo como una persona aparte, hermosa.
F: ¿Estás más en el mundo, ahora?
G: (Trémulo). Me alegra quedarme... con esta parte. Está muy claro.
F: No creo que hayas terminado con ese síntoma. Pero creo que nuevamente lo tenemos bien enfocado.
HELENA
Helena: Me siento muy pesada, pesada en la silla. Siento el suelo, siento las plantas de los... plantas y talones de los pies en el suelo, éste me parece muy duro. Mi pie se mueve para arriba y para abajo... ese ruido en el tobillo. Veo cómo se cierran los ojos de Fritz. Escucho su respiración... Daniel tiene cara de preocupado... siento que me estoy sonrojando... una mano cálida debajo de mi mano fría... puedo sentir la máquina, muy silenciosa. La pieza me parece muy quieta. Quietud. Frank se ve perplejo, impaciente... eso último es juzgar. Veo que estás moviendo el pie. Vuelvo a sentir las mejillas muy calientes. Vi que moviste la cabeza hacia el lado. Te veo los ojos... (una larga pausa).
Teddy: (Suavemente). ¿Te sientes bien, Fritz?
Fritz: Mmm. ¡Fantástico!... (Voz baja, suave, con una cierta sensación de excitación). Esto me resulta una experiencia sumamente intensa. No recuerdo haberla tenido así antes, tan completamente allí, sin nada de jugar roles, sin ningún intento de relatar cosas, etc. Unidad completa -la lucha por estar físicamente-, todo entero allí -y la integración. Una vivencia enorme de los colores. No lo puedo relatar. Fue tan intensa que durante un rato pensé que no la podría soportar. Tuve un poco de esto la primera vez que escuché el concierto para violín de Bela Bartok y creí que me volvía loco o bien llegaba a entender la música.
H: Sentí que cualquier cosa que dijera iba a resultar sin sentido, porque estaba ocurriendo algo demasiado fuerte.
F: Sí, tú también lo sentiste.
H: Sí. Por eso no podía hablar. Simplemente no podía hablar.
F: Fue realmente la experiencia... como si la zona externa y la zona interna se hubieran juntado completamente sin dejar nada en medio. Un mundo solamente... (larga pausa).
H: (Reanuda su relato). Me doy cuenta que estoy censurando una serie de cosas, y no veo las caras individuales sino un grupo, colores y figuras, pero nada específico... Me siento muy descoyuntada. ¡Ah! Ah. Me siento muy cómoda en la silla, estoy silenciosa por dentro. Me probé los labios y estaban salados... Me estoy gustando los labios y están salados. Noto que los ojos de June son como dos bolitas negras, y su vestido es como tapiz. Y Dick parece como que estuviera saliendo de una película de cowboys, lo único que le falta es un revólver... Ahora me está latiendo más rápido el corazón, me estoy excitando más...
F: ¿Qué relación tiene esta situación con la situación previa, con que se asemeje a un cowboy?
H: Él me revivió -un personaje-, no una mera amalgama con la pared. Súbitamente, salió de la pared con la cabeza erguida y luego June y enseguida Dick... y sentí que me empezaba a latir el corazón. Sentí placer.
F: ¿Él te revivió?
H: Para mí. Sí. Para mí.
F: ¿Tú también reviviste?
H: Sí. Se me empezó a estimular notablemente la capacidad de mirar -como si se levantara un velo. Y no sólo estaba allí Dick fumando su cigarrillo, sino que se convirtió en un personaje total. Y los ojos y el vestido de June... ella también se convirtió en un personaje.
F: Retráete dentro de ti misma.
H: Siento un hormigueo en las manos y en los brazos y en las piernas, siento muy ligera la cabeza... -no la cabeza entera, solamente la parte de atrás, pero aquí adelante hay una presión a lo largo de la frente. Me está latiendo el corazón más regularmente, pero aún tengo la sensación de ligereza aquí -arriba y atrás-, ligereza... Parece que Jane venía de Brooklyn... de ese libro... de ese libro de las pandillas...
F: Me gusta básicamente lo que sientes. Me perturba mucho la sensación de... de que estás haciendo un reportaje.
H: Mmm... estoy reporteando.
F: Me parece que, más que reporteando..., haciendo un reportaje.
H: ¿Cuál reportaje?
F: Haciendo todo esto para el próximo número de lo que sea... la revista de Terapia Gestáltica o algo semejante. A ver, introduzcamos un factor diferente. Cada vez que salgas, usa la palabra tú y luego vuelve y usa la palabra yo. Y oscila entre el yo y el tú.
H: Cuando yo hablo acerca de otros... tú. Lo de afuera... me siento atascada y me estoy dando cuenta que me estoy juzgando, que estoy pegada aquí preguntándome qué voy a decir después. Me doy cuenta que estoy juntando las manos, que estoy impaciente... Huh... Descubro que estoy muy acalorada... y que el traje de Ginny es muy brillante... tu traje es muy brillante. Aún estoy haciendo lo mismo... (Sarcásticamente). ¡Así que tu vestido es brillante!
F: Entonces cambiemos de periodista a payaso.
H: Al fin, algo más vivo.
F: Hacer el payaso es siempre una buena salida. Donde los demás tienen paranoia, uno se convierte en payaso. La diferencia no es muy grande. Verás, el paranoico usa cualquier tipo de material que requiera para sus propósitos agresivos. El paranoico está buscando una pelea, por eso busca injuriar, dañar y todo tipo de cosas. Igualmente, el payaso usa todo lo que puede agarrar con el propósito de divertir a los demás. Bien.
BLAIR
Blair: Tengo un asunto pendiente contigo, Fritz.
Fritz: Ya.
B: (Calladamente, con enojo). No sé qué tipo de disparate (bullshit)27 Gestáltico estabas tratando de hacernos tragar anoche cuando te pedí un fósforo, pues lo único que quiero es un "sí" o un "no" cuando te pido un fósforo, y no un montón de revoltura verbal hasta tener la combinación correcta de palabras y tú produzcas entonces el fósforo. Además, hay otra cosa, cuando... quiera un sermón sobre etiqueta social, te lo pediré. En lo que a mí se refiere, entras en mi espacio vital únicamente cuando me subo allá en esa maldita silla, y en ningún otro momento. No estoy interesado.
F: (Suavemente). ¿Entonces qué debo hacer?
B: Simplemente no juegues con mi mente cuando te pido un fósforo. Puedes decir "sí" o "no" y basta. Te haré saber cuándo te necesito y esto será cuando esté allá arriba en la silla.
F: Te equivocaste. No me pediste un fósforo.
B: (Con fuerza). Claro que sí. El noventa y nueve por ciento de la gente de América, cuando uno pregunta por un fósforo, al menos las personas que tienen más de diez años de edad, no vienen y dicen: "Sí, tengo un fósforo", u otra idiotez simpaticona como ésa. Tú sabías lo que quería. ¿Por qué me estuviste jodiendo?
Dale: Esos son deshonestos.
B: ¡Oh, no me digas esa burrada, Dale!
F: ¿Me estás tratando de defender?
D: Oh, no, no, no, no. Simplemente le estoy hablando. (Risas). No, tú te las arreglas muy bien solo.
B: (Aún molesto). Esas son puras tonterías. Ese es juego gestáltico y punto. Y no me puedes mirar a mí, honestamente, y decir que no sabías que quería un fósforo.
F: (Coquetamente). Oh, sí sabía que querías un fósforo.
B: ¿Entonces por qué me tiraste toda esa porquería?
F: ¿Por qué te tiro toda esa porquería? ¡Porque yo soy ese uno por ciento! (Risas).
B: ¡Oh, pucha! Me quiero marchar de aquí.
F: Esto sí que es un hermoso resentimiento.
B: Por lo demás, sabes que me estoy poniendo de tal modo que ya ni siquiera estoy resentido contigo. (Risas). (Blair amonesta con el dedo a Fritz). Tú te ganas la vida mientras estás sentado en esa silla y... (Fritz remeda el dedo amenazador de Blair). Claro. "Niño malo". (Risas). Tú estás bien, juegas con tus propias reglas; yo jugaré con las mías. Pero no... Mis reglas son que, cuando pido un fósforo... simplemente me lo den. (Risas). Respóndeme honestamente.
F: ¿De modo que tú también puedes apreciar lo que hice?
B: Desde luego. Déjame decirte (risas) que no soy el único en este jazz, Fritz. Pero no por eso voy a dejar de estar muy jodido. El hecho es que...
F: El hecho es que ese sujeto "blah", anémico, que tú eras hace dos semanas, ahora está surgiendo con verdadera agresión.
B: ¡Silencio! Yo no era tan "blah" y anémico antes. (Risas). No, esto es un hecho... había otra cosa que quería decir... Esto es lo que quería decir. El hecho es que te quiero, pero eso no impide que a veces también te odie intensamente.
F: Desde luego que no. Ojalá... pero comienzas como si odiar fuera malo. Tú no "debieras" odiar.
B: He tenido un par de sentimientos esta mañana, Fritz, y los estoy disfrutando. (Risas).
F: Bien, gracias.
Una gran dificultad en el darse cuenta, el proceso del "ahora" que tratamos de alcanzar, es el no tomar conciencia de la actividad de uno mismo. Aclaremos esto. Resulta muy simple para la mayoría de las personas, con un poquito de entrenamiento, descubrir qué está ocurriendo en el mundo, descubrir a las personas, los colores, etc. Descubrir las propias sensaciones o emociones también es relativamente fácil, excepto cuando uno está realmente insensibilizado. Pero muchas personas fallan porque no se dan cuenta de sus actividades. Hay tanta actividad que transcurre en la zona intermedia como: "Estoy ensayando", "Estoy jugando el juego de adecuarme", "Estoy tratando de engañarte". Me gustaría que prestaran especial atención al darse cuenta de las actividades que se están efectuando. Esta puede ser la razón central del porqué algunas personas que en otro sentido son muy sensibles y a veces capaces de ver muchas cosas en los demás, son incapaces, no obstante, de penetrar en el darse cuenta del ahora, en la realidad, en ellas mismas...
MURIEL 1
Muriel: (Voz suave, matizada). Ahora me doy cuenta que estoy sentada muy hondamente en la silla. La silla me está apoyando los muslos y detrás, en la espalda... Uh...
F: Tú ves una actividad proyectada. La silla te está soportando, te está apoyando, como si la silla estuviera haciendo algo por ti.
M: Mmm. Siento que es así. Ah, me agrada que me esté apoyando los muslos... también la siento detrás de la espalda, empujando. Me estoy reclinando hacia atrás y es... igual. Siento que estoy bien, atrás, en la parte de atrás de la cabeza. Siento que mis ojos están mirando hacia arriba, esos tres pernos, o algo, y las vigas, y veo un semicírculo hecho por la viga y como la viga...
F: ¿Estás descubriendo algo?
M: Sí, la viga y esa cosa vertical en ese cuadro... son lo mismo y me pregunto si... uh, si el cuadro fue pintado de ese modo o si, cuando lo colocaron allí, ocurrió algo (se ríe) en la interacción entre la viga y el cuadro.
Steve: Es la luz del sol.
M: (Sorpresa interesada). Es la luz del sol. Ahora me doy cuenta que hay otros seres humanos en la habitación. Veo a Sally en su cosa japonesa azul profunda y blanca, y te ves muy descansada, muy fresca.
F: ¿Podrías describir lo azul un poco más en detalle? ¿Qué clase de azul es?
M: Se te ve casi negro a través del pecho, y a medida que baja y cuando... cuando llega a la parte del brazo, se pone más claro y veo los rectángulos blancos que siguen los contornos de la tela. Y ahora advierto la parte de abajo, azul rosada, y el dorado de tu argolla.
F: Sí, hazme un favor. Usa la palabra descubrir lo más frecuentemente posible, porque no estaba antes ahí. A veces es muy difícil entender la idea del fenómeno... El mundo existe, pero en realidad no existe hasta que uno lo descubre. Es únicamente una teoría hasta que uno lo ve. Ahora, pues, descubre. Has enriquecido tu mundo con algo nuevo. Cierra los ojos y ve también si puedes descubrir lo mismo dentro de ti; parte en un viaje de descubrimiento.
M: Descubro que mis dos codos están empujando hacia abajo... descubro que mis dedos están muy, muy pesados, se están cayendo, colgando, quiero decir colgando pesadamente. Descubro algo rojo, temblante, al frente de mis ojos, y mis párpados también están temblando y veo vibraciones rojas.
F: Nuevamente, déjame subrayar la diferencia entre una persona que está en el asunto de descubrir, siempre descubriendo algo nuevo, para quien el mundo se hace cada vez más y más rico. Aparecen más y más cosas y experiencias, en contraste con la persona que mantiene el statu quo, la persona cliché.
M: ¿Vuelvo a cerrar los ojos? /F: Ya./ Descubro un movimiento giratorio en la parte superior de mi cabeza. Y a medida que respiro, sujeto la respiración arriba y aprieto los hombros. Es desagradable. Aún lo estoy haciendo y es una sorpresa. Me siento atrapada en este torbellino de la parte superior de mi cabeza; no voy a continuar. Se siente como que se está subiendo. (Suspira). Y cuando respiro así, se detiene... (abre los ojos).
F: Ah, volviste a nosotros. ¿Qué descubriste en este mundo?
M: Descubro que Helena parece una estatua (se ríe)... Descubro que Dick tiene una sonrisa retorcida. Descubro que Bob está escribiendo muy afanosamente, como siempre.
F: La esencia del verdadero descubrimiento es la experiencia del "¡Ajá!". Cada vez que algo calza, cae en su lugar; cada vez que se cierra la Gestalt, aparece este "click"2g. "Ajá", el impacto del reconocimiento. De modo que tuviste un viaje bastante exitoso al otro mundo; vuelve al mundo interno.
M: ¡Oh, no quiero! Lo haré porque me dijiste que lo hiciera... Tengo un pequeño calambre acá y me siento bien si le hago masajes, me siento muy bien... De nuevo, en la parte superior de la cabeza... y siento que no quiero continuar.
F: ¿Cómo sientes esto: "No quiero continuar"?
M: Bueno, hice una especie de movimiento hacia abajo en el techo y eso provocó algo aquí arriba y lo detuve... Abrí los ojos, Fritz, ya...
F: ¿Te das cuenta de tu sonrisa?
M: No, ahora sí... Mmm, quiero sonreír y abrir los ojos, y...
F: Ves, hay algo que transcurre en la zona intermedia. Un conflicto entre "Fritz me dijo" y "No quiero hacerlo". Trata de darte cuenta un poco más del proceso en la zona intermedia.
M: Me siento mucho más segura con los ojos abiertos en este momento... Apenas los cierro, me viene ese torbellino en la cabeza.
F: ¿Podrías hacer esto en intervalos de cinco segundos? Mantén los ojos abiertos durante cinco segundos y luego ciérralos durante cinco segundos y vuelve al torbellino, vuelve nuevamente al mundo, retorna al torbellino... ve lo que ocurre entonces.
M: Pareces interesado, Teddy, y eso me agrada. Bob está con el dedo puesto en la boca para mantenerla cerrada. (Cierra los ojos). El torbellino me está empujando la cabeza hacia atrás y eso es lo que antes estaba resistiendo... Uh, me pareció difícil hablar allá, pero extremadamente reconfortante... ¡oh!
F: Entonces vuelve a nosotros.
M: Veo que hay interés en la cara de Fergus y eso me agrada... Sally, te estás sujetando la boca... me pregunto por qué.
F: Entonces vuelve a tu mundo interno...
M: Mi cabeza quiere ser sujetada. (Apoya la cabeza en la mano). Mientras más descanso... ¡oh, sí! ¡Esto es bueno! Si la dejo libre, el torbellino la empuja hacia algún lado y si la apoyo, la mano me la sujeta y no siento el torbellino.
F: Entonces vuelve...
M: Jane parece una mujer gato... cateando por detrás del pelo.
F: Cierra los ojos... ¿Tu experiencia?...
M: Temblor, ronquera, carraspeo, temblor detrás de los párpados. /F: Abre los ojos./
No quiero mirar a la gente. /F: Cierra los ojos./
Torbellino más fuerte. /F: Abre los ojos./
De verdad que no quiero mirar a la gente. /F: Cierra los ojos./
Torbellino aún más fuerte. /F: Abre los ojos./
No quiero mirar a nadie. /F: Cierra los ojos./
Los ojos me están temblando realmente ahora y me estoy sujetando las manos y la cabeza.
F: ¿Ahora podrías tratar de integrar esto? Míranos y al mismo tiempo pon atención al torbellino, trae el torbellino contigo. Podría ser difícil, pero inténtalo...
M: Uh. ¡Oh! /F: ¿Ya?/ Acabo de ver... como la luz de una aureola detrás de... la cabeza de Sally, y mientras más miro la cara de Teddy, veo los contornos debajo de tu carne... la estructura ósea. (Suavemente). Wow, uh...
F: Un pequeño descubrimiento, un pequeño paso adelante, una nueva manera de mirar. Vuelve a cerrar los ojos.
M: Quiero mantenerlos abiertos. (Cierra los ojos). Ahora veo la... la forma fosforescente de... de Teddy y no sé... oh, es Frank.
F: Ya, te los llevaste contigo. Bueno, hasta aquí no más quiero llegar. De modo que podrían darme algunas de sus impresiones.
Jane: Estuve interesada todo el tiempo.
Frank: Fue hermoso, muy hermoso. Esto es obviamente una interpretación: no te permites aceptar tu hermosura y riqueza.
Dale: Ese torbellino en la espalda. Te mantuviste en no querer hacerlo. Y cuando te permitiste hacerlo, fue muy hermoso.
F: Lo más importante es que ninguna frase fue falsa.
M: Eso me agrada mucho.
F: Este es un muy buen ejemplo de integración del mundo interno y el mundo externo. Cuando se juntan, ¡WOW.' Entonces ya no hay interferencias provenientes de la zona intermedia -ninguna explicación, ninguna interpretación, ningún chicharreo, ningún juicio. Este es el momento decisivo -la diferencia entre la rutina vieja y añeja, siempre igual, en contraste con el descubrimiento que siempre significa algo nuevo: agregar algo a la vida, agregar algo nuevo al conocimiento, agregar algo al crecimiento. Hay algo ahora en este mundo, algo que antes no estaba aquí. Esto ocurre únicamente si se está en contacto con el "ahora".
MURIEL II
Muriel: Mientras más miro al grupo, más me encuentro haciendo algún tipo de escena de despedida trágica. Es hora ya de que comencemos, sea lo que sea. Mi sueño está aquí. Apareció cuando me levanté esta mañana y ha estado todo el día parado allí, en ese mismo lugar. /F: ¿A tu lado derecho?/ Sí, allí mismo... es como muy agradable toda la cosa. Está diciendo que está allí y que se va a quedar allí, y que no tengo ninguna posibilidad de elegir... "Ya es la hora" y "Pongámonos a trabajar". Y entonces, justo al frente mío, por allá, aparece esa persona que vi en el espejo anoche, a quien no conozco y jamás he visto antes. No sé quién es...
F: ¿Y dónde estás ahora?
M: (Como si estuviera despertando). ¡Oh! Estoy en la tierra del nunca... nunca. Me encuentro con este extraño y retrocedo, retrocedo...
F: ¿Dónde estás ahora?...
M: Bueno, está muy blanco.
F: ¿No has tomado alguna droga?
M: ¡No!...
F: ¿Me ves a mí?
M: Sí. Claro.
F: ¿Ves a los demás?
M: Sí. Cuando los miro, los veo a todos muy claramente... y ahora estoy perpleja, como si algo estuviera ocurriendo. Y creo que cuando hice la cosa del ahora, ese pequeño ejercicio y tenía el torbellino en la cabeza e hice un poquito de integración, pensé después, claro, este es el tipo de cosa que hago cuando estoy volada con marihuana...
F: Alterna entonces entre tu propia vivencia y tu vivencia del grupo.
M: Mmm. Ahora te ves como la Gran Cara de Piedra... Y por dentro puedo escuchar cómo me late el corazón -bum, bum, bum... La pieza se ve muy iluminada. La luz se ve muy brillante. Y tú, Fergus, me estás mirando. Me miras como si estuvieras muerto y al mismo tiempo se te mueven las pestañas.
F: Ya. Como una película de Hitchcock.
M: (Se ríe un poco). Te ves como un enano o un duende con el pelo todo revuelto... (Cierra los ojos). Mis pies acaban de decir: "No se trata de esto". Eso es... Tengo heladas las manos y puedo sentir el aire a su alrededor cuando se mueven, con este asunto del masaje. Puedo verlas con los ojos cerrados, están bien tostadas. (Abre los ojos) ¡Caramba! (Aún hablando suavemente). Hay mucha luz aquí dentro, hay mucha luz, e inmediatamente me voy al sueño, donde no pude conseguir suficiente luz para ver...
Dale: Siento como que esta pieza entera está "arriba", en otro nivel. Quiero decir, como que nadie es de verdad, o... como que ni siento que tú estés ahí, Fritz. (Se ríe). ¿Por qué no volamos todos a la luna o algo así? Yo no sé.
Jane: Claro, yo me siento igual.
M: Ahora tengo miedo de decirles lo que vi, porque es como estar completamente volada... Sally, tus mejillas están rosadas como las de una muñeca de porcelana y los ojos se te ven profundos y oscuros y están mirando desde muy atrás...
F: ¿Sabes algo? Tienes razón
M: Claro. (Risas). Gracias.
F: ¿Pero, y eso es todo?
M: Correcto.
Dale: ¡Ay, caramba, puchas! Quiero más.
M: ¿Más qué? Oh, me encanta verte la cara, Sally.
F: Entonces, vuelve a ti misma.
M: Ohh. Sólo pies impacientes. Y ahora siento la cabeza pesada. Hay mucha pesantez por ahí... que se mueve alrededor... Ahora siento que una gran calma y quietud se ha dejado caer sobre todos. Yo estoy preocupada... ¡Da mucho miedo, Fritz!
F: Claro. Despersonalizada. Da mucho miedo. Desde luego que da mucho miedo... Es un mundo sin alma. Algo así como una Madame Tussaud glorificada.
M: (Murmurando). Oh... exactamente igual a como yo me siento.
F: Ya.
M: Tengo miedo.
F: Quédate más dentro de ti misma...
M: Ahora siento una señal... un temblor muy débil en los párpados, muy débil. Normalmente tengo tantas cosas que me ocurren por dentro. Sin embargo, no veo nada.
F: Muy bien. Vuelve a nosotros... y dinos adiós.
M: No quiero decir adiós.
F: ¿Mmm?
M: No quiero.
F: Me gustaría que lo hicieras. Tú trajiste ese tema al comienzo.
M: Sí. Yo sé, así se siente. (Voz débil). Adiós, Dale. Quizás te vea alguna vez... Adiós, Dick, ojalá lo pases bien haciendo películas... Adiós, June, no sé si nos veremos de nuevo. (Un poco más fuerte). Te dije adiós antes: adiós... Ya lo hice: adiós... Mmm... (Casi inaudible). Adiós, Teddy... (a Fritz) ¿Tú también?
F: Mmm...
M: (Suspira)... No te quiero decir adiós.
F: ¿Qué es lo que quieres?...
M: (Suspira). En realidad no sé... Muy bien, adiós. (Suspira). Eso evidentemente significa: no mires.
F: Cuando dijiste adiós, cruzaste las piernas.
M: Verdad. Cerrándome también. (Rápidamente). Adiós.
Dale: No creo que de verdad hayas dicho adiós a Fritz. Hiciste un ruido...
M: Bueno, lo hice tanto como los demás.
Dale: ¡Oh! No. Te quedaste con Teddy un largo rato.
M: Creo que sería tan terrible si lo hiciera de verdad.
F: Exactamente.
M: Bueno, un verdadero adiós es lo mismo que la muerte.
F: Ya.
M: De modo que...
F: De modo que no quieres que me muera.
M: Nnnno.
F: ¿Cuál es tu objeción?
M: ¡Oh! Quiero tenerte por aquí cerca, para poder estar contigo y sentarme en la silla caliente cada vez que me vuelvo lo suficientemente corajuda, de modo que puedes sanar a todo el mundo... Simplemente me siento adormecida.
F: Muy bien. Cierra los ojos y métete en tu adormecimiento. (Ella suspira). Ya. Eso calza.
M: ¿Mmm?
F: Eso calza, ya. Métete en tu adormecimiento.
M: Inmediatamente hice una cara. Lo siento muy pesado, especialmente en la cara... y... bueno, es como si tuviera pegada en la cara una sustancia gruesa y pegajosa, y ahora se está expandiendo... uh... no estoy...
F: Lo siguiente es sólo un experimento. No tengo idea si va a resultar o no. ¿Le dirías adiós a tu espejo?
M: Me siento como si estuviera ahora en él... inmediatamente me veo como cuando tenía ocho años.
M: Muy bien, dile adiós a la niña de ocho años.
M: ¿Es verdad que te vas a ir? Claro. Ella dice que sí. Ahora está dando vueltas y está caminando... desvaneciéndose, directamente hacia la nada.
F: Vuélvete a tu espejo. ¿Puedes decirle adiós a esa persona?
M: No conozco a esa persona.
F: Habla. ¿Es un él o una ella?
M: Ella... soy yo.
F: Bueno, primero tienen que conocerse.
M: Ahora verdaderamente lo entendí.
F: Ya...
M: (Suspira). Bueno, ella está ahí en el espejo.
F: Háblale.
M: ¿Quién eres? Nunca te he visto antes. No te reconozco. No siento que... te conozco. Nunca te he visto antes. Los ojos por lo general no se te ven así.
F: ¿Cómo se le ven los ojos ahora?
M: Bueno, son café -son mis ojos-, son café y están abiertos, y... y... hay un pequeño destello en cada uno, de más o menos la vigésima parte del tamaño que por lo general tienen en el espejo, y también hay como un punto muerto en cada uno. Así.
F: Ahora cámbiate de asiento...
M: No dice nada. Ella mira y no cambia de expresión.
F: Préstale voz: "Yo no digo ni una sola palabra".
M: Yo no digo nada. Estoy... estoy aquí mirándote. Mirándote a ti. No siento nada de vida en mí, y esas dos pequeñas manchas que ves en mis ojos, eso es simplemente luz de afuera, eso no viene de mí.
Bueno, ¿y de dónde viene? Tú lo sabes, yo no soy así, y tú eres mi reflejo en el espejo, así que...
F: Di esto una vez más: "Yo no soy así".
M: Yo no soy así. /F: De nuevo./
Yo no soy así. /F: De nuevo./
(Más fuerte). ¡Yo no soy así! /F: De nuevo./
¡Tú no eres yo! /F: De nuevo./
(Muy fuerte). ¡Yo no soy así! /F: De nuevo./
(Riéndose, temblorosa). Yo no soy.
F: Tú voz se vuelve verdadera. Sé ella de nuevo.
M: ¿Entonces quién se refleja en el espejo? ¡Ajá!...
Me pillaste... no tengo nada que responderte. Tiene que ser así. Tú eres mi reflejo.
F: Dile eso al grupo.
M: Tiene que ser así, ¿ustedes son mi reflejo?
F: Uhuh.
M: (Muy bajo). Tiene que ser así, tú eres mi reflejo. (Continúa con diversas entonaciones). Tiene que ser así, tú eres mi reflejo. Tiene que ser así, tú eres mi reflejo. Tiene que ser así... tú eres mi reflejo.
F: ¿Qué estás sintiendo?...
M: Bueno, siento que la mitad superior quiere moverse y hay sangre ahí adentro.
F: Muévela. (Fritz le tiende la mano). Déjame... Aún está fría.
M: Un poquito tibia. Está sudorosa. ¡Wow!, este aire aquí. ¡Oh, wow! ¿Dónde he estado?
F: ¿Dónde has estado?
M: No sé.
F: Cuando viniste a esta silla, estabas en un trance, no estabas aquí.
M: Loca.
F: Ya, fuera de este mundo, allí estabas.
M: Completamente loca.
F: ¿Me ves?
M: Claro. Recién recuerdo que Abe hizo algo de hipnotismo en la clase de masaje, ayer... Muy bien. Ahora siento que me está volviendo.
F: ¿Que estás volviendo al trance? /M: Claro./ Muy bien. Vuelve. /M: ¿Vuelvo?/ Vulve a tu trance.
M: Bueno, ahora siento todo este movimiento en la mano y hacia abajo por el cuello, todo este movimiento.
F: Ahora es más difícil morir, estar muerto.
M: Mmm... oh... huh... y mis manos están haciendo el masaje como lo hicimos hoy día cuando trabajé la pierna de Dale y realmente me excité y me puse a tono con el ritmo.
F: Cierra los ojos, vuelve ahora a eso.
M: ¿A dónde?
F: A la pierna de Dale.
M: Estoy haciendo este movimiento y observo cómo lo hace Molly; ella usa todo su cuerpo, lo hace con todo, entonces yo imito lo que está haciendo y realmente me meto en esa pierna, y siento todo lo de dentro de los músculos y realmente me meto en la onda. Trabajé su pierna entera y realmente entré en el ritmo, gocé cada minuto. Ahora no siento lo mismo. El tiempo me interfiere, pero...
F: Muy bien, dile adiós a esa pierna y vuelve a nosotros.
M: Está muy bien. Es... está muy tranquilo. Hay dos ojos como los de un ladrón que me están mirando...
F: ¿Podrías ser esos ojos, mirándonos a nosotros?
M: Parecen realmente grandes, y no están viendo. Quiero decir que están viendo todas las cosas que dije antes, pero es como si hubiera más que ver.
F: Ahora vuelve a la pierna, al masaje.
M: ¿La pierna de Dale? Bueno, estoy en la parte posterior de la pierna, donde era magnífico.
F: ¿Y qué descubriste?
M: Bueno, ¡todos estos asuntos que están debajo!
F: ¿Qué más?... Creí haber escuchado que descubriste algún tipo de goce o de alegría o algo así.
M: Bueno, es como si la cosa hubiera avanzado por sí sola.
F: Ya.
M: Y además no sé... no fue muy importante... ¿fue acaso una cosa tan grande?
F: Okey. Ahora se lo puedes decir al grupo.
M: Bueno, veo que ahora todos están haciendo su propia cosa. Tony está por allá atrás, en algún lugar, y Dale está de terapeuta, y June está siendo amistosa y hospitalaria.
F: Tu voz aún no está en la realidad, todavía está en un trance.
M: Muy bien...
F: Hagamos un trato. En este momento no estás muerta, sólo medio muerta.
M: Muy bien...
F: Prueba lo siguiente: permite que tu mitad superior le hable a tu mitad inferior.
M: Oh, sí, claro. Oye, ¿qué estás haciendo allá abajo? Ya, movámonos; ¿qué te está deteniendo?
No sé. La silla, supongo.
F: Te sostienes en la silla, no en las piernas.
M: Verdad. Verdad. Bueno, ¿no te puedes levantar y pararte en tus propios pies?
F: Lo dudo.
M: Lo voy a considerar. Lo voy a pensar.
F: Estás mucho más cómoda allá arriba.
M: Claro. Verdad. Verdad. Verdad. No tengo que caminar. No tengo que ir a hacer nada...
F: Me gustaría que descubrieras el piso, el suelo.
M: Muy bien.
F: Levántate. Averigua cuánto apoyo puedes lograr de tus piernas.
M: (Débilmente). Bueno, parece que tengo ahí los pies. Siento la alfombra... caramba. Todos se ven tan lejos... Y me siento tan alta, de pie.
F: ¡Ah! ¿Puedes sentir cuánto espacio ocupas en esta habitación?
M: ¡Wow! Sí.
F: ¿Te sientes de tres metros de altura?
M: No. No. Pero soy más alta de lo que soy. Bueno, no está bastante fresco. (Suspira). No, no está relacionado... no tiene nada que ver.
F: ¿Sabes una cosa? Parece que no creyeras que en realidad existes.
M: Huy...
F: Y, por consiguiente, nosotros tampoco existimos... ¿Sabes el cuento del monje Zen y la mariposa? Chuang-Tzé soñó que era una mariposa, y luego pensaba ¿y qué es esto? ¿Soy un monje Zen que acaba de soñar que era mariposa o soy una mariposa que sueña y que despierta como un monje Zen?
M: Muy bien. ¡Entonces volvamos a la pierna!
F: Tú descubres sus piernas, pero no las tuyas.
M: No, fue más bien como que no podía ver la diferencia entre mis manos y el cuerpo que se estaba moviendo y la pierna que estaba ahí y los músculos que yo estaba sintiendo. /F: Ya, ya.l y todo así.
F: No quiero hablar sobre la confluencia. Es un asunto demasiado difícil, pero eso es lo que vivencias: un ego sin límites.
Dale: Esta es la primera vez que he estado atrapado en la tierra de la fantasía. Estuve completamente atrapado.
Jane: Fue fascinante. Tuve la imagen de que eras una bruja que nos estaba hipnotizando a todos. Pero me gustó. Me gustó estar en un trance y todo eso.
Daniel: Aquí hay muchos hipnotizadores, pero ninguno tan poderoso como tú.
F: No. Es diferente. Ella no es hipnotizadora. Es sonámbula. Camina en sueños. Está hipnotizada, en trance, y todo el mundo camina con ella en el trance. Es hermosísimo para un artista.
Jane: Fue fascinante. Me acabas de incitar (turn on). Tuve un vuelo muy bueno.
M: No sé de qué están hablando...
Dale: Fue tan verdadero. No estaba ni siquiera seguro de poder caminar fuera de este edificio, ni de encontrar tierra allá afuera. De hecho, aún no estoy seguro.
F: En cualquier caso, nos llevaste a todos de viaje. Ahora aterricemos.
CLAIRE
Claire: Yo quiero lograr...
Fritz: "Yo quiero levantarme de esta silla. Tú quieres. Yo no quiero "queredores". Hay dos grandes mentiras: "Yo quiero" y "Yo trato".
C: Yo soy gorda... Esta es mi existencia (sollozando). No me gusta y me gusta. Y me estoy jodiendo constantemente por esto. Esto está siempre conmigo... Estoy aburrida de llorar por esto... ¿Quieres que me levante de esta silla?
F: No.
C: ¿No quieres que me baje?
F: No.
C: ¿Sí?
F: No... no... No quiero ni que te levantes de la silla ni que te bajes de la silla.
C: ¿Te vas a quedar sentada aquí, Claire, o estás tratando de hacer algo sobre lo que estás haciendo? (Suspira). Simplemente quieres quedarte ahí sentada y ser gorda...
(En una sección que no aparece aquí, relata un largo sueño sobre su ser gorda y rechazada, y trabaja el sueño improductivamente).
F: Muy bien. Creo que ya antes te dije mi diagnóstico.
C: Que soy hueca.
F: No. Suelo encontrar con mucha frecuencia en las mujeres gordas, carencia de límites del ego. No tienen "sí mismo" (se Jj. Siempre viven por intermedio de otras personas y éstas se les convierten en sí mismas. No puedes distinguir lo que es mío y lo que es tuyo. "Si tú lloras, entonces yo lloro; si tú gozas, entonces yo gozo". Ese es tu problema.
C: ¿Y cómo lo puedo enfrentar? He estado... después que me dijiste eso, me mantuve consciente de ello y... lo hago, muchas veces. ¿Y ahora qué?
F: No sé. Verás, cada vez, cada vez que hablas, hablas acerca de la imagen, acerca del concepto que tienes de ti misma. Cuando durante un momento (en el trabajo de sueño omitido) te convertiste en ti misma, te pusiste en contacto contigo misma, entonces te sentiste bien y sexy... hasta que de nuevo tuviste que...
C: Bueno, claro. Sigo sintiéndome bien y sexy y tengo todo el sexo que quiero y todo eso y... y... y... pero uno puede únicamente hacer el amor durante doce horas o algo así. (Riéndose). Uno no puede hacerlo todo el tiempo...
F: Ves, de nuevo una fantasía... Otra vez un concepto. Ocasionalmente tienes que comer y cosas semejantes.
C: Claro, uno lo hace. Así uno se mantiene gordo.
F: Ahora trabaja la idea de que no tienes límites de contacto. Lo que tocas, lo que degustas, lo que ves, cualquier límite de contacto es en ti borroso o tal vez inexistente. No tienes límites y tienes que engordar y engordar hasta que ocupes todo el universo.
C: Siento eso. Eso es lo que temo. Mmm. Bien. Muy bien. Entonces... con Abe... no sé cómo... Mi primer impulso es ser Abe.
F: Ya, exactamente... ¿puedes sentirte como Abe? (Claire imita la postura de Abe). Ahora siéntete como tú misma. Cierra los ojos y trata de darte cuenta de ti misma.
C: Mmm.
F: ¿Qué es lo que sientes?
C: Me siento incómoda en esta posición.
F: Ajá. ¿Y qué más?
C: Me siento separada de Abe. Aún me siento contigo, como que soy una imagen de Abe, aquí mismo, pero siento mi propia vagina.
F: ¿Eso es todo? ¿Sientes alguna otra cosa que no sea tu vagina?
C: Sí, desde luego. Me siento los brazos y las manos y la silla dura, debajo, y cómo me duele de tanto estar sentada en esta posición.
F: Bien. Ahora vuelve a Abe. ¿Cómo vivencias a Abe?
C: Estoy separada, y luego lo puedo traer a él también aquí.
F: ¿Podrías permitirle que se quedara allí y ponerte en contacto con él en vez de consumirlo? ¿Sin tragártelo y contribuir a tu gordura?...
C: (Vacilante). Claro.
F: ¿Qué es lo que sientes?
C: Él está simplemente ahí y se está sobando una pierna...
F: Ya.
C: Y está mirando... y yo estoy acá.
F: No te lo creo del todo. Creo que estás tratando de agradarme.
C: Me siento yo misma aquí y lo siento a él ahí.
F: ¿Y qué es lo que ves ahí? ¿Qué vivencias?
C: Oh, Bob está jugando con su pierna y está mirando. Veo que tu barba y tus ojos están mirando y tu boca está cerrada con fuerza...
F: ¿Aún estás ahí?... ¿Experimentas alguna reacción hacia él?
C. (Más animadamente). ¡Sí! Aquí me siento como una mujer y él me atrae sexualmente. Me parece que ahora estoy flirteando con él. No siento eso a que te estás refiriendo. No siento eso... eso... que él sea realmente yo o que yo sea realmente él, ni tampoco siento que esté totalmente separado de mí, allá. Siento una conexión entre nosotros, pero esta conexión no es... ah... una conexión de verdad, como que está ahí no más.
F: Considera a Sally...
C: Bueno, yo veo a Sally ahí y veo que sus pies se están moviendo y... y...
F: ¿Y cómo te vivencias a ti misma? Cierra los ojos.
C: Más como Sally que como Abe. Ahora me siento más como Sally. Sin embargo, no creo que eso sea poco común.
F: Pero tú no reacciones ante ella.
C: No reacciono por mis propios medios.
F: Tú no reaccionas frente a ella. La destruyes. No reaccionas a ella, la destruyes tragándotela.
C: No me la trago como dices.
F: En vez de reaccionar ante ella. No hay contacto. El contacto es la apreciación de las diferencias.
C: En otras palabras, ¿cómo me siento respecto a Sally?
F: Ya.
C: Bien, yo siento que estás un tanto interesada y... yo...
Frank: Todavía estás describiendo.
Dale: Todavía eres ella.
C: Bueno, uno de ustedes dice que todavía soy ella y el otro dice que la estoy describiendo.
Dale: Es lo mismo.
Frank: Casi.
F: Es la misma cosa. En ambos casos no tienes una reacción hacia ella. Lo propio tuyo (selJ3 está borrado.
C: A mí... a mí... ahora no me importa si está o no particularmente interesada en mí.
F: Aún no reaccionas hacia ella. Estás reaccionando ante un espejo... Puedes imaginarte un vaso de agua. Ahora bien, ¿cómo reacciona una gota de agua, en el vaso, frente a las demás?
C: Se mantiene separada, aparte.
F: (Amonestándola amistosamente). Ajá. Hay una confluencia. Eso no es una reacción. Hay igualdad. No hay contacto, no hay límites. Toma dos cubos de hielo... sí, ellos pueden contactar entre sí. Se tocan; ahí hay una diferencia.
C: Me está costando mucho conectarme con lo que estás diciendo.
F: Claro, claro, lo sé. Tienes...
C: Cubos de hielo... tienen contacto entre sí y se mantienen como cubos de hielo separados.
F: Ya. ¿Y el agua?... ¿Siguen en contacto los cubos cuando se derriten?
C: Se están mezclando.
F: Entonces confluyen. Desaparece toda sensación de contacto.
C: Bueno, lo que me tenía enredada acerca del agua fue que yo... alguien me dijo que una gota de agua se mantiene separada, y yo no lo sabía.
F: Estás mintiendo. Nadie te dijo eso.
C: Bueno, no estoy... !F: Estás mintiendo./ dispuesta a usar mi autoridad.
F: Lo estás inventando. Ad hoc.
C: No quiero hablar de eso. Quiero preocuparme de los cubos de hielo y de algo más que está mezclado con el aire... una partícula de aire... que se mantiene cambiante y moviéndose a otros lugares. No puedo ni siquiera imaginarme cómo es una partícula de aire.
F: Muy bien, te muestro algo. Observa el humo de mi cigarrillo... ¿Ves el humo? /C: Sí./ Ahora observa. Está en contacto con el aire, ¿verdad? /C: Sí./ ¿Puedes ver cómo disminuye el contacto, cómo se hace más y más confluente?
C: Sí. Hasta que está mezclado, todo junto.
F: ¿Ahora me puedes decir cuál es humo y cuál es aire? C: No.
F: Bueno, esa es tu situación. Tú no sabes qué es aire y qué es humo. El contacto es la apreciación de las diferencias. No sabes lo que es tuyo y lo que es del otro. Yo diría, probablemente, con la excepción de tus relaciones sexuales. Tus genitales aún tienen funciones de contacto, al menos como tú lo describes. Pero incluso ahí no estoy completamente seguro. ¿Sientes la diferencia entre tu vagina y el pene cuando fornicas?
C: Desde luego que sí.
F: Bien, entonces allí hay contacto. Entonces, aparentemente tu intensidad sexual...
C: También puedo sentir eso cuando estoy tocando a alguien. Son distintos a mí. Tú ahora eres distinto a mí. Por eso no entiendo. Yo no soy tú. No siento que sea tú, en absoluto.
F: Ya.
C: Bueno, yo...
Dale: Proyectas algo sobre una persona, y entonces el único modo de recobrarlo es llevártela para dentro.
C: Me gustaría intentar eso y ver lo que puedo hacer. Me parece ajeno. Si proyecto en Steve lo que creo que está sintiendo, entonces estoy invirtiendo algo en él y luego tengo que recobrarlo. ¿Es eso lo que me quieres decir?
Fergus: Bueno, creo que lo que debes hacer es engordar y engordar.
C: (Sarcásticamente). Oh, gracias.
F: En estos momentos, por ejemplo, están todos ustedes dispuestos a que ella los engulla. Y ella se finge hambrienta, estúpida: "Tú tienes que alimentarme". Y todos se acercan y desean que los engullan. Por favor, les pido que no lo hagan. Cada vez que alguien se quede pegado, no vengan a rescatarlo...
C: Claro. Me parece que sería un modo muy fácil... de detenerme esta sesión. Sabes, para que diga que estoy tratando de tragarme a la gente, entonces tengo que decirme a mí misma algo que me he dicho muchas veces: que si quiero adelgazar, no hay razón alguna para que no adelgace. Sucede que, sencillamente, quieres tragarte a la gente y sentir lástima de ti y todo eso. Bueno, he vivido en esto muchos años.
F: Ahora, trata de engullirme a mí.
C: Sí. Exactamente. Yo sé eso. Entonces uno de mis... ¿dónde voy a parar? Todavía me quedo con mi estúpido problema y... /F: Todavía te deja con hambre./ Me estoy haciendo la idiota.
F: Aún estás hambrienta.
C: Sí... Lo cual alimenta al otro problema.
F: Lo cual alimenta al otro problema...
C: Entonces, ahora, digo, bueno, ¿y cómo puedo hacer algo con esto? Aún estoy pegada en esto.
F: "Dame respuestas. Cómo puedo enfrentar esto. Ya pues, ya pues, dame, dame, dame".
C: Sabes... en realidad, ya ni siquiera deseo respuestas, porque en verdad nadie es verdaderamente, tú sabes... todo el mundo tiene una respuesta y no me sirven de nada.
F: "Ya pues, dame la respuesta correcta, la única que es verdaderamente alimenticia, sácame de mi impasse".
C: Así es que estoy de vuelta en la misma cosa. Yo soy la que tengo que darme a mí misma la respuesta para salir del impasse.
F: No. Las respuestas no ayudan.
C: Bueno, ¿y entonces qué mierda ayuda?... ¿Qué es lo que ayuda?
F: Otra pregunta. "Ya pues, ya pues".
C: La respuesta es, uno deja de comer si uno no quiere comer.
F: Aquí están todos los síntomas típicos del impasse. El carrusel... todo el mundo ve lo obvio, excepto el paciente. Los vuelve locos, está pegada. Está desesperada. Moviliza todos los trucos que posee, para salir del impasse. Tengo la impresión que partiste con algún tipo de sensación interna, que estás muertas. O tú lo llamas aburrida. Aburrida y vacía. Aún tienes que llenarte...
C: Sí, en realidad como cuando estoy aburrida y vacía. A veces también como cuando... cuando estoy llena y no estoy aburrida.
Jane: Claire, ¿cómo es que estás muerta...?
C: (Carraspea)... No me siento muerta... ¡Oh, mierda!
F: "Me siento muerta. Me siento muerta cuando estoy aburrida. No, no me siento muerta". Y nuevamente estás en el carrusel.
C: No. No estoy muerta, sólo estoy aburrida y vacía.
F: Bueno, sé entonces la aburrida y vacía.
C: Aburrida y vacía cuando me niego a ponerme en contacto conmigo misma. Cuando no estoy en contacto conmigo misma. Es una trampita que me hago a mí misma.
F: Exactamente. En vez de ponerte en contacto con tu aburrimiento y tu vacío, quieres llenarlo con algún otro...
C: Sí, y tampoco resulta.
F: Desde luego que no resulta.
C: Nunca resulta.
F: Podrías llenar un desierto con millones de dólares en flores artificiales. Y aun así no florecería.
C: Claro. Eso es cierto.
F: Si evitas tu vacío y lo llenas con roles falsos y actividades sin sentido, no vas a llegar a ninguna parte. Pero algo empieza a ocurrir si realmente te pones en contacto con tu vacío... el desierto empieza a florecer. Esta es la diferencia entre un vacío estéril y un vacío fértil. Muy bien.
JANE 1
Jane: Ah, en mi sueño voy a casa a ver a mi madre y a mi familia... estoy... conduciendo mi auto desde el sur hacia... la casa de mi madre...
Fritz: ¿Qué está ocurriendo en este momento?
J: Realmente da miedo estar aquí. No me imaginé que sería tan terrorífico. (Esta sesión se efectuó en una sala grande, con otro grupo de seminario; había 30 personas observando).
F: Cierra los ojos... y quédate con tu temor... ¿Cómo sientes el temor?
J: Temblor en la parte superior del pecho (suspira), saltos en la respiración. Ah, me... me está temblando la pierna derecha. La pierna izquierda... ahora la pierna izquierda me está temblando. Si mantengo cerrados los ojos el tiempo suficiente, también me van a empezar a temblar los brazos.
F: ¿En qué momento surge este temor?
J: Miré allá a la gente. (Risas).
F: Entonces mira otra vez. Háblale a esa gente: "Ustedes me dan miedo", o algo así.
J: Bueno, ahora no es tanto. Estoy escogiendo y eligiendo.
F: ¿A quién escoges y eliges?
J: Oh, Mary Ellen y Allison, John. Me salté un montón de caras.
F: Ahora traigamos a tu madre y a tu padre al auditorio.
J: No los miraría.
F: Díselo a ellos.
J: Ah, donde sea que estén sentados, yo no voy a mirarlos... porque... ¿quieres que lo explique? Oh, no. (Risas). Muy bien, mamá y papá, no los voy a mirar.
F: ¿Qué sientes cuando no los miras?
J: Más angustia. Cuando te cuento el sueño... es lo mismo.
F: Muy bien. Cuéntame el sueño.
J: Bien. Voy camino a casa a ver a mi madre y a mi padre y estoy ansiosa todo el camino mientras viajo. Y... hay una escalera para llegar a la casa, de más o menos sesenta escalones. Y en el sueño me da más y más miedo. Entonces abro la puerta y la casa está muy oscura. Y llamo a mi madre... Oh, me doy cuenta que todos los autos están ahí, ellos deben estar en casa. Llamo a mi madre y no hay respuesta. Llamo a mi padre y no hay respuesta. Llamo a los niños y no hay respuesta. Es una casa muy, muy grande, y me voy de pieza en pieza buscándolos y llego al dormitorio, y mi madre y mi padre están en cama, pero ellos, ellos no son mis... son esqueletos. No tienen piel. No están, no hablan... no dicen nada. Y yo tiemblo... Este sueño me ha ocurrido muchas veces y ahora último estoy lo suficientemente valerosa como para sacudirlos. Pero...
F: En el sueño puedes desempeñar la parte... ¿Qué pasa cuando los sacudes?
J: Ah, nada. Quiero decir... simplemente siento un esqueleto... un esqueleto. Y les grito muy fuerte en el sueño. Y les digo que despierten. No despiertan. Son tan sólo esqueletos.
F: Bien. Comencemos de nuevo. Estás entrando a la casa, ¿ya?
J: Muy bien. Estoy entrando a la casa y en primer lugar... en primer lugar, camino hacia la cocina y está muy oscuro y no tiene el mismo olor que yo recuerdo. Tiene un olor azumagado, como si no la hubieran limpiado durante mucho tiempo. No escucho ruidos. Generalmente hay mucho ruido, mucho ruido de niños. Y no se escucha ruido. Entonces me voy a lo que era antes mi dormitorio y no hay nadie, nadie. Está todo limpio. Todo está en orden, nada ha sido tocado.
F: A ver si podemos tener un encuentro entre la cocina y tu dormitorio.
J: La cocina y el dormitorio. Muy bien. Yo soy la cocina y no tengo el mismo olor que generalmente tengo. Generalmente tengo olor a comida, generalmente tengo olor a gente. Ahora tengo olor a polvo y telarañas. Generalmente no estoy muy ordenada; ahora estoy muy, muy ordenada. Todo está guardado. No hay nadie dentro de mí.
F: Ahora representa al dormitorio.
J: El dormitorio... Estoy muy... muy ordenado. No sé como hacer el encuentro con la cocina.
F: Simplemente haz alarde de lo que eres.
J: Bueno, yo soy tan ordenado como tú. Yo también soy muy ordenado. Pero también tengo mal olor como tú, y no huelo a perfume, no huelo a gente. Simplemente huelo a polvo. Pero no tengo polvo en el suelo. Estoy muy ordenado y muy limpio. Pero no huelo muy bien y no me siento tan bien como de costumbre. Y sé que cuando entra Jane, se siente mal cuando estoy tan ordenado y no hay nadie dentro de mí. Ella entra en mí como entra dentro de ti, en el sueño. Tiene mucho miedo. Y somos muy... estoy muy vacío. Estoy muy hueco. Y cuando haces un ruido, hace eco. Así se siente en el sueño.
F: Ahora sé la cocina otra vez...
J: Yo estoy muy hueca, también... yo, oh...
F: ¡Ya! ¿Qué pasó?
J: Me siento vacía.
F: Sientes tú el vacío ahora. /J: Claro./ Quédate con el vacío.
J: Muy bien, yo... no lo siento allí ahora. Espera. Lo perdí. Soy muy, tú sabes, yo...
F: Quédate con la experiencia del "ahora".
J: Vuelvo a experimentar esa sensación de ansiedad.
F: Cuando te conviertes en la cocina. ¿Sí?
J: Sí. Claro, yo soy la cocina... y no tengo aire fresco. No hay nada bueno... debería estar haciendo un encuentro con el dormitorio. Mmm. Ohhh...
F: Dile todo esto al dormitorio.
J: Estoy tan azumagada como tú. No tiene mucho sentido, porque estoy muy limpia y sin manchas. Y la madre de Jane generalmente no me mantiene tan limpia ni ordenada. Suele estar muy ocupada como para mantenerme tan ordenada. Algo me ocurre. No estoy recibiendo el tipo de atención al que estoy acostumbrada. Estoy muerta. Una cocina muerta.
F: Repite eso.
J: Estoy muerta. /F: De nuevo./ Estoy muerta.
F: ¿Cómo vivencias el estar muerta...?
J: Bueno, no parece malo...
F: Ahora quédate como estás y date cuenta de tu mano derecha y de tu mano izquierda: ¿qué están haciendo?
J: Mi mano derecha está temblando y está abierta. La izquierda está muy apretada y mis uñas se me están hundiendo en la palma de la mano.
F: ¿Qué quiere hacer tu mano derecha?
J: Está bien así. Yo creo que no quiere temblar.
F: ¿Nada más? ¿Quiere detenerse? ¿Tenderse? No puedo leer tu mano derecha. Continúa el movimiento. (Jane hace movimientos como de tender la mano derecha). Quiere tenderse. Bien. ¿Y qué hace tu mano izquierda...?
J: Mi mano izquierda quiere sujetarse. Se está sujetando con fuerza. Mi mano derecha se siente bien.
F: Entonces cambia. Deja que la mano izquierda haga lo que está haciendo la derecha y viceversa. Tiende la mano izquierda.
J: No... Mi mano izquierda no quiere tenderse.
F: ¿Cuál es la dificultad de extender y alcanzar con tu mano izquierda?
J: Se siente muy diferente, y mi mano derecha no está empuñada: está floja, blanda. Lo puedo hacer, lo puedo hacer, sin embargo...
F: Eso sería artificial. /J: Claro./ Ahora, nuevamente, tiende la mano izquierda... (suavemente). Alcánzame a mí... (Jane estira la mano como alcanzando algo... (suspira)... ¿Ahora qué ocurrió?
J: Comenzó a temblar... y la detuve.
F: Ahora tengamos un encuentro entre tus manos derecha e izquierda, tal como estaban originalmente: "Yo me estoy sujetando y tú te estás tendiendo".
J: Soy la mano derecha y me estoy tendiendo. Soy libre. Estoy muy relajada e incluso cuando tiemblo no parece malo. Estoy temblando ahora y así se está bien...
Ah, soy la mano izquierda y no quiero tenderme. Hago un puño. Ahora tengo largas las uñas, tan largas que me hago daño cuando empuño la mano... Oh...
F: Ya, ¿qué ocurrió?
J: Me hice daño.
F: Quiero decirte algo que generalmente viene al caso. No sé, sin embargo, si va a ser adecuado a ti. La mano derecha suele ser la parte masculina de la persona y la mano izquierda, la parte femenina. El lado derecho es el agresivo, activo, el que va hacia fuera, y el lado izquierdo es sensitivo, receptivo y abierto. Ahora ensáyalo, averigua si te resulta adecuado.
J: Muy bien. Tú sabes que a la gritona no le cuesta salir. /F: Ya./ Pero la parte suave... no es fácil...
F: Muy bien. Entra a la casa de nuevo y ten un encuentro con lo que allí halles... con el silencio.
J: Encuentro con el silencio. /F: Silencio, ya./ ¿Ser el silencio?
F: No, no. Entras a la casa y todo lo que encuentras es silencio. ¿Verdad?
J: Sí. Me molesta. El silencio me molesta. No me gusta.
F: Dile esto al silencio.
J: Yo soy. Él está sentado ahí. Me molestas. No me gustas. No escucho mucho en ti y cuando lo hago, no me gusta.
F: ¿Qué contesta el silencio?
J: Bueno. Nunca he tenido la oportunidad de aparecer mucho, porque, cuando era joven, siempre estaban cerca muchos niños y tus padres, los dos, son harto gritones y tú también lo eres; en realidad no sabes mucho de mí. Y tengo la impresión que quizás me tienes miedo. ¿Podrías tenerme miedo?
Ahora ensayemos eso. Claro. Ahora no siento miedo, pero podría llegar a tenerte miedo.
F: Entonces entra a la casa una vez más y encuéntrate de nuevo con el silencio. Vuelve al sueño.
J: Muy bien. Estoy en la casa y está muy silenciosa y no me gusta. No me gusta que esté silenciosa. Quiero escuchar ruidos, quiero escuchar ruidos en la cocina, ruidos en los dormitorios, y quiero escuchar niños (la voz se le comienza a quebrar), quiero escuchar a mi madre y a mi padre riéndose y hablándose...
F: Díselo a ellos.
J: Los quiero escuchar, riéndose y hablando. Quiero escuchar a los niños. Los echo de menos (empieza a llorar). No puedo soltarme de ustedes... quiero escucharlos. Quiero escucharlos... quiero escucharlos.
F: Muy bien, ahora invirtamos el sueño. Déjalos hablar a ellos. Resucítalos.
J: Resucítalos. /F: Ya./ Los tengo aquí.
F: Dices que los tratas de remecer. Sólo son esqueletos. /J: (Con temor). ¡Ohhh!/ Quiero que tengas éxito.
J: Quieres que tenga un encuentro... estoy confusa. (Ha dejado de llorar).
F: Estás en el dormitorio, ¿verdad? /J: Sí./ Tus padres son esqueletos. /J: Uhuh./ Por lo general los esqueletos no hablan. A lo más tiemblan, y claquetean. /J: Claro./ Yo quiero que los resucites.
J: Que los haga vivir.
F: Hazlos vivir. Hasta aquí dices que los borrarías. Eso es lo que estás haciendo en el sueño.
J: En el sueño los sacudo. Los tomo y los remezco.
F: Háblale a ellos.
J: ¡Despiértense! /F: De nuevo.!
(Con fuerza). ¡Despiértense!!F: De nuevo.!
(Con fuerza). ¡Despiértense! /F: De nuevo.!
(Con fuerza). ¡Despiértense!... Y... (En voz alta, casi llorando). ¡No me pueden escuchar! ¿Por qué no me oyen?... (Suspira). Y no contestan. No dicen nada.
F: Ya, pues. Haz trampa. Invéntalos. Resucítalos. Hagamos un juego falso.
J: Muy bien. No sabemos por qué no te podemos escuchar. No lo sabemos. No sabemos ni siquiera que no queremos escucharte. Somos simplemente esqueletos. ¿O estamos quietos? No... No sabemos por qué no te podemos escuchar. No sabemos por qué estamos así. No sabemos por qué nos encontraste así. (Llorando). Quizás, si nunca te hubieras ido, quizás, si nunca te hubieras ido, esto no habría ocurrido. Eso es. Eso habría dicho. Eso es lo que habrían dicho.
F: Muy bien. Vuelve a tu asiento...
J: Me parece que quiero decirte que me fui demasiado pronto y que en verdad no me puedo ir del todo. (Casi llorando).
F: Diles que aún los necesitas.
J: Aún los necesito.
F: Diles más detalladamente lo que necesitas.
J: Aún necesito que mi madre me tenga en brazos.
F: Díselo a ella.
J: Todavía necesito que me abraces. (Llorando). Quiero ser una niñita, a veces... olvídate de los "a veces".
F: Aún no le hablas a ella.
J: (Sollozando). Muy bien. Mamá, mamá, tú crees que soy muy grande y yo también creo que soy muy grande. Pero hay una parte mía que no se ha separado de ti y no puedo... no puedo dejar que se vaya.
F: ¿Ves cómo ésta es la continuación de nuestra última sesión? Empezaste como una desvergonzada y luego empezó a aparecer la ternura. Ahora parece que lo que necesitas es ternura... Sé tu madre.
J: (Tímidamente). Bueno, tú sabes que puedes volver cuando quieras, Jane. Pero no va a ser igual que antes, porque tengo otras niñitas que cuidar. Tengo que cuidar a tus hermanas, que son pequeñas, y tú eres una niña grande y ahora te puedes cuidar sola. Estoy contenta de que estés tan grande. Estoy contenta de que seas tan habilidosa... De todos modos, ya no sé cómo hablarte. Quiero decir que... te respeto, pero la mitad de las veces no te entiendo... (sollozando) y, y...
F: ¿Qué ocurrió ahora? ¿Qué ocurrió cuando te detuviste?
J: Me dolió el estómago. Me sentí frustrada.
F: Díselo a Jane.
J: Jane... (llorando). Me duele el estómago. Me siento frustrada porque no te entiendo; porque haces cosas tan raras; porque te fuiste tan joven y en realidad nunca volviste. Huiste de mí y yo te quería y quería que volvieras y tú no quisiste volver. Y ahora quieres volver y es demasiado tarde.
F: Representa otra vez a Jane.
J: (Sin llorar). Pero aún te necesito. Quiero sentarme en tu falda. Nadie más me puede dar lo que tú tienes. Mamá, todavía te necesito (llorando)... No lo puedo creer. Simplemente no puedo creer lo que estoy diciendo. Quiero decir que puedo estar de acuerdo con lo que estoy diciendo, pero...
F: Bueno. Interrumpámonos aquí. De todos modos ya te despertaste. Vuélvete al grupo. ¿Cómo nos vivencias a nosotros? ¿Puedes decirle al grupo que necesitas una madre?
J: Mmm (risas). (Jane ríe). Te lo puedo decir a ti, Fritz. Ah, no, son demasiados.
F: Muy bien, ahora veamos si podemos juntar estas cosas. Ten un encuentro entre tu dependencia infantil y tu desparpajo. /J: Muy bien./ Esos son tus dos polos.
J: (Como el desparpajo). Eres realmente una porquería. Incluso pare-
ces una porquería. Te has movido por todas partes. Has estado aquí por largo tiempo. Has aprendido muchas cosas. Sabes cómo estar sola. ¿Qué diantres te pasa? ¿De qué estás llorando?
Bueno, me gusta ser desvalida a veces, Jane, y sé que no te gusta. Sé que no sueles soportarlo. Pero a veces sucede. Parece que no puedo trabajar con Fritz sin que suceda. Lo puedo ocultar... durante largo tiempo, pero... si no te encaras conmigo de verdad, voy a seguir apareciendo y nunca voy a poder crecer.
F: Repite esto último.
J: Voy a seguir apareciendo y quizás nunca vas a crecer.
F: Dilo con mucho más rencor.
J: Voy a seguir apareciendo y quizás nunca vas a crecer...
F: Muy bien. Sé otra vez el desparpajo.
J: (Suspira). Bueno, he tratado de pisotearte y ocultarte y empujarte a los rincones y hacer que todo el mundo crea que no existes. ¿Qué más quieres que haga contigo? ¿Qué quieres de mí?... Quiero que me escuches...
F: ¿La Jane desvergonzada está dispuesta a escuchar?
J: Acabo de empezar a escuchar... Muy bien, te voy a dar una oportunidad. Siento que si te doy una oportunidad... (empuña amenazadoramente la mano derecha).
F: ¿Ya? ¿Ya?... No, no, no, no lo escondas. Deja que salga. No le diste una oportunidad, la amenazaste.
J: Sí, sí lo sé. Eso es lo que hago.
F: Ya, ya... Dale ambas. Dale una amenaza y dale una oportunidad.
J: Muy bien, te voy a dar una oportunidad. (La mano derecha hace señal de amonestar).
F: Ajá, eso significa "ven a mí".
J: Claro. Juntémonos. Tratemos de juntarnos y veamos qué podemos hacer... Pero te advierto (risas), si continúas engañándome del modo que lo haces, Jane, con tus lloriqueos y tu dependencia... nunca me vas a dejar crecer. (Pensativamente). Nunca te lo voy a permitir... Mmm (risas). Bien.
F: Vuelve a ser la otra Jane.
J: Bueno, no quiero crecer... esta parte de... no quiero crecer. Quiero seguir así como soy.
F: Repite esto último.
J: Quiero seguir así como soy.
F: "No quiero crecer".
J: No quiero crecer. /F: De nuevo./
No quiero crecer. /F: Más fuerte./
No quiero crecer. /F: Más fuerte./
No quiero crecer (la voz empieza a quebrarse). /F: Más fuerte./ ¡NO QUIERO CRECER!
F: Di esto con todo el cuerpo.
J: (Llorando). ¡No quiero crecer! No quiero crecer. Estoy cansada de crecer. (Llorando). ¡Es demasiado difícil!... (Suspira).
F: Ahora vuelve a ser la Jane desvergonzada.
J: Claro que es difícil. Yo sé que es difícil. Pero lo puedo hacer. Yo puedo hacer cualquier cosa. Ando por ahí demostrándolo todo el tiempo. ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué estás siempre detrás de mí? Tienes que alcanzarme... Ven y alcánzame...
Muy bien, te voy a alcanzar, Jane, pero tienes que ayudarme.
F: Dile cómo te puede ayudar.
J: Tienes que permitirme existir sin amenazarme, sin castigarme.
F: Repítelo.
J: (Casi llorando). Tienes que permitirme existir sin amenazarme ni castigarme.
F: ¿Puedes decirlo sin lágrimas?
J: (Calmadamente). Tienes que permitirme existir sin amenazarme ni castigarme.
F: Dile esto al grupo. La misma frase...
J: Tienen que dejarme existir sin amenazarme ni castigarme.
F: Dile esto también a Raymond. (El novio).
J: (Llorando). Tienes que dejarme existir sin amenazarme... tú sabes eso...
F: ¿Entendiste?
J: Sí...
F: Bien.
JANE II
Jane: Anoche tuve un sueño que me gustaría trabajar. Estoy en este parque de diversiones y es muy ruidoso, muy abigarrado... Y estoy atravesando el gentío y me topo con la gente y la gente se topa conmigo, y no lo estoy pasando bien. Y estoy llevando de la mano a mi hermano chico para que no se pierda. Y estamos atravesando el gentío y él dice que quiere entrar a... uh... ese juego donde la gente se mete a esos asientos pequeños y atraviesa un túnel. Y... uh...
Fritz: Volvemos al asunto "y". Tú usas "y, y, y" como si temieras que los eventos no se sustentaran por sí mismos.
J: Claro. Entonces no tenemos dinero... no tenemos dinero para meternos en ese juego. Me saco el reloj de la muñeca y se lo doy a mi hermano y le digo a él que le pregunte al hombre que recibe los boletos si recibiría el reloj en pago. Vuelve y me dice que el boletero no va a aceptar el reloj, así que nos vamos a entrar a escondidas.
F: Bueno. Comencemos otra vez el sueño. Ahora no lo sueñas tú; tu hermano lo está soñando.
J: (Más animosamente). Bueno, estamos en este parque de diversiones y es muy entretenido, excepto que mi hermana tiene que asirme de la mano. Me está apretando la muñeca para que yo no me pierda; yo quiero que me suelte. En realidad no me importa si me pierdo. Pero a ella le importa, así que la dejo sujetarme de la muñeca. Hay un juego al que me quiero subir. No me importa si ella viene conmigo o no, pero sé que no me va a dejar, a menos que también pueda venir, a menos que pueda estar conmigo. Ella no quiere estar sola... No tenemos dinero para subirnos, y me da su reloj. Estoy feliz por... porque ahora tenemos cómo subir. Le pregunto al hombre de los boletos y no da resultado, pero tengo muchísimas ganas de subirme al juego.
F: Repite esto último.
J: Tengo muchísimas ganas de subirme al juego. /F: De nuevo./ Tengo muchísimas ganas de subirme al juego. /F: De nuevo./
(Más fuerte). Tengo muchísimas ganas de subirme al juego.
F: No te creo.
J: Oh... yo no quiero; mi hermano quiere. (Risas). Mmm. De verdad quiero subirme en eso, Jane. Realmente quiero ir... Aunque no quieras ir conmigo, yo quiero ir. Es divertido. Así que dame tu reloj... y ella me da el reloj. El hombre de los boletos dice que no. ¡Jane! Nos vamos a meter a escondidas. Ella no quiere. Bueno, entonces yo me voy a meter a escondidas. ¡Oh! No quieres ir sin mí, así que también vas a tener que meterte a escondidas. Muy bien, nos vamos a meter a escondidas. En lugar de que tú me tomes de la mano, yo te voy a tomar a ti de la mano y yo te voy a ayudar a ti a meterte a escondidas. Sujétate y pasemos por debajo de la reja, yo soy muy pequeño, soy muy joven...
F: Interrúmpelo, ahora. Cierra los ojos y siéntete las manos.
J: Mmm. Tengo rígida la mano derecha, muy rígida. Está apuntando a algo. La mano izquierda me está temblando... está abierta. Me están temblando las dos manos. Me están temblando las dos manos. Y me siento rígidas las rodillas y los tobillos. No siento la habitual pesantez en el pecho. Pero me siento pesada en la silla, y mi mano derecha está apuntando. Y ahora...
F: Advertí que mientras tirabas... la mano derecha es el hermano, y la mano izquierda es Jane.
J: Mmm... Olvidé dónde estaba. Yo soy Jane. Oh, vamos, claro, nos vamos a meter a escondidas. Tengo mucho miedo, pero tengo más miedo de perderlo a él que de meterme a escondidas y que me pillen, así que le tomo la mano...
F: Espérate un momento. ¿Cómo se llama tu hermano?
J: Paul.
F: Paul todavía está soñando el sueño.
J: ¡Oh! Muy bien. Tómame de la mano, entonces. Sé que tienes miedo de cosas como éstas, pero también sé que tienes tanto miedo de que me pierda; por eso me puedo colar, y puedo conseguir que tú te cueles conmigo, porque quiero meterte a escondidas en este juego. Y me encanta divertirme, me voy a divertir bastante, aunque tengas miedo. Vamos, vamos a pasar por debajo de la reja y vamos a irnos entre las piernas de la gente y pasaremos por el lado del vendedor de los boletos...
F: No te creo. No estás en el sueño. La voz te hace Ahhhhhhhrrrr...
J: Me duelen las piernas, me duelen, y los muslos como que... Tengo a Jane tomada de la mano. Vamos, vamos (la voz se hace más expresiva), vamos pasando entre las piernas de la gente y estamos... estamos gateando y (brillante, feliz) me gusta, me gusta hacer esto y ella tiene miedo. (Solloza). Y vamos, vamos a entrar por la puerta, vamos a pasar por la puerta y me está arrastrando y yo la estoy arrastrando a ella. Estoy tratando de empujarla adentro y ella no viene conmigo. Le agarro la muñeca tal como ella me tenía la mía y la tiro y soy más pequeño que ella, pero la puedo tirar y ella está con las manos y las rodillas en el suelo y la estoy arrastrando y atravesamos y pasamos la puerta y me subo en el carrito y la dejo parada ahí, y el chicuelo atraviesa por la puerta, ella no, ella me pierde. Apenas entré pude subirme en el juego...
F: Ahora dile adiós a Jane.
J: ¡Adiós, Jane!... Estoy... no quise decirle adiós. Preferiría pasarlo bien... Jane está parada allá atrás como una tonta. Está parada allí y le están temblando las piernas. A mí me importa un carajo. Realmente me da lo mismo. Es fácil decirle adiós. (Se ríe). Está parada allí como una idiota y me está llamando, me está llamando por mi nombre. Parece que estuviera aterrorizada. (Desinteresadamente). Pero prefiero pasarlo bien. Ella estará bien.
F: Muy bien. Ahora cámbiate de roles. Vuelve a ser Jane.
J: Este sueño es muy largo.
F: Ya tenemos mucho ahí.
J: Ser Jane de nuevo. Muy bien. Estoy en el parque de diversiones con mi hermano y estamos atravesando... no creo que realmente quiera estar ahí, y...
F: Háblanos a nosotros. Dinos a nosotros tu posición...
J: ¿Lo que acabo de decir?
F: Tu posición completa. La situación está abierta, ¿verdad? Muy claro. Ahí está tu hermano y ahí estás tú. Tú quieres aferrarte a él; él quiere ser libre.
J: Bueno, creo que... que él es menor que yo, y es menor que yo y no quiero que haga lo que yo hice. (En voz baja y vacilante). Quiero protegerlo. Quiero retenerlo. Creo... creo que continúo intentando hacer lo que mi madre no puede hacer... Es una locura. Realmente una locura... Le hablo. Le digo, Paul, deja las drogas y deja de andar vagando. (Llora). No pretendas ser tan libre, te vas a arrepentir. Cuando tengas veinte años, te vas a arrepentir.
Ahora quiero adoptar su punto de vista. Él diría, ¿cómo me puedes decir que no haga precisamente lo que tú haces?... lo que hiciste cuando tenías dieciséis y diecisiete años. ¿Cómo puedes decir eso? No es justo. Me gusta lo que estoy haciendo. ¡Déjame tranquilo! Eres... eres realmente una perra. Eres igual a mi madre, eres una perra. ¿Cómo puedes tú ser tan perra si ya hiciste esto?... (Suspira). Te... te estoy tratando de cuidar. Estoy tratando de cuidarte y sé que no puedo... (Llora). Sé que tengo que soltarte, pero sigo intentándolo en sueños, retenerte y mantenerte seguro, ¡porque lo que estás haciendo es peligroso!... Vas a quedar todo jodido. (Llora).
¿Pero cómo es que tú no estás toda jodida? ¡Mírate a ti misma! Has cambiado, realmente has cambiado. Ya no mientes. Mucho. (Risas). Ya no tengo drogas como antes. Voy a cambiar así también. Tengo que hacer lo que tengo que hacer. ¿No confías en mí, verdad? Eres como mi madre, no confías en mí. No crees que soy fuerte.
F: Muy bien, Jane. Creo que puedes trabajar esto por tu propia cuenta. Quiero hacer otra cosa ahora. Quiero empezar desde el comienzo. Siempre hay que mirar el comienzo del sueño. Fíjense en qué lugar transcurre el sueño, en un auto, en un motel, en la naturaleza o en un edificio de departamentos. Esto inmediatamente le da a uno la impresión del fondo existencial. El primer mensaje de tu sueño parece ser: "La vida es un parque de diversiones". Yo te pediría que nos hicieras un discurso acerca de la vida como si fuera un parque de diversiones.
J: La vida... la vida es un parque de diversiones. Uno se mete en este juego y se sale. Uno se sube a ese juego y se sale. Entonces uno se topa con todo tipo de gente, uno se topa con todo tipo de gente, a algunos se les mira, a otros no se les mira, algunos te irritan, realmente te chocan, y otros no, otros resultan generosos. Y uno puede ganar cosas en el parque de diversiones. Uno puede ganar premios... regalos. Y algunos juegos, la mayoría, los viajes, dan miedo, pero son divertidos. Son entretenidos y te asustan. Hay mucha gente y gran bullicio... muchos, muchos rostros... En el sueño me estoy... me estoy aferrando a alguien en el parque de diversiones y él quiere meterse en todos los juegos y diversiones, y me quiere dejar sola.
JANE III
Jane: Trabajé pero nunca terminé el sueño que empecé la última vez, y creo que el final es tan importante como la primera parte. Lo dejé cuando estaba en el Túnel del Amor...
Fritz: ¿Qué te estás rascando? Gane se ha estado rascando la pierna).
J: Mmm. (Carraspea)... Estoy sentada aquí, un minuto, para poder estar realmente aquí. Es difícil quedarse con esta sensación y hablar al mismo tiempo... Ahora estoy en la zona intermedia y estoy... estoy pensando acerca de dos cosas: debiera trabajar en el sueño o debiera trabajar en esto de escarbar, porque es algo que hago con frecuencia. Me rasco la cara y... voy a volver al sueño. Estoy en el Túnel del Amor y mi hermano está metido en... alguna parte, a mi izquierda, Hay una sala muy grande, que está pintada del color... del color que estaban pintadas las salas de clase de mi colegio, una especie de verde desteñido, y a mi izquierda hay bancos. Miro allá y hay gente sentada. Parece que están esperando subirse al juego. Hay mucha gente alrededor de una persona, de Raymond (el novio). Él está hablando, está explicando algo y todos lo están escuchando. Está moviendo su dedo, así, y haciendo gestos. Me sorprende verlo. Me acerco y es obvio que no me quiere hablar. Le interesa estar con toda esa gente, entretener a toda esa gente. Y le digo que lo voy a esperar. Me siento tres... tres bancos más arriba y miro hacia abajo y observo lo que sucede. Me irrito y estoy molesta. Le digo: "Raymond, me voy. No te voy a esperar más". Salgo por la puerta... me quedo afuera, junto a la puerta un rato... y me angustio. Me puedo sentir angustiada en el sueño. Ahora me siento angustiada, porque realmente no quiero estar allí afuera. Quiero estar adentro, con Raymond. Así que voy a entrar. Vuelvo a entrar por la puerta...
F: ¿Nos estás contando una bella historia o es que quieres trabajar este sueño?
J: Estoy contando un sueño.
F: ¿O estás cumpliendo una tarea?
J: Estoy contando un sueño, pero todo está quieto... no estoy contando un sueño.
F: Mmm. Evidentemente, no.
J: Estoy cumpliendo una tarea.
F: Te di sólo dos alternativas.
J: No puedo decir que me estoy dando cuenta realmente de lo que estoy haciendo. Excepto físicamente. Me doy cuenta de lo que me está ocurriendo físicamente. Pero... realmente no me doy cuenta de lo que estoy haciendo. No estoy pidiendo que me digas lo que estoy haciendo... sólo diciendo que no lo sé.
F: Me di cuenta de una cosa: cuando subiste aquí a la silla, dejaste de jugar al ganso tonto.
J: Mmm. Me da miedo estar aquí arriba.
F: Te pones muerta.
J: Hay... Si cierro los ojos y me meto en mi cuerpo, sé que no estoy muerta. Si abro los ojos y "cumplo esta tarea", entonces estoy muerta... ahora estoy en la zona intermedia. Me estoy preguntando si estoy muerta o no. Me doy cuenta que tengo frías las piernas y los pies. Y las manos. Me siento... me siento rara... ahora estoy en el medio. No estoy ni con mi cuerpo ni con el grupo. Me doy cuenta que la atención se me concentra en esta cajita de fósforos que está en el suelo.
F: Bien. Ten un encuentro con la cajita de fósforos.
J: En este momento estoy descansando al mirarte, porque... porque no sé lo que está ocurriendo ni lo que estoy haciendo. Ni siquiera sé si estoy diciendo la verdad.
F: ¿Qué contesta la caja de fósforos?
J: No me importa si dices la verdad o no. No me interesa. Soy simplemente una caja de fósforos.
F: Ensayemos, veamos si resulta. Dinos a nosotros: "Soy simplemente una caja de fósforos".
J: Soy simplemente una cajita de fósforos. Y me siento tonta diciendo esto. Me siento tonta siendo una caja de fósforos.
F: Mmm.
J: Un poquito útil, pero no muy útil. Hay millones como yo. Y me puedes mirar a mí y te puedo gustar y, entonces, cuando estoy toda gastada y vacía, me puedes botar. Nunca me gustó ser una caja de fósforos... No sé... no sé si esa es la verdad. Cuando digo que no sé lo que estoy haciendo, una parte mía sabe lo que estoy haciendo. Y me siento suspendida, me siento... inmóvil. No me encuentro relajada. Ahora estoy tratando de entender por qué, en los dos segundos que tardo en moverme desde el grupo hasta esta silla, cambia toda mi persona... Quizás porque... quiero hablarle a la Jane que está en esa silla.
Ella estaría diciendo (con autoridad), bueno, tú sabes en lo que estás, te estás haciendo la tonta. Te estás haciendo la estúpida. Estás haciendo esto, estás haciendo aquello, estás tratando de engañar a la gente y... (con más fuerza) ¡No estás diciendo la verdad! Estás pegada y estás muerta...
Y cuando estoy aquí, inmediatamente... la Jane de aquí diría (voz pequeña, trémula) bueno, ahora estoy a la defensiva en esta silla. Me siento a la defensiva. Noto que por alguna razón tengo que defenderme. Y sé que no es cierto... Así pues, ¿quién está abusando de ti? Es esa Jane de allá la que está abusando de mí.
F: Ya.
J: Ella dice... Ella está diciendo (rápidamente) ahora, cuando estés en esa silla, tienes que estar en el aquí y ahora, tienes que hacerlo bien, tienes que incitarte de algún modo, tienes que saberlo todo...
F: "Tienes que cumplir con tu tarea".
J: Tienes que hacer tu tarea y tienes que hacerla bien. Y además tienes que actualizarte completamente a ti misma y librarte de todos tus complejos y junto con eso... no es obligatorio que lo hagas, pero es conveniente que incluso resultes divertida todo el tiempo, mientras haces todo eso. Trata de sazonarlo un poquito, de modo que la gente no se aburra y se ponga a dormir, porque eso te angustia. Tienes que saber por qué estás en la silla. No puedes sencillamente venir acá y no saber por qué estás ahí. Tienes que saberlo todo, Jane. Realmente me haces la vida muy difícil. Me haces demasiadas exigencias... muchas exigencias... Yo no lo sé todo. Y es difícil decirlo. Y para colmo, la mitad del tiempo no sé lo que estoy haciendo... No sé... no sé si eso es la verdad o no. Ni siquiera sé si acaso es una mentira.
F: Sé otra vez tu "perro de arriba".
J: Es eso...
F: Tu "perro de arriba". Ese es el famoso perro de arriba. El virtuoso. Allí está tu fuerza.
J: Ya. Bueno. Yo soy tu perro de arriba. No puedes vivir sin mí. Yo soy quien... te mantengo, de modo que se den cuenta de ti, Jane. Yo te mantengo para que se den cuenta de ti. Si no fuera por mí, nadie se fijaría en ti. Debieras estar un poco más agradecida de mi existencia. Bueno, no quiero que se fijen en mí. Tú sí lo quieres. Quieres que se fijen en ti. No, no quiero que se den cuenta de mí. No quiero... Realmente no quiero que se fijen en mí, al menos no lo quiero tanto como tú.
F: Me gustaría que atacaras al lado "ejemplificador" de ese perro de arriba.
J: Atacar el lado ejemplar...
F: El perro de arriba siempre es virtuoso y ejemplar. El perro de arriba sabe lo que tienes que hacer, tiene derecho a criticarte, etc. El perro de arriba jode, exige, abusa y te deja a la defensiva.
J: Claro... ¡Eres una perra! Eres igual a mi madre. Sabes lo que me conviene. Tú... me complicas la vida. Me ordenas que haga cosas. Me ordenas que sea verdadera. Me dices que me autoactualice, me exiges que... uh, que diga la verdad.
F: Ahora, por favor, no modifiques lo que están haciendo tus manos, pero dinos qué está ocurriendo en ellas.
J: Mi mano izquierda...
F: Déjalas que hablen.
J: Soy mi mano izquierda. Estoy temblando y estoy empuñada, empujando hacia adelante y (la voz comienza a quebrarse) eso es como... el puño está muy apretado, empujando... empujando las uñas dentro de mi mano. No es agradable pero lo hago todo el tiempo. Me siento apretada.
F: ¿Y tu mano derecha?
J: Te estoy sosteniendo de la muñeca.
F: Dile por qué la sujetas.
J: Si te dejo ir... vas a golpear algo. No sé a qué le vas a pegar, pero tengo que... tengo que sujetarte porque no puedes hacer eso. No puedes andar por ahí golpeando las cosas.
F: Ahora pégale a tu perro de arriba.
J: (Un grito corto, áspero). ¡Aaaarkh! ¡Aarkkh!
F: Ahora háblale a tu perro de arriba: "Deja de reclamar".
J: (Fuerte, dolorida). ¡Déjame tranquila! /F: Ya, de nuevo./ ¡Déjame tranquila! /F: De nuevo./
(Gritándolo y llorando). ¡Déjame tranquila! /F: De nuevo./
(Gritándolo con mucha fuerza). ¡DÉJAME TRANQUILA! ¡NO TENGO QUE HACER LO QUE ME ORDENAS! (Sigue llorando). ¡No tengo que ser tan buena!... ¡No tengo que estar en esta silla! No tengo que. Tú me obligas a hacerlo. ¡Tú me haces venir a acá! (Grita). ¡Aakkh! Tú me haces escarbarme la cara (llorando), eso haces tú. (Grita y llora). ¡Aarkkh! Me gustaría matarte.
F: Repite esto último.
J: Me gustaría matarte. /F: De nuevo./ Me gustaría matarte.
F: ¿Puedes aplastarla con la mano izquierda?
J: Es tan grande como yo... La estoy estrangulando.
F: Bueno. Di esto: "Te estoy estrangulando".
J: (En voz baja). Te voy a estrangular... te voy a coger del cuello. Grrummm. (Fritz le pasa un almohadón, que ella estrangula mientras hace ruido). Arrghh. Unghhh. ¡Qué te parece esto! (Ruido de llantos y gritos ahogados).
F: Haz más ruido.
J: ¡Hrugghhh! ¡Aachh! ¡Arrgrughhh! (Continúa pegándole al almohadón, gritando y llorando).
F: Bueno. Relájate. Cierra los ojos... (Una larga pausa). (Suavemente). Muy bien, vuelve a nosotros. ¿Estás lista?... Ahora vuelve a ser ese "perro de arriba"...
J: (Débilmente). No debieras haber hecho eso. Te voy a castigar por eso... Te voy a castigar por eso, Jane. Te arrepentirás por haber hecho eso. Ten mucho cuidado.
F: Ahora háblanos así a cada uno de nosotros... Sé vengativa con cada uno de nosotros. Escoge algo que hayamos hecho... Comienza conmigo. Como este perro de arriba, ¿por qué me vas a castigar a mí?
J: Te voy a castigar por hacerme sentir tan estúpida.
F: ¿Cómo me vas a castigar?
J: (Prontamente). Siendo estúpida... Todavía más estúpida de lo que soy.
F: Bueno. Continúa haciendo esto.
J: Raymond, a ti te voy a castigar por ser tan tonto. Te voy a hacer sentirte como un burro... Te voy a hacer creer que soy más lista que tú y te vas a sentir más tonto, y yo me voy a sentir lista... Tengo miedo, no debiera estar haciendo esto. (Llora). No es bueno.
F: Díselo a él. Inviértelo: "Tú no debieras"...
J: Tú... no debieras, no debieras, no debieras estar haciendo... ¡oh!, no debieras estar haciendo, no debieras ser tan tonta. No debieras hacerte la tonta. Porque no es bueno.
P: Otra vez estás cumpliendo una tarea.
J: Sí, lo sé. No lo quiero hacer. (Llorando). Yo sé cómo te castigo. (Suspira). Te voy a castigar volviéndome indefensa.
Raymond: ¿Por qué me estás castigando?
J: Te voy a castigar por quererme. Por eso te voy a castigar. Me las voy a arreglar para que te resulte difícil quererme. No te voy a dejar saber si voy o vengo de vuelta.
F: "¿Cómo puedes ser tan ruin como para querer a alguien como yo?". Ya?
J: Eso mismo es lo que yo hago.
F: Lo sé. ¿Cómo se puede querer a una caja de fósforos?...
J: Fergus, te voy a castigar por ser tan lento... de cuerpo, pero tan rápido de mente. Te voy a excitar, te voy a tratar de excitar y así lo voy a hacer, de verdad. Te voy a castigar por ser inhibido sexualmente. Te voy a hacer creer que soy muy "sexy". Te voy a hacer sentir mal cuando estés cerca mío... Y te voy a castigar por hacernos creer que sabes más de lo que realmente sabes.
F: ¿Qué es lo que sientes cuando estás impartiendo castigos?
J: (Más alerta, viva). Es una experiencia muy rara. No recuerdo que la haya hecho nunca antes, durante mucho tiempo. Es una especie de sensación que tenía cuando me vengaba de mis hermanos porque eran malos conmigo. Apretaba los dientes y pensaba en lo peor que les pudiera hacer... y me gustaba.
F: Ya. Así me parece. No te gustó lo que hiciste aquí.
J: Mmm.
F: Bien. Regresa, sé nuevamente el perro de arriba y trata de que te guste castigar a Jane. Abusa de ella, tortúrala.
J: Tú eres la única a quien verdaderamente me gusta castigar... Cuando vociferes demasiado, cuando vociferes demasiado... te voy a castigar por gritar tanto. (Ningún indicio de que disfrute de esto). Cuando no grites bastante, te voy a decir que eres demasiado inhibida. Cuando bailas demasiado... cuando bailes demasiado, te voy a decir que estás tratando de excitar sexualmente a los demás. Cuando no bailes bastante, te diré que estás muerta.
F: ¿Puedes decirle a Jane: "Te estoy volviendo loca"?
J: (Llora). Te estoy volviendo loca. /F: De nuevo./
Te estoy volviendo loca. /F: De nuevo./
Te estoy volviendo loca... Antes volvía loco a todo el mundo, ahora te vuelvo loca a ti... (su voz decae, se hace muy débil). Pero es por tu propio bien. Eso habría dicho mi madre: "Por tu propio bien". Te haré sentir culpable cuando hagas algo malo, de modo que no lo vuelvas a hacer. Y... te voy a dar golpecitos en la espalda cuando hagas algo bueno, de modo que te acuerdes de hacerlo de nuevo. Y te voy a mantener fuera del presente. Te voy a mantener haciendo planes y te voy a mantener programada, de modo que no vivas; no te voy a dejar vivir en el presente. No te voy a dejar gozar tu vida.
F: Me gustaría que usaras esto: "Soy inflexible".
J: Soy, soy inflexible. /F: De nuevo./
Soy inflexible. Haré cualquier cosa, especialmente si alguien me desafía a que no haga algo. Entonces tengo que decirte que lo hagas, Jane, para que puedas probarlo, que puedas probarte a ti misma. Tienes que probarte a ti misma, en este mundo.
F: Ensayemos esto: "Tienes una tarea que cumplir".
J: (Se ríe). Tienes una tarea que cumplir. Te vas a dejar de hacer tonterías y, además... durante largo tiempo no has estado haciendo nada...
F: Ya. Ahora no cambies de postura. Tu brazo derecho va hacia el izquierdo y éste hacia el derecho. Di lo mismo de nuevo y date cuenta de esto.
J: Durante largo tiempo no has estado haciendo nada. Tienes que hacer algo, Jane. Tienes que ser algo... Tienes que lograr que la gente esté orgullosa de ti. Tienes que crecer, tienes que ser una mujer y tienes que mantener oculto por ahí todo lo malo tuyo, de modo que nadie lo vea, de modo que piensen que eres perfecta, simplemente perfecta... Tienes que mentir. Yo te hago mentir.
F: Ahora toma otra vez el lugar de Jane.
J: Tú... tú (llora), tú me estás volviendo loca. Estás abusando de mí. Me gustaría estrangularte... uh, entonces me vas a castigar más. Vas a volver y me vas a armar un infierno por eso. ¿Por qué no te vas de una vez? No te voy a molestar más. Vete y déjame sola... ¡y no te estoy rogando! ¡Vete! /F: De nuevo./
¡Vete! /F: De nuevo./
¡Vete! /F: Cambia de asiento./
¡Si me voy serás la mitad! Serás media persona si me voy. Entonces sí que vas a estar jodida. No puedes obligarme a que me vaya. Tienes que arreglártelas para hacer algo conmigo, tendrás que usarme de algún modo.
Bueno, entonces... entonces, si tuviera que hacerlo, te cambiaría tu opinión acerca de una serie de cosas.
F: ¡Ah!
J: Y te diría que nada de lo que puedas hacer es malo... quiero decir que si me dejas sola y tranquila, no haría nada malo...
F: Bien. Descansa otro instante.
J: (Con los ojos cerrados)... No puedo descansar.
F: Entonces vuelve a nosotros. Cuéntanos acerca de tu inquietud.
J: Estoy constantemente pensando acerca de lo que debo hacer con eso. Mientras estaba con los ojos cerrados, me decía: "Dile que sólo se relaje".
F: Bien. Ahora representa su perro de arriba.
J: Simplemente relájate.
F: Hazla a ella el perro de abajo y tú eres el perro de arriba.
J: Y no tienes que hacer nada y no tienes que demostrar nada. (Llora). ¡Tienes solamente veinte años! No tienes que ser la reina... Ella dice: Muy bien, eso lo entiendo. Lo sé. Es que tengo prisa. Tengo mucha prisa. Tenemos muchas cosas que hacer, y ahora lo sé, cuando tengo prisa, no puedes estar en el ahora, no puedes... cuando tengo prisa, no puedes quedarte en el minuto en que estás. Tienes que seguir, tienes que seguir dándote prisa y los días pasan y crees que estás perdiendo el tiempo o algo así. Soy demasiado dura contigo. Tengo que... tengo que dejarte sola.
F: Bueno. Me gustaría interrumpir. Deja que tu perro de arriba diga: "Voy a tener un poco más de paciencia contigo".
J: Uh. Voy a tener un poco más de paciencia contigo.
F: Repite esto.
J: (Suavemente). Me es muy difícil ser paciente. Tú lo sabes. Sabes lo impaciente que soy. Pero, pero voy a intentar ser un poco más paciente contigo. "Voy a intentar"... seré un poco más paciente contigo. Y a medida que lo digo, voy golpeando con el pie y moviendo la cabeza.
F: Bueno. Di: "No voy a tener paciencia contigo".
J: (Fácilmente). ¡No voy a tener paciencia contigo, Jane! No voy a tener paciencia contigo. /F: De nuevo./
No voy a tener paciencia contigo. /F: De nuevo./ No voy a tener paciencia contigo.
F: Ahora dinos esto a nosotros... Escoge a unos pocos.
J: Jan, no voy a tener paciencia contigo. Claire, no voy a tener paciencia contigo... Dick, no voy a tener paciencia contigo. Muriel, no voy a tener paciencia contigo. Ginny, no voy a tener paciencia contigo... Y June, tampoco voy a tener paciencia contigo.
F: Bien. ¿Cómo te sientes ahora?
J: Bien.
F: Tú entiendes, el perro de arriba y el perro de abajo aún no están juntos. Pero por lo menos el conflicto está claro y al descubierto, tal vez un poquito menos violento.
J: Cuando trabajé antes, en el sueño, y el asunto del sueño, sentí que ya lo había casi resuelto. Me sentí bien. Pero sigo, y sigue, y sigo volviendo a lo mismo.
F: Ya. Este es el famoso juego de autotortura.
J: Lo hago tan bien.
F: Todo el mundo. No lo haces mejor que nosotros. Todo el mundo piensa: "Soy de lo peor".
STEVEI
Steve: Quiero trabajar este fragmento de sueño. Estoy de pie en una pradera. Es de noche y el aire está muy fresco. En realidad es una noche muy hermosa. Creo que hay algo de reflejo de la luna. Puedo ver un poco. Y hay un campo cultivado lleno de tomates.
Fritz: ¿Qué es lo que sientes?
S: El corazón me está latiendo bastante rápido, tengo la voz aguda, hay algo de tensión, algo de temor de escena.
F: ¿Cómo nos vivencias a nosotros?
S: Los suprimo, me estaba metiendo en el sueño.
F: ¿Podrías volver a nosotros?
S: Claro. Ahora estoy temblando. Siento temblor en las piernas y en las manos. Mi mano izquierda me está sujetando... para que no me mueva. Cuando estoy acá tiemblo mucho.
F: ¿Te das cuenta de nosotros?
S: No, no como un... no. Me volví a mí mismo. Te miro a ti y me disminuye el temblor... me siento la transpiración en la frente. Continúo viéndome a mí mismo... Veo a la gente, no veo nada en especial. Los veo a todos ustedes. No estoy particularmente interesado en ustedes... (Una risa corta). Quiero meterme en mi sueño... Te estoy pidiendo permiso.
F: No te doy permiso.
S: Claro...
F: Me gustaría averiguar en qué medida estás en contacto con nosotros, y hacerlo mediante lo que te está ocurriendo.
S: Ahora no me siento en contacto con ninguno de ustedes. Miro alrededor y veo que la gente está haciendo cosas uno con otro... tú... con... uh, Teddy y Elena, y con Sally. Veo que algunos se están mirando y no están poniendo atención a lo que hago y no me siento formando parte de nada...
Teddy: ¿Eso es lo que acabas de ver?
S: No, no. Ya estaba de vuelta. Estaba de vuelta. No, ahora me estabas mirando a mí. (Se ríe). Al menos hace un momento lo estabas. Justo ahora me estás mirando con algo de interés. Aún veo triste a Elena... con su tristeza.
Elena: Aún estoy en mi cosa. (Acaba de trabajar).
S: Sí. Claro. Blair se ve muy atrás, lejano, desinteresado. Sally, tú me ves, pero no siento nada de lo que ves.
F: Ahora empiezas a poner atención.
S: Sí.
F: En vez de querer atención.
S: Sí.
F: Préstanos más atención.
S: Dick se ve tan preocupado, se está sobando la cara, se está sobando la cara... te ves expectante. No sé dónde está Bob. Bob, no sé dónde estás. Jane, estás mirando a Bob...
F: Muy bien. Estoy dispuesto a poner atención a tu sueño.
S: Bien. Estoy en este campo, es de noche, es un campo lleno de matas de tomates. La tierra está húmeda, es fértil, no hay malezas.
F: Sé ese campo.
S: Ser este campo. (Se tiende en el suelo). Estoy cultivado en hileras, la tierra puede ser... soy suave, húmeda, tengo hileras... uh, con pequeños vallecitos por donde puede correr el agua; estoy nutriendo a estas plantas, hay una cantidad de estacas enterradas en mí. Las estacas sujetan las matas de tomates. Las plantas de tomates viven en mí, las raíces están en mí y están creciendo altas y soy fresca y húmeda y alimenticia. /F: Repite esto último./
Soy fresca, húmeda y alimenticia. /F: De nuevo./
Soy fresca, húmeda y alimenticia. También tengo otra cosa. Hay una cerca que corre por el centro del campo y la cerca está enterrada en mí. Grandes vigas de madera roja de 10 x 10.
F: ¿Qué es lo que divides con la cerca?
S: Debiera convertirme en la cerca para eso. (Se pone de pie y extiende los brazos hacia los lados). Soy la cerca en medio de este campo. Realmente no tengo sentido. Las plantas son iguales a ambos lados de este campo. La tierra es igual, la luz es la misma. La cerca tiene dos lados. Tengo dos lados. Tengo dos lados. Tengo un lado bueno y un lado malo. El lado bueno está mirando hacia allá (atrás). El lado malo está mirando hacia acá (adelante). Mi lado malo mira en este sentido. Pero estoy en la mitad de este campo y... no tengo sentido. No sirvo para nada. El campo queda a ambos lados. Si fuera a proteger este campo o sus plantas, tendría que estar en el borde, o justo por fuera, pero estoy en el medio y hay plantas por ambos costados... No he descrito el... quiero ser las plantas de tomates y las estacas, en el...
Soy una estaca que está sujetando una planta de tomates y hay cordeles alrededor mío, alrededor de las plantas, y me estoy sujetando en las plantas así. (Describe un círculo con los brazos). Si no las sujeto a ustedes, plantas, se irían al suelo y no tendrían luz del sol, porque todos estos otros tomates tienen estacas y están erguidos, derechos y altos; yo los sujeto.
F: Me cuesta seguirte. Te sugiero que seas tu voz.
S: Ser mi voz. Mi voz suena como hueca.
F: "Soy".
S: Soy hueca. Soy un eco a través de un tubo largo. Soy mi voz. Soy mí voz. Estoy, estoy bordeada por tristezas. Tengo por afuera... siento que hay algo que me obstruye por afuera. Estoy saliendo, pero siento que hay algo que me arrastra, hay algo que me sujeta, hay algo que se está arrastrando conmigo. A medida que salgo, algo me sujeta y me detiene por fuera...
F: Me estoy poniendo más y más pesado.
S: Sí... estoy lanzando un paraguas... estoy cubriendo todo.
Soy mi voz. Soy pesado abajo... Quiero apagarlos a todos ustedes... creo que eso es computar. Soy mi voz. Voz...
F: ¿Y qué vivencias ahora, en este momento?
S: Una pesantez, la boca seca... como estar colgando, como... Lodo... siento como que estoy colgando, todo está arrastrándose hacia abajo, soy simplemente un arrastre. La tensión en los hombros... que acabo de relajar. Tenía los hombros encogidos. Transpiración, calor.
F: Bien. ¿En tu sueño hay seres humanos?
S: No. Hay solamente otra parte. Estoy en este campo y lo estoy ahí mirando. Estoy parado y la cerca se incendia por el otro lado, por todo el costado.
F: Ajá. No es completamente implosivo, no está completamente muerto.
S: Las plantas de tomates están vivas... Claro, el fuego es lo único que se mueve. Y a medida que veo fuego, es como un relámpago y toda la parte de afuera de la cerca estalla en llamas. Un viento suave sopla hacia acá y las llamas salen de este modo... justo hacia este costado. (El lado malo de la cerca, mirando hacia adelante).
F: Báilalo. Baila las llamas.
S: (Gesticula como llamas saltando). Estoy pegado a la cerca, estoy pegado a la cerca, pero yo...
F: Háblale a la cerca.
S: Te estoy consumiendo. Estoy pegado a ti. No me puedo alejar de ti. Te necesito, eres mi combustible. Estoy saltando hacia afuera. Lejos de ti. Voy a quemar todas esas plantas de tomates que están allá. Voy a... cuando estoy en el sueño, como yo, veo que la cerca es estúpida y me gustaría eliminarla, pero el fuego no es el modo adecuado de hacerlo, quemaría todas las plantas cercanas, no quiero hacer eso. En el...
F: Representa al fuego. Háblanos como el fuego: "Si yo fuera fuego, los consumiría a todos y eso es malo", etc.
S: Claro. Si yo fuera fuego, los quemaría a todos, los mataría, se enroscarían, se morirían, sus frutas abortarían, la fruta verde nunca maduraría... se quemarían hasta las estacas que los sujetan. Todo se arrugaría y se encogería y se secaría. Quedarían todos chamuscados.
F: ¿Podrías emplear la palabra "yo", en lugar del pronombre impersonal "it"? "Yo haría esto, yo haría...... (Ver nota 23).
S: Yo los haría encogerse, chamuscarse...
F: "Yo los encogería".
S: Yo los encogería. Yo abortaría sus frutos. Yo los mataría... Ustedes se morirían. Yo los mataría. Yo los mataría. Si yo fuera fuego, los mataría a ustedes. No a los que están lejos, pero sí a cualquier persona que esté cerca. Mataría a cualquier persona cercana... (Lentamente se hunde a una posición en cuclillas y llora profundamente un momento...).
Recuerdo un poema que escribió mi padre. No sé si lo puedo recordar completo. Habla acerca del amor del mar y...
"...No le hago exigencias al mar...
Pero cuando mis manos se tienden hacia otras manos.
Mi tocar es veneno y los obsequios que traigo...
Exigencias inoportunas, desconfianza e interrogación
Estoy cansado de la lucha y el dolor.
Volveré y amaré nuevamente el mar".
Eso es. (Suavemente). Gracias, Fritz.
STEVE II
Steve: Tengo que dedicarme a cortar cordones.
Frítz: ¿Qué?
S: (Hace un movimiento como si cortara algo alrededor de su ombligo). Tengo que dedicarme a cortar cordones.
F: ¿Y qué tengo que ver yo con esto?
S: Bueno. Es un anuncio. A todos... Tengo otro sueño aburrido, sin gracia, en que estoy parado en medio de un campo, de otro campo. Este es... es el final de la temporada y hay muchas plantas y malezas juntas... Rastrojos. Ya todo ha sido cosechado. En medio de esta pradera hay una gran encina, pero sospecho que es todo relativamente sin importancia. Lo que allí importa es una figura. La figura muy borrosa de una mujer de edad que me da permiso para quedarme y recoger flores, etc., hacer lo que yo quiera. Y en el mismo momento, en el sueño, me parecía bien, pero más tarde, pensando en ella, no me gustó.
(Desafiante). Vieja, ¿quién eres tú para darme permiso en la cabeza, en mi propio sueño, para pasearme por mi propio sueño...? (Apaciguador). Sólo quiero darte permiso, creí que te gustaría estar aquí. Me duele lo que dices... Estoy en la zona intermedia. Estoy pensando... uhh.
F: Entonces trabaja la proyección. Dinos a cada uno de nosotros: "Te doy permiso. Te permito". Sé auspiciador.
S: Muy bien. Daniel, te doy permiso para que seas un niño chico. Raymond, te autorizo para que, imaginariamente, seas tan importante y grandioso como quieras. Jane, sé todo lo matona que quieras -dos revólveres en la cintura. Sally, sé tan delicada y dulce como quieras -sé muy buena y gentil y dulce y atractiva. Dale, ¡quédate en tu trampa! ¡Vuelve a tu trampa! Es un hermoso lugar para quedarse. Te permito que te quedes atrapado. Uhhh... Ginny, quédate tan confundida como quieras. Lánzate en todas direcciones, tanto como quieras. Realmente compleja. Mientras más complicada puedas ser, mejor; y Frank, tú eres un payaso fantástico -te autorizo para ser un payaso. Nunca desciendas, Lily, te permito ser una goma elástica e ir de aquí para allá. Snap. Snap. Snap. Snap.
F: Entonces, ahora haz lo opuesto: "No te autorizo...".
S: Muy bien. No te autorizo. Uhh. Bob, no te permito ser maestro Zen, esconderte debajo de la cara impasiva, no te autorizo. Tienes que participar. Tienes que lanzarte. Muriel, no te permito irte en tus viajes cerebrales. No te permito que estés en la luna. Dick, no te autorizo para... uh...
F: ¿Te das cuenta que estás picoteando? (Steve ha estado haciendo pequeños movimientos, apuntando con la mano derecha).
S: ¿Picoteando? Sí.
F: Breves excursiones cortas.
S: Uh. Sí. No sé qué hacer con eso.
F: (Secamente). Te autorizo para que no sepas qué hacer con eso. (Risas).
S: Ohh, Dios mío. (Risas). ¡Creí que jamás me permitirías hacer nada! Muy bien, Dick. (Más lentamente). No te autorizo para quedarte atascado.
F: Dile lo que debiera hacer.
S: Debiera hacer la misma maldita cosa que hago yo. (Suspira). Derrítete, explota, avívate, resucita, cágate, enójate. No sé qué. Tú sabes, libérate... Es tan fácil decirle a otra persona lo que debe hacer.
F: Habla con tu mano izquierda.
S: Hablar con mi mano izquierda. Muy bien. Abe, no te permito ser la autoridad, el autócrata, el dictador, el capitán del buque. No te permito eso.
Abe: ¿Qué debo hacer?
S: Debes ser parte de la tripulación. Ni el capitán ni el condenado que está a punto de ser partido desde la garganta hasta el culo. Jan, no te permito ser la reina de la tragedia. No te permito... estar triste todo el tiempo. No te permito...
F: Ahora combina ambos: "Ni te permito ni te prohíbo".
S: Ahhhhhh. Muy bien, Claire, ni te prohíbo ni te permito... ¿Está bien así? Claro. Ni te prohíbo ni te permito...
F: Mano izquierda, por favor.
S: Perdón. Ni te prohíbo ni te permito... desempeñar el papel de la starlet ofendida, la gran... ahh... conmovedora.
Claire: Dame duro.
S: Pide todo lo que quieras, eso está bien. Ni te prohíbo ni te permito. Elena, ni te prohíbo ni te permito que seas tú. Eres grandiosa tal como eres. No tienes "nada' para mí, ahora. Durante un tiempo eras la madonna china, tú lo sabes, pero eso también se esfumó. Glenn, ni te prohíbo ni te permito que te hagas el bufón cuando te asustas... (Murmura). Blair, ni te prohíbo ni te permito que vaciles en ser un niño pequeño, ni en estar triste, infeliz y acabado, ni en ser el hijo de puta furioso y autoritario.
F: "Tú haces lo tuyo y yo hago lo mío". Parte de allí.
S: Claro. Muy bien. Tú haces lo tuyo y yo haré lo mío. Nancy, uh... tú haces lo tuyo, te mantienes detrás del vidrio transparente. Muy bien, yo haré lo mío.
F: ¿Qué es lo tuyo?
S: ¿Lo mío? ¡Oh! (Risas). Ahhh. (Avergonzado). Muy parecido a lo tuyo, Nancy. (Risas). Muy parecido a lo tuyo. ¡Dios mío! ¡Verdaderamente me siento vivo!
Dale: Lo estás.
S: Fergus, tú haces lo tuyo y yo hago lo mío. Sigue tartamudeando por el desierto con tus piedras en los riñones. (Risas). Yo me quedaré detrás (risas) de mi vidrio transparente. ¡Dios mío! Neville, tú haces lo tuyo y yo hago lo mío. Te puedes quedar como una de estas pelotas de golf, con toda la goma fuertemente enrollada a su alrededor y por eso tan aplastada, y yo me voy a quedar detrás de mi vidrio y voy a mirar hacia afuera de vez en cuando (risas) para ver lo que está ocurriendo... y tomar un poco de aire también. June, tú haces lo tuyo y yo lo mío. Tienes que continuar con tus grandes escenas y dando tumbos de una escena a otra, y con tu voz que... (imita el estar sin aliento): "¡Oh! ¡Tuve una experiencia maravillosa!". (Risas). Yo hago lo mío, que es quedarme detrás del vidrio y mirarlos a ustedes, y haré mis escapaditas de vez en cuando. Ah. Muy bien.
Frank: Dejaste fuera a Fritz.
S: Oh, Fritz. Claro. (Risas). Uh. Tú haces lo tuyo y yo hago lo mío. Tú te quedas aquí sentado y chupas tus cigarrillos de lechuga, juegas al Rey de la Montaña y... ¿A quién recurres tú para terapizarte? (Risas).
S: (Deja salir el aire). Esta es una gran experiencia. Esta silla no está en absoluto caliente. ¿Cómo lo hacen?
F: Simplemente metiéndose en una proyección. S: Claro. Claro.
F: No importa cuál proyección, con tal que la trabajes en su totalidad.
S: Claro. Vivirla de verdad. Hacerlo de verdad.
F: Esto es lo que queremos lograr trabajando con las proyecciones. Una vez que hace el "click", entonces todo se acabó, se terminó la proyección. Primero uno mira por una ventana y súbitamente se descubre que uno se está mirando en un espejo.