(Riéndose). Quiero que se sienten en mi y me aplasten.

F: Di esto al grupo.

J: Bueno, eso es difícil de hacer. (En voz alta). Quiero que se sienten sobre mí y me aplasten... Mmm. (Voz alta). Quiero que se sienten en mí y me aplasten (se golpea el muslo con el puño).

F: ¿A quién le estás pegando? /J: A mí./ ¿Aparte de ti?

J: Creo que mi mamá se está volviendo detrás mío, y la veo.

F: Bien. Ahora pégale.

J: (En voz alta). Mamá, te estoy aplastando (se pega en el muslo). ¡Ouch!... Tú (se ríe) y yo te vamos a llevar a ti de paseo (risas) en vez de que tú me digas a mí que vaya, y que tú me lleves a mí cada vez que tú quieres, yo te voy a llevar a ti de paseo conmigo adonde yo quiero ir.

F: ¿Notaste algo especial en tu comportamiento con tu mamá?

J: ¿Ahora? (Se ríe).

F: Fue demasiado convincente... Fue dicho con ira, no con firmeza.

J: Mmm. Creo que aún le tengo un poco de miedo.

F: Eso es. Dile eso a ella.

Mamá, aún te tengo miedo... pero te voy a sacar a pasear de todos modos.

F: Bien. Ahora coloquemos a la mamita en el trineo. (Risas). (Se ríe). Tú te sientas detrás mío. ¿Estás lista? Bien.

F: Tú eres la que conduce.

J: Yo soy la que conduce. Yo tengo el control. (Se ríe).

F: Tú eres la que maneja.

J: (Tristemente). El único manejo que estoy haciendo es, como tú sabes, yendo hacia abajo. (Suspira).

F: ¿Vas en tobogán?

J: Nunca he subido a un tobogán... pero he esquiado. Bien, aquí vamos. En este momento... no sé adónde vamos. Vamos a partir, porque hay algún lugar donde ir y estamos ahí.

F: Bueno, dijiste que éste es un viaje hasta las entrañas de la tierra.

J: Sí. Pero ahora no estoy realmente segura de ello. En realidad... en realidad no se me ocurre hasta que advierto lo lejos que hemos viaj ado.

F: Comienza.

J: Ahora vamos bajando. Nos estamos deslizando hacia abajo y llegamos a una curva, y entonces nos damos vueltas... vueltas... y vueltas... y miro para ver si ella aún está ahí. (Se ríe). Todavía está ahí.

F: Hazlo siempre como un encuentro. Esto es lo más importante: el transformar todo en un encuentro en vez de comentar acerca de. Háblale a ella. Si no le hablas a alguien, no haces más que hacer teatro.

J: ¿Estás ahí todavía?

F: ¿Qué te contesta?

J: Sí. Todavía estoy aquí, pero es atemorizante.

No te preocupes. Yo ya me he preocupado de todo. (Con decisión).

Nos estamos divirtiendo. No sé adónde va esto, pero lo vamos a averiguar.

¡Tengo miedo!

Yo creo... no tengas miedo. Va hacia abajo y hacia abajo y hacia ABAJO y hacia ABAJO... (Suavemente). Me pregunto qué es lo que va a haber allá abajo. Será todo negro... No sé qué es lo que ella dice.

F: ¿Qué está haciendo tu mano izquierda?

J: ¿En este instante?

F: Claro. Siempre en este mismo instante.

J: Sujetándome la cabeza. Estoy...

F: ¿Como si...?

J: ¿Para no ver?

F: Ahah. No quieres ver adónde vas, no quieres ver el peligro.

J: Mmm. (Suavemente). Estoy realmente asustada de lo que va a haber allá abajo... Podría ser terrible... oscuridad... olvido.

F: Me gustaría que te metieras ahora en esa oscuridad. Esta es tu nada, tu vacío, tu vacío estéril. ¿Cómo se siente estar allí, dentro de esta nada?

J: De repente, la nada es que estoy bajando, ahora... aún tengo la sensación de que voy bajando, es como excitante y extasiante... porque me estoy moviendo y estoy muy viva... En realidad no tengo miedo. Es más bien -como que es terriblemente excitante y... la anticipación -qué será lo que voy a descubrir al final de todo esto. En realidad no es negro -es como ir bajando-, hay algo de luz, de donde viene, no...

F: Claro. Quiero acortar un poco de camino para decir algo. ¿Te das cuenta de lo que estás evitando en este sueño?

J: ¿Acaso me doy cuenta de lo que estoy evitando?...

F: Tener piernas.

J: ¿Tener piernas?

F: Sí.

J: ¿Piernas para llevarme a algún lugar?

F: Claro. En vez de pararte en las piernas, te fías en el apoyo del cartón y en que la fuerza de gravedad te empuje.

J: Pasivamente... pasivamente a través del túnel -a través de la vida.

F: ¿Cuál es tu objeción a tener piernas?

J: Lo primero que se me viene a la cabeza es que alguien me puede hacer caer; entonces me di cuenta que tenía miedo que mi mamá me hiciera caer. Ella no quiere que yo tenga piernas.

F: Ahora ten otro encuentro con ella. ¿Es verdad que no quiere que te pares en tus propias piernas -en tus propios pies?

J: (Reclamando). ¿Por qué no me dejas pararme en mis propias piernas?

Porque eres incapaz. Me necesitas a mí.

Yo no te necesito, puedo seguir la vida sin ti... ¡sí que puedo!

F: Ahí notaste la misma ira. /J: Sí./ F: Y tu falta de firmeza, tu falta de apoyo.

J: Sí.

F: Puedes apreciar que el modo como estamos hechos es muy peculiar. El tren inferior es para apoyarse y la parte superior es para contactar, pero por supuesto que sin un apoyo firme y seguro el contacto se tambalea.

J: No debiera estar enfadada.

F: Yo no dije que no debieras enfadarte, pero el enojo es aún... /J: Demasiado movedizo./ Demasiado movedizo, sí.

J: Tengo miedo de pararme en mis propias piernas y de estar enojada... con ella.

F: Y de encararla a ella. Párate en tus propias piernas ahora y encuentra a tu madre, y ve si acaso puedes hablarle.

J: (Suavemente). Tengo miedo de mirarla.

F: Dile esto a ella.

J: (En voz alta). ¡Tengo miedo de mirarte! (Exhala).

F: ¿Qué es lo que ves?

J: ¿Qué es lo que veo? Veo que la odio. (En voz alta). Te odio por haberme sujetado cada vez que quería cruzar el pasillo de esa maldita tienda. (Con voz chillona). ¡Vuelve acá! No te vayas al otro lado del pasillo. Ni siquiera puedo atravesar el maldito pasillo. No puedo ir a Flushing cuando quiero ir. No puedo ir a Nueva York -hasta cuando vaya a la universidad. ¡Maldita seas!...

F: ¿Qué edad tienes cuando representas esto ahora?

J: Bueno, estoy... en una tienda grande y tengo cualquier edad entre 6 a 10 ó 12...

F: ¿Qué edad tienes en realidad?

J: ¿De verdad? Treinta y uno. /F: Treinta y uno./ Ella incluso está muerta.

F: Bueno, ¿podrías hablarle como una persona de treinta y un años a tu madre? ¿Puedes actuar de tu edad?

J: (Callada y firmemente). Madre, tengo treinta y un años. Soy bastante capaz de caminar por mí misma.

F: ¿Se dan cuenta de la diferencia?. Mucho menos bulla y mucho más sustancia.

J: Me puedo parar en mis propias piernas. Puedo hacer cualquier cosa que quiera y además sé lo que quiero hacer. No te necesito. Incluso tú no estás aquí en caso que te necesitara. ¿Así que por qué te quedas merodeando por aquí?

F: ¿Podrías despedirte de ella? ¿Podrías enterrarla?

J: Bueno, lo puedo hacer ahora, porque estoy al final de la pendiente y cuando llegue abajo me levanto. Me levanto y camino; es un lugar hermoso.

F: ¿Puedes decirle a tu madre: "Adiós, mamá, descansa en paz"?

J: Creo que le dije... Adiós, mamá. (Como un llanto). ¡Adiós!...

F: (Suavemente). Háblale a ella. Anda a su tumba y háblale de esto.

J: (Llorando). Adiós, mamá. Tú no hubieras podido evitar lo que hiciste. No fue culpa tuya que tuvieras tres niños hombres primero, y luego pensaste que yo sería otro hombre, y no me querías a mí y te sentiste tan mal al saber que yo era mujer. (Aún llorando). Trataste de vengarte de mí, eso es todo. No debiste sofocarme... Te perdono, mamá... Trabajaste muy duramente. Ahora me puedo ir... De seguro que me puedo ir.

F: Aún estás sujetando la respiración, Jean...

J: (Así misma). ¿Estás realmente segura, Jean?... (suavemente). Mamita, déjame ir.

F: ¿Qué diría ella?

J: No te puedo dejar ir.

F: Ahora dile tú esto a tu mamá.

J: ¿No te puedo dejar ir?

F: Sí, claro. Tú la retienes. Tú te estás sujetando a ella.

J: Mamá, no te puedo soltar. Te necesito. Mamá, no te necesito.

F: Pero todavía te hace falta... ¿verdad?

J: (Muy suavemente). Un poco. Alguien que esté ahí... ¿Y qué si no hubiera nadie ahí?... ¿Y si todo estuviera vacío y oscuro? No está todo vacío y oscuro -es hermoso... Te voy a dejar ir... (sollozando, casi inaudible) te voy a soltar, mamá.

F: Me gustó mucho esta última experiencia, podemos aprender mucho de ella. Ustedes se dieron cuenta que no hubo nada de representar roles. Este no fue un llanto para conseguir simpatía, ni fue un llanto para lograr control. Esta es una de las cuatro explosiones que he mencionado -la capacidad de explotar hacia la pena- y este trabajo de duelo, como lo llamó Freud, es necesario para crecer, para despedirse de la imagen infantil que se tiene de sí mismo. Y esto es esencial.

Muy pocas personas pueden realmente visualizarse y concebirse como adultos. Tienen aún necesidad de la imagen materna o paterna. En esto Freud estuvo completamente equivocado. Una de las pocas cosas en que se equivocó por completo. Creyó que la persona que no madura es porque tuvo algún trauma en la infancia. En realidad es al revés. La persona no quiere hacerse responsable de su condición de adulto y por ende racionaliza, se aferra a sus recuerdos de la infancia, a la imagen que se tiene de sí mismo como niño y todo lo demás.

Porque crecer significa ser solo (alone, al-one = todo uno), y este ser sólo uno, es el prerrequisito para la madurez y el contacto. La soledad, el aislamiento, el sentirse solo, es aún tener añoranza de apoyo. Esta noche Jean ha dado un gran paso hacia la madurez.

CAROL

Carol: Hace diez años que estoy tratando de decidirme si divorciarme o no de mi marido.

Fritz: ¡Ah! ¡Esto sí que es un verdadero impasse! Una verdadera situación inconclusa. Y esto es típico del impasse: hacemos todo lo posible para mantener el statu quo. En lugar de superar el impasse, lo mantenemos con nuestros juegos de autotortura, con nuestros malos matrimonios, con nuestras terapias en que parecería que vamos mejorando y mejorando -y en realidad nada cambia. Nuestro conflicto interno sigue siendo el mismo. Bueno, háblale a tu marido. Ponlo en esa silla.

C: Bueno, siento como que he... que he descubierto algunas cosas, Andy, y descubrí quién eres tú, quién eres tú para mí, y de alguna manera te quiero. Tú bien lo sabes, yo no te quería cuando me casé contigo, pero ahora te quiero, pero... pero siento que no voy a poder crecer si me quedo contigo, y no quiero ser un fracaso.

F: Cámbiate de asiento.

C: Eso no es justo, Carol, porque yo te quiero tanto y hemos estado juntos durante tanto tiempo... y quiero cuidarte... y lo único que deseo es que me quieras y...

F: No entiendo. Primero él dice que te quiere a ti y ahora tú dices que él desea... que él necesita amor.

C: Sí. Yo... yo realmente necesito, supongo que necesito amor.

F: ¿Un trueque? ¿Un contrato comercial? ¿Amor por amor?...

C: Te necesito.

F: ¡Ah! ¿Para qué necesitas a Carol?

C: Porque eres excitante... me siento muerto sin ti.

Eres una lata, Andy. Yo no puedo sentir por nosotros dos... Lo sé, también yo tengo miedo, tengo miedo de irme. Tengo miedo de irme, pero también... tenemos miedo. Los dos necesitamos amor. No creo que te lo pueda dar.

F: Podemos comenzar desde ya con los resentimientos. Dile por qué estás resentida con él.

C: Ohh! Yo estoy resentida porque eres un peso sobre mi espalda. Estoy resentida porque... cada vez que me voy de la casa, tengo que sentirme culpable, me siento culpable...

F: Eso es mentira. Cuando te sientes culpable, en realidad estás resentida. Borra la palabra "culpable" y usa en su lugar la palabra resentida.

C: Estoy resentida por no sentirme libre. Me quiero mover. Yo quiero... estoy resentida, estoy resentida de que me hagas reproches...

F: Ahora dile lo que aprecias en él.

C: Muy bien. Aprecio... que me cuides; que me quieras, porque... no sé de nadie que realmente pudiera quererme como lo haces tú. Estoy resentida de tu...

F: Ahora borremos la palabra "querer"; coloca en su lugar las palabras que de verdad deseas decir.

C: ¡Ohh! Estoy resentida porque me sofocas. Estoy resentida porque me haces sentirme como una niña chica.

F: ¿Y qué debiera hacer él?

C: Te deberías acostar conmigo y debieras hacerme el amor.

No hacerte el amor yo a ti. No quiero hacerlo. Tú debieras hacerlo. Algo anda mal. Algo debiera ser diferente. A mí realmente me gustaría querer... a alguien. Estoy cansada de ser querida únicamente. Siento que hay un hoyo en mí, he carcomido un gran hueco en mí. Quiero crecer.

F: ¿Qué edad sientes que tienes?

C ¿Qué edad?... no sé. Sé que tengo dos voces y por eso he estado tratando de hablar poco aquí, para no escucharlas. Una es muy infantil y una es... la que me gusta, suena como de adulto, es una que uso mucho en el teléfono. A veces es muy hostil y aguda.

F: ¿Puedes escucharte la voz ahora?

C: Está como en el medio. Es... uh... es... controlada, para no parecer infantil.

F: Tu voz, de ahora, a mí me da sueño. Me hipnotizas, me haces dormir...

C: (Llora). Así es como me hago dormir yo misma. /F: Ya. Ya./ Y entonces me parece que jamás puedo ir más allá de donde estoy ahora; quiero crecer y cuando realmente pienso en tomar una decisión, me quedo dormida. O me duermo o tengo cinco empleos. (Risas). Me vuelvo loca trabajando. Entonces de vez en cuando tengo una experiencia y pienso: "Bueno, esto lo voy a pensar", y en vez de pensarlo me bloqueo y me duermo. O estoy sentada y me quedo dormida o tengo que tomar píldoras para dormirme.

F: Ahora quiero un encuentro entre Carol y el dormir.

C: ¡Oh!, dormir. Bien. ¿Debo dormirme justamente aquí?

F: No, ahí está Carol y aquí está el dormir.

C: ¡Vaya! Me encantaría dormirme. Quizá pueda dormir una siesta esta tarde. Si pudiera ponerme a trabajar en esto, me quedaría dormida. Pero entonces quizás me quede en pie un rato más y mire televisión o algo. No hay nada que hacer, supongo que voy a tener que dormirme. No creo que pueda dormirme por mi cuenta, así que me voy a tomar una píldora y estaré segura de dormirme, porque tengo que mirar el reloj y en unas pocas horas más tengo que levantarme. Empieza de nuevo. Bien, me voy a dormir, voy a quedarme dormida.

Yo soy el dormir... No es como creía. Yo soy el dormir. (La voz decae a un murmullo). En realidad no soy realmente, soy nada, soy... no soy descanso. Estoy... me estoy moviendo... no estoy tranquila... no estoy tranquila. Estoy soñando y estoy hablando, escucho sonidos...

F: Vuelve a ser Carol.

C: Estoy tensa. Me duele la espalda. Tengo los ojos cansados. Siento apretadas las piernas. Y... bueno, me imagino cosas. Fantaseo mucho.

F: Ya.

C: Cuando estoy en cama, fantaseo mucho.

F: ¿Por ejemplo?

C: Bueno, tengo mis viejos modelos. (Se ríe). Mi príncipe azul... ya no... ya no creo más en él. (Llora). No me dejaba tranquila durante seis meses; ya no creo más en él. Voy a tener que hacer algo por mi propia cuenta, nada de toda esa tontería fantasiosa que no me ayuda para nada. Tengo que hacer algo yo misma con mi matrimonio, en una u otra dirección. Cagar o bajarse de la bacinica, una u otra cosa, y no gastar todo mi tiempo y energías pensando si acaso éste será el día en que me voy a decidir.

F: Ahora dile esto, háblale de este modo a Carol: "Carol, caga o bájate de la bacinica".

C: Le he estado diciendo eso.

F: Oigámoslo de nuevo.

C: Ohhh. (Se ríe). Oh, Carol, ¿cuándo te vas a decidir? ¿Qué vas a hacer, por Dios santo? Haz algo. Eres un bullicio aburrido, monótono, y sigues y sigues en tu maldito mundo de fantasía. ¡Príncipe azul! No te estás poniendo más bonita. Nunca lo fuiste. Nadie va a venir a buscarte. Levántate y anda.

F: Cambia de asiento...

C: Sí, pero por lo menos sé lo que tengo. En realidad todo no se ve tan mal, tú lo sabes, si miro las cosas con sencillez. Deja de ser tan dramática. En realidad no es tan malo. Tengo mucha suerte. ¡Eugghhlhch! (Risas).

F: Repite eso.

C: ¡Eugghhlch! /F: Otra vez./ ¡Eyahhgh! /F: Otra vez./

¡Eyahhgh! Tan razonable. ¡Oh, sí! Has sido tan razonable. Bueno, en realidad metiste la pata.

F: Cámbiate de asiento de nuevo.

C: Nuevamente he olvidado quién soy.

F: ¡Ya lo creo! Estoy de acuerdo. Ya. Bien, quiero terminar aquí. Todo lo que te puedo decir es que eres un hermoso ejemplo de atascamiento. Estás atascada en tu matrimonio, estás atascada con tus fantasías, estás atascada en toda tu autotortura...

C: ¿Y qué significa?

F: Que estás pegada... Ahora quieres algo de mí. Me miras a mí como si quisieras algo.

C: Oh, yo sé que en realidad no me puedes ayudar a tomar decisiones, pero... /F: Pero./ Pero tal vez me puedes ayudar a entender dónde estoy... quién soy, si estoy progresando o no.

F: No. Estás atascada. Estás en tu propio pantano.

C: ¿Entonces cómo me salgo de esto? ¿Cómo me salgo de esta cosa?

F: Métete más adentro. Comprende cómo estás pegada. ¿Has visto alguna vez la película The Woman in the Dunes?

C: Bueno, ¿y cómo me meto más adentro de esto?... ¿Pienso acerca de ello?

F: Te sugiero que uses la expresión "Estoy atascada" más o menos cien mil veces al día. Háblale a tu marido acerca de cómo estás atascada y háblale a tus amigos, hasta que realmente entiendas esto de estar atascada.

C: Gracias.

F: Bueno, quería señalar que esto es realmente un precioso ejemplo. Uno puede ir donde el sicoanalista durante cien años, uno puede hacerse masturbación mental durante cien años. Nada cambiará. El statu quo se mantiene. Ella está atascada y quiere estar atascada. Si no atraviesa el impasse, se va a mantener así por el resto de su vida.

X: Estás diciendo que mientras más uno se mete en el asunto, finalmente, como alguien dijo anoche, se va a cansar.

F: Eso sería estar adelantando. No puedo decirles más que esto: es posible atravesar el impasse. Pero si les dijera cómo hacerlo, estaría actuando de "ayudador" y esto no sirve para nada. Ella tiene que descubrirlo sola. Si realmente aclara "en qué estoy atascada", puede ser que esté dispuesta a hacer algo. Está bastante próxima a darse cuenta, al menos, que está pegada en su matrimonio. Aún no advierte que está pegada con su juego de autotortura, "debería/no debería; deberías/no deberías; si/pero; pero en caso de que esto ocurriera/entonces; ¡por qué no viene el príncipe azul!, pero el príncipe azul no existe. Toda esa cháchara que llamo "el carrusel del atascamiento", el verdadero torbellino. Creo que vieron un bonito ejemplo. La única solución es encontrar un mago con varita mágica y todo. Y eso no existe. Bien.

KIRK

Kirk: No tengo ningún sueño que contarte.

Fritz: Bien, háblale a ese sueño que no existe.

K: Bueno, no es que no exista, sino que simplemente tengo... -cuando estás por aquí cerca- y entonces te escabulles apenas me despierto. Y todo el mundo aquí está aprendiendo tanto acerca de sí mismo, pero tú te desapareciste. No me dices nada.

F: Cámbiate de asiento. "Sí, yo me arranco, soy tu sueño y me escapo".

K: Bueno, no fue por mi culpa que desperté y me olvidé. Yo hice mi cosa. Yo soñé. Tú eres el que te olvidaste.

Otra vez es culpa mía.

F: Ese debe ser un sueño "madre judía". ¡Nuevamente es culpa mía! (Risas).

K: Deberías avergonzarte. ¡Ay de mí! Pobrecito yo.

F: ¿Podrías contestar la pregunta que te voy a hacer? Sin pensar... ¿Cuándo perdiste el sueño?

K: Justo al despertar... tuve un sueño; me dije: Esto es lo que Fritz quiere para trabajar; me desperté y se me fue...

F: Una vida sin sueños... ¿Qué le pasó a tus sueños?

K: Mis sueños... Una vida sin sueños es muy triste.

F: ¿Qué están haciendo ahora tus manos?

K: Están masajeando las puntas. Me están temblando.

F: Ya. Tengamos un encuentro; parece que algo está ocurriendo por aquí.

K: Tú estás nervioso, y yo, como de costumbre, te voy a proteger, para que no hagas nada que no debieras hacer con las manos. Tienes vergüenza de tu temblor; la mano izquierda te está temblando... así que la voy a cerrar.

F: ¿Podrías darme una serie de frases que comiencen con "Tengo vergüenza de..."?

K: Tengo vergüenza de mi físico, tengo vergüenza de ser incapaz de encontrarme con la gente. Tengo vergüenza de ser tan estúpido y tener vergüenza. Tengo vergüenza de...

F: Dile esto a Kirk: "Kirk, debieras tener vergüenza de... caminar por la tierra, o de ser nervioso.....

K: Debieras estar avergonzado de hacer esto. Debieras saberlo. Tú sabes que tienes algún valor, sabes que hay algunas cosas que puedes hacer bien.

F: Sigue reprochándolo. Conviértete en un majadero.

K: ¡Debieras estar avergonzado! Es una tontería, una idiotez. Hace aún más evidente que tú... tú no vales la pena ni siquiera para andar por ahí. Ni siquiera aceptas ni defiendes las cosas que sabes que puedes hacer bien. Eres una porquería... por haberte sentido del modo como te sientes.

F: Ahora podrías sermonearnos a nosotros un poco. Dinos a nosotros por qué debiéramos estar avergonzados...

K: Ustedes debieran estar avergonzados...

F: Haz a un majadero.

K: ¡Avergüéncense! Están ahí sentados mirando a la gente, y díganme, ¿con qué derecho están allá abajo? Ustedes debieran saberlo todo. Ustedes debieran ser capaces de cuidarse solos... y de pensar por ustedes mismos, y pensar que tienen que venir acá a cuidarse a sí mismos cuando hay tanto que está ocurriendo afuera. Yo sé que vienen acá para su propio beneficio. Esto es algo muy falso.

F: Bien, juguemos este juego falso. De nuevo vuelve a Kirk. Dile: "Kirk, debieras estar avergonzado de esto y aquello". Entonces representas a Kirk y cada vez que te conteste, dile: "Vete a la mierda", o jódelo, haz un contraataque.

K: Kirk, debieras estar avergonzado de ser...

(Con disgusto). ¡Cállate! Siempre estás haciendo eso. ¡Simplemente cállate!

¿Quién te lo va a decir si no? Alguien te tiene que recordar que te mantengas bajo, no vayas a creer que eres tan carajamente hábil. ¡Ah, ahí va de nuevo! Gritándome. Gritándome todo el día. Gritándome todo el día. Déjame pasarlo bien un poco siquiera.

Lo único que puedo hacer es decir una y otra vez...

F: ¿Qué están haciendo ahora tus manos?

K: Quieren pegar.

F: Ah. Ya. Ahora el majadero se pone un poco más fuerte.

K: Es lo que ocurre, porque...

F: Dile a él: "Te podría pegar".

K: ¡Te podría pegar! Pero en realidad no te puedo pegar, así que te molesto. Mis palabras son golpes. Esto es más seguro, porque si realmente golpearas, entonces destruirías, y ya no tendría ninguna razón... para no sentirme de este modo... si no estuvieras ahí para joderme. Porque si yo te pegara, te destruiría.

F: Ahora dile esto a tus padres. ¿Esta es la madre judía? ¿Tu mamá te majadereaba? ¿Es una majadera?

K: No.

F: ¿Quién es el majadero? El director, el que siempre te empuja.

K: Es Dios. (Resentido). Tus pecados son todos culpa tuya, pero tus virtudes son regalos de Dios, así que no dejes... El orgullo va antes de una caída y toda esa mierda que uno escucha toda la vida.

F: ¿Podrías decirle a Dios por qué estás resentido con él?

K: Porque es un impostor de mierda. (Risas).

F: Háblale a él.

K: (Deteniéndose). Tú eres... tú eres... (risas fuertes)... Si tú existieras, pero eres falso. Sea Dios lo que sea, pero en mí, es falso. Peor que falso, malicioso.

F: ¿Podrías decir: "Yo soy malicioso"?

K: Yo soy malicioso. Yo soy malicioso.

F: Dile esto también a Dios. "Tú eres malicioso".

K: Tú eres malicioso... pero en realidad no lo eres.

F: Ahora sé lo que eres. Eres un anulador. Levantas los palitroques y enseguida los tiras. Levantas los palitroques otra vez y enseguida los vuelves a tirar. "Sí, pero". Es muy importante entender la palabra pero. Pero es una palabra asesina. Dices: "Sí..." y luego viene un gran "pero" que mata todo lo que antes había en el sí. No le das una oportunidad al sí. Si tú reemplazas pero por con, entonces le das al sí, al lado positivo, una oportunidad. Más difícil de entender es el pero que no es verbal y surge en formas de comportamiento. Podrás decir: "Sí, sí, sí" todo el día y tu actitud es de pero; tu voz o tus gestos anulan lo que dices. "Sí, pero". Así no hay ninguna oportunidad de crecer o de desarrollarse.

K: ¿Cómo cambio entonces?

F: Coloca a Fritz en esa silla y pregúntale.

K: ¿Cómo cambio eso, Fritz?

No botes los palitroques cuando los levantes.

Parece muy simple...

Puede ser simple, pero es difícil y tienes que practicarlo.

F: ¿Ves? "Sí, pero", "Cuán simple, pero". (Risas).

K: Es simple, pero difícil.

F: Ya. Ya ves que incluso Fritz es un anulador... tu Fritz...

K: Claro. Quería que me dijeras lo que debo hacer...

F: Para que lo pudieras tirar al tarro de la basura.

K: Yo puedo hacerlo... Pero simplemente dejo de hacerlo... dejar de manejarme a mí mismo.

F: ¿Te estás majadereando de nuevo?

K: Sí. "Debería estar avergonzado". Claro. Así soy yo.

F: ¿Y qué te objetas a ti mismo?... Hazme un favor y acepta todo lo malo que hay en ti, como el temblor, etc. Continúas con tu nerviosismo y lo encuentras interesante. Dile "sí" a tu temblor y deja afuera el "pero". Sé que por ahora es un truco, pero ensayémoslo. "Estoy temblando, a mí me gusta".

K: Tú me relajas, yo no puedo...

F: ¡Ah! Te relajas en el instante preciso en que dejas de empujar, porque entonces no necesitas tener rencor. El majaderearse a uno mismo origina una contrafuerza. Esta es la base de los juegos de autotortura: tratar de ser algo que uno no es. Okey.

MEG

Meg: En mi sueño estoy sentada en una plataforma y hay otra persona conmigo, un hombre o quizás otra persona, ah... y un par de serpientes. Una está arriba de la plataforma, enrollada, y estoy asustada. Tiene la cabeza en alto, pero no parece que me fuera a atacar. Está ahí sentada y yo estoy asustada. La otra persona me dice... uh... no molestes a la serpiente y ella no te va a molestar a ti. Y la otra serpiente está abajo, y también hay un perro allá abajo.

Fritz: ¿Qué es lo que hay ahí?

M: Un perro y la otra serpiente.

F: Aquí arriba hay una serpiente y allá abajo está la otra serpiente y el perro.

M: El perro como que está olfateando a la serpiente. Él... se está acercando mucho a la serpiente, como que está jugando con ella, y yo quiero... quiero que deje de hacer eso.

F: Háblale a él.

M: ¡Perro, déjate! /F: Más fuerte./

¡Déjate! /F: Más fuerte./

(Gritando) ¡DÉJATE! /F: Más fuerte./

(Gritando) ¡DÉJATE!

F: ¿Y el perro se detiene?

M: Me está mirando a mí. Ahora vuelve a la serpiente. Ahora, ahora, la serpiente como que se está enrollando alrededor del perro y el perro está echado y... y la culebra se está enrollando alrededor del perro y el perro se ve de lo más contento.

F: ¡Ah! Ahora ten un encuentro entre el perro y la culebra.

M: ¿Quieres que los represente?

F: A ambos. Claro. Este sueño es tuyo. Cada parte es parte de ti misma.

M: Yo soy el perro. (En forma indecisa). Huh. Hola, serpiente. Me siento bien contigo, envuelta alrededor mío.

F: Mira al auditorio. Dile esto a alguien del auditorio.

M: (Se ríe suavemente). Hola, serpiente. Uno se siente bien al tenerte enrollada alrededor.

F: Cierra los ojos. Entra el cuerpo. ¿Qué es lo que vivencias físicamente?

M: Estoy temblando. Tensándome.

F: Deja que esto se desarrolle. Permíteme temblar y capta tus sensaciones... (Todo su cuerpo comienza a moverse un poco). Ya. Permítetelo. ¿Puedes bailarlo? Levántate y báilalo. Deja que tus ojos se abran lo justo para mantenerte en contacto con tu cuerpo, con lo que quieres expresar físicamente... Ya... (Ella camina temblando como a saltos, casi a tropezones). Ahora baila la culebra... (Se mueve lenta y graciosamente)... ¿Cómo te sientes ahora, de culebra?...

M: Es como si... lentamente... me doy bastante cuenta de cualquier cosa que se acerca demasiado.

F: ¿Mmm?

M: Advierto que no permito nada, no dejo que nada se acerque, estoy lista para atacar.

F: Dinos esto a nosotros. "Si te acercas demasiado...".

M: Si te acercas demasiado, voy a atacarte.

F: No te oigo. Y aún no te creo.

M: ¡Si te acercas demasiado, voy a atacarte!

F: Dínoslo a cada uno.

M: Si te acercas demasiado, voy a atacarte!

F: Di esto con todo tu cuerpo.

M: ¡Si te acercas demasiado, voy a atacarte!

F: ¿Cómo están tus piernas? Te veo un poco tambaleante.

M: Sí.

F: De verdad no adoptas una posición definida.

M: Sí. Siento algo así como que estoy entre ser muy fuerte y... que si aflojo se van a convertir en goma.

F: Bueno, déjalas convertirse en goma. (Las rodillas se le doblan y toman un movimiento de vaivén). De nuevo... Ahora prueba lo fuertes que son. Ensáyate, patea el suelo. Haz cualquier cosa. (Ella golpea el suelo varias veces con un pie). Ya, ahora la otra. (Golpea el suelo con el otro pie). Ahora déjalas que se conviertan nuevamente en goma. (Sus rodillas se doblan nuevamente). ¿Es más difícil ahora, verdad?

M: Claro.

F: Ahora di de nuevo esa frase. "Si te acercas demasiado...... (Ella hace un esfuerzo)... (Risas)...

M: Si... si te...

F: Bueno, cambia. Di ahora "acércate". (Risas).

M: Acércate.

F: ¿Cómo te sientes ahora?

M: Más cálida.

F: ¿Te sientes un tanto más verdadera?

M: Sí.

F: Bueno... Lo que hicimos fue quitarte un tanto el miedo a estar en contacto. De modo que de ahora en adelante, vas a estar un poco más en contacto. Ustedes ven cómo se puede usar cada cosa de un sueño. Si uno se siente perseguido por un ogro y se convierte en el ogro, la pesadilla desaparece. Se recupera la energía que está invertida en el demonio. Entonces la fuerza del ogro ya no queda afuera, alienada, sino que dentro de uno, donde puede ser utilizada.

CHUCK

Chuck: (Voz segura, confiada). ¿Podrías repetir el asunto del ogro? No lo comprendo. El ogro afuera y el ogro adentro.

Fritz: ¿Tienes alguna pesadilla?

C: Sí... (Risas)... (Sube a la tarima a trabajar). La pesadilla no es recurrente, pero ha ocurrido dos o tres veces, una vez recuerdo que en forma muy viva, mientras conducía el auto hacia abajo de la colina en que está mi casa.

F: ¿Recuerdas nuestro acuerdo?

C: Sí. Perdón. Estamos en el presente. Perdón. Ahí voy. Estoy bajando una colina en mi auto camino al trabajo y mi niño pequeño corre al frente del auto y lo atropello, y esto es bastante aterrorizante. Esto ha ocurrido dos o tres veces.

F: Ahora representa el auto.

C: Bien. ¿Allá o aquí donde estoy?

F: Simplemente haz el auto, como si tú fueras ese auto.

C: Estoy conduciendo... ¿dándole al auto una vida propia que no tiene?

F: Ya.

C: Yo tengo la vida. Este auto hace lo que le digo que haga.

F: Dile esto al auto.

C: Auto, haz lo que te ordeno. Cuando haga girar el volante tú... cuando hago virar el volante, tú viras, y cuando tú... cuando mantengo firme el volante, tú avanzas en línea recta.

F: ¿Y qué contesta el auto?

C: El auto contesta: "Sí, señor". (Risas). ¿Qué otra cosa puede contestar? Yo lo manejo a él; él no me maneja a mí.

F: Dile esto al auto.

C: Auto, yo te manejo y tú no me manejas a mí.

F: Ahora representa a ese niño. Sueña el sueño desde el punto de vista del niño.

C: Bien. Aquí viene el auto de papá bajando el camino. Yo quiero mucho a mi papá, quiero correr y saludar a mi papá, y de repente el auto... súbitamente este auto me está atropellando. ¿Por qué?

F: (Torcidamente). Gracioso el niño. En el momento en que el auto lo está atropellando, pregunta "por qué". (Risas).

C: Bueno, yo... yo estoy adivinando al niño. No sélo que piensa, esto es lo que a mí se me ocurre en este instante que puede estar pensando.

F: Bueno. Representa al niño una vez más.

C: Bien. Aquí viene en el auto mi papá y yo quiero a mi papá y quiero hablar con él ¡y me va a atropellar! ¡Él me odia!

F: ¿Y?

C: ¿Debo hacer este sueño cuando él me atropella? Porque esto no ocurre. Esto no ocurre en realidad. Yo no lo atropello. Me despierto antes de atropellarlo.

F: ¿En qué momento interrumpes el sueño?

C: Las ruedas delanteras distan más o menos quince centímetros.

F: ¿Qué estás evitando?

Estoy evitando matar al niño.

F: Ya. Ahora mata al niño.

Bueno. Estoy bajando en auto la colina, y no me voy a detener cuando vea que viene el niño.

F: ¿Y?

C: Lo atropellamos.

F: ¿Y?

C: Está muerto.

F: Cierra los ojos. Míralo a él. Está muerto... Ahora háblale.

C: (Llorando). No lo hice intencionalmente. No pude detenerme.

F: Continúa hablándole.

C: No hay nada más que decir... salvo que estoy arrepentido.

F: Dile todas las cosas de que estás arrepentido.

C: Estoy arrepentido de que lo empujé hacia un lado cuando quiso... venir y estar con su papá, y yo estaba demasiado ocupado para hablar con él.

F: Dile esto a él, ahora.

C: Estoy arrepentido de que te aparté de mi lado. Todas las veces que te hice a un lado porque estaba haciendo algo que creía muy importante para mí, y lo realmente importante no era lo que estaba haciendo, sino el hecho de que tú querías estar... con tu papá.

F: Ahora represéntalo a él.

C: Bien. Ah... ah...

F: Vuelve al momento en que él quería hablarte.

C: Bueno. Papá... yo soy... yo soy el niño. Papá, ¿por qué esto y aquello? Papá, ¿qué es el ratón cuando gira? Cosas por el estilo.

F: Bueno. Ahora...

C: Papá, quiero hablar contigo. Voy a preguntar cualquier cosa simplemente para que te des cuenta que estoy aquí. Este es... este es el niño.

F: Bueno. Entonces ahora cámbiate. Háblale de este modo a tu padre.

C: ¡Por el amor de Dios! ¿Por qué te quedas sentado ahí todo el día escribiendo sermones cuando yo estoy aquí?

F: Continúa con el diálogo. Déjalo responder.

C: Hijo, sabes que mañana tengo que oficiar el servicio. Sabes que cada sábado en la tarde es el día del sermón. Así que, por favor, vete y no me molestes, porque tengo que terminar... estoy proyectando mis propios pensamientos porque no recuerdo las palabras exactas; pero fue algo así.

F: Continúa. Insiste en que te hable a ti.

C: Papá, por favor, háblame o vamos a alguna parte... llévame al cine o algo. Cualquier cosa. Quiero hablarte de lo que es importante para mí y no me escuchas. Tú no me escuchas. (Grita enojado). ¡Tú estás tan malditamente ocupado que no escuchas nada!¡Yyo estoy aquí!

E: Haz que te escuche.

C: (Gritando más fuerte). Por el amor de Dios, escucha, hijo de puta. Eso te enseñará que yo también estoy aquí.

F: Bien. Ahora vuelve a tu hijo.

C: ¿Quién soy yo? ¿Soy él o...?

F: Tú eres tú y él está sentado ahí. Ahora háblale a él.

C: En realidad, lo que estoy haciendo no es tan importante. Vámonos a la playa.

F: Todo este tiempo me has estado mirando a mí. ¿Qué es lo que quieres de mí?

C: Quiero que me ayudes a terminar algunas escenas.

F: Coloca a Fritz en esa silla.

C: Bien.

F: "Fritz, quiero que me ayudes".

C: Fritz, tengo escenas que están incompletas, y que han estado incompletas durante años, y quiero que me ayudes.

F: Cámbiate de asiento. Haz a Fritz.

C: ¿De mí quieres ayuda? Mira, Chuck, esto es algo que tú tienes que hacer. Si tú sabes, si tú sabes lo que... si tú sabes cuál es la escena incompleta y sabes lo que debes hacer para completarla, entonces ¿qué diablos te está deteniendo? Lo único que haces... lo único que haces... uh... es jugar juegos contigo mismo. Lo único que quieres... lo único que quieres es tenderte y dejarme a mí hacerlo por ti. Bueno, yo no lo voy a hacer. Tú lo vas a hacer.

F: Ya. ¿Ves como quieres apoyo?

C: Claro, desde luego que quiero apoyo.

F: Ahora este Fritz en la silla vacía va a dar todo el apoyo que necesitas. Ahora cámbiate de asiento.

C: Bien. Este Fritz es... ahora hay un Fritz ahí y yo soy yo.

F: Ya.

C: Bien... uh... Fritz, por Dios Santo, ayúdame, ¿quieres? No me llega ninguna respuesta de ti. (Risas). Porque ya sé lo que son las buenas respuestas, acabo de dar una...

F: A mí no me vas a engañar con eso. (Risas). Podrás hacerte el indefenso e incapaz conmigo hasta el día del Juicio Final. Soy muy buen frustrador.

C: Bueno... Fritz, este Fritz, realmente no me va a ayudar.

F: Oh, sí.

C: No, no lo va a hacer. Me dijo que no. Este Fritz me dijo que arras trata mi propio problema. De modo que lo único que tengo que hacer es arrastrar mi propio problema.

F: ¿Estás dispuesto a escucharlo?

C: Por cierto que quiero escucharlo.

F: Bueno. Averígualo.

C: ¿Yo soy él?... No ha dicho nada aún. A excepción de lo que ha dicho, lo cual ya todos sabemos.

F: ¿Te sientes atascado?

C: En este momento estoy bastante atascado.

F: Describe la experiencia de estar atascado.

C: No se puede ir... Es muy sencillo, no se puede ir ni hacia adelante ni hacia atrás. Se está ahí. Se está atascado. Uno no se mueve. Uno... ah... siento... en... en la situación donde se está atascado que está mal cualquier cosa que uno haga. Sea lo que sea lo que uno haga es... es... como si a uno lo moviera, lo fuera a mover hacia mayor hondura, no hacia afuera. De modo que... es mejor quedarse atascado y quedarse quieto... y tú todavía me dejas atascado, bloqueado. Tú estás atascado, yo estoy atascado, ¿no me vas a despegar?

F: Ciertamente no. (Risas). Soy un frustrador. De ninguna manera soy rescatador de alpinistas.

C: Muy bien. ¿Dónde estamos atascados?

F: Pregúntaselo a él.

C: Bueno, ahora se está portando muy poco comunicativo. No me dice mucho. Bueno, seré él. Tú mismo todavía no has despegado. Aún tienes que decidir por ti mismo qué vas a hacer, qué es lo significativo y qué no lo es. Tú eres el único que lo sabe, de modo que ¿por qué no te levantas y lo haces?

Ahora yo de nuevo. Fritz, tú... por supuesto sé lo que tengo que hacer, pero... si... si hago algo al respecto, de un modo u otro alguien va a terminar herido.

F: Ajá. Ya tienes el primer mensaje. Alguien se lesiona.

C: Porque parece ser así: si renuncio a lo que... es significativo e importante para mí, entonces, bueno, digamos por ejemplo: tengo que entregar un trabajo, Fritz, es la tarde del domingo, este asunto tengo que entregarlo el lunes por la mañana y aún no lo he hecho. Si no lo hago -si dejo esto y te llevo a la playa o donde sea y no hago el trabajo-, entonces yo me perjudico y yo también tengo derecho a no perjudicarme. Si yo, si yo no hago el trabajo y lo llevo a él a... o si hago el trabajo y no lo llevo a la playa, entonces él sufrirá. Cualquier cosa que haga está mal. Sea lo que sea, alguien va a sentirse dolido: yo o él, y a veces soy yo el que sufre y otras él, pero ninguno de nosotros... pero ninguna solución es satisfactoria. ¿Y qué ocurre enseguida? ¿Qué hago? ¿Los tiro a todos por la borda? ¿Qué hago? ¿Renunciar a lo que me es importante para que todos ustedes no estén dolidos? No puedo ser Fritz otra vez.

F: En este momento me siento como un muro de los lamentos.

F: ¿Eh?... Bueno. Lo acepto. Aún estoy buscando apoyo del ambiente... como loco.

F: Ya.

C: ¿Por qué no está allá afuera? ¿Por qué tengo que hacerlo todo yo mismo? ¿Por qué nadie me ayuda un poco siquiera?

F: Nyahhnyahnyah. Dilo en jerigonza.

C: (Lo hace). Sí, claro, eso es lo que estoy haciendo. Bueno, lo acepto.

F: Continúa. Continúa.

C: Bueno. (Hace algunos ruidos en jerigonza como un niño pequeño, con más llanto que sonido de palabras). Nadie me quiere. Nadie me ayudará. Nyanyahnyah.

F: ¿Qué edad tienes en este rol?

C: Más o menos tres años.

F: Tres años. Creo que ya era tiempo que atropellaras a ese niño.

C: ¡Claro!

F: Ahora háblale al niño, al niño de tres años. El niño nyanya.

C: Nyah, ándate a freír monos a otra parte. Estoy ocupado. Tira tu carro rojo -carrito rojo-, vete a jugar con tus amigos. Tengo que hacer. Y si te hice daño, lo siento. Lo siento. Yo también tengo derecho.

F: Repite esto último.

C: Lo siento -pero yo también tengo derecho, y no lo olvides.

F: Di esto: "Yo también tengo derecho".

C: ¡Yo también tengo derecho, maldito seas, y recuérdalo de ahora en adelante!

F: Dile esto al auditorio.

C: Yo también tengo derecho, maldita sea, y recuérdenlo todos ustedes de ahora en adelante. ¡Todos ustedes!

F: Dile esto a más personas: a tu esposa, a tu padre, etc. Dilo a todo tu medio ambiente.

C: Grábense esto y entiendan esto muy bien y envuélvanse en esto y sujétense firme, porque este es el modo como va a ser de ahora en adelante. ¡Yo también tengo derecho, yo también cuento! ¡Tanto como ustedes, ni más ni menos, igual, y recuérdenlo! Ahora salgan a vender eso. Agárrense a esas manzanas y vean como les gustan. ¡Yo también tengo derecho, maldita sea, y recuérdenlo!

F: Dímelo a mí también.

C: ¡Yo también tengo derecho, yo también cuento! Yo soy tan importante como cualquier persona en esta sala y no te olvides tú tampoco de ello... (Como si estuviera pidiendo autorización). ¿Bien? (Risas). Y puedo terminar mis propias escenas. ¿Puedo decir eso de nuevo? (Risas). Porque yo quiero recordar esto. Yo puedo terminar mis propias escenas.

F: Ya. Te seguí un buen trecho, sólo que no creo en esas reglas tan bien delineadas, sobre que tienes que, o bien terminar un trabajo, o bien salir con el niño. Creo que eso es mentira.

C: Bueno... por supuesto que es mentira. Estoy generalizando porque, de hecho, eso es exactamente lo que ocurrió. Fui con él a la playa y los trabajos están escritos. A las cuatro de la madrugada los terminé de todos modos. En caso contrario, no habrían servido para nada. No se trataba de esto o aquello; fueron más bien ambos y... y no hay razón alguna por la cual esto no pueda ser así todo el tiempo.

F: Exactamente... Bueno, así veo el mensaje existencial del sueño: "No es necesario esperar hasta que atropelles a tu hijo para contactarte con él". No tienes para qué copiar a tu padre.

BILL

Bill: Tengo adentro una especie de volcán que siempre entra en erupción...

Fritz: Bueno. Siempre subrayo el juego de la silla vacía porque esto es algo que uno mismo puede hacer fácilmente en su propia casa. De hecho, alguien incluso llegó a sugerir la fabricación de muñequitos Fritzie y... (muchas risas). Ten tu volcán, háblale.

B: Estás sentado ahí adentro. Tú estás sentado ahí adentro y la mayoría del tiempo ni siquiera sé que estás ahí... sigo pasándolo bien y de vez en cuando entras en erupción y termino temblando y fuera de control. No lo entiendo.

F: Sé el volcán.

B: Bueno, estoy esperando. Puedo entrar en erupción en cualquier momento y es mejor que andes con cuidado.

F: Dime esto a mí.

B: Puedo entrar en erupción en cualquier momento, es mejor que andes con cuidado.

F: ¡Huh!

B: (Con más fuerza). Puedo entrar en erupción en cualquier momento... ten cuidado.

F: Aún no te escucho.

B: (Fuerte). Yo puedo entrar en erupción en cualquier momento... ten cuidado.

F: Bueno... estoy listo.

B: ¡Brroooum! (Risas).

F: ¿Qué sientes ahora?

B: (Calladamente). Estoy temblando.

F: Cierra los ojos. Y entra en esa cosa temblorosa... entra en tu cuerpo.

B: No se siente tan mal. No sé por qué está temblando. No sé por qué estoy temblando.

F: ¿Te podrías permitir desarrollar este temblor? Puedo darte el diagnóstico: sufres de sobrecontrol. Descontrólate a ti mismo... tiembla un poco...

B: (Luego de una larga pausa). Se detuvo.

F: Vuelve atrás y háblale al volcán.

B: Bueno, haces un ruido tremendo, pero tu ladrido no es tan terrible, supongo. Si te dejo entrar en erupción... deja de tratar de mantenerte embotellado...

F: ¿Podrías inventar una imagen? ¿Qué ocurriría si fueras un volcán y entraras en erupción total?

B: Volaría en pedazos... todas las partes saldrían disparadas en todas direcciones. Pedazos incandescentes caerían con mucho ruido en todas partes. No quedaría nada de nada.

F: De modo que destruirías todo. ¿Así que podrías decirnos lo que nos harías si fueras un volcán?

B: Explotaría, haría volar todo lo que hay aquí.

F: Escúchate la voz.

B: Tengo la voz absolutamente muerta.

F: Ya. ¿Quién te va a creer así?

B: Nadie. (Risas). El volcán no le hace daño a nadie. Me hace estallar a mí no más. Nadie más está afectado en absoluto. Están todos ahí parados, viéndome estallar, y se preguntan qué está ocurriendo.

F: ¿Nos podrías decir esto a nosotros?

B: Si estallara frente a ustedes, se quedarían muy sentados ahí, y al verme estallar, dirían: "¿Qué diablos es él, qué le pasa? No me está haciendo daño en absoluto. Sólo está armando mucha batahola y gritando a todo pulmón".

F: ¿Podrías volver a representarlo?

B: ¿Representar qué cosa?

F: ¡El volcán! Déjanos mirarte. Haznos una demostración.

B: De un volcán.

F: Ya.

B: ¡BLOOWRRH.!

F: Continúa.

B: ¡BLOOWRRHH! Nada resulta bien.

F: Escúchate la voz ahora, es una voz débil, moderada. ¿Adviertes que estás fragmentado? ¿Que por un lado eres una persona más o menos débil y un volcán por otro? En medio no hay nada. Continúa representando al volcán.

B: Pero sé que no funciona. No puedo, no puedo... Estoy seguro que si lo represento en este escenario, sólo jugaría un juego o... no tendría ningún sentido.

F: Vuelve a escucharte la voz. Representa tu voz.

B: Mi voz dice: "Estoy hablando en un tono controlado, suave, no diciendo nada que pudiera dolerle a alguien... manteniendo toda emoción al margen".

F: Ahora sé la voz del volcán. ¿Qué diría el volcán?

B: (Ruge con una voz muy potente). ¡AL DIABLO CONTIGO!

F: Sé tu otra voz de nuevo.

B: No hay emoción verdadera. ¿Por qué debo esperarla? En realidad no siento nada. No estoy enojado contigo, a mí no me has hecho nada.

F: Habla de nuevo con el volcán.

B: (Grita). ¿Qué es lo que te pasa? (Con voz normal). ¿Por qué no siento nada hacia ti? Quiero contacto verdadero y no lo siento.

F: Me gustaría que inventaras una discusión entre tu voz de volcán y tu otra voz.

B: Voz de volcán, eres un gran ruido vacío. Asustas a la gente, pero no la convences.

¿Y qué crees que haces tú? (Risas). Ni siquiera los asustas. ¿Bien? Haz algo, muestra algo... verdadero.

Bueno, soy tan verdadera como tú, pero supongo que eso tampoco es lo que quiero ser -ni tú ni yo. Me gustaría ser una voz convincente, que realmente dice lo que dice y suena como tal, que realmente dice lo que está diciendo.

F: ¡Ajá! Ya hemos aprendido algo: no tienes un centro de confianza. Estás dividido en una voz humilde, suave, y una voz vacía y bravucona, pero el centro falta, falta la confianza. Dejémoslas continuar. La humilde, suave, y la bravucona, la gritona.

B: En vez de gritar con esa voz grande y fuerte, quizás, si tan sólo expresaras lo que sientes... si te sientes convencido de algo, dilo. Es posible que no sea así sólo porque tienes miedo de usar tu verdadero yo o de exponer tu verdadero yo. En cambio, tienes que sacar a relucir tu yo ruidoso y grande o algo para poder agradar...

Pero ahora tengo miedo. Me gustaría ser capaz de sentir, tú sabes, expresar lo que siento. Quizás lo hago. Me siento nervioso.

F: Cierra los ojos y entra en tu nerviosismo. Retírate y vuelve a entrar en tu nerviosismo. No es una excitación tan tremenda como la del volcán, pero hay algo de excitación en el nerviosismo. ¿Cómo sientes tu nerviosismo? ¿Puedes sentir vibraciones en alguna parte?

B: Siento vibraciones y siento... cosquilleo en los dedos. Casi siento como que podrían venirme lágrimas lejanas... muy lejanas.

F: ¿Qué sientes en los genitales, especialmente en los testículos?

B: Es un poco difícil de describir... creo que se siente como un niño pequeño... como me sentía, a veces, cuando salía de la bañera.

F: ¿Qué sientes en los ojos?

B: No siento mucho los ojos, pero siento contracciones a su alrededor.

F: Ya. ¿Podrías contraerte un poco más, o imaginarte que te estás contrayendo un poco más? ¿Qué sientes en las manos?

B: Se están apretando.

F: ¿Qué sientes en los testículos?

B: Nada

F: ¿Están ahí?

B: Sí.

F: ¿Ninguna contracción?

B: No...

F: ¿Qué vivencias ahora?

B: Las lágrimas en los ojos. Siento que las manos se sujetan.

F: ¿Podrías decirle al auditorio: "No voy a llorar"?

B: No voy a llorar. /F: De nuevo./

B: No voy a llorar. /F: De nuevo./

No voy a llorar. No voy a llorar.

F: ¿Qué objeciones tienes contra el llanto?

B: No tengo verdaderas objeciones. Sólo temo lo que la gente va a pensar si lloro.

F: Bien. Cámbiate otra vez de asiento y representa a la gente.

B: No te vamos a menospreciar si lloras. No hay nada malo en ello. Si tienes ganas de llorar, por algo será.

Todo esto lo sé en abstracto, pero algo me retiene... a veces consciente y otras inconscientemente.

F: Vuelve a cerrar los ojos. Y detállanos exactamente cómo sujetas las lágrimas. Qué músculos usas, etc.

B: Ahora no lo siento. Puedo recordar que las sujetaba apretando la garganta y contrayendo la mandíbula.

F: ¿Podrías hacerlo ahora? (A través de los dientes). "No voy a llorar".

B: No voy a llorar.

F: Ya. Aprieta la mandíbula. Retén el llanto.

B: No voy a llorar. No voy a llorar.

F: ¿Cuál es la situación? ¿Qué estás recordando?

B: ¿Cuando no estoy llorando? /F: Ya./ Estaba en un funeral. (La voz se quiebra). Estoy en un funeral. /F: ¿Quién?/ Un hombre anciano que murió; lo quería mucho.

F: Regresa a su tumba y despídete de él.

B: (Con una voz muy suave). Adiós.

F: ¿Cómo se llama?

B: Curt.

F: Di: "Adiós, Curt".

B: Adiós, Curt. Te he echado mucho de menos. (Casi llorando). Ojalá te hubiera expresado más cuánto te quería cuando aún había tiempo.

F: Deja que te responda.

B: Sé que me querías, Bill. Habría sido hermoso haberte visto con más frecuencia cuando me sentía solo. Gocé cada vez que estuvimos juntos. Fue difícil vivir solo. Ser dejado fuera de todo... No tienes que estar arrepentido. No hay nada malo en ello.

F: Háblale un poco más de lo que apreciabas en él.

B: Era tan suave.

F: Díselo a él.

B: Eras tan gentil y suave. La persona más gentil que he conocido. Ninguna hostilidad hacia nadie. Increíble.

F: ¿Ningún volcán allí?

B: No. Ningún volcán.

F: ¿Puedes verlo? ¿Puedes ver a tu amigo? Ve a palparlo y despídete de nuevo.

B: Adiós. (Comienza a llorar). Adiós... (Llorando). Adiós. Es difícil decir adiós. Es difícil decir adiós... (Sollozando)...

F: Vuelve hacia nosotros. ¿Cómo nos ves ahora?

B: Bueno, no los...

F: Bien, no siento que tu despedida haya terminado. Aún tienes que hacer más duelo. Saca tus raíces para quedar libre y hacer nuevos amigos. Esta es una de las situaciones inconclusas más importantes: no haber llorado bastante la pérdida de un ser querido. Freud ha hecho un trabajo magnífico acerca de la labor del duelo, que en Europa generalmente dura un año hasta que se recogen todas las raíces que se tienen dentro de la persona muerta y uno entonces puede volver a dedicarse a los vivos.

ELLIE

Ellie: Me llamo Ellie... Bueno, siento palpitaciones en el pecho, en este momento, y me gustaría soltarme.

F: Eso es un programa.

E: ¿Qué?

F: Eso es un programa, cuando dices: "Me gustaría soltarme".

E: Lo estoy intentando.

F: "Lo estoy intentando". Otro programa. Confundes lo que quieres ser con lo que es.

E: Ahora estoy... estoy moviendo los brazos, para sentirme reconfortada. Me gustaría hablar acerca de mí...

F: Déjame decirte algo, Ellie. La base de este trabajo es el ahora. Tú estás todo el tiempo en el futuro. "Quiero trabajar sobre esto", "Yo quiero ensayar esto", etc. Si quieres trabajar, entonces comienza cada frase con la palabra ahora.

E: Ahora le digo a usted, doctor Perls, que estoy incómoda. Ahora siento que el pecho me sube y me baja. Siento una respiración profunda. Me siento un poco mejor ahora.

F: Ya ves, en lugar de tratar de escaparte hacia el futuro, te pusiste en contacto contigo misma en el ahora. Por cierto que te sientes mejor... ¿Qué están haciendo tus manos?

E: Me están dando seguridad. Están en contacto, las siento tocándome. Siento que me están sujetando para mantenerme de una pieza.

F: Háblales. "Manos, ustedes me dan seguridad".

E: Manos, ustedes me dan seguridad. Manos, ustedes son algo que yo conozco. Hace bien mover el dedo.

F: Bueno, ahora atiendo al auditorio. (Hacia el auditorio). Siento cierta inquietud. ¿Podrían hablar acerca de esto?

X: No podemos escuchar muy bien.

F: De modo que prefieren quedarse con la incomodidad de no escuchar bien, esforzarse antes que expresarse. Cobardes.

X: ¿Podría volverse de modo que podamos escuchar?

Y. ¿Puedes hablar más fuerte?

E: Yo voy... ¿pueden escucharme ahora? /X: Sí. / Muy bien. (Carraspea). Ejem.

F: (Remedando, como una cantante que ensaya). Mi, mi, mi, mi...

E: En lugar de estar inquietos, me gustaría que me indicaran cuando no pueden escuchar. Pero no quiero estar obligada a pensar conscientemente en ustedes... Me gustaría pedirles...

F: ¿Qué estás haciendo con la mano izquierda?

E: ¿La mano izquierda?... está dirigiendo.

F: ¿Notaste que estás haciendo esto?

E: No. Ahora sí me doy cuenta. Quiero ser...

F: Otro programa.

E: Un programa.

F: (Bruscamente). Gracias. Así no puedo trabajar contigo. Te pido que te quedes en el ahora.

E: Ahora me siento inadecuada... Siento que ahora quiero algo. Siento miedo, ahora, de que no lo voy a conseguir. Siento...

F: Ves, de nuevo estás en el futuro. "Quiero algo", "No lo voy a conseguir". ¿Cuál es tu objeción a estar aquí, a estar viva, a estar en el ahora? ¿Qué es lo que siempre te hace saltar hacia el futuro?

E: Hay tantas cosas que quiero y tengo miedo... que no las voy a obtener.

F: En otras palabras, eres codiciosa y voraz.

E: Sí.

F: Dile esto al auditorio: "Yo quiero, yo quiero, yo quiero".

E: Yo quiero, yo quiero, soy codiciosa, voraz, egoísta. Soy insaciable. Quiero lo que quiero, de inmediato. No me siento bien cuando no lo obtengo... En este momento me siento inadecuada.

F: No entiendo la palabra. E: Me siento tonta.

F: Tal vez eres tonta... ¿o te haces la tonta? ¿Cómo te sientes de tonta?

E: No sé qué hacer. Quiero hacer algo, pero no sé cómo llegar a hacerlo.

F: Entonces representa una desvalida.

E: Por favor, ayúdeme, doctor Perls. /F: (Como si no pudiera escuchar). ¿Ahhhhh?/

Por favor, ayúdeme, doctor Perls. /F: ¿Ahhhh?/ ¡Por favor, ayúdeme, doctor Perls!...

F: Bueno, no tengo aquí mi libreta de cheques. (Risas).

E: No es eso lo que quiero de usted.

F: ¡Oh! No dijiste lo que querías, qué tipo de ayuda quieres.

E: Quiero sentirme bien, cómoda conmigo misma, siendo mujer. Quiero gozar más del sexo con mi marido.

F: ¡Ah! ¿Estás alguna vez en el ahora cuando tienes relaciones sexuales? /E: No./ ¿Dónde estás entonces? ¿Tienes un programa, el de llegar al orgasmo o alguna cosa así?

E: Sí, lo tengo.

F: Tú quieres lograr un orgasmo. De modo que nuevamente tienes un programa.

E: Cierto. Ese es mi problema.

F: Tu problema es que planificas, te haces un programa. En vez de fornicar, te haces programas. Si te quedas en el ahora, podrás gozarlo. Bien.

Todos estamos preocupados con la idea del cambio, y la mayoría de las personas se empeña en esto, haciendo programas. Queremos cambiar algo. "Yo debiera ser así o asá", etc. Lo que ocurre es que la idea del cambio deliberado jamás, jamás, jamás resulta. Apenas uno dice: "Yo quiero cambiar" -haciéndose un programa-, aparece una fuerza contraria que le impide a uno cambiar. Los cambios ocurren solos. Si uno se mete más adentro en lo que uno es, si uno acepta lo que está ahí, entonces el cambio automáticamente ocurre por sí mismo. Esta es la paradoja del cambio. Podría hacer un poco de hincapié sobre todo con un sabio proverbio antiguo, que dice: "El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones". Desde el mismo momento en que uno toma una decisión de operar un cambio en uno mismo, se abre el camino al infierno, porque no se puede lograr. Entonces uno se siente mal, uno se tortura y empieza a jugar el famoso juego de la autotortura, que en nuestro tiempo es tan popular.

En la medida que se pelea con un síntoma, éste se agrava. Si uno asume la responsabilidad de lo que está haciendo, cómo uno produce su propia enfermedad, cómo uno produce su existencia -en el mismo momento en que uno se pone en contacto con uno mismo-, empieza el crecimiento, comienza la integración.

DAN

Dan: Tengo una nariz sicosomática, y yo...

Fritz: Háblale a tu nariz sicosomática.

D: Yo... bien, bueno... Siempre he pensado que había algo en mi pasa- do que no podría entender, y trabajé sobre ello y ahora puedo con- trolarlo parcialmente...

F: ¿Qué está haciendo tu mano derecha?

D: Perdón, ¿qué me dices?

F: ¿Qué es lo que dije?

D: Qué es lo que debo...

F: Ajá. Ahora recuerdo. Hace un tiempo tuvimos un breve encuentro y Dan mostró su falta de deseo de escuchar.

D: No escuché las últimas palabras. ¿Debo continuar?... He tratado de controlarlo, y hasta cierto punto lo he logrado un tiempo y entonces, aquí, últimamente...

F: ¿Escuchaste lo que acabo de decir acerca de controlarse?

D: Escuché lo de mi incapacidad de escuchar.

F: ¿Escuchaste lo que dije acerca del controlarse? ¿Y del deseo de cambiar?

D: No, señor.

F: ¿Podrías retroceder unos cinco minutos?

D: Hacia afuera, anteriormente. Le hice una pregunta y le...

F: ¿Escuchaste que dije cinco minutos?... ¿Te das cuenta de que distorsionas cualquier cosa que digo, que no escuchas, que no estás en absoluto abierto?

D: Trataré de abrirme.

F: "Trataré de abrirme". Otra promesa. No sé cómo me puedo comunicar contigo.

D: Tuve la sensación que pensabas que yo era una personalidad tóxica, pero si no intento, ¿qué se puede hacer?...

F: ¿Qué ocurriría si escucharas, si tuvieras oídos? ¿Puedes inventar una fantasía? ¿Cuál es el peligro de escuchar?...

D: Bueno, si no escucho, pero me doy cuenta de estar escuchando, no debiera haber ningún peligro en escuchar, no debiera haber ninguna amenaza. Y no veo ninguna amenaza...

F: ¿Cuál es el peligro de escuchar?...

D: El único peligro de escuchar sería oír algo que uno no quiere oír.

F: Ah. ¿Podrías decir esta frase: "Escucho únicamente lo que me gusta oír"? ¿Puedes decir esta frase?

D: Ah, "escucho únicamente lo que quiero oír".

F: ¿Dije eso?

X: No...

F: ¿Esto es lo que haces en la vida, en buenas cuentas, siempre distorsionas todos los mensajes que te llegan desde afuera?

D: No podría ser todo el tiempo, pero indudablemente así es a veces.

F: Ahora escucha cuidadosamente. "Yo escucho únicamente lo que me gusta oír".

D: Yo escucho únicamente lo que me gusta oír.

F: Ahora dile eso al auditorio.

D: Yo escucho únicamente lo que me gusta oír. /F: De nuevo./ Yo escucho únicamente lo que me gusta oír.

F: Dilo más fuerte. Dilo a algunas personas en particular.

D: Yo escucho únicamente lo que me gusta oír. Yo escucho únicamente lo que me gusta oír.

F: Dile esto a tu esposa.

D: Yo escucho únicamente lo que me gusta oír.

F: Represéntala a ella. ¿Qué te contestaría?...

D: A veces diría: "Sí, señor", y otras veces: "¡Tienes toda la razón!".

F: Bien. Ahora representa a una esposa que dice únicamente cosas que te gusta oír...

D: Bueno...

F: ¿Qué es lo que te gusta oír?

D: Me gusta escuchar cosas agradables.

F: ¿Como cuáles?

D: Bueno... "Hice todo lo que me pediste que hiciera", "He tratado de hacer esto o aquello por los niños y creo que seguramente esto te resulta agradable" o...

F: De modo que esperas que la gente te escuche. ¿Estoy en lo cierto?

D: Bueno, supongo que debiera escuchar a los demás y que los demás también debieran escucharme a mí. Pero, sin embargo, de lo que usted dice, no estoy seguro.

F: Es un truco fantástico el que haces. Si esperas que la gente te escuche, pero no escuchas lo que la gente tiene que decirte, entonces estás siempre en el control.

D: Quizás implique mantener el control. Pero no soy muy feliz así.

F: Exactamente. Y consigues tus síntomas. Okey.

DICK

Dick: (Rápidamente). Tengo una pesadilla que se me repite. Estoy dormido y escucho a alguien gritando y me despierto y los policías le están pegando a un niño. Quiero levantarme y ayudarlo, pero hay alguien parado a la cabecera y a los pies de mi cama y están tirando almohadones para allá y para acá rápidamente. Y no me puedo levantar. Me despierto gritando y bañado en transpiración.

Fritz: ¿Podrías actuar esto? Cuenta tu sueño una vez más pero usa el cuerpo junto con la voz.

D: Estoy durmiendo. Súbitamente escucho que alguien está gritando.

F: Espérate un momento. Di de nuevo: "Estoy durmiendo".

D: Estoy durmiendo.

F: ¿Lo crees?

D: No.

F: Entonces actúalo.

D: Estoy dormido. Súbitamente escucho que hay alguien gritando. Me despierto y veo que hay unos policías pegándole a un niño y que me quiero levantar para ir a ayudarle y hay alguien parado a los pies y alguien también a la cabeza de mi cama y están tirándose un al mohadón para allá y para acá (rápidamente), más y más y más rápido y no me puedo mover... y quiero levantar la cabeza y no puedo... y ellos van más y más rápido... y me despierto gritando.

F: ¿Podrías hacer esto de nuevo con la cabeza?

D: (Rápidamente). Están tirándose un almohadón unos a otros y es tan rápido que no puedo mover la cabeza con la misma rapidez. Se va haciendo más y más rápido y no puedo mover la cabeza y...

F: ¿Podrías representar al policía que le está pegando al niño de ese modo... más y más rápido?

D: (Rápida y muy expresivamente). Muy bien chico. Te agarramos ahora y te vas a ir a la cárcel. No más cháchara. Te vas a ir derechito al reformatorio. Tú crees que te estás escapando de muchas cosas, pero en realidad no vas a conseguir nada. Vas a estar ahí metido un tiempo bien largo y vas a convertirte en un buen ciudadano y no vas a joder tanto.

F: ¿Cómo te sientes en ese rol?

D: No me gusta.

F: ¿No te gusta?

D: No.

F: Bien, háblale a ese tipo... al policía que está ahí.

D: (Suplicante). El chico no estaba tratando de robar porque quisiera algo. No tenía dónde ir y no tenía nada que hacer. Cayó en la trampa y se robó unas pocas cosas. No debieran apalearlo tanto. Si ustedes piensan que debe estar un tiempo en un reformatorio, si tiene que pagar alguna deuda, bien. Pero no hay que pegarle; no hay que castigarlo por eso; podrían ser bondadosos con él, podrían mostrarle algo de comprensión, mostrarle algo de simpatía. Ustedes deberían comprender el infierno que ha tenido que atravesar.

F: Entonces sé el policía otra vez. Responde.

D: Claro, pero estás robando a la gente y ellos tienen derecho a que se les respete. Debieras entender cómo diantres se sienten. Ellos trabajan para ganar su dinero. Si quieres conseguir algo, debieras ir allá afuera y tratar de educarte y ser productivo y ganar dinero de un modo honesto. Si vas a andar por ahí haciéndole daño a otra gente, también tendrás que recibir algún perjuicio a tu debido tiempo.

F: Veamos, sitúa al muchacho en esto. Tú eres el policía y el muchacho está en esa escena.

D: (Representando al muchacho). Yo solamente quería... pertenecer. Únicamente quería ser parte de la pandilla. No quería hacerle daño a nadie. No quería sacarle el dinero a nadie. No quería robar. Simplemente quería ser parte de la gente. Quería andar con la multitud. Sólo quería que me aceptaran. Eso es todo. No quería hacer ningún daño. Yo podría haber devuelto el dinero, no necesito el dinero. No lo uso para nada... simplemente me doy vueltas con esa porquería, y de todas maneras lo tiro. No lo guardo mucho tiempo. No quiero hacerle daño a nadie.

F: ¿Y qué dice a esto el policía?

D: No me importa lo que quieres hacer, se trata de lo que has hecho. El tipo ese no te estaba haciendo ningún daño y tuviste que robarle únicamente porque querías formar parte de la pandilla. Bueno, hay otras pandillas y también hay otra gente. No todas hacen eso. Si quieres pertenecer... bien, forma parte de la gente buena, salvo que quieras hacerte daño.

Pero aquí es donde vivo. Así se vive aquí. No tenemos otros grupos donde vivir. No tenemos clubes. Todo el mundo roba y si no roban, entonces no forman parte de las cosas. Si uno quiere pertenecer, si uno quiere ser parte de ellos, tiene que dejarse llevar. Eso es todo. Y no es asunto de sentir algo en contra de la persona a quien se le está robando.

No me importa lo que sientes. Lo que tú haces es lo que vale. Si haces algo ilícito, tienes que pagar por ello.

F: Ahora dile esto al grupo.

D: Serán castigados si hacen algo ilícito, algo malo.

F: Continúa hablándonos a nosotros.

D: Si quieres ser respetado, si quieres que te traten amablemente, entonces tienes que estar dispuesto a acatar las leyes y dispuesto a estar de acuerdo con la gente. Si quieres ser un hombre libre y andar entre la gente siendo respetado, tendrás que mostrarle a ellos el mismo respeto que esperas para ti. Si no lo haces, recibirás el castigo que te mereces.

F: Ahora representa al grupo...

D: Nosotros sabemos que la vida no es fácil en los arrabales, es difícil salirse, es difícil descubrir qué es lo correcto, lo que uno debiera hacer. Es difícil estar en contra del código que todo el mundo considera correcto. Es difícil ser un tipo importante en esa clase de compañía, a menos que uno haga estas cosas.

F: ¡Ah! Aquí aparece un nuevo tema. Persona importante. Quieres ser un tipo importante. Dile esto al policía.

D: Yo quiero ser una persona importante. Quiero que los demás me respeten. Quiero ser tan recio como todos los demás. Puedo aceptar cualquier cosa que usted me dé; no me hará hacer nada a mí. No me hará hablar. Yo quiero ser un hombre importante, aquí.

F: Cámbiate de silla otra vez.

D: Si ser un hombre importante significa salir a robar, tomar cosas de otras personas y violar la ley, entonces el hombre importante será castigado.

F: ¿Cómo te sientes ahora en el nuevo rol de policía?...

D: Estoy muy de acuerdo con él.

F: Estás más cómodo ahora como policía. /D: Claro./ Bien, continúa.

D: No nos importa si acaso eres grande o chico, flaco o gordo, blanco o negro. Puedes ser cualquier cosa que quieras, pero si violas la ley, es asunto nuestro el detenerte. Te detenemos del mejor modo que sabemos. Eso es todo. A veces se requiere un poco de fuerza, eso es todo...

F: Cierra los ojos ahora y date cuenta de ti mismo. ¿Qué es lo que vivencias?

D: Debilidad en las rodillas y piernas, latidos en... sobre el ojo izquierdo. Una especie de impotencia para hacer lo que quiero hacer.

F: ¿Ahora podrías decirle esto al muchacho?

D: Me siento débil en las piernas, siento que me está latiendo la cabeza y no me siento capaz de hacer lo que quiero hacer, no me siento libre... siento que tú me lo impides, no me dejas ir a donde quiero ir, ser lo que quiero ser.

F: Ahora nuevamente toma el lugar del muchacho. Contéstale al policía.

D: Me voy a marchar de aquí. Voy a hacer las cosas que quiero hacer, pero necesito algo de ayuda. No lo puedo hacer todo solo. Lo único que quiero es que alguien entienda. Es difícil.

F: Ustedes vieron, en el preciso instante en que logró un contacto, contacto consigo mismo, pudieron advertir cuánto de su reciedumbre resultó ser mera farsa. Y el muchacho también es mucho menos rencoroso, mucho menos agresivo. Se están acercando un poco. Bueno, sé nuevamente el policía.

D: Mira, chico, si realmente te quieres marchar de este vecindario, hay muchas cosas que podemos hacer para ayudarte: hay todo tipo de consejeros, toda clase de trabajadores sociales que están dispuestos a ayudarte en tu camino. Tenemos organizaciones de Big Brother25 la oficina especializada tiene todo tipo de sistemas que te pueden ayudar. Vas a pasar un tiempo en la cárcel; ellos te dirán cómo arreglártelas y salir de aquí.

F: Dale otra palmada.

D: (Gritando con enojo y expresión). ¡No tienes ni la más puta idea de lo que estás hablando! ¿Qué es lo que hacen en la cárcel? No te dan ninguna ayuda. ¡Me cago en los trabajadores sociales! Lo único que hacen es un montón de prédicas, proselitismo, y decirle a uno qué mierda debiera estar haciendo con su vida... ¡Y no te ayudan para nada!

F: ¡Oh! Ahora el enojo está en el lado del muchacho. Tú eras el muchacho; no eras el policía.

D: (En voz baja). Sí.

F: Ajá. ¿Qué diría ahora el policía frente a esta furia del muchacho? Los roles han cambiado.

D: (Reciamente). Mira, chico. A menos que te endereces, a menos que comprendas qué diablos estás haciendo, nadie te va a ayudar. Intentan ayudarte y si cada vez que tratan de ayudarte crees que te están tratando de enredar, jamás vas a conseguir ayuda alguna. Si quieres salir de este enredo, es mejor que te endereces y que entiendas quién carajo son tus amigos. Estas porquerías que creen ser tus amigos... a la mierda con ellos. Te enterrarían un cuchillo en la espalda por diez pesos.

F: Bien, cámbiate de roles.

D: Sí, pero ellos me aceptan. Me conocen y no me piden más de lo que doy. (Enojado). Todos ustedes, en cambio, están siempre pidiendo cosas que no pueden conseguir, ni yo les puedo dar. Quieren las cosas del modo como ustedes definen las malditas cosas, no del modo como yo las veo.

F: ¿Y qué vivencias ahora?

D: Violencia.

F: La violencia ya no está proyectada. ¿La sientes como tuya?

D: Sí, claro...

F: Entonces cierra los ojos de nuevo. Ahora ponte en contacto con tu violencia. ¿Cómo la vivencias?...

D: (Sin aliento). Quiero des... destruir cosas. Quiero... yo quiero romper el pasado. Quiero largar todas esas cosas que me impiden hacer cosas. Quiero ser libre. Simplemente quiero romperlas.

F: Entonces háblale al pasado: "Pasado, quiero deshacerme de ti".

D: Pasado, tú ya no me puedes detener. Una gran cantidad de muchachos ha pasado por lo mismo. Hay todo tipo de arrabales en el mundo. Muchas personas han ido al reformatorio, han estado en la cárcel. Eso no significa que no puedan realizar algo. Yo me estoy doctorando. Esto se acabó contigo. Me he salido de ti. No te tengo más a la mano. No tienes por qué joder más. No tengo que retroceder ni ver cómo diablos es la vida allá. Ya no tengo que sentir la excitación. Puedo vivir donde estoy viviendo ahora. Voy hacia el mundo académico... ¡el verdadero mundo!

F: ¿Y qué contesta el pasado?

D: Sí, claro, pero tú... tú sabes que somos tus amigos y entendemos lo que quieres. Sin embargo, nuestra vida es más rica. Hay más excitación, hay más significado, hay más que hacer, hay más que ver. No es estéril. Tú sabes lo que has hecho. No te puedes salir ni lo puedes dejar.

F: En otras palabras, ¿el pasado vivencia al doctor (Ph.D.) como algo estéril? Tú eres...

D: Doctor es... ah, el doctor. ¿Qué demonios es eso?

F: Díselo a él.

D: Mira. Cuando tienes un doctorado, ¿qué es lo que tienes? Te coloca en una posición de poder ayudar un poquito más en el análisis de ciertos problemas, pero, cuando a las personas se les presentan en realidad, no van a conseguir demasiado con ello. En realidad no importa mucho qué es lo que hagas.

F: ¿Ves? Ahora estamos entrando al problema existencial.

D: Sí.

F: Quieres hacer algo más estimulante.

D: No sólo quiero hacer algo más estimulante; quiero hacer algo significativo... algo verdadero. Quiero poder tocarlo, sentirlo. Quiero verlo crecer y desarrollarse. Quiero sentir que soy útil. Incluso de un modo cálido, de un modo cariñoso; quiero sentir que soy útil. No quiero mover al mundo... Esta sensación de impotencia. Todo ese trabajo.

F: Esto es una observación muy interesante, porque todo este deseo de matar está basado en la impotencia... Así que sé el doctor...

D: Hay tres billones de personas en el mundo y quizás son diez mil las que toman las decisiones. Mi trabajo va a ayudar a aquellos que toman decisiones a decidir más sabiamente. No voy a remecer al mundo, pero voy a hacer muchísimo más que lo que hacen los otros dos millones novecientos y tanto. Será una contribución que valdrá la pena.

F: ¿Ves cómo te estás poniendo más y más racional? Ahora los opuestos se están juntando. ¿Cómo te sientes?

D: Siento que quiero ser racional.

F: Ya, ya. Creo que hiciste un buen trabajo.

P: En este caso, vimos mucha violencia y agresión que al final resultó provenir de una sensación de impotencia. ¿Qué lugar le cabe a la agresión en la personalidad sana, integrada?

F: Creo que la agresión es una energía biológica que normalmente se usa para "desestructurar" los alimentos o cualquier otra cosa que tengamos que "desestructurar" para luego poder asimilar. Hay que distinguir la agresión de la violencia, el sadismo, etc. La siquiatría moderna echa todo esto dentro de la misma olla. En realidad son fenómenos bastante diferentes. Por ejemplo, la violencia como la vieron aquí, es el resultado de la impotencia. Si no se tiene otro modo de luchar, entonces se comienza a matar. La agresión se utiliza para cualquier tipo de trabajo. Pero ustedes ven que a menudo la agresión no está motivada por la lucha, sino por el odio hacia un padre -no hacia un padre real, sino hacia un padre imaginario. En mi trabajo, a menudo pregunto: "¿Para qué necesitas una madre?". No hay para qué arrastrarla con uno. Tírenla al tarro de la basura. No pierdan el tiempo odiándola. De esto estoy hablando, de vaciar la zona media de la fantasía. Si uno ha perdonado a su madre, ha asimilado todo lo que había proyectado en ella, entonces se la puede abandonar. Si ustedes se comen un bife, ¿qué hacen con el bife? Se lo apropian y esto mismo ocurre con cualquier situación incompleta, con cualquier gestalt inconclusa una vez que se digiere y se usa como alimento. El rol de la agresión en la personalidad bien integrada es ser un medio de encararse con una situación -y algunas situaciones requieren agresión. Otras situaciones requieren, digamos, comportamiento racional, mientras que otras requieren que uno se retraiga, se aparte. ¿Se han dado cuenta cuánto trabajo con la situación de contactar-retirarse y de encararse-retirarse? Si uno no puede encarar una situación tal como ésta se presenta, se aparta a una posición donde se sienta más cómodo o donde las situaciones inconclusas esperan, y luego sale en otra oportunidad. Este ritmo es esencial para la vida. Si no se escucha este ritmo, si se es sostenidamente unilateral, entonces uno es o bien ruidoso, prepotente, pomposo, extrovertido, o bien completamente retraído. Esto no es un corazón (empuña una mano). Esto tampoco es un corazón (abre la mano). Este es un corazón (abre y cierra la mano). Contacto-retiro. Recuerden: es siempre un ritmo.

Habrán notado también cuánto uso hago de esta silla vacía y cómo mediante la identificación con la fuerza propia, masticándola y asimilándola, se la llega a reposeer nuevamente. Este es el proceso del crecimiento, el proceso mediante el cual movilizamos nuestro potencial. Si se entiende a Nietzsche correctamente, se verá que habla acerca del superhombre. No habla acerca del superhombre de las historietas cómicas, del tipo nazi, aquel con los grandes músculos - ese es el Undermensch. Nietzsche se refiere a la persona que es capaz de usar su propio potencial en favor de cualquier gran posibilidad. Y lo repito: esto ocurre únicamente si se permite que el proceso del crecimiento transcurra libremente.

Los cambios deliberados no resultan. Los cambios se realizan solos, si uno recobra, si uno asimila cualquier cosa disponible. El hecho es que somos mucho más de lo que creemos aun en nuestros sueños más fantásticos. Hace más o menos seis meses tuve una experiencia interesante: estaba aburrido y pensé: "¿Por qué no usar este tiempo de aburrimiento para comenzar a escribir?". De modo que empecé a escribir acerca de mi vida y está comenzando a fluir -fundamentalmente en palabras, parcialmente en poesía, pero fluye. En este corto tiempo he escrito más de 300 páginas y creo que va a ser un libro hermoso; lo llamo In and Out of the Garbage Pail26. Permito que la excitación siga su curso. Tengo setenta y cinco años. Piensen en todo lo que tienen por delante.

BETH

Beth: (Con voz fuerte, áspera). En mis sueños hay una especie de banda de acero, como parte de la rueda de un camión, alrededor de mi pecho, y no me puedo salir de ella. Me siento atrapada en ese anillo de acero y sigo haciendo esfuerzos por salirme.

Fritz: Bien, para eso necesito un hombre fuerte, alguien que suba y venga para acá. (Un hombre se adelanta). Beth, conviértete en ese anillo de acero que viste en tu sueño. Pon tus brazos alrededor de su pecho y trata de mantenerlo atrapado. (Ella lo hace y aprieta con fuerza). Bien. (Al hombre). Ahora trata tú de salirte de este anillo de acero. (Hay una lucha corta y vigorosa y él se libera).

B: (Descubrimiento). ¡Pero si no estoy hecha de acero!

F: ¡Ya! ¿Captaste el mensaje?

B: ¡Realmente creí que lo podría sujetar!

F: Bien.

MARIAN

Marian: (Suavemente). Tal vez cruce las piernas si me dan ganas de hacerlo, así es que lo voy a hacer. No sé, no estoy realmente segura de por qué vine, pero he tenido una semana muy turbulenta. La semana acá me ha perturbado totalmente de modo que creo que si hablo con ustedes, me voy a sentir mejor, pero no estoy muy segura del porqué. Creo que es la primera vez que he tenido alguna interrogante acerca de mi propia autovaloración y del concepto que tengo de mí misma, ahora realmente confuso. Durante las charlas he estado tratando de descubrirme y realmente no sé dónde estoy y me sentí, ah, me sentí rechazada esta semana, y hoy me sentí rechazada por ti. Debe ser mi imaginación, ¿pero podría contarte acerca de ello?... Cuando mencioné haber tenido una experiencia agradable de maratón en tu casa, sentí que recibí dos mensajes... probablemente dentro de mí. Pero los mensajes que recibí de ti, el primero, cuando te diste vuelta... me dije a mí misma...: "Tú sabes, eres insignificante, ¿así que para qué me hablas a mí?...... Y el otro es el que sentí...

Fritz: ¿Cómo fue esa frase?: "Eres insignificante".

M: Sentí que no te hablaba directamente.

F: Tú dijiste algunas palabras como: "Tú eres insignificante".

M: Sí. Eso es lo que me dije a mí misma.

F: Ya lo sé. ¿Podrías decir de nuevo: "Tú no tienes importancia"?

M: Sí. Eres insignificante. /F: Dilo de nuevo./

Eres insignificante. /F: Dilo de nuevo./

Eres insignificante. /F: Dilo a unas pocas personas./

Son todos insignificantes, no importan para nada. No valen nada.

No me gusta esto.

F: Bueno, trabaja sobre esto. ¿Cómo es que no importamos?

M: Bueno, tú importas, pero yo... esto es lo que estaba pensando acerca de mí misma.

F: Lo sé. Quiero que lo digas de nuevo hacia afuera.

M: ¿Y quieres que te lo diga a ti?

F: Sí.

M: Lo puedo decir, pero no lo creo.

F: De todas maneras me gustaría que jugaras este juego.

M: Bien. En realidad tú eres insignificante. ¿Cómo te has imaginado que eres tanto más importante que yo?

F: Continúa.

M: No creo que tú seas mejor que yo... ¿Por qué me dejas con esa sensación?

F: Dile esto a unas pocas personas más.

M: (Melindrosa). Veamos. En realidad tú a mí no me significas nada. ¿Tú no eres importante, Betty? Yo sé tu nombre, así que te lo digo realmente a ti (se ríe), no lo creo, pero voy a usar tu nombre. ¿Bien? ¿Por qué me haces sentir como que... como que eres tanto más importante que yo? Tú no me importas... No me siento cómoda haciendo esto.

F: ¿Qué es lo que vivencias cuando lo haces? ¿Cuál es tu incomodidad?

M: Una verdadera sensación de traición. Tú sabes, una especie de "Bueno, ¿y por qué estoy diciendo todas estas cosas horribles?". Ah, es como una sensación de soledad. Creo que no hay nada peor que el rechazo. No me gusta. Me siento terriblemente mal cuando me rechazan... y una sensación de no ser, tú sabes, verdadera y genuina por dentro...

F: Así que la frase sería: "Te rechazo porque no eres verdadera".

M: Sí. Esto es lo que se dijo esta semana, pero en palabras. De verdad no por lo que sentí... bueno, no. Me retracto de eso. No fue en verdad que tú no seas... no seas verdadero. Fue "¿Por qué estás sonriendo? No siento que lo estés haciendo de verdad". Esto fue lo que se dijo... Ah, y las veces que sentí que a otras personas se les prestaba atención y a mí no, tú sabes, muchas veces... De modo que mi sentimiento de autovaloración simplemente se me fue a pique... es una experiencia nueva para mí, no la había sentido antes. Pero ahora me lleva de vuelta. Me pregunto, durante cuánto tiempo la gente... y no creo que ellos hayan tenido que sentirse de este modo, y ahora estoy empezando... a sentir que todo esto es engendro de mi imaginación...

F: Investiguemos un poco más esta imaginación. Háblale a Marian. Dile: "Marian, eres despreciable, eres irreal". Deprímela.

M: Marian, creo que eres despreciable. No vales nada. Me siento muy mal al decir esto. Me da una sensación que he tenido antes, unas pocas veces que, ah, que no me gusta...

F: La acabas de hacer llorar... Permite que Marian conteste...

M: Bueno, creo que tengo, estoy segura que tengo algún valor y no sé por qué dices esto. Siento que he sido muy valiosa en la vida, así que ¿por qué me haces sentir así?

F: Cámbiate de roles otra vez.

M: Bueno, tú... eres tan falsa...

F: ¿Cómo? Explícale de qué modo es falsa.

M: Te sonríes cuando realmente no creo que lo quieras hacer. Estás tratando de actuar como si tuvieras muy buena voluntad hacia la gente, pero, en realidad, no creo que la tengas. Creo que estás tratando de que te crean.

F: ¿Y ahora, Marian? ¿Qué contesta ella?

M: Pero sí tengo buena voluntad hacia la gente. Yo pienso... yo pienso bien de la gente... Tú no crees que yo pienso así... De modo que no sé por qué me he metido en este tremendo problema justo esta semana...

F: ¿Quién te provocó este tremendo problema?

M: Fue una experiencia que tuve en un grupo. Fue un...

F: ¿Quién te provocó este tremendo problema?

M: ¿Quién? Varias personas del grupo. No hay ninguno de ellos aquí ahora.

F: ¿Podrías decir lo que te hicieron?

M: Amenazas... Ustedes amenazaron mi integridad personal, diciendo que en realidad yo no quería decir lo que estaba diciendo y que soy mentirosa. Les dije que a veces había servido para alegrar a algunos, para ayudarles. Y ustedes cuestionaron esto. Ustedes dijeron, y lo saben, "¿Alguna vez has conseguido que alguien se sienta bien?" Mi respuesta fue: "Por supuesto que sí. Creo que muchas veces he ayudado a la gente".

F: Ya pues, dales duro...

M: (Más fuerte). No me gusta que duden de mi integridad.

F: Ahora sí que estás sacando la voz. Ahora hazlos llorar a ellos...

M: (Con fuerza). Ustedes saben... creo... yo creo que ellos... no creo que valga la pena... gastar energía en ustedes: creo que están tan llenos de enredos que no voy a gastar más aliento en ustedes. No me importa lo que piensan de mí. Yo sé lo que pienso de mí misma y eso me basta.

F: Ahora que recuperaste lo que habías proyectado... ¿Cómo te sientes?

M: Me siento mejor. /F: Ya./ Me siento como una tonta. (Melindrosamente).

F: Tratemos de deshacer esta proyección. Dime a mí que soy tonto.

M: ¿Tú, Fritz? ¿Qué tú eres tonto? /F: Ya./ Bueno, no creo que pueda decirte que eres tonto, porque ya lo he desmentido de los otros. Pero... además, no creo que seas tonto. Creo que yo soy tonta, o más bien creo que lo era. Ahora no creo que sea tonta.

F: ¿Puedes perdonarle a Marian el haber sido tonta?

M: Sí, puedo.

F: Díselo a ella.

M: Marian, te perdono el haber sido tan tonta como para haber hecho proyecciones situándolas en otras personas, o cuando la marea está baja haber proyectado tus cosas en otro... Gracias, Fritz.

F: Habrán notado que el problema con el juego de la "autotortura" reside en que cuando uno se tortura a sí mismo, hace las veces de pájaro de mal agüero. Envenenas toda la atmósfera en torno a ti y deprimes a todos los que se te acercan. Vean si pueden meterse esto en la cabeza.

GAIL

Gail: (Risa nerviosa). Aquí arriba da mucho más miedo de lo que creía.

Fritz: Habla acerca de tu experiencia. "Esto da mucho miedo".

G: Me está palpitando el corazón. Todos ustedes subieron acá y trabajaron y... ¡caray!

F: Bien. Retírate hacia adentro de tu cuerpo, hacia tu angustia.

G: Mi... puedo sentir como me palpita el corazón y tengo el pulso... y los brazos y las piernas y el cuello... En realidad no es una mala sensación.

F: Gózala.

G: Es un corazón bueno y fuerte... Siento el calor del fuego en la espalda... eso también es agradable.

F: Ahora vuelve a nosotros.

G: Ahora no tengo miedo... funciona siempre, Fritz.

F: ¿Qué vivencias ahora?

G: Te estoy mirando a ti. Te veo. Anoche tuve un sueño en que estaba en un grupo... yo estoy en un grupo.

F: Dile esto al auditorio. Quizás alguien se interese. Pregunta acaso alguien está interesado en el sueño. Yo no soy tu único público.

G: Realmente no me importa si están o no interesados en mi sueño.

F: Ya. Desarrolla esto.

G: Estoy mucho más interesada en trabajar con Fritz que... en divertirlos a ustedes. No estoy aquí para divertirlos.

F: ¿Puedes sentir lo real, lo verdadero en tu voz, ahora? /G: Mmm./ ¿Puedes desarrollar aún más esto?: "No estoy aquí para divertirlos".

G: Si logras algo a partir de lo que ocurre cuando estoy trabajando, bien, pero si no logras nada, bien también. No estoy aquí (risas) para llenar tus expectativas.

F: Con eso sí que me tocaste a mí.

G: Sí... no estoy aquí para llenar tus expectativas tampoco.

F: Bien. ¿Te escuchas la voz? Súbitamente se apagó. Hermoso.

G: Claro. Voy a ensayar de nuevo. Fritz, no estoy aquí para llenar tus expectativas.

F: Aún no te creo.

G: Estoy aquí para llenar mis expectativas, desgraciadamente. Ahí es donde me bloqueo.

F: Ajá. Háblale a Gail. Dile a ella lo que de ella esperas.

G: Espero que no arruines y pierdas la oportunidad que tienes para crecer. Espero que te mantengas en contacto con Fritz y no hagas juegos tontos. Y si... desbarras, te voy a castigar por eso. Te voy a hacer sentirte muy mal.

F: ¿Cómo? ¿Cómo castigas tú?

G: Voy a... Te voy a hacer sentir una mierda, pero no sé cómo... no sé cómo hacerlo, pero lo voy a hacer.

F: Bueno. Ensayemos esto con el grupo: "Si ustedes no se adecúan a mis expectativas, los voy a hacer sentirse unas mierdas". Dile esto a todo el mundo.

G: (Se ríe)... Si ustedes no llenan mis expectativas, los voy a hacer sentirse como unas mierdas. Y creo que lo haré apartándome de ustedes. Creo que ese es el modo como lo haría... Sí.

F: Déjame ensayar una idea. ¿Puedes decirle esto también a Dios?

G: Uhuh... Si tú no llenas mis expectativas, me voy a apartar de ti. Tú no existirás para mí... Sí, resulta. (Risas). Y si ustedes no llenan mis expectativas, yo me voy a apartar de ustedes. (Con la mano izquierda empuja hacia el auditorio).

F: Dile esto al auditorio de nuevo y agrega esta vez: "Si ustedes no llenan mis expectativas, los voy a borrar".

G: Si ustedes no llenan mis expectativas, los voy a borrar.

F: Ahora bórralos con la mano derecha también. Bórralos con ambas manos... de nuevo... ¿Podrías borrarlos realmente?

G: Ah. Empiezan otra vez las palpitaciones. /F: Ya./ (Sin aliento). ¡Caramba!

F: Parece que está llegando algo de energía nueva.

G: Yo estoy... mi respiración es muy superficial. Siento un poco de vértigo.

F: Retírate de nuevo.

G: Me aumenta el vértigo... Si lucho contra él, me da... me da un poco de náuseas, así que supongo que voy a intentar seguir con él. (Suspira).

F: ¿Te has desmayado alguna vez? !G: No.l Ese es el mejor modo de borrarlo todo. !G: Sí, claro./ Eso es lo que hacían en los tiempos de la reina Victoria. Las damas siempre se desmayaban. O les daba dolor de cabeza o se desmayaban...

G: Ahora puedo respirar más hondo, ahora... cuando voy... siento... y se fueron las palpitaciones... todavía tengo débiles las manos.

F: Vuelve acá y repite esto: "Con manos débiles"... !G: Claro./ "Si no llenas mis expectativas, te voy a borrar con manos débiles...".

G: Si no llenas mis expectativas, te voy a borrar con manos débiles... y realmente será así. Yo los borro a ustedes con manos débiles... No tengo nada de fuerza en ellas. (Suspira)... Borrarlos...

F: ¿Podrías fantasear sobre qué ocurriría si nos borraras con manos fuertes?

G: (Rápidamente). Nada... Yo los borro a ustedes... uh... claro...

F: ¿Qué ocurrió?

G: Los borré con fuerza... Si realmente usara las manos, les pegaría.

F: ¡Ah! Al fin. Repite eso.

G: Si usara mis manos y ellas fueran fuertes, y los estoy borrando... si es que, de hecho, lo hiciera (se ríe), les pegaría... Pero no lo hago. Los borro con la... con la voz y no con las manos.

F: Tú borras las cosas retirándote, apartándote. "Soy débil".

G: Claro... claro... claro...

F: En vez de usar tu fuerza.

G: El mareo, también. Claro. Correcto... En vez de hacer que ellos se vayan, soy yo la que se va.

F: Exactamente. Ahora vuelve a Gail. "Si no llenas mis expectativas, te voy a borrar con manos firmes".

G: (Rápidamente). Si tú no llenas mis... (más lentamente) si tú no llenas mis expectativas, te voy a borrar con mano firme. Claro... Claro, ¡claro! (Se ríe).

F: De nuevo.

G: ¡Caramba!... Si no llenas mis expectativas... uh... te voy a borrar con mano firme.

F: Ensayemos un paso más allá. "Si tú no llenas mis expectativas, te voy a borrar con voz fuerte".

G: (Se ríe). Me vas a pillar, ¿no es cierto? (Con voz más firme, rápidamente). Si no llenas mis expectativas... si...

F: Casi recobraste tu voz.

G: Caramba, no sé dónde está, tampoco. Es fabuloso. En realidad no estoy aquí contigo. Tampoco te he alejado. Si tú no llenas mis expectativas, te voy a borrar con voz fuerte.

F: Repite esto último.

G: (Más fuerte). ¡Te voy a borrar con voz fuerte! /F: ¡Más fuerte!/ ¡Te voy a borrar con voz fuerte! /F: Más fuerte./

¡TE VOY A BORRAR CON VOZ FUERTE!

F: Ahora di esto con tu cuerpo entero, con tu voz y con todo.

G: (Toma aliento) ¡TE VOY A BORRAR CON VOZ FUERTE!... Huh... claro... Lo siento en la espalda también. Aunque me siento más fuerte, todavía siento palpitaciones por acá. Pero me siento más fuerte. Me parece que lo hago de verdad. Realmente te borro. Pobre cosa insignificante... ¿Por qué no peleas?

F: Repite eso.

G: ¿Por qué no peleas? /F: Repítelo en imperativo./

¡Pelea! /F: De nuevo./

¡Pelea! /F: De nuevo./

¡Pelea!...

F: Ahora cámbiate de asiento.

G: Ni siquiera me gusta seguir mirándola.

F: Díselo a ella.

G: Yo... ni siquiera te puedo mirar. Te estoy mirando como si estuvieras a la vuelta de la esquina. Eres demasiado fuerte.

F: Eso es mentira. Tú tienes la fuerza.

G: Es más fácil si no lucho.

F: Ajá. Eso es cierto.

G: (Suspira). Entonces voy a armar bronca. Yo no...

F: ¡Oh! Te estás tirando al suelo de nuevo.

G: Ahhh... ¡Ya no me puedes aplastar más! F: Repite eso.

G: ¡Ya no me puedes aplastar más! No puedes... (Más hondo). No puedes aplastar... Caramba, ¡pucha! Tú no me puedes aplastar más... Tú no me puedes aplastar más.

F: Cámbiate de asiento.

G: ¿Qué te parece eso? Creo que realmente lo dice en serio. Veamos si es cierto. ¡Yo te aplasto! ¡Lucha! No hay nada de divertido en aplastarme. Eres demasiado fácil. Eso tampoco está bien.

F: Háblale más a esa persona que está sentada ahí.

G: Pelea. Te aplasto. Te provoco asma. Te ahogo.

F: Ahora házmelo a mí. Aplástame a mí. (Ella pone las manos en el pecho de Fritz y empuja suavemente). (Risas).

G: ¿Acaso no te estoy aplastando?... (Ella empuja con fuerza, como haciéndole respiración artificial).

F: ¿Cómo te sientes ahora?

G: Más fuerte.

F: Sí. Ahora háztelo a ti misma. Provócate asma. (Ella exhala fuerte y rápidamente). Más fuerte. Más. (Ella continúa una respiración pesada, profunda, y empieza a toser haciendo ruidos de asmático). Mucho más.

G: (La respiración asmática se hace más profunda, la tos fuerte, y luego continúa respirando fuerte). Tengo calientes las manos...

F: Ahora emite toda clase de ruidos, como ser ruidos orgásmicos, o algo por el estilo.

G: (Hace ruidos asmáticos y algunos guturales). Eso no estuvo bien. (Jadea, emite violentos ruidos guturales). Ah. Uh. Uh.

F: Te estás exprimiendo.

G: HUH. HUH. HUH. /F: Más fuerte./

HUH. HUH. HUH. /F: Más fuerte./

(Continúa haciendo el mismo ruido, con un HUH que viene de muy adentro y seguido de una respiración profunda).

F: Más fuerte. Hazle esto a ella: "HUH". (Risas).

G: (Se ríe)... Gracias.

MARY

Mary: ¿Querías un sueño? (Risas).

Fritz: Ya ven, el primer paso es... siempre escucho con especial cuidado la primera frase. En esta primera frase, ella coloca la responsabilidad sobre mí.

M: Muy bien. Estoy en un... hay una guerra y estoy en Ohio y estoy tratando de irme a mi casa, que queda en Grand Rapids, Michigan. Y... es tal como en la Segunda Guerra Mundial -sabes, uno tiene que mostrar la cédula de identidad y todo- o como en las películas que vi de la Segunda Guerra Mundial. Por alguna razón no tengo mi cédula de identidad y estoy con otra mujer; no sé quién es esta mujer, no me puedo acordar. Pero de todos modos lo estamos pasando pésimo y tratando de atravesar el lago Erie y nos ocultamos como si fuéramos de la Resistencia Francesa o algo por el estilo. Estoy tratando de... estoy tratando de llegar a mi casa, que es lo principal, y parece que no lo voy a conseguir. Eso es todo.

F: Bueno. ¿Podrías representar a lafrustradora aquí?

M: ¿La frustradora?

F: Sí. Hay dos tipos de sueños: los que satisfacen deseos, en el sentido freudiano, y los sueños frustradores, las pesadillas. Desde ya puedes ver cuán lleno de frustración está este sueño. Tratas de irte a tu casa y siempre algo te lo está impidiendo. Pero, al mismo tiempo, es tu propio sueño -tú te estás frustrando a ti misma. Así que representas a la frustradora: "Mary, no te dejo llegar a tu casa. Pongo obstáculos en tu camino".

M: Bien. No te voy a dejar llegar hasta tu casa... ¿sigo hablando?

F: Ya. Es la parte frustradora que tienes en ti misma. Saca eso para fuera. Averigua cuán efectivo puede ser el frustrar a Mary para impedirle que llegue hasta su casa.

M: Caramba, no sé. Bueno, tienes que tomar este camino o este otro... o algún otro modo y voy a seguir impidiéndote llegar allá. No te voy a permitir recordar cómo llegar allá, te voy a tener demasiado ocupada como para llegar allá... demasiadas actividades. No te voy a dejar atravesar el lago... Simplemente te voy a mantener toda apretada... (Alza la mano derecha como si estuviera empujando).

F: Haz eso de nuevo.

M: Te voy a impedir que lo hagas.

F: Hazle eso a Mary.

M: ¿Hacérmelo a mí?

F: Ya, claro. Tú eres la frustradora.

M: Muy bien, quédate donde estás. No te muevas.

F: Ahora cámbiate de asientos y sé Mary.

M: Pero yo quiero seguir adelante.

F: Di esto de nuevo...

M: Pero yo quiero llegar allá...

F: Cámbiate de asiento.

M: No te lo voy a permitir. Estoy enojada contigo. No te voy a permitir llegar allá...

F: Continúa escribiendo el guión. Continúa con el diálogo.

M: ¿Así? ¿De ida y vuelta? /F: Ya./ No estoy segura a dónde voy en este momento. Ah...

F: ¿Qué está haciendo tu mano derecha? Varias veces he notado que haces algo con la mano derecha.

M: ¿Qué está haciendo mi qué?

F: Tu mano derecha.

M: Me está rascando la cabeza, porque... bueno, creo saber a dónde quiero llegar... quiero encontrar, quiero llegar a mí misma. Ese es el hogar.

F: Tienes razón. Hay un hermoso poema de Hólderlin, y Heidegger, uno de los principales existencialistas, escribe acerca de él. El retorno al hogar significa entrar dentro de uno mismo. Y tú te evitas a ti misma el retorno al hogar. /M: Mmm./ Y tú ya has dicho que te impides a ti misma estar enojada contigo misma.

M: Claro, pero realmente lo estoy. La yo enojada está ganando -quiero decir que sigue luchando contra la madurez o algo, y sigue ganando. Supongo que sigue evitándome el madurar... el encontrarme a mí misma.

F: Díselo a ella: "Estoy enojada contigo".

G: Estoy enojada contigo... estoy enojada contigo porque no me miras... estoy enojada con mi madre porque ella no me escuchaba, porque no me quería a mí por lo que yo era.

F: Bien. Ahora, tenemos que cambiar el encuentro hacia uno entre tú y tu madre.

M: (Suavemente). Madre, tú me llamabas egoísta cada vez que hacía lo que quería y usted, señor siquiatra, me está llamando egoísta del mismo modo. Parece que no puedo ir más allá. De modo que yo... madre, si hacía lo que tú querías, me volvía débil... si hacía lo que tú querías que hiciera, me volvía débil; por eso me mantuve egoísta. Pero tú eres egoísta. Siempre querías adelantarte a los demás. Querías comer, querías conseguir... tú sabes, "Yo primero" todo el tiempo. Y piensas únicamente en ti y nunca estás contenta, cuando de todos modos vas a llegar allá de algún modo...

Pero es que de verdad no sé cómo deshacerme de mi egoísmo. Me...

F: Me estabas mirando a mí. ¿Qué quieres de mí?

M: Necesito... me está costando quedarme con esto. Traté de alcanzarlo... y me quedé pegada en... es como un impasse.

F: ¿Todavía estás sintiendo el impasse?

M: Me busco la salida más fácil. Claro. Lo siento.

F: ¿Qué te parece estar en el impasse? ¿Por qué te buscas la salida más fácil?

No me gusta, ¡maldito sea! Sabes que yo no debiera hacer esto. ¿Por qué diantres lo estoy haciendo? Ah... esto es lo que hago. Me meto en un grupo de gente, me coloco al frente y bang, ya no me puedo meter dentro de mis sentimientos porque me pongo quisquillosa o algo así.

F: Dile esto al grupo.

M: Yo me escapo de ustedes, pero no quiero hacerlo. Y esto... creo que es el otro yo enojado dentro de mí que dice: "Mary, sabes que no vas a llegar hasta allá".

F: Muy bien, cierra los ojos y vete. Vete a cualquier lugar que quieras. ¿A dónde te irías?

M: ¿Quieres que te diga donde estoy? /F: Ya./ En el lago Michigan mirando un... caminando por la playa.

F: ¿Sola?

M: Sí.

F: Ya. ¿Y qué?... /M: Me gusta ahí... ¿perdón?/ ¿Qué es lo que estás vivenciando ahí?

M: (Suavemente). Bueno, me gusta cómo se mueve el agua... cómo me golpea los pies, y supongo que ahí es donde está el hogar, parte del hogar. Tenemos una cabina. Supongo que me siento entera cuando estoy caminando por la playa.

F: Ahora vuelve a nosotros. ¿Cómo vivencias el estar ahí? ¿Podrías hacer un contraste entre ambas experiencias? ¿Cuál prefieres?

M: Me gusta estar aquí.

F: ¿Qué es lo que vivencias aquí?

M: Mucha gente agradable y simpática, mucha gente interesada.

F: Mary, ¿quieres decir amigos?

M: Sí. Supongo que amigos.

F: Muy bien, vete de nuevo.

M: No quiero irme.

F: Bueno, ¿te sientes más cómoda aquí? /M: Sí./ Pero ahora hay algo incompleto... ahh. Te acabas de interrumpir. ¿Qué estás haciendo con las manos? No, ahora estás trampeando.

M: ¿Eso? (Moviendo las manos).

F: Sí, permite que la derecha y la izquierda hablen entre ellas.

M: Derecha, eso te va a gustar a ti. Oh.

Quiero esconderte.

Yo no quiero que me escondas.

Pero es que quiero esconderte.

No, no me escondas. Me quiero ir lejos.

Tengo que agarrarte y esconderte... Bueno, te voy a dejar ser tú misma. Entonces no necesito esconderme.

F: Repite esto: "No necesito esconderme".

M: No necesito esconderme. /F: De nuevo./

No necesito esconderme. /F: Más fuerte./

No necesito esconderme. /F: Dile esto a tu mamá./

No necesito esconderme.

F: ¿Se lo dijiste a ella? ¿Ella te escucha?

M: No sé. No sé qué estoy escondiendo de ella.

F: Esa es la gran pregunta. Desde luego que el asunto más importante es: ¿para qué necesitas a tu madre? ¿Para qué la llevas contigo todavía?

M: ¿Quieres decir que por qué la llevo a cuestas? /F: Ya./ Supongo que porque quiero hacerlo. Debo querer quedarme con su existencia.

X: Mary, ¿tú crees que has perdido tu cédula de identidad o la estás escondiendo?...

M: Creo que la estoy escondiendo...

Y. ¿La otra mujer que estaba contigo era tu madre?

M: No sé, creo que una hermana mía.

F: (Hacia el grupo). Por favor. Hay algo que es tabú en Terapia Gestáltica: las interpretaciones, la masturbación mental. Ustedes empezaron a hacer eso. Yo sé que en terapia de grupo ésa es la principal preocupación. Pero nosotros queremos vivencias. Queremos tener la realidad aquí.

¿Qué es lo que vivencias ahora, con toda esa interferencia?

M: No me gusta mucho.

F: ¿Pero no reclamaste?

M: (Al grupo). No me gusta mucha interferencia porque estoy tratando de concentrarme.

F: Estás tratando de concentrarte. ¿Qué significa eso?

M: Ponerme en contacto mediante mis sentimientos con mi madre.

F: ¿Te cuesta mucho?

M: A veces.

F: Ahora dile esto a tu mamá.

M: Bueno, mamá, a veces es un esfuerzo sentir algo por ti... en realidad no me quiero esconder de ti. Quiero ser yo misma. /F: De nuevo./ Quiero ser yo misma, mamá, y si eso significa /F: Más fuerte./ ser egoísta, entonces quiero ser egoísta, ¡al diablo! /F: Más fuerte./

Muy bien, quiero ser yo misma. Quiero ser yo. Quiero dejarme salir y si eso significa ser egoísta, entonces quiero ser egoísta.

F: Ahora di esto con todo el cuerpo.

M: Yo quiero ser... yo quiero ser yo. De algún modo tengo que ser yo. No quiero ser lo que tú quieres que yo sea.

F: Aún lo dices únicamente con la voz. El resto de ti todavía está muerto y no comprometido. Levántate y dilo con toda tu persona. (Se levanta)... ¿Qué es lo que estás sintiendo ahora?

M: Nuevamente un poquito de timidez.

F: Dile esto a tu madre.

M: Madre, soy tímida... quiero a todas estas personas, pero soy tímida.

F: Vuelve a la cabina del lago Michigan y dilo ahí... ¿Puedes decirlo ahí?

M: Claro que puedo, pero no me es fácil volver a la cabina.

F: ¿Dónde te encontrarías lo suficientemente cómoda como para decirlo?...

M: Quizás en la playa.

F: Bien, ¿puedes ir a allí?... Grítalo hacia el lago.

M: (Grita). Escucha, mamá, yo quiero ser yo.

F: Aún es falso. ¿Puedes escucharlo?

M: Todavía áspero, sí.

F: Ahora tenemos que recoger otra cosa... la timidez. ¿Podrías bailar la timidez?

M: ¿Acaso puedo bailar la timidez?

F: Ya. Quiero que la bailes.

M: (Se levanta y baila). ¿Así? ¿Quieres decir así? /F: Ya./ (Riendo calladamente). No quiero ver a toda la gente allí, afuera.

F: ¿Cómo te sientes en esto, ahora?

M: Oh, muy bien. Me gusta.

F: Ahora trata de decírselo otra vez a tu madre.

M: Quieres que se lo grite...

F: No me importa si lo gritas o no, siempre que me des la sensación que realmente estás enviando el mensaje...

M: Me es difícil hacerlo, porque se interpone el amor que siento por ella.

F: Díselo a ella...

M: Y eso es un conflicto.

F: Ah. Ahora estás llegando a tu impasse. /M: Sí./ Ahora dile esto a ella.

M: Y, por lo demás, está muerta.

F: Pero aún la llevas a cuestas. No está muerta.

M: Bien. Escucha, mamá, no te lo puedo decir a ti, porque te quiero, y también quiero que me quieras a mí. Eso es. Yo quiero que tú me quieras y por eso hago lo que tú quieres que haga. ¡Maldición!

F: Represéntala a ella.

M: Eso está muy bien. Quiero que hagas lo que yo quiero. Pero te quiero de verdad, pero era difícil alcanzarte porque eras egoísta. Y además yo quería un varoncito. No quería una niña.

Bueno mamá, yo también quería ser un varón.

F: Dile a ella que es egoísta.

M: Tú eres egoísta, porque no me quisiste a mí, tú querías un niño hombre. Y llegué yo y mira lo que ocurrió. Recibiste a una grandulona y no supiste qué hacer conmigo. Pero yo tengo que ser yo.

F: Podrías decir: "Tengo que ser una niña".

M: Tengo que ser una niña.

F: Repite eso.

M: Me resulta difícil decirlo.

F: Ya. De nuevo estás atascada.

M: De todas maneras, quiero ser un niño hombre. Ah, tengo que ser una niña, mamá, y no creo que sea una niña muy bonita.

X: Eres muy hermosa.

F: Parece que alguien quiere ser "servicial". (Risas).

M: Yo no me encuentro bonita... A veces no lo puedo sentir y otras veces sí. (Suspira).

F: Ahora sé la coqueta de nuevo.

M: ¿Tímida?

F: Bueno, tú la llamas tímida. Yo la llamo coqueta. (Risas).

M: ¿Quieres decir que mire a toda esta gente? Ellos no ven...

F: Lo sé. De modo que no pueden ver que no tienes pene. ¿Ya?

M: Que no tengo... ¡Oh! (Todos se ríen). Estoy confundida.

F: Esto es lo que suponía. Tu confusión. /M: ¿Qué?/ Estaba suponiendo que ésta era tu confusión existencial. Estaba previsto que fueras un niño hombre, y un niño hombre sin pene no es muy hombre. Bien.

JOHN

John: Cuando veo por donde andan vagando mis pensamientos...

Fritz: Háblale a tu mente.

J: Pero si encuentro que mis pensamientos andan por...

F: Háblale a tu mente.

J: Quiero hablarte a ti.

F: Muy bien. Gracias. ¿Alguna otra persona quiere subir a trabajar?

J: ¡Tú no eres tan hostil!

F: No soy hostil. No estoy interesado en la masturbación mental. Si quieres trabajar, trabaja.

J: Muy bien. Lo intentaré. Sigo creyendo que eres un poco hostil, pero de todos modos lo intentaré.

F: Dile esto a Fritz. Pon a Fritz en la silla y di: "Fritz, parece que estás un poco hostil"...

J: Fritz, parece que estás un poco hostil. En realidad no un poco, sino mucho.

F: Ahora representa a Fritz.

J: ¿Representar a Fritz? Bájate de mi plataforma... bájate de mi plata forma, intruso maldito, por tratar de actuar como un ser humano, por tratar de decir lo que estás pensando por ti mismo, por tratar de actuar como una persona de verdad. Bájate de mi plataforma. Tú no tienes cabida acá arriba, porque no eres nadie. Yo sí que soy alguien. Yo soy Dios. Tú no eres nadie. Tú eres una maldita nada, tú no...

F: Dile esta misma frase al auditorio: "Yo soy Dios"...

J: Pero si ellos existen.

F: Di la misma frase al auditorio.

J: Yo soy Dios. Tú no existes.

F: Eso no es lo que dijiste.

J: Se me olvidó lo que dije.

F: Entonces, por favor, bájate de la plataforma.

J: Esto es lo más condenadamente hostil que jamás be oído. ¿Por qué no me dejas trabajar?

F: Porque estás saboteando cada paso que doy contigo.

J: Sólo que... apenas me has dado una oportunidad. Sólo he dicho dos cosas.

F: Ya.

J: E inmediatamente quieres tirarme por el inodoro. ¿Por qué? No creo que sea justo.

F: Tienes razón. No soy justo. Estoy trabajando.

Habrán notado todo lo que le puede ocurrir a cualquier persona que venga aunque sea con un poquito de buena voluntad. Pero con los saboteadores y envenenadores, etc., no voy a tener ninguna paciencia. Si quieres controlarme a mí, si quieres hacer que parezca idiota... sabotearme y destruir lo que estoy tratando de hacer aquí, no lo voy a aceptar. Si quieren jugar juegos, entonces vayan donde un sicoanalista y tiéndanse en el diván durante años, décadas, incluso siglos.

J: Esto me gusta. Por lo menos hasta ahora.

F: Mmm.

J: Y ahora, sabes, yo hago o digo algo, sabes, una frase que no aprue-

bas... conozco a otras personas y niñas que vienen a acá arriba y, sabes, ellas quieren... y tú las dejas trabajar. Y a mí, instantáneamente, quieres que me baje de la plataforma. ¿Por qué? Esto no me parece justo.

F: Pregúntale a Fritz. Quizás te conteste.

J: ¿Representar a Fritz? ¿Preguntarle a Fritz dijiste?

F: ¡Ah! Primera vez que escuchas.

J: Representar a Fritz... Representarte a ti... ¡Uy! No te puedo representar a ti. Yo creo que eres... creo que eres tan omnipotente que estás insistiendo en que yo soy el que está representando a Dios, no tú.

F: ¡Ah! Ahora sí que lo estás agarrando.

J: Bueno, lo puedo agarrar intelectualmente, sé que lo puedo hacer, un tanto, pero... no sé.

F: ¿Podrías, por favor, cada vez -y esto vale para todo el grupo- en lugar de decir "pero", decir "y"? El pero es divisional. El y es integrador.

J: Perdón. No entiendo lo que estás diciendo. Quiero pero no puedo. Me perdí... Tampoco estoy angustiado (una risa corta, seca). ¿Podrías repetir... lo que quieres que haga?

F: No. Si no quieres cooperar, no cooperes. Si saboteas cada paso ¿cómo puedo trabajar contigo?

J: Yo quiero cooperar. ¿Me das una oportunidad?

F: Hasta ahora te he dado tres oportunidades. No. Te di seis oportunidades. Vuelve a tu silla.

J: (Sarcásticamente). Gracias. Aprecio tu cooperación, también... En realidad subí a acá para contarte un sueño. Pero tengo la impresión que eso sería seguir un procedimiento, en vez de hablar sobre el intercambio que hemos tenido tú y yo, y de los sentimientos que hemos experimentado acerca del intercambio que tuvimos.

F: Bien, representa a Fritz. ¿Qué contestaría Fritz a esto?

J: ¿Qué preguntaría Fritz?

F: Responde...

J: Qué contestaría Fritz... Fritz contestaría... (Suspira). Yo soy Fritz. Estoy tratando de ser Fritz... Estoy tratando de conseguir que cooperes. Te estoy diciendo que te abras. Te estoy diciendo que te sometas.

F: Dile esto al auditorio.

J: Les estoy diciendo que se sometan a mi voluntad.

F: De nuevo.

J: Les estoy diciendo que se sometan a mi voluntad.

F: Bien. Cámbiate de silla. Contesta esto.

J: No quiero someterme a tu voluntad. Creo que eres un viejo pomposo, un boludo de mierda. Eso eres.

F. ¡Ah! Gracias. La primera cooperación. (Risas).

J: Tuviste cooperación la primera vez que me senté aquí, viejo de mierda. Sólo que no la viste.

F: ¿Puedes hacer esto de nuevo?

J: Tienes toda la razón, ¿maldito sea!, sí que puedo... Yo salí adelante por mi cuenta, no por tu cuenta. Sencillamente me quisiste patear y bajar de esta tarima, viejo pedante. Yo seguí adelante porque perduré yo, no porque tú hicieras algo.

F: De modo que tú ganas. (Risas).

J: Eso sí que me jode... no me gusta que el auditorio se ría de mí.

F: Díselo a ellos.

J: No me gusta que ustedes se rían de mí. Creo que se están riendo de mí. Creo que se están uniendo a tu hostilidad hacia mí.

F: Nos estamos riendo contigo.

J: Ojalá. No lo creo, pero ojalá, porque yo no me estaba riendo (se ríen), pero ustedes sí.

F: ¿No te diste cuenta que te estabas riendo en este momento?

J: ¿Me estaba riendo?

X: Claro, tú también estás disfrutando, ¿no es cierto?

J: Supongo. Supongo que sí. Bueno, sé que soy competitivo, sé que la teoría tiene la razón.

F: ¿Podrías seguir tirando barro? Me gusta.

J: Parece que ahora estás un poco más humano. Me cuesta más tirarte barro ahora que me pareces humano que cuando querías que me bajara de la tarima.

F: (Sarcásticamente). ¿Pero cuán cooperador te puedes poner? (Risas).

J: ¿Quieres que te tire un poco de barro a ti? Bien, creo que eres un maldito... ¡Creo que tú también eres competitivo! Tú quieres ser Dios, quieres pavonearte con toda tu producción ante este grupo. No estoy convencido que esto sea mejor que el análisis o la terapia confidencial, individual. Tal vez no eres más que un maldito fanfarrón que al estar acá arriba... sólo está satisfaciendo su propia omnipotencia.

F: Bien. ¿Ahora podrías representar ese rol? Representa al fanfarrón omnipotente. Representa a ese Fritz a quien le acabas de hablar.

J: ¡Dios mío! ¡Eso es lo que yo quiero ser! Eso es lo que temo llegar a ser. Sí, realmente... soy yo. Un maldito fanfarrón tal como tú... bien, lo haré. Ah. ¿Cómo lo voy a hacer? Ah. Bien, ven para acá y cuéntame tus problemas y te voy a ayudar y voy a ayudar a todas las personas sentadas aquí, porque, ustedes saben, realmente lo sé todo. Muy bien. Muy bien. Yo soy Fritz Perls y lo sé todo. No habré escrito un montón de libros, pero he escrito unas cuantas cosas y tengo setenta y cinco años. Y ustedes saben que como tengo setenta y cinco años y como nací en el siglo diecinueve y no en éste, realmente lo sé todo. Saben que en verdad lo sé todo, porque yo, mal que les pese, soy el Doctor Fritz Perls, a quien toda la gente viene a escuchar.

F: ¿Ahora podrías hacer el mismo rol siendo tú mismo? El mismo espíritu.

J: ¡Dios mío! Eso es lo que no quiero ser. Muy bien. Tú has venido a aquí a escucharme, a mí... John. Yo soy grandioso, yo soy algo, todos ustedes debieran escucharme, porque yo tengo algo que decir. Yo sí que soy importante. Soy muy importante. De hecho, soy más importante que todos ustedes... Ustedes no son nada. Yo sí que soy importante. Yo soy extremadamente importante. Debieran aprender de mí. Yo no debiera tener que escucharlos a ustedes. ¡Caramba! Yo no quiero decir eso.

F: ¿Ahora te sientes más en casa?

J: Un poco. Un poquito más, sí.

F: Muy bien, ahora escuchemos el sueño.

J: Yo soñé... ¿debo quedarme en tiempo presente? ¿Yo soñé?

Estoy soñando... venir a Esalen, y al venir a acá soñé con varias personas... tres hombres, tres hombres jóvenes más o menos de mi edad, de más o menos treinta años de edad... ah, estaban a caballo. Recuerdo algunos nombres, que escuché antes de venir a acá. Un hombre era John Heider, y algún otro tipo y otro más... había tres hombres a caballo, y también estaba Schutz o ustedes, que, saben, no estaban a caballo, estaban en algún lugar allá atrás. Con estos tres tipos me sentía en competencia.

F: Ya. ¿Te das cuenta que a todos les he pedido que trabajen sus sueños en tiempo presente, y que han colaborado haciéndolo así, pero tú eres el único pertinaz saboteador que se va al pasado e inventa cuentos...?

J: Lo soy, sí, ahora que tú lo mencionas...

F: Ya, pero ni siquiera te escuchas a ti mismo.

J: Me escucho. No ha sido algo instantáneo. Estaba tan deseoso de agradarte que pensé hacerlo primero en pretérito y luego en tiempo presente. (Risas). Es evidente que esto no te agrada.

F: Supuse que cualquier mentecato podría entender esto inmediatamente, pero si tú no estás por sobre esa clase, si tienes que...

J: Yo no soy un mentecato, pero tú sí que eres tan requetecontra y condenadamente hostil. (Risas). Creo que eres una gran persona y que tienes algo que ofrecer, ¿pero por qué tienes que ser tan hostil?

F: (Riéndose). ¡Porque tú eres un fanfarrón! (Risas).

J: ¿No te das cuenta que yo también soy brillante, o algo por el estilo?, ¿qué será? (Risas). (John vuelve a su sueño). Bien. Yo estoy... soy... nada, o soy algo muy pequeño, algo muy insignificante. Ni siquiera siento mi propia existencia, en realidad no me siento el cuerpo, ni siquiera siento mi propio yo. No estoy a caballo Soy pequeño. Soy más pequeño de lo que realmente soy de aspecto físico, y hay también esos tres hombres a caballo.

F: Muy bien, ahora aparece una polaridad. Representa ahora al John insignificante.

J: ¿Representar al John significante?

F: Al John insignificante.

J: Representar al John insignificante.

F: El que aparece en el sueño.

J: Representar al John insignificante.

F: Entonces retorna el otro rol... el del John fanfarrón. Y permite que el insignificante y el fanfarrón tengan un encuentro.

J: (Rápidamente). Soy... soy nada. Me siento como una nada. Ni siquiera siento que existo. A ti, fanfarrón. Ni siquiera siento mi propio yo, ni siquiera siento mi propio cuerpo... porque tú, fanfarrón, no me dejas, no me lo permites (la voz comienza a quebrarse)... ¡boludo! Tratas de manejar todo y a mí me apagas. No me siento el cuerpo, no me siento el pene, no me siento la cabeza. No siento dónde van mis pies, no me siento los brazos, porque tú quieres apagarme. No me dejas existir, no me dejas sentir que soy de verdad (casi llorando), no me dejas sentir que de verdad estoy funcionando, aquí y ahora.

F: Represéntalo a él.

J: (Rápidamente). No te mereces existir, mentecato, poca cosa. Eres simplemente un pedazo de mierda, tú eres una nada. Tú no debieras existir. No te atrevas a existir. Eres demasiado medroso para existir. No quieres levantar la cabeza por sobre el agua. No quieres colocarte donde otros te vean. ¡Eres nada! No eres ni siquiera un terrón. No eres ni un pedacito de mugre. ¡No eres ni una gota de agua! No eres ni un pedazo de mierda... ¡eres nada! No estás aquí (se le quiebra la voz), nunca estuviste aquí, nunca estarás aquí, ¡te odio! (Llora). No quiero odiarte.

F: Represéntalo a él.

J: (Respirando con fuerza y llorando). No siento nada, porque no me dejas existir. Tratas de pisotearme, tú eres una nada. Tú eres una nada. Oh. No me vas a dejar. No me dejas existir, tratas de pisotearme. Eres un... carajo, tú... tú... tú eres el mierda.

F: Di esto más fuerte: "Tú eres el carajo...".

J: ¡Tú eres el carajo, tú eres el mierda!

F: Más fuerte.

J: ¡Tú eres el carajo! ¡Tú eres el mierda! Tú eres el maldito... maldito seas... Dios, te odio porque no me dejas existir. Tú me estás liquidando. Pero soy yo. Yo sé que soy yo.

F: Esa es tu polaridad. Tú eres ambos.

J: Sí. Lo sé.

F: Y no hay nada al medio. Omnipotencia e impotencia. Todo o nada... nada. No tienes centro.

J: Lo sé.

F: Represéntalo de nuevo.

J: Yo... ah... tú no eres nada. Tú no tienes derecho a existir. No debieras estar aquí. Tú eres... eres simplemente una manchita de orina, un pedacito de mierda, una manchita de tierra, tú no eres... tú no eres ni siquiera esas cosas, porque no existes. ¡Tú eres una nada! Nunca fuiste. Nunca estarás aquí. Nunca podrías estar aquí. Tú no estás aquí ahora. Nunca estarás aquí, porque eres nada.

F: Haz el otro rol de nuevo.

J: Hice algo cuando me interrumpiste, hice una especie de interpretación, pero se me fue. Hasta entonces la estaba sintiendo.

F: Bueno, te sugiero que... aceptes ese ser nada. Averigua cuán lejos puedes meterte en ese rol de ser nada. "Soy un pedazo de mierda", o lo que sea.

J: Soy un pedazo de mierda. Soy nada. No existo. No soy una persona. No tengo uñas en los pies, no tengo pies, no tengo pene, no tengo pelotas, no tengo dedos, manos, no tengo corazón...

F: Cada palabra es una mentira. Di esto de nuevo, pero cada vez que lo digas, agrega: "Y esto es una mentira".

J: No tengo dedos en los pies (llorando) y esto es una mentira porque sí los tengo. No tengo pies y esto es una mentira porque sí los tengo. No tengo piernas y esto es una mentira porque, maldita sea, ahí están. No tengo pene, pero sí lo tengo, ahí está y mis pelotas tam bién y mi recto está ahí y todo está ahí. Mi estómago está ahí, mis manos están ahí, mi cabeza está ahí... ¡puedo pensar! Puedo pensar tan bien como tú.

F: Ahora háblale otra vez al fanfarrón... desde este nuevo punto de vista.

J: ¿Desde el nuevo punto de vista?

F: Bueno, acabas de descubrir que no eres una nada.

J: Bueno, entonces no eres tan fanfarrón. No quiero que seas tan fanfarrón... pero me temo que aún lo seas. Temo que en realidad soy yo... tú vas a ser un fanfarrón, entonces yo también seré un fanfarrón.

F: Ahora retoma la posición del fanfarrón. Fanfarrón, ¿cómo existes?

J: ¿Cómo existo? Existo gracias a mi nada...

F: Espera un momento. Cada vez di también: "Y esto es una mentira". Dale duro y cada vez agrega: "Y esto es una mentira". "Yo soy Dios y esto es una mentira. Yo soy un fanfarrón y esto es una mentira".

J: Te escucho. Yo soy Dios y esto es una mentira. Yo sé todo y todo el mundo debiera escucharme a mí. Yo tengo verdades que dar, tengo la verdad que darte a ti y tú debieras escucharme a mí y esto es una mentira. (Llorando). Porque entonces no... estaré tan solo. (Llorando con fuerza). No quiero estar solo. No sé qué más decir. Yo soy un... yo sé todo y tú no sabes nada, pero eso es una mentira, porque hay muchos entre ustedes que son amables, me dijeron cosas buenas y ustedes también son algo. Yo no soy todo... No sé qué más decir.

F: Bueno, representemos todo el asunto de nuevo, el perro de arriba y el perro de abajo. Tengamos un nuevo encuentro. Quizás entonces ellos puedan descubrir algo.

J: (En voz baja). El perro de arriba y el perro de abajo; yo soy el perro de abajo. Yo siempre me quedo quieto, no digo nada. No me expreso. Me siento echado para atrás calladamente, escuchando toda esa conversación que no es más que masturbación mental. Todo el mundo hace demasiada masturbación mental. Me parece que yo podría ser de verdad, pero no soy de verdad, no digo nada, no existo, soy una nada y quiero existir. Me parece que tú, viejo boludo de mierda, me parece que tú eres el masturbador mental y yo soy el algo... el algo real y verdadero. Pero no me dejas, estás siempre hablando, tú... tú estás hablando, siempre estás diciendo algo, siempre estás... yo nunca digo nada. Simplemente me echo para atrás, escucho y muevo la cabeza y soy compasivo y bondadoso y te ayudo en los momentos en que me necesitas, y también hago las interpretaciones correctas. Soy un buen trabajador social, soy un buen terapeuta, hago las cosas correctamente. Yo ayudo a la gente y ellos me pagan por ello, pero no me siento verdaderamente de verdad, no me siento muy a menudo de verdad.

F: Bien, ahora vuelve a ser el perro de arriba. ¿Qué es lo que eres? Él acaba de decirte que eres un masturbador mental.

J: Me estoy confundiendo... o es que no puedo cambiar tan fácilmente.

F: Esto significa que está comenzando la integración. Ambos aprenden de sí mismos.

J: Ah. Me acaba de decir que yo soy el masturbador mental. Claro. Ah... (llora). Pero no soy un masturbador mental, no quiero serlo... no quiero ser un masturbador mental, no quiero ser tan fanfarrón, no quiero ser tanto mejor que los demás. Simplemente quiero sentir que soy parte de la gente. Quiero sentir que soy uno entre otras personas, no quiero ser parte de... quiero ser yo mismo, pero... simplemente quiero sentirme como... también quiero sentirme como algo consistente. No quiero ser un fanfarrón hueco.

F: ¿Qué sientes ahora física y emocionalmente?

J: Oh, siento un hormigueo por todas partes. Cada parte del cuerpo me está hormigueando. Debo tener una erección también.

F: Ahora limítate a seguir la transición desde un nadie hasta un alguien.

J: Seguir... el tránsito de nadie a alguien.

F: Descríbelo en dos palabras: de nadie a alguien.

J: Oh, ¿que lo describa? ¿Que diga lo que estoy sintiendo? Ah, no lo sé. Tengo que sentarme en algún lugar, aquí, en el medio.

F: ¡Ajá!

J: Ahí no hay sillas. (Risas). ¿Qué se hace entonces, ah? ¿Tiene que ser un diálogo continuo? ¿Eso es la vida? ¿No es más que un diálogo entre dos partes de uno mismo? ¿No se puede estar en algún lugar entremedio? No te puedes sentir verdadero. ¿Siempre tiene que haber dos partes, o bien sentirse como una nada o bien como un fanfarrón?

F: ¿No puedes tener un centro?

J: ¿Qué?

F: ¿No puedes tener un centro?

J: Yo quiero tener un centro. Me gustaría sentarme aquí, eso es lo que me gustaría hacer, pero ser equitativo, ¡no quiero sentarme en el suelo! (Risas). Muy bien (se sienta en el suelo). Esto no me parece bien. Quiero estar aquí (mueve una silla hacia el centro), aquí es donde yo quiero estar, justo en el medio. Ahhh. Ahhh. Yo no quiero que creas que soy un fanfarrón y tampoco que soy una nada. No sé dónde estoy.

F: Te estás acercando... (larga pausa). ¿Qué vivencias ahora?

J: Me siento un poco más verdadero. No me esperaba el hormigueo que sentí por todas partes. Temo que me hubieras perdido si no fuera por lo fuerte que fui, pero estoy contento de haberlo sido, y me pregunto si alguien -y esto suena nuevamente como el fanfarrón-, me pregunto si alguien más débil se habría ido o se habría sometido y actuado una sola parte de sí mismo.

F: Siempre es lo mismo, siempre está la polaridad, y tú tienes esa polaridad. Nosotros tenemos otras polaridades: el matón y el bebé llorón, etc. Se empiece por donde se empiece, siempre estará lo opuesto para suplementar. Lo sabía desde el comienzo. Hay una vieja historia al respecto: un rabino, de pie frente a su congregación, dice: "Yo fui tan buen rabino; ahora no soy nada. Realmente nada. Dios, yo fui un rabino tan bueno y ahora no soy nada". Entonces el cantor, el que canta, recoge esto. Dice: "Dios, fui un muy buen cantor y ahora no soy nada. Realmente nada". Y un pequeño sastre, que también estaba en la congregación, recoge a su vez la idea: "Dios, fui tan buen sastre y ahora no soy nada, realmente nada". Entonces el rabino le dice al cantor: "¿Y qué se ha imaginado éste, que se cree que no es nada?". (Risas).

Por favor, tomen nota de que los verdaderos opuestos son impotencia vs. pasión de control. Si ustedes sienten que tienen que controlar todo, inmediatamente se van a sentir impotentes. Por ejemplo, es seguro que me voy a sentir impotente en el mismo instante en que quiera trepar por esta pared.

PREGUNTAS II

P: En vista que saboteé el trabajo anteriormente y que estoy acostumbrado a ello, ¿cómo puedo advertir mejor esto para poder detenerme?

F: Saboteando deliberadamente. Diciendo, por ejemplo: "Soy un gran saboteador". Ahora sabotea esto... (Risas).

Uno nunca se sobrepone a nada resistiéndolo. Solamente se puede sobreponer a algo metiéndose más adentro. Si se es rencoroso, siendo más rencoroso. Si uno está actuando, aumentando la actuación. Sea lo que sea, si uno se mete lo suficientemente adentro, entonces desaparecerá, será asimilado. Ninguna resistencia sirve de nada. Hay que meterse de lleno -dejarse llevar. Déjense llevar por el dolor, por la intranquilidad, por cualquier cosa que esté ahí. Utilicen su rencor. Utilicen su ambiente. Utilicen todo lo que combaten y desposeen. ¡Jáctense! Jáctense de lo buenos saboteadores que son. Si en la guerra pasada hubieran pertenecido a la resistencia, seguramente habrían llegado a ser héroes.

P: Bueno, esto es... ¿Tengo que, por ejemplo, sabotearte a ti? ¿O a todas las personas que encuentro? 0...

F: Ves, ya estás saboteando. Te dije que hicieras alarde de lo gran saboteador que eres.

P: Yo soy... un estupendo saboteador.

F: Entonces continúa. Cuéntanos.

P: Bueno, cuando tenía 17 años escribí algunas canciones que estuvieron en la cumbre de la lista de la popularidad en Canadá, y un amigo mío, con quien las escribí, me las robó y yo permití que mi madre me disuadiera de seguirle un juicio. Estuve felizmente infeliz durante largo tiempo. Comencé una discotheque en Toronto, junto con mi padre y él me la robó. Entonces corrí donde mi madre y ella me dijo: "¿Y para qué necesitas una discotheque? Todos los vagos van a ahí", y mientras tanto, tú sabes, bueno, allí iba gente buena y como que caí en una verdadera depresión y me empezó a ir mal en los estudios. Eso fue muy bueno. Me creía estúpido.

F: Claro, claro.

P: Tuve el papel principal en la película David and Lisa y me cancelaron el contrato porque me fui a Toronto en vez de quedarme ahí, como me lo recomendaba mi agente. Sé que tengo talento para el arte y que tengo talento para la música. Tengo talento. Soy una persona talentosa. Y estoy empezando a quererme y esto me está... está como echando a perder el sabotaje, porque... y yo ayudo a la gente, yo ayudo a la gente y he decidido que ahora sé que soy persona y quiero empezar a ayudarme a mí mismo y...

F: ¿Cómo saboteas eso?

P: Bueno, lo evito -evito leyendo-; estoy aceptado en la universidad, pero tengo miedo de terminar el trámite y someterme a un examen.

F: Ahora dile a tus padres: "Todo lo que quiero hacer con mi vida es desilusionarlos".

P: Todo lo que quiero hacer con mi vida es desilusionarles.

F: Ahora yo te sugeriría que reconsideraras tu vida. Quizás tu vida pueda tener un significado diferente, no el mero desilusionar a tus padres. El que tengas una existencia que te valga la pena depende de una decisión tuya. En otras palabras, simplemente tira a tus padres al tarro de la basura. ¿Para qué necesitas a tus padres?

P: Sí. Gracias. Esta es la mano que anteriormente dijiste que era... dijiste que estaba paralizada. Me gustaría estrechar la tuya.

F: A menudo hay gran necesidad de desilusionar a los padres o a otros que alimentan un exceso de ambición respecto a uno mismo.

P: La experiencia de estas dos partes, que estamos siempre viendo en el escenario, en nosotros mismos y en los otros... si estas dos partes... están tan separadas que parece haber como voces o algo "allá afuera", ¿se puede utilizar, incluso en estos casos, esta técnica para lograr una integración?

F: Sí. Si uno encuentra las polaridades correctas y se produce el cambio de un reñirse a un escucharse entre ellas, entonces la integración va a ocurrir. Siempre es un asunto de pelear vs. escuchar. Esto es relativamente difícil de entender porque es una polaridad difícil. Si tienes oídos, el camino a la integración está abierto. Entender significa escuchar.

P: Y qué hay de los posibles peligros de suponer que podemos hacer lo mismo con nosotros mismos o con otros. Conozco a varios "Fritz Perls" aficionados.

F: Yo también conozco algunos casos. Esto es lo que estoy tratando de combatir: todo el asunto de los charlatanes y de los incitadores y de cualquiera que, porque ha tenido unas cuantas sesiones de encuentro, se va por allí y empieza a coordinar trabajos de encuentro. Es tan peligroso como hacer sicoanálisis.

Quizás debería hablar ahora sobre el significado histórico de Esalen. Esalen es una colonia espiritual aislada. Esalen es una oportunidad. Esalen se ha convertido en un símbolo, en un símbolo muy parecido al del Bauhaus alemán, donde se juntaron varios artistas disidentes, y del Bauhaus vino una "recatalización" de todo el arte en el mundo. Esalen y Gestalt no son lo mismo. Estamos viviendo una simbiosis, una simbiosis de hecho muy práctica. Yo vivo y trabajo aquí en una casa muy hermosa, pero yo no soy Esalen y Esalen no es yo. Aquí hay muchas personas y muchas formas diferentes de terapia: dirigidas al alma, espirituales, yoga y masajes. Todos, cualquiera que quiera ser escuchado, pueden tener seminarios en Esalen. Esalen es una oportunidad y se ha convertido en el símbolo de la revolución humanística que está ocurriendo ahora.

La otra cosa que debo decir es que hay bastante mescolanza en los programas que existen aquí y quiero distinguir dos tipos de programas: unos son los programas de crecimiento y los otros pueden condensarse en la falacia de la cura instantánea, goce instantáneo, awareness sensorial instantáneo. En otras palabras, los incitadores. Quiero recalcar que no pertenezco a estos últimos. La semana pasada tuvimos otro "instantáneo" -violencia instantánea-, un chino que hizo karate y algunas personas quedaron golpeadas seriamente; yo pienso que la televisión y las historietas nos dan bastante educación en la violencia. No necesitamos a Esalen para reforzar aquello.

P: Me gustaría hacer una pregunta. Traté de leer tu libro, Gestalt Therapy, pero desearía que alguien en este grupo de pensadores de avanzada escribiera un libro en un lenguaje muy simple, explicando algunas de esas mismas teorías de modo que la persona corriente, sin educación técnica, pudiera sacar algo de ello. Es que... sé que a veces es difícil escribir acerca de un tema complejo sin usar lenguaje técnico.

F: ¿Encontraste muy técnico nuestro lenguaje?

P: No, pero en el libro sí.

F: ¿Cuándo escribí ese libro? En 1951. No, estoy muy de acuerdo en hacer películas para transmitir este mensaje, y ahora creo que he encontrado un lenguaje más simple. De hecho, creo que si no consigo formular esto en un lenguaje muy sencillo, entonces mi mensaje no sirve. Estoy aprendiendo lentamente.

P: Dr. Perls, podría usted... tal como ha estado formulando y vivenciando lo que ha resultado ser la Terapia Gestáltica, yo quiero que me reasegure, quiero escucharlo en sus propias palabras. Sería un proceso de descubrimiento. Sin embargo, creo que la gente se puede acomodar a sí misma para llenar las expectativas del terapeuta. Mientras estoy aquí sentado, y contemplo persona tras persona y advierto que todas tienen cierta polaridad, un conflicto de fuerzas, pienso entonces que yo también podría hacerlo. Pero ignoro cuán espontáneo sería, aunque creo que lo sentiría espontáneamente. Usted ha vivenciado a diversas perso nas durante largo tiempo; ¿nos estamos acomodando a Ud., o Ud. nos ha descubierto a nosotros?

F: No lo sé. Mi definición global de aprendizaje es que: aprender es descubrir que algo es posible, y si los he ayudado a descubrir que es posible resolver una cantidad de conflictos internos, y lograr un armisticio en la guerra civil dentro de nosotros mismos, entonces he logrado algo.

P: ¿Considera usted que el taller, cree usted que el auditorio es parte esencial del encuentro que está transcurriendo? ¿Puede hacerse a solas con la persona que se está encontrando a sí misma?

F: ¿Podrías convertir esto en una afirmación?

P: Bueno, lo que me estoy preguntando es cómo...

F: Eso no es una afirmación, aún es una pregunta.

P: Bueno, personalmente creo que lo que sucedió en el escenario puede hacerse sin un auditorio.

F: Bien, ahora tenemos tu afirmación.

P: Dr. Perls, me ha gustado mucho verlo trabajar. ¿Qué les ocurre después a las personas que han llegado a diferentes puntos de realización en el trabajo? ¿Qué sugiere que hagan?

F: No sugiero nada. Tienen que encontrar su propio camino tal como usted encontró el suyo hasta acá.

P: ¿Se puede lograr el mismo beneficio con un diálogo sostenido con uno mismo? ¿Esto puede servir de algo? o ¿estamos siempre condenados a una especie de vagar... asociaciones, etc... hasta que uno encuentra a alguien como usted, que le señala algunos hechos y cosas así?

F: Creo que contesté esta pregunta.

P: No entiendo.

F: Depende de si los dos partidos se escuchan o pelean entre sí. Aplíquese cualquier ejemplo de la historia. Si los Estados Unidos y Norvietnam se escucharan entre sí y las diferentes fracciones de las Naciones Unidas se escucharan entre sí, en lugar de mandarse cambiar y pelear, si los maridos y las esposas se escucharan entre sí, el mundo sería diferente.

P: Pero a veces son hechos objetivos... me explico, hay dos partes y una parte dice esto y la otra dice aquello y se puede definir el escuchar diciendo que si el resultado es bueno, es señal de que escuchan; pero esto es como pedirle demasiado a la pregunta. ¿Cómo puede uno decir de antemano si acaso las partes están escuchando o no? (F: No puedes). ¿Podría imaginarse una situación donde se estuvieran escuchando y a pesar de ello continuaran sin resultado?

F: Ya. Entonces la guerra continúa.

P: Perdón. ¿Podría reformular mi pregunta?

F: Oh, estoy seguro que puedes.

P: Déjeme hacerlo entonces. ¿Puedes decir si acaso se están escuchando o no? Estás juzgando el resultado, simplemente observando el proceso mismo. ¿Puede decirse que se están escuchando entre sí -uno no sabe qué va a resultar de ello- pero que se están escuchando entre sí?

F: Ya. Puedo decirlo exactamente por el tono de la voz, por los gestos.

P: Otra pregunta. Hubo casos en que terminaste muy rápido, hubo personas que terminaron muy rápido, y hubo otras que eran muy prolongadas; a veces tuve la impresión que no querías comprometerte en algunas direcciones.

F: Tienes toda la razón.

P: ¿Podrías hablar más sobre el criterio de esta selección?

F: Ya. Cada vez que presiento que no voy a poder concluir una situación y que voy a dejar a la persona en suspenso, o algo que en este contexto no puedo manejar, entonces me niego a continuar. El único significado de este Seminario es demostrar que laTerapia Gestáltica de verdad funciona y que no hay necesidad de estar tendido en un diván durante años, décadas o siglos. Eso es todo lo que quiero demostrar. Muy bien. Gracias.