¿Qué hago si mi chico me ha dicho que me llamará y no lo hace?

Bueno, el chico ha faltado a su palabra. Eso está claro. No nos gusta. No nos sentimos bien. No queremos que se vuelva a repetir. La sensación que experimentamos no es lo que se espera de una relación en la que la base es hacerse feliz mutuamente. Pero no te pongas nerviosa. Analiza la situación. Tenemos que analizar por qué ha pasado sin juzgar con antelación y sin hacer cosas de las que nos podamos arrepentir. Ante todo siempre te voy a aconsejar calma.

Tenemos dos trabajos: analizar por qué ha ocurrido esto y averiguar qué podemos hacer para conseguir que no se repita. Y eso se puede conseguir. Ya te dije que al leer este libro la mujer fuerte y segura que llevas dentro saldría como una diva del cine clásico. Bella, serena, con presencia, sabiduría. Y esa diva eres tú.

¿Por qué motivos nuestro chico nos ha dicho que iba a llamarnos y no nos llama? Una posibilidad que quizás no tengas en cuenta es que lo que ocurre es que no te llama en el tiempo prudencial que tú consideras que debe llamarte. ¿Sabes lo que digo? A veces pensamos, "bueno, si me ha dicho que me llamaría esta tarde, me llamará entre las 16 y las 18 horas"… Dime que no te suena. Pero mira, ya entra en juego otra vez lo que comentábamos en el capítulo anterior sobre las formas de ver la vida que cada persona tiene, en este caso, el modo de medir el tiempo. En realidad malentendidos de este tipo te pasarán al principio de una relación. Porque cuando llevas tiempo compartiendo tu tiempo con alguien aprendes su manera de ver las cosas y ya, cosas como ésta, no te sorprenden ni te resultan raras.

Si lo que pasa es eso, que no cumple con las expectativas que tú tienes en mente sobre la hora en que debe llamarte, no significa que haya faltado a su palabra. Lo que ocurre es que nos sentimos mal, le damos vueltas a la cabeza mientras esperamos y, cuando por fin llama, la predisposición que tenemos es malísima. Se nos han quitado las ganas de hablar con la persona que nos gusta y finges una conversación cordial cuando lo que en realidad quieres decirle es "por qué me llamas tan tarde, ahora te va a hablar tu madre", por ejemplo. ¿Me equivoco? Nos pasa a todas. No eres mala persona ni rara.

Pero mira, eso no es racional. Lo que habla es nuestra emoción que nos domina y mantenemos una conversación que no nos gusta y encima nos enfadamos porque la conversación ha sido una mierda y nos enfadamos con nosotras mismas por ser tan imbéciles, cuando lo que queríamos era compartir un rato con la persona que nos gusta o que amamos y nos hemos pasado la tarde esperando a que llegara ese momento.

Entonces: eso no puede pasar. No podemos seguir así. No es bueno para la relación. No nos gusta experimentarlo. Hay que intentar que no se repita. ¿Qué podemos hacer? Una cosa que deberías aprender ya o recordar si has olvidado es que tu vida no gira en torno a un hombre. No puedes supeditar todo lo que tú eres y todo lo que tú haces a la vida de la persona con la que la compartes. Porque relee eso: compartes tu vida con otra persona, no vives para la otra persona. Es que eso es imposible. Tú eres una persona y él es otra. Lo que tú quieres y necesitas es imposible que sea lo mismo que lo que quiere y necesita la otra persona. En todo caso os podéis complementar. Lo ves, es un complemento de tu vida. Un complemento maravilloso, fantástico, necesario, fuente de felicidad y aventura. Pero no es tu vida. No hagas que tu vida gire alrededor de otra persona. Así siempre te va a faltar algo. Tú. Entonces: ¿qué haces toda la tarde esperando una llamada? ¿Es que no se te ocurren mil cosas que hacer durante la tarde, complementada con la llamada que te harán? Así debes encararlo. En vez de decir "joo…es que no me llama nunca", tienes que decir "qué guay, estoy haciendo estas cosas y encima me llamará y hablaré con la persona que me encanta". ¿Qué te parece la propuesta? A que cambia un montón la visión. Claro. Pero tú esto ya lo sabes, ¿a que sí? Aquí estoy yo para recordártelo.

Sabes, también puedes hablar con él y decirle que esperabas su llamada antes y así hablar sobre la visión de cada uno. Si es listo intentará complacerte. Hablando se entiende la gente.

Otra cosa es que el chico en cuestión diga que te va a llamar y no te llame. Entonces sí que está faltando a su palabra. Lo primero que tienes que hacer es apuntarlo en la lista. Esa lista mental que tienes con todas las cosas que te gustan de la otra persona. Pues esto también debes apuntarlo. "No me llama cuando me ha dicho que lo haría". Es muy importante que lo apuntes. Hay que apuntar las cosas buenas y las malas para saber si la otra persona nos gusta de verdad o si nos conviene. Sí sí. Te lo digo porque todas sabemos que cuando nos enamoramos tendemos a idealizar a la otra persona. Y eso hace que si las cosas no van bien suframos y digamos lo bueno que era, lo bien que lo pasábamos con él… Pero un momento: también había muchas cosas que no nos gustaban. Esto no es más que ser consecuente y no dejar que se nos nuble la razón cuando en condiciones normales lo veríamos perfectamente. ¿Verdad que es muy fácil ver lo mal que se porta un chico con tu amiga? Pues eso, sé tú tu amiga. Apunta las cosas que no te gustan también. Si no lo haces, ¿cómo vas a saber si te gusta o no?

Bien, no ha llamado. La primera cosa que debemos averiguar es por qué. Estaremos enfadadas. Te voy a dar un consejo: si no te llama y habéis quedado en que te llamaría él, no le llames tú. No lo hagas. ¿Es que las decisiones que tomáis no significan nada? Si habéis acordado que te llamaría debe hacerlo. Si lo haces tú vas a crear más confusión. No va a quedar claro porque, sí, quedamos en que te llamaría él pero mira al final llamas tú. La próxima vez va a pasar igual o llamarás tú y eso solo crea confusión. El chico debe "comprometerse" con lo que ha dicho, contigo. Es una pequeña cosa pero es una pista grande sobre la actitud y la manera de hacer de esa persona. No tengas miedo de que no te llame y pienses que le ha pasado algo. No te busques excusas. Las malas noticias llegan siempre más rápido. Espera y juzga.

Cuando te llame te explicará qué ha pasado. Entonces podrás juzgar bien. Pero tu objetivo es que no se vuelva a repetir. ¿Qué puedes hacer? Puedes decirle que lo llamarás tú. Eso siempre funciona. Tú decides cuándo. No esperas. ¿Qué pasa si no te lo coge? No es necesario que lo llames siete veces y que vea siete llamadas perdidas. Si lo llamas una vez lo va a ver igual. ¿Qué puede pasar entonces? Que te encuentres que eres tú la que está esperando otra vez. Pero mira, puedes dejarle un mensaje diciéndole que lo llamarás más tarde. Vuelves a ser tú la que decide. Entonces puede pasar que sea él quien te llama. Es lógico. Puedes cogerlo. O puedes dejar que salte el contestador y llamar tú, eso ya es a elección. Pero el mensaje es que debes estar tranquila y no estar siempre a la expectativa. Es tu vida y debes decidir lo que quieres. El cómo y, en este caso el cuándo.

Otro error que cometemos a veces es adelantarnos a los acontecimientos. ¿Qué quiero decir con esto? Me refiero a pensar "me va llamar esta tarde y seguro que cuando lo haga quedaremos para esta noche o incluso para tomar un café antes; entonces me voy a quedar en casa y no voy a hacer otras cosas porque seguro que pasa eso"… Grave error. Eso es ciencia ficción. Y la ciencia ficción está en los libros y las películas. Primero: no sabes si te va a llamar. Segundo: no sabes cuándo lo va a hacer. Tercero: no tienes ni idea de cómo va a ir la conversación. Cuarto: no es seguro que salgas a cenar con él. Entonces, ¿qué sentido tiene estar esperando? Podrás pensar "es que quiero estar disponible por si me lo propone porque quedar con él es lo que más me interesa". Sabemos que eso es lo que más te interesa pero el estado de ánimo que vas a tener para conseguirlo no nos interesa. No te interesa para nada estar así. Y, ¿te digo algo? Vas conseguir mucho más si actúas de otro modo.

Aunque estés esperando una llamada no hace falta de detengas toda tu vida para ello. Puedes seguir perfectamente con lo que tenías planeado, seguir con tu modo de vida a.c. (antes del chico). Y te lo debes. Tu vida es muy valiosa como para detenerla o modificarla de este modo por alguien. ¿Qué harías un día normal si él no existiera en tu vida? Salir con tus amigas, ir a comer a casa de tus padres, ir al gimnasio, al cine. Hazlo. Esperar una llamada no es incompatible. Puedes decir "es que si lo hago no estaré disponible para quedar en cuanto me llame". ¿Y? ¿Qué problema hay? ¿No puedes proponer tú la hora de quedar? ¿Es que su tiempo es más valioso que el tuyo? ¿Es que su vida vale más que la tuya? No. No. Ni mucho menos. Querida, solo tienes tu vida. Y si no la cuidas tú nadie va a hacerlo. Quién mejor que tú para saber lo que te sienta bien. Estar nerviosa, pendiente, ansiosa y enfadada no es positivo para ti. Y lo sabes. Pues no lo hagas.

No tengas ansiedad por pensar que si no respondes rápido a la llamada del otro o que si no estás disponible en cuanto él te lo pide vas a perder a esta persona. Al contrario. Porque con esta actuación la imagen que vas a proyectar es de necesidad, de ansiedad. ¿Es eso lo que quieres? La otra persona está en tu vida para complementarla, no para protagonizarla. ¿Por qué crees que tienes que renunciar a cosas a cambio de su compañía? Te digo algo: puedes tenerlo todo. Eres tú quien piensa que debes excluir aspectos. Pero en realidad no es así. Disfruta de todo. Es para ti.

Es mucho mejor estar bien tranquila, relajada, contenta, feliz porque tienes una persona en tu vida que te interesa. No lo estropees. Disfrútalo. Sal, entra, ves, vuelve. Decide. Decide tú. No dejes que otros decidan tu vida. Si haces y deshaces sin estar siempre a la expectativa, ¿sabes qué vas a conseguir? Vas a estar más relajada, más contenta, más satisfecha. Vas a ser más tú. Y ¿sabes qué? Eso lo va a notar él. El buen rollo se transmite y se palpa. Ya lo verás. La imagen que le vas a transmitir es el de una mujer independiente, feliz con su vida, satisfecha, divertida: una mujer fuerte y segura. Si te llama cuando llevas cuatro horas esperando en casa o si te llama mientras estás riéndote en un café con tus amigas. Ves qué diferente puede ser. Lo vas a notar tú y lo va a notar él. Hay que ir a por la calidad de vida.