2- Algo muy sencillo: Pregunta
Pregunta aunque nadie lo haga. Una de las cosas más inteligentes que se pueden hacer es preguntar.
Pregunta a los que les vaya bien. ¿Cómo lo hacen, qué libros, programas o cursos siguen? Una sola conversación con ellos puede cambiar tus próximos años. No merece la pena perder meses de trabajo si en una conversación te darán la clave para hacerlo en menos tiempo y mejor. Toca la puerta de los eficientes, son más accesibles de lo que crees y estarán encantados de que alguien se interese por sus técnicas.
Otra forma de preguntar es acudir a las convenciones y reuniones de tu sector. En los pasillos conocerás a los mejores. El verdadero valor estará en esa pausa del café dónde un experto te dará la pista, el dato que marcará un antes y un después. Te dirá como prevenirte de impagos, qué productos se venderán en un futuro o qué personas y cursos te ayudarán a avanzar.
Pregunta, perder meses y años de tu vida para descubrirlo por tu cuenta no merece la pena.