Un caso práctico de superar el miedo: La táctica infalible de Alejandro Magno para ganar batallas
Vamos con un ejemplo real de descomponer el miedo en partes, la táctica que usaba Alejandro Magno con su ejército y que luego imitó Napoleón. Alejandro se lanzaba con el 80% de sus tropas al flanco del enemigo para una victoria parcial pero segura gracias a su superioridad numérica. Una vez ganada una pequeña parte iba a por otra, a por otra y a por otra. Su habilidad consistía en maniobrar para colocar el grueso de sus hombres frente a una minoría del enemigo. Y así lograba victoria tras victoria.
Y lo mismo que harás tú. En vez de abrumarte y doblegarte al enemigo porque parece incontrolable, conquistarás una pequeña parte y luego otra y otra. Así hasta tenerlo. Si quieres hacer algo de golpe, puedes sentirte abrumado y doblegarte al enemigo porque parece incontrolable. Pero si conquistas parte tras parte ya lo tienes. No se trata de hacer mil kilómetros en un día, se trata de avanzar un poco pero avanzar bien. Así nunca te quedarás paralizado. Y luego quedará menos y cada vez más cuesta abajo. Esa es la efectividad del atrevimiento gradual.
El atrevimiento gradual son pequeñas victorias que te inmunizan frente a los pensamientos negativos. Te dará la misma superioridad numérica de Alejandro Magno a base de ir ganando información y valor. Con pequeñas victorias el ataque final de tu enemigo no se producirá nunca porque le dejarás sin fuerzas. Paso a paso llegarás muy lejos.
Beneficios adicionales del atrevimiento gradual Otro beneficio del atrevimiento gradual será tu nivel de autoconfianza. Cada vez que te enfrentas a un miedo tu autoconfianza sube. Esa autoconfianza se acumula en tu cuenta corriente mental. Pero no baja como el dinero, crece o se queda como está. La podrás usar siempre para otros retos, para eliminar preocupaciones y pensar despejadamente. Debilidad en el primer escalón de la escalera y fuerza cuando llegas arriba.
Porque subiendo escalones aunque se trate de pequeños saltos destrozarás trampas mentales. En pequeños pasos verás que es más fácil de lo que parece. Tu enemigo interior atacará con que así es demasiado fácil y que más tarde aparecerán los verdaderos problemas. Pero tú seguirás y le callarás porque en pequeños escalones, los problemas nunca son grandes.