[1] AGMAv., 1221, 39, p. 8. <<

[2] «Cuartel General del Generalísimo. Información. Fuerzas Legionarias Alemanas: Información facilitada por el Servicio de estas fuerzas», AGMAv., 2442, 4, p. 28. <<

[3] «Boletín de información correspondiente al día 15 de diciembre de 1937», AGMAv., 1221, 15, p. 1. <<

[4] «Ejército del Norte. Operaciones. Partes de operaciones. Asedio de Teruel», AGMAv., 1234, 10, p. 81. <<

[5] «Orden General de Operaciones n.º 1. División 52. 15 de diciembre de 1937», AGMAv., 2588, 15, p. 3. Una esperanza en la que persistía de cara al día 17, a pesar de que la situación no hacía sino empeorar y que tan solo se habían registrado pequeños avances al sur y al este de Cerro Gordo. «Orden General de Operaciones número 2. División 52. 16 de diciembre de 1937», AGMAv., 2588, 15, p. 7. <<

[6] José Carrasco Canales, op. cit., pp. 80-81. <<

[7] Ibid., pp. 3, 5, 7-9. <<

[8] Pompeyo García Sánchez, op. cit., pp. 59-60. <<

[9] Véase «Parte diario de información del día 16 de diciembre de 1937», AGMAv., 1221, 25, p. 15 y «Estudio esquemático sobre las divisiones rojas que actúan en el frente de Aragón», AGMAv., 1221, 19, pp. 3-4. <<

[10] «Ejército del Norte. Operaciones. Partes de operaciones. Asedio de Teruel», AGMAv., 1234, 10, pp. 13 y 11. <<

[11] Pedro Corral, op. cit., pp. 147-148. <<

[12] No hay que olvidar que en la reconstrucción histórica que propone este relato hablar de revolución, orden y ley constituye poco menos que un oxímoron. <<

[13] Véase el artículo de Assumpta Castillo Cañiz, op. cit., pp. 12-27, donde la autora trabaja lo que habría detrás de un concepto muy presente en la memoria oral y los relatos sobre la guerra, el forastero, que habría sido el ejecutor de las violencias y el impulsor de las colectividades. <<

[14] Para la información sobre la 25.ª División sigo AGMAv., 1221, 38, p. 23. <<

[15] Esta cuestión es analizada por Francisco Javier Ramón Solans, La Virgen del Pilar dice… Usos políticos y nacionales de un culto mariano en la España contemporánea, PUZ, Zaragoza, 2014, donde explica que Aragón aparece como garante de las esencias patrias frente al separatismo catalán. <<

[16] «Ejército del Norte. Operaciones. Partes de operaciones. Asedio de Teruel», AGMAv., 1234, 10, pp. 14-16 y «Comunica al Estado Mayor del Ejército del Norte en Zaragoza, 16-Dic-37», AGMAv., 2588, 22, p. 4. <<

[17] Pompeyo García Sánchez, op. cit., p. 45. <<

[18] «Cuartel General del Generalísimo. Información. Fuerzas Legionarias Alemanas: Información facilitada por el Servicio de estas fuerzas», AGMAv., 2442, 4, p. 29. <<

[19] Cit. en Pompeyo García Sánchez, op. cit., p. 46. <<

[20] Véase Rafael Casas de la Vega, Las milicias nacionales. Volumen Segundo, Editora Nacional, Madrid, 1977, pp. 633 y 635. En octubre de 1936 el número total de voluntarios disponibles entre las diferentes banderas creadas entre el valle del Jiloca, Teruel y la Sierra de Albarracín ascendía hasta los 2200, una cifra nada despreciable para una zona con baja densidad demográfica. En cualquier caso, no solo incluían a falangistas, sino también a miembros de Acción Ciudadana y las llamadas Guerrillas del Comandante Aguado. Estas últimas contaban con un destacamento de 30 hombres en Albarracín, 66 radicados en Gea de Albarracín, 30 en Santa Eulalia, 21 en Cella y 18 en Villarquemado. Según informe nominal de mayo de 1937, la 8.ª Bandera contaba con 720 voluntarios, que se repartían entre sí 475 fusiles, 244 mosquetones y 414 bayonetas, así como 7 cañones antitanque. «Falange Española Tradicionalista y de las JONS. 8.ª Bandera. Teruel. Relación nominal del armamento a cargo de la misma» y «Relación de los fusiles de las Guerrillas del Comandante Aguado.-Serie y número», AGMAv., 2727, 518, 104. Es de suponer que hacia diciembre de 1937 debían de contar con más medios. <<

[21] Pompeyo García Sánchez, op. cit., pp. 52-54. <<

[22] Frías de Albarracín cayó en manos de los sublevados a primeros de agosto de 1937 en el marco de la batalla de Albarracín, acontecida entre los días 5 de julio y 11 de agosto y destinada a fijar a las fuerzas sublevadas en este frente durante la ofensiva paralela de Brunete. Pocos días después de la entrada, el 10 de agosto fueron fusilados diez vecinos del pueblo. Durante el periodo de dominación republicano ya habían sido asesinadas cinco personas, al parecer también de izquierdas y por disensiones de tipo político entre individuos de diferentes culturas políticas. <<

[23] Entrevista con Silvano Soriano Larrea, cit. y Pompeyo García Sánchez, op. cit., pp. 55-56. Pompeyo García se inclina por pensar que la salvadora de aquellos hombres fue realmente la Pasionaria. Sin embargo, solo se tiene noticia de su visita oficial a Teruel el día 26 de diciembre de 1937, cuando acudió a la ciudad junto a Indalecio Prieto. Véase Pedro Corral, op. cit., p. 116. <<

[24] «Parte diario de información del día 16 de diciembre de 1937», AGMAv., 1221, 25, p. 15. <<

[25] Estas cuestiones han sido abordadas in extenso por Javier Rodrigo, La guerra fascista. Italia en la Guerra Civil española, 1936-1939, Alianza, Madrid, 2016. Véanse por ejemplo las pp. 113-147 o 249-260, donde se ahonda en los conflictos entre unos y otros y los arquetipos que operaban sobre el terreno. <<

[26] «Cuartel General del Generalísimo. Información. Fuerzas Legionarias Alemanas: Información facilitada por el Servicio de estas fuerzas», AGMAv., 2442, 4, p. 41. <<

[27] Luis de Armiñán, Bajo el cielo de Levante. La ruta del Cuerpo de Ejército de Galicia, Ediciones Españolas, Madrid, 1939, pp. 14-15. <<

[28] «Ejército de Operaciones de Teruel. Orden General del día 22 de diciembre de 1937. En Santa Eulalia del Campo», AGMAv., 1722, 24, p. 18. Cabe dejar claro que cada batería reúne diferentes piezas que actúan de forma conjunta, por lo general entre cuatro y ocho cañones, en función de las posibilidades. <<

[29] Félix Urueña Antón, Diario de guerra de Félix Urueña Antón (abril de 1937 a marzo de 1939), documento inédito transcrito por Isabel y Lourdes Urueña Cuadrado. <<

[30] «Cuartel General del Generalísimo. Informaciones de los legionarios alemanes. Enero de 1938», AGMAv., Armario 4, Legajo 238, Carpeta 5, p. 49. <<

[31] «Telegrama Postal. El General del Aire al Generalísimo. Burgos, 17 de diciembre de 1937», AGMAv., 2588, 20, p. 9. <<

[32] Pedro Corral, op. cit., p. 43. <<

[33] Como muchos otros, sus restos recibieron sepultura entre las ruinas, tras morir en una descubierta por las calles de la capital. «Cuerpo de Ejército de Castilla. Informes. Teruel. Sobre actuación de Jefes, Oficiales y personal civil, durante el asedio a dicha plaza», AGMAv., 1326, 30, p. 4. <<

[34] «Ejército del Norte. Operaciones. Partes de operaciones. Asedio de Teruel», AGMAv., 1234, 10, pp. 21, 24, 26-27 y 30. <<

[35] «Orden preparatoria para la general de operaciones n.º 3. División n.º 52, 17 de diciembre de 1937», AGMAv., 2588, 15, p. 1. <<

[36] «18-Dic-37», AGMAv., 2588, 22, p. 6. <<

[37] Carlos Engel, Historia de las divisiones del ejército nacional, 1936-1939, Almena, 2010, Madrid, p. 182. <<

[38] José Carrasco Canales, op. cit., p. 83. <<

[39] Entrevista con Joaquina Atienza Molinos, cit. <<

[40] De ahí que recibieran dicho nombre en el bando sublevado, porque su manera de actuar se consideraba traicionera. <<

[41] Entrevista con Joaquina Atienza Molinos, cit. <<

[42] Luis de Armiñán, op. cit., p. 23. <<

[43] «18-Dic-37», AGMAv., 2588, 22, p. 6. <<

[44] «General Jefe Ejército Operaciones Teruel al Generalísimo. 22-Dic-37», AGMAv., 2588, 22, pp. 14-15. El subrayado en el original. <<

[45] AGMAv., 2588, 20, pp. 16-17. <<

[46] Ibid., pp. 13 y 15. <<

[47] Ibid., pp. 26-27. <<

[48] «Ejército del Norte. Operaciones. Partes de operaciones. Asedio de Teruel», AGMAv., 1234, 10, p. 4. El lugar que había de ocupar la gesta de Teruel no ya en el propio relato de la Cruzada, sino en la propia historia de España, ha sido bien analizado por Xosé Manoel Núñez Seixas, ¡Fuera el invasor! Nacionalismos y movilización bélica durante la guerra civil española (1936-1939), Marcial Pons, Madrid, 2006, pp. 227 y 233. Algunos iban tan lejos como para establecer un hilo de continuidad entre los sitios de Sagunto y Numancia o la resistencia de Zaragoza en 1808 y la defensa de Teruel. <<

[49] Ibid., p. 36. <<

[50] Una idea desarrollada por Javier Rodrigo, «Sobre las ruinas del mundo. Guerra civil y guerra total en Europa (1918-1949)», en Javier Rodrigo, Miguel Alonso Ibarra y David Alegre Lorenz (eds.), op. cit. <<

[51] «Ejército del Norte. Operaciones. Partes de operaciones. Asedio de Teruel», AGMAv., 1234, 10, p. 35. <<

[52] José Carrasco Canales, op. cit., p. 84. <<

[53] Pompeyo García Sánchez, op. cit., pp. 57-58. Un extremo que confirmé en entrevista con Tomás Gracia Doñate, cit. <<

[54] También pude confirmarlo en entrevista con Jaurés Sánchez Pérez, cit., quien vivía justo debajo de la mencionada posición. <<

[55] No por casualidad, el propietario y diseñador de este imponente edificio, aún hoy en día en pie y bien conservado, era ingeniero de caminos. Pompeyo García Sánchez, op. cit., p. 118. <<

[56] Las explanadas sobre las que se sitúan las fincas al norte de la Plaza de Toros, así como la gasolinera y el edificio de Obras Públicas frente al actual colegio Ensanche eran laderas que tras la guerra fueron creadas con tierra y escombro procedente de la capital. <<

[57] Para los cuatro últimos párrafos sigo «Cuerpo de Ejército de Castilla. Información del enemigo. Estudio sobre refugios en Teruel», pp. 9-10. <<

[58] Entrevista con Jaurés Sánchez Pérez, cit. <<

[59] «Cuerpo de Ejército de Castilla. Informes. Teruel. Sobre actuación de Jefes, Oficiales y personal civil, durante el asedio a dicha plaza», AGMAv., 1326, 30, p. 6. <<

[60] «Ejército del Norte. Información del enemigo. Teruel y su frente», AGMAv., 1221, 39, p. 18. <<

[61] Ibid., pp. 4-5. <<

[62] Ibid., p. 4. <<

[63] El cementerio viejo se encontraba al final de la parte más alta de la loma de la ermita de San Cristóbal, justo después de pasar la actual señal que marca la entrada a Teruel por la carretera de Alcañiz. <<

[64] La historia de Félix Lagueruela y las citas textuales las he tomado de Pompeyo García Sánchez, op. cit., pp. 62-65. <<

[65] Entrevista con Jaurés Sánchez Pérez, cit. <<

[66] En el momento de la rendición Albalate se encontraba convaleciente de sendas heridas en el vientre y el muslo, lo cual hizo que fuera evacuado junto al resto de hospitalizados. «Cuerpo de Ejército de Castilla. Informes. Teruel. Sobre actuación de Jefes, Oficiales y personal civil, durante el asedio a dicha plaza», AGMAv., 1326, 30, p. 5. <<

[67] «Evadido de Teruel (Seminario) Capitán de Artillería Don Raimundo González Bans», AGMAv., 2958, 4 y Cuerpo de Ejército de Castilla. Informes. Teruel. Sobre actuación de Jefes, Oficiales y personal civil, durante el asedio a dicha plaza, AGMAv., 1326, 30, pp. 2-3. <<

[68] «Cuerpo de Ejército de Castilla. Informes. Teruel. Sobre actuación de Jefes, Oficiales y personal civil, durante el asedio a dicha plaza», AGMAv., 1326, 30, p. 6. <<

[69] «Documentación Nacional. Cuerpo de Ejército de Galicia. Operaciones. Noticias y comunicados, telegramas, etc. Sobre la situación de la Plaza de Teruel, durante su asedio (diciembre 1937 a enero 1938)», AGMAv. 1339, 29 BIS, Legajo 5, Armario 23, pp. 12-13. <<

[70] Ibid., p. 17. <<

[71] Ibid., p. 21. <<

[72] Ibid., pp. 18-20. <<

[73] Véase Pedro Corral, op. cit., pp. 77-81. <<

[74] «Evadido de Teruel (Seminario) Capitán de Artillería Don Raimundo González Bans», AGMAv., 2958, 4. <<

[75] «Ejército del Norte. Operaciones. Partes de operaciones. Asedio de Teruel», AGMAv., 1234, 10, p. 44. <<

[76] Pompeyo García Sánchez, op. cit., p. 86. <<

[77] Ibid. <<

[78] Pompeyo García Sánchez, op. cit., p. 106. <<

[79] Ibid., p. 108. <<

[80] Entrevista con Tomás Gracia Doñate, cit. <<

[81] Para las últimas vivencias sigo a Pompeyo García Sánchez, op. cit., pp. 108-109 y entrevista con Tomás Gracia Doñate, cit. <<

[82] Existen diversas publicaciones al respecto, aunque es un tema que convendría actualizar. Véase Juan Manuel Fernández Soria, «La asistencia a la infancia en la Guerra Civil. Las colonias escolares», Historia de la Educación: Revista Interuniversitaria, 6 (1987), pp. 83-128. <<

[83] Susana Castillo Rodríguez, Memoria, educación e historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española, Tesis Doctoral Inédita, Universidad Complutense de Madrid, 1999. <<

[84] Entrevista con Jaurés Sánchez Pérez, cit. <<

[85] Entrevista con Tomás Gracia Doñate, cit. <<

[86] Para el caso de Bélgica durante la Gran Guerra contamos con el trabajo de Pierre Purseigle, «“A Wave on to Our Shores”: The Exile and Resettlement of Refugees from the Western Front, 1914-1918», Contemporary European History, 16:4 (2007), pp. 427-444. Para Francia durante la Segunda Guerra Mundial disponemos de la obra de Nicole Dombrowski Riser, France Under Fire: German Invasion, Civilian Flight, and Family Survival during World War II, CUP, Nueva York, 2012. <<

[87] Pompeyo García Sánchez, op. cit., p. 152. <<

[88] Entrevista con Tomás Gracia Doñate (1929), op cit. <<

[89] «Documentación Nacional. Cuerpo de Ejército de Galicia. Operaciones. Noticias y comunicados, telegramas, etc. Sobre la situación de la Plaza de Teruel, durante su asedio (diciembre 1937 a enero 1938)», AGMAv. 1339, 29 BIS, Legajo 5, Armario 23, p. 21. <<

[90] Ibid., p. 23. De hecho, uno de los pocos enlaces que tengo constancia que sobreviviera es un cabo de Falange, Manuel Aguilar Manzano, que además estuvo a cargo de la defensa de la puerta del Hospital de la Asunción durante varios días. «Cuerpo de Ejército de Castilla. Informes. Teruel. Sobre actuación de Jefes, Oficiales y personal civil, durante el asedio a dicha plaza», AGMAv., 1326, 30, p. 6. Según el testimonio de Néstor Esparrells, que convivía con el mando en Caudé, allí se sabía que la rivalidad entre Barba y Rey d’Harcourt por la jefatura de la defensa de Teruel —por los laureles que pudiera reportarles— puso en graves aprietos la coordinación de los resistentes. Pompeyo García Sánchez, op. cit., p. 62. <<

[91] «Documentación Nacional. Cuerpo de Ejército de Galicia. Operaciones. Noticias y comunicados, telegramas, etc. Sobre la situación de la Plaza de Teruel, durante su asedio (diciembre 1937 a enero 1938)», AGMAv. 1339, 29 BIS, Legajo 5, Armario 23, p. 22. <<

[92] «Ejército del Norte. Operaciones. Partes de operaciones. Asedio de Teruel», AGMAv., 1234, 10, p. 46. <<

[93] El nombre con el que uno de estos métodos ha pasado al imaginario popular se dio a conocer en la guerra ruso-finesa del año 1940, como una forma irónica de rendir honores al ministro de Asuntos Exteriores soviético Viacheslav Molotov por parte de los soldados fineses. Sin embargo, los españoles fueron pioneros en el uso de los cócteles molotov para la lucha antitanque durante la guerra civil española, sobre todo por la carencia de cañones antitanque. <<

[94] «Generalísimo saluda a los defensores de Teruel», AGMAv., 2588, 22, p. 17. <<

[95] «Documentación Nacional. Cuerpo de Ejército de Galicia. Operaciones. Noticias y comunicados, telegramas, etc. Sobre la situación de la Plaza de Teruel, durante su asedio (diciembre 1937 a enero 1938)», AGMAv. 1339, 29 BIS, Legajo 5, Armario 23, pp. 24-25. <<

[96] Peter Kemp, Legionario en España, Luis de Caralt, Barcelona, 1959, p. 104. <<

[97] Joseph Goebbels, Die Tagebücher von Joseph Goebbels. Im Auftrag des Instituts für Zeitgeschichte und mit Unterstützung des Staatlichen Archivdienstes Rußlands. Teil I: Aufzeichnungen 1923-1941. Band 5: Dezember 1937 - Juli 1938, K. G. Saur, Múnich, 2000, pp. 70-71. <<

[98] Las dudas de los alemanes sobre la capacidad de Franco para ganar la guerra son mencionadas por Stefanie Schüler-Springorum, La Legión Cóndor en la Guerra civil española, 1936-1939, Alianza, Madrid, 2014, p. 71-72. Sobre la respuesta militar de Franco a la pérdida de Teruel como una basada en su concepción del prestigio véase Carlos Blanco Escolá, op. cit., pp. 420-422. <<

[99] «Relación numérica de las bajas (H. E. M.) habidas en el Cuerpo de Ejército de Galicia, Castilla y Marroquí del Ejército del Norte en el periodo comprendido entre el 15 de diciembre de 1937 y el 23 de febrero de 1938», AGMAv. 1212, 2, pp. 2-4. <<

[100] Cit. en Pedro Corral, op. cit., pp. 49-50. <<

[101] Luis de Armiñán, op. cit., p. 9. <<

[102] «Cuartel General del Generalísimo. Información. Fuerzas Legionarias Alemanas: Información facilitada por el Servicio de estas fuerzas», AGMAv., 2442, 4, p. 21. Se esperaba recibir el calzado en un mes, cuando lo más crudo del frío ya habría pasado en las operaciones por Teruel. De la desesperación y las dificultades de las autoridades republicanas para adquirir los recursos necesarios para impulsar su esfuerzo de guerra habla a las claras que se encargara al agente de Bata «comprar azúcar, habas, chicharros y otros productos alimenticios como también colchones de caucho para soldados en cualesquiera cantidades que pueda adquirir». <<

[103] Cit. en Pedro Corral, op. cit., pp. 50-51. <<

[104] Carlos Montenegro, Tres meses con las fuerzas de choque [División Campesino], Espuela de Plata, Sevilla, 2006, p. 110. <<

[105] «Theo Francos. Fontihoyuelo, Valladolid, 1914», Sofía Moro, op. cit., p. 132. Tras el final de la guerra fue llevado al campo de concentración de Miranda de Ebro, donde protagonizó varios intentos de evasión y donde sufrió torturas y maltratos de todo tipo. Su familia en Fontihoyuelo fue duramente represaliada en episodios de violencia inusitada. Tras ser liberado por mediación de la Cruz Roja Internacional del campo de trabajadores para la construcción del nuevo Belchite, consiguió llegar a la frontera y en Hendaya embarcarse con destino al Reino Unido, ante la inminente llegada de las tropas alemanas. A partir de ahí participó en varias operaciones en el marco de la Segunda Guerra Mundial como paracaidista, incluyendo un nuevo paso por el campo de Miranda por las vicisitudes de sus misiones de sabotaje en Francia. Después de volver a huir, fue lanzado en paracaídas sobre Arnhem como parte de la Operación Market Garden, que acabó en fracaso. Allí fue capturado y fusilado, con la suerte de que la bala mortal fue amortiguada y desviada por la chapa de paracaidista, quedando a tres milímetros del corazón, siendo dado por muerto, lo cual, gravemente herido, le permitió sobrevivir con ayuda de los paisanos que descubrieron su cuerpo (pp. 135-136). <<

[106] Luis de Albiñán, op. cit., p. 10. <<