Presentación

Alégrense conmigo. Estamos de rebajas y ofrecemos dos por el precio de una… Pese a vivir tiempos atribulados y de dificultades económicas, en este volumen encontrarán no una, sino dos novelas de Connie Willis, la más galardonada autora de la moderna ciencia ficción, la inteligente novelista que nos deleitó hace poco con esa maravillosa obra maestra que es EL LIBRO DEL DÍA DEL JUICIO FINAL (1992, NOVA ciencia ficción, número 68).

La verdad es que Connie Willis ha publicado en estos últimos años un trío de novelas francamente breves. Obras excepcionales que condensan casi en menos de dos centenares de páginas todo el brillante dominio del arte narrativo del que esta autora es capaz. Las dos primeras, TERRITORIO INEXPLORADO (1994) y REMAKE (1995) se encuentran en este volumen; mientras que la tercera, de una extensión algo mayor, BELLWETHER (1996), aparecerá en NOVA ciencia ficción en su número 99[1].

Las tres obras pueden agruparse dada su corta extensión (en comparación, por ejemplo, con EL LIBRO DEL DÍA DEL JUICIO FINAL) y , sobre todo, por un enfoque irónico e incluso humorístico. Según un artículo de Faren Miller publicado en LOCUS acerca de BELLWETHER, aunque extensible a las tres obras: «ofrecen pruebas adicionales de que la ficción de Connie Willis es una de las más inteligentes delicias de nuestro género».

Debo reconocer que mi primera lectura de estas «novelitas» se hizo con una cierta condescendencia. A primera vista parecían una obra menor, un paréntesis obligado a la espera de que Willis continuara por la senda y el universo narrativo que ella misma abriera con el relato «Servicio de vigilancia»[2], y colmara con esa maravillosa novela que es EL LIBRO DEL DÍA DEL JUICIO FINAL, una de las apenas diez novelas que, en toda la historia de la ciencia ficción, han acaparado los mayores galardones del género: el Nebula, el Hugo y el Locus.

Y me equivocaba. TERRITORIO INEXPLORADO, REMAKE y BELLWETHER no son obras menores. Ni mucho menos.

Cada una de esas tres novelas cortas (o al menos más cortas de lo habitual en el caso de Connie Willis) es una obra compleja y completa en sí misma, uno de esos raros ejemplos que hacen cierto el conocido dicho de que «lo bueno, si breve, dos veces bueno».

Por ello esta presentación es, también, dos presentaciones a un tiempo. Hemos dado al volumen el título de la novela que más éxito parece haber obtenido en Estados Unidos: REMAKE, finalista del premio Hugo de 1996. Pero sería erróneo pensar que la creo superior a TERRITORIO INEXPLORADO. Son, simplemente, distintas y, tal vez, complementarias. Había que elegir un título para la portada de este «volumen doble» y debo reconocer que la referencia a Hollywood hace mucho más atractiva a REMAKE, al menos desde el punto de vista comercial. Pero las dos interesan. Y mucho. Vayamos por partes.

Territorio inexplorado

TERRITORIO INEXPLORADO es una novela que, al menos para mí, resiste varias lecturas y sorprende. En una primera aproximación es la clásica historia de una pareja de exploradores en un planeta extraño y ajeno. Pero si uno reflexiona sobre eso que llaman el «lenguaje políticamente correcto», la curiosa prevención de los imperialistas aparecería, y otras ideas que vienen a la mente leyendo las sorprendentes aventuras de esos esforzados exploradores, uno se da cuenta de que hay gato encerrado y de que no se trata sólo de una novela de exploradores, sino de algo con mucho más contenido.

Findriddy y Carson son dos exploradores enviados a Boohte para explorar las resecas cordilleras y las montañas del planeta. En la Tierra sus aventuras son seguidas por incontables y ansiosos admiradores, pero la realidad es mucho menos romántica de lo que parece. Los exploradores se enfrentan al polvo, a leyes locales estrictas y a alienígenas poco cooperativos. En compañía de un joven ayudante cuya especialidad son las costumbres de apareamiento, y de un guía nativo de sexo indeterminado, el grupo parte hacia un sector todavía inexplorado del planeta.

Junto a ese eje central (y al tratamiento humorístico y tal vez irónico ya apuntado), TERRITORIO INEXPLORADO muestra una cierta relación con el mundo del cine (por si hiciera falta alguna justificación para mi idea de publicarla en el mismo volumen que REMAKE…). Tanto Faren Miller como Gary K. Wolfe en LOCUS lo decían explícitamente. En palabras de Wolfe, por ejemplo: «Con sólo cinco personajes y una puesta en escena minimalista, TERRITORIO INEXPLORADO recuerda los viejos westerns». O también, en una nueva referencia cinematográfica: «Willis maneja todo esto con el optimismo y la alegre insensibilidad de un Howard Hawks».

Evelyn Parker, un «socioexozoólogo» se une a Findriddy y Carson en ese viaje y la ambigüedad de su primer nombre permite a Willis hacer algunos chistes obvios y abrir así el tema de la identidad sexual, introducido casi como por juego, que se convierte en algo central en la historia.

Una nota final: a lo largo del proceso editorial algunos creyeron conveniente que se recordara que «f-f» puede servir como abreviatura de «fauna y flora». Hecho.

Remake

REMAKE, la novela que da título al volumen, es algo más extensa, pero sigue manteniéndose en los límites de lo que nosotros llamaríamos una novela corta, aun cuando supera las 17500 palabras. Este hecho (y los votos de los aficionados, todo hay que decirlo) hizo que REMAKE lograra ser finalista en el apartado de novela en la elección del Premio Hugo 1996. Un premio que al final obtuvo Neal Stephenson con THE DIAMOND AGE que, por cierto, NOVA publicará en breve.

La historia de REMAKE es incluso más cinematográfica si cabe. En el Hollywood del futuro, con el cine computerizado, las películas de acción real son cosa del pasado. Los actores han sido substituidos por simulacros generados por ordenador. La manipulación informática permite, por ejemplo, que Humphrey Bogart y Marilyn Monroe protagonicen juntos el enésimo remake de HA NACIDO UNA ESTRELLA. Pero, gracias a las aportaciones de la nueva tecnología, el espectador puede alterar el final de la película, si no le gusta, con sólo pulsar una tecla.

Un Hollywood parecido en su esencia al actual, pero que ha añadido el sim-sex a las nuevas drogas y los ya inevitables efectos especiales. Un mundo donde todo es posible. Todo, excepto lo que Alis más desea: bailar realmente en las películas. Un sueño imposible aun cuando cuenta con la ayuda de Tom, un cínico experto de ese nuevo Hollywood del futuro, quien aprenderá que incluso en un mundo de milagros tecnológicos siguen existiendo algunas cosas que no pueden ser falsificadas. ¿O sí…?

También hay un sinfín de neologismos y abreviaturas en REMAKE y, de nuevo, las personas que intervienen en el proceso productivo en la editorial me sugieren recordar que, RV se refiere a realidad virtual (VR, virtual reality en inglés), GO a gráficos por ordenador (CG, computer graphics), SA a sustancias adictivas (AS, addictive substances,) y un largo etcétera. Obviamente los «opdisc» son los discos ópticos, «b-y-n» las películas en blanco-y-negro y hay otros ejemplos que el propio lector irá descifrando.

En cualquier caso, REMAKE es una de esas raras obras que deja clara constancia en el recuerdo del lector. Entrañable y sorprendente, es un buen ejemplo de lo que una buena narración corta puede lograr cuando está escrita por alguien tan hábil e inteligente como Willis.

Nada más por ahora, les dejo con estas dos novelas cortas de Connie Willis. Y con la promesa de que próximamente, antes de finalizar el año, volveremos a encontrar a esta autora en BELLWETHER, obra que trata sobre la investigación científica, la teoría del caos y el cuidado de las ovejas…. Ahí es nada

Pero también me enorgullece anunciar ya que Connie Willis estará en Barcelona el miércoles 10 de diciembre de 1997, pues ha aceptado ser la conferenciante invitada en la entrega del Premio UPC de Ciencia Ficción 1997 que organiza el Consejo Social de la Universidad Politécnica de Catalunya (teléfono 93-401.6343). Gracias a la traducción simultánea, todos los asistentes tendrán ocasión de comprobar la indiscutida calidad y amenidad de Willis como conferenciante y presentadora. Su inteligencia y sentido del humor es algo ya proverbial en el mundillo de la ciencia ficción. Quienes tuvimos la suerte de asistir a su performance en la entrega de los premios Hugo de 1995 en la Worldcon de Glasgow, somos testigos de eso. Y deseamos oírla de nuevo.

Y también leerla.

MIQUEL BARCELÓ