Epílogo
Eladio Martín Barrientos, falleció el año 2033 a los setenta y un años de edad. Casado en 2012 con Linda García Aparicio, no dejó descendencia pero sí una vasta obra narrativa. Sin embargo, nunca llegó a publicar “Inventar a Marie”, “El sueño del Libio”, o “La confesión del Libio”; como quiso titular aquella novelita. Linda, vive un dulce y tranquilo retiro en Alanos de Vincia, paradojas de la vida, en una casa que legó el viejo Tergáns a Élmar, ¿tal vez por su silencio? Y en la que Élmar siempre se negó a poner los pies. Los crímenes del pasadizo de la calle Volga se ha convertido en un libro de culto, principalmente para la generación que hizo estallar la guerra digital del año 2022. Adaptada la novela al cine, el personaje Katia fue y sigue siendo un icono para las “chicas de la guerra”. Catalina de Almeida do Santos (Katia), —llamada Ekaterina por su madre después que esta se emocionara viendo bailar a Ekaterina Maximova como Giselle, cuando debutó el Bolshoi en el San Carlos de Lisboa— es en la actualidad la Ministra de Asuntos Exteriores de Portugal. Estudios recientes de científicos japoneses han descubierto las propiedades, altamente afrodisiacas, de la sangre de Lamprea, comparable a la ya caduca y en desuso viagra, con la particularidad que afecta y beneficia por igual a los dos sexos. Paulino Tergáns, hijo de padre desconocido y nieto de Frutos Tergáns, diez años después de los acontecimientos narrados se proclamó campeón de Europa de ajedrez, en la actualidad se dice de él que es el nuevo Bobby Fischer, un genio de la creatividad ajedrecística. Tomás Requejo alias el Poli, se casó con una sordomuda que hace alhajas de quincalla como nadie. Normalmente, y desde hace muchos años, se puede ver a la pareja detrás de dos mesitas plegables en la Plaza del Pesebre, vendiendo artesanía. Ella elabora y él chamarilea; aunque casi toda la producción la venden a través de internet. Del Panojo, decir lo que raya en la inverosimilitud; aquejado de una pronta demencia después de salir del “Tango”, el bar donde termina el callejón sin salida entre la Plaza del Pesebre y La Mayor; se dispuso a orinar sobre el muro del fondo y sin saber cómo ni por qué, apareció de inmediato a las puertas de la Iglesia de la Purísima, habiendo atravesado, por arte de birlibirloque dos manzanas de casas y dos calles, y gritando que habían cambiado el mundo, que le devolvieran al suyo. ¿Sería la farlopa?
Vincia, febrero de 2035
# # #