128 En 1926 Le Corbusier escribió: «Si me hubiesen dicho que dibujara cualquier cosa sobre un muro, me parece que hubiera trazado una cruz, que está hecha de cuatro ángulos rectos, que es una perfección que lleva en sí algo sagrado y que es al mismo tiempo una toma de posesión de mi universo, porque en los cuatro ángulos rectos tengo los dos ejes, soporte de coordenadas con los que puedo representar el espacio y medirlo». En Almanach d’architecture moderne, 1926, pp. 26-27. Cit. en AA.VV.: Le Corbusier, une encyclopédie, París, Editions du Centre Pompidou, CCI, 1987; p. 451.<<