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GENERA NUEVAS IDEAS
1. El PODER DE UNA IDEA
El regalo más grande que puedes tener es una idea. Las ideas lo controlan todo: la moda, las zapatillas, las marcas. Las ideas son más poderosas que la propia persona, porque a ellas no se las puede matar. La educación es una colección de ideas.
Una idea únicamente se puede matar con otra idea; se puede matar a la persona, pero las ideas permanecen. A veces se necesita hasta una generación de cuarenta años para cambiar una idea. Al mundo no lo mueve el dinero, lo mueven las ideas brillantes, ellas son las que producen el movimiento.
Una idea puede abrirte puertas, traer dinero y promocionarte a un nuevo nivel. Todo lo que necesitamos son buenas ideas.
¿Qué necesitamos para resolver los problemas?, ¿qué necesitamos para multiplicar y hacer crecer todo lo que tenemos?, ¿qué necesitamos para ganar y recuperar dinero? Buenas ideas.
Las ideas nos pueden ayudar a resolver un problema, a multiplicar lo bueno; pero, así como pueden hacernos crecer, una mala idea puede enfermarte y hacerte perder todo lo que habías logrado. Por eso, lo que necesitamos son buenas ideas.
Una película de éxito es aquella que consigue llevar a cabo una idea original.
Woody Allen
2. GESTANDO UNA IDEA
Todo nace a partir de buenas ideas. Las personas tenemos dos mil ideas por día en la cabeza; sólo necesitamos que algunas de ellas sean muy buenas ideas para que nos vaya bien, tanto financiera como emocionalmente. Entonces, la pregunta que debemos hacernos es: ¿De dónde vienen las buenas ideas?
Veamos:
- De otras personas: podemos copiar las buenas ideas que provienen de los otros. Copiemos sólo lo bueno; las buenas ideas de la gente correcta. Observemos y registremos para poner en funcionamiento lo que a otros les produjo éxito y crecimiento.
- De una siembra: existen personas que te darán y pondrán a tu disposición ideas de oro; sembrarán en ti esas ideas. Cada vez que ayudas a otro a acercarse a su sueño, a su meta, es muy probable que esa persona te trate bien, te abra una puerta y te dé una idea que te acerque al cumplimiento de tu sueño y tu propósito.
- De ser una conexión de oro para los demás: ayudar y servir de conexión a otro hará que, en gratitud, seas recompensado con esa idea que necesitabas para darte el empujón y así poder avanzar.
- Simplemente vienen: permanezcamos atentos todos los días, tengamos cerca papel y lápiz. Se ha descubierto que, cuanto más nos reímos, más buenas ideas tenemos… ¡tenemos que reír más! La mejor manera de ayudar a alguien a resolver un problema es contarle un buen chiste; cuando la persona se ríe, se relaja, y a partir de allí empieza a activar el hemisferio derecho de su cerebro: la creatividad.
Una idea es una fuente de ingresos económicos; una idea es una fuente de salud familiar. La gran mayoría de los millonarios se hicieron ricos de la nada… ¿Eres de aquellos que no tienen nada…? ¿Ni una herencia, ni un padre rico, ni dinero invertido…?
Si es así, tengo una buena noticia: ¡eres candidato a ser millonario! Dios hizo todo de la nada. Es interesante lo que dice el Génesis: «Dios dijo y luego lo vio creado». Este es el proceso creativo: primero lo digo, después lo veo. Si dices «todo me irá bien», verás que todo te va a ir bien.
Cada vez que seas promocionado será con una idea, porque una idea te brindará la capacidad de llegar y de subir a otro nivel.
3. IDEAS Y RESULTADOS
Todo lo que vemos es producto de una idea. Alguien inventó la escritura, alguien tuvo la idea, inventó el papel, el lápiz, la computadora: una idea. Para seguir creciendo necesitamos ser cazadores de nuevas ideas; un hogar, una familia o una empresa no se lideran con fuerza, sino con sabiduría y con ideas para implementar, que nos producirán un mejoramiento en todo lo que hagamos.
Tal vez digas: «A mí nunca se me ocurre nada». Esto es totalmente falso; todos somos creativos, todos tenemos capacidad para serlo.
¿Qué tenemos que hacer, pues, para generar nuevas ideas?
Lo importante no es tener muchas ideas, sino la idea oportuna en cada caso.
Juan Zorrilla de San Martín
En primer lugar, tienes que divertirte más; la alegría activa las ideas creativas.
Los seres humanos tenemos dos hemisferios. El izquierdo, que es el racional, sirve para pensar y analizar, mientras que el derecho es el de la relajación, el de la fiesta, el que está en funcionamiento cuando nos divertimos. La creatividad se origina en dicho hemisferio, no en el racional.
Según los creativos, lo que hay que hacer es pensar un tema, analizar todo el material y cuando ya se han seguido esos pasos, no pensar más en él. Puedes leer una revista cómica, salir a caminar un rato, dar una vuelta y distraerte.
En una ocasión tuve la posibilidad de estar con el creativo y exitoso Carlitos Balá, y, aprovechando esa oportunidad, pude preguntarle muchas cosas. Una de ellas fue saber cómo lo había hecho para crear tantos eslóganes, como «Un gestito de idea» o «Qué gusto tiene la sal», que han pasado de generación en generación. Me comentó que una vez, mientras estaba en Disney World con su hija, no podía entrar en una atracción porque había mucha gente, y, para divertirse mientras esperaba, comenzó a hacer «Guau, guau». Al escucharlo, un hombre que se encontraba en la cola se dio la vuelta buscando al perro, ante lo cual él se dijo: «Esto está bien». Entonces le tendió la mano, como si tuviera una correa invisible, y de allí inventó «Angueto, quédate quieto». Divertirse es la capacidad de generar ideas de oro.
El paso siguiente es hacer un resumen de tu proyecto. La gente creativa aprende a resumir lo que le pasa en dos líneas. La capacidad de resumir hace que el pensamiento creativo funcione mejor. Esta gente dice: «Mi problema es este». Cuanta más capacidad tenemos de resumir en dos renglones lo que sucede, lo que necesitamos o lo que queremos lograr, mayor cantidad de pensamientos creativos activamos.
Por tanto, es necesario aprender a metaforizar. Por ejemplo: si mi problema fuese un animal, ¿cuál sería? Tengamos la capacidad de buscar un símbolo.
Uno puede ser como una caña o como una rama; la caña se rompe, la rama se dobla: metáforas. La gente creativa busca imágenes. «Soy como un vaso lleno», «soy como una copa que rebosa de alegría». Estas imágenes nos permiten ver los hechos desde otro ángulo.
A continuación, es necesario darse permiso para estar un poco loco. Eso significa pensar lo que sea, permitirse que vengan las ideas aún más locas. Jamás podemos decir: «¡No!, esto no, esto es una tontería». Esto es lo que se llama «tormenta de ideas», hablar, opinar. Para algunos es más fácil unir dos ideas y así generar otra… Es saber y darnos el lugar para poder pensar: «¿Y qué pasaría si tal cosa? ¿Qué pasaría si tal otra?».
Es tener la capacidad de poder romper con los paradigmas, es cuestionar aunque los otros nos digan que es una locura o que esa idea es imposible de concretarse. Frente a las ideas creativas, siempre te dirán que estás loco, que no se puede, que no es el momento, que no hay fondos, que no lo vas a lograr, que estás muy viejo o eres muy joven, que es algo raro…
Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando esta llega a tiempo.
Victor Hugo
El exmiembro de la Corte Suprema de Estados Unidos, el juez Louis Brandéis, dijo: «La mayoría de las cosas que vale la pena hacer en este mundo habían sido declaradas imposibles antes de ser hechas».
Los creativos, las personas con ideas de oro, han aprendido a no dejarse cansar por la gente: tienes que lograr que tu entorno no te desanime ni te desenfoque. Muchas veces, no son las grandes ideas las que resultan posibles, sino aquellas pequeñas ideas a las que les damos lugar para que crezcan junto con nosotros.
Cuando Thomas Adams inventó el chicle, todo el mundo le dijo que no. Cuando el hombre inventó el walkman, le dijeron: «¿Quién va a querer tener música pegada a los oídos?». Todas las ideas buenas fueron rechazadas. Hay personas que han tenido grandes ideas pero las perdieron porque prestaron atención a la gente que carecía de visión de futuro.
- George Lucas, el creador de La guerra de las galaxias, fue rechazado por muchos productores, pero él siguió adelante con el proyecto y ganó.
- Charles Darrow, en 1934, no tenía trabajo, y para entretenerse inventó un juego y vendió quinientos millones de ejemplares: se llamaba Monopoly. Lo mismo puede pasarte a ti. En tu tiempo de crisis, una idea de oro que tengas puede darte quinientos millones de dólares…
- Cindy Cashman, una mujer analfabeta de veintiséis años, escribió un libro, ¿te interesaría saber cuántos ejemplares vendió?
Un millón y medio, a cuatro dólares cada uno. Eso es mucho dinero. ¿Sabes cómo se llamaba ese libro? Todo lo que saben los hombres acerca de las mujeres, y tenía ciento veintiocho páginas en blanco.
Seguramente te estarás diciendo «¡Cómo es posible!». Sin embargo, así fue. Una idea, por más extravagante, loca o disparatada que sea, puede hacerte llegar a la meta. Una idea a tu parecer tonta puede expandirte. Los recursos que necesitas para generar buenas y brillantes ideas están dentro de ti, no las encontrarás fuera.
Y, por último, prueba a hacer cosas nuevas.
Por ejemplo, ¿te gusta cocinar? Prueba, hazlo, y si lo haces, cocina algo nuevo.
¿Te gusta leer? Si tu respuesta es no, hoy puedes buscar un libro que nunca hayas leído y comenzar a leerlo.
Con cada desafío al que te enfrentes, tendrás un resultado que activará tu creatividad. Los imprevistos y los cambios de planes a último momento, en muchas ocasiones, acaban transformándose en muy buenas ideas. Todo dependerá de tu posición, de tu predisposición a hacer algo fuera de lo rutinario.
Y cuando tengas una idea, mejórala. Una idea siempre se puede mejorar más y más. El gurú del márketing Alberto Levy dijo: «Lo que no mejora, queda en el olvido».
¿Has conocido el tocadiscos con discos de pasta a setenta y ocho rpm? A ellos siguieron los walkman, luego los discman, después los ipod, y ya llegamos al MP10…
Cuando salió el primer teléfono móvil, era del tamaño de un zapato; después apareció otro móvil más pequeño; ahora los teléfonos tienen internet, vídeo y cientos de opciones más.
Todo evoluciona, todo avanza y todo surge a partir de una idea. Renuévate cada día, haz algo diferente, y, como dijo Alberto Levy: «Dale a la gente lo que la gente no espera». Ésa es la mentalidad del avance, lo que la gente no espera.