3
CRECE TODOS LOS DÍAS
1. IR POR MÁS
El niño únicamente quiere que le den lo que pide, el adulto hace crecer lo que tiene. El niño sólo se divierte, el adulto conquista. Todo lo que alcances dependerá en proporción directa de lo que estés dispuesto a crecer.
El niño espera recibir, pero el adulto necesita crecer. El autor del libro Hechos de los Apóstoles dijo: «Cuando era niño hablaba y pensaba como niño, cuando dejé de ser niño pensé como adulto». El adulto puede dominar, conquistar y pelear.
A un hombre muy rico le preguntaron cuál era el secreto para triunfar y respondió: «La gente exitosa que conozco es decidida, ejecutiva, no piensa cuarenta horas en lo que va a hacer sino que analiza y toma decisiones». Hay un determinado momento, durante el proceso del crecimiento, en que necesitaremos madurar y decidirnos a crecer.
Si tú llamas «experiencias» a tus dificultades y recuerdas que cada experiencia te ayuda a madurar, vas a crecer vigoroso y feliz, no importa cuán adversas parezcan las circunstancias.
Henry Miller
«Cuando deje de buscar que me cuiden, me cuidaré.
Cuando deje de buscar que me lo den todo, produciré.
Cuando deje de buscar a alguien que falla, triunfaré».
Los grandes ajedrecistas, antes de mover las piezas, estudian siete jugadas hacia delante, dado que ellos tienen que preparar las distintas alternativas de movimientos que harán. Lo mismo sucede en nuestra vida. Si queremos crecer y ser una persona capaz de marcar la diferencia, tenemos que superarnos día a día, superar nuestro techo, nuestros límites, mejorar, tomar nota, repasar, unir las palabras, escuchar un CD de la materia que nos interese una y otra vez… Si no creces, nada a tu alrededor crecerá. Necesitamos crecer mucho más que el sueño que tenemos, ya que, si no, ese mismo sueño nos aplastará, dado que no sabremos administrarlo. Si tu empresa crece más que tu interior, la empresa terminará por destruir al creador.
Un hombre de carácter podrá ser derrotado, pero jamás destruido.
Ernest Hemingway
Necesitamos crecer en inteligencia y en carácter. Muchas personas han desarrollado una gran inteligencia que les permite alcanzar el objetivo y, sin embargo, cuando llegan a la meta, no tienen carácter para disfrutarla. Mientras que otros tienen un gran carácter, pero nunca llegan al objetivo por falta de inteligencia y de estrategias. Por eso, urge «desarrollar el carácter y la inteligencia», para que, cuando lleguemos, podamos disfrutar del éxito.
En una ocasión, leí que un águila se había dispuesto a comer un pez que había visto en el agua. Voló miles de metros y, cuando atrapó a su presa con las garras, el pez era tan pesado que el ave no pudo levantar vuelo ni soltar su presa. Finalmente, el águila murió ahogada.
2. CRECER ES LA PRIORIDAD
Al cabo de un año de crear un producto, éste se mejora un 25 por ciento, con lo cual, si yo estoy cuatro años sin crecer, quedo totalmente desinformado de todo lo nuevo que hay en el mercado y, por ende, del sistema.
El pastor norteamericano Thomas D. Jakes dijo: «Júntate con gente que te haga sentir tonto, con gente que tenga tanto crecimiento, tantas ganas, que tú a su lado te sientas un tonto».
La «educabilidad» es el hecho de aprender, especialmente cuando las cosas marchan bien. Muchas personas aprenden cuando todo marcha bien, pero hay quienes también tienen la capacidad de aprender cuando las cosas van mal. Es lo que conocemos como «correctibilidad». Hay gente que se educa continuamente, pero que no se corrige; hay personas que aprenden cuando la situación es buena, pero cuando las cosas salen mal no se dejan corregir.
Una persona que crece es una persona
que se deja enseñar en los momentos buenos y en los
momentos difíciles se deja corregir.
Cuando tú creces, tomas cada vez decisiones mejores, ya no decides entre lo bueno y lo malo, sino entre lo valioso y lo muy valioso, entre lo excelente y lo mejor. Cuanto más crezcamos, mejores decisiones tomaremos.
Ante las decisiones, el débil tiembla, el tonto las desafía, el sabio las juzga y el hábil las dirige.
Anónimo
El jugador de baloncesto Michael Jordan dijo: «Visualicé dónde quería ir, qué tipo de jugador quería ser, y, cuando supe con exactitud dónde llegar, me concentré en conseguirlo y lo logré».
Si algo ha de suceder en tu vida, es por ti mismo.
Aprende a mirar lo que te falta y pelea por lo que te corresponde. Van Gogh dijo: «El objeto toma forma en mi mente antes de empezar a pintar». Si no satisfaces tus necesidades, nadie lo hará por ti, son tuyas y te pertenecen.
Valídate, felicítate en cada paso, en cada proceso que atravieses, y, en el que hayas crecido, date un premio.
Cuando una persona está en paz consigo mismo, tiene la mejor familia, los mejores hijos, los mejores amigos, el mejor trabajo, las mejores oportunidades.
Uno atrae de acuerdo a lo que uno es. Si te invalidas, atraerás a los que están esperando subestimarte, pero si te valoras y sabes quién eres, lo mejor será tu herencia.
Charles Chaplin era pobre y huérfano. Stephen Spielberg era tan tímido que todos se burlaban de él. Soichiro Honda, el genio japonés, estaba tan enfermo que a causa de su dolencia inventó poderosas máquinas: las motos.
No hay nada que pueda frenar el potencial que mora dentro de ti, ni siquiera el techo con el que en algún recodo de tu trayectoria te encontrarás. En un determinado momento de nuestro crecimiento chocaremos con un límite: éste es el techo que deberás romper.
Según la Ley de Peters: «Todo ser humano es capaz hasta que alcanza su nivel de incompetencia».
Es decir, llegamos a un nivel tal que a partir de allí ya no sabemos cómo seguir creciendo y las cosas ya nos salen con excelencia. En este punto, debemos tener la humildad para que el techo al que llegamos pase a ser el suelo de nuestro próximo nivel. El problema es que muchas veces no nos damos cuenta de que no sabemos y seguimos haciendo las cosas de la misma forma. Tener un techo no siempre es malo, ya que puede ser un puente para alcanzar un nuevo nivel. Sólo necesitamos ponernos de pie encima de él para comenzar a construir otra vez.
La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible.
Arthur C. Clarke
El techo representa un límite, aquello que nos frena, el final de una etapa. En todas las áreas siempre habrá un techo al que llegaremos, ya sea intelectual, económico o emocional. Siempre nos introduciremos en una meseta. En todo recorrido hay un techo y no es un castigo ni una puerta, es un límite al que inevitablemente vamos a llegar. Todo crece, pero llega un momento en que, en apariencia, ya no hay más por hacer; sin embargo, allí mismo, detrás de ese límite, de ese techo, hay un largo camino, todavía queda mucho más por hacer. Sólo que ahora, para seguir creciendo, deberás romper ese techo.
¿En cuántas oportunidades te has sentido estancado, atravesando una etapa que te impide avanzar más en una determinada área? Eso es normal, lo importante es que rompas el techo, porque detrás de él te espera un desafío mucho mayor.
John Maxwell dijo: «Hay personas que pelean por un souvenir, aquello que se regala en un evento; otras personas pelean por un trofeo, lo que se regala en un campeonato; pero hay otras personas que pelean por un legado, esto es lo que se deja a las próximas generaciones».
El gran secreto de los ganadores es que están
encima de las cosas.
Todo lo que crece es por haber «estado encima», es decir, dedicándonos a ello. Aquello sobre lo que no estoy encima tiende a morirse. Muchas de las cosas que se han desgastado, que hemos perdido, ya sea relaciones afectivas, amigos, trabajos o carreras, las hemos perdido por no estar encima de ellas. Los sueños importantes se logran persiguiéndolos, cuidándolos. Todo lo que yo mime y vigile crecerá liberando su potencial. Cuando ayudas a otro a ser la mejor versión de sí mismo, estás ayudándole a liberar su potencial.
«Estar encima» es saberlo todo de mi gente,
de mi sueño; dónde, cómo y cuándo.
Todo lo que no cuides y vigiles tenderá a morir;
todo aquello de lo que te preocupes tendrá vida.
Quienes son jefes, padres, deben ocuparse de «todo», de los proyectos, de la gente. Al principio la gente pensará que sólo quieres perseguirla, pero cuando haya crecido, reconocerá en ti a una persona que la ha ayudado a crecer para que pueda liberar su mejor potencial.
- «Estar encima» es estar comunicado cada día.
- Una pareja que no se está encima, con el tiempo se va fraccionando, quebrando.
- La persona que tiene un equipo de líderes, de gente de trabajo, de empleados, si no se comunica a diario con ellos, de manera permanente, tarde o temprano se debilitará.
- «Estar encima» de nuestros hijos significa hablar todos los días con ellos sobre dónde, cómo, cuándo, con quién han estado, qué han hecho y qué no, etc.
Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice.
Peter Drucker
3. ROMPRE TU PROPIO RÉCORD
La velocidad máxima de un coche es de 220 kilómetros por hora, ése es el límite del coche. Tal vez alguien te puso un límite, alguien te dijo hasta dónde podías llegar. Pero hoy, en un proceso de continuo crecimiento, tienes que romper tu velocímetro mental; aquel que te invalidó fue el que creó tu velocímetro mental, el que lo graduó y te dijo: «Hasta aquí puedes llegar; más de aquí, no».
Hoy ya no dependes de nadie, ya has crecido y lo seguirás haciendo porque tienes capacidad de ir cada día por más. No hay imposibles para los que creen en sus sueños y están centrados en ellos.
Tiempo atrás, nadie podía correr una milla en menos de cuatro minutos. Todos los expertos decían que un corredor no podía correr una milla en menos de cuatro minutos, hasta que el atleta Roger Bannister lo hizo, rompió el «techo», estableció un nuevo récord, un nuevo tope en el velocímetro. A partir de entonces, y en los diez años posteriores, trescientos treinta y seis corredores superaron también el récord mundial.
Cuando una persona rompe un récord, no sólo lo hace para su vida sino para los que vienen detrás.
No seré el mejor, pero seré el mejor que pueda ser.
Tal vez no seas el mejor padre, pero serás el mejor padre que puedas ser. No estamos llamados a ser los mejores de todos, sino a ser lo mejor que podamos ser.
Aprende a validarte y sigue creciendo día a día.
Crece hasta la altura máxima que te permita disfrutar del premio.
La gente que se supera y crece no será expulsada de ningún ámbito y podrá reclamar lo que le pertenece. De esta forma, todo aquello que ha invertido en su crecimiento volverá a su vida, con creces.
Una mujer que estaba caminando encontró a Picasso y le preguntó:
—¿Podría hacerme un dibujo?
—Y Picasso le hizo un dibujo en tres minutos, se lo dio y le dijo:
—Cinco mil francos.
—¿Cómo cinco mil francos?, si ha tardado sólo tres minutos.
—No, señora, no he tardado tres minutos, he tardado toda mi vida.