Ubicado en un futuro no muy lejano, donde las máquinas y ordenadores, y los informes de las bases de datos son más poderosos que las palabras, un hombre es considerado legalmente muerto. Claro, que él sabe que se trata de un error y va ventanilla por ventanilla a demostrar que es un error, cosa que no le resulta tan fácil.
Crítica a la burocracia y la evolución científica que conlleva la involución humana, como alguna vez lo describió el pensador español Ortega y Gasset.