EPISTOLARI DEL COMTE DE L’HORTXÀ
«Atemorizava por las calles el ruido y rechinar
de los carros de los difuntos, al qual, por particular,
todos le conocían y le temían todos viéndole cargado
de los que pocas horas antes avían visto buenos. Afligia
el rigor del mal, el poco lugar que dava y el desconsuelo
con que regularmente morían».
(Fray Francisco Gavaldà, O. P. Memoria de
los
sucessos particulares de Valencia y su Reino
en los años mil seiscientos quarenta y siete y
quarenta y ocho, tiempo de peste. València, 1651)