Nuevos medios para hacer medios: el caso Indymedia

Marilina Winik estudia sociología en la Universidad de Buenos Aires y es miembro de Indymedia Argentina desde febrero de 2002.

El texto que presentamos fue hecho público como ponencia en el marco del II Congreso Nacional de Sociología y VI Jornadas de Sociología de la UBA, en la mesa Tecnología y Sociedad.

Indymedia es la red de comunicación antagónica más desarrollada a nivel global. Emergente de una nueva realidad histórica, social y económica, es el resultado de una manera novedosa para la articulación entre activistas de múltiples movimientos sociales y nuevas tecnologías. Políticamente, esta articulación implica la apropiación del espacio que posibilitó la expansión capitalista, para la lucha contra ese mismo sistema de prácticas y discursos. Desde el punto de vista histórico, es en la cumbre de la OMC en Seattle de 1999 (en su fracaso) donde Indymedia deja de ser un mero centro de contrainformación para comenzar un proceso de crecimiento tal que hoy la convierte en la red de redes más grande del mundo. Esto es así porque pudo capitalizar la heterogeneidad sin desvirtuarla.

Dentro de este contexto, Indymedia Argentina surgió a partir de las movilizaciones contra el ALCA en abril de 2001. Compartiendo los principios de unidad de la red global, la realidad latinoamericana le imprime una impronta distinta. No sólo crea redes y nodos de red, sino que sus discursos y prácticas se vinculan muy estrechamente con la multiplicidad de los movimientos sociales argentinos: es vehículo de difusión pero también herramienta de articulación.

1) Contexto de surgimiento: los 90 y el movimiento antiglobalizacion

La cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que se celebraría en Seattle (EE.UU), había sido preparada minuciosamente por los principales centros de poder político (los Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá) en íntima relación con el poder económico-financiero transnacional. Pero la cumbre fracasó: los hombres representantes de las elites más poderosas del mundo nunca llegaron a reunirse. En paralelo a los preparativos de la OMC, diferentes redes y grupos de todo el mundo (llamados antiglobalización) articularon diversas acciones de protesta. El 30 de noviembre de 1999 se convirtió en el símbolo de su primera victoria.

Más de 50.000 personas se movilizaron hasta Seattle, más de 1.500 organizaciones a escala planetaria ayudaron a fomentar la organización, hubo protestas en 70 ciudades de 30 países del norte y del sur, del este y del oeste. Una multiplicidad de subjetividades se articuló en un acontecimiento que impugnaba nodalmente al capital en la voz: el mundo no es una mercancía.

¿Cuál fue la condición de posibilidad de esta extraña convergencia? ¿Cómo explicar que fuera políticamente efectiva? La respuesta gira alrededor de un modelo de articulación hasta entonces desconocido: las acciones de protesta se habían estructurado alrededor de un medio rápido y económico, Internet.

El Movimiento de Resistencia Global o Antiglobalización —así lo denominaron los medios masivos— comenzó como una corriente de protesta mundial que aunaba a decenas de grupos de diferentes países que tenían en común su rechazo al capitalismo y al modelo neoliberal. Un movimiento en el que se dieron (y dan) cita colectivos diferentes: sindicatos, intelectuales de izquierda, ecologistas, indigenistas, activistas de género y grupos desfavorecidos que acusaban (y acusan) al sistema económico de amoral e injusto.

2) Breve historia de Indymedia

Indymedia nace como un proyecto situacional, para organizar la contrainformación durante la cumbre de OMC. Indymedia (como la pata comunicacional del movimiento antiglobalización) pudo capitalizar la unión de un amplio sector de colectivos y redes preexistentes en el marco de un entramado de comunicación alternativa y antagónica. El sitio (originalmente pensado para empezar y terminar en la cumbre) recibió más de un millón y medio de visitas y esto provocó la necesidad de conformar una red de comunicación antiglobalización que se multiplicó en más de 150 sitios a lo largo de todo el mundo.

2.1) El activismo internacional en los ’80 y ’90

Durante los años ‘80 y ‘90 se organizaron innumerables experiencias de éxodo y de construcción de mundos autónomos: los centros sociales italianos, la netculture del norte de Europa, el zapatismo en Chiapas, la cultura hip hop, las comunidades de sem terra brasileñas, las experiencias psicotrópicas individuales y colectivas, las editoriales underground, las revistas militantes, las radios libres.

Todo ello permitió a la inteligencia autónoma reproducirse y resistir durante los últimos veinte años, pensando en diferentes maneras de resistencia, creando nuevas formas de organización radical que no respondiesen a modelos quebrados por la historia más reciente, siendo lo menos funcionales al sistema.

Pero por sobre todas las realidades regionales o de afinidad, los medios de contrainformación fueron la respuesta a las necesidades concretas de colectivos y movimientos sociales, para los cuales era imprescindible dar a conocer sus experiencias para continuar siendo colectivos o movimientos. Es decir, dar visibilidad y enunciabilidad a todo aquello que los mass media distorsionaban, ocultaban, manipulaban o simplemente ignoraban. La tarea entonces de estos medios fue (y sigue siendo) romper el cerco de la información recortada, ideologizada y pasiva.

2.2) Indymedia Global: registros y códigos de diferencia e igualdad

Desde su momento fundacional en 1999, la posibilidad de hacer medios se convirtió en equivalente a hacer sociedad para el activismo global. Era imposible seguir pensando en el activismo político sin crear medios, o mejor dicho, sin desarrollar una red en la que confluyan estos nuevos medios. Indymedia o Centro de Medios Independientes (CMI) fue entonces un punto convergencia para quienes decidieron construir una red desde la diversidad de movimientos: comunidades de video activistas, pequeñas radios piratas, hackers, desarrolladores de códigos, productores de fanzines, periodistas, etc.

La heterogeneidad implica complejidad. En Indymedia coexistían colectivos con largas tradiciones de lucha, con experiencias autónomas y muchas veces fragmentadas. Pero había un punto de coincidencia que continúa explicando su duración en el tiempo: el mediactivismo, simplificado a su vez como fenómeno mediático, irrumpe con la coyuntura Internet-Seattle. Convergencia de la información autorganizada en red y florecimiento de la red global[71]. Según el italiano Franco Bifo Berardi, el activismo mediático, además, constituye una esfera pública autónoma, un espacio de sustracción al de la invasión mediática.[72]

2.3) Los Principios de Unidad (la diferencia y la igualdad)

Construye tus medios es una de las consignas de Indymedia global. Y desde allí se explica que la red sea hoy una de las mayores comunidades anticapitalistas del mundo. Es así porque, desde sus principios, surge no sólo la posibilidad de informar (contra-informar) rompiendo la tradicional lógica emisor/ receptor (en tanto no existe una autoridad que determine quién publica ni quién lee y, además, sus formatos son múltiples), sino que también de esta manera alienta a la participación de todos.

La organización interna de los distintos colectivos y de la propia red global es horizontal: las decisiones se toman por consenso y en lugar de verticalidad, las responsabilidades se distribuyen según las tareas que cada activista decide realizar.

Políticamente, Indymedia se reconoce anticapitalista y antipatriar cal. En Indymedia todo trabajo realizado es voluntario y militante.

Frente a la unidireccionalidad de los medios masivos —concentrados en oligopolios, hábiles tergiversadores de los hechos y naturalizadores por antonomasia de la explotación—, Indymedia se propone como herramienta de participación que hagan del receptor, no un espectador pasivo, sino un multiplicador de conciencia y de visiones de la realidad que cuestionen de raíz el sistema vigente. Por eso no se entiende a la información como mercancía sino como una manera de articular la lucha.

3) Indymedia Argentina

La experiencia Indymedia en Argentina no tiene antecedentes. La posibilidad de democratizar radicalmente un medio de comunicación y ponerlo al alcance de todos, trabajando desde la consigna cada persona es un corresponsal fue, sin duda, el inicio de una nueva era en términos de comunicación, información y posibilidad de cambio que ofrecía la tecnología.

3.1) La paradoja en la propia génesis

Sin la trayectoria europea de la net culture y sin el movimiento antiglobalización, Indymedia Argentina no hubiese existido. Desde sus inicios en abril de 2001, este colectivo se propuso construir una comunicación amplia, democrática, de base. O, en otras palabras, aportar a la lucha de miles y miles por forjar una nueva cultura, tanto política como comunicacional.

Pero, en su misma génesis se produjo una paradoja: las condiciones de posibilidad de Indymedia Argentina (el contexto internacional anglo-europeo) nada tenían que ver con las realidades locales. Los actores sociales y políticos, así como los efectos del capitalismo son diferentes. Las estrategias de lucha definen sus prioridades de acuerdo a los conflictos. Y aquí los conflictos son otros. Obviamente, el capital suele ser la voz bajo la cual la lucha se define, por lo menos en niveles teóricos. Pero de cara a las realidades de los barrios del conurbano, la lucha ecologista, el copyleft y el software libre hacían ruido en el cuerpo de los activistas argentinos.

Paradoja entre medios disponibles y registros discursivos (es decir, de prácticas sobre —y en— las cuales el registro discursivo se construye). Activistas ecologistas con laptop, activistas piqueteros en el puente Pueyrredón… ¿qué decían y quiénes eran los que armaban la página web? ¿Paradoja posmoderna o simple paradoja de la lucha de la clase media en los países pobres?

Paradoja que no se produjo en el nivel teórico sino en la práctica política. Y por esta razón, los que armaban la página argentina entendieron que el escenario de esta última sería el lugar de las respuestas.

4) La práctica desde el 19 y el 20 de 2001: primera respuesta a la paradoja

El nacimiento de Indymedia Argentina representa un quiebre muy fuerte de las interpretaciones primermundistas, por la falta de historia local en materia de usos de las tecnologías para el cambio. Y justamente por esta razón, se resignifica en el contexto latinoamericano a partir del 19 y 20 de diciembre de 2001.

La realidad y la manera de abordarla, hizo que desde sus primeros años de vida pueda ser un lugar de referencialidad muy concreta para nuevos actores sociopolíticos. Nuevos en la Argentina y diferentes de los que dan sus luchas en el contexto anglo-europeo.

Hoy Indymedia se piensa más que nada como una red de acción que contiene el mismo principio: acrecentar la participación e involucrar cada vez más grupos y colectivos en una multiplicidad de espacios que se continúan abriendo constantemente. Todos estos escenarios tienen la común inquietud por experimentar y aportar a diferentes proyectos (que a su vez se multiplican).

4.1) Los primeros modos de trabajo: patear la calle

La tarea que se había propuesto el colectivo Indymedia Argentina fue, en un primer momento, la realización de las coberturas: salir a las calles y relatar desde una perspectiva radical cuáles eran las necesidades de las organizaciones en dar a conocer sus conflictos, no reflejadas por la voz de los grandes medios (que juegan siempre de aliados con el poder de turno). Hacer coberturas implicaba tejer redes entre este nuevo actor que se proponía intervenir sobre la realidad social, el mediactivista, y los diferentes movimientos sociales. Esto tuvo un impacto muy grande en las distintas organizaciones y movimientos ya que los mediactivistas que estaban en las calles todos los días y cubrían las diferentes manifestaciones comenzaron a tejer esas redes con los distintos referentes y con las bases de las organizaciones que luego, eran los que daban credibilidad a las publicaciones del sitio. El estar en la calle constantemente, dio a Indymedia Argentina la posibilidad de hacerse conocidos y requeridos por los movimientos sociales. Estos sectores que participan en las luchas sociales rápidamente adquieren una postura crítica sobre los medios de comunicación, especialmente sobre el televisivo, que evita rotundamente mostrar sus acciones, sus movilizaciones y sus propuestas. Así queda en evidencia para un sector de la sociedad la dictadura mediática en la cual están inmersos.[7 3]

5) La práctica durante la masacre en el Puente Pueyrredón: segunda respuesta a la paradoja

Durante 2002 el dar voz a los que no tienen voz se transforma junto con el escenario político argentino. La difusión de los conflictos entre las organizaciones piqueteras y el estado se constituye en otra experiencia que reorienta las prácticas.

Relata Tomás, un compañero de Indymedia, sobre lo ocurrido el 26 de junio de 2002: Cuando asesinaron a los compañeros Dario Santillán del MTD de Lanús y Maximiliano Kosteki del MTD Guernica en Avellaneda, el 26 de junio de 2002, los medios frente a la brutal represión hasta que la evidencia y la movilización señalaron lo contrario hablaron de «enfrentamientos». Prefirieron mostrar los palos, las gomeras y las capuchas de los piqueteros, justificando el dispositivo represivo y evitando hablar de las balas de plomo que el gobierno de Duhalde y de Felipe Solá y el FMI ordenaron que se disparen para acabar con la protesta social.

Indymedia actuó no solo como testigo directo sino que, desde el sitio, en la portada denunciaba Asesinos a los que provocaron la masacre.

A un mes de lo ocurrido y como primer regreso al Puente Pueyrredón, Indymedia video realizó el video documental Piquete Puente Pueyrredón. Fue visto por muchísimas personas que formaban parte de los distintos movimientos, y en él se podía conocer cuáles habían sido los hechos (mostrados ahora desde una perspectiva militante —imágenes desde el otro lado de la barricada). Se denunciaban, también, las estrategias inconsistentes de los grandes medios aliados al poder político que buscaban, por sobre todo, crear opinión pública en torno a una idea de piqueteros violentos y criminales.

En esa misma jornada también se confeccionó una muestra de fotos que incluía fotos de Dario Santillán. La gente del movimiento se asombraba y tocaba la foto, una larga cola se formaba para verla y no faltaron lágrimas y los rezos sobre la imagen. Un fenómeno opuesto al de las últimas semanas donde Darío había sido retratado por los grandes medios como un violento que había atacado a la policía, o lo mostraban desangrándose, como parte de una campaña de criminalización de la protesta sobre los movimientos populares.[74]

Luego, eran las mismas organizaciones las que llamaban a compañeros para pedir la presencia de Indymedia en diferentes acciones, como tomas de terrenos, cortes de ruta, o tan solo para invitarlos a los barrios y proyectar videos, armar muestras de fotos, talleres de prensa o audiovisuales, como ocurrió durante el 2003. Ese año concluyó con el armado de tres foto-montajes realizados en colaboración entre gente de los barrios e Indymedia, los cuales fueron exhibidos para el primer aniversario del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en el Puente Pueyrredón.

5.1) Redefiniciones de los modos de trabajo: intervenir más

Indymedia Argentina no se quedó solamente con el formato Internet. Es bien sabido que en esta parte del hemisferio muy pocas son las posibilidades de acceder y manejar la herramienta Internet. En la Argentina el promedio de población con acceso a Internet (en forma muy limitada) es de 3 millones de personas, en un país con una población de 37 millones. Es evidente que el acceso a este medio no es masivo.[75] Durante los tres años se trabajó muy fuertemente para sacar Indymedia de Internet, aunque claramente el sitio continuó siendo un elemento fundamental de comunicación.

Indymedia se piensa a sí misma como usina y laboratorio de comunicación. La dinámica y los usos de las nuevas tecnologías de comunicación, sobre todo de Internet, hicieron que las discusiones de Indymedia Argentina pasaran por pensar cuál debía ser la utilidad de un medio basado en Internet. En Argentina los límites son claros.

Surgió entonces la necesidad de plantear que, para que Indymedia Argentina lograra una real inserción en los sectores populares, se debía trabajar por fuera de la página: organizando, por ejemplo, muestras de videos y fotos itinerantes, proyecciones en los barrios y en centros sociales y culturales, talleres de Internet, de periodismo y de educación popular. Para este colectivo siempre fue importante crear y profundizar los lazos con las bases, porque de lo contrario, correría el riesgo de formar parte de aquello que denunciaba.

6) Redefiniciones sobre fin de 2004: las redes

La red, según la conciben y la practican en Europa y Estados Unidos —países centrales que comenzaron a utilizarla—, surge como respuesta de una organización fundada por grupos y colectivos que visualizaron la importancia de los medios alternativos y, correlativamente/paralelamente, del rol central de la oligarquía de la información/entretenimiento en el capitalismo global. En forma lúcida, el movimiento antiglobalización, dice Dee Dee Halleck, considera a los medios corporativos como parte integrante del problema. Para estos activistas —continúa—, crear nuevos modos de comunicación es parte imprescindible de la respuesta al neoliberalismo.

La red funciona según un modelo de tipo rizomático, es decir que se van desarrollando en diferentes lugares del globo nodos de iguales características: no jerárquicos, descentralizados y autónomos. Este modelo responde a las exigencias de auto-organización del trabajo virtual según un proceso igualitario y difusivo.[76]

La utopía de la red de Félix Guattari, filósofo francés que se dedicó en su vejez a pensar las redes, ya advertía en los años ‘80 que los progresos en la informática tenderían a redes rizomáticas, relaciones bidireccionales y multidireccionales entre colectivos de enunciación postmediática, que infectarían el sistema televisivo centralizado y sacudirían y desestructurarían todas las formas de tipo estatal y de tipo económico.

Según Bifo, esta utopía se encarnó en la tecnología, en la cultura, e incluso en la empresa. En el transcurso de los ‘90 se desarrolló el rizoma, pero fue infiltrado por el virus de tipo centralizado, jerarquizador. El uso de la publicidad, del business, de la televisión en la red fueron aspectos de esta infiltración. Las redes existen y están a disposición no sólo de aquellos que creen en que esta forma de organización posibilita la democratización radical, la descentralización de la información, la eliminación de las jerarquías y la posibilidad de una nueva forma de organización global que luche para el cambio social, sino que también el enemigo es usuario y propagador de redes que alimentan el sistema. Bifo entonces lo plantea como una guerra entre dos paradigmas: es la guerra entre el dominio y la libertad (…) en este sentido la utopía de Guattari parece cada día desmentida y reafirmada por la perpetua dinámica del dominio y la libertad.[77]

En Latinoamérica las redes que se construyen son bien difusas. Hablar del concepto de red, en el sentido que se propone el concepto de red primermundista, todavía es abordar la problemática casi a tientas. La participación en la red de redes de Indymedia global, fue y sigue siendo un aprendizaje cotidiano. Indymedia Argentina fue el nombre del colectivo Buenos Aires durante más de 2 años, el cual editorializaba y pretendía reflejar una realidad acabada del país. Luego de la aparición de Rosario en julio de 2002, de la emergencia de temáticas específicas como es el caso de la de Pueblos Originarios en agosto de 2002 y, ya para mediados de 2003, con la aparición de gente interesada en armarIndymedia en Santiago del Estero y La Plata (que nace recién en enero de 2004 luego de hacer un proceso), Indymedia Buenos Aires cede el lugar de página central y se convierte en una sección territorial de la lista de secciones.

A partir de entonces hay una idea que recorre a todos los colectivos que empiezan a formar parte de lo que se denomina red Argentina en darle lugar a los diferentes colectivos, grupos, individuos de realizar tareas específicas.

Un ejemplo es el recién surgido colectivo de Medio Ambiente. Éste, se concreta con el llamado a grupos, colectivos e individuos interesados en la editorialización de la sección. Entonces se suman a la red no sólo individuos interesados en el proyecto de contrainformación, sino también colectivos que trabajan la temática específica y que no encuentran por ninguna otra vía la posibilidad que les brinda la herramienta Indymedia para la difusión de la misma.

El ejemplo es fractal, ya que es posible que este colectivo comience a publicar y encuentre otros semejantes que hacen lo mismo dentro del país, luego de la región y luego a nivel global; y que formen parte de otras organizaciones que están en constante movimiento y que necesiten a la comunicación alternativa como medio para difundir y enriquecer el espectro de temático. Lo mismo vale para Pueblos Originarios, Género, Contracultura o Video.

Indymedia en Argentina está tendiendo, cada vez más, a convertirse realmente en una herramienta utilizada por miles de personas, que cada día encuentran en el sitio un lugar con información que permite dar a conocer las luchas cotidianas cada vez más localmente y con emisores cada vez más locales.

Bibliografía Berardi, Franco (Bifo), La incesante guerra entre red y videocracia, en Pasquinelli, Matteo (comp.), Mediactivismo: Estrategias y prácticas de la comunicación independiente. Roma, DerieveApprodi, 2002. Boido, Pablo, Ponencia realizada para Our media, Colombia, julio 2003. Duran Etxezarreta, Saez, Globalización capitalista. Barcelona, Virus, 2001. Halleck, Dee Dee, Una tormenta envolvente: el cyber-forum abierto Indymedia, en Pasquinelli, Matteo (comp.), Mediactivismo: Estrategias y prácticas de la comunicación independiente. Roma, DerieveApprodi, 2002. Pasquinelli, Matteo (comp.), Mediactivismo: Estrategias y prácticas de la comunicación independiente. Roma, DerieveApprodi, 2002. Vinelli, Natalia y Rodríguez Esperón, Carlos, Contrainformación: medios alternativos para la acción política. Buenos Aires, Continente, 2004.

Fuentes digitales:

htttp://argentina.indymedia.org/

htttp://www.docs.indymedia.org/

htttp://www.ecn.org/

htttp://www.lahaine.org/

htttp://www.lavaca.org/

htttp://www.nfm.org/

http://www.nodo50.org

htttp://www.rebelion.org/

htttp://www.rekombinant.org/