Cuidado con el perro
Gahan Wilson
Gahan Wilson es uno de
los mejores cartoonists del mundo. Su especialidad es el humor
fantástico, sobre todo una peculiar forma de humor negro tendente a
ironizar, a menudo con una gran fuerza crítica, los mitos
terroríficos. Sus impresionantes viñetas a todo color aparecen
regularmente en Playboy, y Fantasy amp; Science Fiction, además de
dedicar en cada número una página a sus chistes gráficos, le ha
publicado una serie de deliciosos cuentos supercortos, regocijantes
viñetas literarias de las que a continuación ofrecemos una
muestra.
Hubo una vez un vendedor de enciclopedias
que no hizo caso de un cartel que decía: «CUIDADO CON EL PERRO» y
fue hasta el porche de una bonita casa para tocar el timbre. La
puerta de la casa se abrió, y el vendedor fue recibido
inmediatamente por un hombre de baja estatura y afable expresión en
el rostro, quien le condujo directamente a la sala y sin mediar
palabras, le sirvió el té con galletas.
Algo sorprendido, el vendedor describió los
múltiples méritos de la enciclopedia y enumeró las muchas ventajas
que obtendría automáticamente la persona que tuviera la suerte de
poseer todos los tomos. El hombre de baja estatura, que llevaba un
batín largo, zapatillas y guantes, siguió sin pronunciar una sola
palabra, pero escuchó con evidente y halagador interés. Al final,
asintió firmemente con la cabeza, entregó al vendedor un cheque
firmado por la cantidad íntegra, y se quedó, sin más trámites, con
todos los tomos de la enciclopedia.
El vendedor se marchó muy contento,
sonriendo al cartel de: «CUIDADO CON EL PERRO» y pensando que había
sido muy inteligente al ignorarlo.
El hombre de baja estatura y rostro
bondadoso contempló al vendedor hasta que le perdió de vista.
Entonces se despojó de su rostro bondadoso, que, en realidad, era
una máscara, del largo batín, las zapatillas y los guantes. Acto
seguido se dirigió a la cocina y sorbió con la lengua un
reconfortante tazón de leche, porque, naturalmente, no era más que
un perro disfrazado, y con toda seguridad, su cheque no serviría de
nada.
Moraleja: Cuidado con el verdadero
perro.