QUINTA PARTE
No debes quedarte en la tierra de los malvados,
no debes inclinarte en las cortes de los falsos;
debes erigirte victorioso por encima de ellos
como se levantan las olas en la playa.
Cristo es tu pastor
y va a tu lado a cada paso;
no abandonará tu cabeza ni tus pies,
ni permitirá que el mal caiga sobre ti.