Al final de los tiempos,

cuando los muchos se conviertan en uno,

la última tormenta concentrará sus vendavales violentos

para destruir una tierra ya moribunda.

Y en el centro de la tempestad

el ciego estará de pie, erguido sobre su propia tumba.

Allí volverá a ver, y llorará por lo que se ha hecho.

De Las Profecías del Dragón,

Ciclo Essanik.

Traducción oficial de Malhavish,

Archivo Imperial de Seandar,

Cuarto Círculo de Ascensión.