49 Fiebre

La temperatura normal de un recién nacido es de hasta 37°C axilar y hasta 37,5°C rectal (en el culito).

Se dice que tienen febrícula (o décimas) cuando la temperatura rectal es entre 37,5 y 38°C, y se llama fiebre cuando es superior a 38.

El recién nacido no tiene todavía muy maduros los sistemas de control térmico, de forma que la temperatura exterior puede influir mucho en su temperatura interna. Así, el abrigo excesivo puede ser causa de fiebre. Otra causa frecuente de fiebre sin otros síntomas, a esta edad y sobre todo en los varones, son las infecciones urinarias. Pero, por supuesto que la fiebre puede deberse a muchas otras causas.

Como este manual está centrado en los bebés hasta los tres meses de vida, el tema de la fiebre es muy fácil: todo lactante menor de tres meses con fiebre requiere valoración médica urgente y debes llevarlo a su pediatra o al servicio de urgencias. Salvo una causa obvia que explique la fiebre (haberle puesto una vacuna ese día, etcétera), es muy probable que el pediatra lo envíe al hospital para una evaluación más completa.

Si un niño tiene fiebre, no debes abrigarle mucho y como antitérmico a esta edad indicamos el paracetamol. Un preparado de paracetamol para bebés es el Gelocatil infantil solución oral 100 mg/ml. La dosis es de 0,1 ml por kg de peso. Así, a un niño que pesa 4 kg le darás 0,4 ml; si pesa 5 kg le darás 0,5 ml, etcétera. Puedes repetir la dosis cada seis horas (incluso algo antes, pero al menos deben haber pasado cuatro horas desde la dosis anterior). Pero, ¡ojo!, a veces los laboratorios cambian la concentración de sus productos. Debes comprobar que no han cambiado la presentación y que es de 100 mg/ml.

Los jarabes no deben medirse por cucharaditas (cuchara café, postre, etcétera); se miden en centímetros cúbicos o mililitros. Recuerda: un mililitro es lo mismo que un centímetro cúbico:

1 ml = 1 cm3

En este punto queremos alertar sobre un problema que, hoy por hoy, es la causa más temida de intoxicación grave por paracetamol en los bebés: la intoxicación accidental por dosis muy altas de gotas o jarabe de paracetamol, administrado a un bebé de dos o tres meses por sus padres, para la fiebre o para las molestias de una vacuna. Esta intoxicación se produce porque los padres administran, de forma repetida, dosis muy altas a un bebé muy pequeño, porque no han entendido bien al médico. El error más habitual es administrar diez veces más de la dosis normal. Por ejemplo, si el médico ha dicho que le den 0,5 ml, los padres han entendido 5 ml. Y puede que se administre esta dosis varias veces, lo que producirá una intoxicación grave. En Estados Unidos ya se han producido casos con lamentables consecuencias que tienen como origen estos errores. ¡Nunca administres un jarabe si no estás seguro de la dosis! En caso de duda o si te parece «mucha cantidad para un bebé», no administres el medicamento y llama al pediatra.

RECUERDA

No está aconsejado administrar paracetamol para prevenir las molestias o la fiebre de una vacuna.

Por otro lado, recuerda que no está aconsejado administrar paracetamol para prevenir las molestias o la fiebre de una vacuna, porque se ha asociado a una menor respuesta inmune (defensas). Le darás paracetamol si lo precisa, si aparece fiebre, dolor, etcétera, pero no como preventivo.

En resumen: la fiebre en niños menores de tres meses requiere valoración inmediata por el pediatra. Pasados estos tres primeros meses de vida las cosas cambian, y la actitud hacia la fiebre es más relajada.