384 Dos partisanos polacos a quienes les fallaron las armas en el momento clave se contentaron con lanzar una granada de mano sobre el regazo de Heydrich. Éste, herido salió de su coche y los persiguió pistola en mano. Dos días después «el carnicero» Heydrich moría a causa de las heridas. (N. del T.)<<