48 La llamada Kirchenkampf. El partido nazi y su filosofía «científica» chocaron de frente con otro de sus enemigos: el poder eclesiástico. Martin Borman, su principal adalid, investigó a tantos miembros del clero como pudo con vistas a quitarlos de en medio, pero Hitler decidió posponer tan conflictiva decisión hasta acabada la guerra. (N. del T.)<<