Conociendo a los Fans
El filete es el corazón de la carne, es la carne en su estado puro; y cualquiera que lo ingiera asimila una fuerza como la de un
toro. El prestigio de la carne evidentemente se deriva de su cuasicrudeza. En él, la sangre el visible, natural, densa y
compacta. Uno puede bien imaginar la ambrosía de los antiguos como esta especie de sustancia pesada la cual desaparece
bajo los dientes en tal forma que hace a uno conciente al mismo tiempo de su fuerza original y de su aptitud para fluir en la
sangre misma del hombre.
-Roland Barthes, Mythologies.
Trascripción
Cinta Siete, lado uno, 8/9/97
P: ¿Quieres hablar sobre el incidente de la carne hoy?
R: Ok. La primera vez que conocí a Alyssa fue en el último show en que tocó Brad Stewart y fue la exhibición que hicimos para Freddy
DeMann en Maverick Records. Ella vino al backstage; era una chica de baja estatura con cabello rubio. Linda. Tenía un rostro bonito, pero lo más notable era sus senos grandes. Eran enormes. Una chica que probablemente encontrarías en un concierto de Warrant por la forma en
que vestía y la forma en que actuaba. Inmediatamente me di cuenta de que era sorda por la forma en que sonaba su voz. Me dijo que podía
sentir la música cuando está cerca del escenario y así es como la disfruta. Y ella se me acercó y creo que quería tener sexo conmigo o algo.
Pero en ese entonces no estaba interesado realmente. Creo que probablemente porque mi novia estaba del otro lado de la puerta. Tal vez si
ella no hubiera estado ahí, me habría interesado.
Un año después cuando fuimos a grabar el lado B del sencillo de Lunchbox, estábamos en los South Beach Studios en Miami. Estábamos yo y
la banda, Trent, Sean Beavan (nuestro productor asistente) y Jonathan, quien había sido contratado por Nine Inch Nails para videograbarlos.
Creo que yo me convertí en el revoltoso o director de fotografía. O el Ejecutivo en Jefe del Departamento de Suciedad.
Salí para traer algo de comer y me encontré con Alyssa. Así que le dije, „ven al estudio." Pensé que sería divertido presentarla a todos los demás. Y era irónico porque justo ese día, Pogo estaba diciendo que una de sus fantasías era tener sexo con una chica sorda porque así
podría decir cualquier cosa que quisiera sin molestarla o sentirse apenado. Así que la traje al estudio y se la presenté a todos. Para romper el hielo, usualmente digo lo que se me ocurre con la esperanza de que todos se reirán o que alguien lo tome en serio. Así que dije, „¿Por qué no te quietas la ropa?" Y ella rió y se quitó la ropa, sólo se quedó con las botas. Todos estábamos sorprendidos de tener tanto poder sexual y de que había una chica sorda desnuda en el estudio.
P: ¿Cómo podía entender lo que estabas diciendo?
R: Ella leía los labios, una habilidad que obviamente había desarrollado por pasar años en la primera fila de los conciertos de heavy metal aprendiendo las letras de malas canciones como Fuck Like a Beast, lo cual me recuerda que estaba con el autor de la reciente frase metálica,
„quiero cogerte como un animal."
Ese mismo día habíamos comprado una gran variedad de carnes. Grandes piezas redondas de carne que tenía hueso en el centro,
salchichas, salchichas con queso, salami, tocino, patas de puerco, patas de pollo, piernas de pollo, pechugas, alas. Todo crudo. Así que
construimos un casco de carne con un gran jamón y trozos de tocino, salchichas y cosas así suspendidas de él. Un móvil de carne. La
coronamos con el casco de carne., y tomé un poco de pastel de pimiento para cubrir sus pezones. Y pusimos varias rebanadas de bologna en
su espalda. Ese día definitivamente todos conseguimos boletos para el infierno.
Antes de que todo esto comenzara, me había puesto guantes amarillos de látex, básicamente porque no quería tocar el salami. No había otra
razón.
Tuvimos media hora de diversión pura con carne. Manejo de carne. Trabajo con carne. Caricias a la carne. Bromas con la carne.
P: Podríamos llamar a este capítulo Meating the Fans.
R: Yo estaba pensando en Meat and Greet.
P: Ese es bueno. Continúa.
R: Documentamos esto en todas las formas posibles. Dibujo a lápiz, fotos, video, todo lo que pudimos para capturar este gran momento en la
historia del arte. En este punto, no pensaba que fuera muy sexual. Era más bien una escultura viviente de carne. Lo que pasó a continuación fue resultado de que yo siempre trato de llevar todo al siguiente nivel. Le pedí a Twiggy y a Pogo que pegaran sus penes con cinta adhesiva para ver si ella podía poner los dos penes en su boca al mismo tiempo. Pero resulto que no podían ponerse uno al lado del otro para crear eso, así que tuvieron que pones sus penes cara a cara. Ella los lamió como algún tipo de harmónica hecha de penes. Ahí fue cuando empezó el
problema. Porque ahí fue cuando decidimos que Pogo podría hacer realidad su fantasía y tener sexo con la chica sorda.
Entonces, se puso un condón...
P: Espera, ¿cómo se separó de Twiggy?
A: Se safó de la cinta adhesiva como una rata en busca de un trozo de queso. Y entonces Pogo se puso un condón y comenzó a cogerla por
detrás, lo cual fue apropiado porque ella usaba una correa de perro en ese momento y él sostenía la cadena. Así que le grita todas estas
obscenidades...
Debería mencionar que yo no siento que ella estuviera siendo explotada en ninguna forma porque, a pesar de la cantidad de cámaras,
músicos, y dibujantes que estaban en el cuarto aplaudiendo y bailando al ritmo de Slayer o cualquier cosa que estuviera tocando en ese
momento, ella estaba muy emocionada de ser parte de ello. Creo que ella también pensaba que era arte y se estaba divirtiendo. Todos nos
estábamos divirtiendo, excepto los tipos de Nine Inch Nails, quienes mantenían su distancia.
Mientras todo esto pasaba, Pogo dijo algo, y tal vez no queramos mencionarlo por que es muy ofensivo.
P: Adelante. Podemos quitarlo después si queremos.
R: Gritó, „voy a venirme en tu inservible canal auditivo," y pareció hacer eco en todo el cuarto como una de las cosas más oscuras que jamás haya escuchado. En ese punto, sentí que lo que yo había hecho con los niños dios palidecía en comparación.
Entonces lo que pasó fue que Alyssa quería tomar una ducha porque estaba cubierta de carne y diversos fluidos corporales del acto de
suciedad. Entonces, como de todas formas iba a ducharse, le pregunté, „¿Podemos orinar sobre ti?" Lo que dijo a continuación fue
probablemente más oscuro y profundo que lo que Pogo había dicho. Dijo, „pero no en mis botas." Y todos nos vimos los unos a los otros, justo como acabas de verme tú: „Wow." Al menos tenía algo de moral. Y después, para añadir aún más azúcar al pastel –o salsa a la carne, en este
caso- nos dijo, „y no me den en los ojos. Arde." Obviamente tenía experiencia en estos asuntos.
Se metió al baño, y los camarógrafos grabaron mientras Twiggy y yo poníamos una pie sobre el retrete y la rociábamos con orina. Ella sólo se sentó ahí muy contenta y moviendo los senos mientras pedazos de carne caían por la presión de la orina.
Entonces lo que pasó fue que la puntería de Twiggy falló y le dio en el rostro, y ahí fue cuando todos los demás callaron completamente y
notaron que las cosas habían ido demasiado lejos.
círculo nueve: Los Tramposos – Traidores a los Invitados
Sean Beavan dijo algo que capturó completamente el momento. Lo seguíamos repitiendo todo el tiempo después de eso. Pero ahora no puedo
recordar que era. Tal vez Twiggy sepa.
(Levanta el teléfono, marca, espera.)
No está. Me llamará después.
Ahora, mientras la orina escurría por su mentón, el Conserje Sexual (Daisy Berkowitz) entró y preguntó, „¿Qué pasa? ¿Qué están haciendo?"
Y nosotros dijimos, „Alyssa se está bañando." No sentimos la necesidad de decirle todo lo que había pasado antes porque él era el Conserje
Sexual y pensamos que sería divertido. Entonces, dijimos „Alyssa se está bañando y le gustaría que entraras con ella."
Creo que el hecho de que tenía muy poca experiencia con mujeres, guapas o feas, lo hizo entrar en la ducha. Así que Daisy se quitó la ropa
justo frente a nosotros –ni siquiera le importó- y entró a la ducha con ella. El agua aún no la había mojado, y él comenzó a besarla justo donde la orina había estado. Y nosotros estábamos asombrados. Claro, él pensó que estábamos asombrados porque pensábamos que era un loco
sexual y estábamos impresionados por el tamaño de su pene. Si hubiera sabido que ella estaba cubierta de orina, tal vez no le habría
importado de todas formas.
Terminamos ese pequeño episodio tomando la última pieza de carne que no había encajado en todo el programa –un gran salmón crudo con
cabeza y escamas y ojos y todo- y lanzándolo a la ducha y trabando la puerta. Ese fue el fin.
P: ¿Ya recordaste lo que Dijo Sean Beavan?
R: Sí, dijo, „Esto está muy mal." Asegúrate de acentuar el „muy" con muchas „u."
El Dios Reflejante (Sueños)
Mientras caminaba entre el salvaje mundo, noté cierto lugar, en el que había una cabaña; y me acosté en ese lugar para
dormir: y mientras dormía soñé un sueño. Soñé, y ante mí vi a un hombre vestido con harapos, parado en cierto lugar, con
el rostro de su propio hogar, un libro en la mano, y un gran peso sobre su espalda. Miré, y lo vi abrir el libro, y leyó ahí; y
mientras leía, sollozaba y temblaba: y sin poder contenerse más, rompió en llanto con un triste lamento; que decía, „¿Qué
debo hacer?"
-John Bunyan, The Pilgrims Progress
!Éste no soy yo! ¡Soy alguien más! ¡No soy yo!
-Marilyn Manson a su guardaespaldas, Aaron Dilks, durante un desmayo a causa del alcohol en camino de Leipzig a Berlín.
Hay algo que nunca le he dicho a nadie. No lo recordaba hasta hace poco, cuando fui al quiropráctico y tronó mi cuello, haciéndome perder el conocimiento por menos de un segundo. En ese tiempo, mi mente retrocedió en el tiempo a Canton, Ohio. Iba conduciendo por la calle treinta
y cinco en mi vieja colonia y había cientos de cadáveres putrefactos en la carretera tratando de detenerme. Su piel era amarilla, y el viento movía sus flojos dientes hacia atrás y adelante dentro de sus bocas. Yo seguía atropellándolos, y en el instante en que el auto los tocaba, se convertían en polvo. Missi estaba en el auto, y yo trataba de salvarla porque los cadáveres trataban de quitármela. Detuve el auto y bajé para tratar de ayudarla, pero había grandes y fuertes perros moteados por todas partes, saltando hacia mí en cámara lenta con las fauces abiertas.
Al final de la calle, vi a un grupo moviéndose hacia mí, como una tribu. Su líder era Traci Lords. Su piel era aún más amarilla que la de los cadáveres y tenía una cruz color rosa neón pintada en el rostro. Sus movimientos parecían los de un robot. Sus ojos se movían
mecánicamente hacia atrás y hacia delante dentro de sus cuencas y su boca se abría y cerraba como un muñeco de ventrílocuo.
En mis sueños, siempre regreso a Canton, Ohio. Usualmente estoy en mi recámara en el sótano, la cual, como el sótano de mi abuelo, me
daba miedo. Excepto que el horror no era nada tangible, sino que estaba en mi mente. De niño, solía asustarme ahí sin ninguna razón
específica y corría escaleras arriba, no sólo de noche sino también a mitad del día. Nunca me sentí cómodo solo en mi cuarto y siempre
dormía con la televisión encendida para cubrir los sonidos que imaginaba oír. Si hay algún fantasma en mi pasado, un esqueleto aún en el
closet que nunca he podido sacar, involucra ese viejo sótano. Por la noche mi mente lucha desesperadamente por llevarme de vuelta ahí, para hacerme sentir como si nunca hubiera salido de ahí, como si toda mi vida se hubiera desarrollado en ese viejo sótano. Pone ahí a gente que
he conocido desde entonces y gente que conoceré en el futuro, y una vez ahí, se tuercen y distorsionan, se vuelven monstruosos y malévolos.
Entonces mi mente bloquea la salida, haciendo la torcida escalera de madera insalvable. Trato de correr escaleras arriba pero nunca llego
arriba porque manos detienen mis piernas a través de los espacios entre los escalones.
En otro sueño recurrente, no puedo salir del sótano porque algún tipo de fuerza o persona invisible me aprieta contra la pared y trata de
atraparme ahí. O porque mi gato, O.J., un gato callejero que encontré en los escalones de la escuela cristiana, me ataca cada que trato de
escapar. Hay otro sueño que tengo a menudo en el cual el foco del sótano se funde y yo trato de cambiarlo lo más rápido posible porque tengo miedo de estar ahí solo a oscuras. Pero cada foco nuevo que pongo se funde, y estoy atrapado para siempre corriendo a cambiarlo para evitar que el cuarto se quede a oscuras para siempre.
Hay explicaciones sicológicas simples para estos sueños, pero ninguna de ellas me satisface. En sólo un sueño puedo recordar haber llegado
a la cima de las escaleras. Esta vez el suelo del sótano no está alfombrado, como usualmente lo está, con los pedazos de alfombra vede que
mi padre trajo del trabajo. Es de cemento, y camino hacia el lado del que siempre tenía miedo cuando era niño, donde la lavadora y la
secadora descansan bajo la sombra del techo más bajo. Busco entre cajas viejas y polvosas que contienen mis viejas pertenencias, y tengo
miedo de que algún tipo de animal –una araña, una rata, una víbora o incluso un león, porque parece que todo puede pasar- vaya a morderme.
En una caja pequeña, encuentro un muñeco de Curious George. Pero cuando trato de levantarlo, algo se mueve por la habitación –un
indescriptible e incorpóreo peso tibio que se siente blanco por alguna razón. Me coloca contra la pared mientras el muñeco cobra vida y corre por todos lados, tirando las cosas de las repisas y prendiendo fuego a una de las cajas. Trato de sacarla, y como no puedo, corro. Trato de escapar por la escaleras, pero el peso me detiene. Yo intento más y más duro, y finalmente llego arriba. Rompo la puerta, y hay una mujer en la cima. Ella se ve en parte como mi madre y en parte como la chica que me pegó las garrapatas en la preparatoria. Ella tiene cosas escritas sobre los brazos con lápiz labial o pintura o plumón, y yo trato de leerlas pero no puedo.
En otro sueño, estoy en el sótano con mi madre y encontramos una caja y abrimos un poco la tapa. Dentro hay docenas de diferentes tipos de
insectos, pero no puedo saber de que tipo hay más. Removemos la tapa completamente y una mantis religiosa salta, volando hacia las través
sobre mi cabeza. Vemos dentro de la caja de nuevo y vemos una araña hecha de cristal. Es completamente transparente: sus patas son como
hielo y todos sus órganos son visibles. Le pido a mi madre que consiga insecticida para matarla antes de que salte y me ataque. Pero mientras la rocío, se convierte en una mujer. Está vestida toda de negro, y me persigue por toda la habitación hasta una playa cubierta de rocas. Dentro de cada roca hay una araña diferente tratando de salir.
Esa misma noche –a menudo tengo largas cadenas de pesadillas, las cuales espero tanto como les temo- veo a mi abuela, de parte de mi
madre, en mi cuarto. Ella está acostada en una cama de hospital cubierta de tubos que salen casi de cada parte de su cuerpo, el cual está
atravesado con alambres sostenidos con cinta adhesiva. un recipiente redondo flexible en un lado de la cama le suministra aire y el equipo que la mantiene con vida emite rechinidos e impulsos electrónicos. Oigo un golpe en el closet, y la puerta se abre para revelar a mi padre
recostado en una cama. Tan sólo tiene treinta años, su cabello está despeinado y parece haberse vuelto loco. Hablo con mi abuela, y ella
sigue diciéndome que todo está bien, que fui bueno en vida y que no está molesta conmigo. Ella tiene una gran venda sobre el ojo, y se abre.
Dentro hay pus amarilla, la cual corre por su rostro hasta la almohada, manchándola de amarillo. Me inclino para ver que no tiene ojo.
Yo creo en los sueños. Creo que cada noche sobre la Tierra todo lo que es, fue y puede ser es un sueño. Creo que lo que pasa en los sueños
no es diferente ni menos importante que lo que pasa en el mundo consciente. Creo que los sueños son lo más cercano que tiene la humanidad
de hoy día al viaje en el tiempo. Creo que puedes visitar el pasado, el presente y el futuro en sueños. Creo que he sonado la mitad de mi vida que aún no ha pasado.
No creo en accidentes o coincidencias. Creo que las cosas que digo y pienso cambian el mundo a mi alrededor y resultan en eventos que
parecen ser coincidencias. Creo que mi vida es tan importante que afecta las vidas de todos los demás. Creo que soy Dios. Creo que todos
son su propio dios. Soñé que era el Anticristo, y lo creo.
círculo nueve: Los Tramposos – Traidores a la Patria
He pensado en el Anticristo desde que el mundo se me fue mostrado en la escuela cristiana. En la Biblia, la palabra „anticristo" sólo es usada como descripción de la gente que no cree en las enseñanzas de Jesús de Nazareth. Él no es descrito como una entidad satánica –como la
bestia de la Revelación que mucha gente piensa- sino como una persona, la cual se desvía de el cristianismo ortodoxo. Pero a través de años de crear mitos y sembrar miedos, el cristianismo metamorfoseó a los anticristos en un solo Anticristo, un villano apocalíptico y un „coco"
cristiano usado para asustar personas casi como Santa Claus es usado para regular la conducta de los niños. Después de años de estudiar el
concepto, comencé a darme cuenta de que el Anticristo es un personaje –una metáfora- que existe en casi todas las religiones bajo nombres
diferentes, y tal vez hay algo de verdad en ello, la necesidad por tal persona. Pero desde otra perspectiva, esta persona puede no ser vista como un villano sino como una héroe que salve a la gente de su propia ignorancia. El Apocalipsis no tiene que ser fuego y rocas. Podría pasar a un nivel personal. Si tú crees que eres en centro de tu propio universo y quieres ver el universo destruido, sólo se necesita una bala.
Cuando mis sueños sobre el Anticristo comenzaron a ocurrir más frecuentemente en mi vida, sabía que yo era esa figura cuando soñé de niño
que actuaría frente miles de personas, parecía tan improbable en ese entonces. Ahora no dudo de nada. Después de todo, las bestias y
dragones de Apocalipsis nacieron en un sueño, un sueño de Juan el Apóstol ahora conocido como la Revelación y enseñado como un hecho.
En una de mis propias revelaciones –todos las tenemos- era el último día sobre la Tierra, el Día del Juicio, y había un gran desfile en New York. Excepto que en vez de papel, la gente lanzaba vegetales y carne podrida. Yo estaba en un crucifijo gigante pegado a un gran salvavidas hecho de piel humana y animal. Nos acercábamos a Times Square, el cielo era negro con largas tiras de anaranjado, amarillo, rojo y morado, y todos estaban celebrando. Estaban felices porque finalmente iban a morir.
Otro tuvo lugar en el futuro en Florida. La mayor parte de la raza humana había sido convertida en zombis para la diversión de una pequeña
élite. Había un strip club en el cual habían reanimado cuerpos femeninos y los hacían bailar desnudas en jaulas hechas de gruesas barras de metal. Su carne estaba cubierta de úlceras y venas contrahechas, y su cabello caía montones. Sus quijadas habían sido atadas con alambre
para evitar que arrancaran a mordidas los penes de los tipos masturbándose a su alrededor. El mundo había degenerado a un estado tal de
pecado como el de Sodoma y Gomorra que parecía claro que la aparición del Anticristo y al Segunda Llegada eran inminentes.
Soñé niñas pequeñas bailando desnudas mientras niños pequeños (o enanos) las golpeaban con víboras de plástico, camiones de juguete y
paletas de caramelo en vez de lanzarles dinero. Y soñé el tomar mi propio cabello y dientes, guardados de cuando era pequeño, y muy
ritualmente crear una compañera artificial con ellos. Y todas estas cosas se convirtieron en el álbum Antichrist Superstar. Ahora ya no puedo decir que es más real: mis sueños o mi música.
Los dejaré con un sueño más, el de anoche. Era con la slashers, las fans que se cortan el nombre de la banda en el pecho. En mi pesadilla,
estoy en la cama con Jeannette, la de apariencia angelical. Ella tiene la palabra „Marilyn" escrita en ella, y cada letra gotea como pintura fresca sobre sus senos, manchando su blusa color blanco. La estoy cogiendo y ambos reímos porque parece algo que no deberíamos estar
haciendo. Su amiga, Alison, está sentada junto a ella, con la palabra „Manson" sangrando sobre su pecho. Una de sus cejas está pintada de
blanco, los aretes de sus labios chocan uno contra otro, y está usando un vestido negro, mallas negras, y botas negras hasta las rodillas. Ella parece enojada conmigo porque no debería estar haciendo esto con su amiga y está molesta con su amiga por reírse de ello.
Cuando terminamos, quieren llevarme a comer. Bajamos las escaleras hacia un húmedo, lugar cavernoso con paredes de piedra, como un
calabozo. Podría ser el viejo sótano de mis padres, pero también es un restaurante. Cae agua del techo aunque hay un agujero sobre nuestras cabezas que deja pasar la luz del sol. El mesero es alto, delgado, de tipo ario gay. Nos trae platos hondos de metal negro y cada uno tiene un pájaro vivo en él. Parecen cuervos, pero no lo son. Tan sólo son pájaros negros cubiertos de una brillante película de grasa. Otro tipo rubio viene a la mesa y toma un par de pinzas gigantes, como las que se usan para cortar cadenas, y les corta la cabeza y jala la piel hacia abajo y así todo lo que queda es carne en un esqueleto. Los pájaros, sin embargo, aún están vivos. El tipo toma una de las cabezas y bebe la sangre, entonces me dice que pruebe la piel. Yo no quiero porque tengo miedo de contraer alguna extraña enfermedad, pero lo hago de todas formas.
Bebo toda la sangre del pájaro. Cuando termino, siento un dolor en la nuca. Volteo, y el mesero está tratando de usar las pinzas en mí para una mesa de clientes sentados en altas sillas detrás de mí. excepto que ya no parecen pinzas. Son como una cruza de pico de pájaro y
mandíbulas de cocodrilo. Yo intento protestar, y me doy cuenta de que es inútil, porque estoy viendo todo de cabeza mientras que uno de ellos pone mi cuello en su boca y bebe mi sangre.
He visto mi propia muerte en sueños así y me ha ayudado a apreciar más la vida. También he visto mi vida en sueños y me ha ayudado a
apreciar más la muerte.