2 - E

l porqué de los zumos

En estas páginas encontrará todos los conocimientos que he adquirido durante toda una vida de beber zumos y comer alimentos crudos. En los últimos cuarenta años he llegado a convencerme de que mi dieta es la más adecuada para mantener un cuerpo sano y fuerte que actualmente, a los sesenta y nueve años, sigue funcionando como cuando tenía treinta o cuarenta.

Todos estamos programados genéticamente ya desde antes de nacer y soy consciente de que mi constitución fisiológica contribuye, hasta cierto punto, a mi buen estado general de salud. Pero como estoy convencido de que somos lo que comemos, hace años que llegué a la conclusión de que una dieta compuesta de zumos naturales, cereales integrales, legumbres y frutas y hortalizas biológicas es la clave para gozar de buena salud. Me considero una prueba viviente de mi afirmación.

Este libro no tiene la intención de convertirse en una disertación científica. Los médicos están apenas empezando a aceptar muchas de las teorías que expongo, aunque todavía hay otras que no tienen en cuenta. Sólo puedo compartir mi experiencia, que constituye el sólido fundamento de mi vida y da cuerpo a mi filosofía.

Creo que si usted incluye los zumos en su vida, mejorará su sistema cardiovascular, aumentará su rendimiento físico, ayudará a bajar la presión sanguínea, dormirá mejor por la noche y tendrá más energía y salud de lo que jamás se haya imaginado.

Viajo mucho para hacer demostraciones de la licuadora The Juiceman e impartir cursos sobre salud y nutrición. Durante todos estos años, he hablado cientos de veces con miles de personas y me complace decir que su entusiasmo y buena salud me demuestran que no soy el único que obtiene un beneficio de los zumos. Después de una conferencia, es bastante frecuente que la gente se me acerque o me escriba cartas contándome una historia «milagrosa» sobre lo desanimados y/o enfermos que estaban antes de incluir los zumos en sus dietas. Estas experiencias personales alimentan mi espíritu de la misma forma que los alimentos y los zumos naturales, sin productos químicos ni conservantes, alimentan mi cuerpo.

Todos los días alimento los billones de células de mi cuerpo con zumos naturales y alimentos crudos. Necesitamos la fibra -nadie puede vivir sólo de zumos- y la obtengo también alimentándome con lo que sale de la licuadora. Cuando pienso en qué voy a comer, primero empiezo con los zumos. Después de leer este libro, empiece a incorporar zumos en su dieta. Se dará cuenta de que son un descubrimiento maravilloso que le prepara un apetitoso y delicioso camino hacia la buena salud.

Las ventajas de los zumos

Como ya he comentado antes, somos lo que comemos. Los alimentos que recibe nuestro cuerpo determinan la salud de todas nuestras células y órganos. El cuerpo humano necesita alimentos «vivos» para generar «células vivas». Cuando digo alimentos «vivos» me refiero a frutas y hortalizas crudas. Las nueces, los cereales, las semillas y las legumbres también son alimentos vivos. Todos provienen directamente de la tierra y no han sido metabolizados primero por un animal, como es el caso de la carne, las aves y el pescado. Por ello, los considero vivos y, además, llenos de vida.

Cuando ingerimos hortalizas y frutas frescas, el cuerpo extrae de la fibra en forma líquida lo que necesita y ésta pasa al intestino. En realidad, el líquido que extrae es zumo que contiene los mismos elementos que el que preparamos en la cocina con la licuadora. Al beber zumo, se está eliminando un proceso digestivo, la extracción del líquido de las fibras, y se están proporcionando sustancias nutritivas al organismo. La licuadora separa el zumo de las fibras, por lo tanto, lo que uno bebe no contiene pulpa y el cuerpo recibe la máxima cantidad de sustancias nutritivas en pocos minutos. El zumo que se extrae de la licuadora es diferente del zumo envasado, ya sea concentrado o no, que se vende en los supermercados. En primer lugar, es absolutamente fresco, lo cual es muy importante dado que las sustancias nutritivas pierden muchas de sus propiedades al poco tiempo de haberlas licuado. En segundo lugar, el zumo que sale de la licuadora no está pasteurizado, es decir «cocinado», por lo que conserva vivas todas las células vitales para la salud. Finalmente, los zumos naturales son puros, puesto que no contienen aditivos ni conservantes.

A casi todo el mundo le atrae la idea de beber zumos naturales no adulterados. Sin embargo, mucha gente tiene un concepto equivocado del papel que desempeña una licuadora. Se preguntan: «¿Por qué no se pueden poner las frutas y hortalizas en una batidora o en un minirrobot de cocina?». La respuesta es muy simple. La batidora y el minirrobot de cocina convierten los alimentos en un puré que no es más que la versión líquida del alimento entero. La licuadora extrae los zumos vitales de la fibra.

Una taza de zumo de zanahoria contiene el equivalente nutritivo de cuatro tazas de zanahoria cruda troceada. Los zumos que se toman inmediatamente después de prepararse contienen casi el 95% del valor nutritivo de la fruta o la hortaliza y proporcionan de inmediato el alimento al cuerpo liberándolo al torrente sanguíneo. Durante este proceso, el cuerpo recibe los nutrientes necesarios: vitaminas y minerales. La mayoría de la gente no necesita añadir ningún otro complemento. Por lo tanto, al incorporar zumos a su dieta le estará proporcionando a su organismo, de forma natural y saludable, todos los nutrientes que necesita.

Zumos de frutas y hortalizas

Es importante comprender la diferencia entre los zumos que se extraen de las frutas y los que se extraen de las hortalizas. Cuando la gente compra una licuadora lo primero que hace es preparar zumos de frutas. En realidad, están acostumbrados a beber zumo de naranja y de manzana y están ansiosos por probar los «verdaderos» zumos. Créame, no hay nada mejor que el zumo de manzana recién salido de la licuadora. Tiene más sabor a manzana que la fruta misma. Pero, a pesar de lo deliciosos que son los zumos de frutas, generalmente suelo comer las frutas y hacer zumos con las hortalizas. Existen unas cuantas razones por las que bebo más zumos de verduras que de frutas, y, a la inversa, como más frutas que hortalizas.

En primer lugar, las hortalizas son más difíciles de digerir cuando se comen enteras. Son más pesadas y se descomponen con mayor lentitud que las frutas. Cuando bebo zumos de verduras, mi cuerpo recibe el alimento de inmediato.

En segundo lugar, las hortalizas son los pilares de la vida y las responsables de que los músculos, los tejidos, las glándulas y los órganos se mantengan fuertes y sanos. Al tomar zumos de verduras, recibo casi el ciento por ciento de los nutrientes que contienen, en especial los minerales.

En tercer lugar, las frutas enteras se digieren con mayor facilidad que las hortalizas y son muy ricas en fibra. Además, las frutas son más fáciles de comer que las hortalizas. No le resultará difícil comerse un par de manzanas al día, pero quizá sí lo sea comer una docena de zanahorias o más. Asimismo, las frutas, como las peras y las manzanas, contienen mucha pectina, que ayuda a la digestión y regula el funcionamiento del organismo. La pectina se absorbe mejor cuando se come la fruta entera.

Finalmente, las frutas son los revitalizantes y desintoxicantes del organismo. A pesar de que tomo zumos de fruta para obtener energía rápidamente, como primer estímulo por la mañana o durante el día, por lo general disfruto comiendo manzanas, melocotones, fresas y melones. Tal como repetiré a lo largo de todo el libro, cada día bebo dos vasos de zumo de fruta y por lo menos cuatro de zumos de verduras. Pero usted puede empezar a disfrutar de las ventajas de los zumos añadiendo a su dieta sólo un vaso de zumo al día. Estoy seguro de que le van a gustar tanto que en poco tiempo añadirá dos o tres vasos a diario. Se encontrará mucho mejor y tendrá un aspecto excelente.

Los zumos más importantes

Todas las frutas y las hortalizas son importantes para gozar de buena salud, pero hay algunas que son más importantes que otras. El zumo de zanahoria y el de apio no tardarán en formar parte de su dieta diaria cuando entre en el mundo de los zumos. Lo mismo le sucederá con el zumo de manzana, cuya versatilidad permite salvar la brecha existente entre las frutas y las hortalizas, ya que es el único que se puede mezclar con ambas.

Las verduras de hoja como las espinacas, el perejil, los brotes (especialmente la grama, que puede cultivarse fácilmente en casa, vea las páginas 224 a 226) y la lechuga son de vital importancia. Los zumos de melón, sandía y piña son muy sanos y fáciles de preparar. Se pueden licuar con la corteza y las semillas para aprovechar al máximo la capacidad nutritiva de estas dulces y jugosas frutas. Por último, los zumos de los cítricos son una maravillosa fuente de vitamina C, un nutriente indispensable que el organismo no retiene y que, por lo tanto, debe reponerse a diario.

Ventajas generales de los zumos para la salud

Sin duda, beber zumos de fruta naturales y comer suficientes alimentos sólidos como para obtener una adecuada cantidad de fibra constituye un enfoque razonable para mantener una dieta sana. Pero las ventajas que ofrecen los zumos son muchas más. Los alimentos frescos, no cocinados, ayudan al cuerpo a eliminar toxinas y le permiten renovar fuerzas y energía y, al mismo tiempo, relajarse. Los alimentos naturales hacen que la piel se mantenga tersa, el cabello brillante, el aliento fresco y que todo el organismo esté tan bien regulado que, una vez tomada la decisión, no se tenga que volver a pensar en ellos. Los resfriados y las gripes disminuyen y son menos frecuentes; mucha gente con artritis siente que las articulaciones recobran flexibilidad; por otra parte, los dientes son menos propensos a las caries y las encías a sangrar.

Y eso no es todo. Las investigaciones han demostrado que el beta caroteno es esencial para la prevención de muchas enfermedades. Actúa como antioxidante y neutraliza las moléculas perjudiciales conocidas como radicales libres. De esta manera protege las características genéticas de cada célula, lo cual se traduce en una menor posibilidad de que desarrollen tumores malignos.

Actualmente, los médicos recomiendan comer más hortalizas con beta caroteno para prevenir distintos tipos de cáncer. La zanahoria es una buena fuente de beta caroteno, al igual que todas las crucíferas: brécol, repollo, coliflor, espinacas, coles de Bruselas, col, legumbres verdes, berro, colinabo, rutabaga. La American Cancer Society recomienda ingerir estas hortalizas de tres a cuatro veces por semana y afirma que las crucíferas «pueden reducir la incidencia del cáncer de colon, estómago y esófago. Estas hortalizas han inhibido el efecto de sustancias carcinógenas en animales». ¿Quién podría refutarlo? Creo que los zumos son la mejor forma de ingerir estas hortalizas crudas y en las cantidades necesarias para que los nutrientes puedan actuar.

La clorofila, que sólo se encuentra en las plantas, es otro elemento importante para el hombre, puesto que parece ser que detiene el crecimiento de los tumores, en especial en los pulmones, ya que actúa en las glándulas suprarrenales, limpia los nódulos linfáticos, enriquece la sangre y desobstruye las arterias ocluidas. Por más que lo intentemos, no se puede reproducir la clorofila en un laboratorio. Pero podemos obtenerla comiendo verduras de hoja como las espinacas y el brécol.

Éstos son sólo algunos ejemplos de la forma en que los zumos naturales de frutas y verduras pueden mejorar su vida y ayudarle a prevenir enfermedades, algunas de ellas muy graves y otras simplemente poco agradables. A partir del Capítulo 5, presento una lista clasificada por orden alfabético de las frutas y las hortalizas que prefiero para hacer zumos. Lea este capítulo para saber cómo comprar y conservar estos alimentos, así como para entender de qué forma contribuye cada uno de ellos a fortalecer la salud. En el Capítulo 7, describo los numerosos problemas de salud que se pueden solucionar, y a veces prevenir, mediante una dieta sana de zumos, frutas y hortalizas crudas. Y quizás lo más importante, en el Capítulo 4, encontrará más de cien recetas para preparar deliciosos zumos de frutas y verduras naturales que beneficiarán su salud.

Y esto es todo. No hay trucos ni fórmulas especiales que tenga que comprar. Tampoco se necesitan alimentos importados difíciles de conseguir, ni pastillas, ni polvos para mezclar con agua. Yo propongo ingerir alimentos que se pueden encontrar en cualquier supermercado, granja o verdulería.

¿Fácil? ¿Sano? ¿Delicioso? ¡Sin duda!