VIII

Cambiando la orientación de los telescopios podías distinguir por turno

el llano verde del Prat el mar enturbiado por la reciente avenida del río el solitario faro embestido a mordiscos por el oleaje el nuevo espigón en obras del Puerto Franco los tanques de petróleo de la Campsa los cipreses y nichos del cementerio del Suroeste los negros depósitos de carbón del Morrot una flotilla de barcas de vela desplegada conforme a las reglas de una estrategia misteriosa y decorativa las gaviotas arremolinadas junto a la desembocadura de las cloacas el faro incrustado en el flanco abrupto y pedregoso del monte las vías del ferrocarril con sus locomotoras y vagones de mercancía los barcos anclados en el antepuerto a la espera del aviso del práctico que debía autorizar su descarga

nuevos tanques de petróleo tinglados modernos depósitos de hulla las obras de construcción de un silo gigante la grúa del tramo de prolongación de la escollera una lancha rápida americana una golondrina atestada de turistas los criaderos de mejillones más grúas barcos grises negros blancos las dársenas interiores del puerto convoyes de carbón inmovilizados entre los depósitos andamiajes las torres del transbordador aéreo la estación marítima más grúas más cobertizos más barcos

el terraplén interior del castillo con sus fosos cañones autocares curiosos los jardines escalonados de Miramar la Puerta de la Paz con su minúsculo descubridor equilibrista la Barceloneta desdibujada por el calor el humo espeso de las fábricas de Poble Nou la geometría caótica de la ciudad el vaho difuso de la canícula el vuelo altanero y voluptuoso de un pájaro las chimeneas airadas de la Cefsa otra vez en los jardines

las montañas borrosas que muraban el horizonte campanarios y agujas de iglesias sombríos edificios barrocos humo poderosos bancos que emergían del anonimato como cuellos de jirafa o periscopios amenazadores las torres de la Sagrada Familia cúpulas rascacielos sórdidos una ciudad dilatada como una colmena inmensa infinidad de casas celdillas alveolos colinas mondas niebla el Tibidabo siniestro con su basílica su brazo gigante su avión miniatura sus miradores

los barrios residenciales las esfuminadas montañas humo fábricas la plaza de toros el recinto de la Feria de Muestras edificios legañosos jardines cipreses restos de chabolas bulldozers brigadas de obreros el parque las torres vetustas del estadio inútil el envejecido palacio de la Exposición barracas en ruina nuevas chozas farolas plateadas avenidas el campo las afueras más humo más chimeneas más fábricas…

Los telescopios eran de color gris verdoso de 1,70 aproximadamente dotados de un soporte metálico fijo y una placa giratoria graduable que hasta el escueto español del altiplano podía manejar con facilidad gracias a un escalón sujeto al pie a una altura de 20 centímetros del suelo

para ponerlo en marcha bastaba seguir las indicaciones escritas a la derecha e izquierda de los catalejos

y con las cejas pegadas al anillo circular de la lente escudriñar punto por punto el rico y complejo panorama de la ciudad así descrita en el folleto en cuatro idiomas profusamente distribuido a la llegada de los autocares de turistas

Situada a 2 grados 9 minutos de longitud Este del meridiano de Greenwich y a 41 grados 21 minutos de latitud Norte, Barcelona se extiende en el llano que, entre los ríos Besos y Llobregat, baja en suave pendiente desde el anfiteatro de montañas que la limitan y protegen por septentrión hasta el viejo Mare Nostrum. Nuestra Ciudad goza de un clima templado cuyas temperaturas extremas rara vez alcanzan los 30 grados ni descienden bajo cero, lo cual da una temperatura media ideal que para estos últimos cinco años ha resultado ser de 16,12 grados centígrados. En el mismo período de tiempo la presión atmosférica ha oscilado entre 769,5 mm y 730 mm. La humedad, quizá el factor más acusado de nuestro clima, ha dado un promedio para los mismos años del 10 por ciento.

Sin contar las poblaciones contiguas con las que se une sin solución de continuidad (alguna de las cuales alcanza los 100 000 habitantes) Barcelona, dentro de los límites de su territorio municipal, con una extensión de 91,41 km2, reúne una población que sobrepasa el millón y medio de habitantes, lo que da una densidad media de 170 habitantes por hectárea, la más elevada de España. El movimiento demográfico de la ciudad sigue una curva ascendente muy marcada, resultado de un número de defunciones muy inferior al de nacimientos y de una continua inmigración de la provincia y del resto de España, especialmente del Sur.

El anfiteatro de montañas que rodea a Barcelona por el Norte se está repoblando totalmente como parque forestal. El punto más alto, la cumbre del Tibidabo (532 metros sobre el nivel del mar) es el mirador ideal de la Ciudad, punto turístico de fácil acceso, en el que se erige la basílica, aún sin terminar, dedicada al Sagrado Corazón, cuya fundación inició san Juan Bosco. Otro mirador de la ciudad es la cumbre y ladera de Montjuïc, el monte en que se inició su historia, coronado por la fortaleza que, perdido hoy su carácter militar, vuelve a la ciudad como museo.

Cada año para junio Barcelona organiza una de las más importantes Ferias Internacionales de Muestras; los productos que fabrica Barcelona se exportan a todos los países. Celebra competiciones deportivas de rango internacional, ofrece, anualmente, una temporada de ópera en el gran teatro del Liceo. Su Museo de Arte Antiguo es el primero del mundo en Arte románico; el Pueblo Español brinda un curioso y breve trasunto de la arquitectura de toda España. Junto a estos valores universalmente reconocidos tiene Barcelona otros de carácter imponderable, porque provienen de antiguas tradiciones. Con el invierno la feria de los belenes invade los alrededores de la Catedral y llega la feria de los pavos y sale la comitiva de los «Tres Tombs» a pasear por la Ciudad sus sombreros de copa y sus enjaezadas cabalgaduras. Y con la primavera, por San Jorge, el viejo Palacio Provincial se llena de rosas, en la Rambla de Cataluña las palmas anuncian el Domingo de Ramos y la añosa calle del Hospital atrae al visitante con el aroma de la miel y las olorosas plantas medicinales de la feria de «SantPong».

Al llegar Corpus, el claustro de la Catedral se engalana para exhibir sobre la fuente del surtidor «Vou com baila» y sale la procesión solemne con las «trampas» y los gigantes que bailan al son de la flauta y el tamboril, aquellos gigantes que Chesterton, emocionado, seguía por las calles como un chiquillo. Y con el verano vienen las Fiestas Mayores con su ruidosa alegría.

Ésta es nuestra Ciudad; una ciudad con los defectos propios de las grandes urbes y los que le presta la idiosincrasia de sus habitantes; pero una ciudad que trabaja, que vive alegre bajo un cielo generalmente azul y que procura ser para los visitantes tal como la vio Don Quijote hace más de trescientos años.

Imaginaste al caballero Don Quijote con su lanza su yelmo y armadura cociéndose al sol de esta bochornosa mañana de agosto de 1963 en medio de las bárbaras caravanas de Hunos Godos Suevos Vándalos Alanos que con gafas oscuras shorts sombreros de paja botijos porrones máquinas de fotografiar castañuelas sandalias alpargatas de payés banderillas blusas de nailon pantalones tiroleses camisas estampadas contemplaban la perspectiva de la ciudad agrupados en torno de los catalejos bajo la mirada vigilante de los guías y chóferes de los autocares

regarde comme c’est beau

c’est magnifique

mais oui c’est Christophe

Colomb it’s so wonderful

qu’est-ce que c’est que ça

do you see the boat

guarda il mare

de quin pais son aquestos

formidable

look at the cathedral

danesos

à gauche

ça c’est la Sagrada Familia

also welche herrliche Aussicht

ay mira qué pequeñica

c’est extraordinaire

la-bàs près du port

guarda amore

cette brume de chaleur

it’s so nice

tu as vu les oiseaux

unglaublich die boote der Hafen

ce sont des mouettes

è un barco americano

où est-il notre hôtel

look at the birds

mira qué tía

guarda amore

c’est sublime

con las tetas que tiene

passe-moi la Retina

aquesta s’assembla a la Bardot

il giorno più caldo de

regarde le portavions

las Ramblas c’est plus bas

darling isn’t it beautiful

qué culico

je vois à droite

mira quin pareil

non vedo il albergo

a ésta le daba yo un revolcón que

n’oublie pas de mettre le filtre

dove andiamo mangiare

El telegrama había llegado inesperadamente y finalizado el cónclave familiar en el comedor sombrío de tu tío César las discusiones se prolongaron durante el resto de la semana

es el hijo de Florita la prima de Ernesto que no Mercedes que Antoñito murió en California Adelaida al enviudar se casó con un Fornet pero tenía un hijo de

ésos son de la rama de los Cienfuegos

el pequeño de tía Lucía se llamaba Alejandro

faltan unos minutos para la llegada del buque y la excitación contagiosa de otros se ha adueñado de ti

la palabra Cuba evoca aún en tu espíritu el paisaje tantas veces descrito por el tío Eulogio la fortuna preciosamente conservada por tus remotos parientes el lenitivo y consolador refugio frente a la amenaza sombría del kirguis y sus fabulosas mujeres que paren a lomo de caballo

una ansiedad desconocida te posee mientras el transatlántico se aproxima poco a poco al muelle de atraque y los pasajeros reunidos en el puente os saludan con sus pañuelos todo el mundo está allí

el tío Cesar la tía Mercedes Jorge las primas

solemnemente vestidos como exigen las circunstancias en tan señalada ocasión felices de restaurar los vínculos rotos por largos años de bloqueo e ininterrumpida guerra satisfechos de encontrar al fin otros Mendiola más ricos que ellos después de un cuarto de siglo de separación sinsabores amargura sufrimientos muerte

saludando también con sus pañuelos desde la terraza del primer piso de la estación marítima escrutando los rostros ya cercanos de los pasajeros y emigrantes embarcados en La Habana aquél

no aquél

aquel señor

el del sombrero

no éste no

el de detrás

haciendo conjeturas

arriesgando cabalas

estabais separados por una veintena de metros y mientras los viajeros bajaban por la escalerilla para cumplir con los trámites de policía y aduana el tío Cesar hizo valer su carné de consejero de la Diputación y entrasteis en el recinto de honor reservado a los invitados

los pasajeros salían por una puerta vidriera y la aparición de cada uno de ellos provocaba un sobresalto vuestro

no éste no éste tampoco ni éste ni éste

hasta que el número de quienes todavía hacían cola se

redujo y las primas comenzaron a contarlos con los

dedos de la mano

un caballero rubio

un matrimonio joven

dos viejas con aspecto de solteronas

un grupo familiar

una muchacha sola

un lisiado

un negro

ninguno cuadraba con el firmante del telegrama ni

presentaba aparentemente los rasgos

los estigmas

de la antaño rumbosa y próspera

luego devota y mezquina

familia

pues no está

no ha venido

tal vez el señor rubio

no

tampoco

también se va

no entiendo

sin advenirlo tú el negro se había acercado a vosotros y preguntó con timidez Mendiola

sí señor Mendiola

y aquel descendiente enriquecido de algún bororo esclavo del bisabuelo remoto os había tendido la mano perdonen dijo

creo que somos parientes

no hubo efusiones ceremonias agasajos banquetes y la ultrajada tía Mercedes arrugó su nariz caudalosa aquella noche

corría enjuto y párvulo el año 46

un melancólico negro cenó a solas en un restaurante de lujo de Barcelona.

La ciudad que contemplaban ¿era la tuya?

el rebaño de turistas se había eclipsado tras el guía y siguiendo las indicaciones escritas a derecha e izquierda del catalejo introdujiste una nueva moneda en la ranura y apretaste el botón hasta el fondo examinaste por turno

los mausoleos y monumentos fúnebres de Pedralbes Sarria Bonanova construidos como villas residenciales o torres de veraneo

los estrafalarios panteones gaudinianos y modern style que sobresalían del prosaico y dilatado Ensanche

los bloques de nichos de la ciudad moderna con su denso tráfico de convoyes fúnebres y muertos que caminaban

las celdillas alveolos y urnas del colmenar inmenso de los barrios bajos

las chabolas barracas y chozas condenadas como sus precarios dueños al destino insalvable de la fosa común

el cementerio estaba fuera tu ciudad era el cementerio abandonaste la prospección del telescopio la calina mitigaba el reverbero de la luz y se mezclaba con el vaho de las chimeneas el humo de las fábricas el escape silencioso de los vehículos el jadeo de millón y medio de habitantes congestionados que en esta jornada canicular comían trabajaban bebían caminaban se amaban sin saber a ciencia cierta

te decías

si su vida era o no

como pensaran vuestros clásicosueno

un borroso efímero desdibujado e inconsistente sueño.

Continuaste tu camino sin prisa

bombardas culebrinas cureñas cañones que en tiempos remotos y ya olvidados velaran por la seguridad militar de los españoles de tu casta servían ahora de blanco al objetivo de improvisados fotógrafos pretexto a la composición de grupos y escenas familiares brazos sobre hombros manos juntas miradas cómplices sonrisas

docenas de automóviles con matrícula extranjera cubrían la zona de estacionamiento del mirador y los que sin cesar llegaban se veían obligados a contornear los muros adustos del castillo atravesar de nuevo el puente en sentido inverso buscar un hueco libre en el parque exterior de los autocares

a poca distancia de los catalejos dos centinelas en uniforme de gala observaban el ir y venir del público con la expresión atontada y servil de dos intrusos en una encopetada reunión de familia

caminaste por el belvedere lateral tras un grupo de alemanes extasiados por la perspectiva del mar el despliegue armonioso de los veleros los portaaviones de la Sexta Flota Americana las gaviotas menudas y ágiles

los jardines se prolongaban más allá del castillo con sus árboles flores arbustos papeleras bancos

con una ojeada rápida abarcaste los senderos bien alineados los arriates de césped los obuses antiaéreos amables ornamentales caducos

te colaste por una poterna abierta en el lienzo de la fachada y por un corredor iluminado con lamparillas de luz indirecta desembocaste en lo que fuera patio de armas de la abolida fortaleza militar

el suelo era adoquinado las cuatro galerías formaban un claustro con severos arcos de piedra y en las esquinas había enredaderas tiestos cántaros y hasta el brocal de un pozo con la polea sostenida por una armadura de hierro forjado

en el centro

en medio de un cuadrado de césped señalado por cuatro mojones

un zócalo sobrio realzaba la estatua ecuestre de un guerrero en bronce regalo de la Ciudad

eso decía la lápida

a su Caudillo Libertador

buscaste refugio a la sombra de los pórticos

los turistas discurrían en grupos compactos hacia el museo del Ejército fotografiaban la estatua ecuestre se aglomeraban a la entrada de las tiendas de souvenirs hacían girar los torniquetes de tarjetas postales visitaban el almacén de Antigüedades Heráldica Soldados de Plomo

ENTRADA LIBRE

ENTRÉE LIBRE

FREE ENTRANCE

EINTRITT FREÍ

el cartel anunciador de una corrida de toros atrajo bruscamente tu atención

SOUVENIR

DE ESPAÑA

Plaza de Toros Monumental

Grandiosa corrida de toros

6 Hermosos y Bravos Toros 6

con la divisa rosa y verde de

la renombrada ganadería de

Don Baltasar Iban de Madrid

para los grandes espadas

LUIS MIGUEL DOMINGUÍN

ICI VOTRE NOM — HERE, YOUR NAME — HIER, IHRE NAMEN

ANTONIO ORDÓÑEZ

con sus correspondientes cuadrillas

Amenizará el espectáculo la Banda

«La popular Sámense»

pasaste de largo

una multitud de curiosos examinaba dos composiciones fotográficas en las que un torero (sin cabeza) clavaba (con estampa de maestro) un par de banderillas y una gitana (sin cabeza igualmente) se abanicaba (muy chula ella) frente a una maqueta de la Giralda

en endiablado esperanto un caracterizado ejemplar de hombrecillo español de la estepa explicaba que se trataba de una imagen trucada con la que los señores y caballeros messieurs et dames ladies and gentlemen aquí presentes podrían sorprender a sus amistades y conocidos vestidos de toreros y gitanas toréadors et gitanes matadors and gypsies de regreso a sus respectivos países leur pays d’origine their native countries y afirmar así su personalidad affirmer votre personnalité your personality con el relato de sus aventuras españolas aventures espagnoles spanish adventures

SU FOTO EN 20 MINUTOS

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(en un periódico de la mañana habías leído la escalofriante noticia de un estudiante de Filosofía madrileño que se costeaba sus estudios universitarios retratándose con los turistas vestido de torero en un conocido bar típico de Palma de Mallorca

qué sistema filosófico iba a concebir

te decías

vuestro futuro genial único Erasmo de Atocha) subiste la escalera hacia las vastas terrazas desnudas del castillo

las garitas desiertas de los centinelas se erguían en las esquinas como las torrecillas de un destartalado juego de ajedrez

suprimido el penal militar los adoquines las piedras erosionadas por el viento los desmantelados puestos de observación se sobrevivían a sí mismos con resignada y quieta nostalgia

alejado de los grupos de turistas que con sombreros gafas oscuras máquinas de retratar se aventuraban por la desolación luminosa de los ladrillos te sentaste en un ángulo del pretil y acechaste el vuelo irreal de las aves el patio abrasado y violento el vago cielo azul el sol fanático que parecía incendiarlo todo

luz soledad vacío silencio muerte

los límites ancestrales de la cárcel se reconstituían de modo aleve y sutil bajo la piedra bruñida el revoque cuidadosamente arrancado las fachadas remozadas y limpias la conciencia blanqueada por la absolución y olvido de la historia

cegado por el reverbero abrupto cerraste momentáneamente los ojos.

Sin embargo

en este mismo ámbito de calcinada tierra cielo remoto imposibles pájaros luz obsesiva

durante el reino de los Veinticinco Años de Paz reconocidos y celebrados ya hoy por todos los bienpensantes del mundo

hombres armados habían golpeado a compatriotas indefensos con látigos fustas bastones se habían ensañado con sus culatas correas botas fusiles

hombres cuyo único delito fuera defender con las armas el gobierno legal cumplir con su juramento de fidelidad a la República proclamar el derecho a una existencia justa y noble creer en el libre albedrío de la persona humana escribir la palabra LIBERTAD en tapias cercados aceras muros

habían contado una y mil veces las columnas del claustro calculado el número exacto de adoquines del suelo medido mentalmente los límites avariciosos y estrictos que los aprisionaban

corrido tras una mísera pelota de trapo atisbado el cuadrado azul infinito del cielo espiado el vuelo libre y generoso de las aves

golpeado la cabeza contra las paredes escupido sangre

corrido a paso ligero hasta perder el sentido obedecido en silencio al llamamiento de la corneta aguardado turno ante la sucia perola de rancho desfilado con monos harapientos después de la misa

dormido en calabozos oscuros y húmedos tiritado de frío en las noches de invierno soñado con mujeres inaccesibles y hermosas acechado el hosco rumor de las botas que anunciaban el relevo de los imaginarias

se habían arrodillado los domingos durante la elevación de la Sagrada Forma masturbado en el denso y propicio cubil de los malolientes petates abierto las venas en un brusco arrebato de enajenación y locura condenados a muerte

miraron por última vez el cielo las nubes los pájaros todo aquello que de una forma u otra representaba para ellos la vida

pasaron el duermevela agitado que precede a la ejecución escribieron su carta de adiós al padre la madre la mujer la novia los hijos comieron el último plato de lentejas bebieron ávidamente la última taza de café caminaron hacia el paredón vigilados encuadrados empujados sostenidos por sus verdugos

afrontaron los fusiles con serenidad lloraron solicitaron valientemente la venia de dar la orden de fuego suplicaron vida salva se reconciliaron con Dios rechazaron los auxilios del cura gritaron rieron aullaron se mearon de miedo

cayeron tronchados por las balas

rindieron el último suspiro.

El clima del lugar es magnífico

su situación en la zona intertropical y la acción benigna de las corrientes marinas determinan que sus inviernos sean breves y poco acentuados sus veranos estimulantes y frescos un país ideal en suma para los reumáticos y gotosos

su flora es espléndida generosa salvaje

árboles inmensos frutos variopintos flores desmesuradas y exóticas

los animales de la selva vagan libremente por el campo combaten las plagas nocivas son amigos y aliados del hombre

tu casa corona la cima de un monte rodeado de mar

zul arrecifes de coral playas de arena blanca bosques de cocoteros

el sol brilla rotundo sobre la copa de los árboles y en el cielo no hay una nube

desde tu ventana abarcas las ricas plantaciones de café cacao vainilla caña de azúcar copra

los baobabs las palmeras las ceibas las secoyas los ficus

las chimeneas del ingenio en el que tus peones y obreros trabajan el pabellón de recreo el lago el cenador los jardines

los capataces vienen a tu encuentro acechando tus órdenes

tú las das brevemente

como un self made man tejano severo y silencioso

parco en palabras y de apariencia brusca

pero de corazón discreto y noble

mientras tu mujer y tus hijos se balancean en las hamacas rodeados de invitados exquisitamente vestidos

damas criollas con abanicos collares faldas de moaré chapines de raso

caballeros con sombreros de copa

lebreles ágiles gatos esbeltos papagayos vistosos decorativos niños

el baile está a punto de comenzar

lo abres con la muchacha más bella girando y girando bajo las fastuosas arañas del techo

un viejo vals del Imperio Austrohúngaro

iluminado por los candelabros de los lacayos en librea

con una copa de champaña en la mano

te diriges a la cuadra del potro

un angloárabe llamado Johnny

lo ensillas

lo cabalgas

partes al galope

los negros te saludan afectuosos

su alimento consiste en meladura de caña flores silvestres hierbas aromáticas

sin necesidad de recurrir a los castigos te admiran te respetan te quieren

su carácter es dulce y son católicos

tú los llamas a cada uno por su nombre

Bobó

Sesé

Arará

como en las novelas de Emilio Salgari

y ellos piden tu bendición se arrodillan te besan la mano

espaciosamente recorres tus dominios verificando que

todo está en orden

tus propiedades tus inmuebles tu ganado tus rentas

los peones se descubren para saludarte

los viejos te sonríen

los niños te rodean

los animales de la jungla te escoltan

bejucos y orquídeas se inclinan a tu paso y parecen

rendirte homenaje

te crees a salvo

entronizado en tu puesto por los siglos de los siglos

y cuando despiertas segundos más tarde

te recobras en tu habitación del Mas con la Geografía de Cuba de tu tío Eulogio debajo de la almohada

sin cetro

sin corona

sin súbditos

sin reino

lector concienzudo de Spengler y Keyserling en un menopáusico país del Viejo Continente condenado a desaparecer por su vida muelle y la lenta degeneración de la raza con el desamparo hondo de tus trece años

inerme

sobrecogido de miedo

a la merced del kirguis carnívoro

y de sus fabulosas mujeres que paren a lomo de caballo.

Abriste de nuevo los ojos convocado por el sol imperioso de la canícula

sin saber con certeza si el pasado reciente de tu patria era real

o se trataba sencillamente

como todo inducía a creer en esta sofocante jornada de agosto del sesenta y tres y sucedía con frecuencia en vuestras latitudes

un mes justo después de tu regreso a España

cuarenta y ocho horas más tarde del entierro de Ayuso

de una alucinación

un mal sueño

una resaca característica de borracho

un prosaico y vulgar fenómeno de espejismo.

Adelante pues

bajaste al patio bordeaste la puerta de los calabozos convertidos en boutiques de souvenirs sorteaste nuevos grupos de turistas recién desembarcados de los autocares te emboscaste en el corredor por el que los condenados a muerte eran conducidos al paredón saliste al aire libre rehiciste el itinerario de los fusilados

una zanja de varios metros de anchura conducía por medio de un túnel a los míticos fosos del castillo

la puerta de acceso estaba de par en par y desde el umbral el visitante podía abarcar una sección del jardín bien cuidado con arriates de césped árboles cipreses arbustos enredaderas extranjeros e indígenas caminaban sin prisa por los senderos

se detenían a admirar los macizos de begonias tomaban fotografías de los muros que fueran escenario de las vengativas ejecuciones

brigadas de obreros habían borrado cuidadosamente los impactos de las balas y abierto a las miradas indiscretas de los curiosos el lugar parecía proclamar a los cuatro vientos su inocencia desmentir las patrañas y fábulas inventadas por envidiosos y resentidos negar ante las generaciones futuras de españoles su presunta culpabilidad.

Aunque ninguna lápida lo dijera el presidente de la abrogada Generalität de Catalunya vivió en Montjüíc los últimos instantes de su vida

entregado por los nazis después de la derrota de Francia el político festejado un día por las multitudes barcelonesas bajó a los fosos del castillo escoltado por las bayonetas de los soldados

pensó en su amada ciudad con pesar y nostalgia

aspiró el aire puro y agreste del monte

contempló el cielo claro por última vez

habías dado un billete de veinte duros al guardián de los jardines y sin necesidad de formular la pregunta tan manifiestos debían ser tus propósitos

el hombre te guió hacia la izquierda apuntó con el dedo un lienzo desnudo del muro e indicó bajando

la voz

aquí fue

caballero

donde fusilaron a Companys.

Te lo habían contado siendo niño y entonces lo creíste

obligado a liberar los esclavos por decreto del Gobierno de la Colonia el bisabuelo había reunido a sus negros en el batey del ingenio y con lágrimas en los ojos

puesto que les quería

los proclamó libres

seres dolientes como los otros

sin protección superior alguna

abandonados al destino cruel

sin dueño

sin señor

sin amparo

y al escucharle

los negros lloraron a su vez

porque el bisabuelo era bueno

no empleaba el látigo

les daba de comer

les protegía y a su manera

rústica y primitiva

silvestre ellos

los negros

también lo amaban

pero todo era mentira

su protección

el alimento

el pretendido amor que les unía

el dolor de la separación

los discursos

las lágrimas

lo sabes ahora

cuando también tú te has liberado de ellos y navegas a solas diciéndote

bendito sea mi desvío

todo cuanto me separa de vosotros y me acerca a los parías

a los malditos

a los negros

mi inteligencia

mi corazón

mi instinto

benditos sean

gracias sean dadas a Dios

infinitas gracias

por los siglos de los siglos.

A la derecha una verja de hierro protegía el reducto consagrado a la memoria de los Caídos por Dios y por España

era un rincón evocador silencioso recoleto apacible

con un altar de líneas simples una estatua en bronce un rustico jardín por el que las lagartijas campaban a sus anchas con visible y morosa sensualidad

un cicerone informaba a los turistas de lo sucedido en Barcelona entre julio de 1936 y enero de 1939

y como un Monsieur Dupont Mister Brown Herr Schmidt de los diez y pico millones que aquel verano os rendían visita te aproximaste a oír sus explicaciones

ici Messieurs dames c’est l’endroit où furent fusillés par les Rouges pendant notre guerre de Libération un grand nombre de hauts officiers de l’Armée de prêtres de personnalités relevantes de la vie sociale de notre ville los forasteros escuchaban con expresión atenta y te apartaste de ellos

una náusea invencible te invadía

prend-moi une photo

regarde c’est le Monument aux Morts

ladies and gentleman

mon Dieu quelle chaleur

será posible

te decías

que el final sea éste

que la injusticia impuesta por la fuerza de las armas

debáis acatarla como algo definitivo

hacer que lo que existió una vez no hubiese existido nunca era empresa factible para aquellos hábiles titiriteros de la idea existencia y atributos de Dios

tu te rappelles l’année dernière

look here my darling

c’est extraordinaire l’impression de paix

de quelle guerre s’agit-il

habías vuelto a España después de diez años de espera consumidos en planes proyectos ensueños utopías

y Diablo Cojuelo desde el descubridero de los miradores atalayabas tu ciudad natal

cansado

enfermo

sin fuerzas

al borde del suicidio

acechando los latidos de un corazón frágil que

como en el bulevar Richard Lenoir seis meses antes

preludiaban

anunciaban ya

la necesaria despedida

un viejo vestido con un traje de rayadillo se abanicaba a la sombra del muro indiferente y como ajeno a la chachara de su transistor

te acodaste en la baranda del mirador y abriste el folleto turístico redactado en cuatro idiomas

BREVE HISTORIA DE NUESTRA CIUDAD

sobre los restos de un poblado ibero habitado por los layetanos se fundó la colonia romana Faventia Julia Augusta Pía Barcino en la España Citerior cuya capital era Tarraco diciéndote

nada válido puede salir de ti ni del humano caldo en que vives ni de este triste tiempo

cállate mejor

cierra tu boca

no prolongues por rutina la farsa irrisoria del intelectual que sufrir cree y obscenamente lo proclama

por el país y por sus hombres

españahogándose y esas leches

con la mirada perdida en el mar la escollera la Sexta Flota Americana los depósitos de carbón los tanques de petróleo las barcas de vela las gaviotas las cloacas aléjate de tu grey tu desvío te honra

cuanto te separa de ellos cultívalo

lo que les molesta en ti glorifícalo

negación estricta absoluta de su orden esto eres tú

mientras el viejo se abanicaba regalado y feliz

y el transistor emitía incansablemente

con el rey Ataúlfo pasó a ser capital del Imperio Visigodo que en el siglo V se extendía por Hispania y la Galia al trasladarse la capital del Imperio a Toledo Barcelona perdió importancia pensando en la historia de tu país tuya solamente a intermitencias

en su pasado que no era más que esto pasado

y en buena hora lo fuera puesto que de él no brotaba ningún presente limpio

en las hazañas de su gente

que de algún modo había que llamarlas

aunque estériles eran en sus frutos como el suelo baldío y avaro de su estepa

demostración por absurdo de un combate sostenido siglo a siglo contra fantasmas y demonios interiores lucha de hermanos contra hermanos lúcidos cuya memoria ni el tiempo ni la muerte respetaban

the spanish civil war

lá-bas vers la droite

assassinés par les Rouges

siguió las vicisitudes de los reinos cristianos invadidos por los musulmanes en el siglo VIII fue reconquistada por los francos al mando de Luis el Piadoso en el año 801

alma de Ochún santifícame

cuerpo de Changó sálvame

sangre de las reglas de Yemayá embriágame

el llano verde del Prat el solitario faro embestido por el oleaje el nuevo espigón en obras del puerto franco clamando

todo ha sido inútil

oh patria

mi nacimiento entre los tuyos y el hondo amor que sin pedirlo tú

durante años obstinadamente te he ofrendado

separémonos como buenos amigos puesto que aún es tiempo

nada nos une ya sino tu bella lengua mancillada hoy por sofismas mentiras hipótesis angélicas aparentes verdades

frases vacías cáscaras huecas

alambicados silogismos

buenas palabras

vino a ser entonces la capital de la Marca Hispánica frente al Imperio Mahometano Wifredo el Velloso logró convertir en hereditario el título de Conde de Barcelona en el año 897 discurriendo

mejor vivir entre extranjeros que se expresan en idioma extraño para ti que en medio de paisanos que diariamente prostituyen el propio

humillan la frente

qué remedio cabe dicen

ante el orden brutal que les niega y de su preciosa e irremplazable singularidad les despoja tinglados modernos depósitos de hulla una golondrina atestada de turistas criaderos de mejillones barcos grises negros blancos dársenas grúas

después de aquellas invasiones Barcelona aparece ya como la capital de un Estado independiente la antigua Marca es ahora Cataluña

preguntándote

tu desesperación actual es para ellos triunfo

vence quien tras sembrar cosecha sólo cizaña inútil y

asolada muerte

regarde mon chéri

do you really like that

là-bas c’est Majorque

a partir de Ramón Berenguer I adquiere cada vez mayor importancia anexiona los territorios conquistados a los moros y extiende sus dominios por tierras que hoy forman parte de Francia

escuchando el coro de las Voces que se ensañan contigo como las premonitorias hechiceras del primer acto de Macbeth reflexiona todavía estás a tiempo

nuestra firmeza es inconmovible ningún esfuerzo tuyo logrará socavarla

piedra somos y piedra permaneceremos

no te empecines más márchate fuera

mira hacia otros horizontes danos a todos la espalda

olvídate de nosotros y te olvidaremos

tu pasión fue un error

repáralo

SALIDA

SORTIE

EXIT

AUSGANG

tout le monde es parti

come here my darling

las torres del transbordador aéreo la estación marítima más grúas más cobertizos más barcos

con Jaime I el Conquistador se inicia una nueva política de expansión por la otra orilla del Mediterráneo sexo violento y suntuoso de Changó reconfórtame

materna Yemayá acógeme

dentro de tu útero escóndeme

no permitas que me arranquen a ti

la Puerta de la Paz la Barceloneta el humo espeso de las fábricas

pero no

su victoria no es tal

y si un destino acerbo para ti como para los otros te lleva no queriéndolo tú

antes de ver restaurada la vida del país y de sus hombres

deja constancia al menos de este tiempo no olvides

cuanto ocurrió en él no te calles la geometría caótica de la ciudad las tres chimeneas de

la Cefsa campanarios y agujas de iglesias jardines on va rater le car tu te rends compte

alguno comprenderá quizá mucho más tarde edificios legañosos bulldozers brigadas de obreros barracas en ruina nuevas chozas farolas plateadas avenidas

qué orden intentaste forzar y cuál fue tu crimen

INTRODUZCA LA MONEDA

INTRODUISEZ LA MONNAIE

INTRODUCE THE COIN

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