[1] En cuanto al verso keatsiano en sí, el lector encontrará una somera referencia en el «Apéndice» al final del capítulo. <<
[2] Tomo esta justa expresión a Henri Maldiney, que la usa en su «Introduction à TalCoat» (Les Temps Modernes, núm. 50). <<
[3] En cuanto al de Shelley, sólo Alastor y poemas menores podían haber llegado en 1818 hasta Keats, quien por otra parte no coincidía temperamentalmente con aquél y sólo después de Prometeo liberado hubiera podido hacerle justicia. El «proselitismo» y el «perfectibilismo» shelleyanos de aquellos años lo incorporaban, en el pensar de John, a los que escribían con un «propósito manifiesto». <<
[4] La tempestad. <<
[5] Sueño de una noche de verano. <<
[6] M. Buxton Forman remite a The Old Cumberland Beggar, de Wordsworth, de donde procede esta imagen. <<
[7] Propongo este capítulo a la crítica francesa, tan dispuesta siempre a ver en la conciencia poética contemporánea una conquista exclusiva de sus románticos y sus «videntes». Pienso también en las operaciones del azar, en el eco que la correspondencia de Keats hubiera alcanzado en un Baudelaire, de leer el libro de lord Houghton publicado en 1848. Su reacción frente a Poe, su ansiedad por calar hondo en el misterio de la creación poética, lo predisponían a aprehender, en toda su importancia, estas «revelaciones» que John no sistematizó jamás. (Y que todo eso dependiera de un volumen en un anaquel, unos ojos que hubieran podido descubrirlo… Realmente las leyes son meras excepciones.) <<
[8] Para ahondar en las nociones de carácter y personalidad, cf. Herbert Read, Form in Modern Poetry, Vision Press, 1948. <<
[9] Keats entendía speculation como «contemplación» desinteresada, y en este caso al margen de toda valoración moral. (Cf. Middleton Murry, «Keats’ use of “speculation”», en Studies in Keats, New and Old, pp. 94-95). <<
[10] M. Buxton-Forman señala que en la expresión: he is continually in for cabe suponer que Keats quiso escribir informing (informando), lo que por otra parte es verosímil ya que luego sigue: and filling, etcétera. <<
[11] Por supuesto, el fenómeno de la ansiedad de enajenación es tema de la psicología y el psicoanálisis, y tiene hilo para rato. Una cita puede mostrarlo in nuce: es de Roger Caillois, paladín de lo cartesiano, y dice: «El deseo de la asimilación al espacio, de la identificación con la materia, aparece frecuentemente en la literatura lírica; es el tema panteísta de la fusión del individuo en el todo, tema en el que, precisamente, ve el psicoanálisis la expresión de una especie de nostalgia de la inconsciencia prenatal» (El mito y el hombre, Sur, p. 149). El lector comprenderá, por lo que lleva leído de este libro, que no lo voy a arrastrar a esos fascinantes caminos. Me limito a reiterar algo ya dicho en otro capítulo: el psicoanálisis (tanto freudiano como existencial) de Keats, sería una experiencia memorable. A ver si hay alguien que se anime. <<
[12] Se es autobiográfico como se es antisemita: por flojera. <<
[13] «De la Connaissance Poétique». <<
[14] Que, repitámoslo, jamás renuncia a la dimensión humana, pero la alza a la especial dignidad que reclama la poesía. <<
[15] La «Carta del vidente» admite otras interpretaciones, y ante todo la del surrealismo; pero sea el «otro» lo subconsciente, como lo quiere aquél, o acepte segundas explicaciones, el hecho de su objetividad y distinción es idéntico en todos los casos. <<
[16] Lévy-Brühl, Las funciones mentales en las sociedades inferiores, Buenos Aires, Lautaro, p. 346. <<
[17] ¿No puede? Pues justamente el poeta sí puede —o lucha por poder, y si es capaz llega a ello. No hay como un antropólogo para olvidarse de ántropos. <<
[18] La mentalidad primitiva, Buenos Aires, Lautaro, p. 195. <<
[19] Charles Blondel, La Mentalité primitive, París, Stock, 1926. <<
[20] «Un Débat sur la poésie», en La Poésie pure de Henri Brémond. <<
[21] «El poeta que multiplica las figuras lo que hace es… encontrar en sí mismo el lenguaje en estado naciente» (Paul Valéry, «Introduction à la Poétique», París, Gallimard, p. 12). <<
[22] El acercamiento de las nociones de imagen poética y exploración es frecuente en los estudiosos del fenómeno poético. Middleton Murry dice, no recuerdo dónde: «La metáfora aparece como el acto instintivo y necesario de la mente explorando la realidad y ordenando la experiencia».
Y Cecil Day Lewis: «La imagen (romántica) es un modo de explorar la realidad, mediante la cual el poeta interroga a la imaginería para que le revele el sentido de su propia experiencia» (The Poetic Image, p. 58). <<
[23] En el sentido de vocabulario racional y científico; con la diferencia, por ejemplo, que va de rosa en su acepción botánica, a «la rosa cruel, Herodías en flor del jardín claro…», de Mallarmé. <<
[24] «Yo no busco, encuentro»; pero los encuentros de alta naturaleza se le ocurren a los que, sin buscar sistemáticamente, son «cabeza de tormenta», vórtice al que las cosas son atraídas. El pararrayos no sube hasta las nubes. <<
[25] Wrey Gardiner, «Taste and Time», Poetry Quarterly, vol. 10, núm. 4. <<
[26] Que esa confusión no ocasione aquí una de otro género. Lo estético en Keats es la tendencia a elegir lo «bello» (mármol, sol, nube, diosas), en el sentido clásico, y dejar de lado elementos que poéticamente son tan válidos como aquéllos: un piolín, una oficina, una carroña; eso que se restituirá desde Baudelaire a la esfera de la poesía. <<