Notas

[1] En el magistral panorama de la historia griega primitiva que Tucídides antepuso a su obra, traza el progreso social de los griegos en los tiempos históricos y encuentra su clave en el aumento de riqueza. <<

[2] La idea del propio Aristóteles no está muy clara. Piensa que todas las artes, ciencias e instituciones se han descubierto y vuelto a perder repetidamente en el pasado, hasta un número infinito de veces. Metafísica, XI, 8 ad fin.; Política, IV, 10, cap. II 2. Ese número infinito de veces parece implicar la teoría de los ciclos. <<

[3] De igual modo sitúa la sociedad ideal que describe en el Critias 9000 años antes de Solón. El Estado que esboza en las Leyes es imaginado como un proyecto practicable en su día. El Estado ideal del que Aristóteles esboza una descripción (Política, IV, V) no tiene lugar en el espacio ni en el tiempo. <<

[4] Política, II, 5. <<

[5] XI, 1. Curiosamente, la teoría cíclica fue revivida en el siglo XIX por Nietzsche y es interesante anotar su confesión de que tuvo que pasar bastante tiempo para que llegase a superar el sentimiento de pesimismo que la doctrina le inspiraba. <<

[6] Son generales y definidas. Ello les distingue, por ejemplo, de la sugerencia incidental de Platón en la República sobre la perspectiva de un desarrollo futuro de la geometría sólida. <<

[7] Lucrecio v. 1448 sqq., en los que aparece la palabra progreso:

Usus et impigrae simul experientia mentís

Paulatim docuit pedetentim progredientis.

Sic unum quicquid paulatim protrahit aetas

In medium ratioque in luminis erigit oras.

Namque alid ex alio clarescere et ordine debet

Artibus, ad summum donec venere cacumen. <<

[8] Ibid. 95. <<

[9] Su eadem sunt omnia semper (III, 945) es el estribillo constante de Marco Aurelio. <<

[10] 1, 3. <<

[11] Los estoicos identificaban a la Moira con la «Pronoia», de acuerdo con su teoría de que el Universo está penetrado de pensamiento. <<

[12] Puede observarse que Agustín (De Civitate Dei, X, 14) compara el magisterio (recta eruditio) del pueblo de Dios, en el proceso gradual de la historia, con la educación de un individuo. Prudencio usa una comparación similar con diferente propósito (cf. Syummachum, II, 315 ss.):

Taráis semper processibus aucta

Crescit vita hominis et longo proficit usu.

Sic aevi mortalis habet se mobilis ordo,

Sic variat natura vices, infantia repit, etc. <<

Floro (Epitome, ad in.) había dividido ya la historia romana en cuatro períodos correspondientes a la infancia, adolescencia, edad adulta y vejez.

[13] Plutarco vio hace tiempo la conexión entre la política de Alejandro y el magisterio cosmopolita de Zenón. De Alexandri Magni virtute, I, 6. <<

[14] A. D. 1210-92. <<

[15] Guillaume Postel observó en su De magistratibus Atheniensium líber (1541) que los tiempos siempre progresan (saecula semper proficere) y que cada día aumenta el conocimiento humano y que este proceso tan sólo se detendrá si la Providencia, mediante la guerra, o una calamidad o una catástrofe, hubiera de destruir todo el conocimiento acumulado que se nos ha transmitido por medio de los libros desde la Antigüedad (Praef. B. verso). Lo que se conoce de la vida de este casi olvidado escritor ha sido recopilado por G. Weill (De Gulielmi Postelli vita et índole, 1892). Visitó el Oriente, trajo manuscritos orientales y sufrió prisión más de una vez bajo cargos de herejía. Soñaba con convertir a los musulmanes y con unir el mundo entero bajo el poder de Francia. <<

[16] Methodus ad facilem historiarum cognitionem, 1566. <<

[17] Les six livres de la République, 1576. <<

[18] La división de Hegel es: 1) Oriente; 2) a, los griegos; b, los romanos, y 3) el mundo germánico. <<

[19] Methodus, cap. VII, p. 353. <<

[20] Ibíd., cap. I, p. 12. <<

[21] Ibíd, cap. VII, p. 361: «cum aeterna quadam lege naturae conversio rerum omnium velut in orbem redire videatur, ut aeque vitia virtutibus, ignoratio scientiae, turpe honesto consequens sit, atque tenebrae luci, fallunt quigenus hominum semper deterius seipso evadere putant». <<

[22] Ibíd., p. 356. <<

[23] Cardan ya había señalado la brújula, la imprenta y la pólvora como tres invenciones modernas, a las que «en toda la antigüedad no hay nada comparable». Añade: «dejo de lado otros inventos de esta época que, pese a ser maravillosos, son más bien un desarrollo de las artes antiguas que una superación de la inteligencia de nuestros antepasados». De subtilitate lib. 3 ad init. (Opera, III, p. 609). <<

[24] Methodus, cap. VII, pp. 359-361. Bodino también apunta que en algunos aspectos hubo mejora en las costumbres y en la moral desde el primitivo Imperio Romano; por ejemplo, la abolición de las luchas de gladiadores (p. 359). <<

[25] Esto es, un número igual a la suma de todos sus factores. <<

[26] Véase anteriormente, p. 34. <<

[27] De la vicissitude ou variété des choses dans L'univers, 1577, 2.ª ed., usada en esta obra, 1584. <<

[28] L’introduction au traité de la conformité des merveilles anciennes avec les modernes ou traité préparatif á l’apologie pour Hérodote, ed. Ristelhuber, 2 vol., 1879. El libro fue publicado en 1566. <<

[29] Es una característica del tiempo que en la última frase el autor vaya más allá del tema y considere la posibilidad, que aún aterraba las mentes humanas, de que el fin del mundo puede no estar lejano. <<

[30] Esto habría de ser bien explicado por Fontenelle, Préface sur L’utilité des mathématiques en Oeuvres (ed. 1729), III, 1 sqq. <<

[31] Novum Organum, 129. Hemos visto que esas tres invenciones ya habían sido apuntadas por Cardan y Le Roy como sorprendentes. También aparecen en Campanella. Bodino, como ya hemos visto, las incluía en una lista más amplia. <<

[32] Conversiones, de Bodino. <<

[33] En 1627. Se compuso hacia 1623. Parece casi cierto que estaba emparentado con la Christianopolis, de Johann Valentín. Andreae (1586-1654), que había aparecido en latín en 1614 y contenía el plano de un centro científico dedicado a la reforma del mundo civilizado. Andreae, que tenía influencias de Moro y Campanella, colocó su ciudad ideal en una isla, a la que llamó Caphar Salama (nombre de una ciudad de Palestina). La obra de Andreae tuvo también una influencia directa en la Nova Solyma, de Samuel Gott (1648). Véase la introducción de F. E. Held a su edición de Christianopolis (1916). En Macaría, otro estado imaginario del siglo XVII (A description of the famous Kingdom o Macaría, 1641, por Hartlib), la búsqueda de la ciencia no es un tema principal. <<

[34] Sin embargo, esto no se aplica a la República, a pesar de lo que se mantiene normalmente. Véanse las justas críticas de A. A. Trever en su A History of Greek Economic Thought, Chicago, 1916, 49 sqq. <<

[35] Josep Glanvill, Vanity of dogmatising, p. 211. <<

[36] Por ejemplo, sus notas sobre medicina al final del Discours de la méthode. <<

[37] Se le puede reprochar el escolasticismo de su razonamiento metafisico. <<

[38] El mejor y más completo trabajo sobre el tema es la Histoire de la querelle des Anciens et des Modernes, de Rigault (1856). <<

[39] Véase su L’Evolution des genres dans l’histoire de la littérature. <<

[40] Dieci libr dipensieri diversi (Carpi, 1620). Los primeros nueve libros aparecieron en 1612. El décimo contiene la comparación. Rigault fue el primero que relacionó esta obra con la historia de la controversia. <<

[41] Fue incidental para la controversia que surgió sobre los méritos de la Jerusalén liberada, de Tasso. Que el tema había sido discutido bastante antes puede deducirse de una nota de Estienne en su Apología de Herodoto, en la que señalaba que mientras algunos de sus contemporáneos llevaban su admiración por la Antigüedad hasta el punto de la superstición, otros la despreciaban y la daban de lado. <<

[42] Tassoni arguye que es inevitable un declive cuando se ha alcanzado un determinado punto de excelencia, citando a Veleio Paterculo (1. 17): Difficilisque in perfecto morare est naturaliterque quod procedere non potest recedit. <<

[43] Rigault hace notar que realiza una contribución al tema: la idea de que la antorcha de la civilización se ha pasado de un país a otro a lo largo de las diferentes edades, e. g. de Grecia a Roma y recientemente de Italia a Francia. En el último siglo, los italianos eran los primeros en doctrina y politesse. El siglo actual es para Francia lo que el anterior fue para Italia: «Tenemos todo el esprit y toda la Science y todos los demás países son bárbaros en comparación con el nuestro» (p. 239, ed. 1782, Amsterdam). Pero, como veremos, Hakewill se le había anticipado en un trabajo que Rigault desconocía. <<

[44] An apology or Declaration of the power and providence of God in the Government of the world, consisting in an examination and censure of the common Error, etc. (1627, 1630, 1635). <<

[45] Este título le ha sido sugerido evidentemente por un pasaje de Bacon, que hemos citado más arriba, p. 60. <<

[46] Bacon, desde luego, podía haber realizado una impresionante descripción de la nueva época si hubiese estudiado matemáticas y se hubiese tomado el trabajo de aceptar la evidencia que estaba revolucionando la astronomía. Glanvill tenía la ventaja de comprender la importancia de las matemáticas en el avance de la ciencia física. <<

[47] Sur l’utilité des mathématiques et de la physique (Oeuvres, III, p. 6, ed. 1729). <<

[48] Véanse los diálogos de Harvey con Erisistrato (un médico griego del siglo III a. C.); de Galileo con Apicio; de Moctezuma con Hernán Cortés. <<

[49] Preface des éléments de la géometrie de l’infini (Oeuvres, X, p. 40, ed. 1790). <<

[50] También aparece en la Pluralidad de los mundos. <<

[51] Roger Bacon, como vimos, intuyó este principio. <<

[52] Cf. Bouillien, Histoire de la philosophie cartesienne, I, pp. 42-43. <<

[53] Masson (Milton’s Poetical Works, vol. 2) observa que la vida de Milton (1608-1674) «coincide con el período de la lucha entre ambos sistemas». Los amigos de Milton, los esmectinianos, en respuesta a la Humble remonstrance del obispo Hall (1641), «habían citado la doctrina copernicana como muestra irrebatible de un absurdo supremo». Masson añade algunas notas sobre la influencia del sistema ptolemaico «en los pensamientos y las quimeras de la humanidad en todas partes y en todos los temas, hasta hace doscientos años». <<

[54] Eloge de M. Lémery. <<

[55] Eloge de M. Lémery. <<

[56] Pluralité des Mondes, sexta tarde. <<

[57] El único tema en que conviene citarlo aquí es en cuanto que el autor ponía en duda la necesidad del argumento de Fontenelle de que, al ser permanentes las fuerzas de la naturaleza, la habilidad humana es la misma en todos los tiempos. «¿No pueden concurrir muchas circunstancias en una producción y no aparecer en otra durante una o varias épocas?». Fontenelle habla de los árboles. Es concebible que varias condiciones y accidentes «puedan producir un roble, una higuera o un árbol común que merezcan ser recordados en la historia y que quizá no tengan rival en otros países o en otras épocas. ¿No puede haber sucedido lo mismo en la producción, tamaño y clase del genio y del ingenio en el mundo, o en algún lugar o en alguna edad y con muchas más circunstancias de las que han concurrido al crecimiento de un árbol o de un animal?». <<

[58] Ya lo había señalado Fontenelle en su Digresión. <<

[59] El mejor libro sobre su vida y sus obras es la monografía de J. Drouet: L’Abbé de Saint-Pierre: l’homme et l’oeuvre (1912), pero en algunos temas el trabajo de Goumy, más antiguo (1859), merece ser consultado. He usado una edición de sus obras en 12 volúmenes, publicada en Rotterdam durante su vida, de 1733 a 1737. <<

[60] Comparar con las Lettres sur les Anglais, de Voltaire, XII, en la que se proclama a Newton como el más excelso varón que haya existido. <<

[61] Le nouveau Cynée (París, 1623). Ha sido reimpreso recientemente con traducción inglesa de T. W. Balch, Filadelfia, 1909. <<

[62] Se describe en las Mémoires de Sully, libro XXX. <<

[63] 1756. <<

[64] Condorcet, Esquisse, p. 206 (ed. 1822). <<

[65] Séneca. Ep. 124. <<

[66] Quesnay y Turgot, quien, aunque no era un fisiócrata profeso, sostenía las opiniones del grupo. <<

[67] L’ordre naturel et essentiel des sociétés politiques, 1767. <<

[68] Las particularidades de la doctrina fisiócrata en relación con los valores relativos de la agricultura y el comercio, que Adam Smith criticaría, no son de nuestra incumbencia, ni nos es necesario repetir las críticas evidentes a una teoría que reduciría virtualmente la ciencia de la sociedad a la ciencia de la producción y la distribución. <<

[69] La edición ampliada se publicó en 1723. <<

[70] En el Disc. Pré. a la Enciclopedia. <<

[71] 1756. <<

[72] Naufrage des isles flotantes ou Basiliade du célèbre Pilpai (1753). Comienza con las siguientes palabras: «Je chante le règne aimable de la Vérité et de la Nature». La otra obra de Morelly, Code de la Nature, apareció en 1755. <<

[73] Hubo una importante edición en 1776, con un capítulo adicional. <<

[74] L. Béclard, Sébastien Mercier, sa vie, son oeuvre, son temps, 1903, p. VII. <<

[75] En la primera edición del libro el comercio era abolido. <<

[76] Les ruines des Empires, 1789. La traducción inglesa alcanzó una segunda edición (1795). <<

[77] Taine dijo del Contrat Social que reduce la ciencia política a la aplicación estricta de un axioma elemental que hace innecesario el estudio (La Révolution, vol. I, cap. IV, par. III). <<

[78] Rocquain, L’ esprit révolutionnaire avant la Révolution, p. 278. <<

[79] Es interesante observar que Robespierre, para quien las doctrinas de Rousseau eran oráculos, pudiese cantar admiradamente el progreso del hombre civilizado, como lo hizo en el pasaje inicial de su discurso del 7 de mayo de 1794, proponiendo un decreto para la adoración del Ser Supremo (véase texto en Stephen, Orators of the French Revolution, 391-392). <<

[80] Publicado en 1795. <<

[81] Comte, Cours de philosophie positive, IV, 258. <<

[82] Esperaba la mitigación de esta desigualdad mediante el desarrollo del seguro de vida, que empezaba a tener importancia por entonces. <<

[83] Como escribía sin libros, su Esbozo fue un magnifico tour de force. <<

[84] Picavet, Les Idéologues, p. 203. Cabanis nació en 1757 y murió en 1808. <<

[85] Ibid, p. 224. <<

[86] The principles of Modern Philosophy, 1740. <<

[87] Essay on the Populousness of Ancient Nations, ad init. <<

[88] La justificación de este argumento era la abolición de la esclavitud en Europa. <<

[89] Essay on the rise of Arts and Sciences. <<

[90] Cf. Essay on the Idea a Perfect Commonwealth, ad init. <<

[91] Indudablemente, se lo habían sugerido algunas ideas de Hume en The rise of Arts and Sciences. <<

[92] Decline and Fall of the Roman Empire, cap. XXXVIII, ad fin. <<

[93] Godwin había ayudado a publicar en 1791 el libro de Payne y había intimado con el grupo de revolucionarios que fueron perseguidos por el Gobierno. Puede encontrarse una buena descripción del episodio en Shelley, Godwin and their circle de Brailsford. <<

[94] Esta observación había sido hecha (como ha señalado Hazlitt) antes de Malthus por Robert Wallace (véase A dissertation on the numbers of Mankind, p. 13, 1753). Otro libro de Wallace había sugerido la dificultad a Godwin. <<

[95] Señalado por Hazlitt en su crítica de Malthus en Spirit of the Age. <<

[96] Las recientes conclusiones de Mr. Knibbs, estadístico en la Commonwealth de Australia, en vol. I de su Apéndice al Censo de la Commonwealth son interesantes a este respecto. Cito de un artículo del Times del 5 de agosto de 1918: «Un eminente geógrafo, el fallecido Mr. E. G. Ravenstein, predijo hace algunos años, cuando la población de la Tierra se estimaba en 1. 400 millones, que hacia mediados de este siglo la población alcanzaría un limite más allá del cual todo nuevo aumento sería desastroso. Mr. Knibbs no es tan pesimista y es mucho más preciso; aunque retrasa el final desastroso, no le cabe duda de que es inevitable. Los límites de la expansión humana, nos asegura, están mucho más cerca de lo que piensa la opinión pública; la dificultad de alimentar a todos pronto será más grave; el agotamiento de las fuentes de energía necesaria para todo aumento notable de población, avance en el nivel de vida o ambas cosas juntas, está peligrosamente cerca. La tasa actual de crecimiento de la población mundial no puede durar cuatro siglos más». <<

[97] Works, vol. I, p. 193 sqq. <<

[98] Tanto Hazlitt como Shelley pensaban que Malthus estaba jugando con sofismas «para arrullar a los opresores de la humanidad, en la seguridad de un triunfo sempiterno» (Revolt of Islam, Prefacio). Bentham se refiere en su Book of Fallacies (Work, II, p. 462) a lo impopular de las ideas de Priestley, Godwin y Condorcet: «Aspirar a la perfección ha sido considerado una estupidez o una maldad». <<

[99] Hazlitt, Spirit of the Age: article on Godwin (escrito en 1814). <<

[100] En cartas de 1797 y 1798 Coleridge repudiaba las doctrinas francesas y la filosofía de Godwin. Véase Cestre, La Révolution française et les poètes anglais (1789-1809), pp. 389, 414. <<

[101] Excursion, Libro II. <<

[102] Véanse sus Colloquies; Shelley, que escribe en 1811, dice que Southey «desea un estado en que todo sea perfecto y la materia esté sujeta al poder del espíritu» (Dowden, Life of Shelley, I, p. 212). <<

[103] Dowden, ibíd., II, p. 264. En todas partes, Dowden señala la especial falta de sensibilidad de la mente de Shelley «hacia el saber o el sentimiento de la historia» (I, p. 55). <<

[104] La palabra fue inventada en Francia y en Inglaterra de modo independiente. Un artículo del Poor Man’s Guardian (un periódico dirigido por H. Hetherington y luego por Bronterre O’Brien) el 24 de agosto de 1833 aparece firmado por «Un socialista»; y en 1934 socialisme es opuesto a individualismo por P. Leroux, en un artículo de la Revue Encyclopédique. La palabra es usada en el New Moral World y, desde 1836, se aplicó a los seguidores de Owen. Véase Dolléans, Robert Owen (1907), p. 305. <<

[105] 3. ª ed. en 1817. Los Ensayos habían aparecido por separado en 1813-1814. <<

[106] P. 19. <<

[107] No era un periódico, sino una serie de folletos que aparecieron entre 1836 y 1844. Otras obras de Owen fueron: Outline of the Rational System of Society (6.ª ed. Leeds, 1840), The Révolution in the mind and practice of the human race, or the coming change from Irrationality to Rationality (1849), The future of the human race, or a great, glorious and peaceful Revolution, near at hand, to be effected through the agency of departed spirits of good and superior men and women (1853), The new existence of man upon earth, París I-VIII, 1854-1855. <<

[108] Javary, De l’idée de Progrès, p. 69. <<

[109] Jouffroy, Mélanges, p. 81. <<

[110] 1784. <<

[111] La filosofía de la historia de Fichte se encuentra en Die Grundzüge des gegenwärtigen Zeitalters (1806), conferencias dadas en Berlín en 1804-5. <<

[112] Primera época: razón instintiva; edad de la inocencia. Segunda: razón autoritaria. Tercera: liberación; escepticismo y libertad no regulada. Cuarta: razón consciente como ciencia. Quinta: razón dominante como arte. <<

[113] Tres años después, Fichte mantenía en sus patrióticos Discursos a la nación alemana (1807) que en 1804 el hombre había traspasado el umbral de la cuarta época. Afirmaba que el progreso de la «cultura» y de la ciencia dependerá en adelante de Alemania de modo predominante. <<

[114] Las tres fases del espíritu son: a) Subjetivo; b) Objetivo; c) Absoluto. Por ejemplo, la psicología se incluye en a); el derecho y la historia en b), y la religión en c). <<

[115] Traducido al inglés en dos volúmenes en 1835. <<

[116] Op. cit., II, p. 194, sqq. <<

[117] Gespräche mit Goethe, 23 de octubre de 1828. <<

[118] Ya hemos hablado de él, p. 219 <<

[119] El término ideología tiene actualmente un matiz crítico; por ejemplo, al contrastar los métodos de Lamarck con los de Darwin. <<

[120] Picavet, op. cit., p. 69. Los miembros de la 2. ª Clase del Instituto de Ciencias Morales y Políticas eran tan predominantemente ideólogos que excitaron la desconfianza de Napoleón, quien la abolió en 1803, distribuyendo a sus miembros entre las demás clases. <<

[121] 1813. <<

[122] Podemos ver el efecto de su doctrina en las observaciones de Guizot (Histoire de la civilization en Europe, 2. ª lección), donde dice de la literatura moderna que «sous le point de vue du fond des sentiments et des idées elles sont plus fortes et plus riches (que la antigua). On voit que l’âme humaine a été remuée sur un plus grand nombre de point à une plus grande profondeur», y atribuye a este hecho su comparativa imperfección formal. <<

[123] «Réflexions sur la philosophie de l’histoire» en Mélanges philosophiques, 2. ª ed., 1838. <<

[124] Histoire de la civilization en Europe. <<

[125] Théorie des quatre mouvements et des destinées générales. Pueden encontrarse resúmenes de sus teorías en Charles Fourier, sa vie et sa théorie, de su discípulo Dr. Ch. Pellarin (2. ª ed., 1843) y en Flint, Historia de la Filosofía de la Historia en Francia, etc., pp. 408 sqq. <<

[126] Pueden encontrarse detalles en la Théorie de l’unité universelle, publicada en principio bajo el título de Association doméstique-agricole, en 1822. <<

[127] Están trazados en la valiosa monografía Saint-Simon et son oeuvre de G. Weill (1894). <<

[128] De la réorganisation de la société européenne, p. 111 (1814). <<

[129] Exposition de la doctrine saint-simonnienne, 2 vols., 1830-1. <<

[130] Dos bien dotados conversos a las ideas de Saint-Simon se separaron de la escuela como consecuencia de las aberraciones de Enfantin: Pierre Leroux, con quien volveremos a encontrarnos, y P. J. B. Bouchez, que publicó en 1833 una meditada Introduction à la science de l’histoire, en la que se define a la historia como «una ciencia cuyo fin es prever el futuro social de la especie humana en el orden de su actividad libre» (vol. I, p. 60, 2.ª ed., 1842). <<

[131] La terminó con el vol. 6 en 1842. <<

[132] Cours de philosophie positive, VI, 354. <<

[133] Op. cit., IV, 36-38. <<

[134] Murió en 1857. <<

[135] Ilustró esta proposición con una reconstrucción imaginaria de la historia europea desde el año 100 al 800 d. C., en su Uchronie 1876. Mantenía que no hay una ley definida del progreso: «La verdadera ley estriba en la posibilidad igual de progreso o regreso, tanto de las sociedades como de los individuos». <<

[136] Weill, Histoire du mouvement social, p. 21. <<

[137] En ediciones posteriores de su Lógica. <<

[138] El volumen I apareció en 1857 y el II en 1861. <<

[139] Esta era la opinión de Jouffroy, Comte y Mill; Buckle la popularizó. <<

[140] Kant ya había recurrido a la estadística con propósito similar; véase p. 246. <<

[141] Georges Sorel, Les Illusions du progrès, p. 247-8 (1908). <<

[142] De l’humanité, 1840 (dedicado a Béranger). <<

[143] L’Avenir de la science. Pensées de 1848, publicado en 1890. <<

[144] No contaba con las nuevas fuerzas, opuestas tanto al socialismo como a la democracia parlamentaria, representadas por Bakunin y hombres como Georges Sorel. <<

[145] P. 13. El libro fue publicado póstumamente por Murray en 1830, un año después de la muerte del autor. <<

[146] Véase Tennyson, Memoir by his son, vol. I, p. 195. <<

[147] 1859. <<

[148] Einburgh Review (octubre de 1851), p. 562, en un análisis del Catálogo Oficial de la Exposición. <<

[149] Martin, Life of the Prince Consort (3. ª ed.), III, p. 247. El discurso se pronunció en un banquete en la Mansion House, el 21 de marzo de 1850. <<

[150] Publicado en el Times, 30 de abril de 1851. La exposición se abrió el 1 de mayo. <<

[151] Edinburgh Review, loc. cit. <<

[152] B. Kidd, Social Evolution, p. 368. <<

[153] H. de Ferron, Théorie du progrés (1867), II, 439. <<

[154] Lotze, Microcosme, vol. II, p. 396. <<

[155] Social Statics, or the Conditions Essential to human Happiness specified, and the first of them developed es el título completo. <<

[156] Microcosmus, Libro VII, 5 ad fin. La primera edición alemana (3 volúmenes) apareció en 1856-64 y la tercera, de la que hay traducción inglesa, en 1876. Lotze era optimista en punto a la duración de la civilización moderna. «Nadie puede predecir el futuro, pero en tanto en cuanto un hombre puede juzgar, parece que en nuestros días hay mayores seguridades que en la antigüedad contra los excesos injustificables y contra las fuerzas externas que podrían poner en peligro la existencia continuada de la civilización». <<

[157] Huxley considera al progreso desde un punto de vista ético y no eudemonista. <<