NOTA DE LA PRIMERA EDICION DE
FERRAGUS, JEFE DE LOS DEVORADORES
Esta aventura en la que se apretujan numerosas fisonomías parisienses y en cuya narración las digresiones eran, en cierto modo, el tema principal para el autor, muestra la fría y poderosa figura del único personaje que, en la gran asociación de los Trece, sucumbió bajo la mano de la justicia, durante el duelo empeñado en secreto por estos hombres con la Sociedad.
Si el autor ha conseguido pintar París en algunas de sus caras, recorriéndolo a todo lo alto y todo lo ancho; yendo del suburbio de Saint-Germain al Marais; de la calle al tocador; del hotel a la buhardilla; de la prostituta al tipo de mujer que encontró su amor en el matrimonio, y del agitarse de la vida al reposo de la muerte, quizá tendrá valor para continuar esta empresa y acabarla ofreciendo otras dos historias, que revelan las aventuras de dos nuevos Treces.
La segunda tendrá por título: No toquéis el hacha y la tercera: La mujer de los ojos rojos[2].
Estos tres episodios de la Historia de los Trece son los únicos que el autor puede publicar. En cuanto a los demás dramas de esta historia, tan pródiga en ellos, pueden contarse entre las once y la medianoche, pero es imposible escribirlos.
Abril de 1833.