19. Los sospechosos de siempre — Lunes, 2 de septiembre del 2013.

 

El sonido del timbre del celular con el tema de Pearl Jam me despertó de un sueño que no pude acordarme.

Me levanté apresuradamente, era aún de noche, me llevé por delante sillas, ropa, mesa hasta llegar  al celular.

 

¿Qué pasó? — dije mientras me tomaba el tobillo que se me empezó a hinchar.

Hola hijo, nada quería saludarte porque hoy me levanté y no me anda la…

¿Qué hora es?

Son las seis y media, como te contaba no anda el lavarropas y pensé que…

¿Qué iba a poder arreglarte el lavarropas? — prendí la luz del living para no lastimarme más

Sí , claro, tengo un montón de ropa para lavar y..

¿Cuánto hace que no lavas?

Ayer

¿Entonces?

Bueno tengo los repasadores, el..

Si puedo, hoy paso, no te prometo nada — me compuse — Te adoro aunque seas una rompe bolas

¿Por qué me decís eso?

Porque no puedo mentirte mamá. ¿Cómo andas? ¿Qué hiciste el fin de semana?

El sábado fui a… — dejé el teléfono en la mesa y me fui a poner la pava eléctrica y preparar el mate, cuando tuve todo volví a sentarme y tomar el teléfono — vos que decís ¿Me podés responder?

Yo pienso que si, sin lugar a dudas.

Entonces preparo algo para el sábado, te venís con Cecilia y Micaela así las conocen mis amigas — ¡GLUP!.

¿A qué hora?

A las ocho de la noche.

Ok mamá me tengo que ir a trabajar, gracias por despertarme. Besos — necesitaba tratarla bien, era pesada pero la adoraba

 

Iba a ser un día muy largo, venía de un fin de semana mezclado entre trabajo y placer con Cecilia y Micaela.

A las ocho y media me fui a participar en la reunión con Marisa Quiroga y el equipo.

Ella empezó estableciendo la estrategia de la defensa y donde debíamos apoyarnos. En síntesis era demostrar que también lo pudo hacer otra persona además de Facundo y generar las dudas desde ese punto.

Nos contó al secretario y a mí, que el sábado pasado, a la noche, Facundo tuvo un ataque de ira en el instituto y que tuvo un intento de suicidio y fue rescatado por los guardias de seguridad

Las buenas noticias es que ya estaba bastante desintoxicado por lo que va a estar en mejores condiciones en el momento del juicio.

A la tarde las chicas iban a visitarlo para ver si podrían hablar con él y ver en qué estado estaba. Me imagino también que por una cuestión legal le tenían que explicar cuál era su condición y lo que iba a pasar durante el juicio.

Nos felicitó por el trabajo en equipo para la selección de jurados. En líneas generales, teníamos un conjunto de personas en el jurado, a nuestro entender, bastante favorable.

Me preguntó por mi nuevo investigador y le mentí, él era la persona indicada para poner en las rejas a Contironi.

A media mañana empezó nuestra gran pelea cuando empezamos a establecer el listado de testigos para el juicio.

Obviamente el problema fue Helberto Contironi  ella no justificaba el testimonio y no sólo se lo exigí o me retiraba del caso, sino que yo tenía que tener injerencia en la formulación de las preguntas.

Mi exigencia se extendía al Gerente de producto y al patovica de Pergamino.

La negociación fue ardua, como resultado pondríamos a Helberto y si justificase que los otros dos tenían méritos como para ser citados, ella solicitaría una extensión al juez. Sugerí que también esté la madre biológica de Facundo dentro de los testigos, aún no tenía muy en claro para qué, pero algo iba a surgir, lo íbamos a considerar.

Luego de la discusión los ánimos no eran los mismos, igualmente estableció que ella y yo íbamos a estar en la mesa de la defensa junto con Facundo en el juicio.  Esto no le cayó muy bien a la psicóloga.

Le presentarían un escrito al juez para que me autorice a realizar alguna de las preguntas a los testigos.

Al terminar la reunión llamé por teléfono a Alfredo y me fui a conversar con él.

Eran pasados el mediodía cuando me recibió en el despacho, el que antes ocupaba Martín Rebollo.

Después de estrechar las manos y los saludos formales nos sentamos en el living. Desde ahí se podía observar los depósitos y los jardines de la fábrica. 

Llamó a la secretaría y pidió que nos traigan el almuerzo y las bebidas.

 

Bueno hijo, ¿Cómo va la investigación?

Me encantaría decirle que estamos a punto de develar que fue lo que pasó, pero no es así. Sigo investigando varias líneas. Por ahora no tenemos mucho más que lo que compartí en la reunión de la semana pasada.

¿Y cuáles son esas líneas? — se reclinó en su respaldo, estaba más viejo que la última vez que lo vi. Quizás por el color apagado de su vestimenta, su corbata finita y sus hombros encorvados

Seré sincero — carraspeé — al no tener un móvil concreto tenemos que enfocar el juicio en llenar de dudas a un jurado que no conocemos y convencerlos de que otra u otras personas estuvieron en la casa antes de que fuese Facundo.

Eso lo entendí

OK — Pensé — ellos tienen las pruebas para inculpar a Facundo. Pero, yo se que hubo otra persona. En este momento creo que él no los mató, sino que estuvo después del asesinato. Eso le creó el shock. El tema es que no puedo determinar si él conoce o no al asesino. Si él sabe quién fue o no.

¿Puede llegar a conocerlo?

Sí, es una gran posibilidad — hice una pausa — inclusive él pudo dar un dato que pudo ayudar a que esto pase, por eso él se incrimina y no habla.

¿Qué tipo de dato?

Quiénes estaban, la hora, las costumbres y rutinas de seguridad de su padre, la clave de la alarma, cualquier cosa

¿Y porque haría eso?

No lo sé, pero es un chico con problemas de drogas y pudo no ser consciente del peligro que implicaba.

Bien, continuemos — alguien golpeó la puerta, entró Celina con una bandeja con el almuerzo y las bebidas gaseosas en unos vasos. Las acomodó en la mesa ratona y se fue

Por otro lado hay varias puntas que estoy desovillando para ver que encuentro. En esta empresa hay dos específicamente.

Si lo sé, Contironi.

Esa es una — comí un bocado de unos ravioles horribles — un negocio financiero con la otra empresa, que Martín se haya enojado con él y haya querido cortar.

Cada vez tengo más miedo que eso pueda ser verdad. — Se levantó como pudo y me acercó un sobre marrón — Esta son algunas cosas que pueden ayudarte a la investigación

Genial — dije muy contento— Hoy mismo seguiré investigando

Si ese hijo de p.. — se frenó antes de decir la palabra — quiero que lo metas en cana. Desde que fue tu paliza pienso que algo está escondiendo.

Por otro lado tenés un problema de drogas en Pergamino. — dejó de masticar lo que tenía en la boca — pero no hagas nada porque tengo gente que está investigando.

Ese puede haber sido el problema — hizo una pausa, tragó su bocado — si Martín encontró algo. Él era sano y no iba a perder todo por algo tan turbio

Otra de las cosas que no hay que descartar es alguien cercano con problemas de celos hacia tu hijo o nuera.

Todos los querían — puso cara de sorpresa

Lo sé Alfredo — tomé un trago de Coca — pero tu hijo tenía un amante, de tu nuera no encontré nada, tenía una ex mujer. Todo eso no lo podemos descartar.

Haz todo lo que esté a tu alcance hijo.

 

Seguimos comiendo, la charla se desvió para otro lado. Me llenó de anécdotas de Martín, proezas rugbísticas, su imposibilidad de haber tenido un hermano, los momentos de pesca en la infancia, como se conocieron con su mujer Anabela, la disconformidad y pelea que había tenido cuando conoció a su ex mujer Karina y todos los problemas familiares que eso había llevado.

Salí de ahí cerca de las tres de la tarde y me fu a casa. Rubén ya había llegado del viaje y armé una reunión con Nacho para analizar los tres juntos el sobre que me había entregado Alfredo.

Ya en casa con cervezas y gaseosas de por medio, nos sentamos para revisar el contenido del sobre.

 

Henos aquí — les dije a Rubén y Nacho — con esta información quizás podamos generar una nueva pista que nos resuelva el asesinato.

Veamos — Dijo el Negro algo ansioso, como yo — El primer juego de fotocopias era del último balance. Sin entender mucho me llamó la atención algo que estaba marcado en rojo. Era un ingreso por financiación. — Se lo pasé al negro que lo miraba junto con Nacho.

Tiene fecha octubre del 2012 — dijo Rubén  — Nacho podés fijarte cómo estaban las acciones en esta fecha

Sí me fijo —

Podría representar algo bastante importante — Dijo Rubén

Mirá esto — le dije al Negro — una cadena de mails, bajo el título Balance — Me acerqué al Negro y lo puse sobre la mesa para leerlos juntos — Empecemos de abajo. — mientras lo leía — Acá le pregunta a Contironi por qué iba a poner las ventas de la financiación completas si en realidad eran hechas por una empresa tercerizada

Epa — dijo el negro.

Él explicaba que iba a darle valor a la empresa. Bla, bla, bla

Se ve que Martín estaba en desacuerdo con esa medida por alguna razón.

Acá dice que las acciones venían en baja y que tendrían que hacer algo sí o sí.

Mirá esta parte, cualquier cosa, menos cosas ilegales le puso Martín

Chicos tengo algo para ustedes — dijo Nacho — me llamó la atención el precio de las acciones de BA FARMA en Noviembre, así que me puse a ver el histórico del año pasado.

Contanos que encontraste.

En Julio de 2012 las acciones estaban en los 2.78 hasta que un día el 17 de agosto del 2012 hay una compra importante que las sube a 2.92

¿Se puede saber quién realizó la compra?

De esta página no, pero dame hasta mañana y te lo  averiguo.

Luego cuando presentan balance de fin de año las acciones trepan a un valor histórico de 3.46

Es muy interesante eso.

A los quince días baja abruptamente a 3.02, o sea que si es el mismo comprador y vendedor ha hecho una ganancia de al menos 0.68 por cada acción.

¿Esto nos da un delito, y un móvil a la vez?. — pregunté entusiasmado.

Sí, pero vayamos con cuidado — dijo Rubén. — Mañana vemos la forma de saber quién fue el que hizo esa operación. — pensó luego — Y si dejamos que Nacho se encargue de eso, nos ponemos un traje y visitamos la empresa a ver qué onda.

Me gusta. Nacho, ¿vos podés hacerte cargo de averiguar quién compró y vendió esa gran cantidad de acciones?

Sí — dijo encogiéndose los hombros.

Tengo otras buenas noticias — dijo Rubén.

¿Cuáles?

Estoy muy metido en la organización de la venta de … — hizo una pausa, tomo un vaso de gaseosa — Metanfetaminas  en Pergamino.

¿En serio? — pregunté asombrado de los avances del negro.

Sí, comencé a ganarme la confianza de alguna gente como revendedor de la zona de Morón.

¿Tenés documentación que respalde esto?

No, aun no.  Pero gracias a mi simpatía y sobre todo a información que me pasó todo el tiempo Nacho, encontré una persona que por ahora no voy a decirte el nombre que tiene muchas ganas de vengarse del patovica de Pergamino y de otra persona más.

Me estás haciendo más feliz que Boudou con la absolución — dije

Lo sé. Falta poco y creo que lo tendremos.

¿Necesitás irte mañana para Pergamino?

No. — pensó — prefiero acompañarte a ver a la empresa juntos, si te parece.

Perfectirijillo — dije

 

Terminamos comiendo unas pizzas invitadas por mí para festejar el muy buen trabajo que veníamos haciendo.

Me fui a dormir sintiendo el gusto de la venganza en mi boca. Por fin la suerte estaba cambiando de mano.

Me puse a mirar mi película favorita ¨Los sospechosos de siempre” hasta que me abrazó el sueño.

 

Odio
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