17. Nueva Roma — Lunes 26 de agosto del
2013.
El despertador fue muy cruel conmigo. Sonó a las 6:45. Bostecé, me desperecé y me fui a preparar el mate. Todavía era de noche.
El fin de semana había sido bastante tranquilo. Me interné desde el sábado a la tarde hasta el domingo a la noche en el country con Cecilia y Micaela.
Si bien me llevé muchas cosas para trabajar, el cambio de aire me hizo bien para despejar mi cabeza y profundizar los conocimientos del juicio, las opciones y los vericuetos.
A las 8:00 de la mañana estaba en la puerta del Consejo de la Magistratura, en la calle Libertad al 700, cerca de la avenida Córdoba.
En cuanto vi a Marisa hablando con la prensa, me desvié hacia otra puerta. El edificio era antiguo pero muy atractivo con las puertas, los pisos y las arañas que combinaban en un estilo armonioso.
Me quedé de pie mirando para ver en qué momento ingresaba mi jefa.
Un desfile incesante de abogados que entraban y salían por la entrada.
Puse los auriculares en mis oídos para escuchar a Vorterix. Justamente el movilero de Sietecases estaba transmitiendo los dichos de Marisa.
… que es una locura armar un juicio en estas condiciones, no dudamos de la inocencia de Facundo y lo vamos a demostrar, pero corremos contrarreloj
— ¿Qué opina de los jurados populares?
— Nosotros no discutimos si son efectivos o no, pero hay problemas de tiempo y nosotros somos los más afectados ya que no contamos con los recursos que tiene el estado. El gobierno toma ésta decisión política sin pensar que hay una familia atrás y un inocente que puede ser afectado aún más.
— El fiscal dice que tiene las pruebas necesarias
— Puede tener pruebas de que estuvo Facundo en la escena del crimen, pero no que fue el asesino de su familia.
— ¿Qué le parece la forma de elegir los jurados?
— Como todo lo que hace el gobierno a través de la justicia, a las apuradas, sin medir consecuencias y sin seguir los estatutos vigentes. Buenos días necesito entrar a la Magistratura.
Así fue la palabra de la defensora del único implicado en el asesinato…
Me saqué los auriculares y vi entrar a mi jeja con cara de pocos amigos junto con su secretario. Estaba espléndidamente vestida, elegante y sexy con un traje negro y su pelo recogido.
Al verme me hizo una seña con la cabeza para que la siguiera a la velocidad que venía, generalmente no lo hago, pero la reunión iba a estar divertida.
Al llegar, un tipo de seguridad nos escoltó hasta la sala donde ya estaban casi todos tipos con trajes y corbata. Yo estaba con mi camisa de años y un jean
Era un salón muy grande, en el centro había una mesa ovalada muy grande con sillas negras de alto respaldo.
Delante de cada sillón había un micrófono con dos parlantitos. Dos paredes eran pintadas de blanco y la otra revestida de machihembre de lujo. Pensé que me iba a reunir con unos tipos muy grosos.
Me senté al lado de Marisa y del otro lado hizo lo mismo el secretario de ella.
Además de nosotros se encontraban, el Presidente y el Vicepresidente del Consejo de la Magistratura, el representante de diputados y senadores en el Consejo, en representación del Poder Ejecutivo y muchos garcas más.
Sobre una de las paredes estaba una pantalla blanca conectada a una notebook. Nos sirvieron café y agua mineral. La gente iba y venía. Yo aproveché para decirle al oído a Marisa que estaba hermosa. Se dió vuelta me miró con odio y después me regaló una sonrisa. La merecía
A los cinco minutos entró el juez de la causa, el Dr. Eduardo Armenta. Al parecer era un tipo de unos cincuenta años, yo pensaba que iba a ser mucho más longevo. Estaba vestido con un traje verde musgo que seguramente salía más que mi auto. Se sentó lejos de nosotros junto con dos secretarias que lo secundaban.
En frente de mí estaba el fiscal que había procesado a Facundo, el Dr. Jorge Demetrí, este sí era más joven que yo, y sobre todo mucho más prolijo, aunque no era mucho mérito.
Sentí que alguien tomaba el asiento a mi lado y me saludaba. El aroma de perfume berreta que inundó mi nariz lo traté de identificar, ya que lo había olido anteriormente.
Era el inefable Dr. Arturo Rojas, representante legal de la madre de Facundo, Karina. Lo salude respetuosa pero no muy amigablemente. Me dió la sensación que el tipo estaba en Disney, su sonrisa, su mejor traje caqui y su anillo reluciente, desentonaba con el resto del auditorio.
Bueno por fin alguien se puso al frente de esto. Habían pasado más de quince minutos desde que habíamos llegado.
Había cámaras que no sabía si eran de televisión o del juzgado. Tampoco me importaba
Una señora cuarentona empezó a leer primero a los presentes, una parte muy aburrida, pero me dió tiempo a observar a las secretarias del juez que estaban muy buenas. Cuando logramos contacto visual le regalé una sonrisa y un saludo con la cabeza
La señora hablaba de decretos, leyes y números que no entendía en absoluto.
Como chico inquieto pedí otro café, había que aprovechar lo gratis en la época K.
En un momento comenzó a hablar de las cosas que necesitaba saber.
La elección del jurado popular según el decreto 234/13 se va a realizar de la siguiente manera. El sistema de computación elegirá azarosamente un nombre entre el padrón de la capital federal.
Una vez seleccionado, se verificará si la persona sufragó en la última elección. De ser así, se le asignará un número que va del 1 al 24 correlativamente con la orden de salida, hasta completar esta cantidad.
Una vez seleccionados los 24 participantes se les enviará una carta documento para que se presenten el próximo viernes a las 8:00 horas en el Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 29 de la Capital Federal.
Con una tolerancia de 15 minutos se procederá a la entrevista con cada jurado, primero se realizará la evaluación del excusado, dirigido por el juez de la causa
El juez es el único que determina si sigue en el proceso o no, y de continuar; el fiscal procederá a hacer dos preguntas y al igual que la defensa.
Una vez respondidas, el fiscal y la defensa podrán usar tres exclusiones, dejando fuera del juzgado a los votados.
Si ninguna de las dos partes usa la exclusión el candidato quedará como juzgado del juicio.
Se hará por orden hasta completar el proceso de 12 jurados titulares y dos suplentes.
¿Alguna duda?
Bueno comencemos con el sorteo.
La primera persona, no había sufragado, así que pues quedó afuera. Luego salió, el primer habilitado, hombre, más grande que yo de aproximadamente 52 años, luego apostaría que una mujer de treinta y pico.
Cuando me pasaron el listado hice un cálculo rápido, 10 hombres y 14 mujeres. Edades de todo tipo. Esto me daba cuenta por los DNI.
Sabía que tenía un arduo trabajo de acá al viernes.
Me acerqué al oído de Marisa, le pedí el perfil de jurado que necesitábamos y me dio una carpeta que tenía mi nombre al frente
La revisé y estaba el perfil trabajado por Lorena, la psicóloga del estudio. El abogado de Karina puso la mano en el informe, me di vuelta y lo miré de una forma que sacó la mano enseguida.
Volví a guiñar el ojo a la secretaria del juzgado, mientras seguían hablando de tecnicismos que no me importaban.
Terminó la reunión y quedamos en encontrarnos con Marisa al otro día a la tarde cuando haya avanzado con el tema de los candidatos.
Me tomé el 132 y volví a la guarida. Ya estaban mis tres ayudantes, con la llegada reciente de mi compañero y amigo, el Negro Margo.
Preparamos el mate nos sentamos los tres, sin Nacho que estaba absorto con su computadora. El resumen del informe decía lo siguiente:
PERFIL POSITIVO
Los jurados más propensos a fallar a favor de Facundo, serán en los rangos de edades menores a 30 años y mayores a 55. Unos por identificación y los otros por compresión. Las mujeres tenían más compasión que los hombres, por el tema de la relación de con el padre.
PERFIL NEGATIVO
Los jurados con influencia negativa son aquellos hombres entre 30 y 50 años que tengan hijos. Mujeres con edades menores de 30 o mayores de 50 años. Estos pueden hacer una preferencia de su vida y sentirse víctimas. También las clases sociales bajas pueden tomarlo como un niño rico y caprichoso sin evaluar los motivos.
Habiendo leído esto empezamos a trabajar en cada uno de los candidatos para ir estableciendo cuales serían los que deberíamos aceptar y como los que probablemente tendríamos que eliminar.
Separamos la pared del living que teníamos reservada para esto en 24 partes. Nacho, el negro y yo nos dedicábamos a investigar por Internet, y Eduardo, ponía lo impreso, en cada lugar del telgopor.
Investigamos cada uno de los seleccionados en cuanto a edad, ocupación, estado civil, buscamos hobbies, composición familiar, lugar de origen, estudios, etc..
Este trabajo fue muy arduo y nos llevó más de seis horas.
Al terminar pudimos tener un panorama bastante acertado de cuál era la composición del jurado popular. Al otro día íbamos a hacer un informe de cada uno, para luego llevar a la reunión con Marisa.
Estaba orgulloso del trabajo que habíamos hecho. A las 6 de la tarde se fueron los chicos y me quedé con el negro.
Fui a la heladera, abrí una cerveza, una gaseosa y me senté frente al negro en el living; nos sacamos las zapatillas y pusimos los pies arriba de una silla.
—¡Uff ! — esto es vida, le dije
—Si — suspiró — hacía mucho que no trabajaba tanto, ¨ me hirve la cabeza ¨ como a Caballazca
—Hicimos un buen trabajo
—Sí — Se tomó toda la gaseosa de un solo trago
—No será una cerveza, pero…
—Todo bien.
—¿Cómo te fue en Pergamino?
—Después te hago un informe. Creo que están en el horno. — Se levantó y trajo una bolsa de papas fritas y se sirvió mas gaseosa
—¿Qué viste?
—El tipo que me marcaste como el gerente de la fábrica y el sub Gerente, Armando Casas, están en la joda mal. Casas es el que trafica en los boliches de la zona
—Sí, me lo imaginaba.
—El tipo tiene un caserón en el Club Golf del country Sirio Libanés, un auto, una moto y una 4x4 — se metió un puñado de papas fritas — hice algunos contactos.
—Qué bueno!. — pensé — creés que fue alguien de ese negocio los que mataron a los Rebollo.
—No, para nada — tomó un sorbo de gaseosa — pero tengo algo para pagarte el alojamiento.
—Soy todo oídos
—Hay alguien de BA FARMA que está en cosas turbias con el laboratorio fábrica de Pergamino. Obviamente este patovica es el testaferro y está distribuyendo ácidos por la zona norte de la provincia de Buenos Aires.
—¿Sabes si es Contironi? — Lo dije algo excitado y sentándome mejor en el sillón
—No podría afirmarlo ni negarlo.
—Por favor no abandones eso. Puede llegar a servir y quien te dice que no sea el móvil
—Sí, puede ser.
Pedimos pizza y nos quedamos en la cama matrimonial viendo el canal I&D de Discovery