5. Rencor — Miércoles 7 de agosto del 2013.

 

 

Después de la noche agitada, llegué tan solo una hora tarde a la reunión del buffete. Marisa me retó como de costumbre. Yo bajé la cabeza y dije ¨ Sí mamá¨.

Lo cierto es que esperaba encontrar al padre, pero estábamos reunidos en la sala solamente con ella, el secretario y Lorena Giugnat, la psicóloga.

 

Ahora que estamos todos — me miró mal, seguro estaba con el período... — voy a hacer un breve resumen de la información que hemos obtenido en la reunión con el juez, el fiscal y mi papá. Facundo queda procesado por homicidio agravado por el vínculo. No vamos a poder gestionar la excarcelación, por lo tanto desde ayer fue trasladado a la penitenciaría de menores peligrosos, el Instituto Almafuerte de la localidad de La Plata. El Juez está recibiendo muchas presiones del ambiente político por la notoriedad que tomó el caso en los medios públicos. Esto se suma a la militancia de Martín en  La Cámpora y en el kirchnerismo. El fiscal le solicitó al juez un examen psiquiátrico eso nos permitiría evaluar imputabilidad. Entre los peritos contaremos con la Licenciada Giugnat, como parte de la defensa. — Hizo una pausa, tomo agua, me pregunté porque yo estaba ahí y no durmiendo en mi cama — El fiscal tiene suficientes pruebas presentadas para que el juicio se realice, salvo que un milagro nos acompañe. La situación de Facundo es muy complicada. Gracias al trabajo de Gustavo y lo que presentó parcialmente el fiscal Demetri hay pruebas condenatorias basadas en las huellas encontradas de Facundo posteriores a la muerte de las víctimas y que lo ubica en la escena del crimen. Tienen el móvil, ya que aparecieron seguros de vida de la pareja Rebollo como únicos beneficiarios recíprocos son sus hijos. Sumado a la gran fortuna que vale la empresa y que en breve el imputado cumplirá la mayoría de edad y no necesita ningún fideicomiso para que lo administre, hasta que se determine la herencia. — Se levantó caminó hacia el ventanal de la plaza de Tribunales, usaba bombacha chiquita — Cómo si esto fuese poco, sigue en estado de shock, ahora agravado por un ataque de abstinencia de drogas. — apoyó las manos sobre el vidrio y sin darse vuelta — ¿Alguna pregunta?

Está un tipo mascando coca y llega otro y le pregunta ¿Qué estás haciendo? — Julián me miró sin entender porque decía semejante boludés — mascando coca, le contesta y el otro le repregunta ¿no te molesta la tapita?— Marisa pasado unos segundos empezó a largar una risa contagiosa que acompañaron los otros dos. Me alegré por haber distendido este momento tan patético — Disculpen por el chiste, pero siento cierto pesimismo y en realidad creo que hay algunas cosas que no me cierran, pero que necesitan un análisis mucho más profundo.

Me has hecho reír — dijo secándose las lágrimas. Se notó que hace tiempo que no lo hacía — ¿Lorena en qué estuviste trabajando?

Bueno, en primer lugar, por el tipo de sintomatología y lo  que he consultado a mi colega de la penitenciaria, el paciente — me molestan los médicos que no hablan de la gente por su nombre — es adicto a fármacos y cocaína, con lo que podemos suponer que este tratamiento tardará como mínimo  una semana para esperar algún tipo de desintoxicación, sin que deje los ataques de abstinencia

¿La clase de drogas lo sabes con seguridad o son suposiciones? — pregunté

En medicina evitamos las suposiciones — dijo media agreta, quizás me mal interpretó, voy a esperar para tirarla por la ventana — Han encontrado picaduras correspondientes a drogas inyectables,  pero igualmente los análisis de sangre marcaban restos de sustancias de cocaína y otras drogas como anfetaminas, efedrina, etc.

Gracias — dije para darle otra oportunidad.

No es nada — continuó — en cuanto a que no ha pronunciado ninguna palabra, debemos realizar análisis más profundos con el paciente para poder determinar si es consciente de la realidad o está fingiendo. Para trabajar en ello, mañana iremos directamente a la enfermería para hacer los primeros análisis conductuales.

Creo que esto nos puede beneficiar en este momento ya que sabemos que no ha dicho nada que lo incrimine con los polis. ¿no? — pregunté a mi jefa para que viese que además de chistes era un chico listo.

Sí por el momento esa fue una a favor, comentanos en que estuviste trabajando — me ordenó.

 

Conté cómo me había conectado con la poli para obtener la información y la posibilidad de visitar la escena del crimen. Comenté lo que había encontrado y algunas conclusiones parciales que alentaban a que no todo fuese tan negro.

 

El tema que voy a trabajar estos días — continué —sabiendo que ustedes estarán mañana directamente con Facundo, es la hipótesis de que él es inocente y quien o quienes podrían ser los autores de estos crímenes.

OK, vamos a organizarnos — dijo mi jefa — hoy voy a trabajar con Leandro en los procedimientos legales, mientras tanto, Lore preparará todo para mañana y vos Gusti buscá sospechosos

Es mi especialidad — dije — aprendí de mi ex jefe

Nos juntamos el sábado a la mañana  — dijo mientras juntaba varios papeles que tenía arriba de la mesa — ¿Les parece? — Todos dijimos que sí — Gus, hoy te pido un favor, — Mi inconsciente repetía, que sea sexo, que sea sexo — Está en Buenos Aires el papá de Martín para hacerse cargo de la empresa hasta que se aclaren un poco más las cosas. Es un señor muy mayor que está destruido moralmente pero que tiene una entereza ejemplar. Él nos apoya en todo para que  encontremos al responsable de lo que ha ocurrido. Me suplicó que en el día de hoy te acerques a la empresa. Quiere entrevistarse con vos.

No hay problema, pero voy a estar desocupado a partir de media mañana

Todo bien  — dijo mientras me alcanzó una  tarjeta de este señor — no dejes de llamarlo hoy mismo por favor, es quien nos paga.

Comprendido — dije levantando mis cejas

 

Salí del buffete con la sensación de que era el mediodía pero eran tan solo las nueve y media de la mañana. Quizás sea productivo levantarse tan temprano. Quizás en otra vida.

Tal como lo había prometido, tomé un taxi y fui al INCAP para hacer acto de presencia, y de paso, alejar un poco mi cabeza del caso.

Llamé a Cecilia para saber como andaba. Me sentí un poco culpable por lo que había pasado la noche anterior así que quedé en pasarlas a buscar a la noche y llevarlas a cenar a algún lugar divertido.

Luego de dar algunas vueltas por la Secretaría, llamé al padre de Martín Rebollo y quedamos en encontrarnos en la empresa a las 13 horas. Después telefoneé al hotel donde se hospedaba en Córdoba mi jefe del INCAP y le dejé recados informando que todo andaba de maravillas.

Fui a casa a buscar mi Puegeot 206 y me dirigí a la empresa de los Rebollo. La compañía quedaba a doscientos metros de la Panamericana en el acceso Pilar, en unas calles que, de noche sólo se podría transitarla con la custodia de la Brigada A como apoyo logístico. Al llegar a la garita me anuncié y me guiaron como debía llegar al estacionamiento de visitantes. El edificio era completamente espejado de dos plantas con caminos sinuosos que comunicaban a otros edificios. Supuse que serían depósitos, estaban atestados de camiones.

Al entrar por la puerta principal me dirigí a la mesa de entradas que formaba un medio círculo con el logo de la empresa en un plateado que, seguramente, limpiarían todos los días para llegar a ese lustrado.

Tomé el ascensor que me indicaron hasta llegar a segundo piso. Una señorita muy hermosa me interceptó y me comunicó que el señor Alfredo Rebollo, estaba unos minutos retrasado pero que lo llevara a la oficina de la Gerencia General para que lo aguardase allí.

La oficina tenía aproximadamente 6 metros de ancho por otros 10. Dos de las paredes eran vidriadas desde el piso al techo y se podía observar parte del predio con mucho verde.

Tenía una sala de estar con un juego de tres sillones relucientes que encerraban una mesa ratona de vidrio que se apoyaba en una escultura de una mujer acostada en el piso. Qué nivel!. No pude evitar pasear por ese living imaginando que hacía sólo una semana Martín había estado trabajando en ese mismo lugar teniendo una hermosa familia que lo aguardaba al regreso de sus tareas. Me angustié.

 

¿Quiere tomar algo? — me preguntó la que imaginé era la secretaria del gerente general.

Lo que quiero es que me tutees — le señalé — ser canoso, es una virtud de experiencia, no de madurez, ni de vejez, o si.

Disculpe, eh disculpá — dijo con una sonrisa — es la costumbre

No hay problema. Te acepto una cerveza o un café

No tengo cerveza

Café entonces — no me senté y recorrí el escritorio de Martín. Estaba todo demasiado ordenado. Me imaginé a mí en esa posición, caminando descalzo con esa mullida alfombra. Observé los portarretratos que estaban en el escritorio y en otros muebles. Muchas fotos de la familia, la gran mayoría sin Facundo. Eso me llamó la atención, como si no fuese parte de ella. Había solo una con el adolescente. Estaban abrazados por los hombros padre e hijo, en lo que se pude deducir que eran las Cataratas de Iguazú, aunque evidentemente Facundo no llegaba a tener más de 13 años. 

¿Te lo dejo acá? — Preguntó

Sí, pero — dije mientras lo apoyaba en la mesa ratona — no te vayas por favor, ¿podemos charlar unos minutos?

Sí, — dudó — Espero no tener inconveniente con el Sr. Alfredo

Seguro no lo tendrás. — Me acerqué, le entregué mi tarjeta personal — mi nombre es Gustavo Calvé,  y estoy a cargo de la investigación del asesinato de la familia Rebollo, no soy policía, soy detective y trabajo para la defensa de Facundo.

Es terrible lo que pasó — dijo casi llorando

¿Cómo te llamas? — pregunté mientras sacaba mi cuaderno de Vélez

Celina Distéfano, soy, perdón, era la secretaria personal de Martín Rebollo. — la observé detenidamente y era una verdadera belleza. Morocha de pelo lacio, más largo de los hombros, ojos negros, pestañas prominentes y tez algo morena que le daba un encanto angelical.

Bien, — hice una pausa — ¿Cuánto hace que trabajás en esta compañía?

Cinco años

¿Qué edad tenés?

29 años — pensé que tenía 25

¿Cómo era tu relación con Martín?

Excelente. Nunca tuve ningún problema con él. Ha sido una persona que me ha ayudado mucho — ¿se la habrá empernado?, pensé — y no sé cómo... — empezó a llorar sin parar.

Quedate tranquila — dije sin saber que hacer

Es que después de tanto tiempo... — otra vez empezó a llorar. Ver llorar una mujer enternece a cualquier hombre, aun cuando sabemos que es la mejor herramienta que tienen para manejarnos como desean.

¿Cuánto hace que trabajabas con él?

Hace más de tres años.

¿Crees que tenía algún enemigo?

Me gusta la gente que trabaja en todo momento — dijo una voz desde la puerta. Era Alfredo Rebollo, al oírla Celina se paró como si tuviese un resorte

Disculpe, solamente... — se disculpó

No se disculpe, es lo que necesito — dijo Alfredo mientras se acercaba lentamente hacia mí — este señor va a continuar haciéndote todas las preguntas que desee — ¿Podré preguntarle como hace cosas lindas con esa carita? pensé — y vos deberás contestarlas sin ningún reparo — ya estaba frente de mí

Gustavo Calvé — me presenté y le estreché la mano

Alfredo Rebollo — me dijo mientras se sentaba lentamente en el sillón después de haberme dado la suya — Puedes retirarte Celina, ocupate de que nadie nos interrumpa. A propósito. ¿usted almorzó? — me preguntó

No, pero...

Traeme el menú del bufete y un agua para mí ...

Otra para mí — sugerí mientras los dos veíamos irse a la secretaria cerrando la puerta tras de sí

¿Me imagino que se preguntará cuál es mi urgencia de citarlo en la fábrica?

Es una de las miles de preguntas para la que no tengo respuesta.

Bien, como sabrá, soy el padre de Martín, fui una persona que lo tuve todo. Desde mi niñez nunca dejé de tener lo que deseé. Hoy no tengo nada, nada ¿me entiende? — dijo con los ojos húmedos — El único motivo por el cual está usted hoy aquí es satisfacer mi último deseo antes de morir y reunirme con mis seres queridos. Hallar al culpable del asesinato de mi único hijo, mi nuera y mis nietos.

Le prometo que haré todo lo que esté a mi alcance.

Necesito más que eso, lo que no esté a su alcance, yo se lo acercaré siempre que esté acorde a este fin. ¿me comprende? — era un cheque demasiado grande, el pobre viejo estaba prácticamente calvo, encogido de hombros, pecas o manchas en toda su cara y usaba un par de anteojos de alta graduación

Lo comprendo y haré mía la venganza de sus nietos, caiga quien caiga — lo miré a los ojos — después de lo que he pasado hace tiempo atrás, no temo a nada, ni a nadie.

Me alegro — se acomodó en el sillón — no confío en la justicia argentina, en la policía, ni en nadie de aquí dentro.

Lo tomaré en cuenta — hice una pausa — Alfredo, necesito hacerle una pregunta que ronda en mi cabeza desde que comenzamos a hablar.

Dispare

¿Cuál es su posición con respecto a Facundo? — evité decir nieto

Facundo — se reclinó en el respaldo, dirigió su vista a la ventana — fue un chico que ha tenido problemas desde su nacimiento. problemas de conducta en el colegio, con los amigos, nunca hizo deporte y después cayó en la droga. Pero no tengo ninguna duda de que mi nieto es otra víctima del mismo asesino. — sacó un pañuelo del bolsillo del pantalón y se secó los ojos

Relájese, Alfredo

Nunca, hasta que encuentre a ese hijo de puta y lo mate con mis propias manos.

 

En ese momento tocaron la puerta y entró Celina con un carrito con la comida y bebida que sirvió en la mesa ratona. No pude evitar verle el corpiño, sigo siendo hombre, aún en estas circunstancias.

 

Alfredo — dije mientras comíamos — Primero, ¿Puedo tutearte?

Por supuesto hijo, el respeto pasa por otro lado

OK, ¿Desconfiás de alguien en particular?

De todos en general, este es un negocio terriblemente peligroso

¿Pero creés que puede ser alguien de la empresa?

Puede ser alguien de la empresa, Martín era una persona muy capaz, pero a la vez muy inquieto — ¿inquieto? — y es muy probable que como Gerente General haya cosechado enemigos, incluso dentro del staff de gerentes, o de la competencia en cualquier Laboratorio Nacional o extranjero. El abanico es bastante grande, por lo que tu investigación debe tener varias aristas y no descartar ninguna

Eso haré.

Para ello voy a darle las llaves de todo lo que necesite, que le ayude a salvar a  mi nieto y que encuentre al verdadero culpable

¿Cómo era tu relación con Facundo?

Distante, yo he vivido mis últimos cinco años en Miami, ya tengo ochenta y dos años, por lo que la brecha generacional es muy grande, así como le he señalado,  este chico ha sido siempre un motivo de preocupación . Su padre, ocupado en los negocios, ha relegado un lugar que ha sabido reemplazar con gente de malas influencias.  Una madre adicta y ausente tampoco ayudó, aún con los esfuerzos que hizo mi nuera para encauzar la vida de Facundo. En fin, siempre pensé que el que iba a abandonar rápido este mundo era este niño, y no el resto de la familia — Terrible, pensé.

 

Terminamos de almorzar, el abuelo me contó anécdotas de la familia Rebollo, sus días trabajando, su jubilación hacía cinco años dejando todo en manos de su único hijo.

 

Pero mi amigo Gustavo — dijo Alfredo en tono de confesión tomando el café después de almorzar — he vuelto a la Argentina a tomar las riendas de esta empresa hasta que se halle al culpable. Después veré lo que quiero hacer, Miami también me aburrió. Estoy solo allá y hoy siento que debo estar acá.

Me parece muy bien — dije — esto lo mantendrá ocupado y sin tiempo para pensar en las cosas dolientes

Así es — miró su reloj — Ya son las tres menos cuarto. A las tres en punto tengo una reunión en la sala con el staff de gerentes. Lo voy a dejar en compañía de Celina hasta que lo mande a llamar y así le presento a los gerentes y les comunico que deben darle todo el apoyo en sus investigaciones — se paró muy lentamente y sosteniéndose del respaldo — ¿Comprendió?

Si comprendí. — dije con el tono cuando me retaba mami — Le quiero hacer una consulta. ¿Cuándo puedo revisar las cosas de Martín, escritorio, computadora, etc.?

Sí quiere a partir de mañana

¿Puedo entrevistar a las personas que considere sobre cualquier asunto que pueda darme una pauta de algo que me permita encontrar el por qué los asesinaron? — fui algo directo

Hijo mío, no sé qué le ha dicho la señorita Marisa, pero, su investigación es mi prioridad, sea cual fuere el resultado, caiga quien caiga, incluyendo mi nieto. Quiero solamente la verdad.

Muchas gracias — dije

Por ahora está en deuda — me dijo y se dio media vuelta. Quedé solo.

 

Me paré y caminé hacia el escritorio. Miré por el ventanal, la empresa continuaba con las actividades como si nada pasase. El Yin y el Yang. Hoy arriba, mañana abajo del piso, con pasto sobre él.

Me agarró una modorra interesante al punto que me estiré como si estuviese en mi casa, Celina, que al parecer caminaba sobre el aire, me sorprendió cuando tenía mis brazos levantados y estaba estirándome todo el cuerpo.

 

Parece que la noche fue larga — dijo ella con una sonrisa.

¿Estabas ahí? — dije como chiste, observando que ella rió.

Te traje un regalo — se dio vuelta — pero primero cerrá la farmacia.

¡Eh! — dije mientras caía en cuenta que tenía la bragueta abierta. Un bochorno.

Me dijo el Sr. Alfredo que te lleve a recorrer toda la planta. — Dejó una latita de cerveza en la mesa ratona. — Me imagino que todavía tenés ganas de tomarla ¿o fue un chiste?

Siempre es buen momento para saborear una cerveza.

 

Recorrimos primero todo el complejo administrativo. Mucho lujo, tipos con cara de malandras disfrazados de traje y muchas señoritas muy bien agraciadas y otras tantas no tanto. Los sectores administrativos de estas empresas tienen mucha tecnología en sus oficinas. El detalle de la seguridad no pasó por alto cuando diseñaron este edificio

Después salimos a los jardines de la fábrica en dirección a los depósitos de mercadería que se almacenaban en dos grandes bloques, uno habilitado para los productos que compraban a otras droguerías y el otro para todos los productos que fabricaban en su planta de Pergamino.  Una de las cosas que más me llamó la atención fue el sistema de seguridad que controlaba todo. Hacia donde uno mirase se podía ver al personal de seguridad en cochecito eléctrico, caminando con perros, en bicicleta, etc.

Podían observarse varias cámaras de seguridad que cubrían todo el terreno. Si Martín era tan cuidadoso con la seguridad de su empresa, me pregunté por qué razón fue tan descuidado con su familia. Dudé que no haya puesto la alarma. ¿Cómo no se activó?

Cuando había pasado una hora desde que habíamos salido de paseo, sonó el celular de Celina. Me comunicó que el Sr. Rebollo me esperaba en la sala de conferencias.  Mi inconsciente se preguntó si sería Martín. Mi consciente no dejó salir semejante chiste negro de mal gusto, una lástima, hubiese sido muy divertido.

Celina había sido una agradable compañía, aun así no pude explayarme en algunos temas que me hubiese interesado, igual estaba seguro que no faltaría oportunidad.

Mientras nos dirigíamos, esta vez en un carrito de golf, sonó mi celular. Observé el número y me pregunté si ya no era suficiente con Cecilia y mi mamá que me rompieran las bolas con los llamados continuos que ahora debía soportar los de mi jefa. Evalué no contestar, tirar el aparato lejos de la senda, pero podría ser importante.

 

Hola, soy Marisa ¿Dónde estás?

En Cancún

¿Estás en la fábrica? — por lo visto ignoraba mis chistes.

¿Alguien puede escucharte lo que voy a decir?

No — dije mientras hacía señales a Celina que parara el carro, me baje y caminé unos metros para separarme.

Bien, tengo una novedad que me ha motivado.

¿Estás embarazada? — pregunté contento ya que no podía ser mío

Acaban de llamarme de la fiscalía, parece que alguien llamo al juez y anónimamente ha manifestado que Facundo no mató a su familia.

Me estás diciendo que alguien llamó y no dijo su nombre, no tenemos el teléfono, ¿ni nada?

Si pero algo es algo, para mí es el primer indicio que Facundo no lo hizo. — me pregunté qué tipo de abogado defendería a un asesino de su propia familia sin creerle. Me respondí que probablemente todos

No quiero pincharte el globo pero no veo el significado, ni el significante.

Puede ser que tengas razón — noté que bajaba su entusiasmo —  pero aclaró esta persona, que las respuestas se encuentran en BA Farma.

Eso puede tener otro color — No me fío de lo que no puedo demostrar — Vuelvo a reiterarte no creo que sirva de nada. Bonita tengo que dejarte porque estoy entrando a una reunión muy importante. A la noche te llamo. ¿Cenamos en la camita hoy a la noche?

Estúpido — corto. No tenía mucho humor.

 

A los diez minutos estaba parado frente a una doble puerta muy elegante, posiblemente de roble, con un cartel que anunciaba la sala de reuniones. Me observé y supuse que iba a desentonar con trajes de lujo, ya que mis jeans estaban gastados, mis únicos zapatos náuticos sucios, semi destruidos y mi saco hacía lo posible para combinar con mi sweater, y al parecer se habían peleado de por vida.

Se abrió la puerta, tuve delante de mí una gran mesa de laca negra y doce sillas que combinaban con un todo, pared, alfombra, cuadro y mucho más. En la cabecera estaba el abuelo Rebollo junto con otras seis personas más, que no sacaban los ojos de mí. Me sentí como cuando entré a exponer mi tesis.

 

Buenas tardes — dije controlando un eructo que afloró de mi estómago, maldita cerveza.

Sentate en esa silla hijo — dijo Alfredo desde la cabecera opuesta  — ¿Querés un café? — asentí con la cabeza — Celina, por favor, le servís uno al Sr. Calvé antes de retirarte — ella lo hizo mientras yo observaba todo la escena. Que vida se pasan estos tipos siempre rodeados de lujos. Cuando estoy en una situación de este tipo para relajarme y sentirme en el mismo escalón, los imagino sentados en el inodoro haciendo lo segundo. Es el lugar y situación donde no existen diferencias raciales, de sexo, ni de ningún tipo

Pregunta: ¿Cuántos programadores de Microsoft son necesarios para cambiar una bombilla? — todos me miraron, me sentí un imbécil. —  Ninguno. Bill Gates ha declarado la oscuridad como estándar — Uno solo se sonrió, supuse que era el Gerente de Sistemas.

Gracias por el chiste — dijo el Sr. Alfredo, noté que no le había gustado, todos seguían en silencio y pocos lo entendieron — Bueno el Sr. Calvé es el titular de una prestigiosa — ¿prestigiosa? — agencia de investigaciones que fue contratada por nuestro Buffete Quiroga & Frías, que como hemos hablado recién, continúan teniendo la representación legal de nuestra compañía. En estos momentos llevan adelante la defensa de mi nieto Facundo y la investigación de lo ocurrido esa trágica noche. — hizo una pausa, noté que el viejo tenía un nudo en la garganta.

Estoy para lo que necesiten — use el silencio para que se acomode emocionalmente.

Como lo discutimos recientemente, el Sr. Calvé tiene mi autorización para investigar libremente a cualquier persona o situación de nuestra compañía, siempre que no esté involucrado a la vida privada de las personas. — otra pausa, silencio — Bien le voy a presentar a nuestro staff — me sorprendió el respeto que le tenía al viejo, más allá de la trágica situación — a mi derecha, el vicepresidente de la compañía, Gerente de Finanzas, Helberto Contironi

Hi — me saludó asintiendo con la cabeza

Helberto es quien nos guía en el mundo económico financiero para que los logros de ventas no terminen comidos por la inflación, el fisco, la bolsa, el mercado, el dólar, el euro, etc. Además es el creador de la Tarjeta de BA Farma y los préstamos personales. — Mientras hablaba Alfredo el tipo no me miraba a los ojos, cuestión que no me gusta y que define a una persona, en realidad tenía la mirada perdida en sus papeles.

Pregunta: ¿Cuántos economistas keynesianos son necesarios para cambiar una bombilla? — caras de desubicación — Todos porque generará empleo, más consumo, desplazará la demanda agregada a la derecha... — hice ese chiste para que sepa que no me caían bien los economistas, él me devolvió la mirada. Los dos supimos que no nos íbamos a llevar bien.

A su lado se encuentra el Gerente de Marketing, el Licenciado Pablo Holman Brown, tiene un Máster en el extranjero, y maneja perfectamente cuatro idiomas. — La primera opinión era la de un auténtico pelotudo, o sea no desentonaba de sus colegas, incluyéndome. El tipo estaba bronceado como si fuese enero, supuse que había vuelto de esquiar.

Colega — dije mientras asentí con la cabeza, Pablo me miró incrédulo, ¿pensará que hay que ser extremadamente estúpido para recibirse de Licenciado en Marketing? Mi mente recordó mi ex jefe Colina. Que en paz descanse.

Antonio Domma — el que estaba más cerca de mí  a la derecha — es el Gerente de Producto y el encargado de la planta producción que tenemos en Pergamino. — siguió — a tu izquierda está Aquiles Luna, el Gerente de Sistemas — el que se rió de Gates y no debiera —  más a la izquierda está la contadora Lucia Barrela, Gerente Administrativa  y por último Karina Fransetti, Gerente de Recursos Humanos.

Hola — Salude a esta última que era más linda.

Bueno Gustavo ésta es nuestra familia de BA FARMA. — Se levantó — El señor Calvé a partir de mañana va a entrevistarse con todos ustedes, descarto  que cooperarán con la investigación, ya que para nosotros es fundamental para poder salir adelante y esclarecer este asesinato. Buenas tardes — me invitó a salir de la sala

Buenas tardes — Saludé

 

Cuando estábamos fuera me sugirió que deje hasta mañana mis actividades investigativas, ya que había sido muy duro en la orden para que sean completamente cooperativos con la investigación.

Nos saludamos y usé el viaje de vuelta para evaluar lo que había sucedido en todo el día. Paré un una estación de servicio e hice unas anotaciones para no olvidarme.

Estaba cansado, pero como lo había prometido, me di un baño caliente, pasé a buscar a Mica y a mí.... y nos fuimos a comer a un restaurante en el acceso Norte y terminamos jugando varios partidos de Bowling

 

 

 

Odio
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