APESAR de la caída de las guerrillas y de su infraestructura de apoyo, el PCE sigue manteniendo una cohesión política, y ya desde la Guerra Civil ofrece una opción de lucha clandestina y al menos representa un enfrentamiento que, a falta de otras alternativas, (a pesar de un impresionante subjetivismo en la dirección y la falta de democracia interna) encarna durante años la posibilidad de seguir luchando. El papel de dicha oposición fue preservar los valores y principios de la democracia y libertad, pero su acción apenas afectó a la dinámica cotidiana del régimen. Las consignas de «huelga general política» y de «huelga nacional», resultaron casi impracticables.
Como hemos visto anteriormente, a comienzos de la década de los años 50 se inicia un nuevo período de lucha con las grandes movilizaciones de la clase obrera en Asturias, País Vasco, Cataluña y en el que la mujer no va a permanecer ajena a estos acontecimientos.
Al mismo tiempo se produce la incorporación de la mujer a la vida activa del país, tiene lugar su toma de conciencia y su participación cada vez mayor en las reivindicaciones de la clase obrera: luchas por un mejor salario; contra el paro; protesta contra la carestía de la vida y ayuda a los presos políticos; circunstancia esta última que hasta finales de los años 70 será una constante en la trayectoria de su lucha.
Hasta el estallido de las huelgas mineras de Asturias que adquirieron su mayor virulencia a partir de 1960, la lucha clandestina de las mujeres estará proyectada hacia varios objetivos concretos: apoyo a las luchas obreras; participación en las campañas proamnistía y en la defensa de la Campaña Mundial por la Paz. Las protestas contra la existencia en España de las bases americanas son continuas. En los documentos que he encontrado, a lo largo de esta investigación, referentes a este período, se insiste una y otra vez en el peligro de que estalle una Guerra Nuclear. Es curioso e interesante a la vez la lectura de algunos de estos textos, donde las llamadas al papel «mujer-madre» son reiterativas y de algún modo este lenguaje, muy de acuerdo con el de las mujeres comunistas del momento, cargará de un contenido emotivo e ideológico a la lucha política que se lleva a cabo. Como cada vez se abren nuevos frentes de lucha, y aunque las mujeres comprometidas representan un número minoritario, no les implicaría una situación de desánimo. Afectará, eso sí, como elemento transformador de su propia situación personal quedando esta siempre en un segundo plano. En los testimonios orales esta sensación se ve muy bien reflejada: «No teníamos tiempo nada más que para volcarnos en los nuestros, en las cárceles, en la recogida de firmas…».
El papel de la «Unión de Mujeres Antifascistas Españolas» (UMAE) sigue siendo importante en este período con su labor constante de orientación y movilización entre las mujeres.
En 1953, se producen dos acontecimientos importantes en el transcurso de la lucha de mujeres. Por un lado, el resurgir de la «Asociación Española de Mujeres Universitarias» (creada en 1920) y que realizó una tarea fundamental en apoyo de la incorporación de la mujer al mundo de la Universidad y de la vida profesional. Y por otro lado, coincide este año con la muerte de Stalin, que produce un gran impacto en la trayectoria ideológica del PCE y de sus militantes. A raíz de este acontecimiento, la UMAE, publica un documento cuya lectura creo necesaria para que desde la perspectiva de hoy y, después de los recientes acontecimientos sobre la crisis del socialismo real, analicemos con serenidad toda la carga ideológica, no exenta de lo puramente emocional, en que iba impregnada la lucha de las mujeres comunistas españolas cuyas señas de identidad casi habían desaparecido ante la gravedad de los acontecimientos que se estaban viviendo en España: «… porque han hecho del partido un fin de si mismo. Han olvidado que el partido no es más que un medio. Un medio para la lucha, un medio necesario, pero únicamente eso, una herramienta de trabajo.»[26]..
El documento que he citado anteriormente es un mensaje que la UMAE envía a las mujeres soviéticas, y que fue emitido por Radio España Independiente (REI). Solo transcribo algunos párrafos: «La UMAE, en nombre de todas la mujeres y madres de nuestro pueblo martirizado y oprimido desde hace más de trece años por el terror más brutal y la explotación más inhumana, os queremos expresar, mujeres soviéticas, nuestro profundo dolor ante la trágica noticia de la muerte de nuestro querido Stalin. Stalin ha muerto. Esta es la expresión que con dolor corría de boca en boca entre la inmensa mayoría de los españoles y en particular de nuestras mujeres. Stalin ha muerto; el mayor y mejor defensor de nuestros derechos, el maestro y guía de todos los trabajadores que luchan en defensa de sus intereses de sus libertades. Stalin no solo ha defendido a las mujeres, sino que, después de Lenin no ha habido nadie que, como él, tuviera tanta confianza en las mujeres y en el valor que ellas representan en la sociedad… Sus obras nos han servido extraordinariamente a todos los trabajadores españoles, hombres y mujeres, aprendiendo con ellas cada día más en la lucha diaria contra la explotación capitalista, por la Paz y la democracia.
Por esto, el nombre de Stalin se ha hecho carne entre los hombres y mujeres del pueblo español. Las mujeres españolas nunca podremos olvidar lo que ha significado para nosotras la ayuda del pueblo soviético, el gran interés que Stalin ha tenido siempre por los problemas de España, martirizada y oprimida por el fascismo. Las mujeres españolas tampoco olvidaremos que fue Stalin con su genial inteligencia quien supo orientar y dirigir al pueblo soviético para hacer frente y combatir la agresión fascista de los nazis, que no solo salvó el régimen y el Estado Socialista sino que salvó toda la humanidad del fascismo. Stalin ha muerto pero vivirá eternamente en el corazón y en el pensamiento de todas las mujeres españolas. Gloria eterna al gran Stalin!…». Como se aprecia claramente, el texto no tiene desperdicio desde cualquier punto de vista que queramos analizarlo. Lleva todo el contenido ideológico propio de aquel momento de apogeo del estalinismo en el comunismo internacional, y por supuesto en el PCE. Frases como:«… el mayor y mejor defensor de nuestros derechos…»; «… el mejor defensor de los derechos de las mujeres…»; «… ha muerto pero vivirá eternamente en el corazón…» Y el final con la expresión «… Gloría eterna al gran Stalin…», no tenían otra finalidad que el de influir profundamente en toda la gama de sentimientos de las mujeres.
En el aniversario de la Jornada Internacional del 8 de Marzo de 1954 hay intentos de movilizar al mayor número de mujeres posibles, impregnando a esta jornada de un carácter más reivindicativo hacia los derechos de la mujer-trabajadora. Durante este año un gran número de obreras, campesinas, amas de casa, estudiantes etc., tomarán parte de una forma activa en todas las acciones reivindicativas y de protesta. La UMAE y la Unió de Donas de Catalunya hacen público un vibrante manifiesto con motivo de la Jornada Internacional de la Mujer, en el que se recogen las siguientes reivindicaciones: «Llamamos a todas las mujeres, a todas sin excepción, católicas o no creyentes, mujeres que tenéis una ideología política o las que no tenéis ninguna, sindicalistas, amas de casa, unámonos todas para luchar contra tanta ignominia tanta explotación… por la defensa del pan, de la vida de nuestros hijos, y para exigir la libertad de todos los presos políticos en fábricas, talleres, en el campo, debemos luchar para obtener, por un trabajo igual, salario igual[27]».
El 16 de Septiembre se vuelve a difundir un llamamiento de UMAE y Unió de Donas de Catalunya, contra las bases americanas: «Al cumplir un año de la firma del pacto yanqui-franquista la UMAE y UDC, os llaman a desarrollar por todos los medios y todas las formas, la oposición y la lucha contra el invasor extranjero… Sobre nosotras, madres de familia y amas de casa, repercute en primer lugar el continuo aumento del precio de comestibles, luz, agua. ¡Mujeres obreras!, luchando por la expulsión de los yanquis de España, luchamos también contra el paro, por los salarios decentes que permitan a las familias trabajadoras adquirir los productos de primera necesidad que tanto necesitan ¡Mujeres de clase media!, en defensa de nuestros propios intereses, participar activamente en el gran movimiento nacional contra el invasor americano. ¡Mujeres campesinas!, el franquismo y sus amos yanquis son responsables de vuestra vida de dolor y explotación. Defended vuestra tierra, vuestros hogares…»
A comienzos de 1955, se inicia una campaña de recogida de firmas apoyando el llamamiento de Viena contra la Guerra Atómica. Esta campaña la inician y la protagonizan en España las mujeres. En el mes de Marzo la revista «Mujeres Españolas» publica un gran número de cartas de mujeres que se adhieren a esta campaña: «… el pacto ha traído como consecuencia el aumento del paro;… nos vemos imposibilitadas ante la tiranía y la situación horrible que padecemos;…debemos defender la vida de nuestros hijos de una muerte atómica…»
Con motivo de la celebración de la Jornada Internacional de la Mujer, UMAE y UDC, difunden un comunicado en el que se hace hincapié especialmente en intensificar las acciones y protestas contra el pacto de EE. UU.: «… En nuestra propia carne, cada día más brutalmente, sentimos las madres y mujeres, las consecuencias fatales de este pacto. La explotación y miseria ya no tiene límite. Los precios de los productos de primera necesidad aumentan de forma escandalosa. ¡Luchemos unidas contra la carestía de la vida y para que los millones de pesetas que actualmente se destinan a los preparativos de guerra, sean dedicados a la construcción de viviendas sanas, de escuelas, de obras de paz!.¡Luchemos unidas por un salario mínimo vital y porque se aplique el justo principio de a trabajo igual, salario igual! Desarrollemos una gran campaña de firmas contra la Guerra Atómica! ¡Recojamos miles y miles de firmas para que estas armas destructivas no sean utilizadas!».
Durante los años 1956 y 1957, la lucha reivindicativa de las mujeres trabajadoras cada vez es más activa. La lucha que se mantiene es tenaz. Según estadísticas oficiales el número de mujeres incorporadas al mundo laboral en las fábricas en estas fechas, corresponde aproximadamente a un millón y medio, y en el campo llegará a un número cercano al medio millón.
Los primeros meses de 1957 en Barcelona y Madrid se declara un boicot a los transportes. En casi todas las barriadas madrileñas de la periferia se reúnen grupos de mujeres para abuchear a los escasos viajeros. Fueron duramente disueltas por la policía, practicando entre ellas algunas detenciones[28].
De nuevo con motivo del 8 de Marzo se difunde un manifiesto firmado por UMAE y UDC, que resumimos, refiriéndose a las anteriores manifestaciones de Madrid y Barcelona: «… En estas acciones de todo el pueblo, las mujeres han participado con entusiasmo y abnegación. En fábricas, talleres y oficinas, han reproducido y distribuido cantidad de octavillas. Cuando llegó el momento de la acción, las mujeres han recorrido kilómetros a pie bajo la lluvia y llevando muchas veces sus hijos en brazos… Saludamos a todas las mujeres que de condición social y de opiniones diversas se han sumado con entusiasmo a las acciones pacíficas que hacen tambalearse a la dictadura. La situación es insostenible para las trabajadoras de la ciudad y del campo; es insostenible para las amas de casa y media burguesía; para las maestras, intelectuales, artistas, sobre quienes pesa la falta de libertad, que tanto dificulta su labor creadora y la inadmisible situación de inferioridad en que la doctrina oficial coloca a la mujer.
Un paso imprescindible es en el camino de la convivencia y la reconciliación entre los españoles es la libertad para todos los presos políticos y sociales y el libre retorno de los exiliados a la patria. Esta es una aspiración que por su contenido humano ha de impulsar la iniciativa más variada y múltiple de las mujeres… ¡Mujeres! ¡Madres! Que se ponga fin a la injusta discriminación de que son víctimas las mujeres. Que regrese al hogar el hijo, el esposo, el hermano preso o exiliado…»
A mediados del mes de Marzo los mineros asturianos realizan una serie de acciones reivindicativas. Aquí también estuvieron presentes las mujeres. A lo largo de toda la cuenca minera del Nalón, desde Laviana a Carballín, durante la noche del 25 al 26 no durmió nadie. Grupos de mujeres se organizaron ante la necesidad de apoyar con energía la huelga. Decidieron organizar una concentración con sus hijos en las puertas de las minas mientras que duró el encierro de los mineros en el pozo María Luisa, las inmediaciones fueron escenario de frecuentes choques. El mismo día 26, un grupo de mujeres e hijos de los mineros, se congregaron en tal número que pudieron interrumpir durante varias horas el tráfico rodado entre Sama y Langreo. Al mismo tiempo se inicia un movimiento de solidaridad con ellos en las minas El Fondón, Carbones Asturianos, Carbones la Nueva, La Modesta y otras[29].
En el mes de Marzo de 1958, el PCE inicia la campaña para preparar una «Jornada de Reconciliación Nacional», basada sobre todo en los siguientes puntos: contra la carestía de la vida, a favor de la reconciliación, la convivencia y las libertades democráticas y ciudadanas. La participación de las mujeres en esta campaña es fundamental sobre todo en algunas grandes capitales, como Barcelona y Madrid. Se distribuye un gran número de folletos y octavillas explicando a las mujeres el sentido de esta Jornada: «Las mujeres tenemos sobrados motivos para protestar unánimemente de la carestía de la vida, y el ejemplo de las mujeres asturianas en las últimas huelgas, demuestra cuán necesaria e importante es la participación de las mujeres en las acciones reivindicativas. ¿Cómo podemos participar las mujeres en la Jornada? De muy diferente manera. Las obreras y empleadas siguiendo la actitud de sus compañeros en los distintos lugares de trabajo y animando sus acciones. Las amas de casa acudiendo a comprar al mercado y a las tiendas, uno o dos días antes del señalado para la Jornada a fin de hacerlo ese día invitando a los comerciantes a que se unan a la protesta cerrando todo el día o parte del mismo, las puertas de su establecimiento».
Por fin, el 5 de Mayo tendría lugar la llamada Jornada de Reconciliación Nacional. En Madrid, Barcelona, Murcia y Sevilla, grupos de mujeres formaron piquetes para evitar que nadie subiera a los transportes públicos[30]. En líneas generales, la convocatoria de esta jornada fracasó, pero desde el punto de vista de la participación de la mujer, de nuevo se pone de manifiesto su protagonismo en todo lo que suponía favorecer a las demandas cotidianas y sociales.
El año 1959 se inicia con el intento de conseguir una movilización general en apoyo de la amnistía para presos y presas políticos. En los meses anteriores a la celebración de la Jornada del 8 de Marzo, son continuos los llamamientos, cartas y octavillas que circularán por la mayor parte de las ciudades, pidiendo la amnistía y denunciando públicamente la existencia de presos y presas políticos. Son veinte años en los que todavía continúa en las cárceles un gran número de mujeres. Es ejemplar la lucha aislada que dentro de la cárcel las mujeres realizan diariamente para enfrentarse al vivir cotidiano en un ambiente sórdido y agresivo. No hay que olvidar que es diario el enfrentamiento contra las normas internas de la cárcel que las humilla continuamente, como la lucha directa para conseguir mejoras de trato, asistencia médica y de comida. Al mismo tiempo, se les obligaba en el interior de las cárceles a vivir entre presas comunes, en el intento de justificar el gobierno la tan «cacareada» frase de que no hay presos políticos en el país. Son mujeres que han visto pasar los años de su juventud entre rejas, que han visto crecer a sus hijos lejos de ellas y envejecer a sus padres.
En vísperas del 8 de marzo se reparte una octavilla en Madrid, en la que se hace un llamamiento a la acción ciudadana para conseguir la libertad de los presos y presas políticos y el retorno de los exiliados. Es de los primeros documentos en el que aparece el intento para llegar a concienciar en la lucha por las libertades, a las mujeres católicas. No debemos olvidar que a partir de los años 50 (la JOC se crea en España en 1947) el movimiento católico comprometido tiene un papel fundamental en la colaboración con la lucha obrera, especialmente, en Asturias. La incorporación de mujeres católicas militantes al movimiento obrero es esencial, desde el punto de vista del compromiso social, para mejorar no solo la situación laboral de los trabajadores en general sino también en su concienciación como mujeres. Destacamos de dicho escrito lo siguiente: «… En este 8 de marzo saludamos la actividad entusiasta de muchas mujeres de España en la recogida de firmas por la amnistía. Nos dirigimos a las mujeres católicas, cuya acción en favor de la amnistía puede dar un paso decisivo, a las mujeres monárquicas, republicanas, socialistas, comunistas o sin ideología alguna. Por encima de nuestras diferencias ideológicas laten nuestros corazones de mujer y madre…»[31]. Coincidiendo con esta fecha, los presos políticos envían una carta a la Federación Mundial de Mujeres Democráticas: «… Desde 1939 las mujeres democráticas de nuestro país han sido protagonistas de una tragedia sin precedentes; rodaron con las entrañas llenas de plomo en los tapiales de los cementerios, o perecieron lentamente ultrajadas, y consumidas por el hambre y el martirio en las cárceles y calabozos de la Dirección General de Seguridad. Las que lograron arrancar su vida a la muerte o al suicidio, pasaron largos años en los presidios y hoy viven como ciudadanas sin derechos en sus hogares tristes o enlutadas. Durante veinte años han vivido pegadas a las puertas de las cárceles. Se han quitado el pan de la boca para alimentarnos. Nos han ofrecido su juventud. Solo nosotros podemos medir el dolor que supone verlas agarradas a las rejas como tristes ramas secas, comiéndose el llanto para no atormentarnos. Es muy triste ver a nuestras madres buscándonos a tientas en los locutorios, sin distinguirnos apenas con sus ojos apagados. Ver a nuestras esposas estrujadas en el sacrificio y el trabajo, o mirar como blanquean los cabellos de las novias que dejamos en la flor de su juventud. A ellas, a su dolor inmenso, a sus vidas sacrificadas, a su fidelidad, nosotros, los presos políticos, dedicamos nuestro corazón y nuestro orgullo en este Día Internacional de la Mujer. Desde hace veinte años, nuestras mujeres recorren los pueblos y las ciudades, las fábricas y las iglesias, recogiendo firmas exigiendo nuestra amnistía. El año 1959 tiene que ser el fin de esta injusticia. Nosotros queremos la paz porque amamos la vida. En la prisión de Alcalá de Henares aún permanecen encarceladas un grupo de mujeres acusadas de haber luchado por la libertad:
Manolita del Arco: Detenida en el año 1941. Condenada a muerte. Conmutada posteriormente a treinta años. Lleva presa dieciocho años. Está muy enferma con una tuberculosis generalizada. Tiene treinta y ocho años. Es soltera. Acusada de actividades comunistas y de actuar como estafeta del PCE.
Consuelo García: Detenida en 1941. Condenada a muerte y conmutada la pena por la de 30 años. Lleva presa dieciocho. Enferma con una infección crónica en la piel. Edad cuarenta años. Acusada de enlace del PCE.
Maruja Postigo: Detenida en 1941. Condenada a muerte. Conmutada por treinta años. Lleva presa dieciocho años. Edad treinta y nueve años. Acusada de reparto de propaganda comunista.
Maruja Blázquez: Detenida en 1950. Condenada a veinticinco años lleva presa ocho años. Anteriormente en 1939, estuvo otros cuatro años.
Mercedes Gómez Otero: Detenida en 1945 por actividades guerrilleras. Lleva trece años presa. Condenada a pena de muerte. Fue conmutada a treinta años. Esta muy enferma.
Carmen Orozco: Detenida en 1939 hasta 1946. Una vez puesta en libertad fue detenida de nuevo en 1950 y condenada a veinticinco años de cárcel. Está en prisión quince años.
Guadalupe Giménez: Esta muy enferma. Ha sido operada tres veces de la columna vertebral, quedando casi paralítica. Detenida en 1941, condenada a muerte y conmutada por treinta años. Lleva dieciocho años presa.
Carmen Fernández: Está muy enferma. Tiene un hijo en el penal de Burgos por lucha guerrillera. Edad setenta años. Fue detenida en el año 1950 por esconder a su hijo en su casa. Condenada a treinta años.
Juanita Doña: Detenida en 1939, estuvo cuatro años presa. De nuevo detenida en 1948 y condenada a pena de muerte, conmutada por treinta años. Lleva un total de catorce años presa.
Josefa Medel: Detenida por segunda vez en 1947. Anteriormente estuvo cuatro años presa. Total, detenida quince años. Muy enferma de elefantiasis.
Hay otras doce presas antifascistas cuyos datos se ignoran.»[32] A finales del mes de Abril de 1959 se inició una campaña con el lema «Huelga Nacional Pacífica» de veinticuatro horas, que se llevará a cabo el 18 de Junio. En ella, una vez más el peso de la preparación y difusión, la llevaron a cabo las mujeres. Dicha jornada será apoyada por el PCE, grupos estudiantiles socialistas, Acción Democrática, Frente de Liberación Popular y otros. De nuevo se llama a la participación, a las mujeres católicas para que desde sus parroquias se rece por la libertad y la paz de los españoles. Se distribuye un gran número de octavillas, en las que se insiste reiterativamente en la participación de las amas de casa: «… tú puedes participar en esta huelga de una manera muy sencilla, pero muy eficaz: no comprando ese día, animando a tu marido para que haga huelga, hablando con tus amigas y vecinas de la huelga…»; «… Mujeres cordobesas: en la huelga que se prepara para protestar contra la carestía de la vida y por mejorar los salarios, vosotras madres y mujeres de Córdoba debéis participar activamente. No compréis en los mercados ni en los comercios ese día…»; «Jornaleras del campo: vosotras como las obreras industriales sois creadoras de las riquezas del país. El mismo papel que os corresponde en la producción os toca en la protesta. Quedaos en casa el próximo día 18 y haced fiesta ese día…»; «Amas de casa: sois millones, todas unidas tenéis la posibilidad de decir ¡Alto a la carestía! El 18 de Junio no compréis…»; «Empleadas: Estad también presentes en la protesta. El 18 de Junio no vayáis al trabajo…»} «… Mujeres intelectuales: colocaros sin vacilación en las filas de las que protestan contra la dictadura. Vosotras estáis hartas de tanta censura, de mordaza y de falta de libertades ciudadanas, manifestaros por las libertades el próximo 18 de Junio.…»[33]. Las convocatorias para efectuar este tipo de jornadas a partir de este momento se realizarán con mayor frecuencia. Esto no quiere decir, que los resultados sean apetecibles para los que preparan dichas campañas. La Dictadura se mantiene fuerte y segura. Pero la lectura positiva que podemos hacer de todo esto, es que la población femenina que participa en la lucha, es cada vez mayor. Lo que en principio se inicia como una llamada a las libertades democráticas y a una amnistía para los presos y presas políticos se transforma a partir de finales de los años 50, en un amplio abanico sociológico de participación de mujeres. Y así vemos amas de casa, estudiantes, intelectuales y obreras. Precisamente en Diciembre de este año 1959, nace en Barcelona un boletín de corta vida, llamado «Nosotras» en donde se denunciará no solo la falta de libertades sino también el paro obrero, la necesidad de disminuir el número de horas de trabajo, la subida de los precios y la escasez de viviendas.