Agradecimientos

Al escribir este libro, he hecho frecuentes bromas diciendo que me sentía como Tom Sawyer pintando la valla, conminando en ocasiones a algunos de mis amigos y colegas escritores a que me ayudaran —o a que hicieran mi trabajo—. De principio a fin, he recurrido a su experiencia y sus conocimientos, aludiendo a ellos y contando sus historias, aunque sin nombrarlos ni otorgarles un apropiado reconocimiento. Así que me gustaría reunirlos aquí, no sólo por sus consejos y sugerencias, sino por la amistad y el apoyo que han hecho posible que continúe pintando la valla. Gracias a Russell Banks, Deborah Eisenberg, David Gates, Richard Price, Charles Simic, Scott Spencer y Mark Strand.