[1] Nuevo retrato de vieja, en todo adecuado al tipo satírico. Recuérdense las amas de I, 3 y I, 6.

En X, en vez del pasaje «rostro … años», se lee simplemente: «y muy vieja». <<

[2] crespo: ‘irritado, destemplado’, figuradamente. <<

[3] buscar: «en el sentido que hoy se da vulgarmente a ‘buscarse la vida’ … De este sentido de buscar, sale buscón: ‘caballero de industria’» (A. Castro). <<

[4] Adviértase el sentido religioso de ‘profesión’ y que los caballeros chanflones aparecían caracterizados como una cofradía; vida barata: ‘chirlería’. <<

[5] estantigua: ‘fantasma, visión demoníaca’, y, por metáfora, ‘espantajo, ser de aspecto grotesco’; bayeta: ‘tela típica del luto’, véase la nota [17] de II, 6. <<

[6] Personaje del romancero que representa el honor y dignidad de la ciudad de Zamora tras el asesinato de Sancho II, sitiador de la plaza, a manos del traidor Vellido Dolfos. A causa de su avanzada edad, no pudo responder personalmente al reto de Diego Ordóñez, lugarteniente del difunto rey, pero envió a sus cinco hijos, todos los cuales encontraron la muerte. <<

[7] Dada la fama de melancólicos y tristes que tenían en la época los portugueses, a quienes además se les atribuía gran afición a las largas capas de bayeta.

El doble parangón amplificatorio comprendido en el fragmento «punto … bayetas» falta en X, que lee: «más raída que su vergüenza». <<

[8] germanía: ‘la jerga de jaques y germanes o rufianes’. <<

[9] El llevar los guantes doblados en la mano era uno de los atributos del tipo satírico del médico. <<

[10] para tener guantes: «la expresión era disémica ‘para parecer poseerlos’ y, en lenguaje figurado, ‘para tener gratificaciones, regalos’ como los médicos» (J. Ciruelo); guantes, en efecto, puede tener el sentido de ‘agasajo, gratificaciones’ o incluso ‘soborno’. <<

[11] gatera: véase la nota [16] de I, 3; lanilla: ‘tela ligera de lana, para vestidos de verano’. <<

[12] Chiste que juega con el nombre de la región castellana; muy vinculado a la tradición burlesca sobre vestimentas precarias. <<

[13] hago caravanas: ‘hago méritos’. Recuérdese la creencia que supone a las lechuzas grandes bebedoras de aceite (véase la nota [93] de II, 3). <<

[14] Todo el pasaje «que en mi hato … algunos candiles» es exclusivo del manuscrito B. Por otra parte, en la oración que sigue, X lee, en vez de «disimula todo», «cubre, y así se puede andar». <<

[15] Véase la nota [10] de II, 5. Las calzas, cuya aparatosidad llegó a ser objeto de burla y reprensión, eran prenda obligada para un caballero que se preciase. <<

[16] luto: ‘el capuz (véase la nota [20] de II, 6) o capa larga, hasta el suelo, de bayeta en que consistía el traje de luto’. <<

[17] Ya que lo que se espulgaba era, fundamentalmente, la ropa; de modo que, paradójicamente, el pretender hacerlo, cuando no hay qué espulgar, se convierte en una afectación hipócrita. <<

[18] espulgadero: ‘la habitación donde se espulgaban’; tablilla: ‘cartel, rótulo’. «La tablilla de la puerta del espulgadero se parecía a las que ponen en las sacristías que dicen: “Hoy se saca ánima”, etc.» (A. Castro). <<

[19] industria: véase la nota [33] de II, 5. <<

[20] mal de calzas: eufemística e irónicamente, ‘con las calzas rotas’. <<

[21] Véase la nota [22] de II, 6. <<

[22] Véase la nota [20]; zaragüelles: una especie de ‘calzones’, de carácter humilde. <<

[23] La apariencia aristocrática del nombre debe aquilatarse a la luz del valor en germanía de pedro: ‘vestido afelpado propio de ladrones nocturnos’ y ‘cerrojo de puertas o ventanas’. <<

[24] Las botas de camino y el vestido pardo, en contraste con el negro habitual en la Corte, señalan que el recién llegado viste como si llegara de un viaje. <<

[25] faldas: véase la nota [17] de II, 4. <<

[26] Sobre la construcción fondos en, véase la nota [17] de I, 3. <<

[27] Haráse a las armas: véase la nota [10] de I, 6. <<

[28] toquilla: ‘la cinta perteneciente al sombrero’. <<

[29] de porte: ‘de gastos de envío’, que, como se ve, debían ser pagados por quien recibe la carta. <<

[30] honradas: «‘distinguidas’: entregaba las cartas, como diríamos hoy, en ‘las mejores casas’» (A. Castro); en aquel traje: recuérdese que va vestido «de camino». <<

[31] Era usual en la época servirse de los viajeros para llevar el correo; ello explica el engaño. Se trata de una estafa bastante común. <<

[32] ropilla: véase la nota [22] de I, 1. <<

[33] ‘hasta el muslo’: el valón es un ‘tipo de calzones o greguescos, procedentes de Valonia (Bélgica)’. <<

[34] ‘tela basta, de la usada para los cuellos’. Se traía de Anjou (o Angeo). <<

[35] ‘tejido de seda lujoso, normalmente estampado o con aguas’. <<

[36] ‘traía un cuello sencillo por no tener para uno abierto o de lechuguilla’; valona: ‘adorno sencillo consistente en una tira de lienzo que caía sobre hombros y espalda’. <<

[37] frascos: véase la nota [50] de II, 3. Hay que suponer que el llevar frascos, aparentando así ser soldado, lo eximía de la capa. <<

[38] trapajos: ‘trapos’, despectivamente. Véanse las notas [18] de I, 5 y [110] de III, 2. <<

[39] alojamientos: ‘los lugares, frecuentemente casas particulares, en que posaban las tropas, mientras no entraban en acción’. Es decir, había sido soldado de tornillo o churrullero (véase la nota [38] de II, 3) que desertaba al llegar al puerto de embarque.

En la otra versión, en vez de la apostilla «en los alojamientos y hasta en la mar», se leía, con sentido equivalente, «pero malo y en partes quietas». <<

[40] servicios: véase la nota [104] de II, 3. <<

[41] chanzas: ‘argucias, triquiñuelas’. Véase la nota [4] de III, 10. <<

[42] La plazuela situada antaño ante el templo del mismo nombre en la calle Mayor, zona de encuentro ciudadano. <<

[43] flor: ‘engaño, embeleco’ y, más estrictamente, ‘fullería’. <<

[44] u de saetilla a coz de dedo: ‘o con un capirotazo’. En vez de estas palabras, encontramos en X lo que sigue: «y las más veces sorbimiento, cosa de sustancia y ahorro. Quedó esto así». <<

[45] ‘pequeña caja portátil para determinados instrumentales’, normalmente de costura o cirugía. <<

[1] ‘nos preparamos para combatir’ y, figuradamente, ‘nos metimos en faena’. <<

[2] hallado: ‘a gusto’; como si todos fuéramos hermanos: de hecho, constituyen una cofradía, aunque paródica. <<

[3] Puesto que también las vestiduras sagradas del sacerdote se componen de doce piezas, cada una con valor simbólico. De «alusión descompuesta y desvergonzada» se califica en el Tribunal de la justa venganza. Obsérvese que es sólo una más entre las comparaciones y términos que hacen, ya desde los capítulos precedentes, de la cofradía de caballeros chirles un remedo de orden religiosa. <<

[4] averiguar con él: ‘entender con el jubón’. <<

[5] culcusir: ‘coser o remendar de mala manera’. <<

[6] arremedando: ‘semejando, remedando’. <<

[7] cañones: ‘medias largas con pliegues a modo de gala’. Pero nótese la presencia de términos del ámbito militar, utilizados en sentido figurado, desde el inicio del capítulo: «ponerse en arma», «empuñaron», «socorría a los cañones». <<

[8] Bosco: Jerónimo van Aeken (1419-1516), conocido como el Bosco por ser natural de Hertogenbosch (Holanda). Algunas de sus obras se hallaban en El Escorial, donde pudo haberlas contemplado Quevedo. Se refiere a él en varias ocasiones. <<

[9] arrapiezos: ‘harapos, andrajos’. <<

[10] «como si fuera una hora canónica. Recuérdese lo que había dicho don Toribio a Pablos: “Y como en otras partes hay hora señalada para oración, la tenemos nosotros para remediarnos” (II, 6)» (A. Gargano). <<

[11] trazasen: ‘ideasen ingeniosamente’. Vease la nota [36] de I, 6. <<

[12] Junto al manteo, formaba la indumentaria estudiantil que aún llevaba Pablos. Véanse las notas [20] de I, 5 y [28]de II, 4. <<

[13] diécesi: ‘diócesis, distrito’. <<

[14] apolille: ‘se busque la vida a costa ajena’; recuérdese que polilla tenía el sentido general de ‘parásito’. Véase la nota [5] de II, 6. <<

[15] ropilla: véase la nota [22] de I, 1. <<

[16] herreruelo: véase la nota [24] de II, 6. <<

[17] trocaron a: ‘cambiaron por’. <<

[18] toquilla: véase la nota [28] de III, 1; algodones de tintero: ‘especie de mecha, no necesariamente de algodón, que se introducía en el tintero para regular la tinta tomada por la pluma y evitar que se derramase’. No se olvide que se pretende vestirlo de negro, como, por otra parte, corresponde al traje cortesano. <<

[19] valones: véase la nota [33] de III, 1. <<

[20] calzas atacadas con cuchilladas: véanse las notas [10] y [19] de II, 5. <<

[21] Las calzas, cuando no eran enteras, consistían en muslos —la parte superior— y medias o medias calzas, que debían llegar hasta la rodilla. <<

[22] Véase la nota [11] de II, 5. <<

[23] trabajoso: ‘defectuoso, deteriorado’.

«El cuello está trabajoso» no figura en B. <<

[24] la flor del sol: ‘el girasol’. <<

[25] sacar pies es ‘retirarse hacia atrás sin volver la espalda’. <<

[26] falda: véase la nota [17] de II, 4. <<

[27] Juego entre el sentido fraseológico, equivalente a ‘andar con la cabeza alta, sin recato ni temor’, y literal de andar con la cara descubierta. <<

[28] pretina: véase la nota [42] de I, 6; eslabón: ‘pieza de metal en forma de doble anillo con que se percute el pedernal para hacer chispa’. <<

[29] cuartel: lo que antes diécesi, ‘distrito’. La zona de la calle San Luis, en las cercanías de la Puerta del Sol, y más concretamente la llamada Red de San Luis, tenía una reputación picaresca bien acreditada. <<

[30] misacantano: ‘el sacerdote recién ordenado que celebra misa por primera vez, en la cual normalmente actúa como padrino aquel otro que lo ordenó’. Véase la nota [3]. Este pasaje fue también reprobado, al juzgarlo irreverente, por el Tribunal de la justa venganza. <<

[31] Se trata de un equívoco muy repetido en la época. <<

[32] Malicioso juego dilógico con los términos reverencias y paternidades. El primero, además de referirse a ‘cortesías’, apunta al ‘título que se da a sacerdotes y religiosos’, concertando así con el segundo término. Pero éste añade aún la acepción de ‘calidad genética de padre’. <<

[33] me trai en palabras: ‘me da largas’. <<

[34] Parece ser un chiste tradicional. <<

[35] Las mulas de alquiler tenían muy mala fama y son un término de comparación de carácter marcadamente degradatorio. <<

[36] Entiéndase: ‘sacarle el dinero’. <<

[37] ‘quedó con melena’; nazareno: ‘especie de anacoreta judío que vive retirado del mundo y se deja crecer cabello y barba’; «y así llamamos cabellera nazarena a la que traen algunos ermitaños o peregrinos, que les cae sobre los hombros» (Covarrubias). <<

[38] ermitaño: véase la nota [20] de II, 3; caballero lanudo: véase la nota [20] de I, 3.

En vez de «ermitaño», X lee «Verónica». <<

[39] ensalmador: ‘el curandero que se vale de rezos y bendiciones para sanar’. Véase la nota [21] de II, 1. <<

[40] A quien bueyes ha perdido, cencerros le suenan en el oído, dice una de las variantes del refrán aludido, sugiriendo que el dueño cree hallar lo perdido por doquier. El texto parece aquí contradictorio: apenas se entiende la sorpresa del acreedor, ya que éste no había llegado a ver al acompañante de Pablos antes de su transformación. <<

[41] alcotín: es un término sin documentar y, por tanto, sin un significado conocido preciso; quizá algún tipo de ‘fruta confitada’. De hecho, el aguardiente junto al dulce confitado constituía el desayuno tradicional. Era habitual la presencia de vendedores callejeros que ofrecían estos productos. <<

[42] hombre: véase la nota [17] de I, 1. <<

[43] Véase la nota [3]. <<

[44] Probable eco del versículo evangélico: ‘Mirad cómo las aves del cielo no siembran, ni siegan, ni encierran en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta’ (San Mateo, 6, 26). Hay, de otro lado, una asimilación de los escribanos con aves como cuervos y grajos mediante la dilogía implícita del término plumas, el instrumento laboral por antonomasia de aquéllos. <<

[45] Sobre caninos y traspillados, véase la nota [2] de II, 6. Más allá del significado recto de los términos, se alude a los miembros de esta orden o cofradía paródica de buscavidas; como podría decirse ‘dominicos’ o ‘jerónimos’. <<

[46] ‘Eres poco sufrido, tienes poco valor’. <<

[47] trato: ‘negocio, oficio’. <<

[48] Ya que las doce era la hora de comer por excelencia. <<

[49] el hombre: véase la nota [17] de I, 1; comer más que un sabañón: véase la nota [58] de I, 3. <<

[50] noviciado, vigilias: véase la nota [3]. Véase, asimismo, la nota [10] de II, 6. <<

[51] «Se cuenta que Mitrídates, rey del Ponto (132-63 a.C.), se familiarizó con los venenos más violentos, para inmunizarse contra su efecto» (A. Castro). Nótese la traslación semántica que hace del hambre algo que puede servir de alimento y sustentar. <<

[52] Véase la nota [9] de II, 6; y más abajo, como plasmación del sentido del verbo, la «prisa tan fiera» y los «tragos fieros» de Pablos cuando se hace invitar a comer. <<

[53] Véase la nota [51] de I, 3. La disimulación de la miseria tras esta clase de argumentos especiosos forma parte de una tradición satírica con antecedentes como los puestos en boca del escudero del Lazarillo. <<

[54] Véase la nota [47] de I, 3. <<

[55] Esto es, ‘la sopa boba del convento de San Jerónimo’. <<

[56] ‘rollizos como capones cebados con harina disuelta en leche’. Véase la nota [26] de I, 3. La comparación maliciosa se sustenta en el color del hábito, formado por túnica blanca con escapulario, capilla y manto pardos. <<

[57] ‘comeré’. <<

[58] pisando tieso: ‘pisando firme y reciamente’. El andar airoso es motivo frecuente en la descripción de estos caballeros famélicos. <<

[59] Las migajas sobre el vestido ya habían sido indicio o sospecha de haber comido en I, 3, cuando Cabra se fundamenta en ellas para despedir a su criado «un viernes por la mañana». <<

[60] escarbando: ‘hurgando en la dentadura con un palillo o mondadientes’. Es uno de los motivos más célebres en torno a los hidalgos empobrecidos, aunque sean falsos o chanflones. <<

[61] Parece recordarse el famoso pasaje del Lazarillo en el que se presenta al escudero al salir de casa, ciñendo «un sartal de cuentas gruesas del talabarte. Y con un paso sosegado y el cuerpo derecho … echando el cabo de la capa sobre el hombro». <<

[62] El decenario es un ‘rosario abreviado formado por diez cuentas pequeñas y otra más gruesa, además de una cruz de remate y un anillo con que sujetarlo al dedo’. ¿Sugiere Pablos que el suyo no era sino un trozo de rosario? <<

[63] Véase la nota [49]. <<

[64] En B se lee «fueran» en lugar de «fuera». <<

[65] horras: ‘libres’ y, por ello, ‘exentas de cualquier pago’. <<

[66] Hay testimonios literarios de la época referentes a la venta de pan en esta calle. <<

[67] Esto es, ‘un pastel de ocho maravedís’. Véase la nota [18] de I, 7. <<

[68] ‘como alguien afectado por el mal de ojo’, cuyo síntoma más claro suele ser el súbito adelgazamiento y debilitamiento que experimenta la víctima. <<

[69] las trazas que yo daba: ‘los recursos o procedimientos ingeniosos que se me ocurrían’. <<

[70] zamparme: ‘meterme de golpe’. <<

[71] ‘enfilándolo’; «hacer punta, propiamente, es ‘volar el halcón en diversas direcciones, subiendo y bajando, antes de lanzarse sobre la presa’» (A. Castro). <<

[72] También se llamaba Flechilla el verdugo de Ocaña mencionado en II, 4. <<

[73] haldeando: ‘moviendo el manteo, como licenciado que era, al andar’. Véase la nota [20] de I, 5. <<

[74] barros: ‘salpicaduras de lodo’ y también, por dilogía, ‘manchas rojizas del rostro’; sanguino: ‘hombre de complexión sanguínea, colorado’. <<

[75] rabos: ‘deshilachaduras o flecos que cuelgan de las ropas largas, como el manteo o la sotana estudiantiles’ y también ‘las salpicaduras de lodo que se adhieren a ellas’. Evidentemente, son signos del desaliño y de la carencia de cabalgadura de aquellos a quienes adornan. <<

[76] chirrión: ‘carro de dos ruedas, muy frecuente en las calles madrileñas’. Se utilizaba para el transporte de la basura; de ahí la imagen. <<

[77] pulpo graduado: partiendo de que rabos son también las ‘extremidades del pulpo’, observa Covarrubias que «cuando alguno trae el manteo desharrapado por bajo y lleno de lodos, decimos traer más rabos que un pulpo»; y ya que el que lo trae es un universitario, y viste como tal, se explica el adjetivo graduado. No entiendo el tercer parangón.

El fragmento «pulpo … Italia» falta en X. <<

[78] soña: ‘señora’. <<

[79] Recuérdese aquí que el ‘comer en casas ajenas’ forma parte de la vida chanflona expuesta por don Toribio en II, 6. De hecho, los invitados gorrones constituyen un tipo ampliamente extendido en la literatura de la época. <<

[80] mujercilla: véase la nota [15] de I, 4. <<

[81] envite: aquí, figuradamente, ‘ofrecimiento’; industria: véase la nota [37] de I, 1. <<

[82] Chiste dilógico a partir de la acepción de ante como ‘entrada o primer plato’ en un menú y como ‘piel curtida de alce o búfalo’ con que se hacían los coletos. Véanse las notas [28] de I, 3 y [47] de II, 1. <<

[83] Era la creencia popular que la tierra del cementerio de Nuestra Señora de la Antigua había sido traída de Tierra Santa por los cruzados, y se le atribuía la propiedad de descomponer en muy poco tiempo los cadáveres allí enterrados. <<

[84] Hay en este pasaje una sucesión de silepsis; despachar puede significar ‘resolver o tramitar un negocio’ o ‘enviar’, y, metafóricamente, ‘comer, engullir’; ordinario, en relación con lo anterior, puede entenderse como ‘lo que se come normalmente en una casa’ —o quizá ‘el plato principal’ en oposición al ante y al postre— y al tiempo como ‘el correo ordinario que llega con periodicidad semanal’. De ahí el parangón: extraordinario se refiere al ‘envío postal que exige especial celeridad’. <<

[85] Recuérdense los «fieros bocados» con que el escudero daba cuenta del pan cedido por Lázaro en la obra anónima. <<

[86] empedré la faltriquera de mendrugos: uso figurado a partir de la expresión empedrar la escudilla del caldo (‘cubrirla de sopas de pan’); véase la nota [74] de I, 3; faltriquera: véase la nota [13] de I, 1. <<

[87] Alusión al refrán El pan comido y alzada la mesa, la compañía deshecha, que se aplica a los ingratos. <<

[88] La puerta de Guadalajara, correspondiente a una zona de la calle Mayor, en sí misma centro comercial por excelencia, era famosa por los mercaderes y plateros allí instalados. Los cuales atraían, como se verá inmediatamente, la presencia de busconas (las que piden prestado sobre sus caras), tratando de hacerse regalar joyas u otras cosas por algún galán incauto. <<

[89] tapadas de medio ojo: véase la nota [15] de II, 5. Se trata de dos busconas, como parece indicar esa referencia a su vieja y pajecillo, ‘alcahueta y recadero’, compañía tópica de daifas. <<

[90] Véase la nota [37] de II, 3. <<

[91] pelado: ‘calvo’, quizá a causa de la sífilis, y también ‘pobre’; pospelo: ‘contrapelo’. «Es un juego del vocablo típico de matracas, pullas y fisgas» (A. Rey Hazas). Probablemente debamos imaginar un juego de palabras procaz, a modo de insinuación sexual (libertad). <<

[92] regatearon: ‘rehusaron’. <<

[93] Las telas de Milán eran especialmente estimadas. <<

[94] de partes: ‘de buenas prendas, dotado de virtudes y cualidades’. <<

[95] oidores: ‘jueces de los más altos tribunales’. <<

[96] con achaque: ‘con el pretexto’; véase la nota [33] de I, 5. <<

[97] engazado: ‘engarzado’. <<

[98] en prendas: ‘en fianza, como garantía’. <<

[99] Regatearon: véase la nota [92]. <<

[100] preguntáronme mi posada: ‘me preguntaron por mi casa, por mi residencia’. <<

[101] Se solía, en ocasiones, recurrir a mendigos para que llevasen las hachas de cera, dando así más lustre a los cortejos fúnebres. <<

[102] Quizá Olías del Rey, en la provincia de Toledo; y puede que haya una referencia chistosa al hedor desprendido por el militón. <<

[103] Hay que suponer que en una ‘danza de espadas’ o, más específicamente, en una ‘morisca’; esto es, en bailes en que se finge una lucha con espadas o bastones. <<

[104] campo: además del sentido corriente, conviene que se tenga presente también el sentido de ‘ejército en campaña’. <<

[105] En el anverso de los ochavos, monedas de muy poco valor (dos maravedís), figuraba un castillo. <<

[106] ‘don Juan de Austria’. Recuérdense las pretensiones similares del alférez Mellado en II, 3. <<

[107] Luis Méndez de Quijada fue ayo de don Juan de Austria y ocupó cargos de relieve en la corte de Carlos V. Murió en 1570 luchando en la campaña de las Alpujarras. <<

[108] Véase la nota [33] de II, 3. <<

[109] Véase la nota [34] de I, 2 <<

[110] entrapajada: ‘vendada con trapos’; véase la nota [38] de III, 1. <<

[111] sopa: véase más arriba la nota [55]. <<

[112] Esto es, ‘pobres vergonzantes’. <<

[113] tolondrones: lo mismo que ‘chichones’. <<

[114] sopón: ‘el que frecuenta la sopa boba y come de limosna’. <<

[115] Puesto que los pasteles tenían relleno de carne, no podían tomarse durante el período de abstinencia; véase la nota [18] de I, 7. <<

[116] pía: ‘el caballo de piel a manchas, como si fuesen remiendos’; puntos: ‘notas de la escritura musical’ y ‘pequeñas roturas en las medias’. Se trata de un parangón en equívocos de ascendencia oral que sigue la técnica de retratos como el del mulato en II, 4. <<

[117] ‘espuerta o cesta de mimbre’; destos de la capacha: ‘que se dedica a pordiosear’, por alusión a los ‘hermanos de la capacha’, los frailes de San Juan de Dios, que pedían, acompañándose de una cesta, limosna para los necesitados. <<

[118] De gorrón: ‘capigorrón, estudiante pobre que frecuentemente se empleaba como criado de alguno más rico, o bien pedía limosna’. <<

[119] un don Peluche: ‘un pelanas, un don Nadie’. <<

[120] El de bachiller era el grado inferior de entre los universitarios, previo a los de licenciado, doctor y maestro. Y la de Sigüenza era una de las universidades menores; su desprestigio fue terreno abonado para la sátira o, simplemente, la ironía. <<

[121] ‘a la sopa boba’; brodio: ‘el caldo de berzas y mendrugos, hecho de restos, que solían repartir entre los pobres algunas comunidades religiosas’ y, en general, cualquier ‘caldo chirle’. <<

[122] En vez de «de los godos» en X se dice «del Gran Capitán». <<

[123] La mayor parte de las ediciones acentúan dejo. <<

[124] estaba ya fuera: y, por tanto, lejos de las iras del pretencioso anciano, gracias a la intercesión, tardía y ya poco arriesgada, del portero; recuérdese que los demás sopones lo habían descubierto, todavía dentro del convento, «en un rincón detrás de la puerta».

En B se lee «desamprensando», y no «desaprensando». <<

[1] pretina: véase la nota [42] de I, 6; búcaros: ‘vasos de barro oloroso muy apreciados, en los que el agua adquiere su fragancia’; vidros: ‘vasos de vidrio’. <<

[2] Obsérvese que anteriormente (I, 6) Pablos se atribuía en propia persona esta estratagema para hurtar los recipientes, en su caso jarras, de las monjas. <<

[3] sacóle de la puja: ‘lo dejó chiquito, lo sobrepujó’; Lorenzo del Pedroso: véase la nota [23] de III, I. Téngase en cuenta la precariedad indumentaria de este cofrade en aquel momento. <<

[4] trocadoa: véase la nota [17] de III, 2; por sinécdoque, mesa de trucos debe entenderse aquí —a veces se dice sólo el nombre del juego— como ‘el recinto en el que se juega a los trucos’; trucos: juego de habilidad semejante al billar’. <<

[5] no se la cubriera pelo: se juega de nuevo con el sentido literal y fraseológico de la expresión; véase la nota [26] de I, 1. <<

[6] ‘como si no llegase a un acuerdo para jugar’; partido: ‘acuerdo, avenencia’. <<

[7] Véase la nota [32] de I, 6. <<

[8] ensalmador: véase la nota [39] de III, 2; santiguaduras: ‘bendiciones supersticiosas o santiguos’, de santiguar. Era frecuente la figura de la vieja ensalmadora, o santiguadora, con resabios de hechicera. <<

[9] También el rosariazo del ermitaño tenía las cuentas frisonas (véase la nota [86] de II, 3 y la nota [71] de I, 3); diciplina: ‘disciplina, flagelo’. <<

[10] Véase la nota [23] de II, 4; <<

[11] silicios: ‘cilicios’. <<

[12] El uso fraseológico del verbo levantar, al deslexicalizarse, sustenta tanto éste como otros chistes quevedianos. Véase la nota [6] de III, 6. <<

[13] y lo otro: esto es, sobre ser aficionado al naipe, era cierto o fullero (‘jugador de ventaja, tramposo’). <<

[14] Los juramentos y blasfemias, agravados frecuentemente por estar puestos en boca de religiosos o supuestos devotos, aparecen tradicionalmente ligados al vicio del juego. <<

[15] santeras: ‘beatas, ermitañas’; como sus colegas masculinos, de pésima reputación. <<

[16] saco pardo: véase la nota [80] de II, 3; barba larga postiza: véase la nota [20] de II, 3. <<

[17] trazas: véase la nota [36] de I, 6. <<

[18] por su cuenta y razón: ‘a su conveniencia’. Nótese el juego de palabras con las cuentas del rosario, reforzada por la repetición conté, cuento, cuenta. <<

[19] trapaza: ‘artificio comercial fraudulento’. <<

[20] enclavijaba las manos: ‘entrelazaba los dedos de las manos’; de lo amargo: ‘con aflicción’. <<

[21] un saco de sayal: véase la nota [80] de II, 3; presumiblemente, amigo debe ser considerado un eufemismo, dadas la patente hipocresía de la vieja y la reputación pésima de los ermitaños. <<

[22] El nombre parece apuntar a las borracheras de la vieja; la labrusca es una ‘especie de uva silvestre’. <<

[23] Según la construcción ‘aves de rapiña’; rapiña: ‘robo, expoliación’. <<

[24] verdugos de a pie: ‘verdugos de pacotilla, de poca monta’; recuérdese que el verdugo era llamado también jinete de gaznates (véase la nota [2] de II, 5). <<

[1] doblón: ‘moneda de oro, que podía tener distintos valores’. Aquí se alude, según se verá, al ‘doblón de a dos [escudos de oro]’ o ‘doblón sencillo’; los había también de ‘a cuatro’, de ‘a ocho’ y de ‘a diez’. <<

[2] dile escudo como cara: ‘puse el dinero por delante’. Figuradamente, escudo se refiere al doblón mencionado, ya que los doblones tenían por una cara el escudo de Castilla y León, y por la otra, la cruz de Borgoña; cara, además, sugiere, teniendo en cuenta el empleo del verbo dar, el giro dar la cara. <<

[3] Esto es, ‘los dos escudos que constituyen el valor del doblón’. <<

[4] palmas: ‘las de la mano’ y, secundariamente, ‘las de la palmera’; dátiles: ‘los frutos de la palmera’, pero aquí, fundamentalmente, por el juego semántico con palmas, ‘dádivas, sobornos’. <<

[5] Es decir, ‘los veintiséis reales que valía el doblón’. <<

[6] El carcelero, preparando el terreno, contesta, amenazante, como si Pablos hubiese alegado alguna enfermedad para no bajar al calabozo; cepo: ‘instrumento hecho de dos maderos con unos orificios donde se prenden los pies’, por seguridad o, como aquí, por castigo. <<

[7] ‘fingimiento, disimulación’; hacer la deshecha: ‘disimular’. <<

[8] Véase la nota [116] de III, 2; pero nótese que aquí pías funciona como adjetivo. <<

[9] ‘en parte tapados, en parte al aire’; aloque: ‘clarete, frecuentemente mezcla de vino blanco y tinto’. En la lengua burlesca de Quevedo funciona como sinónimo de ‘mezcolanza’ o incluso, cuando actúa como calificativo, de ‘manchado, impuro’. <<

[10] manido: «ajado, pasado» (A. Castro). Dado que manir es ‘macerar, adobar o, simplemente, guardar la carne para que se ponga tierna’, es posible un juego de palabras con las puras carnes. <<

[11] ropillas: véase la nota [22] de I, 1; greguescos: véase la nota [46] de II, 3. <<

[12] Irónicamente, por oposición a los calabozos, ‘el lugar mejor acomodado destinado a los condenados por delitos menos graves o bien a los nobles’; sin olvidar que «la nobleza en la prisión consiste en la buena bolsa» (Desordenada codicia). <<

[13] Referencia al cambio de piel, o ‘camisa’, de las culebras. Era lugar común (Plinio, Historia natural, VII, XXXV). <<

[14] Véase la nota [104] de II, 3. A continuación, se lee en X: «y, a la media noche, no hacían sino venir presos y soltar presos. Yo que oí el ruido, al principio, pensando que eran truenos, empecé a santiguarme y llamar a Santa Bárbara. Mas, viendo que olían mal, eché de ver que no eran truenos de buena casta. Olían tanto, que por fuerza detenía las narices en la cama. Unos traían cámaras y otros aposentos». <<

[15] vedriado: ‘pieza de barro vidriada’, en este caso ‘orinal’ o, como se dice más abajo, ‘bacín’. <<

[16] le viene muy ancho: «es más que lo que él merece» (Covarrubias); los demás presos parecen reprocharle chulescamente a Pablos sus excesivas pretensiones. E inmediatamente se añade un chiste a partir del sentido literal del giro. <<

[17] ‘discutimos acaloradamente’. <<

[18] ‘gobernador de una provincia, por lo general fronteriza’; y, en sentido literal, ‘anticipado, prevenido’. <<

[19] cachete: ‘puñetazo’.

En vez de «un reino», en X se dice «Castilla». <<

[20] pretina: véase la nota [42] de I, 6. <<

[21] ‘Subió de tono el griterío.’ <<

[22] alcaide: ‘gobernador de la cárcel’, pero también ‘castellano de un castillo’; de ahí el irónico empleo del término vasallos. <<

[23] Se añade inmediatamente en X: «a puro abrir los suyos», creando de ese modo un zeugma dilógico al entender por ojos ‘anos’. <<

[24] zabullir: ‘zambullir, meter de golpe’; lo hondo: ‘la zona de los calabozos’, más segura y menos confortable. <<

[25] asió del caso: ‘aprovechó la oportunidad’. <<

[26] arbórbola: ‘griterío, algazara’. <<

[27] dar para la limpieza (o para el aceite): eufemismo por ‘pagar la patente o contribución que hacen, en este caso, los presos recién llegados a los más veteranos’. De nuevo, Pablos ironiza tomando el término en su sentido inmediato. <<

[28] En lugar de la apostilla «como si … todo», en X se dice: «y no de la Virgen sin mancilla». <<

[29] culebrazo: de culebra, ‘la paliza de correazos, frecuentemente nocturna, que recibe el preso novato que no se aviene con los veteranos’. <<

[30] ‘mal encarado, de gesto airado’; mohíno: ‘colérico’. <<

[31] Por la fama, casi proverbial, de las minas de hierro vizcaínas. <<

[32] En germanía jayán es equivalente de ‘rufián respetado por los demás, valentón’; sugiere, como es el caso, un aspecto físico imponente. <<

[33] Confluyen varios sentidos, todos ellos por vía de figura, dando lugar al equívoco: ‘cosas sin importancia, naderías’, ‘delaciones de un soplón’ y ‘relaciones homosexuales’. <<

[34] Por su relación con el aire, son todos estos términos de germanía para ‘soplones’ que difunden las culpas ajenas. <<

[35] Nuevo equívoco de tono reticente; esta vez, según se aclara a continuación, entre ‘asuntos del pasado’ y ‘sodomía’. <<

[36] botiller: ‘el encargado de la bodega y, en general, la despensa del señor, despensero’; depositario: ‘aquel bajo cuya custodia se deja algo mientras no se hace cargo de ello su propietario’. Esto es, tilda al alcaide de servidor o subordinado del verdugo y de responsable de tenerle siempre a punto aquellos a quienes infligir el castigo. Véase la nota [24] de III, 3. <<

[37] La pena por sodomía era la hoguera. Advierte al alcaide que se guarde de aquel que no tiene nada que perder. <<

[38] que te vendimie: en germanía, ‘que te mate’; de camino: ‘de paso’. <<

[39] carlanca: ‘collar de púas para preservar a los mastines de las dentelladas de los lobos’. <<

[40] Téngase en cuenta que trepa es ‘la paliza que se da por castigo’ y que, en ese contexto, el nombre de Robledo, que en sí mismo tiene fuertes connotaciones germanescas, podría sugerir los bastones con que había sido golpeado. <<

[41] liberalidades … de manos: véase la nota [31] de I, 1. <<

[42] ‘más golpeado que un jamelgo (para hacerlo andar)’; postillón: «se llama también al rocín flaco y trotón» (Autoridades). <<

[43] Nueva dilogía con el término puntos; esta vez con las acepciones ‘puntada con que se sutura una herida’ y ‘valor de las cartas de la baraja en el juego’; flux: véase la nota [29] de I, 1. <<

[44] ‘Le faltaban las orejas’, por castigo de algún robo o, acaso, por reincidente; pegadas: ‘cosidas, con cicatriz’, pero también hay que tener en cuenta, y así el zeugma dilógico, la construcción pegar [dar] a uno una cuchillada. <<

[45] rapantes: ‘rapaces, ladrones’, de rapar (véase la nota [39] de I, 1); al tiempo, se produce la atracción paronímica, quizá también de etimología burlesca, de rampantes, que es el término heráldico que se refiere a los animales erguidos y con las garras tendidas de los escudos de armas. <<

[46] ‘el no va más’; chilindrón: ‘combinación de sota, caballo y rey, que es la suerte ganadora del juego del mismo nombre’; metafóricamente la emplea Quevedo para referirse a ‘cualquier cosa que consta de tres diferentes y sobrepuja a otras de su clase’. Aquí probablemente se aplica a la serie agrillados, gente de azotes y galeras.

El fragmento «gente de … legítimo» no aparece en X, que incluye, en cambio: «y condenados al hermano de Rómulo». <<

[47] Se decía ‘servir al rey en galeras’, y los presos adoptan irónicamente el lenguaje oficial. <<

[48] ‘su envío a galeras’. <<

[49] mohínos: véase la nota [30]. <<

[50] culebra: véase la nota [29]. <<

[51] ‘Fuimos reunidos en el rincón más recóndito’; ahuchados: ‘guardados, metidos’; de ahí el juego verbal con faldriquera (‘bolsillo’). <<

[52] pantorrilla: figuradamente, ‘chichón’. <<

[53] prisiones: aquí, ‘grillos’. <<

[54] golpes: además de su acepción más evidente, debe tenerse en cuenta la de ‘cortes que se practicaban en las telas de los vestidos para dejar ver la entretela’; ropilla abierta: quizá, la ‘ropilla con los dichos cortes, presumiblemente en las mangas’. <<

[55] San Esteban: como es sabido, murió lapidado. Nótese la adverbialización del nombre propio. <<

[56] chollas: vulgarmente, ‘cabezas’. <<

[57] Véase la nota [4] de I, 5; y, más arriba, la nota [27]. <<

[58] ruana: ‘manta de pésima calidad, raída’, «de que los pobres se sirven en sus camas, y especialmente para espulgarse» (Autoridades). <<

[59] frisones: véase la nota [33] de I, 2. <<

[60] tres de a ocho: ‘tres reales de a ocho’ o, lo que es lo mismo, ‘veinticuatro reales’, esto es, ‘tres escudos de plata’. Recuérdese que antes le había entregado veintiséis reales (véase la nota [5]). <<

[61] escribano: ‘el oficial público encargado de dar fe en los documentos y procesos legales’. En este caso, sin duda se trata de uno de los llamados escribanos del crimen, que entendían de los procesos —o causas— civiles. <<

[62] picarillo: ‘mozo’, en régimen de lo comido por lo servido. <<

[63] ‘tras haber cogido el dinero’; mosca: en germanía, ‘dinero’. <<

[64] La denuncia de la corrupción y venalidad de los representantes de la justicia en todos sus niveles, y concretamente en relación con la vida carcelaria, es muy frecuente en la literatura de la época. <<

[65] Otro Diego García, alguacil aparece en un baile de Quevedo. <<

[66] relator: ‘letrado encargado de la relación de la causa’. <<

[67] ayuda de comerse: por analogía con ayuda de costa, ‘soborno para que omitiese ciertos pasajes en la relación de la causa’. Véase la nota [57] de I, 3. <<

[68] arcar: ‘arquear, levantar’. <<

[69] ‘distraído’. <<

[70] ‘poner énfasis mediante un movimiento o ademán, accionar’. <<

[71] Véase la nota [2]. <<

[72] El alcaide solía gozar de vivienda aneja a la prisión, y no era extraordinario que permitiese el acceso a ella de algunos presos principales. <<

[73] ‘prostitutas’. <<

[74] Los apellidos son harto sospechosos; sobre San Pablo, véase la nota [5] de I, 1; y sobre Moráez recuerda en exceso términos como moro o morisco. <<

[75] bellaco ladrón: expresión agresiva y de carácter lexicalizado limitada en general a los contextos interlocutivos. <<

[76] ‘el encargado de buscar alojamiento en la Corte a los funcionarios’. <<

[77] rabos: véase la nota [75] de III, 2. Evidentemente, Ana Moráez prefiere tomar el comentario del aposentador en sentido literal. <<

[78] ‘por vida de mi abuelo’. <<

[79] cuartos: equívoco entre ‘cuartas partes’, ‘cuarteles del blasón’ y ‘moneda equivalente a cuatro maravedís’. <<

[80] aspa del San Andrés: «la cruz en aspa del martirio de este apóstol, pero también el aspa colorada cosida al saco amarillo o sambenito que debían llevar los penitenciados por la Inquisición y que se colgaba luego en las iglesias con los nombres infamados» (C. Vaíllo). <<

[81] El aspa era también ‘el utensilio empleado para formar madejas con lo hilado’; de ahí el equívoco. <<

[82] Evidente zeugma dilógico con puerco. Véase la nota [61] de I, 3. <<

[83] buenos tiempos: «por reprehensión, con ironía, se aplica a los relajados y malos» (Autoridades) <<

[84] El nombrar a dos progenitores masculinos puede ser «quizá, un chiste malicioso; al igual que Pablos, Ana ha sido también hecha a escote» (F. Lázaro Carreter). De ser así, no deja de resultar irónica, a su vez, la apostilla inmediata de la buena mujer. <<

[85] Auñón es un pueblo; pero lo más relevante pudiera ser la atracción paronímica respecto a uña y sus derivados. Véase la nota [113] de II, 3. <<

[86] Recuérdese una serie de insultos similar a ésta en II, 3 (nota [19]). <<

[87] Ejecutoria … letras de oro: véanse las notas [24] y [25] de II, 5. <<

[88] al descuido: ‘con descuido fingido’. <<

[89] Y así es, cosa de burlas, en efecto; pero aparenta querer decir: ‘no es una nimiedad la prueba que yo tengo de su hidalguía’. <<

[90] en un palafrén pardo: irónicamente, ‘en un asno’; a la brida: véase la nota [18] de I, I. <<

[91] músico de culpas: ‘el pregonero’, que antecede al grupo de culpados entonando sus crímenes. Véase la nota [119] de II, 3. <<

[92] ‘los jueces’, por sus togas o ropones. <<

[93] ‘jumentos color melocotón, o quizá a manchas, de los aguadores’. <<

[94] Véase la nota [6] de I, 1. <<

[1] ‘pidiendo limosna’. <<

[2] De modo indirecto, se implica la promiscuidad sexual de la moza; entremetida: ‘entrometida, impertinente’. La adición, a partir de este término, de entresacada despierta las evidentes connotaciones sexuales de los verbos meter y sacar, las cuales son corroboradas por la añadidura de salida: ‘con apetito carnal desaforado’. <<

[3] Zaceaba: ‘Ceceaba’, por afectación. <<

[4] Debe entenderse como otro melindre propio de la coquetería de la moza. <<

[5] despabilaba: ‘quitaba la parte ya quemada del pabilo o mecha’. <<

[6] ‘tenía las manos juntas, a la altura del pecho, en actitud de oración’. <<

[7] estrado: ‘tarima sobre la que las mujeres se sientan en cojines y, por extensión, la habitación en la que se encuentra, y donde normalmente se recibían las visitas’; de contino: ‘continuamente’. <<

[8] «juego de niños; uno de ellos pellizca las manos a los demás y dice: “Pizpirigaña, / mata la araña, / un cochinito / muy peladito / ¿quién lo peló?…”» (A. Castro). <<

[9] El hacer ostensibles de modo afectado manos y dientes por parte de la mujer era considerado, en el contexto satírico, como una damería enfadosa; y es un lugar común satírico el referir los subterfugios para exhibirlos. <<

[10] ‘tenían como negocio el hospedar…’. <<

[11] buenas creedoras: ‘crédulas o creederas’, quizá en implícita contraposición con buenas creyentes. <<

[12] ‘Gané el agradecimiento de todos, pero no el amor.’ <<

[13] conservando la sangre: «anfibológicamente, ‘la de Pablos’, por cuanto allí se alimentaba, y ‘la de Ana Moráez’, por sus pretensiones de cristiana vieja» (P. Jauralde). <<

[14] no era de costa: ‘no costaba nada’. No es la primera vez, y tampoco la última, en que Pablos busca un nombre más sonoro para acreditarse. Se trata de un paso más en la serie de suplantaciones que éste ha llevado a cabo desde su conocimiento de don Toribio. <<

[15] asientos: ‘contratos, frecuentemente de tipo crediticio’. <<

[16] roto: véase la nota [6] de I, 1. <<

[17] cédula de cambio: ‘pagaré’ (véase la nota [9] de I, 4); a cobrar en mí: ‘que yo debía hacer efectiva’. <<

[18] acotáronme: ‘me tomaron, me reservaron’. <<

[19] Es refrán. <<

[20] ‘tan encandiladas, tan prendadas’, por cuanto habían acudido al cebo, que, por figura, también se entiende como ‘fomento o pábulo que se da a un afecto o pasión’. <<

[21] de contado: véase la nota [15] de II, 3. <<

[22] «La Orden de Cristo era una orden militar portuguesa; pero con christus se indicaba también “la cruz que precede al abecedario o alfabeto en la cartilla, y enseña que en su santo nombre se han de empezar todas las cosas” (Autoridades)» (A. Gargano). El chiste se burla indirectamente de las pretensiones de hidalguía y tratamiento atribuidas tradicionalmente a los portugueses. <<

[23] capa de luto: véase la nota [16] de III, 1. <<

[24] El gusto por las botas es otro de los rasgos indumentarios de la figura del portugués tradicional. <<

[25] Otro carácter tópico en la figura chistosa del portugués es el de su alma enamoradiza, así como la expresión tierna y lánguida de ese amor. <<

[26] apuntado: ‘enemistado, picado’. Téngase en cuenta que los dos parecen competir, con estilo bien diferente, por la joven posadera. <<

[27] Parece haber una tradición que apunta a la miseria y pobreza catalanas; recuérdese la mención dantesca a «l'avara povertà di Catalogna» (Paradiso, VIII, 77); crió: ‘creó’. <<

[28] Porque las tercianas son unas fiebres intermitentes que sobrevienen al enfermo cada tres días. <<

[29] morder: además del sentido recto, ‘murmurar, hablar mal de alguien en su ausencia’. <<

[30] gallina: véase la nota [83] de II, 3. <<

[31] cacareaba: ‘fanfarroneaba, baladroneaba’; alusión al dicho cacarear y no poner huevos (‘mucho ruido y pocas nueces’). <<

[32] pícaro: aquí quizá lo mismo que ‘picaño’, «el andrajoso y despedazado» (Covarrubias); desarropado: ‘desarrapado’. <<

[33] ‘llegamos al tuteo’, en cuanto es indicio de gran confianza y trato familiar, aunque no necesariamente de intimidad amorosa. <<

[34] Se trata de un señorío imaginario. <<

[35] El mayordomo solía ser el encargado de administrar la hacienda del señor (véase la nota [9] de I, 4). <<

[36] ‘que venía de las depositarías’; depositaría : ‘lugar donde se depositan y guardan caudales, tesorería’. <<

[37] cobranzas: se supone que ‘las de algunos censos o las de rentas de su señorío’. <<

[38] Esto es, ‘los escribanos’. <<

[39] causa: véase la nota [61] de III, 4. <<

[40] La frase admite varias interpretaciones: ‘incluso por encima de los tejados levantan falsos testimonios’ o ‘incluso difaman a la divinidad’; tejas arriba: lo divino, frente a tejas abajo (‘lo mundano’): nótese, además, la dilogía de levantar, según se considere en sentido recto o como parte de la frase hecha levantar falso testimonio. Véase la nota [6] de III, 6. <<

[1] causa: véase la nota [61] de III, 4. <<

[2] El fragmento «echaba de ver … escribano» falta en B <<

[3] Véase la nota [36] de I, 6. <<

[4] Unas: en B, «una». <<

[5] Pablos identifica a los escribanos, para tildarlos de judíos, con los escribas evangélicos. <<

[6] De nuevo —véanse las notas [12] de III, 3 y [40] de III, 5—, se hace un chiste a partir de los sentidos recto y fraseológico de levantar. <<

[7] Nótese el juego dilógico con dar. <<

[8] Dada la creencia popular de que los diamantes sólo podían labrarse utilizando, bien otro diamante, bien sangre caliente de cabrón, entiéndase: «la dureza del escribano sólo puede quebrarse con la sangre del soborno» (J. Ciruelo). <<

[9] querida: ‘novia, amiga’. <<

[10] desenvainando … espetar: adviértase la equiparación de la pluma del escribano con una arma ofensiva, en este caso, una espada. <<

[11] Las protestas del portugués son otra muestra de la puntillosidad que en cuestiones de honor se les atribuía tradicionalmente. Véase la nota [22] de III, 5. <<

[12] Entiéndase, ‘buenos para todo, mas, en cualquier caso, infames’. Por si no bastase la mala fama de los corchetes, los ganapanes —‘esportilleros o mozos de cuerda’— eran tenidos por gente holgazana y de mal vivir. <<

[13] Esto es, ‘solicitaban a gritos la intervención de otros representantes de la justicia’. <<

[14] A pesar del antecedente en plural, era corriente el uso de la forma singular quien. <<

[15] ‘me percaté inmediatamente del sentido de lo que decía’. Véase la nota [28] de III, 7. <<

[16] ellos puede referirse tanto a ‘los palos que no se decidió a devolver’ como a ‘sus salvadores’. <<

[17] mojicones: ‘puñadas, puñetazos’. <<

[18] ‘Tras cornudo, apaleado, y mandábanle bailar, y aun dicen que baila mal’; tal es el refrán en versión de Correas. <<

[19] sacudido: equívoco entre el sentido más patente y el de ‘desenfadado, desenvuelto’. <<

[20] Es decir, ‘ya iban descubriendo lo falaz de mi riqueza’. Véase la nota [43] de III, 1. <<

[21] trazar: véase la nota [54] de I, 3. <<

[22] Tanto el lugar de nacimiento del licenciado como su nombre parecen aludir al papel que desempeñará en seguida como falso agente inquisitorial. <<

[23] la señalada: esto es, ‘la noche señalada’; requirieron: ‘advirtieron como agentes de la autoridad; intimaron’. <<

[24] familiar: ‘demonio personal que acompaña y sirve’. <<

[25] horra: ‘libre, sin detrimento económico’; véase la nota [65] de III, 2. <<

[26] calza de obra: quizá ‘de punto’, pero más probablemente ‘bordada’. Era prenda de cierto lujo y vistosa. <<

[27] lacayo: probablemente ‘cinta larga de adorno’, y no, según su sentido usual, ‘mozo de espuelas’; en menudos: ‘en calderilla, en fracción’. <<

[28] encaminarían: ‘proporcionarían’ (véase la nota [69] de III, 8); parte conveniente: aquí posiblemente ‘un buen partido’. <<

[29] arcaduz: ‘cangilón de la noria’ y, figuradamente, ‘medio o expediente adecuado para llevar algo a buen fin’. <<

[30] negro: ‘astuto, taimado’, pero también ‘desventurado’ e, incluso, ‘ansioso’ o ‘afanoso’; véase la nota [16] de I. 5. <<

[31] almonedas: ‘lugares en que se procedía a la venta de distintos bienes mediante subasta pública’. <<

[32] lacayo: frente al pasaje anterior, ‘mozo de espuelas que acompaña a pie al señor, que va a caballo’. Era aditamento imprescindible para aparentar señorío. <<

[33] La calle Mayor era la calle comercial por excelencia (véase la nota [88] de III, 2); jaeces: ‘adornos para el caballo’. <<

[34] ‘solté la lengua’; prosa: ‘palabrería, labia’. <<

[35] Prado: ‘el paseo que se extendía desde lo que hoy es plaza de Cibeles hasta la actual glorieta de Atocha’; era lugar famoso de galanteo, sobre todo al anochecer, cuando las damas acudían frecuentemente en coche de caballos, según se verá; a bureo: ‘a divertirse’. <<

[36] Se trata, por supuesto, de un fingimiento para darse aires de gran señor. <<

[37] librea: ‘traje con ciertos distintivos que los grandes señores daban a sus criados para que fuesen reconocidos como suyos’; caminamos: ‘nos dirigimos hacia allí’, no se olvide que van a caballo. <<

[38] cuyos: véase la nota [28] de II, I. <<

[39] hablar muy recio: el hablar en alta voz, junto a, por ejemplo, la mala letra (nota [41] de I, 2), era uno de los atributos satíricos de la figura del caballero; cañas: el juego de cañas consistía en una ‘pugna deportiva aristocrática, a modo de combate entre varias cuadrillas a caballo, en que se utilizaban las cañas o bohordos como proyectiles; porcelana: ‘de color blanco azulado’. <<

[40] Roldanejo: probablemente sea el nombre de un caballo, ‘diminutivo de Roldán’. <<

[41] cúyo era: ‘de quién era [se supone que el caballo]’; véase la nota [28] de II, I. <<

[42] embelesados: ‘pasmados, perplejos’. <<

[43] ‘fantoche muerto de hambre’. <<

[44] hábito: ‘insignia de una orden militar’; que era hábito y encomienda todo junto: comentario irónico sobre el poder de la riqueza; encomienda: véase la nota [22] de II, 1. <<

[45] El llevar la capa sobre el hombro debía de ser un signo de prestancia; recuérdese el momento en que Pablos se esforzaba por aparentar haber comido: «Ya yo iba tosiendo y escarbando, por disimular mi flaqueza, limpiándome los bigotes, arrebozado y la capa sobre el hombro izquierdo» (II, 2). <<

[46] Debe suponerse que lindo, que suele ser despectivo, se refiere al afectado modo de vestir de Pablos y su pretenciosidad. Es la única vez que el protagonista recibe en la obra el apelativo de buscón; véase la nota [3] de III, 1. <<

[47] picardease: ‘tontease, enredase’. <<

[48] estribo: véase la nota [28] de II, 6. <<

[49] ‘poco menos’. Pero nótese que se utiliza un léxico propio de los juegos de cartas; cincuenta puede entenderse como una suerte particular consistente en tal suma de puntos por una combinación específica de cartas. <<

[50] dote tenía género masculino en la época. <<

[51] limpia: ‘limpia de sangre’; en cueros: ‘sin nada, sin dote’ y ‘desnuda’. <<

[52] al pie de: ‘casi, cerca de’; ducado: ‘moneda de cuenta que equivalía a once reales de plata (374 maravedís)’; como referencia, recuérdense los trescientos ducados que heredó de su padre. Se trata de una cantidad ciertamente capaz de despertar la codicia de las damas. <<

[53] ‘con buenas perspectivas’. <<

[54] tan: aquí con el sentido de ‘muy, extremadamente’. <<

[55] No tan pobre: véase la nota [52]; claro que, en cuestión de dotes, el mentir o el exagerar eran frecuentes. <<

[56] ‘no tiene nada que envidiar a nadie en cuestión de linaje’, pero admite otras interpretaciones menos favorables. <<

[57] Son dos versos del romance fronterizo A la muerte de don Alonso de Aguilar. <<

[58] echaba menos: ‘echaba de menos’. <<

[59] cajas: por excelencia, ‘las que contienen alimentos o confituras’; véase la nota [28] de I, 4. <<

[60] Además de zona de caza real, la Casa de Campo, al oeste de la ciudad, era un lugar de recreación muy frecuentado por los madrileños a partir del arreglo de sus jardines en el año 1556, y sitio predilecto para citas y convites entre enamorados. <<

[61] caminar: véase la nota [37]. <<

[62] martelo: ‘galanteo’. <<

[63] quinolicas: ‘quínolas, juego de cartas parecido a la primera’. <<

[64] Se trata de una cantidad considerable; compárese con los pequeños sobornos al carcelero o al escribano, o con lo que constituía el jornal de un peón de la construcción de Valladolid en los primeros años del siglo XVII: entre cuatro reales y cuatro reales y medio. <<

[65] Esto es, ‘cederlo a otra persona a cambio de una renta’. <<

[1] dar traza en: ‘resolver con alguna argucia lo relativo a’; véase la nota [36] de I, 6. Las meriendas no eran, como se verá por los preparativos de Pablos, un compromiso irrelevante; además la merienda solía ser ocasión típica de escaramuzas amorosas. <<

[2] repostero: ‘encargado, en casa de los señores, del servicio de la mesa y de la plata correspondiente’. <<

[3] pretina: véase la nota [42] de I, 6. <<

[4] ‘como si fuesen documentos de negocios’; memorial: ‘escrito dirigido al juez o a alguna autoridad en que se solicita alguna gracia o se insta a la resolución de algún asunto pendiente’. <<

[5] ropilla: véase la nota [22] de I, 1. <<

[6] y todo: ‘también’. <<

[7] Una familiaridad acaso excesiva, lindante en lo despectivo y grosero; era tratamiento reservado a inferiores, como criados y mozos, y en ocasiones a amigos íntimos. <<

[8] ‘las prevenía para una merienda improvisada’, como las comedias o los versos de repente. <<

[9] jarcia: ‘enseres, aparejo’. <<

[10] cenador: ‘en los jardines, espacio ameno normalmente cubierto por una enramada o un tejadillo y a menudo con algún lugar donde poder sentarse’. <<

[11] Los que había en la Casa de Campo; véase la nota [60] de III, 6. <<

[12] regalos: ‘halagos, atenciones’. <<

[13] Entiéndase: ‘sin el rebozo que les tapaba la cara’, en señal de confianza y quizá por coquetería. Véase la nota [89] de III, 2. <<

[14] asestado: ‘dirigido ofensivamente’; nótese el uso del verbo asestar, que convierte matrimonio en equivalente a una arma ofensiva. <<

[15] espesos: ‘apretados, muy juntos’. <<

[16] Al parecer, estaban de moda las manos grandes; zazosita: ‘ceceante, por afectación’ (véase la nota [3] de III, 5). <<

[17] desenvoltura tenía sentido peyorativo, cercano al de ‘desvergüenza’; hocicada: ‘besuqueada’, esto es, ‘experimentada en las lides amorosas’. <<

[18] desposada: ‘prometida’. <<

[19] Entiéndase: ‘por boba’. <<

[20] bufonas: en este caso, ‘discretas, entendidas’. Este tipo de apreciaciones, que relacionan discreción con fealdad y hermosura con bobería, es muy característico de la misoginia de Quevedo. <<

[21] de buenas partes: ‘de buenas prendas’ y también, en sentido sexual, ‘bien dotada’; arte de las ofensas: ‘trato carnal’. <<

[22] Nótese el juego dilógico con saber. <<

[23] ‘cuando me quiero dar cuenta, de forma inesperada’. <<

[24] ‘vestido de aquella manera’. <<

[25] El fragmento «hasta en esa … gallinas» falta en X. <<

[26] Dolo: ‘Doylo’. <<

[27] Tampoco forma parte de X esta intervención de Pablos. <<

[28] Véase la nota [15] de III, 6. No deja de resultar sorprendente la rapidez con que la señora se apresta a corroborar la ficción de Pablos. Y por cierto que la mención a Ocaña no parece inocente. <<

[29] «y un poco puta» es comentario que sólo aparece en B. <<

[30] tacaño: ‘taimado, bellaco’.

X lee: «y más mal inclinado que Dios tiene en el mundo». <<

[31] Nótese que ha cambiado el destinatario de la narración de Pablos; gallofería: ‘vida poltrona, bellaquería’; parece referirse con tal término al conjunto de su vida anterior, que ahora le interesa ocultar.

En vez del pasaje «Yo decía … gallofería», se lee en X: «¿Qué sentiría yo oyendo decir de mí, en mi cara, tan afrentosas cosas?». <<

[32] Esto es, en la zona de la Puerta del Sol; actualmente la calle del Arenal discurre entre ésta y la plaza de la Opera (véase la nota [55] de II, 3). Obsérvese el empleo del verbo ser para indicar posición. <<

[33] Véase la nota [101] de II, 3. <<

[34] flor: véase la nota [43] de III, I. <<

[35] hechos: ‘amañados, marcados’. <<

[36] irme por abajo: probable referencia a la trampa conocida como ida. <<

[37] encapotado: ‘ceñudo’. <<

[38] Véase la nota [94] de II, 3. <<

[39] ‘conocía innumerables fullerías y tenía barajas estupendas de cartas marcadas’; flor: véase la nota [43] de III, 1; mayo: ‘árbol adornado con flores y frutas en torno al cual se festeja la primavera’; barajas hechas: véase la nota [35]. <<

[40] En la jerga de los fulleros, éstas, como otras similares en torno al verbo matar, son expresiones equivalentes de ‘quitar el dinero’. Véase el texto correspondiente a la nota [20] de III, 10. <<

[41] cas: casa. De manera más específica, X lee «fraile benito» en el lugar de «fraile». <<

[42] talego: ‘bolsa de tela alargada y estrecha en que se solía llevar el dinero’; calza: en este caso, sinónimo de ‘talego’.

«Talegos como … doblones» es una variante respecto a X, que lee, menos enfáticamente: «mucho del real de a ocho y escudo». <<

[43] Crecióles …el ojo: ‘se alegraron, codiciosos’. <<

[44] conversación: ‘plática, trato’ y, eufemísticamente, ‘juego’. <<

[45] Entiéndase: ‘no entrarán ni los criados’. <<

[46] ‘los que acompañan al oficiante en el altar’; y aquí, paródicamente, los ‘cómplices’ o ‘compinches’ que colaboran con Pablos. <<

[47] tocador: véase la nota [59] de I, 6. <<

[48] corona: ‘tonsura’. <<

[49] ‘me maquillé para aparentar que estaba enfermo de tercianas’; tercianas: véase la nota [28] de III, 5. <<

[50] Todo el fragmento «por disimular … amarilla, y» falta en X; además, y según ocurría más arriba, también X especifica aquí «fraile benito». <<

[51] antojos: ‘anteojos’. <<

[52] atusada: ‘cortada muy ceñidamente, rapada’; ya que «era la costumbre cortar el pelo y la barba del enfermo para conservar su fuerza» (B. Ife).) <<

[53] levantaban: quizá ‘alzaban, cortaban la baraja’, lo cual tenía una incidencia directa sobre la posibilidad de ser mano y sobre las cartas que tocaban a cada jugador. Este momento era terreno abonado para las fullerías. <<

[54] Hay un juego de palabras. Iban tres al mohíno: ‘estaban compinchados [contra Pablos]’ (vease la nota [11] de I, 6); pero mohínos en sentido estricto significa ‘disgustado, airado’. <<

[55] gatada: «el hurto que se hace con engaño, astucia y simulación» (Autoridades). <<

[56] baratos: véase la nota [13] de II, 6. <<

[57] encargándoles: ‘encareciéndoles’. <<

[58] Recuérdese el episodio del ermitaño de II, 3; parece como si Pablos hubiese invertido a su favor la situación de entonces. Por otra parte, el hacerse pasar los tahúres por hombres de religión para mejor lograr sus fines es procedimiento bien acreditado. <<

[59] tenía [el lacayo]: ‘sujetaba, cuidaba’; le se refiere, por supuesto, al letrado. <<

[60] Se repite lo sucedido en el episodio del rey de gallos. <<

[61] Puesto que probablemente se trata de un no enfático, entiéndase: ‘¡Ojalá fueseis un valenzuela!’; valenzuela: ‘casta de caballos, muy apreciada en la época por su capacidad para la carrera y por su pronta y precisa acomodación a las órdenes del jinete’. <<

[62] Nótese el tono despechado de Pablos; rocín: véase la nota [40] de I, 2. <<

[63] ‘por enmendar el entuerto, disimulando’; véase la nota [7] de III, 4. <<

[64] overo: véase la nota [93] de III, 4. <<

[65] desbocado: «el caballo que no obedece el freno y, puesto en la carrera, no sabe parar» (Covarrubias); trotón: ‘hecho a andar al trote’. Pablos se las da de buen jinete, capaz de corregir los vicios o limitaciones de su montura. <<

[66] ‘aparecían’. <<

[67] apretarlo: ‘apresurar su resolución’. <<

[68] Esto es, ‘trataba de forzar un compromiso de matrimonio por escrito’; papeles: «escrituras» (Covarrubias). <<

[69] Probablemente haya que entender: ‘enojado por la manera en que lo había dejado plantado’ en casa de su hermana (III, 2). <<

[70] magulasen: ‘magullasen’. <<

[71] el avemaría: ‘el anochecer’, pues a esa hora se tocaban las campanas y rezaba el ángelus. <<

[72] La capa, sobre todo si era de color, era una referencia de primer orden para reconocer a alguien, ya que el modo de vestir de la época permitía ocultar totalmente el rostro. <<

[73] ‘protegerlo, encubrirlo’. <<

[74] cintarearlo: ‘darle cintarazos, golpes con la espada envainada o de llano’ y, por extensión, también con otros objetos. <<

[75] cierraconmigo: ‘me acomete, arremete contra mí’. <<

[76] trasquilón: aquí, ‘cuchillada’. <<

[77] embustidores: ‘embusteros, embaucadores’. <<

[78] ‘atribuírsela’. <<

[79] capeadores: ‘ladrones de capas’, por lo general nocturnos. <<

[1] Por lo arrugado, higo; y, por el afeite o ‘maquillaje’, enharinado. <<

[2] El de las «ancianas incrédulas de años» que pretenden pasar por niñas es uno de los motivos predilectos de la sátira quevediana contra las viejas. <<

[3] chufa y castaña apilada: parangones del rostro arrugado de la huéspeda; castaña apilada: ‘la que se ha secado al fuego para conservarla’. <<

[4] Considérese como equivalente de ‘enfadosa, insufrible’. <<

[5] En lugar de «arrugada y llena de afeite… bruja», X lee: «edad de marzo —cincuenta y cinco— con su rosario grande y su cara hecha en orejón o cáscara de nuez, según estaba arada». <<

[6] Recuerdo del refrán «Cobra buena fama y échate a dormir para perderla» (Correas). <<

[7] Es decir, ‘era alcahueta’; templaba: posiblemente en el sentido figurado de ‘acordar las cuerdas de un instrumento’; carear: ‘poner frente a frente’. Véase la nota [28] de I, 1. <<

[8] En la versión de X, recibe el nombre de «tal de la Guía». <<

[9] ensayaba: ‘adiestraba’ la Paloma a la muchacha; en el taparse: véanse las notas [15] de II, 5 y [89]89 de III, 2. <<

[10] Véase la nota [9] de III, 5. <<

[11] vedijas: ‘mechones, matas de pelo’. <<

[12] dormidillos: ‘gestos para entornar lánguidamente los párpados por coqueteo’. <<

[13] cuervos: figuradamente, ‘mujeres de tez oscura’. <<

[14] La comparación satírica del maquillaje con el revocar fachadas y paredes era usual; enlucir: ‘enjalbegar’. <<

[15] Los chistes y motes a partir de Herodes y la matanza de los inocentes abundan en Quevedo. Véase el texto correspondiente a la nota [19] de III, 7.

El fragmento «Enlucía manos … empreñar» falta en X. <<

[16] Véase la nota [24] de I, 1. <<

[17] La Paloma, también «bruja y un poco puta», alcahueta, experta en cosmética, asesora de seducciones y restauradora de virgos, se asemeja mucho a la propia madre de Pablos a través del común trasfondo celestinesco. Véanse las notas [24] y siguientes de I, 1. <<

[18] pelar: véase la nota [101] de II, 3; los refranes eran el rasgo estilístico fundamental de las viejas como tipo literario, según atestiguan, entre otras, Celestina, Muñatones o Gerarda. <<

[19] encajar la joya: ‘pedir o hacerse regalar la joya’ por sus galanes. <<

[20] pediduras: ‘maneras de pedir’; dinero seco: ‘dinero contante y sonante’. <<

[21] concurrente: ‘colega’.

En vez de «a Muñatones la de Salamanca», se incluye en X la aposición «mujeres de todo embustir». <<

[22] Como se ha indicado (nota [18]), los refranes son un importante elemento caracterizador de estas viejas taimadas, pero han de entenderse a la luz de su palpable intención satírica. <<

[23] no me espanto: ‘no me maravillo, no me extraño’; güesa: ‘huesa, tumba’. <<

[24] «Dícese por los muy viejos» (Correas); evidentemente, partiendo de una célebre metáfora bíblica. <<

[25] Explica Autoridades «que cada uno se contenga en su estado … sin pretender ser mayor». De otro lado, el refrán anterior —Dime con quien…— parece contradecirse con éste, y, en todo caso, nótese que las palabras de la vieja arrojan una luz nada favorable sobre los caballeros (más abajo: un pícaro y otro pícaro) y damas (una alcorzada y otra redomadona) con quien trató Pablos en el capítulo precedente. <<

[26] El refrán «da a entender la poca seguridad que hay aun en lo que parece que está en la mano» (Autoridades). <<

[27] fiel: ‘inspectora, supervisora’; en sentido estricto, el fiel es el ‘encargado de velar por la correcta utilización de pesos y medidas por los comerciantes, así como por la calidad del género’. <<

[28] ‘me mantengo tanto de los gestos que enseño para atraer a los clientes como de los precios que fijo para los servicios de las prostitutas’. Nótese la silepsis de posturas, en especial a través del que enseño, que apunta a varias acepciones posibles como ‘afeites o emplastos’, ‘gestos provocativos de las prostitutas’ o ‘posiciones en el acto sexual’; posturas (…que pongo): «el precio en que se pone alguna cosa venal» (Covarrubias). <<

[29] ‘porque hay de sobra, ellas [las mujeres] son baratas en mi casa’; danse con ellas: «cuando las cosas abaratan» (Correas). <<

[30] alcorzada: ‘meliflua, melindrosa’ y puede que ‘cubierta de afeites’, ya que alcorza era ‘la pasta de azúcar y almidón con que se recubrían distintos dulces’; redomadona: ‘astuta, taimada’ y quiza también ‘aficionada a los potingues’, a partir de redoma. <<

[31] Quizá, ‘estafa o despluma a aquel que recibe sus favores’. <<

[32] entenados: léase aquí en el sentido más amplio de ‘antepasados’. <<

[33] Elementos necesarios para sus prácticas hechíceriles.

«para unas candelicas y hierbas» falta en el manuscrito B. <<

[34] botes: véase la nota [38] de I, 1. <<

[35] ‘si le daban dinero’. <<

[36] ‘se aplicaba, como bruja que era, ungüentos alucinógenos y abandonaba la casa por la chimenea (puerta del humo)’. <<

[37] tema: ‘obsesión’, pero también ‘la proposición o thema, normalmente una cita de la Biblia, que se situaba en el comienzo de los sermones cultos y se desarrollaba, a continuación, a partir de la divisio’. <<

[38] espanté: véase la nota [23]. <<

[39] escondió la calle: quizá haya que suponer que ocultó por arte nigromántica su calle a los ojos de quienes iban a detenerla. <<

[40] Lee X: «que era otra Guía; y no es de espantar que, con tales guías, vamos todos desencaminados». Véase la nota [8]. <<

[41] El amancebamiento estaba, en efecto, castigado por ley. <<

[42] cerraron con ella y conmigo: véase la nota [75] de III, 7. <<

[43] Entiéndase: ‘que yo era un huésped’. <<

[44] trabajo: véase la nota [11] de I, 1. <<

[45] Nótese que el nombre atribuido a la vieja hasta ahora es Paloma; veánse las notas [8] y [40]. <<

[46] mitra: burlescamente, ‘coroza’; véase la nota [9] de I, 2. <<

[47] Véase la nota [39] de I, 2; «Bizarro era sobre todo el traje de los soldados, en el cual destacaba el sombrero con plumas» (A. Gargano). <<

[48] Sumándose, por tanto, a los lanzadores de frutas y hortalizas contra la bruja y amancebada, aunque extraña, por inusual, el proyectil elegido para ello. <<

[49] coleto: véase la nota [47] de II, 1. <<

[50] gabán: véase la nota [32] de I, 4; de pobre: por los remiendos, que afectan necesidad para mover a la limosna. <<

[51] polainas: ‘especie de medias rústicas’. <<

[52] capilla: véase la nota [32] de I, 4. <<

[53] frases: ‘frasis, modos de expresión’, y aquí concretamente ‘fórmulas bribiáticas’. <<

[54] prosa: véase la nota [34] de III, 6. <<

[55] Frase que expresa cuidado, fatiga o afán y que era utilizada como fórmula por los mendigos. <<

[56] aire corrutohora menguada: véase la nota [38] de I, 6. <<

[57] Es una sabia práctica en estas peticiones el desear el bien del que el mendigo carece. <<

[58] ochavos: ‘monedas de cobre de valor escaso’. <<

[59] ‘que era cosa admirable’. <<

[60] «La pronunciación Jesú es regresión de Jesucristo, y se usó mucho en la Edad Media … En la exclamación vulgar andaluza ¡Jozú! sobrevive esa pronunciación» (A. Castro). <<

[61] mosca: véase la nota [63] de III, 4. <<

[62] ‘de los que piden por las esquinas’. <<

[63] Estaba riquísimo: el atribuir la posesión de importantes cantidades de dinero a algunos de estos pobres es un nuevo lugar común.

y era como nuestro retor: conviene recordar en este punto el personaje de Micer Morcón en el Guzmán (I, III, 3), a quién tenían los pobres romanos nada menos que por «generalísimo». <<

[64] potra: ‘hernia’. <<

[65] Estamos ante otro motivo bien conocido de la literatura bribiática: el fingimiento de taras físicas o enfermedades. <<

[66] ‘adorno de piedra esférico en los antepechos de los puentes’. <<

[67] El alquiler de niños es otra de las prácticas aparejadas a la mendicidad. <<

[68] niños de la cajuela: ‘niños postulantes con fines píos’; cajuela: ‘cepillo, especie de hucha’, recuérdese la caja del animero en II, 4. <<

[69] encaminó: véase la nota [28] de III, 6. <<

[70] horros: ‘limpios, ahorrados’. <<

[71] hallazgo: entiéndase ‘la recompensa por el hallazgo’. <<

[72] Véase la nota [110] de III, 2. <<

[73] Es decir, ‘de viaje’; véase la nota [24] de III, 1. <<

[1] paraje: «parador, mesón» (A. Castro). La compañía es de las denominadas de la legua o ambulantes, mucho más relajadas en su organización y actividades que las de título u oficiales. Solían ser aquéllas, además, refugio de gente perdida. <<

[2] Nótese la ambigüedad de la construcción, que permite entender per signum crucis literalmente o como sinónimo de ‘cuchillada’; véase la nota [49] de II, 1. <<

[3] ‘me hizo merced o favor’, pero atiéndase a la intencionalidad de la apostilla inmediata. <<

[4] barajados: ‘entremezclados’. <<

[5] Véase la nota [4] de II, 3; aunque aquí sabandija tiene evidentemente otro sentido, quizá con la connotación de ‘inquieta, revoltosa’. <<

[6] suelo: ‘mundo’. <<

[7] El cinismo del comediante es propio de la figura del sufrido o consentidor, y téngase también en cuenta la libertad de costumbres achacada a los faranduleros. <<

[8] ‘Dígoos, pues, hermanos, que el tiempo es corto. Sólo queda que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran’ (I Corintios, 7, 29). La alusión a San Pablo desapareció en la edición impresa de 1626. <<

[9] Hay una Comedia de San Alejo de carácter escolar, publicada por Juan López de Ubeda en su Cancionero general de la Doctrina Christiana (1579), y que, como tal, fue objeto de representaciones infantiles. <<

[10] ‘el director y empresario de la compañía’. <<

[11] Era habitual la concertación entre el autor y el actor de las condiciones de la entrada de éste en la compañía; ración: ‘cantidad fija diaria durante el tiempo del contrato’; representaciones: ‘cantidad por representación’. <<

[12] loas: ‘composiciones breves a modo de prólogo, recitadas generalmente por un solo actor, que, desarrollando frecuentemente un símil, se planteaban al modo de una solicitud de atención, silencio y benevolencia para la obra que venía a continuación y los actores que la representaban’; papeles de barba: ‘papeles graves, de rey, padre u hombre mayor’. <<

[13] En efecto, el tópico de la nave en mar proceloso era muy del uso en las loas. <<

[14] Una de las apelaciones al público más repetidas en las loas, las más de las veces enfáticas y laudatorias en este punto. <<

[15] ‘hubo un murmullo no muy entusiasta de aprobación’; víctor: «exclamación aprobatoria, correspondiente al moderno ¡bravo!» (A. Castro); de rezado: ‘murmurado’. Véase el texto correspondiente a la nota [82]. <<

[16] representante: ‘actor’. <<

[17] La actividad como poetas de autores y representantes era, en efecto, algo habitual, al menos desde Lope de Rueda. <<

[18] El mercedario fray Alonso Remón (1561-1632) fue escritor dramático muy encomiado en su época; y sus trabajos fueron «los más después de los del gran Lope», dejó escrito Cervantes. <<

[19] rodela: véase la nota [53] de I, 6. <<

[20] badea: ‘especie de melón de mala calidad’. <<

[21] Véase la nota [31] de II, 3. <<

[22] Otro de los tópicos sobre los poetas, y en especial sobre los de comedias, era el acusarlos de plagio. Por otro lado, parece que era especialmente habitual en las compañías de la legua. <<

[23] Nuevo nombre fingido, que contrasta notablemente con los anteriores: don Ramiro de Guzmán y don Felipe Tristán. <<

[24] mosqueteros: ‘el público masculino de menor poder adquisitivo, que veía en pie la obra desde el fondo del patio’; de ellos, y de sus ruidosos juicios, dependía en buena medida el éxito o fracaso de la representación. <<

[25] tres pares de vestidos: entiéndase ‘tres vestidos’, y no ‘seis’; par, o en su caso pares, tenía con frecuencia un valor puramente enfático o intensivo. <<

[26] Son, los tres, actores muy famosos de la primera mitad del siglo XVII. <<

[27] Entiéndase: ‘se requería mi opinión acerca de la escenografía y sus recursos técnicos’; apariencias: ‘efectos escénicos, tramoyas’; más concretamente, se refiere a las ‘apariciones sorpresivas sobre el escenario de algún actor o figura’. <<

[28] Entre los que merodean en torno a los miembros de las compañías, además de aspirantes a actores y enamorados de las actrices, abundan los poetas sin suerte buscando la oportunidad de leer sus comedias. <<

[29] Evidente dilogía de divina, que significa ‘de asunto religioso’ y también, irónicamente, ‘excelsa’. <<

[30] bu, bu… ri, ri: «voces como de interjección de rabia o de aullido por modo gracioso, puestas en la boca del diablo cuando representa» (Autoridades). Pablos utiliza todos los estereotipos propios de las ‘comedias de santos’ en la realización de su obra, particularmente el del diablo que irrumpe ruidoso y vociferante.

Satán: Quevedo ironiza en alguna otra ocasión acerca de esta forma, relacionándola con el lenguaje amanerado y repetitivo de algunos autos sacramentales, villancicos y oraciones (nota [37]).

En lugar de «caíale», B lee «caíle». <<

[31] No me daba manos: ‘No daba abasto’. <<

[32] ‘hacía rebaja en el precio’. <<

[33] demandaderas de monjas: ‘recaderas de los conventos’. <<

[34] Véase la nota [39] de II, 2. <<

[35] Véase la nota [29] de I, 6 y el texto correspondiente a la nota [38] de II, 2. <<

[36] Nótese que son casi los mismos términos que los utilizados en II, 2. <<

[37] Sobre el particular vocabulario de estas oraciones y coplas, véase la nota [34] de II, 3. <<

[38] Entiéndase ‘sobre un cautivo en Tetuán’; véase la nota [33] de II, 3. <<

[39] autor: véase la nota [10].

B lee «espiraban» en vez de «aspiraban», que es lectura de X. <<

[40] Esto es, Pablos utiliza como reposteros (‘tapices, a menudo con las armas del señor, que cubren las paredes de los aposentos para adornarlos y aislarlos del frío, o también las cabalgaduras por adorno’) las telas que se acostumbraba a poner a modo de puerta en la entrada de las tabernas, cuya calidad, como se puede suponer, era ínfima. <<

[41] Nuevo equívoco; ser para ver puede entenderse como ‘ser dignos de admiración’ o ‘servir para ver a su través’. <<

[42] tablado: ‘escenario’. <<

[43] en un paso de una montería: ‘en un pasaje sobre una cacería’. <<

[44] De Galicia eran oriundas, tópicamente, las mozas de las posadas; y además tal procedencia solía tomarse en mala parte. <<

[45] Debe verse aquí no sólo ingenuidad en la muchacha, sino también lo que hay de desaforado e irregular en el mal poeta de comedias que es Pablos. <<

[46] ejecutaron: entiéndase ‘el embargo de bienes’. <<

[47] Por las rejas o celosías de los locutorios conventuales, semejantes a las redecillas de los tocados femeninos. <<

[48] Véase la nota [109] de II, 3. <<

[49] Puede considerarse como una figura corriente en la época y, hasta cierto punto, tolerada socialmente. Téngase en cuenta la relajación de la vida conventual y el número muy elevado de monjas enclaustradas sin una vocación decidida. <<

[50] Esto es, ‘la monja era evangelista’ o, lo que es lo mismo, ‘pertenecía a la facción, de las monjas de su convento, devota de San Juan Evangelistas y hostil a San Juan Bautista y sus devotas, que constituían otra facción’. Hay constancia de estas pugnas, que se harán explícitas algo más abajo, a través de una tradición satírica que remite al siglo XVI. <<

[51] farsante: ‘hombre de teatro’. <<

[52] ‘estancia para las entrevistas de los monjes con los ajenos a la comunidad’, pero aquí, particularmente, el ‘tiempo fijado para dichas entrevistas’. <<

[53] andadera: lo mismo que ‘demandadera’; véase la nota [33]. <<

[54] vísperas: ‘una de las horas canónicas, que se reza hacia el anochecer’. <<

[55] «Se llaman las galerías o ventanas desde donde se ve. Dícese especialmente de los conventos de monjas» (Autoridades). <<

[56] hacer alguna pandilla a la abadesa: ‘engañarla, jugársela’. <<

[57] ‘consabida’. <<

[58] Porque se decía ‘vísperas solemnes’, ya que se rezaban con especial solemnidad. Recuérdese que el sacristán de Majadahonda juraba por ellas (II, 3). <<

[59] Esta frustración última de los galanes de monjas, condenados a no consumar su amor, es uno de los aspectos más resaltados por Quevedo en su visión del tipo. <<

[60] pares: véase la nota [25]. <<

[61] asadores: véase la nota [38] de II, I; virotes: ‘especie de saeta’; «tragavirotes llamamos a los hombres muy derechos y muy severos, con una gravedad necia, que no les compete a su calidad» (Covarrubias). <<

[62] Véase la nota [55]. <<

[63] Era a las doce cuando se abrían al público los corrales, aunque la obra no empezaba hasta las dos, en invierno, o las cuatro, en verano. <<

[64] devotos de monjas: así eran conocidos los galanes de convento. <<

[65] Esto es, remedando la figura de San Francisco de Asís, el Seráfico, al recibir los estigmas mientras oraba en el monte Alverna. <<

[66] querida: ‘amada’. <<

[67] ‘por el buen paso, por el andar ligero’ (véase la nota [9] de II, 5); macho: ‘de albarda’. <<

[68] dar picón: ‘picar, incitar mediante una pulla o burla’, y aquí particularmente ‘dar celos’. <<

[69] terrero: ‘explanada frente a un edificio’ y, por antonomasia, el ‘lugar desde el que se hace el galanteo’. <<

[70] echadiza: ‘enviada confidencialmente’. <<

[71] vistas: véase la nota [55]; deshilados: metafóricamente, ‘huecos, resquicios’. <<

[72] Ambos son ‘recipientes con agujeros’; la salvadera contiene los polvos secantes con que enjugar la tinta fresca (nota [62] de I, 3), y el pomo de olor se llena de sustancias aromáticas para perfumar las estancias. <<

[73] brújulas: ‘atisbos, vislumbres’. En último término, se implica la visión de meros indicios, partes del cuerpo y otros objetos, sobre los que conjeturar acerca de la belleza, o incluso la identidad, de las monjas. <<

[74] «Un guisado que se hace de los pescuezos y alones del ave» (Covarrubias). <<

[75] Como el sábado era día de abstinencia atenuada en Castilla, se permitía comer las ‘grosuras’ de los animales, «esto es, los sesos, pies, lenguas, bofes, asaduras, pajarillas y otros menudos e interiores» (M. Herrero). <<

[76] buhonería: ‘mercaduría de los vendedores ambulantes o buhoneros’ y, más específicamente, ‘chucherías, baratijas’. <<

[77] Simbolizando la esperanza. <<

[78] Es un pasaje que ha merecido interpretaciones muy diferentes; quizá pueda entenderse así: ‘las había que, para llamar la atención, como hacen los vendedores de sombreros, chistaban a sus enamorados, con sonido parecido al que se emplea para hacer salir las arañas de los agujeros en que se refugian’. <<

[79] crudas: ‘indiferentes, esquivas’. <<

[80] ‘sus favores nunca llegan a mayores’; toques … cabes: términos del juego de la argolla (nota [85] de II, 3), el primero se refiere —además de a su acepción más evidente—, al ‘golpe sin consecuencias entre dos bolas’, y el segundo al ‘golpe de lleno de una bola a otra, de forma que ésta traspase los límites del campo’. <<

[81] ‘hacer manitas’; paloteadico: de paloteado, «danza rústica que se hace entre muchos, con unos palos como baquetas de tambor, con los cuales, bailando, dan unos contra otros, haciendo ruido concertado al compás del instrumento» (Autoridades). <<

[82] Véase la nota [15]. <<

[83] Dada la peculiar circunstancia de los galanteos conventuales, «monjas y galanes se dedicaban a menudo a un replanteamiento de la problemática del amor-virtud … con especial hincapié en cuestiones como la del secreto, la humildad, la superioridad de la esperanza respecto a la posesión, etc.» (F. Rico), herederas, en último término, de la concepción cortés del amor. Sin duda, la monja trataba de convencer a Pablos de la preeminencia del amor que excluye la consumación sexual. <<

[84] Uno de los reproches referentes a las monjas más repetidos es el de ser interesadas. <<

[85] Quizá se trata de una alusión al «prostíbulo, que “hizo el infierno barato”» (C. Vaíllo). <<

[86] Es decir, ‘de rezado’ (nota [15]), ‘susurrando’. <<

[87] revolviendo pareceres: ‘sopesando pros y contras, indeciso’. <<

[88] Esto es, el 27 de diciembre. La rivalidad entre bautistas y evangelistas se acrecentaba con motivo de las fiestas de los respectivos juanes, en diciembre y junio. <<

[89] ‘mozos del matadero’. <<

[90] ‘con el pretexto de organizar una rifa en favor de la monja’. <<

[91] Las creencias en torno a la mandrágora, cuya raíz tiene forma de hombre, explican, el comentario, dadas las connotaciones sexuales de la planta. <<

[1] dados cargados: ‘dados trucados’, normalmente mediante la introducción en ellos de alguna materia pesada (nueva asta, frente al hueso o asta de que se hacían los dados), como plomo o mercurio, para que caigan siempre sobre el mismo lado; de mayor y de menor: según la carga favorezca, respectivamente, la obtención del seis o del as. Adviértase asimismo que se juega, como en la antigüedad, con tres dados; el cuarto es el trucado. <<

[2] garrotes de morros y ballestilla: ‘flores o fullerías que consisten en marcar las cartas’. <<

[3] Véase la nota [39] de III, 7. <<

[4] chanzas: véase la nota [41] de III, I. <<

[5] Entiéndase: ‘y los que hayan leído mi libro tendrán la culpa, si son engañados, pues cuentan con los medios para evitarlo’.

Quizá sea preferible la forma «leyeren», propia de X. <<

[6] ‘en un abrir y cerrar de ojos’; despabilar: véase la nota [5] de III, 5. <<

[7] ‘marcas para reconocer las cartas por el tacto’, bien raspándolas o puliéndolas. <<

[8] azares: ‘cartas contrarias’. <<

[9] Aquí, ‘mozo de cocina’; pero no se pierda de vista el pican inmediato. <<

[10] pican con un alfiler: se trata de la flor conocida como verruguilla o verrugueta, que consistía en imprimir sobre el haz del naipe la cabeza del alfiler, «de modo que por el envés la señal semejaba una verruguilla» (F. Rodríguez Marín). <<

[11] estampa: ‘imprenta’. <<

[12] Quizá aluda a las pintas, ‘sistema de rayas que permitía saber de qué carta se trataba sin necesidad de descubrirla completamente’; atravesado, además de referirse a la disposición gráfica de las pintas en el naipe, podría sugerir las consecuencias negativas del juego al provocar la enemistad entre la «gente honrada». <<

[13] ‘nuevo, sin marcar’. <<

[14] Esto es, ‘para el que da sus cartas a ver (da vista) al cómplice y se guarda o retiene algunas cartas (retén) en el momento de barajar’. <<

[15] ‘una variante del juego del parar’ (véase la nota [94] de II, 3); al parecer, el rey daba el triunfo al que llevaba el juego o banquero, lo que explica que, inmediatamente, reciba un tratamiento distinto al de otras figuras. <<

[16] doblar: ‘hacer un pliegue’ y ‘tocar a muerto’. <<

[17] ‘Al juego de la primera.’ <<

[18] ‘atiende a que los naipes desechados en el descarte no se queden en la parte superior del montón, para evitar que el fullero pueda recuperarlos, y que no intercambien señas los otros jugadores con el objeto de cederse cartas’. <<

[19] maulas: ‘engaños, trampas’. <<

[20] Véase la nota [40] de III, 7. <<

[21] revesa: «traicionar a uno so capa de amistad» y en el juego, derivadamente, «la fullería que un fullero hace a otro con el que aparentemente está de acuerdo» (Léxico). <<

[22] dobles: ‘ganchos’; los sencillos, haciendo un juego de palabras con dobles, son los ‘incautos o pardillos’; rastrero: ‘matarife, el empleado en el rastro o matadero’, y aquí, metafóricamente, el ‘fullero’, porque mata. <<

[23] «Al hombre sencillo llaman blanco; al fullero y saje doble llaman negro» (Fiel desengaño, II, 15); al que deja en blanco sus diligencias: entiéndase ‘al que deja en nada los afanes del incauto’. <<

[24] ‘compañeros de cuarto’. Era voz de género ambiguo; compárese más abajo. <<

[25] Este mesón se hallaba en la «colación de Santa Cruz, a la entrada de la judería» (C. Petit). <<

[26] Nombre de resonancias hamponas. <<

[27] Esto es, ‘se ganaba la vida como matón a sueldo’. <<

[28] Se tomaban como medida los puntos de sutura requeridos por las heridas; véase la nota [67] de II, 3. <<

[29] Refrán, con numerosas variantes, que subraya que «ninguno está tan bien en la teórica de las cosas como el que prácticamente ha pasado por ellas» (Covarrubias); pero aquí acuchillado debe tomarse, ciertamente, al pie de la letra. <<

[30] ‘especie de coleto o chaleco’, normalmente acuchillado (véase la nota [19] de II, 5); de ahí la metáfora. Para una dilogía similar a la aquí implícita: nota [16] de II, 6. <<

[31] ‘borracho’, ya que cuero es también el pellejo en que se guarda el vino. Nótese la paranomasia cara, era, cuera, cuero. <<

[32] Aquí, ‘compañeros, colegas’. <<

[33] Véase la nota [100] de III, 2. <<

[34] vuacé: «entre la multitud de formas que ofrecía este tratamiento [vuestra merced], ésta era la usada con pícaros y germanes» (A. Castro). <<

[35] ‘Sevilla’; se trata de remedar gráficamente la aspiración de la sibilante propia del valentón. Sevilla constituía, además, la meca de la valentía y bravura. <<

[36] ‘afeminado, pusilánime’. <<

[37] ahaje: ‘manosee, arrugue’; ya que los jaques «tratan más de parecer bravos que lindos» (Vida de Corte); el andar cargado de hombros es también rasgo tópico de los Valentones. <<

[38] Téngase en cuenta el sentido fraseológico de la expresión andar de capa caída. <<

[39] «mal gesto, pliegue de la boca con cara de enfado» (Léxico). <<

[40] Se trata de «hablar a lo sevillano», cosa propia de valentones (aunque sean de Segovia), sembrando el discurso de consonantes aspiradas. <<

[41] Es decir, ‘herida, mohíno, humo, pajería, mojar, jabalí y jarro’; pahería: ‘la calle de la Pajería’, en Sevilla; mohar: ‘acuchillar’. <<

[42] media azumbre: alrededor de un litro. <<

[43] vaharada: ‘vaho, aliento’, se entiende que ‘con olor a vino’. <<

[44] Quizá, ‘con los rostros surcados de cicatrices’ y, en consecuencia, con muchos puntos, tantos como los que miden los grandes zapatos que necesita el afectado por el mal de la gota (véase la nota [67] de II, 3); o puede que ‘con las caras hinchadas y deformadas’. <<

[45] ‘bamboleándose’. <<

[46] Recuérdese lo dicho poco más arriba sobre las capas caídas. <<

[47] Por su enorme tamaño; diademas: ‘las aureolas o coronas de los santos’. Véanse las notas [47] de II, 1, y las [17] y [18] de II, 4. <<

[48] Véase la nota [29] de II, I. <<

[49] Se implica la gran longitud del arma; contera: ‘remate de la vaina de la espada’; calcañar: ‘talón’. <<

[50] Véase la nota [41] de II, 4. <<

[51] buido: ‘afilado, en punta’; se aplica generalmente a las armas blancas (véase la nota [50] de II, I). <<

[52] Poco puede decirse de seguro sobre las barbas turcas, salvo que eran largas y aparatosas. <<

[53] ‘ahorrando palabras’; el laconismo era otra de las notas prototípicas de estos matones. <<

[54] Seidor: ‘Servidor’; So: ‘Señor’; se trata de contracciones propias de la jerga valentona. <<

[55] ‘criados e informadores de los valientes’. <<

[56] ‘fruto de la alcaparra’, que se toma en vinagre; sirve de aperitivo. <<

[57] ‘con ingredientes para provocar la gana de beber’. Véase la nota [42] de II, 4. <<

[58] Lo desaforado del recipiente remite a los excesos de la comida en casa de Alonso Ramplón (11,4); de buces: ‘de bruces’; hacer la razón: véase la nota [46] de I, 3. <<

[59] Irónicamente, ya que se llama taza penada a la que tiene la boca estrecha y el borde vuelto hacia fuera de modo que obliga a beber con dificultad y poco a poco. <<

[60] Específicamente, se llamaba así al ‘corregidor’ de Sevilla; principal representante, por tanto, de la justicia real en la ciudad. <<

[61] Se trata, a lo que parece, de valentones sevillanos famosos; particularmente Escamilla gozó de gran notoriedad. <<

[62] Conocido poeta y jaque sevillano que murió en la horca por la inquina del entonces Asistente de Sevilla, ocasionada por el apodo y, posiblemente, las composiciones que le había dedicado. <<

[63] Era una denominación extendida para el pan en lenguaje coloquial, especialmente al encontrar un pedazo tirado y alzarlo del suelo. <<

[64] Apodo de Alonso Álvarez. <<

[65] «Es parodia de los caballeros de la Tabla Redonda» (D. Ynduráin). <<

[66] Probablemente, ‘el que acecha a los delincuentes, buscando el momento para detenerlos fuera de la protección del sagrado’. Al parecer, Alonso Álvarez fue detenido, a pesar de haberse refugiado en la iglesia de Santa Ana, durante una excursión nocturna. <<

[67] Mancebito: ‘jaque’. <<

[68] ‘valeroso, con redaños’ (véase la nota [13] de I, 7); «es voz jocosa y voluntaria que usó Quevedo» (Autoridades). <<

[69] mozo de manos: ‘el que es valiente y diestro con las armas’. <<

[70] ‘a la caza de corchetes’. <<

[71] «Hoy calle de García de Vinuesa» (R.S. Rose); entre la zona del Arenal y la Catedral. <<

[72] Véase la nota [44] de I, 6. <<

[73] Véase también, en un contexto muy similar, la nota [45] de I, 6. <<

[74] Posiblemente, ‘confió el hacer justicia a sus pies, al huir entre gritos, recurriendo de ese modo la sentencia de muerte segura a manos de los bravos’. <<

[75] ‘por haber bebido en exceso’. <<

[76] ‘la Catedral’. <<

[77] al olor de: véase la nota [15] de I, 4. <<

[78] ninfas: ‘prostitutas’. <<

[79] Estas visitas no tenían nada de extraño, ni tampoco que las prostitutas socorriesen —vestirnos— a los retraídos con su trabajo —desnudándose—. <<

[80] ‘me vistió y mantuvo a su costa’, parodiando la costumbre de que los galanes vistiesen como señal alguna prenda de la amada; se sugiere, por tanto, que Pablos, como en general los retraídos, actúa como rufián o chulo. <<

[81] propuse: ‘determiné, decidí’; navegar en ansias: ‘vivir los afanes y fatigas, de amor u otros, propios de la vida rufianesca’. <<

[82] Aquí probablemente ‘el lenguaje de los rufianes o germanía’. <<

[83] rabí: ‘maestro’. <<

[84] Recuérdese lo sucedido a Alonso Álvarez (nota [66]). <<

[85] América significaba para muchos perseguidos de la justicia la posibilidad de una vida nueva. <<

[86] Tópico moral de ascendencia estoica. <<