Notas

[1] La narración de Pablos, como la de Lázaro y al contrario de la de Guzmán, se finge dirigida a un narratario individualizado; en este caso una mujer, aludida indistintamente con el término señora o con el tratamiento de cortesía vuestra merced. <<

[2] Se trata de una fórmula ponderativa, semejante a otras del estilo de tal como bueno, aunque en este caso resulta ambigua y con propósito chistoso, ya que lo que se diría sobre Clemente Pablo, y que su hijo confirma ahora de modo indirecto, no tendría presumiblemente intención elogiosa alguna. <<

[3] se corría: ‘se avergonzaba’. <<

[4] tundidor: ‘operario encargado de igualar el pelo de los paños con unas tijeras’. Se trata de dos perífrasis de carácter eufemístico con una clara connotación que apunta hacia el verdadero quehacer del padre de Pablos en cuanto expoliador de sus clientes: sastre y tundidor son términos asociados, en el ámbito de la germanía, con cierto tipo de ladrones, y aun con el latrocinio en general. Además, y en tercer lugar, ambas expresiones delatan la verdadera y ridícula naturaleza de sus altos pensamientos. <<

[5] La abundancia de ‘santos’ entre los apellidos de los antepasados maternos de Pablos denuncia su procedencia conversa. Los sobrenombres, referidos algo más abajo, son los ‘apellidos’, en un sentido general; cristiana vieja: ‘la que no tiene sangre judía o morisca’. <<

[6] rota: ‘harapienta, vestida con ropa remendada o rasgada’. El verla con canas la confirma, en sentido estricto, como ‘vieja’; y el ir rota, como pobre, al contrario de lo que tópicamente se atribuía a los conversos. <<

[7] esforzar: ‘argumentar una opinión, apoyándola con razones’.

«gloria» aparece sustituido por «letanía» en X. <<

[8] Además de referirse a la apariencia física, parecer era el ‘dictamen de un hombre de leyes (letrado) sobre determinada cuestión legal’. <<

[9] hasta los tres del alma: esto es, ‘el mundo, el demonio y la carne’. <<

[10] La posible ironía sobre persona de valor (‘que tiene precio, prostituta’) se conjuga con la expresión peyorativa conocida por quien era, que se refiere, con reticencia, al conocimiento general por parte de sus convecinos de la verdadera conducta y condición de Aldonza.

En X, puede leerse, en vez de «para letrado … era», lo siguiente: «y fue tan celebrada, que, en el tiempo que ella vivió, casi todos los copleros de España hacían cosas sobre ella». <<

[11] trabajos: ‘penalidades’. <<

[12] El padre de Pablos es tildado de ladrón —introducía dos dedos (bastos) para robar dinero (as de oros)— y quizá, más remotamente, de cornudo consentido (basto: ‘pene’). <<

[13] a su salvo: ‘sin perjuicio propio’; faldriqueras: ‘bolsillos; bolsas, cosidas al sayo, donde usualmente se guardaba el dinero’. <<

[14] Se evitaba por lo general el castigo público de los delincuentes infantiles, mientras que a los de más edad se les infligía a lomos de un asno que recorría las principales calles del lugar. <<

[15] «Esto es, que ‘se hacía agradable a todos’ y, al mismo tiempo, que ‘robaba a todos hasta la voluntad’» (A. Rey Hazas). Las referencias aparecidas en las notas de esta edición remiten a la lista bibliográfica de las páginas finales. <<

[16] niñerías: si bien parece aludir a la escasa relevancia de los hurtos de Clemente, apunta también al empleo de menores para sus delitos. <<

[17] hombre: ‘uno’, como indefinido. <<

[18] ‘en silla con borrenes y largos estribos’, según una de las dos principales escuelas de equitación; pero hay que entender la expresión irónicamente: ‘llevaba los pies colgando, sin apoyo de estribos’, o bien ‘iba el asno conducido por el ronzal’. Véanse las notas [8] de I, 7 y [90] de III, 4. <<

[19] ‘con serenidad y confianza’. <<

[20] suela se refiere metonímicamente, por ser ambas de cuero, a la ‘penca o azote del verdugo’, que éste maneja con la misma propiedad que el pintor el pincel. <<

[21] Es decir, ‘doscientos azotes de los mejores’. <<

[22] ropilla: ‘chaleco corto que se llevaba encima del jubón’. <<

[23] Irónica alusión a la sangre derramada con motivo de los azotes. Los condenados, desnudos de medio cuerpo, eran paseados a lomos de un asno por ciertas calles establecidas, mientras el verdugo los azotaba y el pregonero hacía saber a voz en grito los delitos que eran castigados de tal modo, deteniéndose la comitiva para ello en lugares también prefijados. La serenidad y desparpajo con que recibe Clemente el castigo remiten a la tradicional jactancia de los jaques.

En vez de «y rigores … colorado», se puede leer en X lo siguiente: «aunque, según a mí me han dicho después, salió de la cárcel con tanta honra, que le acompañaron docientos cardenales, sino que a ninguno llamaban “señoría”. Las damas diz que salían por verle a las ventanas, que siempre pareció bien mi padre a pie y a caballo. No lo digo por vanagloria, que bien saben todos cuán ajeno soy della». <<

[24] Aquellos que Aldonza recompone a quienes quieren pasar por vírgenes o doncellas son los virgos amanecidos, los cuales, tras haber prestado su servicio, se convierten en virgos puestos, o desaparecidos, como soles.

El fragmento «Y decía … puestos» no aparece en X, donde se lee en cambio: «Sólo diz que se dijo no sé qué de un cabrón y volar, lo cual la puso cerca de que la diesen plumas con que lo hiciese en público». <<

[25] Esto es, según una práctica frecuente, ‘hacía y colocaba pantorrilleras’ para disimular la delgadez de las pantorrillas de galanes y damas. <<

[26] ‘pese a que a nadie se la cubría pelo, puesto que eran unos desventurados, sólo las calvas encontraban solución a su desgracia —y, por tanto, se la cubría pelo—, merced a las pelucas de Aldonza’. Juego, no del todo claro, con la frase hecha no cubrir pelo, que, además de en su sentido inmediato, se refiere a la persona que ha sufrido una desgracia o es, en general, desventurada. Téngase en cuenta, por demás, que, en este tipo de contextos, la calvicie suele ser tomada por síntoma de haber padecido enfermedades venéreas. <<

[27] remendona de cuerpos: por cuanto daba remedio a sus deficiencias con distintas prótesis; pero, secundariamente, también ‘alcahueta’. Falta en X el fragmento «empreñaba … cuerpos». <<

[28] algebrista es el ‘componedor de huesos’; enflautar es la acción de ‘introducir una cosa en otra’, sin que sea ajeno al término un notable eco erótico (flauta: ‘pene’). La base de las distintas imágenes, que motejan a Aldonza de alcahueta, se halla en la idea de la unión de dos personas por intermediación de una tercera.

El paso «otros, juntona … carnes» falta en X. <<

[29] tercera, además de ser un ordinal, puede referirse a la ‘medianera o alcahueta’, así como designar una suerte perteneciente a un juego de cartas; primera o prima puede entenderse igualmente como ordinal, pero también tiene la acepción bien conocida de ‘prostituta’, y cabe entender por primera, asimismo, tanto un juego de cartas como un lance especial de su desarrollo. Por su parte, la palabra flux, frecuentemente empleada en forma metafórica, tiene aquí el sentido de lance ganador en la partida de naipes. Por tanto, «ser “flux para los dineros de todos” equivale a sacarles los dineros a todos, tanto a los que ella sirve de tercera [alcahueta] como de primera [prostituta]» (G. Colón). <<

[30] Clemente trata de convencer a su hijo de que sus pensamientos de caballero —en el sentido de ‘deseos de llegar a ser caballero’— no constituyen obstáculo para el ejercicio del robo, puesto que éste no debe ser considerado una ocupación artesanal (arte mecánica), cuya práctica hacía decaer de la nobleza, y no supone, por tanto, desdoro alguno a sus pretensiones. <<

[31] Tras esta apostilla, liberal debe entenderse como ‘ágil, veloz, hábil’, resultando así un chiste dilógico. Véase la nota [41] de III, 4. <<

[32] batanado: ‘bataneado, golpeado’. De batán: ‘artefacto hidráulico compuesto de grandes mazos de madera que, movidos por un eje, golpean los paños para darles cuerpo’. <<

[33] Esta afirmación será motivo de uno de los cargos contra Quevedo incluidos en la virulenta invectiva El tribunal de la justa venganza (1635): «como a irreverente y sin respecto a los que gobiernan y nos conservan en justicia». <<

[34] Alusión al asilo eclesiástico que sustraía de la acción de la justicia a los delincuentes acogidos en una iglesia, y, quizá también, al robo de bolsas y cepillos en el lugar sagrado. <<

[35] Se refiere al asno en que se paseaba a los condenados por la justicia mientras eran azotados por el verdugo, y al instrumento de tortura conocido como potro, donde se les hacía confesar (cantar). <<

[36] esteraran el tragar: ‘ahorcasen’; ya que si esterar es ‘poner una estera o esteras en el suelo’, cuando se habla de la garganta —el tragar—, hemos de pensar, metonímicamente, en una soga de cáñamo; pedigüeño en caminos es una forma burlesca y agermanada de motejar al salteador. Quizá el número dieciséis (16) sugiera la imagen de la horca. <<

[37] industria: ‘ingenio’; mantenido: ‘alimentado’. <<

[38] ‘vasijas con pócimas y ungüentos’, propias de brujas y boticarios. <<

[39] rapar: ‘afeitar o cortar el pelo con navaja’, y metafóricamente, «tomar alguna cosa con fuerza, violencia o engaño» (Covarrubias). <<

[1] ‘Al día siguiente’. <<

[2] hablar se utiliza aquí como verbo transitivo. <<

[3] palmatoria: ‘pequeña vara de la que se servían los maestros, a veces añadiéndole unas cuerdas, para azotar a los muchachos’; ganar la palmatoria era el ‘privilegio, que tenía el que primero llegaba, de aplicar la palmatoria a los compañeros acreedores de tal castigo’; pero, de forma lexicalizada, es equivalente a ‘llegar el primero’ a cualquier lugar. <<

[4] caricias: ‘favores, halagos’. <<

[5] juntaba meriendas, que alude a una antigua costumbre infantil, puede referirse igualmente a la coincidencia de ambos en los mismos intereses. <<

[6] punto: ‘presunción, orgullo’. <<

[7] Una de las acusaciones más frecuentes de las que recaían sobre las brujas era la de sorber sangre de niños. <<

[8] gato: ‘ladrón’, en germanía; zape y miz: ‘apelativos que sirven para rechazar y atraer a los gatos’ y, por lo tanto, para tratar como a gato, esto es, ladrón, al interpelado. <<

[9] Esto es, ‘cuando fue condenada a la vergüenza pública’; quizá en un auto inquisitorial por hechicera, o quizá por la justicia ordinaria con el cargo de alcahueta. La práctica de cubrir la cabeza de los condenados con una coroza, donde figuraban sus culpas, y la semejanza de aquélla con una mitra explican el chiste. Era costumbre, por otro lado, que los curiosos, especialmente los niños, arrojasen todo tipo de hortalizas a su paso. <<

[10] royéndome los zancajos: ‘murmurando sobre mí’; zancajos, en sentido estricto, son los talones, y ello permite el equívoco en no me faltaron, que puede entenderse, dependiendo del sujeto, como ‘nunca me ofendieron los compañeros’ o, literalmente, como ‘nunca me quedé sin los talones’. <<

[11] me corría: ‘me avergonzaba’, pero también ‘me escapaba’. «El segundo sentido, y base del chiste, se fundamenta en la frase anterior» (B. Ife). <<

[12] En lugar de «no me diera por entendido», dice X: «no me pesara». <<

[13] En X, entre «y» y «roguéla», se lee: «dije: —“Ah, madre, pésame sólo de que ha sido más misa que pendencia la mía”. Preguntóme que por qué, y díjela que porque había tenido dos evangelios». <<

[14] Dado que escote es la ‘parte que corresponde a cada una de las personas implicadas en un gasto común’, el chiste sugiere la dudosa paternidad de Clemente Pablo, haciendo de Pablos ‘hijo pegadizo’. <<

[15] ‘noramala, en hora mala’. <<

[16] El término novillo apunta, indirectamente, a los ‘cuernos’ de Clemente Pablo. El toro, padre del novillo, así como en general los animales de cuerna, son símbolo frecuente del marido engañado.

El paso «y dime … matrimonio» falta en X. <<

[17] «El adverbio naturalmente sugiere algo así como ‘por naturaleza’ o ‘por mi alegre natural’, pero lo que viene después indica bien a las claras que naturalmente aquí quiere decir ‘porque yo le daba de lo mío sin exigirle nada, y a todos nos gusta recibir algo a cambio de nada’» (C. B. Johnson). <<

[18] peones: ‘peonzas’. <<

[19] confeso: ‘cristiano nuevo, descendiente de judíos’. <<

[20] luego: ‘en seguida, al punto’; desatacar: ‘desatar las calzas del jubón’, al cual se hallaban atacadas por unos cordones, de cabos metálicos, llamados agujetas. <<

[21] La anécdota es adaptación de un cuentecillo tradicional. <<

[22] firma: «llaman en las escuelas de niños a un papel firmado que suele dar el maestro a algún muchacho en que le perdona el castigo por una, dos o tres veces» (Autoridades). <<

[23] La frase falta en X. <<

[24] Se trata de una costumbre eminentemente escolar que llevaba a los estudiantes a salir, normalmente el domingo de Carnaval, en procesión burlesca por las calles, así como a correr gallos, esto es, apedrear o cortar la cabeza de uno de estos animales, para lo cual era colgado de una cuerda. Uno de los muchachos era elegido, o, como en este caso, sorteado, jefe de los demás con el título de rey de gallos, y normalmente montaba un caballo o bien un asno. <<

[25] Era frecuente el empleo del cuero de caballo para recubrir cofres: se apunta, pues, a lo ralo del pelo del rocín. <<

[26] Roberto del Diablo, personaje legendario de origen medieval, hijo de los duques de Normandía, fue concebido por mediación del diablo y llevó, durante la primera parte de su existencia, una vida de tropelías y desmanes hasta la conversión que hace de él hombre de Dios, y ya no del Diablo. <<

[27] rucio es el ‘caballo de color pardo claro o grisáceo’. Si además tiene manchas de color más oscuro, se dice que es rucio rodado. Hay aquí, sin embargo, un equívoco, al aplicarse el último adjetivo al jinete, que rueda por los suelos a cada paso. Los ‘malos’ pasos de la frase anterior constituyen, por tanto, una silepsis, ya que, aplicados a Roberto del Diablo, se refieren a sus andanzas, y, cuando se relacionan con el caballo, sugieren su calidad de cojitranco. <<

[28] Es proverbial la edad avanzada de los caballos de panadero. <<

[29] Ya que los judíos tenían, según la tradición antisemita, fama de cobardes y timoratos. <<

[30] aderezados: ‘disfrazados’, y quizá también ‘provistos de cencerros y almireces con que alborotar’.

Es de notar que todo el pasaje anterior —«uno como caballo … aderezados»— presenta en X una versión distinta: «un caballo ético y mustio, el cual, más de manco que de bien criado, iba haciendo reverencias. Las ancas eran de mona, muy sin cola; el pescuezo, de camello y más largo; tuerto de un ojo y ciego del otro; en cuanto a edad, no le faltaba para cerrar sino los ojos; al fin, él más parecía caballete de tejado que caballo, pues, a tener una guadaña, pareciera la muerte de los rocines. Demostraba abstinencia en su aspecto y echábansele de ver las penitencias y ayunos: sin duda ninguna, no había llegado a su noticia la cebada ni la paja. Lo que más le hacía digno de risa eran las muchas calvas que tenía en el pellejo, pues, a tener una cerradura, pareciera un cofre vivo.

»Yendo, pues, en él, dando vuelcos a un lado y otro como fariseo en paso, y los demás niños todos aderezados tras mí —que, con suma majestad, iba a la jineta sobre el dicho pasadizo con pies—». <<

[31] ‘dada la extremada longitud del gaznate del animal, el repollo hubo de hacer tan largo recorrido antes de llegar a su destino, que no pudo por menos que demorarse’. <<

[32] pícaros: ‘mozos, ganapanes’. <<

[33] garrofales y frisones son dos adjetivos, muy del gusto de Quevedo, que encarecen el tamaño del objeto al que se refieren; garrofal o garrafal se aplica a un ‘cierto tipo de guindas de buen tamaño’; deriva, en último término, de garrofa (algarroba); frisón, por su parte, se refiere a una ‘raza de caballos procedente de Frisia (Holanda) y conocida por la espectacular alzada de sus ejemplares’. <<

[34] Juego de palabras basado en la homofonía, y, dada la época, también en la falta de una diferenciación gráfica estricta entre las voces nabal, de nabo, y naval, de nave. <<

[35] Irónica disculpa por lo que se supone una expresión poco decorosa. <<

[36] privada: ‘letrina’, pero también «plasta grande de suciedad o excremento echada en el suelo en la calle» (Autoridades). El escatológico va ser uno de los núcleos semánticos del libro. <<

[37] Juego de palabras, puesto que necesaria, como sustantivo, significa ‘letrina’. <<

[38] por gala: ‘como adorno’. <<

[39] La supuesta confusión de Pablos se debe a la costumbre de emplumar a las brujas: «cuando se las sacaba a la vergüenza, se las ponía una caperuza llena de plumas de gallo, y desnudándolas las espaldas y untándoselas de miel, se las montaba en un borrico, se las paseaba así por las calles, yendo el verdugo echándolas a puñados plumas de aves de las que llevaba su criado en una espuerta, de suerte que las llenaba de ellas» (B. Castellanos). <<

[40] Una legua equivale a algo más de cinco kilómetros y medio. A pesar de haberse referido reiteradamente al equino con el nombre de caballo, ahora Pablos lo llama rocín, apelativo más acorde con el reticente «como caballo» utilizado en primera instancia: «Rocín es el potro que, o por tener edad o estar maltratado o no ser de buena raza, no llegó a merecer el nombre de caballo» (Covarrubias). <<

[41] No parece, en efecto, que Pablos vaya desencaminado. El desdén de la nobleza, o de cierta nobleza, hacia las letras venía de antiguo; de ahí que la impericia en la escritura y la lectura de los caballeros fuese censurada frecuentemente en los siglos XVI y XVII, y también objeto de sátira y burla. <<

[42] ‘desde ese mismo momento’. <<

[1] El pupilaje consistía en poner al estudiante bajo la tutela de un bachiller o licenciado que también hacía las veces de administrador y huésped del joven. <<

[2] Se ha notado la frecuente utilización de nombres de animales para denominar a varios de los personajes de la obra, según unos como marca de ascendencia judía, según otros, y no necesariamente en forma contradictoria con lo anterior, como recurso humorístico. <<

[3] en poder de la hambre viva: «conceptuoso juego de palabras, basado, por una parte, en una alusión burlesca al Dómine Cabra como encarnación viviente del hambre personificada, y por otra en el hecho de que allí donde no es posible matar el hambre, por no haber nada que comer, se está evidentemente en poder del hambre viva» (A. Vilanova). <<

[4] laceria: ‘miseria, penalidad’. <<

[5] cerbatana: ‘pieza de artillería de poco calibre; especie de culebrina’ y, de forma translaticia, ‘todo lo que es hueco, estrecho y largo’. De otro lado, obsérvese el característico procedimiento quevediano de utilizar un sustantivo para adjetivar a otro. <<

[6] largo: ‘alto’, pero también ‘dadivoso’. De ahí el chiste dilógico. <<

[7] cuévanos: ‘cestos de mimbre, de gran tamaño y de anchura decreciente, que se emplean, sobre todo, en la vendimia’. Por otra parte, la lobreguez de las tiendas era tópica. <<

[8] Porque a las momias les falta característicamente la nariz.

El apodo «de cuerpo … pico» falta en X. <<

[9] «Tenía la nariz aplastada (roma) y desfigurada como si hubiese padecido la sífilis o el mal francés (Francia)» (A. Castro). Aunque —observa Rey Hazas— «a renglón seguido, dice que no debió ser por esta enfermedad (vicio), ya que cuesta dinero, sino por un resfriado (o romadizo, de ahí el juego Roma-Francia)». <<

[10] búas: ‘bubas’. <<

[11] El destierro era, junto a los azotes y las galeras, una de las penas reservadas a los vagabundos, según recogen distintas disposiciones legales desde principios del siglo XVI. <<

[12] Los tenedores de la época tenían dos púas. <<

[13] espacioso: ‘reposado’. <<

[14] ‘tres tablillas, unidas por un cordel, de cuyo sonido, al ser agitadas, se valen los leprosos para pedir limosna y advertir de su presencia’. <<

[15] ética: ‘cierto tipo de calentura’. Uno de sus síntomas es el tener «la habla delgada» (Menor daño). <<

[16] bonete: ‘birrete eclesiástico’, pero también, por su semejanza, ‘fortificación exterior en las plazas o castillos con forma de cola de golondrina’. De ahí el juego de palabras con guarniciones: ‘adorno o gala’, pero asimismo ‘dotación de soldados para la defensa de una fortificación’; ratonado: ‘roído por los ratones’; gateras: ‘orificios en puertas o paredes para que puedan entrar y salir los gatos’, y por extensión ‘rotos o agujeros en las prendas de vestir’ (véase la nota [11] de III, 1). <<

[17] fondos en: «parece tomado del lenguaje de la fabricación de paños, donde es el campo sobre el que se tejen, o bordan, o pintan las labores en las telas» (I. Arellano). <<

[18] La concepción del color de la sotana del dómine como una ilusión parece sustentarse irónicamente en la tradición aristotélica. <<

[19] ceñidor: ‘cinto o cordón para la cintura, frecuente en muchos hábitos religiosos’. El desaliño indumentario de Cabra, en especial la falta de ceñidor, pudiera ser indicio de lujuria, o, más probablemente, de hipocresía. <<

[20] teatino: ‘religioso perteneciente a la orden fundada por San Cayetano de Thiene y Juan Pedro Caraffa’; solían ser los encargados de acompañar a los condenados a muerte en sus últimos momentos; lanudo: ‘de lanas’, como ciertos animales. <<

[21] «Cuando queremos encarecer la estatura grande de un hombre, decimos que es un filisteo» (Covarrubias). Quizá por identificar a ese pueblo con Goliath. <<

[22] Dignidades imaginarias, o meras formas de intensificación por los prefijos, según el modelo de protonotario o archidiácono. Adviértase, además, su carácter recapitulatorio y conclusivo del retrato recién expuesto, según lo exigido por la tradición escolar. <<

[23] El juego de palabras con gastar es común. <<

[24] Tal era la costumbre. <<

[25] refitorio: ‘refectorio, comedor’; celemín: ‘medida de capacidad equivalente a la doceava parte de una fanega, esto es, 4,62 litros, y el cajón usado para tomarla’. Se implica, pues, la angostura, y quizá la forma, del comedor de Cabra. <<

[26] Las costumbres relajadas de los jerónimos, en lo que toca a comer y beber, eran tópicas.

Esta pregunta maliciosa se omite en la otra versión de la obra. <<

[27] susté: ‘asusté’; lezna: ‘punzón muy agudo utilizado por los zapateros’; afeitar: ‘ponerse afeites’; diaquilón: ‘ungüento medicinal’, cuya pertinencia en este pasaje tiene que ver, probablemente, con su color blanco. Quiere decirse que los pupilos se hallaban extremadamente delgados y pálidos. <<

[28] No tanto porque la comida fuese casi inexistente como porque no tenía ni entrante, o ante —principio—, ni postre —fin—, a pesar de que los pupileros estaban obligados a incluirlos en el menú. <<

[29] Narciso: ‘joven que despreciaba el amor, mas que, al ir a beber en una fuente y contemplar su propio rostro, se enamoró de sí mismo e, indiferente ya al resto del mundo, se dejó morir’. <<

[30] suelo: ‘fondo de la escudilla’. Las anécdotas y chistes que aquí se incluyen son tradicionales. <<

[31] olla: ‘guisado en el que la carne es el elemento fundamental’. Nótese que esa ‘olla’ es el transparente líquido que antes Pablos llamaba ‘caldo’. <<

[32] pavonada: ‘de color azul oscuro’, como el de la cola del pavón o pavo real. <<

[33] decía yo entre mí: ‘decía para mí’. <<

[34] a vueltas de la carne: ‘en medio de la carne’; apenas, porque casi no la había. El nabo es manjar que menudea en los pupilajes. <<

[35] Parece una clara reminiscencia, y aun sobrepujamiento, del Lazarillo. Dice el escudero al llegar Lázaro con una uña de vaca: «Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que ansí me sepa». <<

[36] Es decir, por el mango, ya que éstos se hacían de cuerno. <<

[37] cordiales: ‘beneficiosos para el corazón’.

Todo el pasaje «Y, tomando … legumbres» falta en X. <<

[38] Además del ante y postre, que Cabra omite, un almuerzo o comida normal se componía del caldo u olla y un plato de carne. <<

[39] consumió: ‘agotar, gastar’; pero consumir es también «tomar el sacerdote el cuerpo y la sangre de Cristo» (Covarrubias). Por tanto, «si se consume todo no queda nada para otros comulgantes, que quedan descomulgados, “sin poder comulgar, porque no ha quedado nada”. El uso de descomulgar se provoca por la dilogía de consumir, y una vez que se utiliza, el floreo verbal atrae de participantes, otra vez con juego literal de la expresión religiosa, relativa a la excomunión de los que tratan con excomulgados» (Ignacio Arellano). <<

[40] El anuncio de Cabra, dada la calidad de la comida, se vuelve amenaza para el estómago hambriento de Pablos. <<

[41] se repapile: ‘se harte, se sacie’. <<

[42] Posiblemente a propósito de la risa descompuesta de Pablos, ya que era un comportamiento frecuentemente censurado como, entre otras cosas, propio de hombres vanidosos. <<

[43] En efecto, se consideraba perjudicial el beber en ayunas. <<

[44] «Parte de la antigua liturgia de la misa en la que el oficiante, tras haber preparado el cáliz y pronunciado las palabras del caso —“Offerimus tibi, Domine, calicem…”—, lo cubre, sin haber llegado a beber de él, inciensa el pan y el vino y se lava las manos» (R. S. Rose). <<

[45] espiritado: ‘el que, por ser muy delgado, parece que consta sólo de espíritu’. <<

[46] brindar: ‘convidar o incitar a beber’; hacer la razón: ‘corresponder al brindis, bebiendo’. No es necesario, pues, suponer que Pablos hubiese llegado a beber algo. Más bien se sugiere lo desaconsejable de un lugar donde, a pesar de ser incitadas a hacerlo, las tripas no llegan a probar el líquido. <<

[47] proveer: ‘defecar’. <<

[48] Véase la nota [37] de I, 2. <<

[49] váguido: ‘vaguido, que padece vahídos’. <<

[50] Juego de palabras con el término bendición. Hacer alguna cosa con bendición es ‘hacerla a gusto y satisfacción de todos’.

En la otra versión, en vez del fragmento «y la cena … bendición», se lee: «cenamos mucho menos, y no carnero, sino un poco del nombre del maestro: cabra asada. Mire v. m. si inventara el diablo tal cosa». <<

[51] El ocultar la avaricia o la miseria so capa de higiene o virtud es un tópico afín a la tradición picaresca desde el Lazarillo. <<

[52] Por la creencia clásica, y de hecho generalizada, de que las tribulaciones diurnas eran el asunto primordial de los sueños nocturnos. <<

[53] Esta poliptoton no ha quedado sin eco. Así, se lee en el Gregorio Guadaña: «hablaba setenta y dos lenguas juntas y no hablaba ninguna». <<

[54] trazando: ‘tramando’; véase la nota [36] de I, 6 <<

[55] cuenta de perdones: ‘cuenta a modo de las del rosario, pero más grande, a la que se le supone capacidad de indulgencia en sufragio de las ánimas del purgatorio’; altar previlegiado: ‘porque mediante la misa celebrada en él se logra indulgencia plenaria para el alma del difunto a quien se dedica’. <<

[56] Añade X: «ya mis espaldas y ijadas nadaban en el jubón, y las piernas daban lugar a otras siete calzas; los dientes sacaba con tobas, amarillos, vestidos de desesperación». <<

[57] Hay una disemia en el empleo del verbo comer, que, además de en su acepción primaria, se utiliza en el sentido de ‘omitir sílabas o palabras hablando confusamente’. <<

[58] Nueva disemia; aquí comían debe entenderse también en el sentido de ‘picaban’.

X añade, más arriba, tras «diciendo que»: «él había visto meter en casa, recién venido, dos frisones y que, a dos días, salieron caballos ligeros que volaban por los aires; y que vio meter mastines pesados y, a tres horas, salir galgos corredores; y que…», continuando a partir de aquí como B. <<

[59] ‘la recitamos, o quizá aprendimos, de memoria, de coro’. <<

[60] La fórmula no sé qué, extendidísima en la época, es empleada frecuentemente en la obra a modo de reticencia irónica. <<

[61] Como es sabido, a los judíos no les está permitido comer cerdo, por lo que su consumo servía, por contra, para blasonar de cristiano viejo. <<

[62] salvadera: ‘útil de escritorio, agujereado en su parte superior, con arenilla para enjugar la tinta fresca’. <<

[63] pernil: ‘muslo del cerdo’. <<

[64] no haber hecho de nuestras personas: ‘no haber defecado’. <<

[65] melecina: ‘lavativa, enema’, y también la jeringa con que se aplica. <<

[66] El doble significado de melecina —‘purga y jeringa’— hace que el texto parezca aquí incongruente. S y E, quizá con afán corrector, añaden, al tenía una anterior, los términos jeringa y receta, respectivamente. <<

[67] Lo mismo que ‘melecinas’. <<

[68] atajóse: ‘se cortó, por vergüenza o miedo’. Parece indicarse que don Diego no mantuvo la postura requerida. <<

[69] Chiste con términos propios del vestir: guarnición es el ‘adorno externo a modo de gala’ (véase la nota [16]) y aforro, lo mismo que ‘forro’, esto es, ‘tela que reviste internamente una pieza de ropa por abrigo o refuerzo’. <<

[70] Véase la nota [22] de I, 1. <<

[71] El rosario es el aditamento tópico de la hipocresía de las viejas medianeras y amas. Como muestra, véase el ama de Alcalá en I, 6. <<

[72] Esta parece ser la acentuación normal en la época; etiope: ‘negro’. <<

[73] viernes … güevos: recuérdese que el viernes era día de abstinencia de carne; corregimiento u abogacía: el principal distintivo físico del tipo satírico del letrado era la larga barba. <<

[74] badil: ‘pala propia para recoger las brasas y cenizas de chimeneas o braseros’; el ama, pues, lo usaba en vez del cucharón. Cuando se miga o se hacen sopas en la escudilla, se dice que esta está empedrada; por tanto, se sugiere en este caso que flotaban en el caldo inmundicias. <<

[75] sabandijas: ‘reptiles e insectos de pequeño tamaño’; estopa: ‘los desechos más bastos del lino o el cáñamo tras el rastrillado’. Se apunta a la tradicional suciedad de las amas de pupilaje, en especial en lo referido a sus manipulaciones culinarias. <<

[76] trabajo: ‘penuria’. Recuérdese que Pablos y don Diego habían llegado al pupilaje el «primero domingo después de Cuaresma»: parece cumplirse ahora un año de estancia con Cabra. <<

[77] platicante: ‘practicante, aprendiz de médico en prácticas’; ganar por la mano: ‘adelantarse, anticiparse’. La capacidad mortífera de los galenos, y, como vemos, incluso la de los practicantes, es un componente fundamental del tipo satírico. <<

[78] asombrados: ‘espantados’. <<

[79] Se sobreentiende que porque no los reconocía, tal era su aspecto. <<

[80] Es apodo que tacha a Cabra de ruin y miserable. <<

[81] sillas: ‘sillas de manos’. <<

[82] Por Trinidad, se refiere a la orden de los trinitarios, que, como los mercedarios, se ocupaban de recoger dinero con que liberar a los presos en poder del turco. <<

[1] trabajo: véase la nota [11] de I, 1; imperial: «se toma muchas veces por especial y grande en su línea» (Autoridades). <<

[2] zorras: ‘zorros; colas de zorro, o en general tiras de piel, unidas a un mango, utilizadas para sacudir el polvo’; retablo de duelos: se dice de la ‘persona en que se acumulan muchos trabajos y miserias’. <<

[3] sustancia es el ‘caldo que se da al enfermo que no puede tomar alimentos sólidos’, y pisto, ‘la sustancia que se extrae del ave’. Se trata de la alimentación característica del convaleciente. <<

[4] almendrada: ‘leche de almendras’; luminarias: ‘luces que se ponen en torres y ventanas como señal de regocijo’. <<

[5] alforzadas: ‘dobladas hacia dentro, acortadas’; alhorza o alforza es el ‘dobladillo con que se rematan algunas prendas de vestir’. <<

[6] hacer pino significa ‘ponerse en pie’; de ahí que, con el diminutivo plural, pinitos o pinicos, se designe el caminar vacilante del niño o del convaleciente de alguna enfermedad. Padres del yermo: ‘eremitas’, tales como los de la Tebaida. <<

[7] costa: ‘gasto de manutención’. <<

[8] Estamos ante una muestra de un juguete de ingenio procedente de la tradición aguda del XVI: la paradoja del pecador; en este caso, la del avariento que, beneficiándose de una interpretación laxa del quinto mandamiento, se acoge a él para autorizar burlescamente su mezquindad. <<

[9] Las funciones que se reservan a este criado son, más que las de ayo, las de mayordomo o administrador, según será considerado más abajo, pero en ocasiones ambos empleos tienden a confundirse. Por cédulas hay que entender ‘pagarés’. En Julián Merluza tenemos otra muestra de apellido animalesco; véase la nota [2] de I, 3. <<

[10] Baranda: «deriva del caló baranda … de barandar … ‘castigar’, ‘azotar’, en alusión a la autoridad del mayordomo» (Iventosch). <<

[11] a la tardecica: ‘a la caída de la tarde’. <<

[12] Famosa venta situada en el camino de Madrid a Alcalá, de gran tradición literaria. Gran parte de su renombre es debido a las gentes de mal vivir que, al parecer, la frecuentaban. Obsérvese, de otra parte, la incoherencia del texto al suponer que don Diego y compañía pudieran haberla alcanzado en tan poco espacio. No se olvide que parten de Segovia. <<

[13] perro: ‘morisco’, peyorativamente. Sobre gato y la acepción de ‘ladrón’, véase la nota [8] de I, 2. <<

[14] ministros: ‘mozos, ayudantes’; ir horros: «estar o ponerse de acuerdo varios para ir contra otros» (Léxico). <<

[15] mujercillas: ‘prostitutas’, por eufemismo; al olor: es decir, ‘atraído por la presencia de las mujeres’ (véase el texto correspondiente a la nota [77] de III, 10). Este último es uno de los comentarios considerados reprensibles por el Tribunal de la justa venganza. <<

[16] mantellina: ‘especie de capa corta propia de fregonas y estudiantes pobres’; panzas al trote: ‘gorrones’. Se trata de estudiantes cuyo modo de vida es el servicio a los compañeros de más posibles.

Esta presentación de los huéspedes que don Diego y Pablos encuentran en la venta aparece aquí más desarrollada que en X, donde se lee: «y estaban dos rufianes con unas mujercillas, un cura rezando al olor, un viejo mercader y avariento procurando olvidarse de cenar, y dos estudiantes fregones, de los de mantellina, buscando trazas para engullir». <<

[17] lo se refiere a criados. <<

[18] poyo: ‘banco arrimado a la pared’. <<

[19] desvanecerse: ‘ufanarse, vanagloriarse’. <<

[20] Esto es, Pablos y Baranda, el mayordomo. <<

[21] ‘hace diez años’. <<

[22] «El truco de ayudar a servir la mesa era el más socorrido para invitarse: Quevedo lo repetirá en III, 6» (P. Jauralde). <<

[23] ‘sin que don Diego se hubiese dirigido a ellos’. <<

[24] ¿Posible referencia a la supuesta capacidad anafrodisíaca de la lechuga?

En la otra versión, el pasaje quizá apoya más esta interpretación: «[Un agüelo tuvo V. Md., tío de mi padre,] que en viendo lechugas se desmayaba; ¡qué hombre era tan cabal!». <<

[25] Si tal refrán existe, no he podido documentarlo. Parece creación de Quevedo.

Este fragmento («diciendo … aves») falta en X. <<

[26] El hambre aparejada a la vida estudiantil es un tópico bien conocido. De otro lado, esta justificación irónica de la carencia presente en virtud de la preparación para un futuro de nuevas carencias parece asimismo tradicional. <<

[27] parlando: ‘de charloteo’. <<

[28] caja: «se utiliza casi siempre como recipiente de comida» (P. Jauralde); pero también puede ser el tambor con que se atrae a los deseosos de alistarse en el ejército. De ahí el hacía gente. <<

[29] alcorzas: ‘especie de tortas recubiertas por una pasta dulce’. <<

[30] tarazón: ‘trozo’.

En este caso, la versión del manuscrito B morigera notablemente el contenido escatológico del texto. En X, en vez de «y encima … teja», se dice: «luego se proveyó sobre lo dicho, y encima de la suciedad puso hasta una docena de yesones». <<

[31] la se refiere, evidentemente, a bota. <<

[32] capilla: ‘capuchón’; gabán: ‘capote rústico’. La capilla se utilizaba con frecuencia a modo de bolsa. <<

[33] A algunas piedras se les atribuían propiedades curativas, si bien solía tratarse de piedras preciosas. <<

[34] reales: ‘monedas de plata’; eran la base del sistema monetario. Los oficiales artesanos, hacia 1627, raramente superaban el salario de seis reales por jornada. <<

[35] Juan de Leganés era un mozo rústico, sin formación alguna, y muy popular por su habilidad natural para el cálculo. <<

[36] Es decir, ‘no pide ni siquiera un ochavo más de lo que es justo’; ochavo: ‘moneda de cobre de poco valor’. <<

[37] estar algún asunto en mano indica que se tiene por resuelto o bien encauzado. <<

[38] sustados: ‘asustados’.

Todo el pasaje —desde «No pide más» hasta «gasto»— aparece muy ampliado respecto a X: «Como hemos de servir a v. m. en Alcalá, quedamos ajustados con el gasto». <<

[39] Arriedro vayas: como ‘vade retro’. Según se aclara en seguida, tratan al viejo de endemoniado. <<

[40] enjaguar: ‘enjuagar’, por metátesis. <<

[41] El vino es salvaje por metáfora, ya que el retrato tradicional del ‘hombre salvaje’, frecuente en relatos de caballerías, sentimentales y pastoriles, lo representa como un ser velloso y barbado. <<

[42] En la otra versión, el borrico era sólo uno. Y a ello había objetado el Tribunal de la justa venganza por considerar indigno del sacerdote la comunidad de cabalgadura con los estudiantes. <<

[43] dar vaya: ‘dar matraca’. <<

[44] estrenas: ‘iniciaciones, estrenos’. <<

[45] decírselo de misas es una locución irónica común para declinar el pago de una deuda o la devolución de un favor. Y más irónica aún en boca de un cura. <<

[46] coman: véase la nota [58] de I, 3. <<

[47] «sarna de V.Md. es aquí una expresión contrahecha a partir de la fórmula ‘servidor de v. m.’, con la que antes, por cierto, se había jugado» (B. Ife); adviértase además la inmediatez de la dilogía con el verbo comer, que explica el chiste: el estudiante se declara, como la sarna, dispuesto a comer a costa de don Diego. <<

[1] La puerta de Santiago, hoy desaparecida, se encontraba en las cercanías de la calle e iglesia del mismo nombre, al norte de la ciudad. Por patio de estudiantes, habrá que entender ‘manzana de edificios habitados por estudiantes con un patio común’; ésta se refiere a casa. <<

[2] En la otra versión de la obra, aparece además el siguiente comentario: «que hay muy grande cosecha desta gente, y de la que tiene sobradas narices y sólo les faltan para oler tocino; digo esto confesando la mucha nobleza que hay entre la gente principal, que cierto es mucha». <<

[3] Equívoco en los términos condición y ley; condición se refiere tanto a la naturaleza o carácter de una persona como a su nacimiento; y tener buena ley se dice de las personas fieles y leales, pero también alude a los principios religiosos o ley divina. <<

[4] patente: ‘tributo que el novato debe entregar a los veteranos’. <<

[5] Es imagen que se repite en otros textos. <<

[6] Esto es, ‘de veterano’. <<

[7] general: «En Salamanca las aulas se llaman generales por ser comunes y admitirse en ellas todos los que quieren entrar a oír liciones» (Covarrubias). <<

[8] Alusión al Lázaro evangélico, que fue resucitado cuatro días después de su muerte; olisca: ‘huele mal, hiede’. <<

[9] «Es decir, Pablos paga al estudiante con la misma moneda, achacándole el mal olor que le han atribuido a él» (A. Rey Hazas). <<

[10] escarrar: ‘esgarrar’; tocar al arma: ‘tocar a rebato’. La imagen se fundamenta en el ruidoso carraspeo estudiantil. <<

[11] hízome alarde: ‘me mostró’; alarde significa ‘la formación militar en que se exhibe y hace reseña de la tropa y armamento’. <<

[12] Esto es, Pablos iba a decir «mate», cuando fue interrumpido.

La lectura transcrita «—Juro a … te» es la de S; la de B es la siguiente: «Juro a Dios que me a … Iba a decir “te”». <<

[13] batería: ‘estrago causado por proyectiles’; en este caso, gargajos. <<

[14] En blanco hay una dilogía entre la acepción que lo identifica con un color determinado —con el que Quevedo identifica comúnmente la saliva— y la que lo hace sinónimo de ‘diana, objetivo hacia el que se dispara’. Obsérvese además la sucesión de imágenes militares: tocar al arma, batería, alarde. <<

[15] ¿‘en el entrecejo’? <<

[16] afeite: ‘adorno, cosmético’, en sentido irónico, por supuesto; negra: ‘color del tejido’, y también ‘desventurada’. <<

[17] zufaina: ‘jofaina, palangana’; y, más específicamente, ‘escupidera’. <<

[18] trapajo: «el paño vil con que se limpian las mesas y los bancos» (Covarrubias); quizá aquí tenga el sentido de ‘gargajo’. <<

[19] Ecce homo son las palabras con que Pilatos, habiéndose lavado las manos, alude a Jesús (San Juan, 19, 5). Pablos, por tanto, moteja al huésped de judío, al identificarlo con los participantes en la Pasión de Cristo. Es preciso atender también al sentido coloquial que en español tiene Ecce homo: ‘persona lacerada y de aspecto lastimoso’. <<

[20] ayuda de costa: ‘cantidad suplementaria al salario entregada para cubrir gastos extraordinarios’; aquí se refiere, claro está, a la paliza del huésped que se ha añadido a la humillante novatada estudiantil. El manteo es una ‘especie de capa larga, propia de clérigos y estudiantes’, que se llevaba sobre la sotana, asimismo larga y propia de escolares y clérigos. Véase la nota [16], de I, 4. <<

[21] Es ésta la primera vez que se menciona el nombre del protagonista, cuyas connotaciones distan de enaltecedoras. <<

[22] trabajos: véase la nota [11] de I, 1. <<

[23] pañizuelo: ‘pañuelo moquero’; en paso: esto es, ‘en las representaciones iconográficas de la Pasión que se portan en andas en las procesiones de Semana Santa’. Pablos, pues, está motejando de judíos a los estudiantes. <<

[24] Refrán que advierte de la necesidad de tomar conciencia de una realidad nueva. Marca, según se ha advertido, uno de los momentos fundamentales de la vida del pícaro. <<

[25] Probable eco de los catenati labores de Marcial (Epigramas, I, 15). <<

[26] El procedimiento irónico de encarecer alguna acción cruel atribuyéndola a infieles o herejes lo utiliza Quevedo en otras ocasiones. <<

[27] retor: «El rector de la Universidad, elegido en el Colegio de San Ildefonso cada año, tenía a su cargo el mantenimiento del orden» (C. Vaíllo). <<

[28] azote con hijos: ‘látigo de varias colas’. Este tipo de bromas nocturnas eran tradicionales entre pajes y criados. <<

[29] frazadas: ‘mantas’. <<

[30] proveyó: véase la nota [47] de I, 3. <<

[31] Es expresión frecuente para hacer notar la situación de quien se encuentra sin escapatoria posible. En vez de «cogido», B lee por error «cegido». <<

[32] necesaria: véase la nota [37] de I, 2. <<

[33] achaque: «la escusa que damos para no hacer lo que se nos pide o demanda» (Covarrubias). <<

[34] matemático: ‘astrólogo’, el capaz de inquirir de las estrellas lo que para los demás es insondable. Se supone que se trata de algún estudiante de tal disciplina, entonces no bien diferenciada de las matemáticas. <<

[35] Esto es, ‘por afianzarlo en la burla’. <<

[36] servicio: ‘especie de bacín en el que proveerse; bacinilla’. <<

[37] mal de corazón: ‘desmayo’. <<

[38] visajes: ‘gestos, muecas’. <<

[39] Se trata de un chiste, ya que palominos son los ‘pequeños restos de excremento que pueden quedar en la ropa’. <<

[40] Porque era creencia popular que existía una relación directa entre ese dedo, el tercero de la mano izquierda, y el corazón, a cuyo mal funcionamiento se atribuían por lo general los desmayos. <<

[41] dar garrote es ‘constreñir un miembro o articulación, rodeándolo con una cuerda y tirando después de ella’; esto es, ‘hacer un torniquete’. Era remedio indicado contra los desmayos y la apoplejía. <<

[42] gualdrapa: ‘especie de cobertor que se pone sobre el lomo y ancas de las cabalgaduras para proteger al jinete del sudor y pelo de éstas’. Parece indicarse, pues, que Pablos lavó la sotana como prenda que estaba sucísima. <<

[43] parlar: véase la nota [27] de I, 4; dar vaya: véase la nota [43] de I, 4. <<

[44] Avisón: ‘Atención’. Véase la nota [24] de este mismo capítulo. <<

[1] de puro… (o a puro): ‘a fuerza de…’. Aparece la construcción repetidamente en este capítulo. <<

[2] Esta declaración de Pablos parece señalar la culminación de todo un período de su vida. Obsérvese que el término bellaco ha sido utilizado reiteradamente durante el capítulo anterior para referirse a los agresores del protagonista. <<

[3] envásole: ‘le hundo la espada hasta el puño’. <<

[4] acogotamos: ‘apuntillamos’. <<

[5] espiraron: ‘expiraron, murieron’. <<

[6] Normalmente los jergones se rellenaban de paja. <<

[7] El paso «y nos … barriga» falta en X. <<

[8] ‘a salir en mi defensa’. <<

[9] Es decir, Pablos aduciría el hambre, común entre estudiantes, como descargo de su acción y amparo frente a sus consecuencias penales, del mismo modo que los delincuentes buscan la protección eclesiástica (el sagrado), refugiándose en los templos. Se trata de un juego de palabras, a partir de expresiones hechas como ‘llamarse aldana (antana)’ o ‘llamarse (a) iglesia’. Véase la nota [34] de I, 1. <<

[10] ‘os acostumbráis, os adaptáis’. Sin duda esta acomodación de Pablos al nuevo ambiente debe relacionarse con el final del capítulo precedente. <<

[11] dos al mohíno: ‘cuando dos personas se confabulan contra una tercera’; en este caso, figuradamente, la despensa; despensa: ‘gasto ordinario’. <<

[12] despensero: ‘administrador y encargado de la compra diaria’. Existe el refrán «Desde Judas el traidor, todo despensero es ladrón». Judas era, de entre los apóstoles, el encargado de esa tarea, y parece que mostraba en su desempeño cierta tendencia a la sisa (‘robo’, aunque en rigor es un ‘cierto tipo de impuesto’). Las botas y la bolsa, ésta ya en los evangelios, son dos motivos tradicionalmente vinculados a la figura del Iscariote. <<

[13] Parece referirse Pablos a la dispositio y, concretamente, a la conveniencia para el orador de utilizar primero los argumentos más débiles y reservar los de mayor relevancia para el final de su parlamento, creando así un clímax. O quizá, en el mismo sentido, a la ordenación por extensión e intensidad creciente de los miembros de un período. <<

[14] Hay una antítesis entre carnal —el tiempo del año que se come carne, o, más específicamente, el que la come— y penitente —aquel que practica la abstinencia, sobre todo en Cuaresma—. <<

[15] cosa magra: ‘carne sin grasa, de primera’. <<

[16] cercenar: ‘detraer, sisar’.

«Era cercenadora … moneda» falta en X. <<

[17] olla: véase la nota [31] de I, 3. Porque son flacas —sin carne—, están éticas las ollas. Se invierte así la relación normal causa-efecto, en la que es la calentura quien determina la delgadez del enfermo. Véase la nota [15] de I, 3. <<

[18] por el cabo: ‘en extremo’. Recuérdese la escasa higiene del ama de Cabra: nota [75] de I, 3. <<

[19] pabilo: ‘cordón que está en el centro de la vela para que arda y alumbre’.

Este pasaje —«y así decía … día»— no aparece en la otra versión de la obra. <<

[20] de por junto: ‘al por mayor’. <<

[21] cuarto: ‘moneda de cobre equivalente a cuatro maravedís’. <<

[22] Aquí, como en la oración anterior, saber tiene el sentido de ‘informarse de algo, averiguar’. <<

[23] de ocho a ocho días: posiblemente, ‘cada poco, continuamente’. <<

[24] Recuérdese el rosario del ama de Cabra: véase la nota [71] de I, 3; barato: ‘fácil, cómodo’. <<

[25] cuentas de perdones: véase la nota [55] de I, 3. <<

[26] espumar: ‘retirar la espuma que se forma en la olla al hacerse’. <<

[27] Tampoco aparece este pasaje —desde «que hacían ruido»— en la otra versión de la obra. <<

[28] Como se sabe, los ciegos eran grandes rezadores de oficio. Y parece que lo hacían de forma no del todo inteligible y con tendencia a la extremosidad expresiva. <<

[29] Se trata de oraciones bien conocidas en la época y, propias, en especial la primera, de los ciegos. Conquibules: deformación de «Quicumque vult salvus esse…», primeras palabras del Credo de San Atanasio. <<

[30] por fingirse inocente: ‘para hacerse la tonta’, que era conducta frecuentemente achacada a los hipócritas. El latín, insinúa Pablos, le permitía al ama deformar, no sin malicia, las oraciones. <<

[31] conqueridora: ‘conquistadora’; corchete: ‘cierre, broche’ y, metafóricamente, ‘el ayudante del alguacil que prende a los delincuentes’. Véase la nota [28] de I, 1. <<

[32] Eso se creía vulgarmente; lamparones: ‘escrófula, inflamación de los ganglios del cuello’. <<

[33] Véase la nota [33] de I, 3. <<

[34] se descubriera la hilaza: ‘saliese a la luz el verdadero trasfondo de una persona o un asunto’. <<

[35] En vez de «Esta ha de ser … perros», se lee en X la siguiente facecia, que constituye la variante más extensa de todo el texto: «Sucedió que el ama criaba gallinas en el corral; yo tenía gana de comerla una. Tenía doce o trece pollos grandecitos, y un día, estando dándoles de comer, comenzó a decir: —“¡Pío, pío!”; y esto muchas veces. Yo que oí el modo de llamar, comencé a dar voces y dije: —“¡Oh, cuerpo de Dios, ama, no hubiérades muerto un hombre o hurtado moneda al rey, cosa que yo pudiera callar, y no haber hecho lo que habéis hecho, que es imposible dejarlo de decir! ¡Malaventurado de mí y de vos!”.

»Ella, como me vio hacer extremos con tantas veras, turbóse algún tanto y dijo: —“Pues, Pablos, yo ¿qué he hecho? Si te burlas, no me aflijas más”. —“¡Cómo burlas, pesia tal! Yo no puedo dejar de dar parte a la Inquisición, porque, si no, estaré descomulgado”. —“¿Inquisición?”, dijo ella; y empezó a temblar. “Pues, ¿yo he hecho algo contra la fe?” —“Eso es lo peor” —decía yo—; “no os burléis con los inquisidores; decid que fuesteis una boba y que os desdecís, y no neguéis la blasfemia y desacato”. Ella, con el miedo, dijo: —“Pues, Pablos, y si me desdigo, ¿castigaránme?”. Respondíle: —“No, porque sólo os absolverán”. —“Pues yo me desdigo” —dijo—, “pero dime tú de qué, que no lo sé yo, así tengan buen siglo las almas de mis difuntos”. —“¿Es posible que no advertisteis en qué? No sé cómo lo diga, que el desacato es tal que me acobarda. ¿No os acordáis que dijisteis a los pollos: pío, pío; y es Pío nombre de papas, vicarios de Dios y cabezas de la Iglesia? Papaos el pecadillo”.

»Ella quedó como muerta, y dijo: —“Pablos, yo lo dije, pero no me perdone Dios si fue con malicia. Yo me desdigo; mira si hay camino para que se pueda escusar el acusarme, que me moriré si me veo en la Inquisición”. —“Como vos juréis en una ara consagrada que no tuvisteis malicia, yo, asegurado, podré dejar de acusaros; pero será necesario que estos dos pollos, que comieron llamándoles por el santísimo nombre de los pontífices, me los deis para que yo los lleve a un familiar [‘ministro de la Inquisición’] que los queme, porque están dañados. Y, tras esto, habéis de jurar de no reincidir de ningún modo”. Ella, muy contenta, dijo: —“Pues llévatelos, Pablos, agora, que mañana juraré”. Yo, por más asegurarla, dije: —“Lo peor es, Cipriana” —que así se llamaba— “que yo me voy a riesgo, porque me dirá el familiar si soy yo, y entre tanto me podrá hacer vejación. Llevadlos vos, que yo pardiez que temo”. —“Pablos” —decía cuando me oyó esto—, “por amor de Dios que te duelas de mí y los lleves, que a ti no te puede suceder nada.”

»Dejéla que me lo rogase mucho, y al fin —que era lo que quería—, determinéme, tomé los pollos, escondílos en mi aposento, hice que iba fuera, y volví diciendo: —“Mejor se ha hecho que yo pensaba. Quería el familiarcito venirse tras mí a ver la mujer, pero lindamente te le he engañado y negociado”. Diome mil abrazos y otro pollo para mí, y yo fuime con él adonde había dejado sus compañeros, y hice hacer en casa de un pastelero una cazuela, y comímelos con los demás criados. Supo el ama y don Diego la maraña, y toda la casa la celebró en extremo; el ama llegó tan al cabo de pena, que por poco se muriera. Y, de enojo, no estuvo dos dedos —a no tener por qué callar— de decir mis sisas». <<

[36] trazas: ‘ardides, procedimientos ingeniosos’; como se aclara algo más abajo, correr quiere decir, en argot de estudiantes, ‘robar al descuido, huyendo con el botín a la carrera’. <<

[37] cofín: ‘cesta de esparto o mimbre utilizada, por lo general, para el transporte de la fruta’; tablero: ‘mostrador’. <<

[38] hora menguada: ‘hora infeliz, desgraciada’, astrológicamente; aire corrupto: ‘mal aire’ al que se le atribuían, como aún se hace popularmente, ciertos tipos de parálisis. Eran fórmulas comunes entre los mendigos y pedigüeños. <<

[39] desgañifando: ‘desgañitando, gritando hasta enronquecer’. <<

[40] La estocada es un ‘golpe que se da de punta con el estoque, que es una espada larga, clavándolo’. <<

[41] revesado: ‘oscuro, difícil’. Esto es, ‘en la jerga estudiantil’. <<

[42] pretina: ‘especie de cinturón o faja, donde se usaba guardar ciertos objetos’. Se alude a la costumbre existente en los conventos de dar de beber a quien lo solicitaba. <<

[43] «Entiéndase: fui el iniciador, el que provocó que las monjas no diesen nada sin la previa entrega de una prenda» (J. Ciruelo). Véase la nota [2] de III, 3. <<

[44] ronda: ‘patrulla nocturna, formada por corchetes, alguaciles y, a veces, el corregidor, encargada de evitar desórdenes, para lo cual solía requisar las armas de los noctámbulos’. <<

[45] columbrando: ‘viendo’, en germanía. <<

[46] corregidor: ‘regidor de la ciudad por delegación real’. <<

[47] prisión: ‘captura, detención’. <<

[48] Los corchetes estaban subordinados a los alguaciles, quienes portaban a modo de insignia, como símbolo de su autoridad, una vara. <<

[49] saltearlos: ‘asaltarlos’. <<

[50] La palabra espía tenía género gramatical femenino, independientemente del sexo de la persona referida. <<

[51] Antonio Pérez, antiguo secretario de Felipe II, había sido encarcelado, tras caer en desgracia por sospechas de traición, bajo la acusación de complicidad en el asesinato de Escobedo, secretario del rey. Después de su huida en 1590, se refugió primero en Aragón y más tarde, a partir de 1593 y hasta su muerte en 1611, en Francia. Se le consideraba principal inspirador, desde su refugio francés, de una red de espionaje. <<

[52] casa pública: ‘casa llana o mancebía’. <<

[53] rodela: ‘protección que se colocaba en el pecho’. <<

[54] Puesto que estaba vedado el llevar armas en las mancebías. <<

[55] Las dagas tienen una marcada connotación rufianesca; otras dagas en II, 1 y III, 10. <<

[56] Obsérvese el anacoluto. <<

[57] di cantonada: ‘les di esquinazo, desaparecí súbitamente de su vista’. La Victoria es un convento frente a cuya fachada principal desemboca la calle del mismo nombre, cerca de la puerta de Santa Ana. «La mancebía quizá se hallaba extramuros» (A. Castro). <<

[58] retor: véase la nota [27] de I, 5. <<

[59] tocador: ‘gorro de dormir’; cristo: ‘crucifijo’. <<

[60] remitirle: ‘entregarlo a la justicia ordinaria’. <<

[61] «aunque fuese hijo de un grande» se dice en X. <<

[62] solenizar: ‘celebrar, encarecer’. <<

[63] hacía monte: ‘robaba, me quedaba con todo cuanto podía atrapar’ <<

[64] pinsiones: ‘tasas, rentas’, irónicamente; habares: ‘terrenos sembrados de habas’. Al parecer, estas incursiones por las huertas cercanas eran otro lugar común de la vida estudiantil. <<

[1] pliego: aquí ‘sobre o paquete con cartas’. <<

[2] Entiéndase: ‘por lo muy allegado que era…’; justicia: ‘cierta virtud’, pero también ‘ejecución’. <<

[3] Esto es, ‘competente en grado sumo’. <<

[4] No falta quien sugiera otras razones algo más comprometedoras, y literales, para que Ramplón llame a Pablos hijo. <<

[5] negra: ‘trabajosa, que exige grandes esfuerzos’. <<

[6] hombre: ‘nadie’; véase la nota [17] de I, 1. <<

[7] lo guindó: ‘lo ahorcó’, en germanía. <<

[8] Ya que el asno no los tenía; véase la nota [18] de I, 1. <<

[9] sayo baquero: ‘especie de bata o hábito que se cerraba por detrás’. Además de ser útil para cabalgar, era la vestimenta característica de los condenados a muerte. Una vez más, como en I, 1, se incide en la prestancia y desparpajo, e incluso coquetería, de los condenados a suplicio público. <<

[10] ‘nadie de los que lo veían pasar precedido por los crucifijos lo tomaba por el condenado’; cristo: véase la nota [59] de I, 6; ahorcado: ‘el condenado a morir en la horca’. <<

[11] ‘se los peinó dos veces’. Los bigotes, tanto más si largos y dirigidos hacia arriba, eran atributo de valentones. <<

[12] ‘la horca’, por su forma semejante: dos maderos verticales unidos por uno horizontal. <<

[13] hígado: ‘ánimo, valor’. <<

[14] El condenado se sentaba en la parte superior de la escalera que llevaba al madero superior de la «N de palo», o en la misma viga, desde donde era precipitado al vacío. Véase la nota [2] de II, 5. <<

[15] Véase la nota [20] de I, 3. <<

[16] Hícele cuartos: ‘lo descuarticé’. Los cadáveres de algunos condenados a muerte eran, como castigo suplementario, descuartizados y expuestos en los caminos, normalmente en la entrada de las ciudades. <<

[17] mesa franca: ‘comida ofrecida libremente a quien la desee’. <<

[18] Esto es, en los pasteles de a cuatro: ‘especie de empanadillas, hojaldradas y, por lo general, rellenas de carne, que costaban cuatro maravedís’. Eran los pasteles más baratos; por ello, en la literatura de la época abundan las insinuaciones, o bien acusaciones directas, sobre la dudosa calidad y naturaleza del relleno. Véase la nota [37] de II, 4. <<

[19] De nuevo se juega con el sentido lexicalizado y literal de una frase hecha: desenterrar los muertos es ‘murmurar de los difuntos’. Pablos apunta al empleo por parte, de su madre de distintas partes de los cadáveres para sus prácticas hechícenles.

X añade: «Dícese que daba paz cada noche a un cabrón en el ojo que no tiene niña». <<

[20] milagros: figuradamente, ‘exvotos; objetos —frecuentemente reproducciones en cera de miembros del cuerpo— que se depositan en los templos como testimonio, y agradecimiento, de alguna curación milagrosa’. <<

[21] sobrevirgos: ‘virgos falsos o contrahechos’; contrahacer doncellas: ‘falsificar vírgenes’. Véase la nota [24] de I, 1. <<

[22] Equívoco, favorecido por el verbo representar, entre ‘auto de fe’, en el que sí había de intervenir Aldonza, y ‘auto sacramental’; cuatrocientos de muerte: ‘pena consistente en cuatrocientos azotes, que normalmente ocasionaba la muerte del condenado’. <<

[23] Sólo irónicamente cabe entender tal currículo para un verdugo. <<

[24] Nueva referencia a la ambición social de Pablos (pensamientos), así como nueva expresión de un deseo de cambiar su actitud vital. No se olviden los cuatrocientos ducados que espera heredar. Véase la nota [30] de I, 1. <<

[25] Nuevo, y brutal, equívoco: tener alguien su piedra en el rollo vale por ‘ser respetable y de consideración’; pero rollo, en sentido estricto, significa ‘picota u horca de piedra’. <<

[26] «Recuérdese el refrán “más estirado que don Rodrigo en la horca”» (A. Rey Hazas). La dilogía se fundamenta en el ‘estiramiento’ del cuello del ahorcado, de un lado, y en la acepción de estirado como «el fantástico y pulido, que procura estirar el cuerpo todo y ir muy derecho» (Covarrubias). <<

[27] Es decir, ‘lo hicieron cuartos’; véase la nota [21] de I, 6. <<