[1] apasionados: ‘aficionados, bien inclinados’, y también ‘acongojados, afligidos’. Debe entenderse como adjetivo de amigos. La dilogía que entraña prepara el chiste con que culmina el párrafo. <<
[2] ‘no quedaba nada, sino mi sombra, en la posada’. <<
[3] trampista: ‘sablista, mal pagador’; «como si fuera Pablos, y no D. Diego o el mayordomo, quien pagara el salario al ama y el arrendamiento al huésped» (D. Ynduráin). <<
[4] La base del chiste es tradicional. <<
[5] ‘arroyo que desemboca en el río Henares entre Alcalá y Torrejón’. Era usual en la lengua antigua que los nombres de los ríos no llevasen artículo. Más abajo: «el agua de Tajo». <<
[6] ‘mulo de carga’; albarda: ‘pieza acolchada del aparejo de las bestias de carga que les protege el lomo’. <<
[7] hablando entre sí: ‘hablando solo’; embebecido: ‘absorto, distraído’. <<
[8] ‘veía’; es la forma etimológica. <<
[9] ‘después que nos hubimos respondido’. <<
[10] Los rumores sobre los movimientos del turco en el Mediterráneo, reavivados de vez en cuando, fueron incesantes durante más de un siglo, hasta convertirse en asunto predilecto para conversaciones ociosas e, incluso, en sinónimo de charla vana e intrascendente. Por ello se califica más abajo la que aquí se desarrolla como ‘propia de pícaros’. Véase la nota [56] de II, 3. <<
[11] Argel, como capital floreciente de los corsarios berberiscos, fue motivo de preocupación constante durante todo este período para el imperio español, que intentó su conquista de forma tan repetida como infructuosa. <<
[12] Pablos define al arbitrista como especie o tipo de demente; repúblico: «el hombre que trata del bien común» (Covarrubias), aunque aquí es adjetivo. Se inicia con esta figura una galería de locos que incluirá, inmediatamente, al diestro esgrimidor y al sacristán coplero. <<
[13] Aquí fue ello que: ‘he aquí que’; modismo para llamar la atención sobre lo que se va a contar. <<
[14] Ostende: ‘ciudad flamenca que resistió un asedio de tres años, hasta septiembre de 1604, mantenido por fuerzas españolas al mando del marqués de Spínola, que hubo de afrontar el socorro marítimo que prestaba la armada inglesa a la ciudad’. El régimen con la preposición a del complemento directo de cosa no era extraño; algo más abajo: «mirando a un libro». Y también lo contrario; igualmente en este capítulo: «venía a ver una parienta suya». <<
[17] ‘no tiene vuelta de hoja’; apurado: ‘aclarado, averiguado’. Véase más abajo: «apuremos cuál es verdadera destreza». <<
[18] El estado es una medida empleada para medir calados o alturas, equivalente, de manera aproximada, a la estatura de un hombre. <<
[19] Joanelo: ‘Juanelo Turriano’, arquitecto, matemático y relojero lombardo que ideó un artificio hidráulico con el que subir el agua desde las cercanías del puente de Alcántara al Zocodóver toledano. <<
[20] ‘Y aclarado el procedimiento’ <<
[21] ‘por encanto, con prontitud extraordinaria y de modo desconocido’; ensalmo: ‘curación supersticiosa por medio de oraciones y bendiciones’. Una vez más, se juega aquí con el sentido literal y fraseológico de la expresión. <<
[22] encomienda: ‘dignidad u honor que llevaba aparejada la percepción de una renta’, por ejemplo, la admisión en una orden militar. <<
[23] ejecutoria: ‘certificado de hidalguía’, que se otorgaba tras litigar por ella el interesado y era requisito para la concesión de alguna encomienda. El muy honrada que la califica no deja de arrojar la sombra de una duda sobre ella. <<
[24] Torrejón: ‘localidad situada entre Alcalá y Madrid’. <<
[25] Es un modismo común, casi vulgar, sin un sentido muy preciso: ‘he aquí que; fue ello que’. <<
[27] ‘no calculé bien la distancia…’; medio de proporción: en esgrima, depende de la medida o alcance de las espadas. La jerga geométrica que emplea para describir algo tan trivial como el error de cálculo al subirse a la mula delata de entrada al desconocido como un delirante maestro de esgrima. <<
[28] cúya: ‘de quién’. El interés del diestro por la espada es más técnico que patrimonial: la pregunta inquiere «por el nombre del espadero» (A. Castro); de lo cual se deduce que Pablos, a juzgar por su respuesta, no la ha comprendido. Los malentendidos, según vemos, son uno de los fundamentos de la fuerza satírica de estos diálogos. <<
[29] gavilanes: ‘los hierros cruzados que resguardan la empuñadura de la espada, formando la guarnición’; reparar: ‘defenderse de los golpes contrarios’; tajos: en esgrima, ‘cortes que se dan con la espada de derecha a izquierda’. <<
[30] parola: ‘palabrería banal y de poco sentido’. <<
[31] Debe entenderse en sentido académico; esto es, ‘qué disciplina enseñaba o cultivaba’. Se trata de una burla patente de la pedantería del personaje; aunque un capítulo del Libro de las grandezas de la espada, de Luis Pacheco de Narváez, lleva por título: «Las partes y señales en lo exterior y compostura en los miembros que ha de tener el que la hubiere de profesar [la verdadera destreza]». Véase la nota [37]. <<
[32] diestro: ‘maestro de esgrima’; que lo haría bueno: ‘que estaría dispuesto a demostrarlo’. <<
[33] Se refiere Pablos a los círculos, o cercos, que brujos y brujas trazaban en el suelo para conjurar al diablo. <<
[34] se me ofreció: ‘se me ocurrió’; treta: en esgrima, ‘golpe’, como, por ejemplo, el tajo, el revés y la estocada; cuarto círculo: ‘la cuarta parte del círculo que, imaginariamente, rodea la espada del contrario’, esto es, a la altura del pecho; compás: ‘movimiento de pies’. <<
[35] Tales afirmaciones del diestro también están inspiradas en pasajes del Libro de las grandezas de la espada, donde no se duda en afirmar, por ejemplo, que la destreza «alumbra el entendimiento y lo satisface con sus demostraciones evidentes». <<
[36] La sátira contra los médicos y la medicina les atribuía una capacidad eminentemente homicida. <<
[37] Luis Pacheco de Narváez, enemigo personal de Quevedo y probable inspirador de la figura del «diestro verdadero», publicó el año 1600 el Libro de las grandezas de la espada, especie de método de esgrima para aprender «a solas, sin necesidad de maestro que le enseñe». Fue sólo uno de los libros que sobre esa materia escribió. <<
[38] asadores: ‘varas de metal terminadas en punta para ensartar y poner al fuego lo que se quiere asar’. <<
[40] Evidentemente, el diestro ha tomado dotor en un sentido diferente que Pablos. <<
[41] Los ángulos que forman el brazo con la espada o con el cuerpo son un elemento básico de la doctrina de Pacheco de Narváez, expuesta por lo general en jerga geométrica. <<
[42] compás: véase la nota [34]; gano los grados del perfil: ‘gano la posición, cuando el contrario me opone un flanco’. <<
[43] movimiento remiso es el que consiste en apartar la espada hacia un lado, y movimiento natural es el de bajar la espada, en línea con el brazo, disponiéndola para la acometida. <<
[44] Son golpes con la espada. <<
[45] tretas: véase la nota [34]. «Como Pablos permanece inmóvil, su figura recuerda al maniquí con que hacían sus prácticas los esgrimidores; pero, como el arma es un cucharón, el maniquí se transforma en una olla. Las estocadas del espadachín, pues, semejan el modo en que el cocinero remueve la olla con la cuchara para evitar que se derrame» (B. Ife). Recuérdense los gestos del ama de Alcalá cuando espumaba la olla con el cucharón (I, 6): resultaban bendiciones. <<
[46] Los mulatos tenían reputación bien ganada de valentones; presas: ‘los colmillos’, se dice de las fieras. <<
[47] guardasol: ‘parasol, sombrilla’; coleto: ‘especie de chaleco corto y muy escotado’; los de ante eran muy apreciados por resistir bien las cuchilladas. Sobre ropilla, véase la nota [22] de I, 1; cintas: ‘cordones de seda que, a diferencia de las agujetas, que son de cuero, se llevan por gala’. Tanto el sombrero, que es enjerto en guardasol por las largas faldas o alas que lo aproximan a una sombrilla, como el coleto de ante son piezas características de la vestimenta de valentones y bravos. Hubo premáticas que limitaban su uso. Véanse las notas [17] y [18] de II, 4 y [47] de III, 10. <<
[48] «Las piernas están torcidas hacía adentro, como las de la figura estilizada del águila heráldica» (L. Schwartz Lerner). El andar zambo estaba también relacionado con la figura del valentón. <<
[49] ‘cuchillada, chirlo’. Era expresión corriente tomada de la forma de persignarse: «Per signum crucis, de inimicis nostris libera nos…». Obsérvese que en el texto se sustituye nostris por suis. Véase más abajo la nota [2] de III, 9. <<
[50] ganchos: ‘gavilanes de la daga o espada en forma de S’; guardamano: ‘cazoleta de la guarnición de la espada que protege la mano que la empuña’. Se implica, pues, la forma y tamaño desmesurados de la barba y bigote del mulato. Véase la nota [11] de I, 7. <<
[51] Hay una silepsis en el término rejas: ‘herrajes de la guarnición de la espada’; pero también ‘barrotes que separan a las monjas de sus visitantes en los locutorios’. Compárese esta descripción con la del corchete mulato de II, 4. <<
[52] Esto es, era un maestro de esgrima, ya que estaba en posesión de la carta de examen que lo acreditaba como tal. Pacheco de Narváez «en 1624 consiguió del rey el título de Maestro Mayor de las Armas y obtuvo la merced de que se le nombrase examinador de todos los demás maestros de esgrima» (R. Selden Rose). <<
[53] panes: ‘trigales’. <<
[54] blanca: ‘la espada de verdad, que, al contrario de la negra (utilizada en las prácticas), tenía punta’. <<
[55] Repárese en que el diestro no ha dado muestra de ceñir espada alguna hasta el momento. <<
[58] Objeto fijo debe entenderse como ‘blanco inapelable’; estocada sagita: ‘tipo de estocada que se emplea como contragolpe’; en términos geométricos, la sagita es la ‘porción de recta comprendida entre el punto medio del arco del círculo y el de su cuerda’; cuerda: en sentido geométrico: ‘recta que une los dos extremos de un arco’. Es, pues, un tipo de acometida, descrito en términos geométricos, que el diestro juzga irreparable. <<
[60] «Hay un capítulo en el libro de Pacheco que enseña “cómo se defenderá el que trajere espada de un turco y su alfanje”. Es punto muy importante y curioso» (A. Castro). <<
[1] ‘por llevar distinto camino’. <<
[2] Y ya que…: ‘y una vez que…’. <<
[3] ‘caminé durante más de una legua sin encontrar a nadie’. Recuérdese que la legua equivale a algo más de cinco kilómetros y medio; persona actúa aquí como pronombre indefinido. <<
[4] entre mí pensando: ‘reflexionando, pensando para mí’. <<
[5] Aquí, excepcionalmente, ‘después, en segundo lugar’. <<
[6] que me desconociesen por ella: ‘que, merced a ella, no me reconociesen’. Esta declaración debe entenderse en el contexto de la creciente vergüenza familiar del protagonista al tiempo que como una prolongación de las ideas que sobre estos particulares expone Pablos desde el principio de la obra. <<
[7] Los pensamientos de Pablos no son honrados porque sean virtuosos, sino porque tienen por asunto la honra. Véase la nota [23] de II, 1. <<
[8] Vindicación tópica de la virtud personal, que debe entenderse de forma irónica. <<
[9] discursos: ‘meditaciones, cavilaciones’. <<
[10] Esto es, ‘un hombre razonable, sensato’. <<
[11] Majalahonda: ‘Majadahonda’. Al parecer, a sus habitantes se los suponía necios; lo mismo que a los sacristanes. <<
[12] chanzonetas: ‘cancioncillas con estribillo, al modo de las letrillas y villancicos, de asunto religioso y tono regocijado’; como los villancicos navideños tradicionales. <<
[13] cartel: ‘escrito en que se hacía público, en este caso, el resultado de las justas poéticas convocadas con motivo de alguna celebración’. <<
[14] ¿La de quienes no se los premiaron, o la de los ‘cantarcicos’? <<
[15] ‘dicho y hecho’; es la forma corriente de la expresión en la época. <<
[16] chiste: ‘un cierto tipo de composición poético-musical’. <<
[17] sacabuche: ‘instrumento musical, de funcionamiento semejante a un trombón’, y muy a propósito para la «música alegre y regocijada» (Covarrubias) que acompaña a las chanzonetas. <<
[18] a borbollones: ‘a borbotones, atropelladamente y de forma incontenible’. Véase la nota [42] de I, 3. <<
[19] No cabe mayor exponente de la necedad del clérigo que el de confundir con un santo el Corpus Christi; y que aún porfíe. Los miembros del Tribunal de la justa venganza reprocharán a Quevedo las palabras de Pablos, al remitir éste descuidadamente al día y no al cuerpo de Cristo. <<
[20] le daré en el calendario: ‘lo encontraré en el calendario, dando así razón segura de su existencia’. <<
[21] le dije cierto: ‘le dije con seguridad y aire convincente’; tan graciosa: ‘con tanto donaire’ y a la vez ‘tan de chacota’. <<
[22] oya: ‘oiga’; es forma arcaica. Las once mil vírgenes son las santas mártires, compañeras de Santa Úrsula, que, volviendo de Roma, fueron muertas por los hunos en Colonia. Nótese que el poema resultante supera el medio millón de octavas. <<
[23] ‘de tema sacro’. <<
[24] jornadas: ‘los actos de una determinada pieza dramática’, y también ‘los días de viaje que requiere un itinerario’. <<
[25] Tal desafuero es tópico en la figura del mal poeta de comedias. Cada mano está formada por veinticinco pliegos. «En su Arte nuevo de hacer comedias, Lope constata que, todavía en su niñez, escribió obras de a pliego la jornada, de modo que la extensión de la pieza del clérigo resulta verdaderamente amedrentadora» (B. Ife). <<
[26] Uno de los reproches más extendidos en relación al tipo satírico del comediógrafo es el de rebuscar sus asuntos en la Historia Sagrada. <<
[27] Esopo. <<
[28] la traza y la invención: ‘el plan de la obra y la ocurrencia’. <<
[29] picazas: ‘urracas’. <<
[30] Es decir, ‘parecía como si contase en maravedís una cantidad que ascendía a escudos’, por lo desorbitado del número. Téngase en cuenta que, a principios del siglo XVII, un escudo equivalía a unos cuatrocientos maravedís. <<
[31] Lo cual confirma la extravagancia suma de este poeta, por ser las piernas materia vedada por el decoro a la lírica amorosa, al menos en esos términos. <<
[32] en profecía: aquí, ‘por adivinación, carentes de base real’, o quizá ‘por adelantado, anticipándose a los hechos’; concetos: ‘conceptos, símiles e imágenes agudos’. Se habían convertido, como se sabe, en uno de los procedimientos poéticos fundamentales. Recuérdense, por ejemplo, los Conceptos espirituales y morales (1600, 1606 y 1612), de Alonso de Ledesma. <<
[33] ‘cambiar de conversación’. <<
[34] ‘desviar su atención’. <<
[35] Esto es, ‘la comparo o la identifico metafóricamente con una estrella’; véase la nota [8] de II, 3. <<
[36] intentos: ‘propósitos, fines’. <<
[37] premática: ‘pragmática, ordenanza legal’. La referencia al poeta loco seguido por los niños parece deudora de Horacio (Epístola a los Pisones, vv. 455 y ss.). <<
[39] Era frecuente que los poetas compusiesen coplas especialmente destinadas a los ciegos, quienes quedaban obligados a entregar a aquéllos una parte de sus ganancias. La del ciego, especialmente en su actividad como rezador y recitador público, era una figura particularmente denostada. Véase el texto correspondiente a la nota [34] de III, 9. <<
[1] Las premáticas burlescas constituyen uno de los géneros paródicos de origen oral con más éxito desde mediados del siglo XVI, y también de los que más popularidad dieron al autor del Buscón. En este caso concreto, se trata de la adaptación de un texto anterior del propio Quevedo.
güeros, chirles y hebenes: ‘vanos e insustanciales’, metafóricamente; güero es el ‘huevo sin fecundar’; los chirles son los ‘excrementos del ganado lanar’, pero chirle, como adjetivo, se emplea despectivamente con el sentido de ‘inútil y sin sustancia’; hebenes se dice de unas ‘uvas silvestres y de poco jugo que se dan en racimos largos y ralos’. Más abajo (II, 6): «unos nos llamamos caballeros hebenes; otros, güeros, chanflones, chirles, traspillados y caninos». <<
[2] ‘¡Haberlo dicho!’ «Expresión con que se reconviene a uno después que ha explicado una circunstancia que antes omitió» (L. de Montoto). <<
[3] Se refiere Pablos, llevado por las palabras del sacristán, a otros tipos de uvas más apreciadas que las hebenes, dando a entender la alta opinión que el poeta tenía de sí mismo. Aunque albillo puede tomarse también por ‘inocente o ignorante’; y moscatel «llaman al hombre que fastidia por su falta de noticias e ignorancia» (Autoridades). <<
[4] sabandijas: aquí con el sentido de ‘gente despreciable e insignificante’. <<
[5] Se refiere a las prendas y recuerdos de la amada que estos poetas ‘melibeos’ convierten, en virtud de la retórica cortés, en objeto de adoración; listones: ‘cintas’. <<
[6] Tal era, en efecto, lo usado con las prostitutas: se las reunía en cuaresma para sermonearlas y después, a las que lo solicitaban, se las conducía a algún convento de ‘arrepentidas’ (véase más abajo); poetas públicos y cantoneros: «creación quevedesca hecha a imitación burlesca de mujeres públicas y cantoneras (prostitutas), para sugerir que trafican con sus versos como las putas con su carne» (A. Rey Hazas). <<
[7] Entre otros extremos a los que recurrían los predicadores para mejor lograr sus fines estaba el de exhibir calaveras y crucifijos. También era costumbre que los predicadores diesen a besar un crucifijo a las arrepentidas. <<
[8] Alusión al abuso formulístico de imágenes y símiles con astros lucíferos en la descripción de la amada dentro del marco de la tradición petrarquista. <<
[9] seta: ‘secta’; conceto: véase la nota [32] de II, 2. Es perceptible el tono ‘inquisitorial’ de esta premática, que identifica a los poetas chirles con pecadores, herejes, idólatras y, ahora, sectarios; si bien todo ello forma parte de la tradición burlesca. <<
[10] volteadores: ‘malabaristas’. <<
[11] el siglo: ‘el mundo terreno’. <<
[12] franjas: ‘piezas tejidas con oro y otras materias valiosas para adorno’; se solían quemar cuando estaban ya ajadas para recuperar parte de los materiales con que se habían confeccionado. <<
[13] Nabuco: ‘Nabucodonosor’. Se alude al episodio bíblico, narrado en Daniel, 2, del sueño de Nabucodonosor, monarca de Babilonia, con una estatua cuya cabeza era de oro, el pecho de plata, las caderas de bronce, las piernas de hierro y los pies de hierro y barro. Las damas que los poetas pergeñan son, pues, como ídolos con los pies de barro. <<
[14] «En la protesta del sacristán hay toda una alusión a las sinuosas relaciones Iglesia-Estado, y a las exenciones tributarias del estamento religioso» (P. Jauralde). <<
[16] reliquias: ‘restos, vestigios’; y aquí también ‘resabios’. <<
[17] Hace referencia la premática a las modas sucesivas del romancero morisco y pastoril y se burla de las convenciones de este último; embebecidas: véase la nota [7] de II, I. <<
[18] Tradicionalmente se les atribuía a los mozos de mulas —‘mozos que acompañaban a los viajeros al cuidado de las caballerías’—, y, en general, a carreteros, cocheros, viajeros y gente del camino, una especial afición y maestría para echar pullas —‘burlas orales frecuentemente obscenas o escatológicas’—. <<
[19] bujarrón: ‘maricón’. <<
[20] Ya que el principal atributo físico del ermitaño en la tradición literaria era su barba luenga. <<
[21] Estos adjetivos son creación de Quevedo. El primero es, quizá, un cruce de «vinajeras» y «vinagroso» (‘de mal carácter, avinagrado’); o puede que sea, más probablemente, un adjetivo de nuevo cuño que califica al sacristán por su frecuentación de las vinajeras, al modo de otros tan quevedescos como «dineroso», «aguanoso», «vinoso»… <<
[22] Alusión de tono purista a la imitación de la poesía italiana y a la influencia, sobre la castellana, de la poesía de la escuela aragonesa.
Obsérvese la manera anómala de construir el estilo indirecto, que, aun utilizando formas de imperfecto, mantiene la primera persona del verbo. <<
[23] cazcarrias: ‘las manchas de lodo que se adhieren a los bajos de las prendas de vestir’. <<
[25] desesperados: eufemísticamente, ‘suicidas’. <<
[26] ¿‘el poeta que no tiene otra actividad’? <<
[27] Esto es, ‘que aquellos papeles que, por su deplorable calidad, no fueran útiles ni siquiera como envoltorio de las especias en los comercios del ramo se empleasen inexcusablemente en las letrinas como papel higiénico’. Para envolver las especias se solía utilizar el papel viejo de desecho. <<
[28] farsantes: ‘gente de teatro’. <<
[29] carta de examen: véase la nota [52] de II, 1, y nótese que trata a los poetas como a practicantes de un oficio mecánico o artesano; cacique: ha de entenderse, más que en su sentido actual, en el original de ‘señor de vasallos en tierras bárbaras’. Casi en un destello, presenta a los poetas como indígenas de una tierra extraña: en aquellas partes. <<
[30] poetas de farsantes: ‘autores dramáticos’. El señalado era el característico final regocijado y tumultuoso de los entremeses, y que también tópicamente les era achacado. <<
[31] Lo cual constituía un desenlace no menos socorrido que el anterior. <<
[32] Es decir, ‘que no fundamenten el enredo a partir de billetes amorosos o cintas, como prendas de amor, que equivocan su destinatario’; trazas: véase la nota [28] de II, 2. <<
[33] Se refiere a las coplas de cautivos, muy frecuentes en boca de los ciegos. Véase la nota [38] de III, 9. <<
[34] En la obra de Quevedo, se satiriza con cierta frecuencia el léxico de estas coplas, que buscaba sobre todo facilitar la rima. Véase una ilustración en III, 9. <<
[35] Alusión a la recitación descuidada de muchos ciegos. <<
[36] Nombres rústicos de pastores habituales en la tradición pastoril, ya desde Juan del Encina, y en su versión a lo divino. <<
[37] ‘que no hagan juegos de palabras’. <<
[38] pensamientos de tornillo: ‘conceptos de ida y vuelta, desertores o de varios usos’; como los llamados soldados de tornillo, quienes se fugaban de su regimiento, tras cobrar la paga de enganche, para, en ocasiones, enrolarse en otro y cobrar de nuevo. <<
[39] que se descarten: propiamente, ‘que desechen cartas en el juego’; y aquí, ‘que renuncien, que prescindan’. <<
[40] traslado: ‘copia’. <<
[41] Una vez más toma términos litúrgicos por nombres de personajes o santos, como antes «San Corpus Christe». Véase la nota [19] de II, 2. <<
[42] Pedro Liñán de Riaza (muerto en 1607) fue un poeta muy celebrado y uno de los creadores del romancero nuevo. Vicente Espinel (1550-1624) fue poeta, músico y autor (aunque sin duda años después de haber comido con el sacristán) del Marcos de Obregón. <<
[43] Lope de Vega (1562-1635) era sin duda alguna el literato más popular del momento. <<
[44] Alonso de Ercilla (1533-1594) debe su renombre fundamentalmente a la obra La Araucana. <<
[45] Francisco de Figueroa (hacia 1530-1588 o 1589), que pasó gran parte de su vida en Italia, fue un poeta muy apreciado por sus contemporáneos. <<
[46] Los greguescos eran una especie de calzones holgados. Y verdaderamente debían de estar ya ‘malos’ los de Pedro de Padilla (1550-1594), fraile carmelita y autor del Jardín espiritual (1585), puesto que su entrada en la orden se produjo en el año 1584. No se olvide el aspecto desaliñado y la avanzada edad del sacristán. <<
[47] El de Fuenfría, que atraviesa el Guadarrama. <<
[48] Iba en cuerpo y en alma: ‘Iba miserablemente, sin abrigo ni aparato alguno’ y, no obstante, ‘llevaba todo encima’. <<
[49] alpargates: ‘alpargatas’. <<
[50] frascos: posiblemente, ‘los recipientes donde los arcabuceros guardaban la pólvora’: pretina: véase la nota [42] de I, 6; órgano … para papeles: ‘los tubos de metal donde los soldados llevaban las fes (o fees) —informes, certificaciones— de sus servicios de armas’, y que constituían uno de los elementos más característicos de la apariencia del soldado pretendiente.
Todo este pasaje —«Iba en cuerpo … papeles»— no figura en X. <<
[51] ‘Inmediatamente entablamos conversación.’ <<
[52] a la cinta: ‘por la cintura’. <<
[53] hecho un reloj: ‘armado hasta los dientes’, «armado y amenazador como las figuras que en los relojes de torre daban la hora» (A. Castro). <<
[54] supercherías: conserva el sentido original italiano de ‘abuso, desmán, atropello’. <<
[55] la sopa: ‘la sopa boba, la comida que cada día se entregaba en los conventos a los necesitados’; coche de los pobres en San Felipe: ‘las gradas del monasterio de San Felipe el Real, en la entrada de la Calle Mayor’, que acogían un célebre mentidero y lugar de reunión de ociosos, entre ellos muchos soldados. <<
[56] Referencia irónica al Consejo de Estado, el órgano consultivo más importante del Reino, y a la guerra ‘de verdad’ (en pie y desabrigada) a partir de las charlas y cambios de impresiones sobre cuestiones militares y de ‘alta política’ que mantendrían los malinformados contertulios de San Felipe. Véase la nota [10] de II, 1. <<
[57] soldados en pena: ‘soldados errantes y desasosegados, que andan lamentándose como almas en pena’. <<
[58] entretenimiento: ‘pensión, subsidio’, y también ‘diversión’; ventajas: ‘prebendas, mejoras sociales o económicas’, y ‘ganancia anticipada que se concede al jugador menos avezado’. Se explica así la dilogía sarcástica del pasaje. <<
[59] en este pelo: ‘así de desasistidos, con esta precariedad’.
Es éste —«Y en llegando … cuerpos»— un nuevo fragmento que no aparecía en la otra versión. Véase el comentario a la variante anterior. <<
[60] Es decir, ‘solicitando que me asignasen el mando de una compañía’. <<
[63] ‘trataba de hacer pasar por heridas de pica (picazos) lo que no eran sino almorranas’.
Tampoco estas líneas —«y quiso desatacarse … almorranas»— forman parte de X, donde en cambio se lee: «Y enseñóme una cuchillada de a palmo en las ingles, que así era de incordio como el sol es claro». <<
[64] calcañares: ‘talones o zancajos’. <<
[65] De nuevo se juega con el sentido recto y fraseológico de la expresión. Véase la nota [10] de I, 2. <<
[66] Además del ‘golpe dado por un fragmento de lanza al romperse’, astillazo es el nombre que recibe un determinado tipo de fullería. Quizá no mienta, pues, el soldado y deba la quiebra a sus malas artes en el juego.
Una vez más estamos ante un pasaje —«Y las balas … astillazo»— que no figura en X. <<
[67] Los puntos servían para medir tanto la talla del calzado como el tamaño de las cicatrices, según los que habían sido necesarios para suturar la herida. De ahí el chiste, que sustituye el de pie esperado por de cara. <<
[68] chirlos: ‘cuchilladas en el rostro’, características de valentones y rufianes. <<
[69] a París: véase la nota [14] de II, 1. «Iría el alférez con las tropas de Alejandro Farnesio, que obligaron al hugonote a levantar el sitio de París en 1590» (A. Castro). <<
[70] gesto: ‘rostro’. <<
[71] hombre: véase la nota [6] de I, 7; señalado: ‘destacado’, y también ‘marcado por las cicatrices’. <<
[72] No debe pasar desapercibida la ironía con que se emplea el término cañones —‘cilindros metálicos en que se guardan las fes de los servicios prestados (papeles)’—, que contrapone la actividad del soldado como pretendiente a la de militar. <<
[73] El Cid y Bernardo del Carpio son héroes de la Edad Media cuya fama se extendió fundamentalmente a través de sendos ciclos de romances, hasta el punto de convertirse en paradigmas proverbiales de la antigua valentía española. <<
[74] Diego García de Paredes (1466-1530) alcanzó gran fama por su fuerza física y valor militar, exhibidos sobre todo bajo las órdenes del Gran Capitán; participó en las batallas de Seminara, Ceriñola y Garellano. Julián Romero se distinguió en las Guerras de Flandes bajo el mando de don Luis de Requesens; participó en el saco de Amberes. <<
[75] Esta idea había alcanzado carácter tópico. <<
[76] Mellado es nombre harto sospechoso por su frecuencia entre gente hampona. De hecho la relación entre la figura del soldado y la del rufián valentón es una de las claves de este episodio. <<
[77] hombre: véase la nota [17] de I, 1. En efecto, ‘alabarse a uno mismo envilece’, según un adagio latino. <<
[79] hacía lodos con ella: ‘de tan larga que era, se le adhería el barro del camino’. <<
[80] Se refiere al sayal, tela muy basta con que se hacía el saco, que era la vestimenta predilecta de estos penitentes. Véanse las notas [16] y [21] de III, 3. <<
[81] Alude al asalto y saqueo de Amberes, realizado en noviembre de 1576 por las tropas españolas que, tras la muerte de Luis de Requesens, se habían quedado sin mando y sueldo durante varios meses. El hice …lo que pude del alférez no deja de resultar irónico, dada la naturaleza del episodio. <<
[82] El jurar de continuo es uno de los rasgos caracterizadores del soldado fanfarrón y, en general, de los personajes de la vida airada. Estas connotaciones explican el comentario inmediato de Pablos. <<
[83] «Al cobarde decimos gallina por ser medrosa» (Covarrubias). <<
[84] Aludiendo a la batalla de las Navas de Tolosa (1212), el ermitaño bromea con dos sentidos de la palabra saco —‘saqueo’ y ‘prenda de vestir tosca’—, sugiriendo el aspecto desastrado del militón.
Esta intervención del santero no forma parte de X. <<
[85] cabe: ‘el choque de una bola con otra en el juego de la argolla, de manera que la impulse más allá de la raya que delimita el campo de juego’. Véase la nota [71] de I, 3. <<
[87] entre sí: ‘para sí’. Quizá sea pertinente recordar la creencia popular en la capacidad hipnótica del silbo de las serpientes para atraer a sus víctimas. En este caso, el ermitaño tahúr utiliza sus costumbres piadosas, como la serpiente su silbido, para encandilar a aquellos a quienes se apresta a desplumar.
«No hay tal … culebra» falta así mismo en la otra versión. <<
[88] divertidos: ‘distraídos’. <<
[89] Entre los puertos del Guadarrama y Navacerrada, a cinco leguas y media de Segovia. <<
[90] Quizá, ‘juguemos con las cuentas del rosario (avemarías) a modo de fichas’. Téngase en cuenta lo que dice Pablos inmediatamente y que el soldado propone jugar ‘en serio’, con dinero. Era propio de fulleros el proponer jugar sin dinero para después, una vez aficionados los concurrentes, poder dejarlos sin blanca. <<
[91] el descuadernado: ‘la baraja’. <<
[92] por no hacer mal tercio: ‘por no perjudicar o estorbar [‘la pretensión de jugar en tercio, esto es, jugar entre tres’]’; el aceite de la lámpara: ‘el dinero que daban los fieles para su provisión’. <<
[93] Es creencia popular que las lechuzas beben aceite. <<
[94] Es un juego de envite, especialmente favorable a todo tipo de fullerías, en el que se apuesta sobre la carta que saldrá antes. Véase más abajo: «Nuestras cartas eran como el Mesías…». <<
[95] ‘se quedó con todo’; blanca: ‘moneda de muy poco valor’. <<
[96] ‘Nos dejó sin nada’. <<
[97] Metáfora que equipara la parte baja de la palma de la mano con las ancas de un animal. El ermitaño iba haciendo a un lado el dinero que ganaba empujándolo con la parte inferior de la mano, quizá de forma desdeñosa. <<
[98] «Los adjetivos se refieren más al jugador que a las jugadas: él perdía una mano como un simple, para infundir confianza a sus compañeros, y a continuación ganaba maliciosamente, con trampas, las doce siguientes» (B. Ife). <<
[100] La creencia judía de que el Mesías está todavía por venir ha sido empleada tradicionalmente para motejar a los conversos de tales. <<
[101] ‘dejarnos sin blanca, arruinarnos’. <<
[102] ‘desnudos, sin nada’. <<
[103] La razón de que la cena consista en huevos radica en ser el viernes día de abstinencia (véase la nota [73] de I, 3), pero más difícil es explicar la enorme cantidad de ellos que toma el ermitaño. <<
[104] Es evidente la confusión chistosa entre dos acepciones del término servicios: ‘hojas o fes de las actividades militares’ y ‘bacines u orinales’. <<
[105] cámaras: ‘diarrea, descomposición’. <<
[107] ‘la batalla de Lepanto, en 1571’. <<
[108] La batalla de San Quintín tuvo lugar en 1557. Si tenemos en cuenta todos los hechos de armas en que el alférez dice haber tomado parte, resulta la suya una carrera extraordinariamente larga que situaría el encuentro con Pablos, de aceptar los veinte años que dice llevar al servicio del Rey, como mucho en el año 1577, lo cual no parece plausible: «Se trata de una hipérbole que pone de manifiesto lo fantástico de las hazañas del supuesto soldado» (D. Ynduráin). <<
[109] Desde la segunda mitad del siglo XVI, Génova se había convertido en el centro financiero de Europa, y la Corona española, dado lo irregular de los ingresos americanos y lo costoso de las continuas guerras, hubo de recurrir al crédito —los famosos asientos— de los banqueros genoveses, como anteriormente a los de los alemanes, para conseguir liquidez. Pablos los llama antecristos por ser ‘perseguidores’ de las monedas de España, como los anticristos lo son de los buenos creyentes. <<
[110] Besanzón, capital del Franco-Condado y en la zona de influencia económica de Lyon, fue sede de importantes ferias internacionales de valores entre 1536 y 1568. <<
[111] No se trata de un error. Aun cuando se seguía utilizando con frecuencia el nombre de Besanzón, los genoveses habían trasladado sus ferias a Plasencia (Piacenza), en Italia, en donde los ‘banchieri di conto’ se reunían cuatro veces al año para fijar el curso de los cambios. <<
[112] ‘jugadores de ventaja que se hacen con el dinero ajeno mediante contratos y triquiñuelas financieras en los despachos (pluma), y no con la baraja y en los garitos’. <<
[113] La uña, relacionada con sustantivos como gato o gatada y verbos como aruñar, es en la literatura de la época, y especialmente en Quevedo, símbolo del hurto y la rapiña. Véase la nota [8] de I, 2. <<
[114] cambio: ‘cambista o prestamista’, y, a veces, ‘banco’. <<
[115] cantonera: ‘prostituta callejera’. <<
[117] El valle de Josafat es el escenario anunciado del Juicio Final. <<
[119] precursor de la penca: ‘pregonero’, por cuanto precede, anunciándolos, al verdugo y al reo: muy probablemente la expresión es remedo paródico de precursor de Cristo, apelativo que se aplica por antonomasia a Juan el Bautista; penca es el ‘azote de cuero’ que emplea el verdugo (véanse las notas [20] y [23] de I, 1); hacer de garganta: ‘vocear el pregón con las culpas de los azotados’; y a mi tío [hacer] de las suyas: lo que, en su caso, es tanto como ‘azotar’. Por eso puede Pablos ‘oírlo hacer’, de acuerdo con las imágenes de tipo musical que siguen. <<
[120] haciéndose de pencas: fraseológicamente, ‘haciéndose de rogar’, pero aquí, jugando con la expresión, ‘aplicando el castigo con lenidad’, ya que, como veremos (nota [21] de II, 4), había sido sobornado para ello. <<
[121] Hay que suponer, por lo que dice Pablos a continuación, que su tío con estas palabras le está indicando una montura para que pueda acompañar el cortejo. No se olvide que los condenados solían montar también, aunque asnos o machos de albarda. Se explica así la resistencia de Pablos a figurar en la sarta. <<
[2] prometo: ‘aseguro’. <<
[3] Como quedará claro más adelante, y se anuncia ahora con la descripción del lugar que habita, Alonso Ramplón se halla plenamente inmerso en el submundo de la delincuencia. El matadero solía atraer la presencia de rufianes y valientes, sin entrar en la pésima reputación de los jiferos y matarifes. Además, la de aguador era considerada una ocupación vil. <<
[6] Es decir, ‘cómo me encontraba yo viendo la infamia tan patente de mi tío’. <<
[8] O lo que es lo mismo y como se dice más abajo: un animero, el ‘encargado de reunir dinero con que ofrecer misas en sufragio de las ánimas del purgatorio’. <<
[9] ‘¡chócala!’ <<
[10] Se dice mamona a un gesto de menosprecio y a veces, como en este caso, de carácter amistoso que consiste en coger la cara del otro con la mano, aplastándole la nariz con el índice. <<
[11] El sayo o sayón era un ‘vestido de hombre con faldas’, que podía, en especial cuando se trata del sayón, llegar hasta los tobillos. Recuérdese, por otra parte, que también era zambo el espadachín mulato de II, 1. En determinados contextos, tal rasgo físico, por identificarse con el modo de andar característico de los monos, connotaba lujuria. <<
[13] devanado: ‘envuelto, liado’. <<
[14] Lo llama chirimía de la bellota por el cuerno que los porqueros hacían sonar para reunir a sus animales. A él se alude inmediatamente. <<
[15] Añade X: «y para andar al uso, sólo erró en no traelle encima de la cabeza». <<
[16] mulato: véase la nota [46] de II, 1. El ser zurdo y bizco lo prejuzga negativamente, especialmente si, como veremos, resulta ser un corchete; véase la nota [22]. <<
[17] falda: ‘el ala del sombrero que tendía hacia abajo’. <<
[19] cara de punto: véase la nota [67] de II, 3; la expresión metafórica hilvanada a chirlos —nota [68] de II, 3— se crea sobre la frase hecha coser a puñaladas. Obsérvese que se repiten los rasgos fundamentales del mulato de II, 1, aunque aquí el retrato se basa en el equívoco sistemático y no en el apodo. <<
[20] Nombres de carácter marcadamente germanesco. Romo pudiera aludir al efecto de alguna pendencia o quizá de la sífilis sobre la nariz del personaje (véase la nota [9] de I, 3); Garroso remite a ‘garras’ y, por tanto, a las ideas de rapiña y latrocinio. La frase en su conjunto es equívoca: en un primer momento parece decir que ambos delincuentes ‘han expiado suficientemente sus crímenes’, pero, más tarde, se impone el sentido de ‘han sobornado con una cantidad elevada’ al agente de la justicia. <<
[21] Con el adecuado soborno, el verdugo podía apremiar el paso de la cabalgadura, con lo cual se reducía el tiempo del paseo ‘por las calles acostumbradas’ y, en consecuencia, el número de azotes que recibía el penado; y, como se ve, hasta podía emplear una u otra penca según el caso; palmearon: eufemismo por ‘azotaron’. <<
[22] ‘se lo pagué yo en vano a Juanazo, porque el borrico fue con paso lento y cansino y recibí los azotes estipulados’. Nótese el juego entre los asentó y no se levantaron; además, ronchas tiene el sentido añadido de ‘perjuicios económicos mediante engaño’, y levantar ronchas, el fraseológico de ‘mortificar o causar pesadumbre’. No debe extrañar que el paseado sea corchete, dada la mala fama de los ministros de la justicia. <<
[23] concomiéndose: por burla, ‘moviendo los hombros y la espalda como el que se restriega a causa de alguna comezón’. <<
[24] Es decir, ‘sin rastro de azote’. <<
[25] ‘limosnero, el que pide por Dios para los pobres, las ánimas o alguna obra pía’; en este caso, ‘animero’. <<
[26] zurriaga: ‘látigo, penca’. <<
[28] El mulato se dirige a Pablos tratándolo como a clérigo, sin duda por haberlo tomado por tal a causa del manteo y sotanilla estudiantiles que lleva (véase la nota [20] de I, 5). Entre otros eufemismos, se utiliza el verbo padecer para referirse al suplicio o los azotes a que la justicia sometía a los delincuentes. <<
[29] empujones en el envés: eufemísticamente, ‘azotes’. <<
[30] supuesto: ‘persona importante, de elevada posición’; ya que suposición puede entenderse como ‘dignidad, lustre’. <<
[32] santiguar espaldas: ‘azotar’, por los movimientos del brazo, hasta cierto punto similares. Esta metáfora burlesca prepara el comentario inmediato, que invierte el parangón: ahora es la bendición lo que se asemeja a los azotes.
El pasaje «Diciendo … cruces» falta en la otra versión de la obra. <<
[34] Pasaje difícil por su concentración y contenido metafórico: «Teniendo en cuenta que todo el paso juega con el doble sentido de razón (‘correspondencia a brindis’ y ‘cosa razonable’) mi propuesta sería de reconstruirlo de la siguiente forma: el porquero brindaba a Pablos, pero, antes de que éste pudiese corresponderle, él mismo se hacía la razón; así que el porquero hacía más razones (‘bebía’) de cuantas razones (‘cosas razonables’) decían los demás comensales» (A. Gargano). Por tanto, las se refiere catafóricamente a razones, en el doble sentido expuesto; de ahí el me las cogía al vuelo (‘entendía’ y ‘anticipaba’). Véase la nota [46] de I, 3. <<
[35] «Nótese la serie: razón [entendimiento], memoria y voluntad» (D. Ynduráin); es decir, las potencias del alma. <<
[37] Se insiste, llevándola al extremo, en la tradición sobre los sospechosos rellenos de los pasteles de a cuatro; aquí, como se ve enseguida, no sólo se sugiere abiertamente que éstos incluyen carne humana, sino que, de forma algo más velada, Ramplón insinúa inmediatamente que se trata de la del padre de Pablos. <<
[38] suelos: las ‘bases de los pasteles’, que eran de hojaldre (compárese con la nota [30] de I, 3); «suelo, al ser la primera persona singular del verbo soler, sugiere costumbre» (B. Ife). <<
[39] las suyas: ‘sus ánimas’. <<
[40] Hay chistes similares en otros textos de Quevedo. <<
[41] un ojo medio acostado: ‘un ojo entreabierto’, o, si se prefiere, ‘medio cerrado’; a partir de la frase hecha dormir los ojos (‘entreabrirlos’); el otro nadando en mosto: dada la gran cantidad injerida, el vino es el fluido que recorre el cuerpo del borracho. <<
[42] avisillo: ‘aperitivo’, porque despierta (avisa o llama) la sed. <<
[43] se lo chocló: ‘se lo embutió’. Choclar, en el juego de la argolla, es ‘pasar el bolo por el aro dispuesto al efecto’. <<
[44] ahirmar: ‘apoyarse, afirmarse’. <<
[45] movedizas: ‘portátiles’; téngase en cuenta que no existía el comedor como dependencia y conjunto de muebles específicos. <<
[46] ‘el cuerno’. <<
[47] Nueva referencia a Pablos, que se cubre con un manteo; véase la nota [28]. Evidentemente, el plural clérigos se justifica por los efectos multiplicadores de la borrachera del verdugo. <<
[48] Hay un equívoco: en suma puede entenderse como ‘definitivamente’ y ‘al sumar’. «El sentido de la frase es que el verdugo no sólo suma (ve doble), sino que multiplica (tantos clérigos)» (D. Ynduráin). <<
[49] velador: ‘candelero’. <<
[50] órgano: posiblemente es una referencia burlesca al cuerno. <<
[51] desollar la zorra es ‘dormir la mona o la borrachera’. <<
[52] Los propios del sofoco producido por la ingestión alcohólica. <<
[53] ‘Demasiado han descansado ya las ánimas, habida cuenta de que depende de ellas mi sustento’. <<
[54] Forma vulgar de ‘eclipse’. Los eclipses eran tenidos por signos de mal agüero. <<
[55] A manera de conjuro. <<
[56] por puntos: ‘inconteniblemente’. <<
[57] Manera reticente y chistosa de decir que estaba borracho. Partiendo de que zorra, en una de sus acepciones, significa ‘borrachera’, el que es su sinónimo en la acepción recta —raposa— pasa, burlescamente, a serlo también en la otra. <<
[58] Los verdugos tenían derecho a las vestimentas de los ajusticiados. <<
[59] reconocer: ‘establecer y admitir el monto de una deuda’. <<
[60] Esto es, ‘entre vómitos y orines’; enjaguaduras: ‘el agua sucia después de fregar con ella’; monas: ‘borracheras’. <<
[61] ‘de vinos devueltos (vomitados y orinados)’. <<
[62] le reduje: ‘lo forcé, logré de él’. <<
[63] Teniendo en cuenta que en la carta de I, 7 se hablaba de ‘hasta cuatrocientos ducados’, Ramplón se ha bebido y gastado alrededor de cien. <<
[64] Equívoco muy corriente entre la dignidad eclesiástica y las ronchas que levantaba Alonso Ramplón. Véase la nota [23] de I, 1. <<
[65] Nótese el sarcasmo, ya que, al principio de II, 2, se lamentaba Pablos por no haber tenido «de quien aprender virtud, ni a quien parecer en ella». <<
[66] La taba es el astrágalo; y también el juego en el que se emplea el de un carnero, tirándolo al aire, de manera que según la forma en que caiga gana uno u otro de los jugadores. <<
[68] fábrica de la sed: burlescamente, ‘el dinero para comprar el vino que bebían entre todos’, ya que fábrica es el ‘fondo que suele haber en las iglesias para gastos del culto’; hay que suponer, pues, que con el dinero de los que iban perdiendo se mantenía lleno el jarro. <<
[2] jinete de gaznates: ‘verdugo’, porque solía éste montarse a horcajadas sobre los hombros del ahorcado para acelerar su muerte. <<
[3] El buscar el anonimato, en este caso de la Corte, para mejor lograr su intento es una de las notas comunes en la representación de los medradores. <<
[4] Esto es, ‘cambiar el ropaje estudiantil por uno más adecuado para la nueva vida en la Corte’. <<
[5] Pablos da por seguro que será condenada por la Inquisición a morir en la hoguera. Véase la nota [22] de I, 7. <<
[6] ‘y me trincha (hace cuartos)’. Es un anacoluto característico del estilo oral del Buscón. <<
[8] Se trata de uno de los pasajes más debatidos de la obra, al haberse querido ver en él una referencia al Quijote. <<
[9] de portante: ‘apresuradamente, deprisa’. <<
[10] El viajero va vestido como caballero a la moda y aun con cierto lujo. El llevar la espada ceñida es un signo externo de hidalguía, frente a, por ejemplo, la manera de llevarla los rufianes y jaques. Las calzas atacadas, que cubrían toda la pierna y se unían al jubón mediante las agujetas (véase la nota [20] de I, 2), eran un signo de distinción social; lo mismo que las botas, sujetas incluso a imposición cuando rebasaban determinada altura. <<
[11] el cuello abierto: los cuellos adquirieron a principios del siglo XVII grandes proporciones y se puso de moda el abrirlos, es decir, componerlos, de acuerdo, por ejemplo, con las caprichosas formas de los cuellos de lechuguilla, utilizando para ello unos moldes especiales; se explica así la apostilla más de roto que de molde. <<
[12] señor licenciado: «se llama vulgarmente al que viste hábitos largos o anda en traje de estudiante» (Autoridades). <<
[13] Significativa reacción que posiblemente haya que relacionar con el hecho de que viniese de portante. <<
[15] Es decir, ‘traía medio culo (rabo) al aire, porque le faltaba una parte de la camisa’, la cual se vestía en contacto directo con el cuerpo. «Sólo se ve una ceja (y no las cejas, que eran ‘ciertas guarniciones que echan a los vestidos en los extremos’), y ello porque únicamente tiene un trozo de camisa» (A. Rey Hazas); tapado … de medio ojo: ‘a medio tapar’, como las mujeres que cubrían sólo parte de su rostro, dejando el ojo izquierdo visible. <<
[16] Posiblemente, ‘con una sola agujeta’. <<
[17] cachondas: vulgarmente, ‘calzas’. <<
[18] A pesar de no ser un sinónimo exacto, aquí bragas vale, igual que antes cachondas, por ‘calzas’. <<
[19] cuchilladas: ‘cortaduras que se hacían en las calzas para dejar ver la entretela o forro, normalmente de color y tejido distintos’. <<
[20] El conde de Irlos o conde Dirlos es un personaje del romancero, perteneciente al ciclo carolingio. <<
[21] Recuérdese que el hojaldre es lo que recubre el contenido de los pasteles o empanadillas. Véase la nota [18] de I, 7. <<
[22] Se proclama, por tanto, ‘hidalgo de sangre’. La Montaña santanderina era considerada la cuna por excelencia de la nobleza e hidalguía españolas; y la pretensión de proceder de ella, por tópica y generalizada, fue objeto corriente de sátira. <<
[23] hijo de algo: ‘hidalgo’. <<
[25] En efecto, a veces las ejecutorias se pintaban con letras de oro. Véase la nota [87] de III, 4. <<
[26] Las píldoras se doraban por fuera para disimular su sabor amargo. <<
[27] La burla del abuso del don, en principio reservado a la nobleza de sangre, es muy frecuente en las letras de la época. El juego de palabras, de hecho, puede considerarse tradicional. <<
[28] Toribio es un nombre de sugerencias burlescas; particularmente, se asocia en la obra de Quevedo al ‘montañés pelón’. <<
[29] También puede considerarse tradicional el chiste. <<
[30] Nótese la anfibología. <<
[31] mesa franca: véase la nota [17] de I, 7; estómagos aventureros: ‘gorrones’, recuérdese la expresión panzas al trote en I, 4. <<
[32] refocilo: ‘alegría, disfrute’. <<
[1] Se trata de afirmaciones que abundan en el tópico quinientista que pinta la Corte como lugar de confusión y mundo abreviado. <<
[2] hebenes, güeros, chirles: véase la nota [1] de II, 3; chanflones: ‘falsos, contrahechos’, como puedan serlo ciertas monedas; traspillados: ‘desfallecidos, consumidos por la falta de alimento’; caninos: ‘famélicos’. A la luz de estas palabras de don Toribio, parecen poco verosímiles sus afirmaciones anteriores a propósito de la casa de solar montañés. <<
[5] Son todas metáforas que ponen de manifiesto el carácter parásito de los caballeros chanflones. <<
[6] De ahí la frecuente equiparación del necesitado con el camaleón, que, según se creía, se alimentaba del aire. <<
[7] representamos: ‘aparentamos’. <<
[8] de parte de noche: ‘de noche, por la noche’. <<
[9] mascar: vale vulgarmente por ‘comer de forma ansiosa y descompuesta’. <<
[10] vigilias: ‘abstinencias de carne’, o, más en general, ‘ayunos’. <<
[12] aplazada: ‘citada, convocada’; esto es, ‘tenemos cita concertada con la sopa boba’. Véase la nota [55] de II, 3. <<
[13] En la época era habitual el orinar en público, a no ser en presencia de damas; soleniza: ‘celebra, encarece’; barato: ‘el dinero que el que gana en el juego reparte entre quienes le han prestado algún servicio e, incluso, entre los mirones’. <<
[14] El utilizar la sombra a modo de espejo es una costumbre que Quevedo ridiculiza en otras ocasiones.
En la otra versión, el objeto de la exposición al sol con las piernas abiertas es más evidente por cuanto se añade: «y con unas tijeras las hacemos la barba a las calzas. Y como siempre se gastan tanto las entrepiernas». <<
[16] Evidente chiste dilógico con el término cuchilladas, utilizado aquí en su sentido recto frente al indumentario de la frase anterior. <<
[17] La bayeta es un género de tela ligera que se utiliza para el luto y también para servir de forro o entretela a las calzas atacadas (véase la nota [19] de II, 5). Parece indicar don Toribio, entonces, que la parte de atrás de las calzas se quedaba con sólo el forro, puesto que la tela más aparente se utilizaba para remendar la parte de delante. <<
[18] escaleras claras: quizá, las ‘escaleras que entre escalón y escalón tienen un espacio vacío’, de manera que, desde debajo de ellas, se puede ver al que sube. <<
[19] Estas metamorfosis de las prendas, que Quevedo convierte en genealogía, constituyen un tópico satírico de la caracterización de pobretones y miserables. <<
[20] ropilla: véase la nota [22] de I, 1; greguescos: véase la nota [46] de II, 3; capuz: ‘especie de capote cerrado por delante, con capucha’; soleta: ‘plantilla de la media, para reforzarla’. <<
[21] escarpines: ‘especie de calcetines’; pañizuelo: ‘pañuelo’. Nótese que las distintas prendas tienen, lógicamente, una extensión inversamente proporcional a la proximidad del parentesco con las que efectivamente lleva don Toribio. <<
[22] Se fabricaba el papel a partir de telas y lienzos de desecho. <<
[23] Los zapatos, por su tufo, se asemejan a cadáveres que deben ser resucitados. Véase la nota [8] de I, 5. <<
[24] El herreruelo es un tipo de capa corta, caracterizado por tener un pequeño cuello en lugar de la capucha tradicional. <<
[25] Las llamadas a la fraternidad son frecuentes en las distintas epístolas del Nuevo Testamento, especialmente en las de San Pablo y San Pedro, más que en los Evangelios propiamente dichos. <<
[26] Esto es, ‘aunque sea como condenados expuestos a la vergüenza pública’. Véase la nota [23] de I, 1. <<
[27] arquilla: ‘pequeño compartimento para llevar el equipaje, situado en la trasera, o parte de atrás, del coche’. <<
[28] estribo: «asiento y ventanilla correspondientes a la portezuela del coche, y la misma portezuela» (A. Castro). El mejor lugar, por tanto, para ser visto desde fuera. <<
[29] ‘Si sentimos picor’, a consecuencia de la picadura de algún parásito. Véase la nota [58] de I, 3. <<
[30] ¿‘nos santiguamos aunque sea en el introito…’? <<
[31] pane lucrando: ‘por interés’. <<
[32] en recuesta: ‘galanteando, requiriendo en amores’. <<
[35] No se olvide que el almidón «es una cierta pasta que se hace del trigo remojado, lavado y exprimido, como leche que se cuaja» (Covarrubias). <<
[36] faltas: equívoco entre las acepciones ‘defectos o carencias’ y ‘ausencia de la menstruación en el embarazo’. <<
[37] espital: ‘asilo, hospital’. <<
[40] A unos veinte kilómetros al noroeste de Madrid. <<
[41] avisos: ‘consejos, advertencias’. <<
[42] chirlería: neologismo burlesco para referirse al ‘modo de vida peculiar de los caballeros chirles’. Obsérvese que los reiterados ‘pensamientos de caballero’ de Pablos parecen encontrar su desenlace con este ingreso en la «chirlería». <<
[43] cofadres: ‘cofrades’. <<