PRIMERA PARTE

SIN RESOLVER

ABANDONO DE CUERPOS

I

D I V I S I Ó N D E D E T E C T I V E S / B U R Ó D E

HOMICIDIOS/DEPARTAMENTO DEL SHERIFF DEL

CONDADO DE LOS ÁNGELES (CON LA COLABORACIÓN

DEL DEPARTAMENTO DE POLICÍA DE EL MONTE).

VÍCTIMA: SCALES, BETTY JEAN. FDF: 29/1/73. DISPOSICIÓN: ASESINATO/187CP. EXPEDIENTE NÚM. 073-01946-2010-400 (SIN RESOLVER)

1

La víctima era una mujer blanca de veinticuatro años. Vivía en Cogswell, 2633 El Monte, una población de ínfima categoría. La mezcla racial consistía en blancos pobres y latinos de ingresos bajos. La víctima estaba casada con William David Scales, varón blanco de veintiséis años. Tenían una hija de cuatro años y un hijo de tres meses. La víctima estaba desempleada. Su marido instalaba aislamientos. 20.00 h. Lunes, 29/1/73:

La víctima sale de su apartamento. Va sola. Su intención declarada: ingresar unos talones en un cajero nocturno y hacer unas compras en el Durfee Drugs y en el Crawford’s Market. Se desplaza en la furgoneta Ford de su marido. Scales se queda en casa. Cuida de los niños y mira el programa Laugh-In en la tele. El banco está a una manzana del mercado. Durfee Drugs se encuentra a un par de kilómetros al oeste. El apartamento queda equidistante.

Todo está cerca y es conocido. Scales calcula que su mujer permanecerá fuera una hora.

21.00, 21.30, 22.00 h. Sin noticias de Betty Jean. El bebé tiene hambre. Scales le da de comer y le cambia los pañales. Está irritado y preocupado. Se siente jodido y asustado. Empieza a imaginar que ella lo ha abandonado.

Betty nos ha dejado, a mí y a los niños. Betty me ha dejado colgado con los niños. Betty tiene un amigo. Está

en la casa de él, en un bar o en un motel. Están follando en el Nashville West.

Se tranquilizó. Cambió de película. Betty necesita tiempo para ella.

Para relajarse. Para distraerse. Para visitar a alguna amiga.

Llamó a Connie, a Terry y a Glenda. Le dijeron que no habían visto a Betty. Se montó más películas desde las 22.30 h hasta medianoche. Llamó al Departamento de Policía de El Monte y a la patrulla de carreteras de California. Describió su vehículo y a su esposa. Preguntó

si había habido accidentes de tráfico.

Nada:

Su vehículo no ha intervenido en ninguna colisión de la que se tenga noticia.

Se montó películas de accidentes hasta las 02.00 h. Llamó de nuevo a la policía de El Monte. Volvieron a decirle que no. El que lo atendió le aconsejó que no se moviera y que esperara junto al teléfono.

Intentó no moverse. Las películas seguían pasando. Dejó solos a los niños y fue a pie hasta el Crawford’s Market y el Nashville West.

Estaban cerrados. No vio a su mujer ni la furgoneta. Regresó a casa caminando. Llamó otra vez a las amigas. Las tres volvieron a decirle que no. Se quedó dormido en el sofá y despertó a las 5.30 h. Llamó a Corona, al padre de Betty Jean. Bud Bedford dijo que no había visto a Betty Jean ni tenía noticias suyas. Añadió que de inmediato salía hacia El Monte.

Bill Scales y Bud Bedford fueron juntos en coche al Durfee Drugs, el banco y el mercado. No vieron a Betty Jean ni la furgoneta. Se acercaron al Departamento de Policía de El Monte. Rellenaron un impreso sobre personas desaparecidas. Scales declaró que era una esposa dedicada y afectuosa. No salía por ahí. No fumaba droga ni iba detrás de los hombres. No se largaría sin decir nada.

Los agentes dijeron a Scales y a Bedford que no se movieran. No piensen en accidentes de tráfico ni en secuestros. Legalmente no podemos hacer nada hasta que su esposa lleve cuarenta y ocho horas desaparecida. Sólo entonces piensen en accidentes de tráfico o secuestros.

Bill Scales ya pensaba en ello. Bud Bedford empezó

a pensarlo. Se fueron.

Recorrieron la autopista 10 de este a oeste. Recorrieron la 605 de norte a sur. Se detuvieron en gasolineras. Hablaron con los empleados. Describieron a Betty Jean y la furgoneta. Scales tenía un presentimiento. Sabía que a su mujer la habían secuestrado. Y sabía también que el tipo se había parado a llenar el depósito.

Más noes. Uno detrás de otro. No Betty Jean/no furgoneta.

Bedford fue a casa. Se había divorciado de la madre de Betty hacía unos años. Tenía que dar la noticia y decir que la cosa no pintaba bien.

Scales dejó a los niños con una canguro. Pidió

prestado un coche y recorrió las autopistas de forma metódica. Visitó gasolineras. Enseñó una foto de Betty. Obtuvo otra serie de noes.

Miércoles, 31/1/73:

Se puso en marcha la investigación de personas desaparecidas. Una orden de búsqueda. Un teletipo dio detalles de la furgoneta y de Betty Jean Scales: MB/FDN 6/3/49, 1,62 m, 56 kg, cabello castaño, ojos pardos. La última vez que fue vista llevaba un jersey rosa, Levi’s marrones y zapatillas deportivas blancas.

01.30 h. Jueves, 1/2/73:

Una unidad del Departamento de Policía de El Monte localiza la furgoneta. Está en el aparcamiento del Von’s Market. Situación: Peck Road y Lower Azusa. Situación: tres kilómetros del 2633 de Cogswell. Situación: algo más de tres kilómetros al norte del Durfee Drugs, del banco y del Crawford’s Market. Un agente confisca el vehículo. Lo lleva en grúa a un depósito en South El Monte. Habla con un empleado del Von’s. El empleado dice que la furgoneta lleva al menos cuarenta y ocho horas en el aparcamiento. Se fijó en ella hacia las 4.00 h del martes, 30/1.

Ocho horas después de que Betty Jean saliera de casa.

El Departamento de Policía de El Monte se pone en contacto con Homicidios de la Oficina del Sheriff. El asunto Scales huele a asesinato. El agente Hal Meyers y el sargento Lee Koury acuden al depósito.

Examinan la furgoneta.

En la caja: andamios metálicos, un envase de leche, una caja de cartón vacía, un portaherramientas de cuero, un cinturón a juego y un trozo de cuerda. En la cabina: tres botellas de leche infantil en una cajita. Un bolso, un sujetador blanco, unas bragas blancas, una zapatilla deportiva blanca del pie izquierdo y unos pantalones Levi’s marrones.

La caja está en el suelo. Las prendas amontonadas al lado.

Koury y Meyers miran bajo el asiento. Encuentran la otra zapatilla. Dentro hay un llavero. Ven una pequeña mancha de sangre en la lona.

En el asiento: un suéter rosa. Manchas de sangre muy claras. Una caja de herramientas en el estribo de la puerta del pasajero. Salpicaduras de sangre. Más sangre:

Manchas en el asiento trasero. Gotas en la parte interior de la puerta del pasajero. Más gotas en el estribo junto a la caja de herramientas.

Koury llamó al laboratorio de criminología y les dijo que enviaran un equipo. Meyers abrió el bolso. Encontró cosméticos, tres talones extendidos a nombre de William D. Scales, el carné de identidad de Betty Jean Scales y un talonario. El último talón anotado: 9,71

dólares, a Durfee Drugs, 29 de enero de 1973. Meyers inspeccionó la caja del suelo. Encontró un recibo de compra de 9,71 dólares. Koury llamó al Departamento de Policía de El Monte y pidió que avisaran al marido. Llegó el equipo del laboratorio. Un experto en huellas empolvó la furgoneta por dentro y por fuera. No encontró ninguna huella latente. Sí encontró señales de que se había limpiado el volante y el tablero. Un hombre rascó muestras de sangre y cortó un pedazo del respaldo del asiento. Encontró un cabello castaño, largo, en una mancha de sangre coagulada.

13.30 h, 1/2/73:

Koury y Meyers se reúnen con Biil Scales en el Departamento de Policía de El Monte. Scales vuelve a explicar los planes de su esposa para el lunes por la noche. Cuenta otra vez lo que él hizo y describe su matrimonio como estable.

15.30 h, 1/2/73:

Koury y Meyers acuden al Durfee Drugs. Hablan con una empleada llamada Gloria Terrazas. La señora Terrazas identifica una foto de la probable víctima y dice que llegó hacia las 20.30 h del lunes. Compró unas botellas de leche infantil y pagó con un cheque. Entró y se marchó sola. Su comportamiento fue normal. 16.00 h, 1/2/73:

Koury y Meyers van al Crawford’s Market.

Preguntan a los empleados que estaban de turno el lunes por la noche. Enseñan una foto de la probable víctima. «¿Cuándo fue la última vez que la vio?», preguntan. Todos responden lo mismo: la mujer no estuvo allí el lunes por la noche.

Parece cercano y conocido. La probable víctima sale de casa y conduce hasta Durfee Drugs. No llega al Crawford’s ni al banco. Los cheques para ingresar todavía están en el bolso. Parece un secuestro. El tipo se hace con ella al salir del Durfee Drugs o camino del banco y del Crawford’s. Utiliza la furgoneta. Se deshace de la mujer y deja el vehículo en el aparcamiento del Von’s. La furgoneta llevaba allí desde las cuatro de la madrugada del martes.

O es el marido.

18.00 h, 1/2/73:

Koury y Meyers se reúnen con Bill Scales en el depósito de vehículos. Scales identifica su furgoneta y los objetos que contiene. Señala la caja vacía. Dice que falta la grapadora. Es un objeto muy pesado. Quizás el tipo mató a su mujer con ella.

Koury y Meyers lo miran con mucha atención. Scales mira en la cabina. Ve un poco de grava en el suelo del vehículo. Extrapola.

Algún payaso ha secuestrado a su mujer. La ha matado a golpes con su grapadora y la ha arrojado a los pozos de grava de Irwindale.

Es una buena teoría.

Koury y Meyers toman a Bill Scales por un hijo de puta de lo más trío.

Los pozos de grava de Irwindale se extendían al oeste de El Monte. Bordeaban la autopista 605. Ocupaban unos sesenta kilómetros cuadrados. Terminaban en unas represas para control de inundaciones y zonas de monte bajo.

Los pozos tenían entre cinco y cincuenta metros de profundidad y estaban conectados por unas carreteras asfaltadas. El acceso resultaba muy fácil. Uno dejaba las carreteras este-oeste y llegaba directo.

Los pozos tenían un aire psicodélico. Las dragas colgaban sobre ellos todo el día y toda la noche. La lluvia los convertía en charcas de marea. El agua se acumulaba y se vaciaba muy despacio.

Ese invierno habían caído intensas lluvias sobre L.A. Los pozos quedaron inundados. La orilla empezaba a dos kilómetros al este del Von’s Market.

El asunto Scales olía a vertedero de cuerpos. Los policías imaginaron que estaría en el fondo de los pozos de grava.

Viernes, 2/2/73:

Interviene un equipo de búsqueda. Desplegados: un helicóptero de la Oficina del Sheriff, diez agentes, diez ayudantes, tres hombres del Departamento de Policía de El Monte, y tres hombres de Homicidios de la Oficina del Sheriff. El helicóptero vuela bajo. Los agentes chapotean todo el día entre gravilla mojada. Sábado, 3/2/73:

Se reanuda la búsqueda. Desplegados: un

helicóptero, siete ayudantes, dos hombres del Departamento de Policía de El Monte, cuatro hombres de Homicidios de la Oficina del Sheriff y ciento tres hombres a caballo del cuerpo de Alguaciles Monrados de la Oficina del Sheriff. La zona que se bate se ha ampliado mucho. Abarca El Monte, Baldwin Park, Irwindale, Azusa, Arcadia y partes no incorporadas del condado de L.A.

El helicóptero vuela bajo. Los policías a pie llevan botas hasta la cintura. Los caballos patrullan con el agua a la altura de las rodillas. A las 15.00 h descarga una tormenta. Se suspende la búsqueda.

Continuaron las tormentas. Hubo fuertes lluvias el domingo y el lunes. La batida se pospuso

indefinidamente. Tenían que dejar que el agua se retirase.

Koury y Mevers lo consideraron un caso de

secuestro, violación y asesinato. Buscaron entre los delincuentes sexuales fichados. Encontraron cero sospechosos.

Recorrieron puerta a puerta los alrededores del Durfee Drugs y del Von’s Market. Preguntaron. Nadie había visto nada. Entrevistaron al padre, a la madre, al padrastro, a la madrastra y al hermano de la probable víctima. El padre y la madre cargaron contra el marido: Es un vago. Es un tirano, Es un hijo de puta de lo más frío. Bud Bedford lo dice abiertamente: Él mató a Betty Jean.

Miércoles, 7/2/73:

Bill Scales es citado en el laboratorio de

criminología de la Oficina del Sheriff. El sargento Ben Lubon lo somete a una prueba con el detector de mentiras. Meyers y un hombre del Departamento de Policía de El Monte observan, Lubon califica el resultado como concluyente. El sospechoso no tiene conocimiento culpable de la desaparición y posible muerte de su esposa.

El asunto Scales se atascó. No había cuerpo ni escena del crimen con los que poder trabajar. Koury y Meyers tuvieron que ocuparse de asesinatos recientes. Los nuevos casos exigían dedicación completa. La lluvia iba y venía. Los pozos estaban llenos de agua estancada. 15.30 h. Domingo, 25/2/73:

Una carretera local próxima a un gran pozo de grava explotado por Conrock Durbin. Una lata de veinte litros en la cuneta.

Un guarda de seguridad detiene su coche y recoge la lata. Su perro salta del coche y corre al pozo de grava. El guarda lo llama a silbidos. El perro ladra y no atiente a la orden. El guarda se acerca al borde del pozo y mira hacia abajo.

Estaba desnuda. Boca arriba en el fondo del pozo. La grapadora se encontraba a metro y medio de su mano izquierda.

Se hallaba en avanzado estado de descomposición. La inmersión había intensificado el proceso. Los gusanos le habían devorado los ojos y la mayor parte del tejido de las membranas.

Tenía el cráneo hundido. Los cabellos se le habían desprendido por efecto de la putrefacción. Los gusanos pululaban en el interior de la bóveda craneana. En el extremo de la grapadora había cabellos pegados.

Una decena de agentes llegó a la escena del crimen. Rastrearon el pozo de grava tras dividirlo en cuadrículas. Un helicóptero lo sobrevoló. Un ayudante fotógrafo hizo algunas tomas generales del lugar. La búsqueda por cuadrículas no aportó nada. Cero: rocas, tierra, fango y grava. Un forense auxiliar se hizo cargo del cadáver.

Llevó a cabo un examen post mortem. Causa determinada de la muerte: traumatismo por impacto violento y consecuentes fracturas craneanas. La muestra de semen no resultó concluyente. Las membranas vaginales del cadáver estaban terriblemente descompuestas.

Todo el mundo sabía quién era.

Aun así la llamaron Mujer Desconocida Núm. 10. Necesitaban una identificación formal.

La identificaron por las fichas dentales:

Betty Jean Bedford Scales. Nacida el 6/3/49. Fecha probable de fallecimiento: 29/1/73.

Koury y Meyers trabajaron en el caso a tiempo parcial. Comprobaron recientes agresiones sexuales cuyos sospechosos estaban ilocalizables. Área geográfica: El Monte/BaldwinPark/Irwindale. 16/12/72:

02.00 h. Oficina de Correos de Baldwin Park. 220CP: agresión con intento de violación.

Un joven blanco se acerca a una mujer blanca de cuarenta y cuatro años. La obliga a entrar en el coche de ella a punta de navaja. Le arranca el sujetador, le baja las bragas y le manosea

las nalgas. La víctima grita. El

sospechoso huye a pie.

17/12/72:

03.45 h. Lavandería automática de Peck, 4428, El Monte, abierta toda la noche. 220CP: agresión con intento de violación.

Un varón, latino, aborda a una mujer blanca de cincuenta y seis años. La mujer trabaja en esa lavandería y en otra situada a cuatro manzanas. El sospechoso intenta llevarla a una dependencia de la trastienda. Exclama: «¡Quiero chocho! ¡Quiero chocho! ¡No quiero robarte!» La víctima saca un imperdible de la bata y se lo hinca al sospechoso. Éste lanza un grito y sale huyendo. La víctima llama al Departamento de Policía de El Monte. Atiende la llamada una patrulla. La mujer les cuenta: «Ya he visto a ese hombre esta noche, a las dos de esta madrugada. Pasó por delante de la otra lavandería y miró por el cristal.»

4/1/73:

01.00 h. Lavandería automática de Peck, 4851, El Monte, abierta toda la noche. 207CP: secuestro, 261CP: violación, 345CP: agresión con arma letal, y 10851 CVC: robo de vehículo.

Un varón latino aborda a una mujer blanca de veintiséis años. Golpea a la víctima, la obliga a subir al coche de ella y se pone al volante. Circula por la 605, la 210 y la 71. Se detiene en una calle secundaria y ordena a la víctima que salga. La lleva a una zona de matorrales. La viola y la obliga a practicar el sexo oral. La lleva otra vez al coche y conduce de regreso a El Monte. La obliga a apearse en Cherrylee y Buffington. Le dice que dejará

el coche en Cherrylee y Peck.

El sospechoso deja el coche en el lugar que ha indicado. Limpia de huellas el volante y el tablero de instrumentos.

2/2/73:

01.45 h. Lower Azusa y Peck, El Monte. 314.1 CP: exhibicionismo.

Un varón latino aborda a una mujer blanca de treinta y seis años. La víctima espera de pie junto al banco de una parada de autobús. El sospechoso muestra su pene y dice: «Esta noche no puedo dormir porque no consigo a nadie para follar.»

La víctima chilla. El sospechoso se aleja. Un coche patrulla que pasa por el lugar lo detiene. El sospechoso lleva tres libros pornográficos: Marido y amiguita, El ansia de la viuda y Conquistador de coños. El sospechoso fue detenido. Lo acusaron del asunto de las lavanderías, pero fue exonerado.

El chiflado de las lavanderías aún seguía suelto. Sus agresiones precedieron a la desaparición de Betty jean Scales en cuarenta y dos y veinticinco días respectivamente. Von’s Market quedaba a cien metros de Peck, 4428.

Durfee Drugs quedaba tres kilómetros al sur. El asesino se había llevado a Betty Jean Scales a las 20.30

h. El tipo de las lavanderías trabajaba en el turno de noche. No acababa de cuadrar en el caso Scales. La agresión en la Oficina de Correos precedió al secuestro de Scales en cuarenta y tres días. Koury y Meyers se dedicaron a asesinatos recientes. Dejaron de revisar expedientes de agresiones sexuales. 8/3/73:

19.15 h. Oficina de Correos de Baldwin Park. 207/286/288A CP: secuestro, sodomía, sexo oral. Un joven blanco aborda a una chica blanca de diecisiete años. La amenaza con una navaja y la obliga a conducir hasta un parque cercano.

Es una zona solitaria y apartada. La víctima detiene el coche en el aparcamiento. El sospechoso la obliga a pasar al asiento de atrás y le ordena que se desnude. Ella obedece. El sospechoso pasa al asiento trasero. Se baja los pantalones y manosea los genitales de la víctima.

El sospechoso tiene una erección. Penetra

parcialmente a la víctima por el ano. La obliga a realizarle una felación. Se masturba y eyacula en los pechos de la víctima. Le dice a ésta que se vista. Ella obedece. El sospechoso la obliga a internarse en el parque y vuelve a ordenarle que se desnude. Ella obedece. El sospechoso recoge sus ropas y huye a pie. 13/3/73:

21.35 h. Food King Market. Ramona, 14103, Baldwin Park. 242CP: agresión.

Un joven blanco aborda a una mujer blanca de veinticinco años. Abre la puerta del pasajero de su coche. Agarra a la víctima y le rasga la chaqueta. La víctima se libera. Se aleja del coche corriendo. El sospechoso huye a pie.

14/3/73:

19.15 h. Lucky Market. Ramona, 13940, Baldwin Park. 207/220CP: secuestro, intento de violación. Un joven blanco aborda a una mujer blanca de veintinueve años. El joven abre la puerta del conductor del coche de la mujer. Enseña una navaja y dice:

«Pásate al asiento de al lado.»La víctima obedece. El sospechoso se pone al volante y sale del aparcamiento. La víctima le pregunta por sus intenciones. El sospechoso responde: «Voy a hacer el amor contigo.»

El sospechoso conduce hacía el sureste. Se detiene en un semáforo en rojo. La víctima intenta saltar del coche. El sospechoso acelera. La víctima se apodera de las llaves del coche. El sospechoso dice: «Vuelve a ponerlas o te mato.» La víctima no obedece. El coche desacelera. La víctima consigue salir del coche. El sospechoso la sigue. Se produce una pelea. La víctima agarra la navaja del sospechoso y se la clava en el brazo. El sospechoso huye a pie. La víctima recupera el coche y acude al Departamento de Policía de Baldwin Park. Informa del incidente. El agente Henry Dock toma nota. La mujer describe al agresor y el navajazo que ella le ha asestado. La mujer presenta cortes y arañazos. El agente Dock la conduce al hospital Hartland. Un médico se ocupa de las lesiones.

El sargento J. Morehead llama al agente Dock a Hartland. Dice que en ese momento hay en el hospital un paciente con una herida de navaja. Su descripción coincide con la que la víctima ha hecho del agresor. La víctima observa al paciente de la herida sin que éste lo advierta. Lo identifica plenamente.

Tiene diecisiete años. Es rubio y delgado y padece acné. Va al instituto y vive con sus padres. El agente Dock detiene al chico. Un doctor le cura la herida. El agente Dock traslada al chico a la comisaría de Baldwin Park. Un detective lo interroga. El chico es entregado a sus padres. Pende sobre él una acusación por 207/220.

El Departamento de Policía de Baldwin Park se pone en contacto con Homicidios de la Oficina del Sheriff. Hablan del chico y de su modus operandi. Lo señalan como sospechoso de una violación y de tres intentos de violación anteriores. Koury y Meyers trabajan en casos nuevos. En su opinión el chico no está relacionado con el caso Scales.

23/4/73:

13.30 h. Durfee Drugs, El Monte. 220CP: agresión con intento de violación.

Un joven blanco aborda a una mujer blanca de dieciocho años. La víctima está sentada en su coche. Tiene abierta la puerta del conductor.

El sospechoso aparece junto a la puerta. Agarra el volante y le dice a la víctima que pase al otro asiento. La víctima se niega. El sospechoso repite la exigencia. La víctima grita. El sospechoso le pone una mano en la boca y la otra en la parte delantera del sujetador. La víctima le clava las uñas y arremete contra él con todas sus fuerzas. El sospechoso huye a pie.

25/4/73:

El chico es detenido y acusado de la agresión del 23/4. Ha cumplido los dieciocho el 12/4. Ahora es mayor de edad y por lo tanto tiene responsabilidad penal.

Cuatro víctimas anteriores lo identifican. Está

encerrado en la comisaría del Sheriff de Temple City. Un detective de la comisaría se pone en contacto con Koury y Meyers. Estos interrogan al chico acerca del caso Scales.

El chico dice que no recuerda la violación ni los intentos de violación. Dice que padece amnesias parciales. Un par de veces ha despertado de esas amnesias y se ha encontrado liado con mujeres. Tiene problemas con las mujeres. Lleva yendo al psiquiatra desde el primer episodio, el 14/3. Durante los períodos de amnesia podría haber hecho cosas.

El chico acepta someterse a la prueba del detector de mentiras, que lleva a cabo el sargento Ben Lubon. El chico niega haber matado a Betty Jean Scales. Niega la violación y los intentos de violación de que lo acusan las víctimas. Dice que nunca ha estado en Durfee Drugs. El sargento Lubon califica la prueba de «no concluyente».

12/6/73:

Koury y Mevers interrogan de nuevo al chico. Éste niega haber matado a Betty Jean Scales. Dice que nunca ha estado en Durfee Drugs. Koury y Meyers insisten en el caso Scales.El chico invoca su derecho a guardar silencio.

El chico permaneció detenido. Fue juzgado por el intento de violación del 14/3. La sentencia: un período indeterminado bajo la custodia del tribunal de menores. El caso Scales fue declarado SIN RESOLVER. Fue el segundo homicidio sin resolver en la historia de El Monte. Quince años y pico antes se había dado otro caso de asesinato y abandono del cadáver.

La víctima se llamaba Geneva Hilliker Ellroy. Era mi madre.

2

Ocurrió el 22/6/58. El asesino arrojó a mi madre en una carretera cercana al instituto Arroyo. Podría haberla matado allí mismo. Podría haberla matado en otro sitio. Sucedió la madrugada del domingo. La carretera era un lugar de citas local. Cumplía los requisitos establecidos para una ocultación de corta duración. El acceso era bueno. Los matorrales impedían la vista de la calle.

El asesino la violó o realizó el acto sexual con consentimiento de la víctima. La estranguló con un cordón de algodón y una de sus medias de nailon. La arrojó en medio de unos arbustos. Estaba

completamente vestida.