CAPITULO XI
CONSTANTE PRESENCIA DE LOS OVNIS EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

L

os hechos que voy a narrar a continuación son perfectamente comprobables por todo aquel que se dedique a ello. Y son los que yo he vivido más directamente por mi labor de espionaje.

Yo hablaré de los intentos de intercepción que no han sido conocidos por el público a causa de la censura y de las maniobras políticas que han convertido en secreto un tema que debía ser conocido por todos. Comenzaré mi relato desde el 15 de septiembre de 1971, fecha clave dentro del espionaje de los ovnis, y continuare mi narración cronológicamente.

Aquel día y en las jornadas siguientes se celebraba en Buyrakan, Armenia, dentro de la Unión soviética, un congreso internacional para el estudio de las civilizaciones extraterrestres. Las sesiones se desarrollaban rodeadas de las más estrictas medidas de seguridad, ejercidas por la policía soviética y también, discretamente, por los servicios secretos militares occidentales, con algunos espías inscritos como congresistas.

Uno de esos días, en las inmediaciones de la ciudad, los radares militares percibieron claramente una escuadrilla de ovnis que se acercaba al núcleo urbano. Los dispositivos de seguridad de las fuerzas aéreas soviéticas se pusieron inmediatamente en funcionamiento. Se procedió al sistema que se conocía como Abanico Cerrado, consistente en evitar, por todos los medios, que esos aparatos se acercaran a la ciudad, para lo que e precisaba realizar un ataque desde varios untos, pero dejando una vía libre de escape que pudiera ser utilizada por los platillos volantes para huir. Suponemos que las medidas adoptadas les traerían sin cuidado a los ovnis, pues ellos tienen la suficiente capacidad tecnológica para escapar sin problemas, esquivando a todos los bombarderos que se utilizaran para atacarles. Y prueba de lo que digo es que, hasta ahora, las fuerzas aéreas que han intentado capturar un ovni solo han conseguido muchos fracasos y algún éxito parcial. Lo cierto es que la escuadrilla de ovnis escapó del cerco y, en poco rato, atravesaron el cielo soviético. Si los ovnis hubieran aparecido en la inmediaciones del congreso, los resultados del mismo hubieran sido muy distintos a los que fueron en realidad.

Más tarde, desde mediados de 1971 hasta pasado casi completamente 1973, los servicios de información militar detectaron muchísimas oleadas de ovnis, con lo que como consecuencia aumentaron considerablemente los intentos de intercepción. A finales del mes de septiembre de 1971 en América del sur y, más concretamente en argentina y chile, se sucedieron las oleadas de ovnis, así como en muchos países de Europa Occidental. Esto preocupo seriamente a los estados mayores de los ejércitos, ya que, de continuar la plaga de platillos volantes, al final toda la Humanidad habría visto alguno de estos artefactos y sería imposible negar su existencia.

El 23 de septiembre de 1971 un ovni de unos treinta metros de diámetro, de un color anaranjado, que le daba una apariencia sólida, se paseo tranquilamente por encima de todas las base militares de la República Alemana. Inmediatamente los Phantoms americanos salieron para interceptarlo, pero el ovni se les escapó sin que pudieran lograr su objetivo. Hay que señalar que el ovni no intentó atacar a ninguno de los bombarderos y solo se limitó a huir.

Cuando el ovni subió a gran altura, uno de los Phantoms norteamericanos le siguió y cuando lo tuvo a tiro, disparó todos los cohetes que llevaba, sin que lograra alcanzar al platillo volante. A partir de ese momento, el ovni se puso a jugar con el piloto como el gato con el ratón, llegando así hasta las cercanías de Kontwing, en las proximidades de Zweibruecken. Allí el bombardero F-4 se abalanzó sobre el ovni en un intento desesperado de derribarlo, aun a costa de su vida. El platillo volante, al darse cuenta de la maniobra, lanzó oleadas de calor que hicieron que el avión se estrellase allí mismo. A continuación, el ovni se perdió en el espacio, siendo seguido de lejos por otros aviones interceptores que habían acudido, vanamente, en ayuda del compañero que ya había dejado de existir.

Al años siguiente, 1972, los servicios de intercepción tuvieron mucho trabajo. En los primeros meses de ese año, se registraron varios ataques de ovnis contra aviones y viceversa. Una de las víctimas de uno de esos ataques, que ocurrió el 29 de enero de 1972, fue un DC-9, avión civil que hacia el recorrido Estocolmo Belgrado y que se estrelló en Checoslovaquia, con el trágico balance de veintisiete muertos.

Hay que aclarar, en honor de la verdad, que el ovni no ataco al avión civil, sino que, al parecer, el aparato sufrió un accidente. Los servicios de detección y de intercepción de las fuerzas aéreas checas habían descubierto en sus radares la presencia de un objeto volador no identificado e inmediatamente despegaron los interceptores para obligar a aterriza a ese avión.

En aquella época era muy corriente que apareciera en Checoslovaquia una especie de globos sonda que eran lanzados por los servicios secretos de la República Federal alemana e iban cargados de libros anticomunista y propaganda contra el régimen checoslovaco y el de otros países comunistas. Esos aparatos habían sido los causantes de gran numero de accidentes entre los vuelos civiles checoslovacos y entre las líneas aéreas regulares que sobrevolaban el cielo de ese país. En la ocasión a la que nos estamos refiriendo, los radares confundieron al ovni con uno de los globos enviados por los servicios secretos alemanes, ya que, al principio, se elevaba a una altura y llevaba una velocidad que era característica de los llamados globos sonda. Y en aquella época casi todo globo sonda proveniente de Alemania era, sin lugar a dudas, una provocación del servicio secreto alemán (BND). Y, por eso, los reactores que tenían como misión destruir ese cargamento subversivo, se asombraron al ver a un objeto de esas característica. El tipo de ovnis que se presentaba ante sus ojos no era el convencional que se estudia en las academias de las fuerzas aéreas, sino que, más bien, tenía la extraña forma de un boomerang, lo que extrañó muchísimo a los pilotos que consultaron con su base sobre la forma de actuar. A su vez el alto mando ordenó, de forma tajante, que ese objeto tenía que ser destruido.

El ovni se movía muy despacio, vigilando de cerca a los reactores que estaban en las inmediaciones sin saber que hacer. Uno de los pilotos disparó sus armas contra el ovni, pero no le pudo hacer absolutamente nada. Fue en ese momento cuando llegó la orden del alto mando de que había que destruirlo y de las bases aéreas cercanas salieron grandes grupos de reactores interceptores para ayudar a los primeros bombarderos en su misión.

En un principio, los disparos fueron todos nulos, ya que había una especia de cortina de energía que hacia que los reactores no pudieran dañarle. Pero en u segundo intento un piloto tuvo más suerte, puesto que, como él mismo relató en la base, vio perfectamente cómo estallaba uno de sus cohetes en uno de los extremos del ovni. Entonces el objeto volador no identificado empezó a volar en zig zag sin ningún control, aumentando peligrosamente la velocidad, con lo que se convirtió en un enorme proyectil que podía ser causante de una catástrofe, como así fue. Chocó con el vuelo civil del DC-9. Desde la torre de control se estaba contemplando lo que ocurría: en los últimos instantes, estuvo a punto de frenar el choque en una de las clásicas maniobras a las que están acostumbrados los oficiales de radares, pero por desgracia, el frenar a tiempo el ovni no salvó al avión que se metió de lleno en su trayectoria. El avión estaba volando a diez mil metros de altura y al estrellarse s registraron veintisiete personas muertas. Casi por milagro, una azafata logró sobrevivir. Los militares y los servicios de información lograron desviar la curiosidad periodística hacia la azafata que, milagrosamente, había sobrevivido a la tremenda caída de diez mil metros , dejando a un lado la presencia del ovni en aquella catástrofe. La azafata, llamada Vesna Vulovic, resultó con varias fracturas graves, pero logró recuperarse después de sufrir algunas intervenciones quirúrgicas. Cayó en la zona de Ceska Kamenice, en donde había mucha nieve y fue, tal vez, esto lo que la salvo de una muerte cierta.

Este accidente había despertado gran curiosidad entre amplios sectores del publico que estaba ávido de noticias y siempre pedía nuevos detalles de los ocurrido. Los servicios de información tenían que dar una explicación a los periodistas y, con ese fin, se formó una comisión militar checoslovaca para estudiar el accidente y averiguar las causas que lo habían provocado. La información fue dada a conocer a través del periódico checoslovaco "Borba", donde se indicaba que el accidente se había producido a causa del sabotaje de un grupo de terroristas (sin especificar de que grupo se trataba, ni referirse a la motivación política).

Estos fueron, poco más o menos, los datos que ofrecieron a la opinión pública los miembros de la comisión de estudio. La misión de la censura fue notable en este caso, puesto que ningún periódico se puso a investigar más la verdad, dando por bueno lo que les habían dicho. Muchos consideraron que éste era uno de tantos casos en los que los servicios secretos elimina a agentes de otras potencias por este procedimiento sin preocuparse de ninguna cosa más.

Esta era la primera vez que un avión civil era destruido por los intentos de intercepción de un ovni por parte de las fuerzas aéreas militares, pero no iban a ser esas las únicas víctimas que se iban a producir en otros intentos parecidos. Como ya he señalado en capítulos anteriores y todo el mundo sabe, hubo intentos varios de intercepción de ovnis que ocasionaron víctimas civiles, lo que ocurrió fue que la censura procuró desviar la atención del publico de los peligros que, diariamente, corren los seres humanos.

Un extraño suceso en China

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l mes de febrero de 1972 comenzó en China con un suceso muy extraño que es recordado todavía en la historia del espionaje. Ocurrió en la frontera de China con Laos y fue protagonizado por un avión de Air América, supuestamente privado. Esa es una

compañía particular que cuenta con el apoyo económico de la CIA. Este avión llevaba un cargamento de armas pesadas para las tropas anticomunistas que estaban luchando en el Sudeste asiático. Cuando volaba a baja altura, un grupo de ovnis estaba vigilando las maniobras de un destacamento de guerrilleros comunistas. Como todos los pilotos están relacionados, en mayor o menor medida, con los servicios secretos y saben que se ofrecen recompensas en estos casos, se apresuraron a disponer los misiles tierra tierra, para destruir a uno de los ovnis. Estos no querían ser punto de mira de ningún arma de ese tipo, por lo que continuaron su marcha perseguidos por ese avión de la CIA.

Los ovnis se acercaron a la frontera china y eran esperados por los reactores de ese país que ya habían detectado su presencia por medio del radar. Los ovnis obligaron al avión de la CIA a que entrara en el espacio aéreo chino y ellos se elevaron a la increíble velocidad de veinte mil kilómetros por hora. Los reactores chinos derribaron al avión de la CIA. Aquí se puede decir que los platillos volantes usaron una de las armas más "avanzadas" hoy en día, como es la de dirigir al enemigo a los dominios de su oponente, para que sea destruido. El avión de la CIA, al estar persiguiendo al ovni, se descuidó y entró en el espacio aéreo chino, lo que fue fatal para él.

El mes de febrero fue verdaderamente muy ajetreado para los servicios de información de las grandes potencias. El 2 de febrero de 1972, en Phon Penh, capital de Camboya, se vio en el teletipo de todas las bases militares la noticia escalofriante de que una escuadrilla de ovnis pequeños habían intentado atacar una base del ejercito camboyano. En la batalla que siguió al intento de destruir a estos ovnis que, al parecer, tenían un diámetro de apenas cuatro metros por dos metros de altura, al entrar en la refriega las tropas camboyanas tuvieron dos muertos y más de noventa heridos. Ninguno de esos ovnis tan pequeños fue averiado y, sin embargo, la batalla duró más de dos horas. Muchos de los disparos que hicieron los soldados se entrecruzaron, logrando los ovnis con sus grandes poderes que, entre las armas cortas y largas, quedara destruido todo el campamento.

Al llegar la triste noticia a la central del servicio de información militar del alto mando de Camboya y al ser estudiado lo sucedido por los analistas militares norteamericanos y por los agentes de la CIA, se llegó a la conclusión de que esas noticias no podían hacerse publicas bajo ningún concepto. Todos los miembros de los distintos servicios secretos norteamericanos que operaban en la zona estuvieron toda la noche en la sala de claves de la embajada para encontrar la fórmula de los sucedido que se pudiera hacer pública. Los corresponsales de Prensa de varios países estaban al corriente de la noticia, ya que, aunque no habían estado en el campamento destruido, se encontraban en las cercanías, en un puesto médico de los servicios sanitarios del ejercito norteamericano y habían oído perfectamente toda la batalla.

En un principio surgió la idea de mezclar en el asunto a las tropas guerrilleras comunistas, pero pronto fue desechada esa idea, puesto que, el lanzar esa noticia, obligaría a los servicios logísticos militares a hacer una incursión para destruir a esas supuestas fuerzas guerrilleras que tendrían que estar tan próximas. Se le dejó finalmente la papeleta al presidente camboyano Lon Nol, quién en un alarde de imaginación dijo que los soldados se habían asustado por una leyenda que se refería a que en las noches de luna llena ( y aquella lo era) aparecía una rana mágica que atacaba a los eres humanos. Se conocía con el nombre de la Rana Reahoy y era una leyenda similar a la europea del conde Drácula. Y con esta explicación tan absurda se calló la boca a todos los corresponsales de guerra que había en la zona.

Siete días después del suceso, la nota del presidente fue complementada por otra del jefe de la policía militar que estaba especialmente pensada para aquellos que aun tenían duda sobre lo ocurrido. A partir de ese día se tuvo más cuidado en vigilar a los soldados y a la tropa en general, advirtiéndoles que no se toleraría ningún hecho de este tipo.

Un ovni frente a las costas de Guinea

U

n hecho que hizo que los militares llevaran a cabo una gran actividad se desarrolló frente a las costas de guinea. Al parecer cayó al mar un ovni averiado por los intentos de intercepción de las fuerzas norteamericanas en las portuguesas islas Azores. Una

escuadrilla de ovnis había pasado días antes por esas islas y los reactores norteamericanos habían intentado interceptar a algunos de ellos sin conseguirlo.

Por las noticias que daban los servicios soviéticos de inteligencia, éstos habían captado, por medio de sus satélites de espionaje, el lugar exacto de caída de uno de esos ovnis. También habían colaborado para conocer ese interesante dato los servicios de inteligencia de los rusos en las islas Azores, cuya red de espionaje está formada en su mayor parte por miembros del partido comunista portugués. Dieron aviso a la central de Moscú de que los americanos habían logrado averiar un ovni, pero sin facilitar ningún dato más. Entonces los aviones supersónicos soviéticos de espionaje detectaron, frente a las costas de Guinea, a un ovni que podía ser el que estaban buscando. Después de muchos estudios en el ministerio de Defensa de Moscú decidieron que la flota soviética del Atlántico enviase una patrulla naval para investigar el hecho. Diplomáticamente eso se enmarcó como maniobra militar para apoyas al gobierno guineano, presidido por Sekou Turé. La flota soviética que apareció en las inmediaciones estaba compuesta por un destructor, tres fragatas, una lancha de desembarco, un barco de avituallamiento, dos submarinos convencionales de las fuerzas aeronavales y un portaaviones que estaba situado a prudente distancia de aquel lugar. A pesar de que tenían unos medios técnicos increíbles, sólo lograron detectar un ovni que, efectivamente, daba la impresión de estar averiado, por lo que se avisó a un remolcador. Mientras tanto todas las fuerzas navales del Atlántico se aproximaban a la zona, así como barcos "pesqueros" norteamericanos y aviones espías de la misma nacionalidad. No estaban muy seguros de lo que estaba ocurriendo allí, pero era evidente que nada bueno para la seguridad de su país, puesto que los rusos, y eso lo sabemos por nuestro servicio de inteligencia, no tenían intenciones de desembarcar en guinea para defender al presidente de ese país, sino que, dados los modernos medios técnicos que estaban empleando, se deducía que estaban buscando un ovni.

Lamentablemente para la raza humana o afortunadamente, según se mire, los seres inteligentes que tripulaban los ovnis socorrieron al aparato averiado, pues, al cabo de unos minutos, los rusos detectaron una escuadrilla de ovnis que se dirigían a aquel lugar.

Las fuerzas aéreas y navales de la Unión soviética atacaron a los ovnis, en número de seis, que se sumergieron en el agua y se aproximaron al que estaba allí a causa de la avería. Al cabo de diez minutos salieron siete ovnis rumbo al espacio y se perdieron de vista con rapidez.

Estaba claro que los ovnis eran aparatos que tenían una tecnología muy superior a la conocida por los terrestres. Este hecho, si bien no demostraba ya nada a los militares, que estaban plenamente convencidos de su existencia por las pruebas que ya he mencionado anteriormente, hacía que todas las potencias quisieran aumentar los intentos de intercepción de ovnis. Estaba claro que estos aparatos, que se habían reído de los soviéticos en sus barbas, tendrían en su interior algún secreto que haría de su poseedor una potencia militar y tecnológica impresionantemente eficaz. Pero los ovnis, que cada vez tenían menos posibilidades de pasearse tranquilos por la atmósfera terrestre, seguían con sus intentos de vigilancia de la raza humana.

Dos días después de este hecho, los rusos hicieron pruebas nucleares subterráneas en Semipalatinsk, en Siberia y, como casi siempre suele ocurrir, un ovni se posó unos segundos después de que el hongo atómico desapareciera. Después de que fueron reveladas las fotografías hechas por los satélites y por los aviones de reconocimiento, se apreció cómo un ovni había descendido por el agujero que había abierto la bomba y se había posado tranquilamente por esa zona. No se hizo en ese momento ningún intento de intercepción, ya que, en caso contrario, se anularían todas las experiencias que estaban haciendo los soviéticos en materia de control de radiactividad.

El ovni en cuestión estuvo en ese hueco producido por la prueba nuclear subterránea exactamente dos horas y media y después se perdió en el espacio. Es conocida la predilección de los ovnis por vigilar tanto las bases militares como las secretas y, sobre todo, las maniobras bélicas y ello hace que siempre que se realizan maniobras estén preparados los aparatos interceptores en previsión de que el platillo volante les pueda atacar y con objeto de poder capturarlo y conocer así los valiosos datos técnicos que debe encerrar en su interior.

En unas maniobras militares que realizaron las fuerzas armadas del Pacto de Varsovia, en la República Democrática alemana, el 23 de febrero de 1972, fueron divisados ovnis. Mandaba las tropas el general soviético Semyon Kurtkotkin que dirigía las distintas fases de las maniobras que eran completamente secretas, en el sentido de que no habían sido invitados los agregados militares de otros países, como se suele hacer cuando no tiene ese carácter. Como decimos, fue divisada una escuadrilla de ovnis que tenían doce metros de diámetro y realizaban maniobras inteligentes. Desaparecieron un poco antes de la llegada de interceptores. A esas maniobras asistían informadores del periódico alemán "Neues Deutschland" y observaron lo ocurrido, pero se les obligó a que guardaran silencio. Ya pueden suponer que los periodistas se refirieron en sus informaciones solamente a la perfección con que se habían realizado esas maniobras. El 8 de febrero de 1972, unos días antes del hecho reseñado, los aviones interceptores franceses lograron un gran éxito al destruir un ovni, el cual estalló por completo, provocando una nube de partículas rojizas que cayó en el centro de Francia, sobre la ciudad de Limoges.

Esto marcó un compás de espera que continuó hasta finales de 1972. Lo que no quiere decir que, en ese intervalo de tiempo, no hubiera avistamientos, ni intentos de intercepción, sino que no tuvieron nada destacable.

A finales del mes de octubre, en Teherán un avión de las fuerzas aéreas iraníes quiso destruir un ovni que había sido detectado por los servicios de radar y de seguimiento de misiles de la CIA, que está cercano a la frontera con la Unión soviética. Avistaron un ovni que hacía maniobras evasivas ante los reactores soviéticos, hasta que, al cabo de quince minutos, entró en territorio iraní, momento en que los rusos abandonaron la persecución. En ese momento la continuaron las fuerzas aéreas iraníes, en las que, dicho sea de paso, tiene mucha influencia la CIA.

En seguida los aviones interceptores iraníes se dieron cuenta de que no había posibilidad de destruirlo. Únicamente un piloto con idea de apuntarse un gran triunfo se acercó bastante al platillo volante, a costa d su propia vida; entonces sintió una gran oleada de calor, que le hizo perder el conocimiento y, sin quererlo él, se lanzó en picado y el avión cayó encima de una fábrica de telares, en la que estaban trabajando más de cien hombres, que permanecieron en el incendio que se produjo a continuación.

El piloto, que fue rescatado más tarde, estaba como loco y quería a toda costa declarar públicamente lo que le había sucedido. Dado que no había forma de convencer al piloto, el delegado de la sección de investigación de ovnis, el señor Parviz Sabeti, que formaba parte del famoso Savak y, en 1976, fue vicedirector del mismo, ordenó que lo detuvieran y se perdió ya su pista por completo.

Al mismo tiempo en el gobierno de la República Federal alemana se estaba discutiendo un informe confidencial del servicio de información militar (MAD), elaborado a base de los intentos de intercepción de ovnis de los tres últimos años. Este informe fue calificado de maldito, en los ambientes del servicio secreto, porque había llegado hasta los miembros de la oposición del Parlamento alemán, pasando de un servicio secreto a otro. Incluso hubo que pagar muchos marcos a los periodistas para que no lo publicaran.

En ese informe se confirmaba que en los tres últimos años, más de ciento cincuenta Starsfighters F-104 habían sido destruidos en los intentos de intercepción contra los ovnis.

Respecto al año 1972 esos fueron los asuntos más comentados. Pero en los años siguientes iban a ser muy famosas las reuniones de alto nivel que se celebraban con motivo del tema de los ovnis. Esta segunda época, a los comienzos de 1973, empezó con un avistamiento de varias escuadrillas que se pasearon tranquilamente por Papeete, en la zona de Mururoa, en el Pacífico, ya que era allí donde las fuerzas armadas francesas iban a probar bombas nucleares.

La gran noticia de 1973 se centró en Varsovia, en donde se celebró una conferencia de alto nivel de los ministerios de Defensa del famoso Pacto. En esa reunión se pasó revista a todos los problemas de la organización, las relaciones económicas de los partidos comunistas de esos países y se hizo un completo análisis de la situación de los países miembros de la NATO, así como las zonas conflictivas mundiales que podían perjudicar a los países comunistas. Se subrayó la preponderancia mundial que estaba adquiriendo china en materia de bombas nucleares y de desarrollo del armamento en general. El tema principal lo puso sobre la mesa el ministro de Defensa soviético, que iba acompañado del director del comité para la seguridad del Estado y de altos cargos de su ministerio. Recomendaba ese ministro una centralización más intensa de todas las fuerzas aéreas de los países miembros del Pacto de Varsovia para intentar capturar un ovni, así como intensificar los servicios de espionaje en esa dirección.

Al referirme al tema de los ovnis no hablaban de la provocación política, sino que los rusos sugerían una central para las fuerzas armadas del Pacto de Varsovia en la que convergían todas las informaciones sobre intentos de intercepción de los reactores, datos recopilados en los países miembros de la NATO, información sobre otros países y valoración propia. Preconizaban centros únicos de información que tendrían todos los datos disponibles al alcance de las fuerzas aéreas de los países del Pacto de Varsovia. Esa central también tendría como misión el estudio del desarrollo del armamento capaz de inutilizar a los ovnis y formación conjunta de agentes y pilotos para crear una fuerza aérea interceptora conjunta. Otra sección de esa central se encargaría de investigar la veracidad de las informaciones provenientes de las sociedades privadas occidentales.

Se admitió en esa organización a todos los países que estuvieran bajo la dirección política de las fuerzas armadas unificadas del Pacto de Varsovia. Y en virtud del acuerdo entraron a formar parte del comité de investigación de ovnis países como la República Popular de Cuba, Mongolia Exterior y otros que, poco a poco, iban formándose, como consecuencia de la corriente descolonizadora. Tenían que estar, por supuesto, dentro de la órbita política de Moscú, como fueron más tarde la ex colonias portuguesas de Mozambique, Angola y también Vietnam.

Todos estos países se comprometían a que fueran actualizados conjuntamente sus archivos de ovnis, así como los medios de información, investigación y destrucción de platillos volantes. Tenía que estar todo previsto para que los aviones reactores de un país pudieran aproximarse, en breve tiempo, a la frontera de cualquiera de los otros países para atacar a los ovnis. También se preveía la creación de escuelas de formación única en la central de las fuerzas armadas unificadas del Pacto de Varsovia.

Ese tratado que fue aprobado por los altos estados mayores de las naciones que propusieron la idea de su creación, también lo fue por todos los partidos comunistas de los países interesados.

Esta información de primera mano fue conseguida por la CIA gracias a un funcionario cubano que se pasó a Occidente y reveló cuanto antecede. Quiero destacar de nuevo que esa reunión política de alto nivel fue la más importante que se había realizado hasta entonces en los países comunistas.

Más tarde no llegó a dar a los soviéticos los frutos esperados, pero lo cierto es que ellos han estado más cerca que los norteamericanos de capturar un ovni.

Una fotografía escalofriante hecha por el "Concorde"

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l 30 de junio de 1973 el avión supersónico "Concorde", de fabricación conjunta Francobritánica, fotografió algo que dejó helados a todos los analistas militares encargados de la censura, mientras llevaba un equipo de científicos a bordo y sobrevolaba el cielo africano,

a diecisiete mil metros de altura, para estudiar un eclipse de sol. Era la famosa fotografía que dio la vuelta al mundo, reproducida en las publicaciones más variadas, en las que se veía un ovni que aparecía entre las nubes, mientras los científicos hacían fotografías del eclipse solar. Esa instantánea fue vista, incluso, en televisión y no fue rebatida por casi nadie. Según cálculos de los propios científicos que viajaban en el "Concorde" y de los expertos más prestigiosos del Centro nacional de Investigación Científica de Francia, el ovni tendría unos doscientos metros de diámetro.

Un científico llamado Serge Koutchmy y el funcionario del Centro nacional de Investigación Científica, Claude Poher, reconocieron que era un ovni. Cuando los periodistas interrogaron al piloto del "Concorde", André Turcat, éste se salió por la tangente, porque conocía la postura de las autoridades militares en relación con los ovnis y no quería tener problemas. Señaló que ese objeto podía ser perfectamente un meteorito o muchas otras cosas, sin necesidad de pensar que tenía que ser forzosamente un platillo volante.

En esa misma época fueron observados muchos ovnis en el Pacífico, concretamente en el Polígono de las Kwajalein, que están bajo la administración de los Estados Unidos. En esa zona, como en el atolón de Bikini y en las islas de Eniwetok, han realizado los americanos pruebas con proyectiles nucleares.

En las islas de Kwajalein son probados misiles balísticos intercontinentales, debido a que la distancia entre esas islas y los silos de lanzamiento es parecida a la que tendrían que recorrer esos cohetes en caso de un ataque contra la Unión soviética. En esa zona los norteamericanos realizaron pruebas de ataque y de intercepción con misiles.

En septiembre de 1973 se realizaron allí unas pruebas secretas de lanzamiento de misiles desarmados y en nueve de las diez series que fueron lanzadas los misiles fueron seguidos por escuadrillas de ovnis. Los misiles interceptores que fueron lanzados contra los platillos volantes no tuvieron éxito y se confirmó, una vez más, que ese tipo de armas puede ser eficaz cuando se trata de un ingenio nuclear, pero no contra ovnis.

Estas pruebas que hicieron los platillos volantes con las fuerzas aéreas fueron desesperantes para los altos mandos del Pentágono, ya que comprendían que los ovnis se burlaban de ellos, sin que pudieran hacer nada para impedirlo. En efecto, los interceptores estaban sobrevolando continuamente, en cadena, la zona donde se encontraban los ovnis para intentar atacarles, pero los resultados siempre eran negativos. Sin duda, esas astronaves estaban investigando, de esa forma, los avances humanos en materia de cohetes. Otro tanto se hizo desde la base soviética de Plesteks, pero los resultados prácticos no cambiaron.

Los ovnis "interesados" por Irlanda del Norte

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comienzos de 1974 los ovnis demostraron un creciente interés por la zona de Irlanda del Norte, a juzgar por las escuadrillas de platillos volantes que aparecían y se perdían en el espacio antes de que los interceptores de la RAF pudieran hacer nada para

evitarlo. Esto ocurrió muchas veces y algunas de ellas no se podía intentar destruirlos para no dañar, seriamente, a las avionetas privadas que estaban sobrevolando entonces el cielo irlandés. Por ello el cuartel general de Lisburn, en el Ulster, prohibió que ningún avión privado volase a baja altura, pues, en caso contrario, sería abatido. Esta era una forma de facilitar la tarea a los pilotos de la RAF, pero a pesar de todo, los ovnis continuaron durante varios días paseándose tranquilamente por el cielo irlandés.

En esas mismas fechas, a causa de los ovnis, tuvo que ser suspendida una reunión conjunta de la OTAN con los miembros del Pacto de Varsovia, en Viena. En febrero de 1974, los reactores de las fuerzas armadas unificadas del Pacto de Varsovia entraron en territorio de la República Federal Alemana, cuando estaban persiguiendo a un ovni. El platillo volante fue atacado, más tarde, por la aviación norteamericana para continuar libremente por el espacio. En ese momento, hubo un pequeño forcejeo diplomático para que se rindiera el avión del Pacto de Varsovia, con resultado negativo. Entonces fue atacado por los interceptores con poco entusiasmo por tratarse de un asunto muy delicado y por irse a celebrar por esas fechas una reunión sobre armamento. Se aprovechó la ocasión para suspender la citada reunión de Viena, sin más explicaciones.
Únicamente hizo una declaración oficial el embajador soviético en Viena, Oleg Khlestof, quién se limitó a acusar de cínicos a los miembros de la NATO; y no recibió respuesta de esa organización.

Como ya he señalado en alguna ocasión, el asunto de los ovnis no tiene desperdicio e igual sirve para el espionaje, la guerra psicológica, el avance del armamento e, incluso, para suspender reuniones diplomáticas en las que nadie tiene el menor interés. Como acostumbran a decir los expertos de la información militar, de una manera u otra, nos hemos visto metidos en el campo de los servicios secretos, cuando se investiga el tema de los ovnis nadie sabe quién se divierte más en este original juego de ajedrez, si los extraterrestres o los humanos; aunque, en principio, todos piensan que ellos lo pasan mejor.

Se han celebrado infinidad de reuniones, tanto de alto nivel militar como político, y él que capture finalmente un ovni podrá decir con toda seguridad que existen los extraterrestres, ya que de esa forma tendría la llave para ir a otros mundos, desarrollarse mucho técnicamente y obtener, en suma, la jefatura del planeta. Por todo esto el tema de los platillos volantes interesa tanto a los políticos, no sólo a los de las grandes superpotencias, sino también a los de los países más pequeños. Es un tema que, en general, apasiona como me apasiona a mí en estos momentos.

Reunión cumbre en Gibraltar

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uiero destacar, entre las grandes reuniones cumbres celebradas en los últimos años, una que tuvo por marco la base inglesa de Gibraltar en los últimos días de noviembre de 1977. Acudieron allí, en secreto, los miembros más destacados de las fuerzas aéreas, para

tratar diversos temas relacionados con la NATO. En esa reunión destacó el general del Estado Mayor Aéreo francés, Maurice Saint Crique, y se justificó su presencia en la zona aduciendo que tenía que liberar a unos ciudadanos franceses que habían sido hechos prisioneros por el Frente Polisario que, en aquellos momentos, estaba en actitud hostil con Marruecos y Mauritania. Ahora la situación ha cambiado al ceder Mauritania la poción del Sahara, cuya administración le había sido concedida por el Tratado de Madrid, de tan triste memoria.

Esto era cierto, pero también lo era que el principal motivo del viaje del destacado militar francés era asistir a esa importante reunión, en la que se llegaron a conclusiones parecidas a las de los soviéticos con los países miembros del Pacto de Varsovia, en la reunión a la que me he referido anteriormente. Se decidió aumentar los presupuestos con destino al capítulo de intercepción, puesto que antes la NATO se había centrado más en el aparato de información. Las conclusiones íntegras constituyen todavía un misterio para todo el mundo, excepto para los rusos que tienen un completo servicio de información que les tiene al corriente de los temas interesantes para ellos.

Otra importante reunión fue la que tuvo lugar en Moscú, en los días 8 al 11 de enero de 1978, entre Andrei Gromiko y el ministro japonés de Asuntos Exteriores, Sunao Sonoda. El tema oficial de discusión eran los intercambios comerciales, pero el verdadero motivo se centraba en la devolución de informes que tenía el MIG 25, secuestrado por Viktor Ivanovich Belenko, piloto de las fuerzas aéreas soviéticas que desertó de su país en septiembre del 76 y se llevó consigo uno de los aparatos más interesantes de todo el armamento que disponían los rusos. Este avión era uno de los más buscados por los servicios occidentales de inteligencia, ya que desarrollaba una gran velocidad y tenía una extraordinaria maniobrabilidad, lo que hacían de él una de las mejores armas de la aviación que existen en la actualidad. Este aparato fue devuelto más tarde a la URSS, desarmado en varias piezas, al tener los analistas militares que enterarse de su funcionamiento. En sus cámaras de espionaje descubrieron todos los datos militares de la presencia norteamericana en Japón, así como fotografías, enormemente precisas, de los sitios de lanzamiento nuclear que tenían instalados los Estados Unidos en el país del Son Naciente, así como fotografías de ovnis. Decían entonces que el aparato MIG 25 era el terror de los ovnis y estaban en lo cierto.

Últimamente a los platillos volantes se les hace muy difícil la permanencia en la tierra cuando tienen en pos de ellos a uno de esos aviones. Estos artefactos terrestres tan perfectos han logrado averiguar bastantes detalles relacionados con la construcción de ovnis, sirviéndose de una técnica especial de fotografía. Se ha llegado a saber la composición de las aleaciones de metales de las que está hecha la estructura de las naves extraterrestres.

Avistamientos de ovnis en el Zaire

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l 17 de mayo del 77 se produjeron avistamientos de ovnis, que fueron muy comentados en los círculos militares y en los servicios de inteligencia de la NATO, en la región africana del Zaire (el antiguo Congo). La explicación de la presencia de los ovnis está en

que, en esa zona, se había construido recientemente una base de pruebas de cohetes de corto alcance y de fabricación de misiles. El ingeniero alemán Lutz Kayser había instalado allí la empresa Orbital Transport und Raketen Ag (OTRAG).

Ese polígono industrial con características militares al cien por cien, tenía una indudable importancia estratégica dentro del marco del desarrollo de armamentos que se estaba produciendo en los últimos tiempos. El interés de esa instalación en una zona tan conflictiva como es la africana hacía de ese punto de atención militar muy alto.

Por eso los primeros ovnis que aparecieron por allí y que sobrevolaron varias veces ese complejo de armamento fueron atacados con cohetes de corto y largo alcance. Los intentos de intercepción quedaron casi en secreto, y únicamente el periódico en lengua francesa "AfriqueAsie" hizo algún comentario sobre las pruebas de cohetes que se estaban realizando en territorio africano, sin dar excesivos detalles. Lo que no decía era contra quién se lanzaban los proyectiles, o sea, los ovnis, y se limitaba a apuntar que los lanzamientos tenían el carácter de pruebas.

En seguida se infiltraron en esa zona agentes secretos de todos los países importantes del mundo, pero los ovnis siguieron investigando en aquel polígono industrial durante bastante tiempo, pese a todas las medidas de seguridad que allí se habían adoptado.

Este polígono industrial es de los mayores del mundo, dentro de los que se destinan al desarrollo de los cohetes. Tiene una extensión de doscientos cincuenta mil kilómetros cuadrados, equivalente a la superficie de la República Federal alemana; tiene completa autonomía y sus empleados gozan de la misma inmunidad que cualquier miembro del cuerpo diplomático. Pertenece al complejo industrial militar de la NATO, con sus modernísimas instalaciones, y es un peligro constante para los movimientos revolucionarios africanos. Por todo ellos no nos puede extrañar que sean "visitados" con frecuencia por los platillos volantes.

El 17 de septiembre del 77 y el 17 de marzo del 78 se realizaron dos pruebas nucleares chinas en la atmósfera, en una zona desértica situada al noroeste del país. En ambas ocasiones escuadrillas de ovnis vigilaron el terreno dónde se iban a llevar a cabo esas pruebas con bombas de hidrógeno. En la segunda de ellas los ovnis permanecieron a una distancia tan pequeña en la que no hubiera podido sobrevivir ninguna nave terrestre a causa de la onda expansiva. Es significativo que estos aparatos, segundos después de producirse la explosión, vigilaron el terreno sobre el que se había producido la prueba, permaneciendo, en ambos casos, bastantes minutos sobre la zona en la que había tenido lugar la explosión y subiendo después hacia el espacio, en el que se perdían.
La vigilancia habitual de los seres del espacio sobe las actividades bélicas de los humanos fueron motivo de muchas reuniones y discusiones de los estadistas mundiales. Los servicios secretos de las grandes potencias siempre han tenido mucho trabajo en estos casos.

Por ejemplo, el primero de febrero del 78 se celebró una reunión secreta en Moscú, en la que participaron el ministro de Defensa de la República Cubana, Raúl Castro, y el ministro de Defensa y miembro del Buró político del comité Central del partido comunista de la URSS, Dimitri Ustinov. En estas conversaciones, de las que no facilitaron casi información los medios oficiales soviéticos, se trató del aumento de las bases de submarinos nucleares situadas en la zona de Cienfuegos, en la que los soviéticos quería instalar una serie de radares para controlar los lanzamientos de misiles efectuados desde territorio norteamericano. También querían montar aparatos electrónicos para el estudio de todas las actividades que realizasen las fuerzas aéreas de los Estados Unidos.

Entre los proyectos de los que se habló allí estaba la futura formación de todos los pilotos de combate de las fuerzas aéreas de Cuba en las academias de la Unión soviética para seguir cursos de aprendizaje en materia de ovnis. También se insistió en utilizar al máximo la organización que se había formado por los países miembros del Pacto de Varsovia, a la que ya nos hemos referido anteriormente. Además, los rusos consiguieron que los cubanos aumentasen el número de agentes destinados en África para el estudio de los fenómenos relacionados con los ovnis. Después, el líder ruso y el cubano se despidieron. Y los periódicos rusos subrayaron la suma cordialidad que había caracterizado la entrevista.

Un gran "susto" de los analistas soviéticos

C

inco días más tarde los analistas militares soviéticos tuvieron uno de los sustos más grandes que se recuerdan, mientras estaban realizando unas pruebas militares de entrenamiento en Minsk. Participaban tropas de la región militar de Bielorrusia y llevaba

el nombre clave de "Operación Berezhina". Fueron iniciadas las pruebas en virtud de los acuerdos de la Conferencia de Seguridad Europea y se cursaron invitaciones a todos los agregados militares destinados en Moscú, los cuales no faltaron y se llevaron, entre sus efectos personales, muchos aparatos sensibles para averiguar el desarrollo militar soviético. En efecto, los agregados militares y todos sus ayudante, tanto los de la República Federal alemana como Francia, Inglaterra y Estados Unidos, eran portadores de tantas máquinas fotográficas y otros aparatos similares, que parecían bazares ambulantes. Ahora bien, los miembros del GRU soviético estaban continuamente cerca de ellos, con la excusa de protegerlos en todo momento. Estas maniobras tenían más el aspecto de una verbena, porque, en el curso de las mismas, los altos cargos militares soviéticos brindaron muchas veces con vodka con los agregados militares extranjeros.

Ocurrió entonces algo tremendo. De repente, cerca de tan distinguida concurrencia, cinco ovnis en formación de triángulo se abalanzó sobre un destacamento de soldados y provocaron el pánico. Se hicieron disparos sobre los platillos volantes y fue muy grande el desconcierto entre los militares soviéticos y sus invitados. Unos pocos agregados de Prensa que estaban allí presentes fueron expulsados sin dar explicaciones y otro tanto ocurrió con los militares de otros países. Previamente, les requisaron las máquina fotográficas y todo el valiosos material que encerraban en su interior.

Por su parte, las fuerzas aéreas rusas intentaron, en vano, interceptar a los ovnis que, al cabo de quince minutos, se perdieron en el espacio.
Después de este gran susto, nadie dio ningún detalle, ni se volvió a comentar nada. El hecho, que fue guardado discretamente en secreto por todos los agregados militares de los países allí presentes, nos da una idea de la forma de pensar de todos los militares son el tema de los ovnis.

Días después, Abdel Salam Galloud, jefe de los servicios de información militar de Libia, llegaba a Moscú para mantener conversaciones con Kosiguin, con la siguiente pretensión: el coronel Gadaffi era un ferviente anti comunista, pero solicitaba la ayuda soviética para poder capturar un ovni y para ello tenían que comprometerse los rusos a adiestrar a las fuerza aéreas de Libia. Una vez terminadas las conversaciones, los soviéticos enviaron auxiliares a la República de Libia, atendiendo a la petición que se les había hecho.

El 30 de octubre del 78 el vice primer ministro del consejo de Estado de la República Popular de Corea y ministro de Defensa se reunió con su colega chino para ultimar detalles sobre el montaje de una operación señuelo en las zonas fronterizas con la República de Corea del Sur, zona en la que se producían a menudo los avistamientos de ovnis.

Posteriormente, en el año 79, tuvieron lugar dos reuniones de alto nivel, tanto por parte de las fuerzas del Pacto de Varsovia como de la NATO, para el estudio del fenómeno de los ovnis. Y es significativo que ambas reuniones se celebraran, más o menos, en la misma fecha. Concretamente, del 23 de abril al 26 de ese mes, se reunieron en Varsovia las fuerzas unificadas del Pacto de Varsovia, presididas por el mariscal Kulikov, jefe de las fuerzas armadas soviéticas y, por tanto, jefe de las fuerzas militares de los países comunistas que siguen las directrices de Moscú. Es esa reunión uno de los temas a debate fue la evaluación conjuntas de los resultados obtenidos por la organización después de cinco años de trabajo en común.

Paralelamente, el 24 y 25 de abril de ese año, en la base aérea norteamericana de Homestead, en Florida, tuvo lugar una reunión del grupo de planificación nuclear de la NATO en la que se estudiaron los análisis y los rendimientos de los interceptores en la lucha contra los ovnis y todos los resultados obtenidos hasta entonces.

Es indudable que, en la década de los 70, se celebraron otra s muchas reuniones de alto nivel, tanto por los políticos como por los militares, para fortalecer la censura y desarrollar planes de ataque de los interceptores contra ovnis, pero yo sólo conozca las que he señalados anteriormente. Es cierto que en esos años ha habido muchos accidentes sospechosos de las fuerzas aéreas de todos los países, que, sin duda, fueron causados en alguna loca carrera persiguiendo ovnis.