EMOCIÓN PERSONAL DE UN MÚSICO
Dijeron que yo era un monstruo.
¿Es verdad?
No, eso no es verdad. Y no voy a aportar la prueba.
* * *
Oí como mi mujer le decía por teléfono a un tal Mishu que yo era estúpido.
En ese momento, yo estaba tendido bajo la cama y no podían verme.
¡Oh, lo que sentí en ese momento!
Quería saltar de mi escondite y gritar: «No, yo no soy estúpido».
¡Imagino la que se habría armado!
* * *
Me había tendido de nuevo bajo la cama y no podían verme.
Pero yo, por el contrario, veía todo lo que el tal Mishu en cuestión hacía con mi mujer.
* * *
Hoy, mi mujer recibió de nuevo a ese tal Mishu.
Comienzo a pensar que estoy a punto de pasar a un segundo plano para mi mujer.
Mishu incluso hurgó en los cajones de mi escritorio.
Yo estaba tendido bajo la cama y no podían verme.
* * *
Yo estaba tendido de nuevo bajo la cama y no podían verme.
Mi mujer y Mishu hablaban de mí en los términos más desagradables.
No pude aguantarlo más y les grité que no paraban de mentir.
* * *
Hace ya cinco días que me zurraron de lo lindo y aún me duelen los huesos.
D.Ch.
[1935-1936]