Notas de Napoleón al libro VII
1. En esta campaña, César dio varias batallas y llevó a cabo grandes asedios, en dos de los cuales consiguió éxito; es la primera vez que tuvo que combatir con los galos unidos. Su resolución, el talento de su general Vercingetórige, la fuerza de su ejército, todo hace de esta campaña la más gloriosa para los romanos. Tenían éstos diez legiones, lo que, con la caballería, las tropas auxiliares, los alemanes, las tropas ligeras, debían de hacer un ejército de 80.000 hombres. La conducta de los habitantes de Bourges, la del ejército de socorro; la conducta de los Clermonteses, la de los habitantes de Alesia, nos enseñan a la vez la resolución, el valor de los galos y su impotencia por la falta de orden, de disciplina, de dirección militar. Cap. LXVII.
2. Pero, ¿es posible que Vercingetórige se hubiese encerrado con 80.000 hombres en una ciudad de tan exigua extensión? Cuando hizo salir su caballería, ¿por qué no hacer lo propio con las tres cuartas partes de su infantería? Veinte mil hombres eran más que suficientes para reforzar a la guarnición de Alesia, asentada sobre una elevación de 3.000 toesas de circunferencia, y que contenía además una población numerosa y aguerrida. En la plaza quedaban sólo víveres para 30 días, ¿por qué, pues, encerrar tantos hombres inútiles para la defensa, pero que habían de acelerar la rendición? Alesia era una plaza fuerte por su posición; no tenía que temer sino el hambre. Si en lugar de 80.000 hombres, Vercingetórix hubiese tenido únicamente 20.000, hubiese contado con víveres para cien días, mientras que 60.000 hombres acampados en los alrededores hubiesen inquietado a los asaltantes. Necesitábanse más de cincuenta días para reunir un nuevo ejército galo y para que éste hubiese podido llegar en socorro de la plaza. Finalmente, si Vercingetórix hubiese contado con 80.000 hombres, ¿puede creerse que se hubiera encerrado entre los muros de la ciudad? Habría ocupado los alrededores defendiéndose con atrincheramientos, presto a saltar y a caer sobre César. El ejército de socorro estaba, según César, compuesto de 240.000 hombres. Este ejército no acampó, no maniobró como podía hacer un ejército tan superior al del enemigo, sino como un ejército igual. Tras dos ataques destacó 60.000 hombres para lanzarse contra la altura del Norte; este destacamento fracasó, lo cual no era motivo para obligar al ejército a retirarse en desorden. Capítulo LXXI.
3. Las obras de César eran considerables; el ejército dispuso de cuarenta días para construirlas, y las armas ofensivas de los galos eran impotentes para destruir tales obstáculos, ¿Un problema semejante podría ser resuelto en nuestros días? ¿Podrían cien mil hombres bloquear una plaza con líneas de contravalación y ponerse al abrigo de los ataques de cien mil hombres detrás de su circunvalación? Cap. LXXIII.