Notas de Napoleón al libro IV
1. Las dos incursiones intentadas por César en estas campañas eran prematuras las dos y ni una ni otra alcanzaron éxito. Su conducta con los pueblos de Berg y de Zutphen es contraria al derecho de gentes; es en vano que se esfuerce en su memorial en atenuar la injusticia de tal proceder, y el mismo Catón le dirigió por causa de ella violentas censuras. Esta victoria contra los pueblos de Zutphen no fue, por otra parte, nada gloriosa; pues aun en el caso de que éstos hubiesen pasado el Rin efectivamente en número de 450.000, esto no significaría sino 80.000 combatientes, incapaces, por lo tanto, para enfrentarse con ocho legiones sostenidas por las tropas auxiliares y las de la Galia, que pondrían el máximo ardor en defender sus tierras. Cap. XV.
2. Plutarco pondera este puente sobre el Rin, que le parece un prodigio: es una obra que nada tiene de extraordinaria y que todo ejército moderno hubiese podido realizar con igual facilidad. César no quiso pasar sobre un puente de barcas, porque temía la perfidia de los galos y que el puente acabase por hundirse. Construyó uno sobre estacas en diez días; no necesitaba más. El Rin en Colonia tiene trescientas toesas y era la estación del año en que es más bajo el nivel de las aguas; probablemente no tenía entonces doscientas cincuenta. Cap. XVII.
3. César fracasó en su expedición a Alemania, ya que no obtuvo que la caballería del ejército vencido le fuese entregada, como tampoco ningún acto de sumisión de los suevos, que por el contrario le desafiaron. Fracasó igualmente en su expedición contra Inglaterra. Dos legiones no eran suficientes; necesitaba cuando menos cuatro, y carecía de caballería, arma indispensable en un país como Inglaterra. No había realizado los preparativos que la importancia de la expedición requerían; consecuencia de ello fue la confusión que resultó y hay que atribuir a su buena estrella el que pudiera retirarse sin pérdidas. Cap. XXXVI.