Notas al cuarto cuento

DE TODOS LOS CUENTOS éste es el que ha provocado mayor angustia entre los que quieren encontrar alguna explicación o significado en la leyenda.

Que no puede tratarse sino de un mito, y nada más, hasta Tige lo admite. Pero si es un mito, ¿qué significa? Si este cuento es de carácter mítico, ¿no lo serán también los demás?

Se supone que Júpiter, el lugar donde transcurre la acción, es uno de los mundos a los que se llega cruzando el espacio. La imposibilidad científica de la existencia de esos mundos ya ha sido citada en otra parte. Si aceptamos la teoría de Bounce de que esos otros mundos de que habla la leyenda no son sino nuestros propios mundos múltiples, parece razonable suponer que el aquí descrito ya tenía que haber sido descubierto. Nadie desconoce la clausura de algunos de los mundos de los duendes, pero la razón de esa clausura es también muy conocida, y ninguno de esos mundos ha sido clausurado a causa de las condiciones que se describen en este cuento.

Algunos eruditos opinan que esta cuarta historia es una interpolación, que no está relacionada con el resto, que ha sido introducida artificialmente en el cuerpo de la leyenda. Es difícil aceptar esta conclusión, ya que el cuento está íntimamente relacionado con los demás, y es uno de los principales pivotes sobre los que gira la unidad de la leyenda.

El carácter de Towser en este relato ha sido citado a menudo como inconsistente y sin nada de la dignidad esencial de nuestra raza.

Sin embargo, aunque Towser pueda resultar desagradable a algunos lectores demasiado escrupulosos, sirve indudablemente como balanza del personaje humano del cuento. Es Towser, y no el hombre, el primero en aceptar la situación. Es Towser, no el hombre, el primero en entender. Y la mente de Towser, libre de toda dominación humana, demuestra ser igual a la del hombre.

Towser, aunque tenga sus lunares, es un personaje del que no hay por qué avergonzarse.

A pesar de su brevedad, la cuarta historia es, de las ocho, la que ofrece más recompensas al lector. Requiere sin duda una lectura reflexiva y cuidadosa.