INSOMNIO

¿Qué hora es? ¡Qué oscuridad! Seguro, ni las dos.

Y otra vez, claro, no podré pegar un ojo.

Al alba sonará el azote del pastor.

Una corriente helada pasará, por la ranura.

Y yo aquí solo.

¿Pero qué digo? Tú,

con una reverberación de tu blancura,

estás conmigo.

1953