[1] Idea similar se encuentra en VIRGILIO, Geórg. II 336-9. Por otro lado se trata de un dogma estoico. Otros rasgos de fondo estoico se observan en los vv. 59-67. <<

[2] El término latino maritus deja ver más claramente la metáfora nupcial, lo cual es más evidente todavía si se toma este término como sustantivo: «los árboles desatan su cabellera (como la esposa a la Hegada del esposo) ante las caricias de su esposo, la lluvia». (Imber es masculino en latín). Este tipo de transferencias del mundo vegetal o animal a la vida humana es una de las características más llamativas de este poema. <<

[3] Se indica aquí —como en el v. 44— un rito usual en ciertas festividades religiosas: cf. TIBULO, II 1, 23-24. En este caso se utiliza mirto, la planta consagrada y símbolo de Venus. La rosa era también flor de su predilección. De ello da testimonio este poema. <<

[4] Dione es, en la poesía latina —no así en la griega—, simple sinónimo de Venus. Aquí se utiliza frecuentemente —más que Venus— por fácil acomodación al septenario trocaico. Para otra interpretación, véase CLEMENTI, Pervigilium…, págs. 72 y 207 y sigs. <<

[5] Mientras la tradición latina hace nacer a Venus simplemente de la espuma del mar, aquí, siguiendo a Hesíodo, Venus surge de la sangre de los testículos de Urano, al caer, en el atentado de Crono, sobre el mar. La razón parece ser filosófica y, de nuevo, estoica: Venus simboliza el origen de la vida que surge de un principio ígneo (Urano) y un elemento húmedo (el mar). Así opina SCHILLING, La Veillée…, pág. XLVI. Sobre el problema crítico que plantea el final del v. 11, véase N. TERZAGHI, «Minutiores curae», Boll, del Comitato… 2 (1953), 10-11. <<

[6] Leemos udae con Schilling y otros editores; pero véase también VALGIGLIO, «Sulla tradizione…», pág. 127, que defiende, con Cazzaniga, totae en el sentido de omnes: «todas las rosas». <<

[7] Cypridis es el término más probable para un prius de los manuscritos, que esconde un nombre propio, según los paralelos de la leyenda: Anth. Lat., RIESE, núms. 85 y 366. Cf. SCHILLING, La Veillée…, pág. XLVII, n. 3; VALGIGLIO, «Sulla tradizione…», páginas 126-8. <<

[8] Creemos que todo el pasaje (vv. 23-26) va referido a la rosa y no a Venus, como sugieren Valgiglio (126 y sigs.) y Schilling en contra de Cazzaniga («Saggio», 70 y sigs., y ed., página 11). El origen de la rosa, que aquí se propone, está constatado también en el poema De rosa, como indicamos en la nota anterior (Anth. Lat., RIESE, núm. 85 y también núm. 266). Además hay que notar que más adelante, en el v. 37, el Amor es presentado como hijo de Venus, lo que sería una contradición muy llamativa. <<

[9] La lectura unica marita nodo defendida por VALGIGLIO, «Sulla tradizione…», pág. 127, daría el siguiente sentido: «mañana la rosa, cual esposa incomparable, no dudará en liberar del capullo la púrpura que estaba oculta, cubierta de un velo ígneo». La lectura que seguimos nosotros está favorecida por ideas similares usuales en las inscripciones funerarias de todo el Imperio. Nótese de nuevo la transferencia de fondo al pudor virginal de la esposada. <<

[10] Seguimos la lectura it comes, «afable, amable acompaña» de VALGIGLIO, «Sulla tradizione…», pág. 128, que hace más viva la frase adversativa que sigue. <<

[11] En los vv. 32, 35 y 36 se juega con el doble sentido de nudus: «desnudo» y «sin armas». El arco, las flechas y la antorcha son los atributos tradicionales de Cupido, Amor o Eros. <<

[12] Las ninfas se dirigen a Diana, nacida en Delos según la leyenda. La razón es manifiesta: Diana, como diosa de la castidad huraña, es la divinidad contraria a Venus, diosa del amor y la generación. Por otro lado, Diana, que, en principio, reinaba sobre los animales, acabó siendo en la mitología romàna diosa de los bosques y de la caza y, en este sentido, también se oponía a Venus, que ama la paz. Su sangrienta caza va en contra de la festividad de Venus. <<

[13] Es problemático justificar la evocación de estos tres dioses. Lo más sencillo es pensar que en esta fiesta de tan larga duración están presentes, para honra y alabanza de Venus, los dioses del pan (Ceres), del vino (Baco) y de la música (Apolo). Apolo (Febo), dios de la música y de la poesía, es también invocado por el poeta en el v. 91. <<

[14] La lectura detinenda es la general. BOYANCÉ, Rev. ét. lat. 28 (1950), 214, n. 1, propone detinendus referido a Ceres, Baco y Apolo, dioses que no pueden «dejarse fuera», lo que también es probable. Difícil de justificar es continenter, que propone CAZZANIGA, pág. 13 de su ed., y pág. 78 de «Saggio». <<

[15] Se alude, probablemente, a la actual Paterno, situada en la pendiente sur del Etna (cf. CLEMENTI, Pervigilium…, págs. 239-241, y SCHILLING, La Veillée…, pág. 21). <<

[16] Las tres Gracias, divinidades de la belleza, forman el coro de Venus. <<

[17] Entendemos con VALGIGLIO, «Sulla tradizione…», pág. 129, en el verso 53 fontium en lugar de montium, y en el 54, montes en lugar de fontes, usuales en los editores. <<

[18] El v. 58 no tiene sentido aquí. Se supone que su lugar está en otro sitio (Clementi) o que es el final de una estrofa no conservada. (Cazzaniga), o que es un fragmento del que se ha perdido el comienzo y el final, como piensa SCHILLING, La Veillée…, págs. XLII y 21-22, al que seguimos en su lectura. <<

[19] Debido a la laguna anterior se hace difícil la unión con el desarrollo de las precedentes ideas. SCHILLING (ibid., páginas XLI y sigs.) ve en la primera primavera en el origen del mundo, ocasionada por las bodas del Éter con la Tierra, como en toda nueva primavera, una manifestación más del poder generativo de Venus. En esta representación cósmica el poeta es deudor de VIRGILIO, Geórg. II 325, y, en definitiva, de LUCRECIO, I 250 y sigs., y II 992 y sigs. <<

[20] En los vv. 63-67 se identifica a Venus con la anima mundi de los estoicos. Ello se advierte, incluso, en la terminología, pues permeanti spiritu («soplo penetrante» o «principio vital»), así como peruius tenor («impulso continuo vital») son traducción directa de las expresiones estoicas di?konti pneúmati y ho di?kon pneumatikòs tónos. Cf. ARNIM, Stoicorum veterum fragmenta, II, Stuttgart, 1968 (= 1903), págs. 306, 21 y 147, 28. <<

[21] Se esbozan en esta estrofa unos retazos de la historialeyenda de Roma en los que ha intervenido la diosa del amor: 1) Conducción y asiento de los troyanos fugitivos dirigidos por Eneas, hijo de Venus, en el Lacio. 2) Matrimonio de éste con Lavinia, hija del rey Latino, tras numerosos obstáculos. 3) La unión de Marte y Rea Silvia, virgen vestal, de la que nacieron Rómulo y Remo, con el asentimiento de Venus. 4) El rapto de las sabinas bajo Rómulo, origen de la unión de romanos y sabinos y de la constitución de las tribus primitivas romanas aquí citadas. (La tercera tribu, Lúceres, siempre jugó un papel mucho menor en la tradición latina, además de no figurar en el matrimonio con las sabinas.) 5) El establecimiento del Imperio Romano por obra de Julio César, consolidado por César Octaviano (Augusto), su sobrino-nieto. César se consideraba descendiente de Venus e instauró su culto. Cf. nota siguiente. <<

[22] Este verso es sumamente problemático, pues se ha tomado como una referencia cronológica de la fecha de composición del poema. Numerosos autores han identificado en este verso a diversos emperadores entre los siglos I y V d. C. Nosotros, sin embargo, creemos con SCHILLING —que lee Romuli patrem— (La Veillée…, págs. XXIV y 26) que aquí no hay ninguna referencia cronológica, sino simplemente un esbozo de los hechos llevados a cabo bajo los auspicios de Venus, de los que la fundación del Imperio es su culminación. <<

[23] Es también posible mantener el super («sobre las retamas») de los manuscritos, como hace VALGIGLIO, «Sulla tradizione…», pág. 129. <<

[24] Mariti, «marido», en el original, muestra de nuevo, como el verso anterior, la transferencia del reino animal al humano. <<

[25] En la mitología romana, Filomela, esposa de Tereo, y su hermana Procne, fueron transformadas por los dioses en ruiseñor y golondrina, respectivamente, para escapar a la ira de Teseo. Éste había violado a su cuñada y, para impedirle hablar, le había cortado la lengua. Sin embargo, Procne logró comunicárselo a su hermana bordando la acción en una tela, la cual, en venganza, mató y dio a comer a Teseo al hijo de su matrimonio. <<

[26] Se alude a la fábula anterior. Procne, metamorfoseada en golondrina, recobra la voz. El poeta desea una transformación similar. <<

[27] La nota personal de tristeza que se advierte en este último párrafo es enigmática. ¿Se trata, como quiere SCHILLING, (La Veillée…, pág. XXXI), de la decepción poética que aquejó a Floro en su juventud? ¿Es el coro de vírgenes (cf. BOYANCÉ, Rev. étud. lat. 28 [1950], 230) el que habla? Quizá es el lamento del poeta que no puede sintonizar con la fiesta, como propone Trotzki y hemos indicado en la Introducción. <<

[28] Servio, a propósito de VIRGILIO, Eneida X 564, dice que en la ciudad de Amiclas —no especifica si la de Laconia o del Lacio— se prohibió por ley avisar de la llegada del enemigo, pues falsos rumores lo habían anunciado en más de una ocasión. Esto fue su perdición. Los enemigos penetraron en ella al no atreverse nadie a infringir la ley. <<