Capítulo 16
Diez actividades recomendadas
En este capítulo
Diversas
actividades
Formas de desarrollar una
actitud positiva ante la vida
Muchas cosas que te
ayudarán a seguir adelante
En este capítulo te ofrecemos varios ejercicios y actividades pensados para ayudarte a entrar en una dinámica mental positiva. Estas actividades han sido diseñadas por diversos expertos en el campo de la psicología positiva, y muchas de ellas han sido objeto de proyectos de investigación que han demostrado su eficacia.
Desarrollar la gratitud
Aprender a ver las cosas con perspectiva y potenciar la sensación de bienestar pasa por equilibrar los aspectos positivos de la vida y los no tan positivos. Reconocer y apreciar las cosas buenas de la vida es fundamental para crear este equilibrio.
Hay
un ejercicio llamado la visita de
gratitud que puede ayudarte a obtener una
visión equilibrada de la vida.
1. Piensa en alguien de tu vida a quien estés agradecido y escríbele una carta donde ponga qué ha hecho esa persona y por qué te ha influido.
2. Con la carta ya acabada, ponte en contacto con la persona en cuestión y quedad para veros. Cuando estéis cara a cara, léele la carta en voz alta. Al final puedes dársela como regalo.
Mucha gente dice que le da vergüenza hacer este ejercicio. Sin embargo, la vergüenza tiene mucho que ver con la educación que hemos recibido y la cultura en que vivimos, sobre todo las culturas occidentales. Cuando hagas frente a tu vergüenza (si la tienes), verás que la otra persona se siente conmovida por lo que le has dicho y que el hecho de compartir experiencias positivas fortalece la relación. La vergüenza es una cosa pasajera, pero los sentimientos verdaderos son para siempre.
Naturalmente, también tienes la opción de enviar la carta por correo, pero entonces te perderás el momento de la experiencia compartida.
Otro
ejercicio que puede ayudarte a descubrir las cosas buenas es
la lista de
gratitud.
Escribe en un papel todas las cosas de la vida por las que estés agradecido, tanto pasadas como futuras. Conforme la lista vaya creciendo, comprenderás que la vida se compone de momentos buenos y malos, y que siempre hay cosas por las que estar agradecido. Tu lista debería incluir cosas que la gente haya dicho y hecho, cosas que entren en la categoría de buenas. Muchas de esas cosas quizá sean insignificantes, por ejemplo tener la oportunidad de ver cómo florecen los campos en primavera. Todas las entradas de la lista, con independencia de su importancia, deben ser cosas que te proporcionen placer, aunque sea momentáneamente.
Merece la pena hacer este ejercicio al menos una vez cada tres meses para ser realmente consciente de todas las cosas buenas que hay en la vida.
Tomar conciencia de lo que tienes
La gratitud está muy relacionada con la capacidad de ver todas aquellas cosas por las que estás agradecido y que te aportan satisfacción o alegría en la vida.
El
arte de crear una visión equilibrada y optimista de la vida pasa
por ser totalmente consciente de lo bueno que hay en ti y en los
demás. Prueba la siguiente actividad:
1. A lo largo de una semana, todos los días antes de acostarte piensa en lo ocurrido durante el día e identifica las cosas que te han salido bien. Escribe todo lo que se te ocurra y reflexiona sobre cuál ha sido tu papel en lo ocurrido. No es necesario que todos los sucesos sean trascendentales; también pueden ser cosas sencillas, como darte cuenta de que has manejado mejor de lo que pensabas una llamada telefónica complicada en el trabajo, o lo mucho que has disfrutado viendo jugar a los niños en el parque.
2. Al poner algo por escrito te resulta más fácil centrarte en ese suceso y en el papel que has desempeñado, lo cual, a su vez, te ayuda a ganar confianza y te proporciona la sensación de estar al mando de tu propia vida.
Este ejercicio está pensado para que seas más consciente de todo y crees una visión equilibrada de tu vida a la vez que ganas autoconfianza y control. No obstante, existe el peligro de pasarse de la raya, por ejemplo si te tomas el ejercicio como una obligación en lugar de algo que puedes disfrutar.
No se trata de identificar el máximo número posible de sucesos positivos, sino de lo que esos sucesos significan para ti. Es mejor apuntar tres cosas significativas que perder el tiempo buscando cosas que poner.
Crear un día genial
Aprovechar al máximo la vida (tomarte tiempo para disfrutar de lo que tienes y estar con la gente que te importa) potencia la resiliencia psicológica. Disfrutar de la vida también es bueno para manejar el estrés y ayuda a crear y mantener buenas relaciones.
1. Imagina en
cómo sería el día perfecto para ti y para alguien próximo a ti, por
ejemplo un familiar, tu pareja o un amigo. Piensa en las cosas que
os gustan a los dos y que son importantes para ti. Reflexiona
acerca de cómo quieres que sea el día, adónde iréis y las cosas que
haréis.
2. Decide cuándo tendrá lugar la actividad e invita a la persona en cuestión.
3. Cuando llegue el día, disfruta al máximo de cada momento.
4. Al final del día, antes de acostarte, reflexiona sobre lo que has hecho, las cosas que te han hecho disfrutar y lo bien que lo has pasado con la otra persona.
Aprender a preocuparse como es debido
La mayoría de la gente se preocupa por algo en algún momento de su vida. Sin embargo, aunque la mayoría de nuestras preocupaciones son pasajeras, a lo mejor eres una de esas personas que se preocupan en exceso o incluso experimentan ansiedad gran parte del tiempo. Esa forma de pensar te debilita y te hace más difícil disfrutar al máximo de la vida. Los dos ejercicios siguientes están pensados para ayudarte a manejar esos sentimientos.
Media hora al día
Reserva media hora al día y dedícala a tus preocupaciones. Durante ese tiempo puedes preocuparte por todo lo que quieras. Lo mejor es que elijas siempre el mismo momento del día y que no sea a última hora. Si te sorprendes a ti mismo preocupándote por algo fuera de esa media hora que te has asignado, respira hondo y aleja de ti esos pensamientos hasta que llegue el momento.
Este ejercicio ayuda a mucha gente a contener sus preocupaciones y a no sentirse desbordados por ellas.
Mi diario de preocupaciones
Para sacarle todo el partido a este ejercicio, deberías anotar tus pensamientos en un diario.
En cualquier caso, antes de empezar ten en cuenta lo siguiente. De todas las cosas que te preocupan:
El 39% nunca llega a
ocurrir.
El 32% ya ha ocurrido, de
manera que no puedes hacer nada para evitarlas.
El 21% de ellas son
trivialidades.
El 9% tiene que ver con
problemas importantes que sí justifican tu preocupación.
Con el redondeo eso hace un total de un 101%, aunque no vamos a preocuparnos ahora por la corrección aritmética.
De todos modos, no te estamos diciendo que deberías dejar de preocuparte del todo, ya que cierto grado de preocupación puede serte útil.
1. Coge una libreta y divídela en cuatro secciones con los
siguientes títulos:
• Cosas malas que me preocupan mucho y que podrían ocurrir.
• Cosas malas insignificantes que podrían ocurrir.
• Cosas malas que han ocurrido.
• Cosas malas importantes que han ocurrido.
2. Haz anotaciones en las tres primeras secciones antes de acostarte. Para la última sección, elige el momento del día en que te sientas más fuerte y de mejor humor.
3. En relación con la última sección, ten presente que la preocupación en sí misma es improductiva. Para resolver un problema hay que hacer algo. Si no tomas la decisión de hacer algo positivo, las circunstancias acabarán decidiendo por ti. Piensa que la inacción también tiene un resultado. Debes decidir si quieres tener el control (en la medida de lo posible) o si simplemente vas a dejar que las cosas sigan su curso. Siempre hay elección.
Mi mejor versión
Cuando piensas en la mejor versión de ti mismo, tu confianza y tu bienestar aumentan. Y si además actúas en consonancia con esa imagen, lo más probable es que desarrolles las conductas asociadas. Este ejercicio te pone en contacto con tu mejor versión y te ayuda a ser más optimista.
Piensa en cómo te gustaría ser. Imagina cómo sería actuar de
la forma que deseas. ¿Qué harías? ¿Qué dirías a otras personas?
¿Cómo te sentirías? ¿Qué verían los demás en ti? Crea una imagen de
ti mismo como persona totalmente funcional que sabe sacarse todo el
partido.
Posiblemente ha habido épocas en tu vida en las que te has sentido confiado y a gusto contigo mismo. En ese caso, recupera los pensamientos y sentimientos de entonces.
Al menos tres veces por semana durante cuatro semanas, escribe sobre la experiencia de ser tu mejor versión. Imagina que las cosas que deseas han ocurrido y cómo te sientes por ello. Cuanto más positivo seas al escribir sobre tus sentimientos, mejor.
Completar oraciones
La técnica de completar oraciones puede ayudar a que te entiendas y te conozcas mejor a ti mismo. El ejercicio consiste en empezar una oración y añadir finales diferentes. Por ejemplo:
Soy una persona capaz de...
Soy capaz de lograr cualquier objetivo que me proponga.
En
el capítulo 7 hablamos de las fortalezas personales. Este ejercicio
puede ayudarte a identificarlas y quizá también a descubrir otras
que no sabes que tienes. Se trata de completar las oraciones de la
tabla 16-1 con, al menos, un final, pero mejor si pones
varios.
Tabla 16-1: Ejercicio de completar oraciones |
||
|
Fortaleza |
Características |
Sabiduría y conocimiento |
Creatividad / originalidad /ingenuidad |
Soy creativo cuando... Soy original cuando... |
|
Buen juicio / mentalidad abierta / pensamiento crítico |
Tengo buen juicio cuando... Utilizo mi capacidad de pensamiento crítico cuando... |
|
Curiosidad / interés /búsqueda de experiencias nuevas |
Utilizo mi curiosidad cuando... Estoy abierto a experiencias cuando... |
|
Amor por el aprendizaje |
Demuestro mis ganas de aprender cuando... Estoy abierto a descubrir cosas nuevas cuando... |
|
Perspectiva |
Estoy dispuesto a contemplar otros puntos de vista cuando... Soy capaz de compartir mis pensamientos con los demás cuando... |
Coraje |
Valentía / valor |
Soy valiente cuando... Soy fiel a mis convicciones cuando... |
|
Aplicación / perseverancia /diligencia |
Persevero en algo cuando... Consigo superar los problemas y completar las tareas cuando... |
|
Integridad / honorabilidad / autenticidad |
Me hice responsable de mis acciones cuando... Fui fiel a mí mismo cuando... |
|
Vitalidad / energía /entusiasmo |
Veo la vida como una aventura siempre que... Me siento lleno de energía y entusiasmo cuando... |
Amor |
Intimidad/afecto mutuo |
Soy capaz de tener relaciones estrechas con otras personas porque... Creo que hay personas que se preocupan por mí porque... |
|
Bondad/generosidad |
Trato de ayudar a los demás cuando... Hago favores porque... |
|
Inteligencia social/inteligencia emocional/inteligencia personal |
Tengo habilidades sociales porque... Entiendo a otras personas porque... |
Justicia |
Ciudadanía/lealtad/trabajo en equipo |
Ayudo a mi comunidad porque... Soy leal cuando... |
|
Equidad/imparcialidad |
Soy imparcial cuando... Gestiono bien situaciones difíciles cuando... |
|
Liderazgo |
Asumo la función de líder cuando... Ayudo a otras personas a hacer cosas cuando... |
Templanza |
Misericordia/piedad |
Soy capaz de perdonar porque... Acepto mis defectos cuando... |
|
Modestia/humildad |
Me alegro de que otros se lleven los méritos porque... No necesito reconocimiento porque... |
|
Prudencia/precaución |
No asumo riesgos innecesarios porque... Tengo cuidado en mis relaciones con otras personas porque... |
|
Autocontrol/autorregulación |
Soy capaz de esperar a que las cosas ocurran porque... Tengo autodisciplina cuando... |
Trascendencia |
Capacidad de asombro/apreciación de la belleza y la excelencia |
Soy capaz de apreciar lo bello de la vida cuando... Soy capaz de apreciar la excelencia cuando la veo porque... |
|
Gratitud |
Estoy agradecido por estar vivo porque... Expreso mi agradecimiento a la gente cuando... |
|
Esperanza/optimismo/mentalidad de futuro |
Creo que puede conseguirse un resultado óptimo porque... Puedo favorecer un desenlace positivo cuando... |
|
Alegría/sentido del humor |
Soy alegre cuando... Suelo reírme cuando... |
|
Espiritualidad/fe/religiosidad |
Encuentro sentido y propósito en la vida cuando... Creo que estoy aquí para un fin concreto porque... |
Cuando hayas completado el mayor número posible de oraciones, léelas todas de nuevo. ¿Cuáles te han sorprendido? ¿Cuáles te han parecido difíciles y por qué? ¿Hay alguna área en particular que quisieras desarrollar? ¿Por qué?
Este ejercicio te ayudará a comprender mejor tu forma de pensar y de actuar.
Reconocer diferentes facetas de ti mismo
El ejercicio mi yo múltiple puede ayudarte a ver que, además de tener varias fortalezas, eres un ser humano con muchas facetas distintas. No hay nadie que sea bueno en todo, pero a menudo nos centramos únicamente en las cosas negativas y no en las cosas positivas que sabemos hacer.
Dibuja en un papel un círculo grande como representación de
toda tu persona y escribe dentro frases que hagan referencia a tus
capacidades y a diferentes rasgos de tu personalidad. Por ejemplo,
“Soy amable” o “Me preocupo por la gente” o “Canto bien”
o “Sé cocinar” o
“Tengo un gran sentido del humor”.
Descubrir tu propósito
Existe una fuerte relación entre la psicología positiva y la percepción de que existe un sentido o un propósito en la propia existencia. El siguiente ejercicio te ayudará a encontrar un sentido a tu vida.
1. Rememora
momentos de tu vida en los que te hayas sentido plenamente
satisfecho. Piensa en uno de esos momentos y recuerda lo que
estabas haciendo, con quién estabas, qué estaba ocurriendo y cómo
te sentías. O bien, como segunda posibilidad, piensa en alguna
ocasión en que estuvieras tan abstraído con algo que el tiempo
transcurriera más de prisa de lo que pensabas. Igual que antes,
piensa en lo que estabas haciendo, quién estaba contigo, por qué
estabas tan absorto y cómo te sentías.
2. Necesitarás papel y lápiz, o también puedes crear un documento con el procesador de textos. Empieza escribiendo “Mi propósito en la vida es...” y escribe una lista con todo lo que te pase por la cabeza.
3. Valora tus sentimientos en una escala del 0 al 10, en la que 0 corresponde a un sentimiento poco destacado y 10 a un sentimiento muy intenso y significativo, como, por ejemplo, la alegría. Cuando hayas terminado esta parte del ejercicio, lee todo lo que has escrito para ver cuántos elementos de esa lista despiertan en ti esos sentimientos y pregúntate por qué son tan significativos.
Este ejercicio te ayudará a identificar los aspectos de tu vida que están relacionados con el sentido y el propósito de tu existencia. Cuando te hayas hecho una idea clara de cuáles son esos aspectos, podrás dedicar más tiempo a las actividades que has escrito o incorporar otras similares que te hagan sentir igual.
Aprender a ser optimista (ABCDE)
Los pensamientos alimentan los sentimientos. El modelo ABCDE te ayuda a transformar los pensamientos pesimistas y autodestructivos en pensamientos que refuercen tus capacidades. No tiene sentido predecir lo peor si no sabes a ciencia cierta lo que va a ocurrir.
A de adversidad.
Todos nos enfrentamos a situaciones difíciles, y
esta etapa te pide que las definas. Piensa en la situación y en las
personas que intervienen en ella. Procura ser lo más concreto
posible en tu descripción.
B de base de
creencias. ¿Qué te pasa ahora mismo por la cabeza? No censures tus
pensamientos. Limítate a escribir la opinión que te merece esa
situación.
C de consecuencias.
¿De qué modo te afectan tus pensamientos? ¿Cómo
te hacen sentir? ¿Qué cosas te impulsan a hacer?
D de disputa.
Busca pruebas que refuten lo que estás pensando.
Pregúntate si podría haber alguna otra explicación. Si existe más
de una posibilidad, ¿por qué pensar lo peor?
E de energía.
Cuando empieces a ver la situación de manera
distinta, anota cómo influye eso en tus sentimientos y cómo, a su
vez, esos nuevos sentimientos generan resultados
diferentes.
Un
resultado típico del ejercicio ABCDE podría ser el
siguiente:
Adversidad. No conseguí el
empleo que quería.
Convicciones. Nunca conseguiré
cambiar de empleo; soy un completo inútil.
Consecuencias. Me siento fatal
y no me apetece seguir trabajando. Solo tengo ganas de irme a
casa.
Disputa. En el pasado me han
salido las cosas bien, así que no debo de ser un inútil. Quizá no
era el mejor candidato para ese puesto. Me aseguraron que me
tendrán en cuenta para futuras vacantes y no me habrían dicho eso
si no les hubiera causado buena impresión.
Energía. Cuando empecé a
pensar en otros posibles motivos de que me rechazaran, me sentí
mucho mejor. ¿Por qué tendría que sentirme mal? A lo mejor debería
pensar en la entrevista y en lo que aprendí de ella, y aplicarlo en
la siguiente.
Este ejercicio puede aplicarse a cualquier situación, y te ofrece la posibilidad de afrontar las cosas de una manera mucho más optimista.
Realizar actos de bondad desinteresados
Como puedes imaginar después de leer el título, este ejercicio consiste en hacer algo por alguien sin otro motivo que ser amable y realizar una buena obra. La acción que elijas es indiferente; a veces un acto de bondad pequeño puede causar más impacto en alguien que un acto importante. No es que los grandes actos de bondad carezcan de importancia, pero la vida generalmente se compone de acciones menos trascendentes.
Hacer algo por otra persona no solo despierta alegría en esa persona, sino que también te hace sentir bien a ti. Cuantos más actos de bondad realices a diario, tanto mejor, y mayor será la recompensa para ti y para los demás.
Piensa en actos de bondad que podrías hacer para:
Las personas cercanas a
ti
• Acompaña a alguien que tenga dificultades para salir solo, por ejemplo un familiar muy anciano.
• Lleva la cena a alguien que acabe de salir del hospital.
• Préstate a bajarle la basura a algún vecino mayor.
• Ofrécete para cuidar a los hijos de un matrimonio amigo mientras ellos salen a cenar.
La sociedad en
general
• Dona sangre periódicamente.
• Dona tu ropa vieja a una organización benéfica.
• Participa como voluntario en una recaudación de fondos.
• Colabora en alguna causa que merezca la pena. Por ejemplo, hay entidades que recogen tapones de plástico para ayudar a personas con problemas de salud o cadenas de supermercados que dan cupones para ayudar a las escuelas a comprar ordenadores.
• Intenta reducir los residuos que generas en casa y reciclar más.
Desconocidos:
• Si te queda tiempo en el ticket del párking, dáselo a otra persona que acabe de llegar.
• Ayuda a bajar un carrito de bebé por la escalera de la boca del metro.
• Si ves que una mujer lleva el bolso abierto, díselo para que no le roben el monedero.
¿Qué otros actos de bondad se te ocurren?