MININOVELA

ALEXANDRA BERKOVÁ

CUANDO Mamá y Papá se encontraron, hace años, dijeron, qué has hecho todo este tiempo. Y Mamá dijo, supongo que tengo que casarme. Y Papá dijo, por qué tienes que hacerlo y por qué lo supones, y Mamá dijo, tengo porque no lo deseo, y supongo porque supongo que lo haré. Y Papá dijo, el matrimonio es una institución obsoleta, vamos al cine. Y Mamá dijo, no tengo tiempo. Entonces se fueron.

Y una semana después Mamá dijo, rápido, vamos a por una copa de vino, soy una terrible cobarde, me oculto de Karel y no puedo seguir sola por cobarde que soy.

Y una semana después ella aprobó los exámenes finales y dijo, me siento muy aliviada de no salir con nadie, y Papá dijo, estás en un error, tú sales conmigo.

Y un mes después Mamá dijo, dónde estuviste, te estuve buscando, y Papá permaneció callado y luego dijo, estuve en la casa de campo con esa jovencita. Mamá se calló y luego dijo, quiero enseñarte algo, y sacó un calendario. Y Papá lo miró y dijo, tenemos que hacer algo al respecto.

Y Mamá dijo, tú haces lo que quieras camarada, y se paró. Papá dijo, ya he roto con ella, y Mamá dijo, no necesitas molestarte, y se fue.

Luego ella marcó un número y dijo, hola Jarda, vamos a beber una copa de vino, y él dijo, por ti, mi viejo amor, cualquier cosa, y entonces se fueron. Él dijo algo y miró a Mamá y Mamá sonrió y él dijo, chica, estás fatal, vamos a comprar una botella y regresamos a mi casa. Y Mamá dijo, soy una idiota, lo siento, te he arrastrado, soy una estúpida idiota. Y él dijo, piénsalo, y Mamá dijo, me siento mal por dentro y por fuera, no te enojes. Y ella salió afuera a llorar.

Entonces fue a casa y Papá estaba parado frente a la puerta y él estornudó y dijo, no debes andar vagabundeando así por las noches, nuestra hija puede pescar un resfriado. Y Mamá dijo, ocúpate de tus cosas, y Papá dijo, no estés enojada, después de todo somos adultos. Y Mamá dijo, te queda mucho camino por recorrer antes de llegar a la adultez, puedes relajarte, sólo estaba probándote. Y Papá dijo, eres muy tonta, lamentablemente no lo noté antes, y se fue. Mamá se quedó parada frente a la casa y empezó a llover. Entonces ella fue a hacer una llamada telefónica y dijo, hola Zdena, me puedes prestar algunas de las cositas de Honza, voy a ser una madre soltera. Y Zdena dijo, estás loca, voy para allá, y ella vino y dijo, por qué lo insultas de esa manera, y Mamá dijo, porque él no sabe lo que está haciendo, y es más fácil cuidar a un niño que a dos. Zdena charló un largo rato y Mamá dijo, no sientas pena de mí, puedo arreglármelas, y Zdena dijo, no siento pena de ti, siento pena de ese niño, en un cuarto con el inodoro en el pasillo, eres muy vanidosa. Y Mamá dijo, muchas gracias por el consejo, y Zdena dijo, eres más orgullosa que loca y se fue. Aún estaba lloviendo y Mamá no pudo dormirse durante un largo rato y al día siguiente se le hizo tarde para ir al trabajo.

Una semana después vino una muchacha de veinte años y dijo, Petr me ama. Y Mamá dijo, felicitaciones, aunque me importa un comino. Y ella dijo, Petr afirma que ustedes se van a casar pero yo sé que no es cierto, lo conozco bien, hemos estado saliendo durante más de medio año. Y Mamá dijo, puedo entender que te parezca mucho tiempo, pero me sigue importando un comino.

Y ella dijo, estás celosa porque tienes casi treinta, pero no me vas a robar a Petr. Y Mamá dijo, no, no lo haré porque no me interesa, envíale saludos de mi parte, y ella abrió la puerta y se marchó.

Entonces encendió un cigarrillo y alguien tocó a la puerta, y Papá entró y dijo, no fumes, nuestra niña se ahogará ahí dentro. Y Mamá dijo, no seas tan duro con tu quinceañera, aún puedes alcanzarla en las escaleras. Y Papá dijo, mi madre la envió aquí, he anunciado nuestro casamiento. Y Mamá dijo, pensar que es la primera vez que oigo algo así, Papá dijo, he venido a decírtelo, Mamá respiró profundamente y Papá dijo, eres afortunada y eres tan tonta que puedes echarlo todo a perder. Mamá dijo, eso es asunto mío y no quiero nada de ti. Y Papá dijo, más pruebas, estás loca, y todas las razones que tengo para estar al lado de mi hija. Y Mamá dijo, tú no tienes que hacer nada, y él será un niño. Entonces él habló un largo rato y luego Mamá dijo, qué pasará ahora y Papá dijo, desde ahora en adelante todo va a estar bien, y Mamá dijo, no tengo ropa.

Entonces ella viajó a casa y dijo, me voy a casar, y abuelita dijo, ustedes ya están casados. Mamá dijo, voy a tener un bebé, abuelita dijo, como quieras, abuelito dijo, Dios te ayude, y él salió. Y Mamá dijo, bien, presten atención, nos vamos a casar en julio, les enviaré el aviso, y se fue.

Una semana después Papá se instaló en el piso, revisó todo y dijo, tendremos que instalar gas y agua y poner una ducha, tenemos mucho trabajo para diciembre. Y Mamá dijo, crees que cabemos bien aquí, y Papá dijo, sí, si la niña no es demasiado grande. Y Mamá dijo, apenas nos conocemos, es extraño que no esté asustada.

Y Papá dijo, no hay nada extraño al respecto porque yo no muerdo y tenemos toneladas de tiempo para familiarizarnos. Mamá lo besó y dijo, te amo, soy dichosa por haberte conocido.

Una semana después alguien tocó a la puerta y Karel entró, se sentó y dijo, espero no interrumpir, luces fabulosa y ofreció un cigarrillo a Mamá. Y Mamá dijo, gracias no fumo, qué quieres. Él dijo, sólo quiero verte, Mamá se quedó callada y él dijo, he oído que sales con alguien, espero que no sea nada serio, Mamá quedó callada y él dijo, echa un vistazo, una mujer de tu calibre no puede estar encadenada a un fogón, y Mamá dijo, no es serio, es una diversión, voy a tener un bebé y me voy a casar. Él dijo, acaso eres tonta, incluso los conejos pueden procrear, pero no hay muchas especialistas en tu campo. Entonces él dijo, te encontraré un doctor y volveremos a estar juntos nuevamente, y Mamá dijo, gracias pero no quiero. Y él dijo, sé que no soy encantador pero tienes que entender que un hombre como yo tiene muchas preocupaciones, no tengo tiempo para galanteos. Mamá quedó callada y él dijo, me pongo histérico porque tengo que ocuparme de todo y no puedo ser siempre encantador, simplemente tienes que entenderlo, por eso te tengo. Mamá dijo, no me tienes, y él dijo, no seas tonta, con nadie vas a disfrutar tanto como conmigo, y no seas recatada, sabes bien que no me gusta eso. Mamá dijo, lo sé, y él dijo, muy bien, quiero las camisas limpias y no quiero comer comida enlatada fuera porque mi esposa está escribiendo una novela. Y Mamá dijo, dijiste algo acerca del fogón, y él dijo, no seas quisquillosa siempre te estás enredando y eso me enrolla, no me enrolles más, y puedes guardarte esa aventura para ti sola, incluso estoy deseoso de deshacerme de este rollo. Ves, otra preocupación, y él encendió un cigarrillo. Mamá dijo, cómo pude soportarte durante casi dos años, y él dijo, yo fui el que tuve que aguantarte y estoy dispuesto a aguantarte mucho más tiempo porque te necesito, lo admito, te necesito. Pero no seas evasiva, tú no eres precisamente el premio gordo y puedo reemplazarte fácilmente, aunque me cueste más dinero y tiempo. Mamá dijo, ordinario. Él dijo, no te hagas la preciosa, no voy a renunciar, yo le llamo al pan pan y al vino vino y me gustaría cuidarte, llámalo amor si quieres. Y Mamá dijo no me interesa, vete. Y él dijo, como quieras, pero no olvides que fui yo el que pagó por Yugoslavia y me debes cuatro mil.

Y Mamá dijo, verdaderamente tengo más suerte que sentido, tendrás tu dinero, piérdete. Y él dijo, eres una imbécil ordinaria, me asombro de que alguna vez te haya amado, a mi manera, no obstante espero que tengas un buen parto, y se fue.

Y Mamá gritó y lloró y llamó a Papá y Papá dijo, ese bastardo, él prometió que no te vería más, estuvo aquí anteayer. Y Mamá dijo, querido hoy vamos a cenar fuera, nuestro hijo tiene antojo de bistec. Y Papá dijo, todo por nuestra hija, pero a propósito, mi madre quiere pasar a verte. Y Mamá dijo, ah. Papá dijo, sé buena con ella. Y Mamá dijo, ah. Y Papá dijo, quizá no venga, le dije que te dejara en paz. Y Mamá dijo, ah, hum.

Y tres días después, vino una señora de cincuenta años y dijo, vine a ver a la que se quiere llevar a mi único hijo. Y Mamá dijo, por favor siéntese, y ella dijo, mi hijo es aún un muchacho y no tienes derecho a apartarlo de mí. Y Mamá respiró profundo y la señora dijo, te estás llevando a mi único hijo, eres astuta, eres tres años mayor que él y divorciada, si no me equivoco, pero quiero llegar a un arreglo contigo, y sacó su cartera. Y Mamá se sonrojó y dijo, así no llegaremos a ninguna parte, por favor siéntese. Y ella permaneció de pie y dijo, no necesitas avergonzarte, obviamente tú sabes la clase de familia de la que proviene el pequeño Petr, de otra forma no lo hubieras escogido, y si hubieras conocido a su padre no te hubieras atrevido. Y Mamá dijo, no va a tomar asiento, y la señora dijo, el pequeño Petr acaba de terminar sus estudios, tiene que construirse una carrera, yo debo proteger a mi hijo. Y Mamá dijo, ¿acaso no le importa el hijo de Petr? Y ella dijo, ¿es realmente suyo? Y Mamá se enrojeció y dijo, no la conozco señora, pero yo —y la señora dijo, no seré insultada por nadie —y Mamá dijo, me disculpo por haberle hecho perder su precioso tiempo, y se puso de pie. Y la señora dijo, sé que el pequeño Petr tampoco está seguro. Y Mamá dijo, adiós y abrió la puerta. Entonces se sentó con las manos en la cabeza y luego llamó a Karel pero él no estaba.

Después del trabajo ella caminaba a rastras. Compró una entrada de cine y luego la tiró. Vagaba por las calles y veía los anuncios de las tiendas y a las personas y entró en una tienda. Ella dijo, quiero un vestido, algo que eleve mi autoestima. Y el tendero le dijo, pero señorita, cómo va a perder su autoestima, Mamá se probó dos vestidos, y dijo, luzco como una bola de helado, y se fue. Ella llamó a Karel y él le dijo, sabía que mi princesa cambiaría de opinión, y Mamá dijo, sólo en parte, necesito a ese doctor. Y él dijo, muy bien, estás entrando en razones, te recogeré mañana, Mamá dijo sí, y colgó el teléfono.

Ella llegó a casa por la tarde, Papá estaba esperando y le dijo, no digas nada. Hablé con mi madre, y Mamá dijo, ella tiene razón, tú no sabes lo que estás haciendo, he cambiado de opinión. Y Papá dijo, tonterías, ambas están locas, el hombre del gas debe venir pasado mañana, y luego infló una colchoneta. Y Mamá respiró profundo y Papá dijo, me molesta que cualquier cosa te ponga nerviosa, pero guardaré mis reproches para después del nacimiento, hasta entonces yo cocinaré y desenvolvió seis pequeños sándwiches. Y Mamá susurró, estás loco, y Papá dijo, no lo estoy, soy el único que está normal.

Y Mamá dijo, y tu madre, y Papá dijo, mi madre tiene un corazón de oro, pero es arrogante y torpe, antes de finalizar la semana la invitaremos a almorzar. Y Mamá dijo, voy a ver a un doctor, y Papá dijo, si vuelvo a oír esa estupidez me pondré furioso. Y Mamá dijo, te amo, y Papá dijo, pues no lo parece. Mamá dijo, soy feliz, y Papá dijo, pues trata de no echarlo a perder, por el momento todo está bien excepto tú, ahora vamos a sacar a la niña a tomar aire fresco, he leído que debes caminar.

Y Mamá dijo, será un niño, y se fueron a pasear y después vino el reparador y después fueron a Praga a almorzar a casa de la abuela y después ellos pintaron e instalaron el gas y el agua y después fueron al ayuntamiento, pero Papá olvidó su tarjeta de identidad y entonces fueron en otro momento, pero llegaron una hora tarde y Mamá dijo, dejémoslo para otro momento, no quiero casarme con este vestido, y Papá dijo, tienes razón, de cualquier forma no importa.

Y luego Mamá estaba en una habitación forrada de lozas verdes y sudaba y llegó un doctor y dijo, yo sólo soy ortopedista, pero le traigo una visita, y Papá entró en bata blanca y dijo, esperen chicas, ahora tengo que irme no sea que me atrapen aquí con Honza, y él apretó la mano de Mamá.

Y dos horas después otro doctor dijo algo más, ya está, bien hecho, usted tiene una hija.

Ellos me lavaron, me revisaron y midieron y me pesaron y me mostraron a Mamá. Mamá dijo, oh, es preciosa, ¿la puedo tocar? Mi nombre es Dita.

Alexandra Berková nació en 1949. Reconocida productora de televisión y novelista, es también una famosa feminista cuyos temas versan sobre la ruptura de relaciones. Knížka s červenym obalem (El pequeño libro con carátula roja, 1986) fue su debut literario y le otorgó reconocimiento. Extractos de sus trabajos se han publicado en antologías en inglés. Enseña en Praga.