Robyn Carr
Robyn Carr quiso ser enfermera y estudió en una escuela superior para ello. Sin embargo, como esposa de las Fuerzas Aéreas se encontró viajando de base en base. Durante sus embarazos, cuando tuvo que hacer reposo, se aficionó a la lectura y más tarde comenzó a escribir novelas. Su primer escrito permanece según ella «enterrado y nunca verá la luz». Fue en una conferencia de la RWA donde una escritora le animó a seguir escribiendo pues veía en ella talento. Su primer manuscrito fue vendido a Little, Brown and Co. dos años después y publicado con el título de Chelynne.
Pasó casi veinte escribiendo novelas románticas, históricas y contemporáneas. Después escribió novelas de suspense, libros de no-ficción y algún guión no publicado.
Fue en un taller de la Universidad de San Diego, donde pensó en escribir sobre mujeres reales, con verdadero humor («reír a través de un libro, pero no un libro que sea una parodia»), y con historias reales. Nació así la serie Virgin River: una pequeña población del Norte de California con marines retirados que aman a las mujeres, y son inspiración para aquellos que creen en las relaciones positivas. La serie fue galardonada con premios y se creó una comunidad de fans, con un bar de Jack virtual.
Mientras tanto, ella y su marido tienen su hogar en Las Vegas, realiza entrevistas a autores famosos para su “Chat Carr” y realiza frecuentes viajes a Humboldt en California, donde la serie Virgin River está ambientada.
Era la fiesta de Nochevieja, y los habitantes de Virgin River la estaban celebrando en el bar de Jack. Sin embargo, había dos personas que no conseguían sumarse a la alegría de la noche. Sunny, que no podía apartar de su mente que un año antes la hubieran plantado ante el altar, y Drew, cuya novia había decidido no seguir adelante con el compromiso. ¿No habría alguna manera de que aquellos dos corazones solitarios se dieran cuenta de que esa noche podían empezar a cerrar sus heridas?