PRESENTACIÓN

Enfrentamiento de culturas

Uno de los temas más apasionantes de la historia del hombre es, sin duda, el del encuentro e influencia de dos culturas distintas. Encuentro que, como la historia nos enseña, demasiado a menudo suele ser violento, debido a la dificultad de armonizar mentalidades y escalas de valores diferentes.

En la SF[1], este tema brinda inagotables posibilidades especulativas y, de hecho, constituye una de las vertientes más interesantes del género.

La forma fantacientífica más obvia de plantear el encuentro de civilizaciones diferentes consiste en enfrentar la cultura humana con otra extraterrestre. Este enfrentamiento puede ser abiertamente hostil, como casi siempre ocurría en la primitiva SF, y como sigue ocurriendo a nivel de subproducto. La patrulla del sueño y Actitudes constituyen sendas sofisticadas muestras de la lucha del hombre contra razas exteriores, dotadas de armas y poderes imprevisibles.

Afortunadamente, no todos los autores comparten esta visión xenófoba. En otras ocasiones, las relaciones son cordiales, incluso entrañables, como en el caso del pequeño marciano de La gran rosquilla cósmica, que no soporta ver sufrir a los humanos y los induce a reconciliarse entre sí, o el protagonista de La leyenda y la química, que se sacrifica para salvar a una raza extraterrestre.

Pero para plantear un enfrentamiento de culturas, la SF no necesita salirse del marco de nuestro planeta. Así, en Punto de inflexión, la «cultura» que se enfrenta a la humana se ha ido desarrollando en nuestro mundo desde tiempos inmemoriales, y en Pater uno, Pater dos son dos estadios de la misma cultura los que se encuentran, en un marco de resonancias épicas donde el hombre lucha por su continuidad.

Y, en sí misma, la SF representa el encuentro y la necesidad de fusión de dos culturas arbitrariamente separadas: la humanístico-literaria y la científica. Al abordar la tecnología avanzada como factor sociológico decisivo, y al señalar en él hombre y la sociedad los verdaderos protagonistas de la aventura científica, la SF propugna la superación de esa dicotomía artificial demasiado tiempo mantenida.

CARLO FRABETTI