CANCIÓN DE AMOR

¿Cómo tendré yo que contener mi alma
para que no toque a la tuya? ¿Cómo
levantarla sobre ti hacia otras cosas?

Ay, con qué gusto la hubiera alojado
junto a algo perdido en la oscuridad,
en un lugar extraño y silencioso,
que no vibre más si tú en lo hondo vibras.

Pero todo lo que a ambos nos atañe
nos enlaza a ti y a mí como un arco
que de dos cuerdas arranca una voz.

¿Sobre qué instrumento estamos tendidos?
¿Qué violinista nos tiene en la mano?

¡Oh, dulce canción!

R. M. RILKE, Nueva antología poética,

Edición y traducción de Jaime Ferreiro Alemparte,

Madrid, Espasa Calpe, col. Austral, 2a ed., 2000.